Noaj, Abraham, Moshé y David

“Noaj era un hombre justo, era íntegro en sus generaciones” (BERESHIT 6:9)

Cuando la Torá describe la conducta piadosa de Noaj, enfatiza: “Noaj era un hombre justo, era íntegro en sus generaciones”. Nuestros Sabios Z”L deducen de aquí, que sólo en su generación era considerado un justo, pero no en comparación con otras generaciones. El Zohar detalla tres generaciones de piadosos en relación a quienes Noaj “era considerado como nada”: la generación de Abraham, la generación de Moshé y la generación de David. ¿Cuál es el motivo que se compara a Noaj específicamente con estas tres generaciones y no con las generaciones de otros piadosos?

UN MUNDO NUEVO
La explicación radica en que cada uno de estos tres Justos (Abraham, Moshé y David) comenzó una nueva etapa en la construcción del mundo. Abraham, el primer judío, abrió la etapa donde aparece en el mundo el pueblo de Israel, y comienza a cumplir con su función. Moshé trajo al mundo a la Torá, y a partir de él en adelante se dio la fuerza para santificar y refinar al mundo a través de la Torá. El rey David abrió la era del reinado cuyo objetivo fundamental es coronar a Hashem como Rey sobre la Tierra.

También Noaj abre una nueva era en la creación – el mundo posterior al diluvio. El Midrash dice que cuando Noaj salió del arca “vio un nuevo mundo”, con él comenzó en la práctica la consolidación de un mundo corregido. Sin embargo, el trabajo de Noaj era sólo en un nivel de principio, y se lo considera “como nada” frente al trabajo de Abraham, Moshé y David (y por eso también la primera letra de la palabras Abraham, David y Moshé forman la palabra “Adam”, puesto que a través de estos tres tzadikim la creación del hombre alcanza la perfección).

EL OBJETIVO -LA SANTIDAD

La piedad de Noaj tenía lugar, fundamentalmente, en ese mismo campo donde actuaron con maldad y pecaron los hombres del diluvio. Estos eran corruptos en temas de la conducta para con el prójimo, y en ese campo Noaj era un justo íntegro. Pero la perfección en la conducta entre los hombres no es suficiente para llevar al mundo a la concreción de su objetivo Divino, y es tan sólo la prevención del desorden y la protección de la vida civilizada.

Por eso, este trabajo no se considera “nada” en comparación al trabajo de Abraham, Moshé y David, cuya perfección no se limitaba tan sólo a temas de las relaciones humanas sino principalmente con amalgamar al mundo con la santidad Divina: Abraham difundió en el mundo con la santidad Divina: Abraham difundió en el mundo la fe en el único Di-s; Moshé recibió la Torá, cuyo objetivo es santificar al mundo, y David preparó la base para el sagrado Templo, donde moraba la Presencia Divina.

SERVICIO A PARTIR DE LA CONCIENCIA
La diferencia entre Noaj, Abraham, Moshé y David, se expresó también desde otro enfoque. El servicio de Noaj surgía fundamentalmente a partir del temor. Su advertencia a sus contemporáneos estaba basada principalmente en el temor al diluvio. Incluso sobre el propio Noaj, nos relata el midrash : 

“Noaj era falto de fe, si no fuera las aguas la llegaron a los tobillos no hubiera ingresado al arca”.
En contraposición con esto, el trabajo de Abraham, Moshé y David, surgió del profundo reconocimiento interno en la grandeza de Hashem, y este conocimiento y conciencia fue difundido por ellos al mundo entero.


Por eso, fue su trabajo específicamente el que estableció las bases para la verdadera corrección del mundo y su ser llevado hacia su objetivo.
La perfección más cabal de este trabajo tendrá lugar en manos del “Rey de la Casa de David”, Mashíaj Tzidkeinu, que corregirá y arreglará al mundo todo para servir a Hashem en unión, hasta que incluso las naciones del mundo habrán de proclamar: “Id y subamos al monte de Di-s, a la Casa del Di-s de Iaakov, y que nos instruya de Sus caminos y, caminaremos por Sus senderos”

(LIKUTEI SIJOT TOMO 35, Pág. 15)

¿Qué es el Shabat Bereshit?

¿Por qué se llama así este Shabat?

Por Menachem Posner

Ya pasaron los Iamim Noraim. La alegría de Sucot y de Simjat Torá ya pasó, pero todavía queda algo importante antes de que termine el emocionante mes de Tishrei. Se trata del primer shabat después de las fiestas, conocido como el shabat Bereishit (o shabos Bereishis, en ídish).

