Parashá en síntesis: Pinjas

El fracaso de Bilam en maldecir al pueblo de Israel (las maldiciones se convirtieron en bendiciones) conduce a Balak y a los nombres de Midiam a poner en acción otro plan de Bilam, que logra tener éxito al hacer pecar a los judíos. Las mujeres moabitas seducen a los hombres judíos, los embriagan, los hacen adorar a su ídolo Ba`al Peor, así como cometer actos inmorales. 

Kozbi, hija de Balak, es llamada por Zimri, príncipe de la tribu de Shimón a su tienda, en abierto desafío a Moshé y a las leyes imperantes. Pinjas, hijo de Elazar y nieto de Aharón, mata a ambos en nombre de Di-s, salvando así al resto del pueblo del castigo Divino. 

La plaga que se había desatado por los pecados cometidos mató a 24.000 judíos, todos de la tribu de Shimón. Este acontecimiento de Shitim es considerado de mayor gravedad que el del becerro de oro, cuando murieron 3.000 personas, ya que el pecado de idolatría se suma el de inmoralidad, que es castigado con gran severidad. 

A lo largo de la historia, cada tribu produjo grandes líderes, con excepción de la tribu de Shimón, de la cual provenía Zimri.

Nuestros Sabios explican que si Pinjas hubiese preguntado al tribunal si se debían tomar medidas contra los pecadores, éste hubiese respondido de forma negativa. La acción cometida con sus sentimientos de celo a Di-s está calificada en la Ley Judía como “es ley, pero no se instruye”. El tribunal no puede ordenar castigo, pero la persona – como en el caso de Pinjas – que estaba presente en el acto vergonzoso está obligada a reclamar y obrar contra la profanación del Nombre de Di-s.

Pinjas es premiado por Di-s con un pacto de paz para sus descendientes. Se le premia con el sacerdocio eterno, por cuanto mostró amor por su Di-s y logró la expiación para los hijos de Israel. Durante la época del Primer Templo, 18 Cohanim Guedolim (Sumos Sacerdotes) fueron descendientes de Pinjas, y durante el Segundo Templo, lo fueron 80. 

A pesar de que Moshé había intervenido numerosas veces para aplacar la ira de Di-s contra su pueblo, no fue premiado como Pinjas. La actuación de ambos era diferente: Moshé lograba el perdón por medio de la plegaria, que era escuchada por Di-s; Pinjas lo hacía por medio de la acción, llevando a las personas a arrepentirse.

La abnegación de moshé era de naturaleza espiritual; en cambio, la de Pinjas era física, arriesgaba su vida. 

Cuando el servicio de la persona es el resultado de la iluminación Divina que impregna el mundo físico – como es, en este caso, el mundo de Moshé -, no hay garantía de la durabilidad de su efecto. El nivel físico no se purifica, ni se eleva y regresa a su estado anterior una vez que la iluminación espiritual cesa.

Cuando la iluminación espiritual deriva del servicio del hombre – como en el caso de Pinjas, quien con su acción eleva y purifica el mundo físico, llevando a las demás personas a retornar a su esencia-, entonces el efecto es duradero, y el perdón, permanente.

Di-s instruye a Moshé para que se enfrente en guerra contra Midián por su tentativa de corrompèr moralmente a los judíos y de intentar destruirlos espiritualmente, lo que es aún más grave que la destrucción física, como la que pretendía Egipto. 

En la actualidad tendríamos que reflexionar sobre las precauciones que tomamos para nuestra protección física y espiritual y la de nuestros hijos. ¿Qué tan cuidadosos somos en prevenir cosas que atentan contra nosotros físicamente? ¿Tenemos el mismo cuidado cuando se trata de evitar un peligro espiritual? los medios de comunicación de masas, bajo el disfraz de la libertad de expresión y de prensa, están repletos de material gráfico y verbal que induce a la violencia y a la vulgaridad, afectando nuestra espiritualidad y la de los nuestros.

Cinco hermanas: La historia de las hijas de Tzelafjad

Un grupo de cinco hermanas se acercaron a Moisés delante de toda la nación Judía. Eran las hijas de Tzelafjad, las mujeres que fueron privilegiadas en tener un capítulo agregado en la Torá por ellas: Majla, Noah, Joglah, Milka y Tirtza. Aquí la historia.

