22 – Maariv después de la salida de Shabat.
Arvit después de la salida del Shabat es igual a la oración de los días de la semana, a excepción de estos cambios: en la oración de shmoná esré, en el fragmento “Tú dotas al hombre con sabiduría e instruyes a los mortales la comprensión” se diferencia entre lo sagrado y lo mundano agregando ató jonantanu – Tú nos dotaste para conocer tu Tora y nos enseñaste a cumplir los estatutos de Tu voluntad. Hiciste separar nuestro D’s, lo santo de lo profano, la luz de la oscuridad, Israel de los demás pueblos y el séptimo día de los seis días de trabajo -, etc.
Estos agregados se realizan en la “bendición de sabiduría” como han fijado nuestros sabios ya que si no hay sabiduría – ¿de dónde provendrán los criterios de la distinción? Para diferenciar una cosa de otra necesitamos sabiduría para tener discernimiento adecuado.
A arvit de la salida del Shabat se agregan fragmentos Salmos (90:17 y 91) – sea sobre nosotros la gracia de D’s – para invocar protección de lo que le pueda acaecer negativamente durante la semana que comienza en ese momento.
También se agrega la oración beata Kadesh Yosef tehilot Israel – y Tú eres santo que moras en las alabanzas de Israel compuesta con varios versículos de la Biblia, para extender la santidad del Shabat. Cuando cae en esa misma semana alguna de las festividades mencionadas en la Tora, no se recitan los agregados vihi noam y veatá kadosh. En muchas congregaciones se acostumbra a agregar partes de oración y versículos de la Biblia, que comienzan con la bendición de Itzjak a laacov: “D’s te dispense el rocío del cielo y la fertilidad de la tierra, abundancia de trigo y mosto”.
23 – Havdalá. Distinción.
De la misma manera que cumplimos, al comenzar el Shabat, el precepto de “recuerda el día del Shabat para santificarlo” bendiciendo sobre el vino, también cumplimos con el precepto de havdalá sobre el vino al concluir el Shabat. La havdalá se realiza sobre un vaso de vino, pero si no tuviéramos vino, se usa cualquier otra bebida (jugo de uvas, cerveza blanca, cerveza negra o te). Se sirve el vaso hasta que se derrame un poco como símbolo de abundancia y se enciende una vela especial, y trenzada, con dos llamas por lo menos. Se prepara un utensilio con especias o clavos de olor y se hace participar a los niños haciéndoles sostener la vela.
Luego de recitar los versículos: “He aquí D’s mi salvación, estoy seguro y no temo” se dicen cuatro bendiciones, de acuerdo con el orden “iabneh”: iain – vino -, besamim -especias -, ner – vela – y havdalá – distinción -. Comenzamos agradeciendo a D’s sobre el vino: boré pri haguefen – Creador del fruto de la viña – (si no hubiera vino y se recitara sobre otra bebida, la bendición será: shehacol nihia bidvaró -que todo fue creado con su palabra -). La segunda bendición es la que se hace sobre las especias: boré minei besamim – o boré atzei besamim – que creaste tipos de especias y plantas aromáticas -.
Esta bendición fue decretada por nuestros sabios para despedir al alma adicional, que nos acompañó durante el Shabat y nos abandona en esos momentos – hasta el próximo Shabat.
La tercera bendición es boré meorei haesh – Creador de las luminarias del fuego -. Es una bendición que comienza agradeciendo a H’ porque nos otorgó el fuego, fuente de luz y calor.
De acuerdo con la tradición, el Santo Bendito le mostró a Adán el fuego creado por el roce de dos piedras. Este descubrimiento se produjo a la salida del primer sábado de la Creación y es por eso que se señala el momento de la salida del Shabat con la bendición de boré meorei haesh “No se debe bendecir por la luz – hasta que se tenga un provecho de ella”, es decir: debemos bendecir la utilidad producida por el fuego – la luz y el calor y para ello debemos acercarnos a él. Por eso, se acostumbra acercar la punta de los dedos a las llamas del fuego: enfatizando la importancia de la luz, gracias a la cual podemos notar los detalles más pequeños, por ejemplo: el estado de las uñas de nuestras manos.
