Lej Lejá en pocas palabras

El nombre de la Parashá , “Lej Lejá”, significa “Sal” y se encuentra en Génesis 12:1 .

Di-s le habla a Abram y le ordena: “ Vete de tu tierra, de tu lugar de nacimiento y de la casa de tu padre, a la tierra que yo te mostraré ”. Allí, Di-s le dice, se convertirá en una gran nación. Abram y su esposa, Sarai , acompañados por su sobrino Lot, viajan a la tierra de Canaán , donde Abram construye un altar y continúa difundiendo el mensaje de un solo Di-s .

Una hambruna obliga al primer judío a partir hacia Egipto, donde la bella Sarai es llevada al palacio del faraón; Abram escapa a la muerte porque se presentan como hermano y hermana. Una plaga impide al rey egipcio tocarla, y lo convence de devolverla a Abram y de compensar al hermano-revelado-como-marido con oro, plata y ganado.

De regreso a la tierra de Canaán, Lot se separa de Abram y se establece en la malvada ciudad de Sodoma, donde cae cautivo cuando los poderosos ejércitos de Quedorlaomer y sus tres aliados conquistan las cinco ciudades del valle de Sodoma. Abram parte con un pequeño grupo para rescatar a su sobrino , derrota a los cuatro reyes y es bendecido por Malki-Zedec, el rey de Salem ( Jerusalém ).

Di-s sella el Pacto entre las Partes con Abram, en el que se predice el exilio y la persecución ( galut ) del pueblo de Israel , y se les lega la Tierra Santa como su herencia eterna .

Diez años después de su llegada a la tierra, Sarai todavía no tenía hijos y le dice a Abram que se case con su sierva Agar. Agar concibe, se vuelve insolente con su señora y luego huye cuando Sarai la trata con dureza; un ángel la convence de regresar y le dice que su hijo engendrará una nación muy poblada. Ismael nace cuando Abram tiene ochenta y seis años.

Trece años después, Di-s cambia el nombre de Abram a Abraham (“padre de multitudes”), y el de Sarai a Sara (“princesa”), y promete que les nacerá un hijo; de este niño, a quien deberían llamar Isaac (“reirá”), surgirá la gran nación con la que Di-s establecerá Su vínculo especial. Se le ordena a Abraham que se circuncide a sí mismo y a sus descendientes como “señal del pacto entre Mí y vosotros”. Abraham cumple de inmediato, circuncidándose a sí mismo y a todos los varones de su casa.

Resumen de Lej Lejá

Abraham fue la primera persona en darse cuenta de que Di-s es un Ser Supremo y que Di-s no es polvo, un ídolo, el mar o el sol. Él difunde este mensaje todo el tiempo en la ciudad de Jarán donde vive. Un día, Di-s le dice que abandone su ciudad y la casa de su padre y que vaya a la tierra que Di-s le mostrará. Entonces Abraham y su esposa Sarai junto con su sobrino Lot dejan Jarán y viajan a la Tierra de Canaán donde Di-s se le revela y le dice que dará esta tierra a los hijos de Abraham. Abraham construye un altar allí.

A Abraham y Sarai les encanta recibir invitados. Su carpa está abierta por los cuatro costados para que la gente pueda entrar desde cualquier dirección en la que viajen. Abraham y Sarai alimentan y cuidan a todos sus invitados y les enseñan acerca de Di-s.

Poco tiempo después, una hambruna llega a la tierra de Canaán, por lo que Abram y Sarai tienen que viajar a Egipto para conseguir comida. Allí dicen que son hermanos, porque Sarai es tan hermosa que Abram teme que los guardias del palacio lo maten para dársela al Faraón como esposa. Sarai es llevada prisionera al palacio, pero durante la noche Di-s envía una plaga al Faraón, quien recibe el mensaje y libera a Sarai. También les da muchos regalos: animales, oro y plata, y los despide.

De regreso a Canaán , Lot se va a vivir a la ciudad de Sodoma. Es capturado durante una guerra local y Abraham corre a rescatarlo con un pequeño ejército y milagrosamente derrota a un gran ejército de cuatro reyes. Di-s hace un pacto con Abraham y le dice que sus hijos sufrirán en el exilio ( galut ), pero luego serán liberados y llevados a la Tierra Santa, que será suya para siempre.

¿Suena bien? ¡Suena genial! Pero… Abraham y Sarai estuvieron casados ​​por mucho tiempo y no tenían hijos, y ellos están envejeciendo… así que Sarai anima a Abraham a casarse con su sirvienta Agar , quien era una princesa egipcia convertida (en esa época a los hombres se les permitía casarse con más de una esposa), para darle a Abram la oportunidad de tener un hijo. Agar queda embarazada y tiene un hijo, Ismael . Pero Agar le falta el respeto a Sarai y huye, luego regresa a la casa de Abram después de que un ángel la convence de regresar.

Finalmente, Di-s le promete a Abraham que sus hijos serán tan numerosos como las estrellas del cielo y el polvo de la tierra. Di-s hace un pacto con Abraham y le ordena que se circuncide (haga un brit milá ) como señal del pacto. A partir de ese día, todos los niños judíos hacen un brit milá a los 8 días de nacidos. Di-s cambia el nombre de Abram a Abraham y el de Sarai a Sara y le dice a Abraham que tendrán un hijo al que deberán llamar “ Isaac ” y que de Isaac surgirá la nación a la que Di-s prometió la Tierra Santa. En ese momento, Abraham tiene 99 años y Sara 89.