¿Por qué se llama así?

Cada semana del año leemos una porción de la Torá. El ciclo termina y empieza de nuevo en la alegre fiesta de Simjat Torá, cuando leemos la parte final de Haazinu y las primeras líneas de la primera porción, Bereishit. En el siguiente shabat se lee de la Torá toda la porción de Bereishit.

Se dice en nombre del tercer rebe de Jabad (conocido como el Tzemaj Tzédek) que la manera en la que uno se conduce a sí mismo en el shabat Bereishit marca el tono para el resto del año.

En consonancia con esto, este shabat se suele reservar para inspiradores farbrenguens y resoluciones respecto de estudiar más Torá. Estos farbrengens tienen una función adicional, porque este shabat también es el shabat Mevarjim, momento en el que bendecimos el próximo mes de Jeshvan.

Durante el farbrenguen del Rebe en este shabat tan especial, lo tradicional era que se remataran los “honores”. Adornado con un shtreimel de piel, el gabbai de la sinagoga guiaba el proceso, y la gente competía por el honor de pagar la iluminación de la sinagoga, el vino de kidush y otros gastos.

Como furgón de cola de un largo tren, este shabat nos ayuda a juntar la energía espiritual del mes que se termina, y nos asegura mantenernos en nuestro carril para el largo viaje que tenemos por delante.

Invitados espirituales de Sucot

La Cabalá enseña que siempre que nos sentamos a comer en la  Sucá durante la festividad de  Sucot, nos acompañan siete invitados espirituales. 

¿Quiénes y qué son los Ushpizin?

“Ushpizin” es la palabra aramea para “invitados”, una referencia a los siete huéspedes supremos, “padres fundadores” del pueblo judío, que vienen a visitarnos a la Sucá (la choza cubierta de ramas en la que comemos nuestras comidas durante la festividad de Sucot ), uno por cada uno de los siete días de la festividad:

  • Día uno: Abraham
  • Día dos: Isaac
  • Día tres: Jacob
  • Día cuatro: Moisés
  • Día cinco: Aaron
  • Día seis: José
  • Día siete: David 

Traducido al español, la palabra “ushpizin” pierde algo de su misterio y su carácter sobrenatural.

Sin embargo, estos “invitados” son, en efecto, bastante misteriosos (al menos hasta que aprendemos más sobre ellos) y sobrenaturales (al menos hasta que los hacemos parte de nosotros). Usamos el término arameo porque nuestra fuente de información sobre estos invitados místicos es el Zohar , la obra cabalística fundamental escrita en ese idioma místico.

Invitados de Sucot

Los invitados son una parte importante del hogar judío durante todo el año; incluso había judíos que nunca participaban de una comida en su propia casa a menos que hubiera al menos un invitado, preferiblemente un viajero necesitado, con quien compartirla, pero especialmente en Shabat , y aún más especialmente en las festividades judías ( Pésaj , Shavuot , Sucot, Rosh Hashaná , etc.). En las festividades, hay una mitzvá especial.

Te alegrarás en tus fiestas” y, como explican nuestros sabios, la única alegría verdadera es la alegría compartida. De hecho, el versículo completo dice: “Te alegrarás en tus fiestas, tú, tu hijo, tu hija, tu siervo, tu sierva, el levita , el extranjero, el huérfano y la viuda que están dentro de tus ciudades”.

En palabras de Maimónides (Mishneh Torá, Leyes de las Fiestas 6:18): “Cuando uno come y bebe, también debe alimentar al extranjero, al huérfano, a la viuda y a otros pobres desafortunados. Pero quien cierra las puertas de su patio, y come y bebe con sus hijos y su esposa, pero no alimenta al pobre y al alma amargada, esa no es la alegría de una mitzvá, sino la alegría de su vientre…”.Si los invitados son parte integral de la alegría de la festividad, lo son aún más en Sucot. Sucot es la festividad de la unidad judía; de hecho, el Talmud afirma que “es apropiado que todos los judíos se sienten en una sucá ”.  Si bien esto es logísticamente difícil de organizar, al menos debería implementarse en principio. Acomodamos a la mayor cantidad posible de invitados en nuestra sucá , demostrando que tenemos la plena intención de implementar la sucá comunitaria judía en la medida de nuestras posibilidades, cada uno en su propio dominio. Incluso se cuenta una historia sobre cierto maestro jasídico que, debido a que no tenía invitados, el patriarca Abraham se negó a entrar en su sucá (por qué Abraham estaba allí; hablaremos más sobre eso más adelante).