La última bendición, la cuarta, es fundamental: Baruj ata H’, E-lokenu melej haolam, hamavdil ben kodesh lejol. ben or lejoshej, ben Israel leamim, ben iom hashvii lesheshet iemei hamaase. Baruj ata H’, hamavdil ben kodesh lejol” – Bendito seas Tú, H’ rey del universo, que has separado lo sagrado de lo mundano, la luz de la tiniebla, a Israel de los demás pueblos, el séptimo día de los seis días laborables. Bendito seas Tú H’, que distingues lo santo de lo mundano -.
Después se bebe del vino y se apaga la vela. No se debe comer desde la terminación del Shabat hasta después de escuchar la havdalá.
24 – Kidush levaná. Santificación de la luna nueva.
El calendario hebreo, se calcula según los ciclos de las fases de la luna (y de acuerdo con los ciclos de las estaciones) y Rosh Jodesh – el comienzo de mes – que cae el día de la neomenia o cerca de él. Es por eso que decretaron una bendición especial, que se lee una vez por mes, en la salida de Shabat – desde tres noches después de la neomenia.
Kidush levaná se recita entre el día tres al 15 del mes, con un minian y en el patio de la sinagoga, enseguida después de arvit al finalizar el Shabat, antes de ir a la casa a realizar havdalá y la comida de melavé malka. Sefardíes acostumbran bendecir solamente después del séptimo día del mes. Esta bendición incluye un agradecimiento a D’s, creador de las luminarias. De aquí el simbolismo que se le acredita a todo el pueblo de Israel: así como la luna a nuestros ojos va decreciendo, hasta que nos parece que se ha extinguido y nuevamente, nace de nuevo y va creciendo hasta que se encuentra en su plenitud – así crece y se fortifica el pueblo de Israel.
La oración de kidush levaná está compuesta por distintos capítulos de Salmos y leyendas de nuestros sabios. En el centro está la bendición propiamente: “Bendito seas Tú, H’, rey del universo, que con tu palabra creaste los cielos y todos tus ejércitos con un soplo de tu boca; Él les dio decreto y tiempo designados, con el fin que no desvíen sus tareas; ellos se regocijan y están felices cumpliendo los designios de su Creador; su Creador es sincero y su obra es sincera; Él también ordenó que la luna sea renovada mensualmente; una corona de gloria para aquellos que fueron apoyados por D’s, desde el inicio, porque ellos serán renovados como ella y con el fin de glorificar al Creador por el nombre glorioso de su reinado. Bendito seas Tú, H’, que renuevas los meses”. Al concluirla bendición de la luna, después de Aleinu Leshabeaj y kadish de duelo, la congregación canta tres párrafos del poema Ke-l adon al col hamaasim, allí se alaba y se loa a los astros que creó el Santo Bendito.
De esta manera concluye la parte de “recordar” el Shabat, que está destinada a santificar y honrar el día del Shabat e irradiar de su fuerza y su peso peculiar al resto de los días de la semana.
25 – Melavé malka. Escoltando a la reina Shabat.
De acuerdo con la tradición judía, el Shabat es una reina que nos visita una vez en la semana a la que honramos al salir, con una comida especial. Este banquete es llamado melavé malka acompañante de la reina – o seudat David hamelej – banquete del rey David. El nombre melavé malka es claro. Pero, ¿de dónde ha salido la expresión de seudat David hamelej?
Nuestros sabios cuentan que David quiso saber cuando llegará su fin. “Dame a conocer el resto de mis días”, le pidió al Eterno volvió y pidió, hasta que el Santo Bendito respondió, que I moriría en Shabat. Desde ese momento y hasta su último día de vida, el rey David acostumbró realizar cada semana al finalizar el Shabat, una comida de agradecimiento por esa semana más de vida.