El lado positivo del stress

La porción de la Torá de esta semana describe el diluvio que inundó la Tierra en el año 2105 A.E.C (1656 de la Creación), ahogando a todos sus habitantes.

Noaj, su familia y dos miembros de todas las especies animales sobrevivían el diluvio por medio de un arca maciza que
Noaj construyó para escudarlos de la destrucción. 

¿Qué relevancia posee esta historia en nuestras vidas?

UN DILUVIO DE TENSIÓN
Rabi Shneur Zalman de Liadi (fundador de Jasidut Jabad), explica el simbolismo de las poderosas aguas del
diluvio. Estas aguas representan las corrientes de ansiedad que constituyen nuestro esfuerzo diario para ganar el sustento y pagar las cuentas. Así como el diluvio abruma todo en su camino, también la carga de tensión financiera y las vicisitudes del mundo comercial pueden consumir nuestras mentes y ahogar nuestros espíritus. Y a medida que progresamos en la vida y nuestros horizontes de éxito se extienden, las presiones de la vida van en aumento. Las montañas dentro de nosotros, que representan lo alto que se hallaba nuestro espíritu del que estábamos orgullosos, se eclipsa por la ansiedad que proviene de nuestro enredo inevitable con el crudo mundo del materialismo. Y nos preguntamos, ¿qué pasó con mi alma? ¿Dónde desapareció mi montaña?

LA ISLA VERBAL
Para sobrevivir el diluvio en nuestras vidas construimos un “arca” en el que podemos encontrar refugio. La palabra hebrea para arca es, teivá, que también significa “palabra” Cuando Di-s le dice a Noaj “Entra en el Arca,” está diciéndole: “Entra en la palabra.”
Cada palabra de la Tefilá- Plegaria- es una mini arca. Si uno “entra” lo escudará de las tremendas presiones de sus horarios.
La Plegaria es una isla verbal, que da la bienvenida al hombre en el mundo sereno del espíritu, aunque sea por 15 minutos.

¿POR QUÉ LA VIDA DEBE SER “ESTRESANTE”?
Momentos después de que concluimos nuestras oraciones somos expulsamos del arca a las aguas rabiosas del diluvio.
¿Cómo reconciliar las dos realidades – la del espíritu con la batalla necesaria para la supervivencia en nuestra vida? ¿Por qué la jornada de la vida debe tener lugar en un diluvio, en lugar de un flujo liso y pacífico de agua?
La respuesta se encapsula en las palabras bíblicas: “Las aguas aumentaron y levantaron el arca para que se alzara sobre la tierra”
En el último esquema de cosas, no sólo que las aguas rabiosas del diluvio no ahogan el arca, sino que lo levantan a niveles inusitados de alturas espirituales.
La tensión creada en nuestras vidas genera un anhelo hacia la espiritualidad y Divinidad más poderoso que el que
podríamos experimentar en una vida de tranquilidad emocional.
El arca de la Tefilá nunca podría ser una experiencia elevada y profunda sin los rabiosos diluvios que la propulsan a tales alturas.
Cuando un ser humano -hundido por una miríada de presiones, frustrado por lo nulo de espiritualidad en su vida, atormentado por las vicisitudes de su condición diaria, entra en el arca de la plegaria y dice, “¡Di-s, libérame de mi interminable tensión!” cumple el propósito para lo que este estresante mundo fue creado: para generar un anhelo más profundo hacia Di-s y más verídico que el que se haya experimentado en el paraíso.

    • Rabi Yossi Jacobson

Las siete leyes de los hijos de Noé

1. Con respecto a los mandamientos de Di-s, la humanidad está dividida en dos grupos: los Hijos de Israel y los Hijos de Noaj.

2. Los Hijos de Israel son los Judíos, los descendientes del Patriarca Jacob. Ellos tienen el deber de cumplir con los 613 Mandamientos de la Torá.

3. Los Hijos de Noaj comprenden las setenta naciones originales del mundo y sus ramificaciones. Ellos tienen el deber de cumplir las Siete Leyes Universales, también conocidas como las Siete Leyes de los Hijos de Noaj o las Siete Leyes Noájidas. 

Estas Siete Leyes Universales tienen que ver con idolatría, blasfemia, asesinato, robo, relaciones sexuales, comer la carne de un animal vivo y el establecimiento de cortes de justicia.

4. Todas las Siete Leyes Universales son prohibiciones. No hay que sorprenderse: los mandamientos negativos (o prohibitivos) son de un orden superior a los positivos; y, su cumplimiento, conlleva una mayor recompensa.

5. Hombres y mujeres son iguales en su responsabilidad por observar los Siete Mandamientos. 

6. Es materia de disputa la edad a partir de la cual un individuo es responsable por sus acciones bajo estas leyes. Una opinión sostiene que depende del desarrollo mental del individuo. Conforme a esta opinión, tan pronto como un muchacho ha alcanzado la madurez que le permite entender el significado e importancia de las Siete Leyes Universales, está en la obligación de cumplir con la ley en su plenitud. La otra opinión sostiene que un muchacho alcanza la edad de responsabilidad legal a los trece años (doce años en caso de las chicas). 