La división de la Tierra

Era el año número cuarenta desde el éxodo de Egipto, poco tiempo antes de que pueblo judío entrara a la Tierra Prometida. Di-s le había informado a Moisés que el territorio de cada tribu sería determinado por sorteo. Cada hombre en la tribu recibía una parte de tierra en el territorio de su tribu. Si un hombre fallecía, sus hijos heredaban su propiedad, asegurando de tal manera que esa porción permaneciera en la familia que originalmente le fue asignada.

Un hombre, Tzelafjad, de la tribu de Menashe, tenía sólo hijas mujeres. Él había fallecido en el desierto, y sus hijas estaban preocupadas de no recibir una parte en la Tierra de Israel. Por eso, le pidieron a Moisés que les diera la tierra que le hubieran dado a su padre.

La Torá describe la escena:

Se pararon delante de Moisés, Elazar, el Sumo Sacerdote, los líderes y la congregación, en la entrada de la Tienda de Encuentros, y dijeron: “Nuestro padre falleció en el desierto. Él no estuvo en el grupo de Koraj que estaban en contra de Di-s, de hecho, falleció por su propio pecado, y no tuvo hijos varones.

 

¿Por qué el nombre de nuestro padre debe ser eliminado de su familia por no haber tenido hijos varones? Dénos una parte de tierra entre los hermanos de nuestro padre”

Moisés llevó el caso delante de Di-s. Di-s le dijo a Moisés lo siguiente: “Las hijas de Tzelafjad hablaron correctamente. Seguro debes darles una porción de tierra entre los hermanos de su padre, y transferirles la herencia de su padre a ellas” (Números 27:2-7)

De hecho, en su mérito, las leyes de herencia siguen este precedente. Desde ese momento, uno que fallece sin hijos varones, las hijas heredan sus pertenencias.

El pecado de Tzelafjad

Las hijas describen que la muerte de su padre fue “por su propio pecado”. El Talmud trae dos opiniones sobre cuál fue ese pecado, igualmente los dos están de acuerdo en que fue hecho con buenas intenciones.

Una visión es de que Tzelafjad estaba entre los Maapilim, los Judíos que después de que Hashem haya decretado los cuarenta años en el desierto, volvieron a guerrear para entrar a la Tierra de Israel. Éstos fueron matados por los Amalekitas y Cnaanitas, pero sus intenciones fueron buenas.

La segunda opinión es que Tzelafjad fue el hombre ejecutado por violar el Shabat juntando madera. Aquí también, el Midrash atribuye intenciones positivas a su acto.

Según este Midrash, Tzelafjad había escuchado a algunos Israelitas decir que su sentencia de deambular significaba que tampoco tenían que cumplir con los mandamientos. Para mostrarles que estaban equivocados, violó el Shabat, dando una lección que le costaría su propia vida.

Cualquiera haya sido el pecado de Tzelafjad, no era tan severo como para que su nombre fuera eliminado de las páginas de la historia Judía. Al contrario, gracias a sus hijas, su nombre tiene connotaciones positivas.

Las hijas de Tzelafjad

A pesar de que no fueron dados muchos detalles sobre ellas, una lectura cuidadosa de las fuentes nos provee una imagen de inteligencia

La inteligencia de las hermanas era evidente de su clara presentación de su caso. De hecho, Di-s mismo aprobó sus argumentos diciendo: “Las hijas de Tzelafaj han hablado correctamente”

En varios lugares en donde aparecen escritos los nombres de las cinco hermanas, aparecen en diferentes orden. Esto es para demostrar que las cinco eran iguales en sabiduría y justicia.

También se nos ha dicho que a pesar de que se casaron tarde, todas fueron bendecidas con hijos.

Las hijas de Tzelafjad representan el amor de las mujeres judías por la Tierra de Israel. Nuestros Sabios notan el contraste entre los hombres, que tenían miedo de entrar y lloraron “déjanos poner un lider y volver a Egipto”, y las mujeres que estaban ansiosas en poseer la tierra y hasta demandaron una parte en ella.