Para esta comida cantamos zemirot, cánticos especiales, como amar H’ lelaacov – un cántico formado por veintidós versículos, ordenados alfabéticamente y cuyo final siempre es I el mismo: al tira avdí laacov – no temas mi siervo laacov -. Una parte de los cánticos son en memoria del profeta Eliahu.
¿Cuál es la relación entre el profeta Eliahu y la melavé malka? es una tradición que está basada en literatura mística dice, que en cada salida de Shabat el profeta Eliahu, heraldo de la redención, recuerda los méritos del pueblo de Israel. Por eso lo recordamos a cada salida de Shabat y lo relacionamos a él, glorificándolo con alabanzas.
26 – Subestimación.
…Yo recordaré Mi pacto con Iaakov y también Mi pacto con Isaac y también Mi pacto con Abraham (Levítico 26:42).
Un hombre joven con un severo problema de alcoholismo y drogas fue admitido en el hospital para realizar un tratamiento. El paciente pidió que se le hiciera una prueba de onda cerebral como parte de su examen y explicó que le preocupaba que el uso del alcohol y drogas hubiese causado daño a su cerebro. Le aseguré que no tenía razón para preocuparse por ello.
Al día siguiente solicitó que se lo sometiera a pruebas psicológicas para determinar si había sufrido daño cerebral. Otra vez lo tranquilicé diciéndole que no tenía motivo para preocuparse. Al otro día inquirió acerca de un examen de cerebro, otra vez preocupado por la posibilidad de tener daño cerebral. Esta vez, sin embargo, se rehusó a aceptar mi repetida afirmación. Entonces tuve una larga entrevista con este hombre, durante la cual se tornó evidente que él no solo estaba temeroso por la posibilidad de tener un daño cerebral, sino que ¡él realmente quería tener daño cerebral! ¿Por qué? Porque entonces él podría decir, “No esperen nada de mí. Simplemente déjenme continuar con mi uso de alcohol y drogas. Yo estoy más allá de la ayuda, porque tengo dañado el cerebro”. Tener daño cerebral lo aliviaría de toda responsabilidad de ponerse bien.
Algunas personas pueden ser motivadas, si bien inconscientemente, para subestimarse a sí mismas y minimizar sus capacidades. Ser conscientes de su verdadero potencial, las obligaría a realizarse hasta el límite de sus capacidades. Engañarse uno mismo considerándose muy limitado y creyendo que no puede lograr mucho, permite dejarse llevar por el ocio y el estatismo sin mucha culpa.
En la porción de la Torá de hoy, leemos a cerca de las serias consecuencias que seguirán al abandono de la Torá. Luego Di-s dice, “Yo recordaré Mi pacto con Iaacov… y con Isaac… y con Abraham”.
¿Cuál es la relevancia de esta declaración en el contexto de la amonestación?
El santo Shela explica que una persona es considerada responsable proporcionalmente a sus capacidades. Nuestras acciones serán juzgadas frente a un muy alto estándar. Nosotros somos los descendientes de los patriarcas. Tuvimos antepasados quienes fueron personas santas, cabalmente espirituales, y completamente comprometidas con la voluntad Divina. Con tal linaje, las demandas sobre nosotros serán, más grandes que si descendiéramos de personas menos espirituales.
Debemos percatamos de nuestras enormes capacidades. Toda persona tiene un potencial que se aproxima a aquel de los ángeles (Salmos 8:6). Debemos maximizar este potencial, y no engañarnos creyéndonos incapaces de alcanzar un alto logro espiritual.
Adaptado de “Viviendo cada día”, Editorial Bnei Sholem
27 – Behar-Bejukotai -”La profecía sobre el exilio y redención”.