La Cábala de los Ushpizin

Y así llegamos a la ushpizin. Al llenar nuestra sucá con invitados terrenales, tenemos el mérito de hospedar a siete invitados celestiales. Si bien los siete ushpizin visitan nuestra sucá en cada una de las siete noches y días de Sucot, cada “invitado” celestial está específicamente asociado con uno de los siete días de la festividad, y es la ushpiza “principal” o dominante para esa noche y día. 

Los cabalistas

Enseñamos que estos siete líderes —a los que en nuestra tradición se hace referencia como los “siete pastores de Israel ”— corresponden a las siete sefirot , o atributos divinos, que categorizan la relación de Di-s con nuestra realidad, y que se reflejan en los siete componentes básicos de nuestro carácter (el hombre fue creado “a imagen de Di-s ”).

Cada “invitado” divino que honra nuestra sucá nos otorga la cualidad particular que lo define. Esta es la razón más profunda por la que se los llama “pastores de Israel”, pues, como un pastor que alimenta a su rebaño, estos siete líderes nos nutren con su esencia espiritual: Abraham nos alimenta con amor; Isaac, con autodisciplina; Jacob, con armonía y verdad; y así sucesivamente.

Y si bien estas siete grandes almas son nuestros “pastores” durante todo el año, los siete días de Sucot son un momento en el que su presencia en nuestras vidas es más pronunciada y revelada. Al entrar en la “morada temporal” de la sucá , liberándonos de la dependencia que desarrollamos de las comodidades materiales del hogar y el hogar, ahora estamos en un lugar en el que nuestro ser espiritual se revela más y es más accesible.

En este lugar, los ushpizin nos visitan, dándonos el poder de conectar las siete dimensiones de la “imagen divina” de nuestra propia alma con su fuente suprema en las sefirot divinas , alimentando, nutriendo y fortificando nuestro ser espiritual para el año material que viene.

¿Qué es Shminí y Atzeret Simjat Torá?

Esta festividad se caracteriza por una alegría sin límites que supera incluso la alegría de Sucot. La alegría alcanza su clímax el segundo día, conocido como Simjat Torá, cuando celebramos la conclusión -y reinicio- del ciclo anual delectura pública de la Torá.

Tanto en la noche como en el día de Simjat Torá (24 y 25 de octubre) rodeamos la mesa de lectura de la Torá, abrazando los Rollos Sagrados y bailando junto a ellos (en algunas comunida­des, esto se hace también la noche de Shminí Atzeret, el 23 de octubre).

Horarios de encendido de velas

Miércoles 23 de octubre 18.57 h

Jueves 24 de octubre 19.56 h*


*Se debe encender las velas con un fuego preexistente.

Horario de CABA.

Brajot de las velas de Shminí Atzeret

Barúj atá A-do-nái E-lo-héinu méej haolám ashér kidshánu bemitzvotáv vetzivánu lehadlík ner shel lom Tov.

Bendito eres Tú, Señor Di-s nuestro, Rey del Universo, Quien nos santificó con Sus preceptos y nos ordenó encender la vela de la festividad.

Barúj atá A-do-nái E-lo-héinu mélej haolám shehejeianu vekiimánu vehiguianu lizman hazé.

Bendito eres Tú, Señor Di-s nuestro, Rey del Universo, Quien nos otorgó vida, nos sustentó y nos hizo llegar hasta la presente ocasión.

Brajot de las velas de Simjat Torá

Barúj atá A-do-nái E-lo-héinu méej haolám ashér kidshánu bemitzvotáv vetzivánu lehadlík ner shel lom Tov.

Bendito eres Tú, Señor Di-s nuestro, Rey del Universo, Quien nos santificó con Sus preceptos y nos ordenó encender la vela de la festividad.

Barúj atá A-do-nái E-lo-héinu mélej haolám shehejeianu vekiimánu vehiguianu lizman hazé.

Bendito eres Tú, Señor Di-s nuestro, Rey del Universo, Quien nos otorgó vida, nos sustentó y nos hizo llegar hasta la presente ocasión.

Se trata de una festividad importante ( yom tov ), ​​en la que se prohíben la mayoría de las formas de trabajo. En las noches anteriores, las mujeres y las niñas encienden velas, recitan las bendiciones correspondientes y disfrutamos de comidas festivas nocturnas y diarias, acompañadas de kidush . No vamos a trabajar, ni manejamos, ni escribimos, ni encendemos o apagamos aparatos eléctricos.

Después del anochecer, todas las mujeres y niñas (o, si no hay una mujer adulta en la casa, el jefe de familia) encienden velas para anunciar el comienzo de la festividad.  Las velas deben encenderse con una llama existente.