Desarrollos posteriores

Poco tiempo después de los eventos descritos anteriormente, los parientes de Tzelafjad se acercaron a Moisés con otra preocupación: Si estas mujeres se casaban con alguien de otra tribu, sus tierras luego se transferirían a la posesión de sus hijos (que no pertenecían a esa tribu), y se perdería de la tribu de Menashe. Moisés transmitió de Di-s la respuesta: de hecho, las hijas de Tzelafajd sólo se podrían casar con hombres de su tribu. Las cinco se casaron con sus primos.

Por catorce años, cualquier mujer que heredara la propiedad de su padre podía casarse sólo con alguien de su misma tribu.

Luego que la tierra fue conquistada y dividida, ésta ley dejó de cumplirse, y podían casarse con quien quisiesen. Esto se declaró oficialmente como una ley el 15 de Av, y esa es una de las razones por la cual celebramos ese día.

Por: Mendy Kaminker

17 de Tamuz: ayuno por los cinco hechos trágicos

El 23 de julio es un día de ayuno y reflexión. Este día, 17 de tamuz fue el día que se derrumbaron las murallas de Jerusalem (69 a.e.c.), hecho que da comienzo a las tres semanas de duelo por la destrucción de los Templos Sagrados y el exilio del pueblo judío, del cual sufrimos aún hoy.

El ayuno comienza con la salida del alba y culmina luego de la salida de las estrellas.

Este ayuno, conocido como Shiva Asar beTamuz, también recuerda otros 5 eventos trágicos:

– Moisés destruyó las primeras tablas de la ley cuando ve a los israelitas adorando el becerro de oro. (1323 a.e.c.)

– Durante el sitio de Jerusalem, los judíos se ven forzados a dejar de acercar el sacrificio diario (“Tamid”) por falta de ganado. (422 a.e.c.)

– Los Romanos entran a Jerusalem (68 e.c.)

– Apóstomus quemó los rollos de la Torá (80 e.c.).

– Apóstomus coloca un ídolo en el Templo. (69 e.c.)

Durante estas tres semanas, hasta el 9 de Av (este año 28 de Julio), no se llevan a cabo matrimonios ni otros tipos de eventos festivos. Tampoco se visten ropas nuevas ni se comen frutas de estación por primera vez. (Consultá el Código de la ley judía -Shuljan Aruj – o a un rabino capacitado acerca de estas prohibiciones).

El Rebe de Lubavitch impulsó que las tres semanas deben ser una época de aumentar en caridad y en el estudio de Torá – acorde al versículo (Isaiah 1:27), “Zion será redimido por la ley, y sus retornantes por caridad ” , particularmente el estudio de porciones de Torá que tratan las leyes y el significado del santo Templo de Jerusalén.

Ben Hametzarim – “Esperando al Mashiaj”

Esstas tres semanas que van del 17 de Tamuz (23/7) -hasta el 9 de Av (13/8), son tres semanas de duelo por la destrucción del Beit HaMikdash que culminó con el exilio.

Es importante reflexionar sobre esta situación y pedir de Hashem que nos mande al Mashíaj.

Tal como ocurriese en el primer exilio en Egipto, Hashem no mandó al salvador (Moshé Rabenu) hasta que el pueblo mismo clamó por la salvación.

Por este motivo nos enseñaron que en la Amidá pidamos por la venida del Mashíaj “Haz sonar el gran Shofar para nuestra libertad… y recógenos de los cuatro rincones del mundo a nuestra tierra…”

“Regresa con misericordia a Jerusalém, Tu ciu-dad… y reconstrúyela pronto en nuestros días…”

“Haz que el vástago de David, Tu servidor florezca rápidamente, e incrementa su poder mediante Tu sal-vación, pues a tu salvación ansiamos todo el día…”

“Que nuestros ojos vean Tu retorno a Tzión…”

Y concluimos con “sea Tu voluntad… que se reconstruya el Bet Hamikdash pronto en nuestros días”.

