¿Qué son las Selijot?

Caminas hacia la sinagoga. Ya es madrugada, pero hay docenas de Judíos que se han juntado allí. En el frente, envuelto en un Talit, el Jazan está a punto de comenzar su Servicio. Rápidamente abres tu libro en “Selijot del primer dia”. Pero, ¿qué son las Selijot exactamente? Démosle un vistazo juntos. 

Selijot: Plegarias en comunidad pidiendo el perdón Divino, se recita durante las Altas Festividades o en los dias de ayunos Judíos. 

En Síntesis

Mientras la mayoría de los Servicios Judíos se llevan a cabo durante el día o la tarde, las Selijot de las Altas Festividades son la excepción, llevándose a cabo en las tempranas horas de la madrugada. Son la inspiracion para el alma como introducción a los Días Solemnes. 

En la tradición Ashkenazi (el foco de este artículo), la primera noche de Selijot es la más “grande”, y se lleva a cabo luego de medianoche el sábado antes de Rosh HaShana. En congregaciones más grandes, el Servicio es dirigido por un cantor y un coro, y puede fácilmente durar más de una hora. En comunidades más pequeñas e informales, puede llevar menos tiempo. Las Selijot subsiguientes se recitan justo antes de las plegarias matutinas

La liturgia para las Selijot de las Altas Festividades no se encuentra en la mayoría de libros de rezos, sino que pueden hallarse en libros especiales para Selijot, con una selección diferente para cada dia. 

Las Selijot actuales son una compilación de versículos de Torá y obras escritas en hebreo poéticamente, en las que le pedimos a D-s que nos perdone a nivel personal y colectivo. Uno de los versos que se repite a menudo es “13 Atributos de Misericordia,” donde D-s se reveló a Moisés en el Sinaí como llave del perdón. Esta es la base de todo el Servicio, y por cuanto que se lo considera una plegaria en comunidad, puedes decir esta frase solo cuando rezas con la congregación.  

Para la mayoría de las Selijot, el líder entona la primera y última línea de cada párrafo, permitiendo a la congregacion a leer la mayoria de párrafos por si mismos. 

    •  Como vamos a discutir, hay ciertos himnos, conocidos como “pizmonim”, los cuales la congregación lee una línea, y el líder la entona luego de ellos. Hay un “pizmon” diferente cada día. 

    • Ya hacia el final, se abre el arca, y una serie de versos, que comienzan con las palabras “Shma Kolenu” (“Escucha nuestra voz”) son recitadas en forma de respuesta, primero por el líder y luego por la congregación. 

    • Casi al terminar, está la confesión “Ashamnu”, en la que nombramos alfabéticamente una lista de pecados que nosotros (como comunidad) cometimos. Golpeamos levemente nuestro pecho al nombrar cada uno de los pecados.  

¿Cuándo se Dicen las Selijot? 

Comenzamos a decir Selijot unos cuantos días antes de Rosh HaShana. De acuerdo con la costumbre Ashkenazi, las primeras Selijot se recitan el sabado despues de “la medianoche halajica” antes de Rosh Hashaná, y un mínimo de cuatro días de Selijot deben observarse. Por eso, si el primer dia de Rosh HaShana cae un  jueves o Shabat, las Selijot comienzan en la noche del sábado que precede al Año Nuevo.

Si Rosh HaShana cae lunes o martes, las Selijot comienzan el sábado de noche aproximadamente una semana y media antes de Rosh HaShana. Comenzando en la mañana del lunes seguido del primer servicio de media noche, las Selijot se recitan en forma diaria antes de las plegarias matutinas hasta Rosh HaShana (excepto en Shabat, ya que las plegarias penitenciales son inconsistentes con los días pacíficos y alegres). 

Los Sefaradim recitan las Selijot durante todo el mes de Elul. 

La mayoria de las comunidades judías siguen recitando las Selijot durante los Diez Días de Arrepentimiento, los días entre Rosh HaShana y Iom Kipur.

De acuerdo a la costumbre de Jabad, las Selijot no se dicen en esos días, con la excepción del 3 de Tishrei, cuando las Selijot son recitadas como parte de la conmemoración del ayuno de Gedalia. 

El cuarto Rebe de Jabad, Rabi Shmuel de Lubavitch, una vez le preguntó a su ilustre padre, el Tzemaj Tzedek, por qué las comunidades de Jabad no continúan diciendo Selijot durante los Diez Días de Arrepentimiento. “Hijo”, le respondió, “ ya no es el momento para palabras. Ahora debemos traducir palabras en acción…” 

Más en la Liturgia de las Selijot

A diferencia del Servicio convencional, las Selijot no incluyen el Shema o la Amida, pero sí contiene algunas características del Servicio típico: comienza con Ashrei (Salmo 145) y un medio Kadish, y finaliza con un Kadish completo. 