7. Los Hijos de Noaj están permanentemente advertidos en lo concerniente a las Siete Leyes Universales. Esto quiere decir que no es defensa válida la ignorancia de la ley. Uno no puede afirmar, por ejemplo, que no sabía que la idolatría estaba prohibida por una de las siete leyes. Ni puede tampoco afirmar que no sabía que inclinarse ante un ídolo constituía idolatría.

Nota – Sin embargo, podría afirmar que no sabía que un objeto en cuestión era un ídolo, pues esto no es ignorancia de la ley.

Por tanto, uno tiene el deber de ocuparse en el estudio de las Siete Leyes Universales a lo máximo de su capacidad y enseñar el conocimiento de estas a sus propios hijos.

8. Cuando uno de los Hijos de Noaj resuelve cumplir a cabalidad los Siete Mandamientos Universales, su alma se eleva. Esta persona se constituye en uno de los Jasidei Umot ha-Olam, Justos entre las Naciones, y recibe un lugar en el Mundo Eterno.  Las Santas Escrituras llaman a aquel que acepta el yugo del cumplimiento (cabal) de las Siete Leyes Universales un guer toshav, un Prosélito de la Puerta. Esta persona tiene permitido vivir en la Tierra de Israel y entrar al Santo Templo en Jerusalén y ofrecer sacrificios al Di-s de Israel. 

9. A pesar de que los Hijos de Noaj tienen como obligación sólo el cumplimiento de las Siete Leyes Universales, les está permitido observar cualquiera de los 613 Mandamientos de la Torá con el propósito de recibir recompensa divina. Las excepciones a esto son: 

A. Observar el Shabat a la manera de los Judíos (descansando de las acciones que fueron necesarias para la construcción del Tabernáculo durante el Exodo de Egipto).

B. Observar las festividades Judías a la manera de los Judíos (descansando de forma similar al Shabat).

C. Estudiar aquellas partes de la Torá que no se aplican al servicio Noájida para con Di-s.

D. Escribir un rollo de Torá (los Cinco Libros de Moisés) o recibir una aliyá a la Torá (i.e., leer una porción de la Torá en una reunión pública).

E. Hacer, escribir o vestir tefilín, las filacterías que se usan durante el rezo (judío) y que contienen porciones de la Torá.

F. Escribir una mezuzá, un pergamino particular que contiene porciones de la Torá, o instalarla en el marco de la puerta de acceso al hogar de uno.

Nota – Es el propósito primario de las Siete Leyes Universales el enseñar a los Hijos de Noaj acerca de la Unicidad de Di-s y, por tanto, les es permisible el estudio de aquellas partes de la Torá que corresponden a este conocimiento. Esto incluye los veinticuatro libros de las Escrituras Hebreas; y, del mismo modo, el estudio de cualquier parte de la Torá que conlleve un mayor conocimiento en lo concerniente al cumplimiento de los Siete Mandamientos por parte del Noájida, es permisible. Pero el estudio Talmúdico o Halájico de las materias que corresponden exclusivamente al servicio Judío hacia Dios, está prohibido. El Noájida que estudia porciones de la Torá que no le corresponden, daña su alma. 

10. Si un Noájida está, a la manera judía, esforzándose por aprender Torá o por guardar el Shabat, o si revela nuevos aspectos de la Torá, pudiera ser literalmente restringido e informado de que es merecedor de la pena capital, pero no se lo ejecutará.

Nota – La acción tomada en su contra tiene por objeto simplemente disuadirlo de cometer actos prohibidos.

Nota – Si la corte que está establecida en consonancia con las Siete Leyes Universales decreta la pena de muerte a un Noájida (por alguna transgresión o crimen), la ejecución es una expiación por la transgresión de esta persona y, consecuentemente, quien transgrede y es castigado (con la pena capital) por la corte puede ameritar una porción en el Mundo por Venir. Además, el Noájida debe reencarnar para estar en capacidad de expiar las acciones que, en el pasado, cometió.

11. La observancia de las Siete Leyes Noájidas es un yugo de fe para con Di-s; es decir, deben ser observadas exclusivamente porque Di-s las ordenó. Si un Hijo de Noaj observa estas Siete Leyes Universales por otra razón que no sea cumplir con el deseo de Dios, dicho cumplimiento es inválido y por tanto no le corresponde recompensa divina alguna. Esto quiere decir que si un Hijo de Noaj dice, “Estas leyes se presentan como sensibles y benéficas, por tanto las observaré”, sus acciones no concretan nada y no recibirá recompensa. 

12. Cuando un Hijo de Noaj se embarca en el estudio de las Siete Leyes Universales, es capaz de alcanzar un nivel espiritual superior al del Sumo Sacerdote de los Judíos, quien es el único que tiene la santidad para entrar al Lugar Santísimo en el Templo de Jerusalem.

13. Si un Noájida desea aceptar la reponsabilidad completa de la Torá y de los 613 Mandamientos, puede optar por la conversión y (entonces) ser Judío en cada aspecto. A aquel que opta por esta ruta se le conoce como un guer tzedek, un prosélito justo.