En el día 9 de Av los Sabios instituyeron una plegaria adicional en el rezo de minjá que dice: “Consuela Hashem a quien está de duelo por Tzión y Jerusalém…

Por eso Tzion llora amargamente y Jerusalém eleva su voz: Pues Tu Hashem, la consumiste con fuego y con fuego Tú has de reconstruirla, como fue dicho: Yo seré para ella dice Hashem, un muro de fuego de rededor y

Yo seré para gloria en su medio (Zejaria 2:9)”

Aunque nuestros Sabios nos cuentan que el tercer Bet HaMikdash será construido por Hashem como decimos en los rezos: “

… el Santuario, Hashem, que Tus manos han establecido” (Shemot 15:17)

Llamado del Rebe de Lubavitch

En estos días es menester incrementar la observancia del versículo “Tzión será redimida con Ley (mishpat), y quienes retornen a ella lo harán mediante la caridad (tzedaká)”, ampliando nuestros actos de caridad y estudio de la Torá.

Es importante dedicarse a segmentos de la Torá que tratan de la Redención y la construcción del Gran Templo.

El estudio de estos temas debe ser con mayor en-tusiasmo, dado que nos encontramos en los umbrales de la Redención.

Es importante estudiar los temas vinculados al Gran Templo, que será una realidad palpable, con la venida de nuestro justo Mashíaj.

El genoma espiritual

Una importante revista internacional imprimió algunas fotos asombrosas tomadas dentro del vientre de una madre, mostrando la evolución de un feto de dos semanas hasta un bebé a término, justo antes de su nacimiento…

La extrapolación de complejidad y completitud desde lo aparentemente simple es absolutamente milagrosa.

Un rasgo curioso, sin embargo, es la postura. El estado más temprano, la forma rizada y plegada del feto está llamativamente fuera de sincronía con la postura erecta del ser humano. La explicación obvia es el espacio limitado en su morada temporal dentro del útero. EL jasidismo ofrece una explicación más profunda.

La funcionalidad del cuerpo nonato es limitada. Más significativamente, la cabeza está inclinada abajo entre las rodillas. Este estado flácido también es indicativo de una falta de conciencia -la funcionalidad del cerebro, en el sentido de actividad mental. La función dominante del cuerpo es la del estómago, atado por el cordón umbilical a la madre. El crecimiento y mantenimiento del feto se realiza a través de esta asombrosa “manguera” que lo alimenta directamente. Sólo cuando tiene lugar el nacimiento, espontáneamente las otras funciones potenciales se activan con el primer llanto del recién nacido. La cabeza se alza y los músculos del cuello le dan apoyo. El cordón se corta y el estado de independencia se establece.

Las enseñanzas jasídicas de la Kabalá comparan al bebé nonato con el estado actual del mundo y la historia. La Torá hace notar que “tenemos ojos pero no vemos, orejas pero no oímos”, como lo hace, sustancialmente, un niño nonato. 

Nuestra conciencia está muy limitada, como se evidencia por la pequeña porción del cerebro que usamos actualmente –estimada en un 5% de su potencial. Tendemos abuscar entender la mecánica de la vida, y nos esforzamos para comprender su propósito. El nuestro es un acercamiento frío y cerebral al funcionamiento del mundo. Esto es semejante al estado de actividad y visión del feto dentro del vientre.

La Kabalá nos dice que una fase de “explosión espiritual” surgirá de repente –una combustión espontánea de visión y conciencia más elevada, estado conocido como Mashiaj. Como el nacimiento de un niño y la transformación de un feto plegado en un ser humano sensible y derecho, de la misma manera la humanidad se volverá un mundo de conocimiento más elevado y los soportes espirituales de la realidad se volverán abiertos y claros. El otro 95% del cerebro funcionará con todo nuestro potencial para percibir las realidades más profundas. El estado de unidad y unicidad será evidente, produciendo un estado de equilibrio nunca antes experimentado.

Las enseñanzas de Jasidut describen este fenómeno como el equilibrio emergente de los tres patriarcas: Abraham, Itzjak, y Iaakov, manifestando su contribución espiritual al embrión que supimos ser. Los patriarcas proporcionaron la “semilla” espiritual de la cual evolucionamos. Es su aporte que se manifestará y revelará próximamente, produciendo una profunda auto-realización.

A través de nuestro autodominio e introspección estamos preparándonos constantemente para esta transformación, y en esta búsqueda de una conciencia más elevada, nos volvemos los catalizadores activos en la aceleración del proceso.