La sección de instrucción y finalización del texto de Selijot son las mismas cada dia, y consisten esencialmente en pasajes bíblicos y antiguas plegarias.

La sección del medio varía, contiene selecciones de plegarias (piyutim) para cada dia en un orden especial, con súplicas en común como las repetidas apelaciones a los atributos Divinos de misericordia. La sección del medio también tiene un “pizmon” (himno o refran) para cada dia. 

Durante el Año 

Aun siendo el foco de este artículo en las Selijot pre y post Rosh HaShana, debemos señalar que hay versiones de Selijot que se dicen en los servicios matutinos en días de ayuno como Tzom Guedalia, 10 de Tevet, Taanit Ester y 17 de Tamuz (pero no el 9 de Av). 

Hay también Selijot especiales para aquellos que acostumbran ayunar en Behav,e incluso textos que se recitan en casos de sequía o cuando niños son víctimas de una plaga. 

En Iom Kipur, el dia dedicado a nuestro perdón, cada plegaria es seguida de Selijot. 

Los piyutim fueron compuestos en el periodo de los Gueonim y poco después (entre aproximadamente los siglos IX y XII). 

Sus autores incluyen algunas de las más grandes autoridades de esos tiempos, tal como Rav Saadia Gaon, Rabenu Gershom Meor Hagolah, Rabi Shlomo Itzjaki (Rashi), y miembros del grupo de Baalei Tosafot.

La mayoría de ellos han insertado sus nombres como acrónimos o acrósticos. 

Sus composiciones invariablemente usan frases bíblicas o paráfrasis, y varias veces hacen referencia a enseñanzas rabínicas. 

Otra característica común de los piyutim son su estructura poética, y la mayoría de ellos siguen el orden alfabetico Hebreo. (Esto tambien es asi en varias de las plegarias de la sección final).

 

Hay más piyutim de aquellos que aparecen en alguno de los Servicios. Diferentes comunidades han creado una selección de piyutim para recitar, así formando una variedad de costumbres y/o versiones de Selijot. 

Varios de los textos fueron originalmente elecciones locales, pero una vez que una costumbre es adoptada a nivel colectivo, cada uno debe seguir la costumbre de su comunidad y no puede cambiarla omitiendo, agregando o cambiando piyutim. 

 

El Midrash nos cuenta que el Rey David estaba asustado cuando previó profeticamente la destruccion del Templo Sagrado y el cese de las ofrendas de sacrificios. “¿Cómo van a expiar los Judíos sus pecados?” se preguntó. 

D-s le respondió: “Cuando el sufrimiento recaiga sobre los Judíos por sus pecados, ellos deberán juntarse frente a Mi en total unidad. Juntos deberán confesar sus pecados y recitar el orden de las Selijot, y Yo responderé a sus plegarias”.

Por Menajem Posner

Mode Ani: qué es y por qué

Un nuevo día, nuevas batallas. En realidad, una batalla que asume formas diferentes: Quiero contra Debería.

El primer campo de batalla del día es tu cama, y el primer disparo se produce cuando suena el despertador.

Quiero se estira para pulsar el botón de repetición de alarma; Debería está listo para saltar de la cama y afrontar otro día.

Por eso la primera instrucción del Código de la Ley Judía es:

“Sé fuerte como un león cuando te levantes por la mañana para servir a tu Creador”. Porque si ganas esta batalla, el resto son chuletas de cordero.

Di-s eligió devolver tu alma a tu cuerpo y concederte una vez más el don de la vida.

Aquí tienes algunas municiones para esas incursiones matutinas: piensa en cómo, cada noche, tu alma asciende al cielo para recargarse.

Esta mañana, Di-s decidió devolver tu alma a tu cuerpo y concederte una vez más el don de la vida, una señal segura de que todavía queda un pequeño rincón oscuro en este mundo para que vengas a iluminarlo. Di-s confía en que estás a la altura de la tarea.

Ahora verbalízalo:

מוֹדֶה אֲנִי לְפָנֶיךָ מֶלֶךְ חַי וְקַיָּם, שֶׁהֶחֱזַרְתָּ בִּי נ ִשְׁמָתִי בְּחֶמְלָה. רַבָּה אֱמוּנָתֶךָ.

Te doy gracias, Rey vivo y eterno, porque misericordiosamente has restaurado mi alma dentro de mí; grande es tu fidelidad.

Éstas son las primeras palabras que pronunciamos cada mañana, mientras aún estamos acostados en la cama. Nuestros primeros momentos conscientes los pasamos agradeciendo a Di-s por el don de la vida.

No importa lo que hayamos hecho ayer o anoche; nada puede manchar esas primeras palabras inocentes que se asientan en nuestra conciencia primaria.