Es un principio del Judaísmo, sin embargo, no buscar conversos; y todo individuo que solicita la conversión es generalmente desmotivado. En caso de que la persona persista en su deseo de conversión, deberá tomar consejo exclusivamente de un Rabino (o erudito) Ortodoxo porque si la conversión es realizada por fuera de los parámetros de la Halajá (Ley de la Torá), no es para nada una conversión válida. Asimismo, una conversión supervisada y concedida por rabinos quienes, por su cuenta, no siguen las leyes de la Torá, es nula y vacua: no es reconocida en los cielo ni por ningún Judío temeroso de Di-s.

14. Es erróneo pensar que, puesto que los Hijos de Israel tienen 613 Mandamientos y los Hijos de Noaj tienen Siete Mandamientos, el rango de valor espiritual es proporcionalmente de 613 a 7. La verdad es que las Siete Leyes Universales son mandamientos generales, cada una conteniendo muchas partes y detalles, mientras que los 613 Mandamientos de la Torá son específicos, cada uno en relación con uno de los detalles básicos de la Ley Divina. Por tanto, la disparidad numérica de ninguna manera refleja el valor espiritual relativo de los dos sistemas de mandamientos. La diferencia primaria en el servicio del Israelita y del Noájida es que el Noájida mira la existencia de la existencia, es decir, mejora el mundo, mientras que el Israelita mira la no-existencia de la existencia, es decir revela la Divinidad al mundo. Por supuesto, mejorando al mundo se revela Divinidad y revelando Divinidad automáticamente se mejora al mundo.

15. El castigo estatutario por transgredir cualquiera de las Siete Leyes de Noaj es la pena capital. De acuerdo con algunos sabios, el castigo es el mismo ya sea con conocimiento o ignorancia de la ley. De acuerdo con otros, un transgresor que es ignorante de la Ley Noájida recibe la pena de muerte sólo en el caso de asesinato. 

16. Si la corte no puede condenar a un individuo por falta de testigos o por cualquier otra razón (veáse el capítulo sobre las Cortes de Justicia), el transgresor será castigado por Decreto Divino. 

17. Junto a las Siete Leyes Universales, los Hijos de Noaj han tomado tradicionalmente sobre si mismos el cumplir con el mandamiento de honrar a padre y madre. 

18. Algunas autoridades son de la opinión de que los Hijos de Noaj tienen que observar el mandamiento de dar caridad. Otros sostienen que es propio y meritorio el que los Hijos de Noaj den caridad pero que en realidad no tienen obligación legal. 

19. Cuando un Noájida observante de las Siete Leyes Universales da caridad, los Israelitas la aceptan y la entregan a los pobres de Israel, porque a través del mérito de dar caridad al pobre (entre el pueblo Judío) uno gana vida por parte de Dios y es salvado de la muerte. Pero cuando un Noájida que no acepta el yugo de las Siete Leyes Universales da caridad, no está permitido entregarla al necesitado de Israel. Su caridad podría ser entregada solamente a pobres entre los Noájidas.

20. Si uno de los Hijos de Noaj se levanta y lleva a cabo un milagro y dice que Di-s lo envió, para entonces instruir a otros aumentando o quitando de lo concerniente a cualquiera de las Siete Leyes o las explica de una manera que no fue escuchada en el Monte Sinaí o si afirma que los 613 Mandamientos dados a los Judíos no son eternos (sino restringidos a un período fijo), esta persona es considerada un falso profeta e icurre en la pena capital. 

21. Hay una tradición oral que dice que los Hijos de Noaj tienen prohibido cruzar animales de diferentes especies o injertar árboles de diferentes variedades; aun cuando algunas autoridades sostienen que es permisivo tanto lo uno como lo otro. En todo caso, pueden vestir shaatnez (vestimenta que contiene lana y lino) y pueden plantar diferentes semillas como la vid y el trigo en un mismo campo, actos que son prohibidos para los Judíos. Aun si estuvieran prohibidas las acciones de cruce de especies, estas no son castigables por parte de las Cortes de Ley.

22. Los Sabios de Israel sostienen que los Hijos de Ketura (los hijos de la concubina de Abraham, Hagar) que nacieron después de Ishmael e Isaac deben por ley ser circuncidados. Puesto que hoy en dia los descendientes de Ishmael están intermezclados con los descendientes de los otros hijos de Hagar, todos están obligados a ser circuncidados al octavo dia después que nacen. Aquellos que transgreden esto no son culpables de pena capital. Esta ley se aplica sólo a pueblos Semitas, a pesar de que todas las demás naciones tienen permitido optar por la circuncisión si así lo deséan.

23. Una opinión sostiene que sólo los seis hijos de Hagar y no sus descendientes tenían como obligación la circuncisión. 

24. En conformidad con las Siete Leyes Universales, el hombre está advertido respecto a crear cualquier religión basado en su propio intelelecto: le corresponde o bien observar las Leyes Noájidas (si es gentil) o bien observar los 613 Mandamientos de la Torá (si es Judío). 