Estos dos días permiten que las sensaciones espirituales de las cuales nos empapamos en la Sucá se trasladen y nos acompañen durante todo el año. Después de haber ‘bajado los cielos” de Rosh Hashaná y Iom Kipur a lo cotidiano en nuestra Sucá, en Simjat Torá nos abra- zamos con la Torá para que nos guíe y acompañe durante el resto del año

Shmini Atzeret: Alégrate

“El octavo día tendréis un día de descanso. No haréis ningún trabajo pesado.” Los cinco libros de Moisés

¿Por qué se llama retención? Porque Di-s es como un rey que organiza una fiesta de siete días. Cuando todos están a punto de irse, retiene a su amigo más cercano y le dice:

“Es difícil para nosotros separarnos. Quédate otro día y celebraremos con lo que quede”.

El Talmud

Por eso, para los jasidim la mayor celebración del año son los dos últimos días de las Altas Fiestas, Shmini Atzeret y Simjat Torá, días dedicados a la alegría de ser judío.

Simjat Torá:

Significa “la alegría de la Torá”. El nombre se deriva del hecho de que en este día celebramos la finalización de la lectura anual de la Torá y comenzamos de nuevo.

Obsérvese que no se llama “alegría con la Torá” o “alegría de la Torá”, sino “alegría de la Torá”. Esto se debe a que la Torá misma se regocija. Y cuando cantamos y bailamos con ella, le damos piernas a la Torá y participamos de su celebración.

Los Cinco Libros de Moisés se dividen en 53 porciones, llamadas parashá.

Cada semana leemos una parashá, completando el rollo entero cada año. El ciclo comienza el último Shabat del mes de Tishrei y termina en Simjat Torá.

Para celebrar, en la noche de Simjat Torá, sacamos todos los rollos de la Torá de su arca, desfilamos con ellos alrededor de la mesa de lectura siete veces, y bailamos y cantamos con ellos.

Hospitalidad Divina

Ushpizin en Arameo quiere decir “huéspedes.” Traducido al español, la palabra pierde algo de su misterio y algo de su sentido, estos “huéspedes” son de hecho absolutamente misteriosos (por lo menos hasta que aprendemos más sobre ellos) y de otro mundo (por lo menos hasta que les hagamos lugar en nuestro mundo). Utilizamos el término Arameo porque nuestra fuente original sobre estos huéspedes místicos es el Zohar, el  mayor trabajo cabalístico escrito en esta lengua mística.

Hay siete “huéspedes” que vienen a visitarnos en la sucá, la choza cubierta de ramas en la cual comemos nuestras comidas a lo largo del festival de Sucot — uno para cada uno de los siete días del festival.

Está escrito en el Zohar (Libro básico de la Cabalá), que durante los días de la festividad de Sucot concurren a la Sucá los USHPIZIN (huéspedes).

Son los Tzadikim de nuestro pueblo: Abraham, Itzjak, Iaakov, Moshé, Aarón, Iosef, David. Cada día de la fiesta uno de ellos es el visitante principal y los demás lo acompañan. La primer noche recibimos a Abraham Avinu (nuestro patriarca).

Abraham se destacó por su entrega a la Mitzvá de hajnasat orjim (hospitalidad con los forasteros), que realizaba con fervor y entusiasmo.

La Guemará aprende de él que “es mayor la Mitzvá de hajnasat orjim que recibir la Morada de Di-s”, ya que Abraham pidió permiso a Di-s para interrumpir Su visita y poder atender a unos forasteros que se acercaban.

TODOS SOMOS VISITAS

La esencia de hajnasat orjim refleja la esencia de nuestro servicio a Hashem en el galut (exilio). El pueblo de Israel se encuentra en este momento en una situación de “visita”, Nuestros Sabios compararon las circunstancias del galut con “ hijos que fueron desterrados de la mesa de su padre”. El lugar natural del iehudí es encontrarse junto a la mesa de su Padre, Di-s, entonces durante el exilio el judío no está en su espacio original, adoptando la característica de foráneo. ¿Por qué creó Hashem esta situación?, Esto se debe a la integridad que logramos en nuestro servicio a Él en este período.