¿Aún tienes problemas para levantarte de la cama? Usa tu imaginación. Imagínate tumbado allí mientras un rey o un jefe de estado se encuentra de pie encima de ti, esperando a que te organices para ejecutar alguna misión crucial.

Bueno, no es un rey ni un presidente. Es quien crea a los reyes, a los presidentes y al mundo entero en cada momento, y a ti también. De nuevo. Hoy.

 

Fuente

Teshuvá, Tefilá y Tzedaká

En hebreo existen palabras que no tienen equivalente en otros idiomas, entre éstas se encuentran tres palabras muy significativas en estas fechas tan especiales.

Teshuvá: En otras lenguas el proceso de purificarse del pecado se denomina “arrepentimiento”, “borrón y cuenta nueva” o “volver a empezar”; en cambio en hebreo, la palabra Teshuvá significa “retorno”, no es algo nuevo sino el volver a las fuentes.

Tefilá: La acción de dirigirse al Creador y pedirle por nuestro bienestar, es definida en todos los idiomas como “pedido” o “imploración”. En cambio, en hebreo esto se denomina “Tefilá”, que significa “unión” o “fusión” con Di-s.

Tzedaká: El brindar una ayuda monetaria al necesitado se conoce entre las naciones como “beneficencia”, “ayuda” o “caridad”. En hebreo, esto se llama “Tzedaká”, cuya raíz, “Tzedek”, significa “Justicia”.

Cuando un judío decide retomar su camino, éste, no es un camino nuevo. Es su camino de siempre, es su realidad, su verdad. Todo judío desea interiormente conducirse por el camino de Di-s, el camino de la Torá. Sólo las distintas situaciones de la vida lo llevan a apartarse de él. Al retornar a la Torá, el judío simplemente está actuando de acuerdo a su verdadera esencia y voluntad.

 

El significado profundo del rezo no es un pedido, sino una unión y unificación con Di-s. Durante la plegaria se crea una fusión del alma del individuo con su fuente creadora, la esencia infinita del Todopoderoso. En ese instante, el alma se desconecta de las limitaciones que le impone el mundo material, y se exterioriza su verdadera esencia, lo que realmente es, una porción de Di-s.

Del mismo modo, la Tzedaká, en su verdadera expresión, no significa “hacer un favor” o “dar una donación”. La Tzedaká es “hacer justicia”; es lo que “debemos hacer”. El judío sabe y tiene presente que su dinero y sus bienes le fueron confiados por Di-s para hacer con ellos lo realmente justo.

En estos solemnes días pedimos a Di-s que nos brinde un año bueno y dulce. Para ser merecedores de la Bondad Divina, es por eso que aumentamos en caridad, aún más allá de nuestras “obligaciones”: Del mismo modo, Di-s nos retribuye aún más de lo que estaría “obligado” a darnos de acuerdo a nuestros merecimientos.

La Teshuvá (arrepentimiento), la Tefilá (plegaria) y la Tzedaká (caridad) apartan la severidad del decreto”, (de la plegaria de Musaf de Rosh Hashaná y Iom Kipur)”.

Comencemos el nuevo año actuando en concordancia a los valores aquí mencionados.

En mérito a esto tengamos todos Ktivá Vajatimá Tová. Leshaná Tová Umetuká.

¿Qué es la tefilá?Una labor del corazón


Por Tzvi Freeman

Qué es y qué no es.


Un elemento clave de tu relación con tu Creador es “servirle con todo tu corazón”. 1 La palabra servir en hebreo es avodá , que conlleva el sentido de trabajo laborioso. Pero ¿qué tipo de trabajo puede hacer el corazón para servir a Di-s ?

La respuesta judía clásica es que esto es tefilá: un trabajo de despertar el amor oculto dentro del corazón hasta que se alcanza un estado de unión íntima con lo divino.

Por eso la traducción común —oración— es terriblemente inexacta. La oración implica dos entidades distintas, una inferior que hace una petición a una superior. Hay otra palabra hebrea para esto: bakashah . De manera similar, la adoración tiene una palabra: shevach . La tefilá incluye ambos elementos, pero en sí misma no es ninguno de ellos. En cambio, comunión podría ser una palabra mejor, definida como una unión de mente y espíritu.

Sin embargo, dado que ninguna de estas palabras transmite el sabor de la “tefila” para el judío practicante, la preferencia común es ceñirse al original. Alternativamente, se utiliza daven, un término idish relacionado con la misma raíz latina que la palabra inglesa divine. En yinglish, a menudo usamos un participio presente: davening .

¿Cómo lo hago?
Cada vez que compartes con tu Creador lo que tengas en tu corazón (ya sea alabando, bendiciendo, quejándote o pidiendo), estás rezando. Puede suceder en cualquier momento y en cualquier lugar, siempre que surja de las preocupaciones genuinas del corazón y de la conciencia de la mente de una presencia superior.