Nota – En lo concerniente a festividades, los Noájidas pudieran participar en ciertas celebraciones Judías tales como Shavuot (la celebración de la Entrega de la Torá), 31o Rosh Hashaná (Dia del Juicio y del Año Nuevo Judío) y Iom Kipur (Dia de la Expiación), pues, siendo importantes, deberían ser consideradas a tal efecto tanto por el Noájida como por el Judío. Rosh Hashaná es también el dia en que Adán, el Primer Hombre, fue creado por Di-s; y toda la humanidad desciende de Adán así como desciende de Noaj. Aun en estas festividades, sin embargo, los gentiles celebran sólo con el propósito de ganar mérito adicional y recompensa; y no pueden descansar a la manera de los Judíos. Más aun, el Noájida tiene estrictamente prohibido crear una nueva festividad que tenga un sentido religioso para afirmar entonces que es parte de su propia religión, aun si la religión fuera la observancia de las Siete Leyes Noájidas. Por ejemplo, tiene prohibido establecer una festividad celebrando el asentamiento de las aguas del Diluvio o cualquier cosa por el estilo. Y, lo que es más importante, tiene prohibido instituir festividades que adscriban significado religioso a eventos fuera de la esfera de los Siete Mandamientos Noájidas. La celebración de actividades seculares y la conmemoración de hechos históricos, aun si involucran una comida festiva, están permitidas.

25. Las naciones del mundo reconocen la existencia de Di-s y no contravienen Su deseo; sin embargo, el problema radica en que las naciones han presentado regularmente una incapacidad de nulificarse ante Di-s y niegan Su Unicidad al pensar que ellas mismas constituyen entidades separadas, refiriéndose a El como Di-s de dioses. Se deriva, por tanto, que cuando los gentiles transgreden los Siete Mandamientos Noájidas, se debe solamente al espíritu de “ingenuidad” que entra en ellos ocultándoles la verdad. Pero en su ser esencial, no son capaces de transgredir el Deseo Divino. De hecho, incluso Balaam, el profeta vil, dijo, “No soy capaz de contravenir la palabra de Di-s” (Números 22:18).

26. El mandamiento de ser fructífero y multiplicarse fue entregado a Noaj pero, puesto que no fue repetido en el Monte Sinaí, este mandamiento no es considerado como parte de las Siete Leyes Universales. Sin embargo, los Hijos de Noaj tienen la obligación de convertir al mundo entero en un lugar acogedor para la humanidad. Esto se cumple de forma mínima cuando la pareja trae a este mundo un niño y una niña que a su vez sean capaces (cuando llegue el momento) de reproducirse. Más aun, la pareja que engendra más hijos está trayendo más benevolencia espiritual al mundo, suponiendo que estos niños son educados en un ambiente de moralidad a través del cumplimiento de las Siete Leyes Universales.

27. Un Noájida que golpéa a un Israelita causándole aun una ligera magulladura, a pesar de que teóricamente es condenado por ello, no recibe la pena de muerte. 

28. Cuando un Noájida muere; sus restos deberían ser depositados en tierra, “pues de ella fuiste tomado; porque polvo eres y al polvo volverás” (Génesis 3:19). Esto no quiere decir que los Hijos de Noaj transgreden uno de los Siete Mandamientos al utilizar procesos como la cremación o la preservación criogénica, sino que carecerán de la expiación que el entierro conlleva. 

29. Al observar las Siete Leyes Universales, la humanidad usa la herramienta justa con la que puede perfeccionarse a sí misma. El individuo, a través de estas leyes, tiene el poder de refinar su ser esencial y puede elevarse cada vez más alto, sin límite. Porque está escrito, “Llamo al cielo y tierra para que atestigüen que cualquier individuo, hombre o mujer, Judío o Gentil, libre o esclavo, puede tener el Espíritu de Santidad morando sobre él. Todo depende de sus actos”. Y también está escrito, “Ultimadamente, todo está entendido: teme a Di-s y observa Sus Mandamientos, porque esa es la realización del hombre” (Eclesiastes 12:13).

Fuente:
The Path of the Righteous Gentile (An introduction to the Seven Laws of the Children of Noah)

Juan Mayorga Zambrano (traductor) & Yehuda Ribco (asesor de traducción)

Traducción al Castellano bajo permiso del Rabino Chaim Clorfene a partir de la edición 1987 (Feldheim Publishers Ltd.).

Fuente

Actitud de gratitud

Lecciones de vida de la parashá Ki Tavo
Por Yehoshua B. Gordon

Cosechando Apreciación
La parashá de Ki Tavo comienza con la hermosa mitzvá de bikurim , el mandamiento para que todos los agricultores lleven las primicias de sus cosechas al Sagrado Templo . Esta mitzvá se aplica únicamente a los productos cultivados en la Tierra de Israel y únicamente a las siete especies por las que se alaba a la Tierra Santa: trigo, cebada, dátiles, higos, uvas, granadas y aceitunas. Cada año, cuando aparecían las primicias de estas especies, el agricultor las designaba verbalmente como bikurim y les ataba un marcador para identificarlas más tarde. Luego, estas frutas se colocaban en una canasta y se llevaban al Templo de Jerusalem (Hasta que se construyó el Templo, las bikurim se llevaban al Tabernáculo ).

Cuando los agricultores llegaban a Jerusalem , se podía ver una variedad de canastas: los agricultores sencillos usaban canastas sencillas y modestas, mientras que los más prósperos llevaban sus frutas en elegantes canastas de plata. Una vez en el Templo, el agricultor presentaba las primicias a un Kohen , uno de los sacerdotes. Juntos, realizaban una ceremonia en la que tanto el agricultor como el Kohen sostenían la canasta y la agitaban en seis direcciones. Luego, el agricultor ofrecía una oración de acción de gracias a Di-s .