 

LA VENTAJA DEL GALUT

Nuestros Sabios dijeron: “Di-s tuvo misericordia al dispersarnos entre los pueblos”. Toda la intención de este esparcimiento a lo largo y ancho del mundo no es un castigo sino una meta positiva. La voluntad de Di-s es que cada iehudí introduzca Santidad y Divinidad en cada lugar que se encuentre y lo convierta en apto para ser “una morada para El” en el momento de la llegada del Mashíaj. También así se expresa Rabí Israel Baal Shem Tov, el primero de los huéspedes jasídicos, sobre el versículo “Di-s conduce los pasos del hombre”, es decir que a cada lugar al que el judío llega, no lo hace por propia voluntad sino que Hashem guía sus pasos para que cumpla su misión en este mundo.

 

LA VIRTUD DEL HUÉSPED

La Mitzvá de hajnasat orjim manifiesta la importancia y valor del servicio cuando estamos en el contexto de orjim.

Por medio de que un judío recibe hospitalidad se logra una elevación espiritual que incluye tanto al anfitrión como al invitado.

Y esta también es la riqueza exclusiva de los días del galut, ya que sólo por medio de ella podemos “recibir la Morada de Di-s” así como será  en el momento de la llegada de la Gueulá, donde se revelará la Gloria de Hashem, con alegría.

 

LIKUTEI SIJOT, TOMO 29, PAG. 354

Sucot en la ciudad

ENCONTRÁ LA SUCÁ MÁS CERCANA ACÁ

 

Encendido de velas

Miércoles 16 de octubre 18.51 h
Jueves 17 de octubre 19.49 h*

*Se debe encender las velas con un fuego preexistente.

Horario de CABA.
Encontrá los horarios de otras ciudades en la guía.

Hoshaná Rabá: 21 y 22 de octubre


Último día del juicio divino en el que se define el destino del año entrante.

Estudiamos toda la noche y por la mañana tomamos un atado con 5 ramas de sauce.

Se trata del último día para realizar la brajá del Lulav y el Etrog, y visitar Sucot en la Ciudad.

ENCONTRÁ LA SUCÁS CERCANA ACÁ

Bendición del Lulav
Barúj Ata A-do-nai E-lo-heinu melej haolám asher kidshánu bemitzvotáv vetzivánu al netilat Luláv.

Bendito eres Tú, Señor Di-s nuestro, Rey del universo, Quien nos santificó con Sus preceptos y nos ordenó tomar el Lulav.

LA PRIMERA VEZ RECITAR TAMBIÉN:
Barúj atá A-do-nái E-lo-héinu mélej haolám shehejeianu vekiimánu vehiguianu lizman hazé.

Bendito eres Tú, Señor Di-s nuestro, Rey del Universo, Quien nos otorgó vida, nos sustentó y nos hizo llegar hasta la presente ocasión.

Bendición al ingerir harinas y vino en la Sucá
Barúj atá A-do-nái E-lo-héinu mélej haolám ashér kidshánu bemitzvotáv vetzivánu leishev basucá.

Bendito eres Tú, Señor Di-s nuestro, Rey del universo, Quien nos santificó con Sus preceptos y nos ordenó morar en la Sucá.

Brajot de las velas de Sucot para el primer día
Barúj atá A-do-nái E-lo-héinu méej haolám ashér kidshánu bemitzvotáv vetzivánu lehadlík ner shel lom Tov.

Bendito eres Tú, Señor Di-s nuestro, Rey del Universo, Quien nos santificó con Sus preceptos y nos ordenó encender la vela de la festividad.

Barúj atá A-do-nái E-lo-héinu mélej haolám shehejeianu vekiimánu vehiguianu lizman hazé.

Bendito eres Tú, Señor Di-s nuestro, Rey del Universo, Quien nos otorgó vida, nos sustentó y nos hizo llegar hasta la presente ocasión.

Brajot de las velas de Sucot para el segundo día
Barúj atá A-do-nái E-lo-héinu méej haolám ashér kidshánu bemitzvotáv vetzivánu lehadlík ner shel lom Tov.

Bendito eres Tú, Señor Di-s nuestro, Rey del Universo, Quien nos santificó con Sus preceptos y nos ordenó encender la vela de la festividad.

Barúj atá A-do-nái E-lo-héinu mélej haolám shehejeianu vekiimánu vehiguianu lizman hazé.

Bendito eres Tú, Señor Di-s nuestro, Rey del Universo, Quien nos otorgó vida, nos sustentó y nos hizo llegar hasta la presente ocasión.

Sucot y su significado

“El día quince del mes séptimo será festividad de las cabañas para el Eterno, que durará siete días (Levítico 23:34), y así: “Viviréis en cabañas esos siete días. Cada nativo de Israel habitará en cabañas, para que vuestras generaciones sepan que hice habitar a los hijos de Israel en tiendas cuando los liberé de la tierra de Egipto” 

(Levítico 23:42-43).