Tradicionalmente, además de hablar con Di-s cuando sienten la necesidad, los judíos rezan tres veces al día y, siempre que es posible, juntos. Cuando los judíos fueron exiliados a Babilonia, los Hombres de la Gran Asamblea vieron que la generación más joven quería hablar con Di-s como habían visto a sus padres y madres hacerlo, pero no podían encontrar las palabras. Entonces institucionalizaron esta alabanza/bendición/queja/súplica en una liturgia formal.

La tefilá de la mañana se llama Shajarit , la de la tarde Minjá y la de la noche Maariv.

La tefilá de la mañana es, con diferencia, la más larga: una Shajarit entre semana dura entre 40 y 90 minutos, según el día y la dedicación de los participantes.

La estructura de shajarit está diseñada para llevarte por la escalera de la tefilá a un estado de rezo inspirado en el asombro y el amor, siempre que Diseñado para llevarte hacia arriba, siempre que inviertas el trabajo de mente, corazón y alma.Invierte el trabajo de kavanah —una concentración de la mente, el corazón y el alma en las palabras que estás diciendo y, sobre todo, en la Presencia Superior a la que se dirigen esas palabras.

¿Con quién lo hago?

Aunque la tefilá expresa las preocupaciones más íntimas de una persona, el judío generalmente se comunica con Di-s en comunidad.

La unidad hacia abajo es la mejor manera de llamar la atención de la Unidad hacia arriba.

A los hombres, en particular, se les exige que recen sus tefilot siempre que sea posible en un quórum de diez, llamado minián . El protocolo es muy populista y participativo, rico en rituales de identidad que sirven para unir al grupo.

Las mujeres no están obligadas a asistir a las tefilá comunitarias, por lo que sus tefilá pueden ser mucho más personales. Sin embargo, el lugar y el momento de la tefilá comunitaria se consideran óptimos para lograr la aceptación de la misma.

Tefilah, Torá , Mitzvá
Describimos la mitzvá de manera similar a la tefilá: como una conexión. De manera similar, la Torá fue descrita como un compartir de pensamientos. 

La tefilá es única en el sentido de que su conexión se mueve principalmente en una dirección de abajo hacia arriba, mientras que la mitzvá y la Torá son principalmente de arriba hacia abajo.

Aunque contribuimos con nuestro propio ingenio y creatividad, el estudio de la Torá es principalmente un estudio de la sabiduría de Di-s. Aunque contribuimos con enfoque e inspiración, así como con muchas representaciones y costumbres rabínicas, al cumplimiento de las mitzvot, sin embargo, una mitzvá significa esencialmente Su voluntad, en contraposición a la tuya.

El énfasis de la tefilá, por otro lado, es nuestro movimiento hacia Él, expresando nuestros propios pensamientos y sentimientos de una manera que se conviertan en un acto divino.

Otro paradigma: el ser humano tiene tres modos de actuar, a saber, la acción, el habla y el pensamiento. Las mitzvot ocupan principalmente nuestra modalidad de acción, mientras que la Torá se ocupa más del habla, de articular pensamientos Divinos en palabras humanas. El núcleo de la tefilá, por otro lado, es nuestro modo de llegar cada vez más profundamente a nuestros pensamientos internos y encontrar dentro de ellos a Di-s mismo.

Shabat Teshuvá.

Este Shabat se conoce con dos nombres: Shabat Shuvá y Shabat Teshuvá.

El nombre Shabat proviene de las palabras iniciales de la Haftará de esta semana: “Shuva Israel ‐ Regresa, oh Israel”.

El segundo nombre, Shabat Teshuvá, se deriva del hecho de que este Shabat cae en medio de Aseret Iemei Teshuvá, los Diez Días de Arrepentimiento. Este nombre también está asociado con la Haftará, ya que su tema central es el regreso a Di‐s.

Los dos nombres de este Shabat revelan una lección oportuna. La frase “Shuva ‐ Regreso” es gramaticalmente una orden. Di‐s nos ordena regresar a Él en arrepentimiento.

Teshuvá, por el contrario, es un sustantivo que denota la acción misma, el retorno real a Di‐s.

La palabra “Shuva” se relaciona más con Aquel que da la orden que con la persona a la que se dirige.

Implica una situación en la que la orden ya ha sido emitida, pero aún no ejecutada. La orden en sí imparte cierta fuerza, pero no garantiza que necesariamente se cumplirá en el futuro.

“Teshuvá”, por otro lado, implica que la acción ya se ha realizado, es decir, que la Teshuvá ya se ha realizado. Pero si ese fuera el caso, ¿por qué seguiríamos refiriéndonos a este Shabat como Shabat Teshuvá?

La respuesta es que el acto de Teshuvá consiste tanto en la orden de regresar a Di‐s como en su posterior implementación.
Shuvá nos enseña que incluso después de que un judío haya hecho teshuvá, todavía necesita trabajar en sí mismo.