En esencia, la mitzvá de bikkurim se trata de gratitud, de agradecer a Di-s por traernos a la Tierra Santa, la Tierra prometida a nuestros antepasados.

 

En la ceremonia de bikkurim , es como si el judío le dijera a Di-s: “Sé que a menudo recurro a Ti en busca de ayuda, pero antes que nada, quiero agradecerte”. En esta declaración anual, reconocemos que estamos en casa, seguros y a salvo en nuestra Tierra, aunque no siempre fue así. Recordamos: Labán el arameo intentó destruir a nuestro antepasado Jacob , y se vio obligado a bajar a Egipto con su pequeña familia. 1 A pesar de llegar a la casa de Labán solo y con nada más que su bastón, la familia de Jacob floreció en Egipto y se convirtió en una “nación grande, poderosa y numerosa”.  Y ahora, de pie en el Sagrado Templo con nuestros primeros frutos, decimos: ¡gracias!

La idea de mostrar aprecio no es exclusiva de los bikkurim. Hakarat hatov —mostrar aprecio por el bien que se nos ha hecho— es una piedra angular de los valores judíos.

De hecho, así es como comenzamos cada día. Lo primero que hace un judío por la mañana, incluso antes de levantarse de la cama, es recitar Mode Ani , una oración de acción de gracias:

“ Mode ani —Te doy gracias, Rey vivo y eterno, porque misericordiosamente has restaurado mi alma dentro de mí; Tu fidelidad es grande.”

En esencia, estamos agradeciendo a Di-s por el regalo de poder despertar.

Mi padre, el rabino Sholom B. Gordon, de bendita memoria, era muy meticuloso con la lectura de los obituarios cada mañana. Solía ​​decir: “Me despierto, miro el periódico y hojeo los obituarios. Si no estoy allí, ¡estoy teniendo un buen día!”.

Ser feliz
Después de cosechar tus productos y compartirlos con los menos afortunados, Di-s dice: “Entonces, te alegrarás con todo el bien que el Señor, tu Di-s, te ha concedido a ti y a tu familia, a ti, al levita y al extranjero que está entre ustedes”. 

Sé feliz. Di-s fue bueno contigo y tú, a su vez, fuiste bueno con los demás. Fuiste alegre y brindaste alegría a los demás. Todos deberían estar felices y todos deberían celebrar.

Por eso también el momento óptimo para traer bikkurim es entre Shavuot y Sucot —la temporada de la cosecha— cuando el agricultor estaba ganando dinero y su alegría estaba en su apogeo. 

Diezma y serás bendecido
Además de la ofrenda de bikurim , los agricultores judíos debían separar varios diezmos diferentes de sus productos a lo largo de un ciclo de tres años. Estos se distribuían entre los sacerdotes, los levitas y los pobres. Uno de ellos, el segundo diezmo, debía ser disfrutado por sus dueños en Jerusalem. Mi padre, de bendita memoria, solía decir que, en términos jasídicos, la experiencia del segundo diezmo es como ir a Jerusalén y tener un farbrenguen : tomas vino y buena comida, reúnes a tus amigos y familiares, te sientas, dices lechaim y hablas sobre espiritualidad.

Al final de cada ciclo de tres años, al llegar a Jerusalem para la Pascua , cada agricultor declaraba que había cumplido con todos sus deberes de diezmo y luego suplicaba a Di-s que bendijera a Su pueblo y la Tierra:

«Mira desde tu santa morada, desde los cielos, y bendice a tu pueblo Israel y la tierra que nos has dado, como juraste a nuestros padres: una tierra que mana leche y miel». 

La palabra hebrea que se usa para “mirar hacia abajo” es hashkifah . Hay varias palabras hebreas para “mirar”, pero hashkifah generalmente denota una mirada de severidad o juicio.

Entonces, ¿por qué la declaración del agricultor incluye la dura hashkifah cuando pide bendiciones?

Decimos a Di-s: “Hemos dado tzedaká , hemos cumplido con nuestras obligaciones de caridad meticulosamente, hemos seguido todas las reglas. Por eso, bendícenos en el mérito de la caridad, transformando incluso lo negativo en bueno”.

A veces, nos llega lo opuesto a las bendiciones. Esta parashá contiene las advertencias: una sección de dura reprimenda que incluye una larga descripción de todas las maldiciones y sufrimientos que le sobrevendrán al pueblo judío cuando descuidemos las mitzvot .

Dar caridad a los pobres y, en términos más generales, cumplir con todas nuestras obligaciones de diezmo, activa el atributo de misericordia de Di-s en lugar de Su atributo de justicia. Él prefiere bendecir en lugar de castigar y siempre busca formas de hacerlo. En mérito de nuestra caridad, pedimos: Di-s, por favor mira hacia abajo —hashkifah— y bendice la Tierra que nos has dado. Bendícela para que siga fluyendo leche y miel, bendice la economía y bendice a cada judío.

Sirviendo a Dios con alegría
Al leer las palabras de la Reprensión, debemos prestar especial atención a una parte en particular:

“Todas estas maldiciones caerán sobre vosotros… por no servisteis al Señor, vuestro Di-s, con alegría y con gozo de corazón, cuando teníais abundancia de todo.” 

Tenías todo y servías a Di-s, pero cuando lo hacías, eras miserable.