CONTEMPLACIÓN: El aspecto de la personalidad de Abraham es su naturaleza compasiva. El aspecto de Itzjak  es su fuerza y resolución. El de Iaakov es su sentido de verdad y equilibrio. Pasá tres días consecutivos enfocado y alerta a cada uno de estos tres elementos espirituales, uno por uno, secuencialmente durante los tres días. A medida que se va dando cuenta del lugar que ocupan dentro suyo, comprométase a fortalecerlos y a re-equilibrarlos, fijándose si falta alguno o alguno está funcionando a medias.

MEDITACIÓN: Pensá  en una idea. Rastreala hasta su nacimiento. ¿Cómo la pensasteó? ¿De dónde vino? ¿Cuál fue el espacio espiritual – el potencial que permitió concebir el pensamiento? ¿Qué características “patriarcales” se invirtieron en esta disposición del pensamiento a su código genético? ¿Cómo traspusieron el tiempo, el espacio y la persona, para volverse un aspecto de su personalidad? ¿Dónde residían antes en sus padres, y sus padres, y sucesivamente? Permanecé en un estado de asombro y admiración del misterio de la creación.

Laibl Wolf

Sopa de Zucchini

Ingredientes:

– 2 cucharadas de aceite de oliva

-6 Zucchinis grandes u ocho chicos, pelados y cortados en dados

-1 cebolla cortada en cuadrados

-1 papa cortada en cuadrados

-6 vasos de caldo 

-1 cucharada de maizena diluida en 2 cucharas de agua

-1 cuchara de azúcar

-1 cucharita de vinagre

– sal y pimienta a gusto

Procedimiento:

Poner en una olla a calentar el aceite. Una vez que está caliente, agregar los zucchinis, la cebolla y la papa. Cuando se haya cocinado todo, agregar el caldo, la maizena diluida,  el azúcar, el vinagre y sal pimienta a gusto.

Dejar cocinar por media hora. Una vez que esté frío, procesar.

Para comer, volver a calentarlo.

Todo sobre el Tabernáculo

El significado del Arca (Arón) en el Mishkán

Por Israel Cotlar

PREGUNTA:

Durante las pasadas semanas me ha sido muy difícil concentrarme en las lecturas semanales de la Torá. Me encuentro hojeando los intrínsecos detalles de la construcción del Mishkán, el Tabernáculo móvil que los judíos habían construido en el desierto.

No soy un historiador, ni arquitecto, y no estoy muy interesado en cuántos hilos han sido cosidos. ¿Cómo me reconcilio a lo tedioso de estos versículos? ¿Qué se supone que debo aprender de estas enseñanzas?

RESPUESTA:

Me alegra que lo preguntes. Es un signo de que estás estudiando la porción semanal de la Torá correctamente, fijándote en lo que te enseña hoy, y no simplemente dando vuelta las páginas como si la Torá fuese un Libro de Historia Judía.

Comencemos por un principio general:

La Torá sólo menciona aquello que sirve como lección para siempre. 

Así es que, el hecho de que la Torá nos cuente sobre el Mishkán con tanto detalle significa que hay mucho para aprender de ello.

La clave aquí es que cada ítem en el Mishkán físico tiene su contraparte en nuestras propias vidas, el “Mishkán” privado que cada uno construye dentro suyo. 

El versículo mismo sugiere esto cuando da la primera instrucción al pueblo judío sobre el Mishkán: “Harán para Mí un santuario y Yo moraré dentro de ellos”. ¿Por qué el cambio de singular a plural? Rabí Ieshaia Horowitz (1558-1628), conocido como el Shaló, explica que el versículo no dice que Di-s morará “dentro de cada uno”, refiriéndose al Mishkán, sino que dice “en medio de ustedes”, refiriéndose al Mishkán que hay dentro de cada uno de nosotros.

Las enseñanzas de los Jasidim están llenas de conexiones entre los intrínsecos detalles de la construcción del Mishkán y los contenidos, y el Mishkán personal que hacemos en nuestras vidas.

Tomemos un ejemplo: el Arca.

El Arca misma estaba hecha de madera. Y, el versículo (Éxodo 25:11) nos dice: “Y le harás una capa de oro puro, por dentro y por fuera”.