Esta festividad le recuerda al pueblo el vagabundeo por el desierto en el camino de la esclavitud a la liberación nacional y espiritual.

En el desierto se creó la imagen espiritual del pueblo y allí recibió la Torá. Aún cuando llega ese pueblo a su descanso en su tierra, la tierra de Israel, recordará la adversidad del desierto y la benevolencia del Santo Bendito Sea “Y te condujo por el desierto grande y terrible plagado de víboras ardientes y escorpiones, un erial carente de agua de donde, empero, Él extrajo para ti agua de la roca dura. Y te dio también maná para comer en el desierto, cosa que no conocieron tus padres” (Deuteronomio 8:15-16).

La fiesta es también llamada la fiesta de la cosecha: “Y celebrarás la festividad de las cabañas durante siete días, una vez recogido el producto de tu era y de tu lagar”.

¿Cuáles son los significados de la fiesta de Sucot? 

1) La base nacional – la unión del pueblo: la fiesta de Sucot, como el resto de las festividades de peregrinación, tienen una base nacional.

El precepto de la sucá nos viene a recordar un pasado en común, cuando el pueblo de Israel estaba en el desierto camino a Eretz Israel. En la fiesta de Sucot el pueblo de Israel subía a Jerusalem, lugar céntrico espiritualmente y de superior importancia, para festejar la fiesta en ese lugar. 

Según nuestros sabios las cuatro especies representan los cuatro tipos de clases que existen en el pueblo de Israel. 

Etrog – posee sabor y fragancia, representa a los estudiosos de la Torá y los que practican buenas acciones. 

Lulav – ramo de palma – tal como su fruto, tiene buen sabor pero carece de aroma, así también existen los hombres que han estudiado pero no practican lo aprendido con perfección. 

Hadas – mirto – posee aroma muy agradable pero es insulso, así existen los que poseen perfectas acciones sin que sean muy estudiosos. 

Aravá – sauce – es insulso y carece al mismo tiempo de aroma, existen algunos israelitas que no son estudiosos ni tampoco realizan buenas acciones. 

Estas cuatro especies se toman juntas para bendecir, tres de ellas se atan – lulav, hadas y aravá – para simbolizar que el pueblo de Israel solo está completo si todas sus fuerzas se juntan. 

2) La alegría: La festividad es llamada por nuestros sabios “época de alegría” (de la misma manera que la festividad de Pesaj es llamada “época de liberación”, y Shavuot – “época del recibimiento de la Torá”). Tres veces somos obligados en la Torá a alegrarnos en la fiesta de Sucot “Y te alegrarás en la festividad”, “Y estarás alegre”, “Y se alegrarán ante vuestro D’s durante siete días”. Existen varias razones para esta alegría: la alegría de la cosecha, y aquella que viene luego del esfuerzo espiritual realizado durante los “días de arrepentimiento”. En este momento estamos seguros que ha sido bueno nuestro veredicto, y es por eso que estamos alegres. También está la alegría de la peregrinación, la unión y la concentración de todo el pueblo en Jerusalem – “una ciudad que hace a todo el pueblo de Israel amigos”. Esta alegría tenía su punto culmine en Simjat Bet Hashoeva en la época que existía el Templo. 

3) La preocupación por los pobres y necesitados: En la festividad de Sucot se enfatiza la idea de igualdad social y cooperación de los diferentes niveles sociales. “Te regocijarás en la celebración tú con tu hijo, tu hija, tu siervo, tu sierva, el levita, el forastero, el huérfano y la viuda que morare contigo. (Deuteronomio 16:14). A estas tres personas que poseen riquezas se le agregan otros seis que no poseen. De aquí la costumbre de aumentar la caridad en vísperas de Sucot, e invitar personas para compartir la festividad. 

4) Paz: la festividad de Sucot es época de alegría, pero es también el día de la sentencia. En Sucot son sentenciadas todas las criaturas del mundo sobre el agua (se fija la cantidad de lluvias que caerán ese año). En Sucot se sacrifican setenta toros, uno por cada nación del mundo y estos eran sacrificios para el bienestar y tranquilidad de todos los pueblos de la tierra. En la fiesta de Sucot comenzamos una nueva etapa en la relación con las otras naciones, y la sucá es llamada “la sucá de la paz”: “y extiende sobre nosotros la sucá de la paz”.

Sucot es la fiesta de reafirmación de nues­tra confianza en Di-s al recordar Su bon­dad durante los cuarenta años en los que nuestros antepasados atravesaron el de­sierto del Sinaí, después del Éxodo de Egipto. 