No importa cuánta Teshuvá haya hecho una persona, siempre es posible elevarse más; de ahí la directiva: “Vuélvete, oh Israel, al Señor tu Di‐s”.
Así se entiende que siempre hay margen de mejora, para un nivel de Teshuvá aún más profundo e infinito, ya que Di‐s mismo es Infi nito y sin limitaciones.

Ésta, entonces, es la lección de Shabat Shuvá: un judío nunca debe contentarse con los logros espirituales que ya haya alcanzado.
Nunca debe pensar que, por haber trabajado en sí mismo durante toda una semana, ahora tiene derecho a “descansar” porque es Shabat.

¡No, hoy es Shabat Shuvá! Incluso después de haber hecho Teshuvá, se requiere más trabajo. Porque el servicio de Teshuvá es continuo y sin fin.

Adaptado de Hitvaaduiot 5744, Volumen

La plegaria del Shemá

La plegaria judía más famosa, es el Shemá.

El Shemá forma parte de las oraciones de la mañana y de la tarde. Recita el Shemá, aunque no vayas a recitar las oraciones.

Cuando:

“Cuando te acuestes, y cuando te levantes” — Deuteronomio 6:7 .

Mañana : Durante el primer cuarto del día, a partir de cuando hay suficiente luz para reconocer a un conocido casual a corta distancia. Noche: desde que aparecen las estrellas hasta el amanecer, aunque preferiblemente antes de medianoche.

Cómo:

Di el Shemá en tu lengua vernácula si no entiendes hebreo. Asegúrese de que su entorno sea limpio y modesto, y asegúrese de articular y enunciar cuidadosamente cada palabra. No permita interrupciones durante la oración. Cúbrete los ojos con la mano derecha mientras dices el primer verso, para así bloquear los estímulos externos que te distraigan. Recita el verso en voz alta por la misma razón. Lo ideal es que los hombres usen talit y tefilín.

Fuente

Cuando se recita el Shemá, se debe hacerlo con temblor, concentración, reverencia y admiración, como suele hacerse cuando se lee una nueva comunicación emitida por el rey.
El mensaje del Shemá debe considerarse siempre valioso, como un mensaje nuevo cada día, no como un mensaje viejo que se ha vuelto obsoleto

La frase central en la primera línea del Shemá es “Di-s es Uno”.

El Talmud habla sobre “alargar” la manera en la que uno dice “Uno”: “Ejad”. Quien alarga la palabra “Ejad”, entonces sus días y años también se alargarán. Las enseñanzas Jasídicas explican, que “alargar”, significa pensar y meditar el significado interno del mundo. 

La idea de “Di-s es Uno” significa que no solo hay un Di-s, sino que Di-s y toda la creación son una cosa. No hay nada aparte de Di-s. Nada existe fuera de Él; cada cosa que percibimos, cada partícula de existencia, no es sino una manifestación de Di-s.

Por este motivo, cualquier cosa en el Universo está totalmente dependiente de Di-s en cada momento. Di-s creó el Universo hace mucho tiempo, pero también lo mantiene existiendo continuamente. Los Sabios hablan sobre una energía que emana de la esencia infinita de Di-s, que hace que el Universo exista. Si Él cesa de dar esta fuerza viviente al mundo, dejaría de existir. Maimónides dice: Di-s puede existir sin el mundo, pero el mundo no puede existir sin Di-s. Con este concepto en mente, es que uno declara el Shemá con todo su ser.

Unidad
Las letras Hebreas tienen un valor numérico, que nos ayuda a comprender el significado de la Torá y de sus plegarias.
La palabra “Uno” en el Shemá, “Ejad”, se forma con tres letras: Alef, Jet, Daled.
Alef, que tiene el valor numérico de “uno”, se refiere a Di-s Mismo. Jet, cuyo valor numérico es “ocho”, se refiere a los siete cielos y la tierra, o sea, “arriba” y “abajo”, el plano vertical, e incluyendo todas las dimensiones espirituales. La tercer letra es Daled, cuyo valor numérico es “cuatro”, que denota las cuatro direcciones del plano horizontal: norte, sur, este, oeste.

Ahora podemos entender lo que quiere decir el Talmud al decir “alargar” la manera en la que decimos “Ejad”. 

Significa, pensar sobre el significado del mundo: que el mundo y todas sus dimensiones, ya sea la física y la espiritual, y el mundo entero y el Universo físico entero, todo es una expresión de la unidad infinita de Di-s.
El pueblo Judío en sí mismo es descrito como “Ejad”, “Una nación en el mundo”. Esto implica, no solo que somos únicos en el mundo, sino que somos una nación que comunica a toda la humanidad el concepto de la unidad de Di-s. Más aún, al mantener los mandamientos de Di-s en nuestra vida diaria, traemos la Unidad Divina a este mundo, dentro de cada detalle de nuestra existencia física.