“Y recordaran Mi pacto con Iaakov” (Vaikra 26,42)
En la Parsha de la amonestación (tojaja) el Altmsimo describe los sufrimientos que alcanzaran al pueblo de Israel si se desviara del camino de la Tora. Al final, el texto relata la profecma Divina del retorno del pueblo judmo al camino de la Tora, y que inmediatamente después llegara la redención.
Sin embargo, la secuencia de los versículos plantea un interrogante. Primero dice1: Y habran de confesar sus pecados, y los pecados de sus padres. A simple vista se trata de un despertar en arrepentimiento, luego de lo cual debe llegar la redención. Sin embargo, acto seguido, el texto dice: 2 Y los traerá a la tierra de sus enemigos, y entonces es que se doblegara su corazón taponado, y entonces habra de expiar sus pecados. Solo a continuación dice:3 Y recordaran Mi pacto con Iaakov. La mención del merito de los Patriarcas es lo que en la practica traera la redención.
CONFESIÓN EXTERNA
De aquél deducimos que la confesión de los judmos por sus transgresiones al final del exilio no sera suficiente para traer la redención. Esta llegara solo luego de que: Se doblegara su corazón taponado por medio de que el Altísimo los traiga a la tierra de sus enemigos. E incluso con ello no sera suficiente para traer la redención, y ella llegara solo en merito a los Patriarcas Abraham, Itzjak y Iaakov.
El hecho de que el pueblo de Israel confiese sus pecados no necesariamente es testimonio de un arrepentimiento verdadero, que implica un cambio interior del corazón de la persona. El pueblo fue vmctima de múltiples sufrimientos, y como consecuencia de la presión de las calamidades el pueblo judío clama por su amargo destino y habla de las transgresiones que causaron al exilio y su angustia, sin embargo aun no hay aquí una transformación interior y una firme decisión de abandonar la conducta pecaminosa y apegarse al Altmsimo.
EXPIACIÓN DE LOS PECADOS
Es por ello que esta confesión no genera siquiera que los pecados sean borrados, puesto que no hay aquí un arrepentimiento real. La expiación vendra por medio de que Y los traerán a la tierra de sus enemigos, cosa que causara que entonces es que se doblegara su corazón taponado. El quiebre del corazón y los sufrimientos llevaran a que expíen sus pecados.
Sin embargo, la sola explicación de los pecados no es suficiente para traer la redención. Para que llegue la redención es menester que tenga lugar una transformación interior del corazón del pueblo. Exilio y redención son dos estados opuestos. El Exilio es una expresión del ocultamiento del Rostro (Divino), mientras que la redención es el reflejo de Me dirigiri (con Mi Rostro) hacia ustedes4 la revelación y brillo del Rostro Divino. Para ello se requiere la misma actitud por parte del pueblo judmo: dirigir la cara hacia Di-s. Y esto no ocurrió aún. Por ello, el Altmsimo traerá la redención, no en merito del pueblo judío, sino por el merito de los Patriarcas.
COMIENZO DEL PROCESO
Sin embargo, la confesisn externa ya causa que el Altmsimo se conduzca con los judíos con Su Misericordia. Como Rashi explica5 sobre el versículo: Y los traerán a la tierra de sus enemigos – esta es una buena actitud hacia IsraelYo no los dejo, sino que les envío Mis profetas y ellos los hacen retornar bajo Mis alas.
El hecho en si de que la persona confiesa sus pecados con su boca, aunque todavía no decidis en su corazsn retornar con Teshuva, ya tiene un efecto positivo6, la propia palabra despierta al corazón. Y a su vez, cuando alguien dice algo correcto con lo cual aun no esta totalmente identificado, ya siente vergüenza, y eso mismo ya es positivo.
Por ello también el Se confesaran sus pecados es importante, y es ahí donde comienza el proceso que finalmente traera la verdadera y completa redención.
(Likutei Sijot tomo 27, pag. 207)