Durante este período hubo siete milagrosas nubes de gloria que los rodea­ron y sobrevolaron para protegerlos de los peligros y dificultades del desierto.

Sucot expresa la idea de que nuestro vínculo con el Creador del Universo no se basa únicamente en las actividades sagra­das y espirituales de Rosh Hashaná y lom Kipur, sino que todo aspecto de la vida, por más mundano o básico sea, es una oportu­nidad de unirse con Di-s.
En la Sucá comemos, descansamos y pasa­mos momentos con amigos; las activida­des cotidianas se convierten en un camino hacia lo Divino.

La alegría de Bet Hashoeva

“Quien no vio la alegría de Beit Hashoevá no vio alegría en sus días” (Sucá 51,a)

En la Fiesta de Sucot hay un mandato especial de alegrarse, y la misma fiesta es llamada en nuestras plegarias “Tiempo de nuestra alegría”, Zman Simjateinu. 

Además, hay en esta fiesta preceptos que traen consigo alegría adicional, como ser la alegría de Bet Hashoevá, la cual está ligada con el precepto de verter el agua sobre el altar del Templo de Jerusalem(1). Cuando se extraía el agua del río Shiloaj se festejaba con gran algarabía, “y extraerán agua con júbilo, de los manantiales de la salvación”(2)

La alegría de Bet Hashoevá supera a todas las demás alegrías, al extremo de que nuestros Sabios z”l declararon (3) que: “Quien no vio la alegría de Bet Hashoevá, no vio alegría en sus días”. ¿Qué tiene de especial verter agua sobre el altar como para generar una alegría de tal magnitud?

VINO – ALEGRÍA LIMITADA

En el Sagrado Templo se vertía vino sobre el altar. El derramar el vino se realizaba con alegría y cánticos, y como decía nuestros Sabios z”l (4): “no se recitan cánticos sino sobre el vino”. Pero la alegría de verter agua la superaba totalmente. Esto es sorprendente, puesto que la característica del vino es generar alegría, mientras que el agua no posee elemento alguno que provoque alegría.

Pero en verdad justo aquí está la respuesta. El verter el vino, que alegra por naturaleza(5), genera una alegría ligada a las características y tendencias naturales del hombre. Esta es una alegría limitada en su misma esencia, ya que depende del grado de alegría que puede generar el vino. Mientras que verter el agua refleja una alegría generada por lo Divino, que no depende de la naturaleza humana, por ello es ésta una alegría ilimitada.

AGUA- ALEGRÍA SIN FIN

En ambas mitzvot,- verter el vino y verter el agua,- la alegría está ligada a la santidad del precepto. Sin embargo, en el vertido del vino la alegría de la mitzvá está engarzada con la característica alegre del vino, como decían nuestros Sabios z”l(6): “no hay alegría salvo con el vino”. Eso hace que la alegría sea limitada, ya que la característica del vino que genera alegría es limitada.

En contraposición con ello, la alegría del verter agua no está vinculada con un factor natural. Por el contrario, por su naturaleza, el agua no genera alegría alguna. La alegría surge aquí del aspecto Divino de la Mitzvá,- del hecho que Hashem nos ordenó verter agua sobre el altar. El judío celebra el hecho de que se le dio el privilegio de cumplir con la Voluntad Divina. Es por ello que esta alegría no tiene medida ni límite alguno.

VINO Y AGUA HOY EN DÍA

También hoy existe el verter del agua y del vino en un sentido espiritual. “Verter el vino” significa la alegría al cumplir una mitzvá como consecuencia de una elaboración racional. Siendo que la felicidad proviene de lo racional, que es limitado, también la alegría es limitada.

“Verter el agua” significa una alegría al cumplir los preceptos, que proviene del interior del alma, más allá de la lógica. Cuando un judío se entrega totalmente al Altísimo, al escuchar que Hashem le manda cumplir una Mitzvá no requiere de un análisis intelectual y de una racionalización, y se llena espontáneamente de una poderosa alegría que brota de lo profundo de su alma Divina. Esta alegría no tiene límites, esta es la alegría de Simjat Bet Hashoevá, y quien no tuvo el privilegio de verla “no vio alegría en sus días”.

(Likutei Sijot tomo 24 pag.246)

1. Rambam Hiljot Tmidin Umusafin cap 10:6 2.Ieshaiahu 12:3 3.Sucá 51:a 4.Brajot 35,a 5.Ver Menajot 20,a 6.Psajim 109,a Shulján Aruj Amur Hazakén Oraj Jaim 529 inc. 7

Sincero arrepentimiento

La verdadera morada de un sincero arrepentimiento, es la Sucá.