Como dice el Talmud, Di-s nos premia otorgándonos largos y plenos días y años.

 

Por Tali Loewenthal

Antes de comenzar a leer el Shemá, uno debe tomarse un momento para reflexionar que ahora va a cumplir el mandamiento de Di-s.  Además , uno debe concentrarse en el significado de las palabras del Shemá, al menos mientras recita el versículo del Shemá. Si uno no se concentró en el significado de las palabras de este versículo, debe repetirlo.

Uno debe cubrirse los ojos con su mano derecha mientras dice el verso del Shemá para reducir las distracciones y mejorar la concentración. Por la misma razón, el primer verso debe decirse en voz alta. 

Hay una mitzvá en la Torá —de hecho, en el mismo texto del Shemá— de recitar el Shemá dos veces al día: “Y hablarás de ellas… cuando te acuestes y cuando te levantes”. 

Los sabios explican que esto significa que debemos recitar el Shemá todas las mañanas y todas las noches.

El Talmud explica que uno debe recitar el Shemá antes de ir a dormir, de modo de irse a dormir con palabras de la Torá en sus labios.

¿Qué es la Tefilá?

La oración judía (תְּפִלָּה) es la manera que tiene Dios de decirle al pueblo judío: “Háblame y te escucharé”.

Tres veces al día, los judíos rezan a Dis , agradeciéndole, alabandole y suplicándole por sus peticiones personales. La oración, que suele realizarse en la sinagoga , pero también en casas particulares, aeropuertos u oficinas, es un momento para dar un paso atrás y reflexionar. Los servicios de oración incluyen el Shemá , la oración silenciosa (Amidá) , la lectura de la Torá y más. En una mezcla única de ritual comunitario y devoción privada, los sabios describen la oración judía como el “servicio del corazón” por excelencia.

Un elemento clave de tu relación con tu Creador es “servirle con todo tu corazón”. La palabra servir en hebreo es avodá , que conlleva el sentido de trabajo laborioso. Pero ¿qué tipo de trabajo puede hacer el corazón para servir a Di-s ? La respuesta judía clásica es que esto es tefilá: un trabajo de despertar el amor oculto dentro del corazón hasta que se alcanza un estado de unión íntima con lo divino.

Cada vez que compartes con tu Creador lo que tengas en tu corazón (ya sea alabando, bendiciendo, quejándote o pidiendo), estás rezando. 

Puede suceder en cualquier momento y en cualquier lugar, siempre que surja de las preocupaciones genuinas del corazón y de la conciencia de la mente de una presencia superior.

La tefilá de la mañana se llama Shajarit , la de la tarde Minjá y la de la noche Maariv . La tefilá de la mañana es, con diferencia, la más larga: una Shajarit entre semana dura entre 40 y 90 minutos, según el día y la dedicación de los participantes.

La estructura de shajarit está diseñada para llevarte por la escalera de la tefilá a un estado de rezo inspirado en el asombro y el amor, siempre que Invierte el trabajo de kavanah —una concentración de la mente, el corazón y el alma en las palabras que estás diciendo y, sobre todo, en la Presencia Superior a la que se dirigen esas palabras. Diseñado para llevarte hacia arriba, siempre que inviertas el trabajo de mente, corazón y alma.

La tefilá es única en el sentido de que su conexión se mueve principalmente en una dirección de abajo hacia arriba, mientras que la mitzvá y la Torá son principalmente de arriba hacia abajo.

Las tres oraciones diarias
  • ShaJarit — la oración de la mañana
  • Minjá — la oración de la tarde
  • Maariv [o Arvit ] — la oración de la tarde

Shajarit fue instituida por Abraham, Minjá por Itzjak y Maariv por Yaacov.

Además, Shajarit y Minjá corresponden al sacrificio diario en el Templo por la mañana y por la tarde.

 

El Shemá

El Shemá es quizás la más famosa de nuestras oraciones.

El primer párrafo del Shemá está tomado del libro de Deuteronomio [6:4-9] y habla de la creencia en un solo Di-s: Hashem Ejad , Di-s es Uno.

El amor de Di-s con todo el corazón, alma y fuerzas. La enseñanza de la Torá a los niños. La importancia de estudiar Torá en todo momento, incluso mientras viajamos. El mandamiento de recitar el Shemá dos veces al día, al levantarse y antes de acostarse. La mitzvá de ponerse los tefilín . La mitzvá de tener una mezuzá en la puerta.

El segundo párrafo es de Deuteronomio 11: 13-21, y trata sobre la recompensa y el castigo, y el tercer párrafo, de Números 15:37-41 , trata sobre la mitzvá de Tzitzit y una mención diaria del Éxodo de Egipto.