Por supuesto, todos enfrentamos desafíos en nuestras vidas, pero también experimentamos mucha bondad. Debemos ver el vaso proverbial medio lleno en lugar de medio vacío y servir a Di-s con alegría y gozo de corazón, y no, Di-s no lo permita, lo contrario.

En tono más alegre, este hombre dijo una vez: “Me dijeron: ‘Anímate, las cosas podrían ser peores’. Así que me animé y, efectivamente, las cosas empeoraron”.

Bendiciones ocultas
El Rebe comparte una hermosa historia en Hayom Yom  sobre Rabí DovBer, el segundo Rebe de Jabad , también conocido como el Rebe Mitteler . Un año, su padre, Rabí Shneur Zalman, fundador de Jabad , conocido como el Alter Rebe , quien era el lector designado de la Torá en su sinagoga en Lyozna, estaba fuera de la ciudad durante la lectura de la porción de Ki Tavo, por lo que un lector sustituto tomó su lugar.

El rabino DovBer, que en ese momento era un niño de 10 u 11 años, escuchó la parte de las maldiciones y se enfermó. De hecho, estaba tan enfermo que unas semanas después, cuando llegó Iom Kipur , no tenía fuerzas para ayunar como lo hacía normalmente.

Los jasidim le preguntaron al joven DovBer: “Escuchas esta porción todos los años y estás bien. ¿Por qué de repente te enfermaste al escucharla?”

El rabino DovBer explicó: “Cuando mi padre lee, no hay maldiciones. ¡Solo oigo bendiciones!”.

Estos versículos, que en la superficie parecen maldiciones, tienen un significado más profundo; en ese nivel, son bendiciones. Cuando el Alter Rebe los leía, su hijo escuchaba esas bendiciones.

Desde nuestra perspectiva humana, parecen maldiciones, pero desde la perspectiva de Di-s, que no podemos ver, incluso las maldiciones pueden ser bendiciones.

Sin embargo, en apariencia, la Reprimenda predice tiempos y acontecimientos difíciles que le sobrevendrán al pueblo judío, que, lamentablemente, hemos visto cumplidos muchas veces. En tiempos recientes, presenciamos los horrores del Holocausto y las atrocidades del terrorismo islámico. Que Di-s vengue toda la sangre judía inocente que se ha derramado a lo largo de los siglos.

El panorama general
Al describir la era del Mashiaj , el profeta Isaías promete: “El Señor Di-s enjugará las lágrimas de todos los rostros…” 

La palabra hebrea para lágrimas es dima, que en un sentido más amplio puede denotar llanto, tristeza o tragedia. El rabino Isaac Luria , el cabalista del siglo XVI conocido como el Arizal , señaló que el valor numérico de la palabra dimah es el mismo que el de la palabra moed , que significa “festival” y en un sentido más amplio puede denotar alegría, felicidad o celebración.

Según esta enseñanza, todo lo triste es en realidad algo feliz. ¡Pero seguro que no lo parece! Si la tristeza es en realidad felicidad, ¿por qué nos sentimos tan tristes?

Veamos los valores numéricos. La palabra dima equivale a 119 y moed a 120. ¿Por qué decimos entonces que tienen el mismo valor? La respuesta está en la regla de gematría de “ im hakolel ”, que significa que la palabra en sí misma suma un valor de 1. Usando este método, la gematría de dimah más el valor de la palabra en sí misma equivale a moed .

Suena intrigante, pero ¿qué es lo que realmente está sucediendo? ¿Las lágrimas se transforman en festividades simplemente gracias a un método especial de gematría ?

El Rebe explica que en la vida debemos reconocer que todo lo que estamos atravesando es solo una pequeña parte de casi 6000 años de creación. Está la situación en la que nos encontramos y luego está el panorama general. Im hakolel representa el panorama general. 9

Las lágrimas ( dima ) suman 119, pero cuando consideramos el panorama general, llegamos a 120, moed , una festividad. Cuando vemos nuestra experiencia desde la perspectiva de Di-s, como parte del Plan Maestro, incluso las maldiciones pueden ser vistas como bendiciones.

Ignorar el panorama general es como ver un minuto de una película de dos horas y decir: “No lo entiendo”. ¿Cómo podrías hacerlo? ¡Hay casi dos horas de escenas que no has visto!

Lo que vemos en la vida es una pequeña parte de la película. Miles de años la precedieron y muchos años la seguirán. Vemos un pequeño fotograma y, sin embargo, queremos entenderlo todo.

Recuerden im hakolel , dice el Rebe. Para nosotros, algo puede parecer una tragedia, pero para Di-s es una celebración. Y eso requiere el más alto nivel de fe y la más profunda confianza en Él.

El final de la historia
Después de que el pueblo escuchó las maldiciones en la Reprimenda, se asustó y dudó de su capacidad para sobrevivir a tal sufrimiento. Moisés , siempre el pastor amoroso, los tranquilizó:

“Sin embargo, hasta el día de hoy, el Señor no te ha dado un corazón para saber, ojos para ver y oídos para oír.”  Como explica Rashi  , sólo ahora tienes la capacidad de reconocer la bondad de Di-s a lo largo de todos estos años, y por lo tanto, aferrarte a Él.