“…Que tus generaciones sepan que Yo causé que los Hijos de Israel moren en Cabañas”. (Levítico 23:43)

¿Cuál es el significado en el orden del año?

¿Por qué Sucot, la fiesta de las cabañas, viene en seguida después de Rosh Hashaná y Iom Kipur?

Rashi dice en este versículo, que “Sucot“, literalmente “cabañas”, se refiere a las Nubes de Gloria que protegían a los Hijos de Israel cuando salieron de Egipto. Si es así, pregunta Rabeinu Asher (conocido por el nombre de su famoso epítome de la Ley Judía, el “Tur”), ¿Por qué no celebramos Sucot en el mes de Nisan en la Primavera, cuando los Hijos de Israel fueron protegidos por el calor ardiente del desierto por las “Nubes de Gloria”?

El Tur contesta que si las personas saldrían a la Sucá en Nisan, cuando el clima es cálido y seco en la Tierra de Israel, no sería algo muy inusual. Pero si se van de sus casas, a morar en cabañas en el mes de Tishrei (como lo hacemos hoy en día), cuando el clima allí comienza a estar más fresco y húmedo, sería obvio que no lo estamos haciendo por comodidad, sino, para servir a Di-s.

El Jidushei HaRim trae otra respuesta en tradición a los maestros Jasídicos Polacos: Cuando en la Torá, en Parshat Emor, nos describe los detalles de la festividad de Sucot, nos instruye que debemos morar por siete días en la Sucá. “… para que las futuras generaciones sepan que “Yo lo hice morar en cabañas cuando los saqué de Egipto”. (Levítico, 23:43)

Durante todo el año, el judío pelea contra su mala inclinación, cayendo de tiempo en tiempo en la transgresión. Siendo que el Talmud establece que una persona no comete una transgresión a menos que un espíritu de enajenación lo embargue (Tratado de Sotá 3a), todo el año la persona está como sin discernimiento. Sin sensatez, uno no puede cumplir adecuadamente la mitzvá de Sucá.

Un Baal Teshuvá verdadero (arrepentido, retornante), luego de los días de Rosh Hashaná y Iom Kipur, queda sin un lugar al que pueda llamar ‘casa’. El Baal Teshuvá está en su propio mundo, un mundo que incluso los Tzadikim (rectos) no tienen acceso, como establecen nuestros Sabios, “En el lugar en que los Baalei Teshuvá están parados, incluso los Tzadikim absolutos no tienen acceso” (Talmud, tratado de Berajot 34b).   Di-s, que deseaba que el Baal Teshuvá se convierta en quien es, está obligado a su vez de proveerlo de un lugar para que el Baal Teshuvá pueda vivir. Ese lugar es la Sucá.

Di-s, es llamado “El Lugar” (En Hebreo, “HaMakom”). Incluso Él, que hizo que este mundo exista y no hay lugar en el mundo que esté desprovisto de Su presencia, Su lugar no es en este mundo. Por lo tanto, sólo Di-s puede crear un lugar para alguien que no tiene lugar donde morar. En verdad, en virtud de convertirse en una persona sin lugar, el Baal Teshuvá tiene la posibilidad de hacer de cualquier lugar en el mundo, su morada.

Este mundo existe sobre tres pilares: Verdad, Juicio y Paz. “Verdad” es Rosh Hashaná, cuando Di-s asigna a cada uno lo que honestamente precisa. Iom Kipur es el Juicio, el  momento del juicio principal de cada individuo. Sucot es Paz, cuando Di-s extiende Su Sucá de Paz para los Baalei Teshuvá. La Sucá es física, estructuras finitas de madera y ramas que, extraordinariamente crean un receptáculo para una infinita e ilimitada morada para la Divina Presencia. El mundo que incesantemente expone la Divina Presencia, es el mundo de un verdadero Baal Teshuvá. Por lo tanto, siendo que la presencia de Di-s llena este mundo, también cada lugar del mundo se convierte en una morada para el Baal Teshuvá.

Sólo después de la expiación de Rosh Hashaná y Iom Kipur en el mes de Tishrei, cuando la persona se limpia de sus transgresiones y decide ser un tzadik de ahora en más, es que tiene el entendimiento para cumplir adecuadamente con la Mitzvá de Sucá.

Basado en Sfat Emet y otras fuentes de la Kabalá y el Jasidut.

Por Biniomin Adilman