El Shemá Israel debe leerse dos veces al día, por la mañana y por la tarde. La lectura del Shemá se ha convertido en parte de las oraciones diarias. 

El Shemá también se lee justo antes de ir a dormir. A esto se le llama “leer el Shemá en la cama”. Es costumbre cubrirse los ojos con la mano derecha al decir el primer versículo del Shemá para concentrarse en el significado del versículo. El segundo versículo del Shemá —Baruch Shem , etc.— se dice en un susurro [excepto en Yom Kipur, cuando se dice en voz alta].

La Shmoná Esrai

En la antigüedad, todos los judíos hablaban hebreo y cada individuo componía sus propias oraciones. Cuando los judíos fueron exiliados a Babilonia después de la destrucción del primer Templo, no todos hablaban hebreo con fluidez. Un grupo de 120 rabinos [entre ellos, Mordejai, famoso por Purim ] llamados Anshei Knesset Hagedolah , los Hombres de la Gran Asamblea, compusieron una oración o Tefilah llamada Shmonah Esrai, que se convertiría en la parte central de cada servicio. 

Shmonah Esrai significa “dieciocho”, porque en esta oración hay dieciocho bendiciones [posteriormente se agregó otra bendición para hacer un total de 19 bendiciones]. 

En esta oración se incluyen peticiones de buena salud, ingresos, éxito, la reconstrucción de Jerusalém , Mashiaj , paz, etc.

 La palabra “ Amén ” significa “es verdad y creo en ello”.

Shmonah Esrai también se llama Amidá porque Amidá significa estar de pie, y esta oración se dice en silencio mientras se está de pie con los pies juntos, mirando hacia Jerusalém.

En Shabat y Yomtov se hicieron variaciones a la Amidá para reflejar la santidad del día. De hecho, las primeras tres y las últimas tres bendiciones son una característica de cada Amidá.

La parte media varía según la ocasión. La parte media de la Amidá de los días de semana contiene 13 bendiciones, lo que hace un total de 19. 

La Amidá de Shabat , Yomtov y Musaf de Rosh Jodesh contiene una bendición central que trata sobre la santidad del día, lo que hace un total de siete. En Rosh Hashaná hay tres bendiciones centrales en el Musaf, lo que hace un total de nueve. 

Como algunas personas no sabían leer hebreo, los rabinos instituyeron que, en Shajarit y Minjá , el Jazán (el líder de las oraciones, también conocido como Shliach Tzibur ) repitiera la Amidá para que todos pudieran responder Amén a las bendiciones. La palabra “ Amén ” significa “es verdad y creo en ello”.

 

Las oraciones diarias están claramente establecidas en un libro llamado Sidur.

Sidur proviene de la palabra seder , que significa “orden”, porque todas las oraciones están dispuestas en el orden correcto. Siempre se debe rezar de un Sidur .

 

Kavanah—Concentración


La parte más importante de la oración es la concentración. Uno debe comprender y pensar acerca del significado de las palabras que se están diciendo. “Sepan ante quién están: ante el Todopoderoso Rey de Reyes”. Así como uno se dirigiría a un rey con gran respeto e intensa concentración, también se debe adoptar esta actitud en la oración de pie ante Di-s. La ropa debe estar limpia y prolija, y no se permite hablar ni charlar ociosamente mientras se reza. Es mejor decir un poco con concentración que mucho sin ella. No balbucees. Cada palabra debe ser sopesada: la sinceridad es importante.

 

Pedido

Dios sabe lo que necesitamos, entonces ¿para qué orar? Oramos para poder entender que todo lo que tenemos proviene de Di-s. Si necesitamos algo, automáticamente debemos recurrir a Di-s y pedirlo. El Sidur es el mejor amigo del judío.

Hebreo
Se recomienda rezar en hebreo. Si no es posible, reza en un idioma que entiendas.
Shajarit

Al despertar por la mañana, se inclina la cabeza y se dice: Modeh Ani Lefanecha Melech Chai Vekayam Shehechezarta Bee Nishmati B’chemla, Rabba Emunatecha .

“Te doy gracias, Rey viviente y eterno, porque has restaurado misericordiosamente mi alma dentro de mí; Tu fidelidad es grande”.

Luego se lavan las manos con un vaso de agua, tres veces alternativamente [derecha, izquierda, derecha, izquierda, derecha, izquierda]. Esto se llama Netilat Yadayim (o Negel Vasser en idish ) , que significa lavarse las manos.

Después de lavarnos y vestirnos, se realizan una serie de Berajot [bendiciones] para agradecer a Dios por nuestras facultades esenciales del habla, la vista, la audición, etc.

La sinagoga


Una sinagoga es una casa de oración. En su interior encontrarás lo siguiente:

Aron Hakodesh 

Arca Sagrada. El Arca se encuentra al frente de la Sinagoga dondese guardan los Sifrei Torá [Rollos Sagrados]. El Arca nos recuerda la parte más sagrada del Tabernáculo que el pueblo judío construyó en el desierto y, más tarde, el Templo de Jerusalém.