Moisés continuó: “Os guié por el desierto durante cuarenta años… Nadie puede sondear ni las profundidades de la mente de su maestro ni la sabiduría de sus estudios antes de cuarenta años…”

“De ahora en adelante [ya que hoy se cumplen cuarenta años para el pueblo de Israel]”, dijo Moisés,  comenzarán a apreciar y comprender todo lo que les he enseñado. A veces, es necesario ver la historia completa, el panorama completo, para comprender lo que está sucediendo. Ahora están al final de la historia.

Han pasado cuarenta años desde que el pueblo judío recibió la Torá, y ahora finalmente pueden apreciar la grandeza de Di-s, la grandeza de la Torá y la grandeza de Moisés y sus enseñanzas. Después de cuarenta años, deberías poder ver el panorama completo. Deberías poder ver las circunstancias de tu vida im hakolel .

El Rebe hizo referencia a esta idea en 1990-91, cuando los jasidim celebraron sus cuarenta años de liderazgo. “Han pasado cuarenta años desde el fallecimiento del Rebe anterior”, dijo el Rebe con cariño. “Estamos entrando en una nueva era. Ahora podemos apreciar plenamente sus enseñanzas y ver el panorama general que él intentaba mostrarnos: la visión de la llegada del Mashiaj”. 

El Rebe nos animó a mirar a nuestro alrededor y a ver los grandes milagros que están teniendo lugar: la caída del Muro de Berlín, el fin de la Unión Soviética y la caída del comunismo, y la rápida resolución de la Guerra del Golfo. ¡Éstos son acontecimientos mesiánicos, proclamó el Rebe! El mundo ya ha comenzado a cambiar y la transformación se puede ver.

Habiendo pasado las tres cuartas partes del sexto milenio, el año 5750 (que corresponde a 1990), hemos entrado en la era mesiánica. “Ha llegado el tiempo de vuestra redención”, declaró el Rebe.

Hemos visto las maldiciones en la Reprimenda demasiadas veces en nuestra historia. Es hora de que veamos las bendiciones. Que Di-s vengue la sangre de todos aquellos asesinados en el Holocausto, y más recientemente por terroristas islámicos, y que Él nos conceda tremendas bendiciones, incluyendo la bendición suprema: la llegada de nuestro justo Mashiaj que marcará el comienzo de la Redención Suprema y el fin de todo sufrimiento y tragedia. Que esto suceda rápidamente en nuestros días. Amén .

Amor a otro Iehudi

Ki Tavo se lee cerca del 18 de Elul, el cumpleaños de Baal Shem Tov, fundador del Jasidut en general y de Rabi Shneur Zalman, fundador de la filosofía Jabad. Ki Tavo y Jai Elul comparten el tema de Ahavat Israel, amar a nuestro prójimo judío.

Ahavat Israel es un precepto fundamental del Jasidut, como lo reveló el Baal Shem Tov. También es el “corazón” de Jabad, como vemos expresado por Rabi Shneur Zalman en el capítulo 32 del Tania, (lamed‐bet en hebreo se deletrea lev ‐ corazón).

Este amor también se enfatiza al comienzo de esta Parshá: “Y sucederá cuando vengas a la tierra… y tomes posesión de ella y habites en ella… tomarás la primera de todas las frutas de la tierra [bikurim]… y
vendrás al sacerdote… y te regocijarás en todo lo bueno que el Señor tu Di‐s te ha dado”.

Rashi comenta: “Esto enseña que los judíos no estaban obligados a traer a los bikurim hasta que conquistaron y dividieron la tierra”.
Hasta que toda la Tierra de Israel fuera conquistada por todo el pueblo judío, los que ya habían recibido su porción de tierra no estaban obligados a traer la ofrenda de bikurim.
Pero, si la distribución de la tierra fue gradual, y a los que recibieron su porción se les permitió cultivarla inmediatamente, ¿por qué tenían que esperar hasta que todos hubieran recibido su porción y no podían ofrecer sus primeros frutos tan pronto como pudieran?
La respuesta es que la mitzvá de las primicias debe observarse con gozo y gratitud, regocijándose en la tierra de Israel y sus productos, como dice: “Y regocíjate en todo lo bueno que el Señor tu Di-s te ha dado”. Mientras quedara un judío que aún no había recibido su porción de tierra, la felicidad de todos los judíos era incompleta.
Porque, ¿cómo puede un judío disfrutar de la generosidad de Di‐s sabiendo que sus compañeros no pueden participar? En verdad, el iehudí es verdaderamente feliz cuando todos sus hermanos son igualmente bendecidos.
En consecuencia, hasta que su felicidad fuera completa, los judíos no podían ofrecer sus primeros frutos, ya que traerlos es una expresión de gozo perfecto. Todos los iehudim están interconectados; por lo tanto, tuvieron que esperar hasta que cada miembro de la nación judía recibió su asignación para poder regocijarse plenamente.
Este es el epítome del verdadero Ahavat Israel. El amor que los judíos se tienen el uno al otro es tan amplio que la felicidad de uno depende de la del otro. Si incluso falta un iehudí, afecta a todo el pueblo.
Que nuestros esfuerzos por amar a cada judío sin distinción traigan la Redención Final y, con ella, la oportunidad de volver a observar la mitzvá de bikurim en el sentido literal.

 

Adaptado de Likutei Sijot, Volumen 9