Bimah — Plataforma.

Una plataforma elevada en el centro de la sinagoga desde dondese lee el Sefer Torá a la congregación.

Amud – Atril.

En el lado derecho del Aron Hakodesh , hay un atril en el que el Chazzan [líder de la oración] coloca su Sidur y desde donde reza [En muchas sinagogas, el jazan dirige las oraciones desde la Bimah ].

Ner Tamid 

Una luz continua, generalmente suspendida del techo frente al Arca. Esta llama constante simboliza la Menorah en el Templo, cuya llama ardía milagrosamente de forma continua.

Mejitzah


En la sinagoga, los hombres y las mujeres se sientan por separado. Algunas sinagogas tienen una galería para mujeres en el piso superior. Si la sinagoga está en un solo nivel, una partición llamada mejitzah divide a los hombres de las mujeres.

Sefer Torá


El Sefer Torá, el rollo de la ley, se coloca en el Aron Hakodesh . Está revestido con un manto [una túnica]; un Joshen [un pectoral]; un Yad [puntero] que el Baal Koreh [lector de la Torá] usa para leer; y un Keter , una corona colocada sobre el Atzei Chaim [postes de madera alrededor de los cuales se enrolla el pergamino].

Cuando se lee la Torá, se honra a un hombre abriendo el Arca ( Petijá) . El Sefer Torá se saca del Arca y se le entrega al Shliach Tzibur , quien luego lo lleva a la Bimá, desde donde se lee. Es costumbre estar de pie cuando el Arca está abierta y besar el Sefer Torá durante esta procesión. Cuando el Sefer Torá se coloca en la Bimá , siempre está flanqueado por dos hombres en honor a la Torá.

Aliá


La Sidra semanal se divide en siete secciones. Aunque la Sidra la lee un solo hombre (generalmente el rabino o jazán ), llamado Baal Koreh (el lector), en cada sección se llama a una persona a leer la Torá. El llamado a leer la Torá se llama Aliá . Quien realiza una Aliá recita una bendición especial antes y después de la lectura de la Torá, conocida como las bendiciones de la Torá.

Número de personas llamadas a la Torá

Como se mencionó, en Shabat se convoca a siete hombres para una Aliá y uno más para una Maftir/Haftará .

En Iom Kipur se convoca a seis. En Iomtov se convocan cinco. En Rosh Jodesh [el primer día del nuevo mes], se convoca a cuatro. Los lunes y jueves habituales y el Shabat por la tarde se convoca a tres.

Fuente

¿Quién compuso la bendición para después de las comidas?

La obligación de expresar gratitud a Di-s luego de comer una comida, está escrita claramente en la Torá:

“y vas a comer y serás saciado, y deberás bendecir a Di-s, tu Di-s, por la buena tierra que El te ha dado”.

Los Sabios Talmúdicos han sacado la conclusión de este versículo que la alabanza debe contener tres componentes. Debe incluir gratitud a Di-s por:


1- La comida que han consumido
2- La Tierra Santa
3- Jerusalem

Por lo tanto, estas tres bendiciones de Alabanza son una obligación bíblica. Sin embargo, originalmente, cada persona redactó esas bendiciones de la forma que ellos vieron que quedaba bien. No había un texto estándar.

La estructura, es decir, los conceptos generales que deben incluir, fueron añadidos a las primeras tres bendiciones en etapas:

– La primera vez que el Maná cayo del cielo, Moisés desarrolló la primera bendición, agradeciéndole a Di-s por el sustento.

– Cuando el Pueblo Judío entró a Israel, Ieoshúa estructuró la segunda bendición, agradeciéndole a Di-s por la Tierra.

– Cuando el Rey David fue coronado en Jerusalém, compuso el esquema básico de la tercera bendición, agradeciéndole a Di-s por Jerusalém.

Cuando la construcción del Primer Templo fue completada, el Rey Shlomó agregó a esta bendición la mención del Templo, la joya de la corona de Jerusalém.

Cuando los hombres de la Gran Asamblea instituyeron un texto de plegaria estándar, lo hicieron también con la bendición para después de las comidas.

Ellos desarrollaron un texto básico para estas tres bendiciones, que es el que usamos hasta hoy en día.

La cuarta y última bendición es totalmente rabínica y fue instituida (estructura y texto) por el Sanhedrín en la ciudad de Yavne en el año 3908 (148 AEC).

Esta bendición, alabando a Di-s por ser “bueno y benéfico” fue instituida para conmemorar el tremendo milagro que ocurrió cuando los Romanos permitieron enterrar a los fallecidos de Beitar.

Por: Rab Naftali Silberberg