Los judíos cumplieron con esta directiva al hacer tres cajas metidas una dentro de otra. La caja más grande y visible estaba hecha de oro puro. Dentro de ella, había una caja de madera de acacia. Luego una segunda caja de oro era puesta dentro de la de madera. Así, la caja de madera del medio estaba cubierta de oro por fuera y por dentro.

¿Qué nos enseña esto sobre nuestro Mishkán personal?

Nosotros también tenemos tres capas:

La dimensión más interna del alma es de “oro puro”. Esta es nuestra “chispa Divina”, aquella parte de nuestro subconsciente que nunca puede ser contaminada, como el oro, que es un elemento inorgánico no sujeto a cambios.

Después, viene una parte más visible de nuestra alma: nuestra personalidad. Sentimientos, actitudes, humores…la parte de nosotros que fluctúa constantemente. Como la madera, que puede ser exquisita y bella (nuestros momentos espirituales, ideales), o putrefacta (los momentos llenos de depresión y deseos negativos).

Finalmente, está nuestra arca externa, aquella visible para todos: nuestro comportamiento. Idealmente, esto también es de oro.

Hay dos lecciones aquí:

Reconocemos que la capa del medio hecha de madera, tiene sus momentos oscuros. Y está bien. Sin embargo, se nos instruye controlar nuestras tentaciones y mostrar un oro brillante. A pesar de lo que pasa adentro, nuestras acciones están bajo jurisdicción.

Nunca debemos sentirnos hipócritas cuando hacemos una buena acción. Al contrario, es el nivel del medio que no es nuestra verdadera esencia; el oro que mostramos afuera simplemente refleja quienes somos en nuestro nivel más profundo.

Esto es sólo un ejemplo. Hay incontables lecciones para aprender del diseño del Arca. Lo mismo ocurre con los otros recipientes, así como con todo el diseño del Mishkán. Así que puedes ver, que con un poco de esfuerzo y estudio, estos versículos pueden ser entendidos, de hecho, como si te hablaran directamente a ti.

Nuestras dignas tiendas

El Talmud hace las más incómodas preguntas: ¿Qué quiso decir Bilám ? ¿Cuáles fueron esas maldiciones que se transformaron en bendiciones?

Quiero decir, todos oímos la historia de cómo el Rey Balak convoca a Bilám  para maldecir a los Hijos de Israel y cómo Di-s transforma las maldiciones en la boca del pérfido profeta en bendiciones. Leemos los versos que fluyen de los labios de Bilám  que incluyen algunas de las más delicadas palabras jamás dichas sobre el pueblo judío. Hermosa historia; pero el Talmud pregunta: ¿Qué quiso decir Bilaam? ¿Cuáles fueron esas maldiciones que se transformaron en bendiciones?

Bueno, sigue la lógica Talmúdica, si las maldiciones se transformaran en bendiciones, entonces las maldiciones hubieran sido lo diametralmente contrario de las bendiciones. Si deseamos saber lo que Bilám  quiso decir, debemos echar una mirada más profunda a las palabras que realmente masculló.

¿Qué bendijo Bilám ? Que grandes reyes se levantarían en Israel, estableciendo una dinastía que se extenderá por generaciones y nunca se interrumpirá; que Israel será para siempre soberana en su tierra, la más grande y poderosa entre la familia de las naciones, la Presencia Divina morará en ella, guiando a la humanidad en su búsqueda de sabiduría y servicio a su Creador. Así que, ¿qué quiso decir Bilám? Exactamente lo contrario: los reyes de Israel caerán, su dinastía real se cortará, su soberanía cesará, la Presencia Divina en su Santo Templo partirá, su poder fracasará y su liderazgo desaparecerá.

Pero el Talmud no lo deja todo así nomás. Insistiendo en ese punto, pregunta qué pasó al final. En la era del rey David y del rey Shlomó se cumplieron las bendiciones de Bilám . Pero luego todo empezó a caerse en pedazos. La gente abandonó a Di-s, la nación entró en conflicto; la dinastía Davídica fue destronada, el Santo Templo destruido, el orgulloso pueblo expelido de su tierra, subyugado y perseguido por siglos.

¡Así que al final prevalecieron las maldiciones de  Bilám prevalecieron! Di-s las transformó en bendiciones, pero nosotros las volvimos a transformar al formato original de Bilám . La hermosa historia terminó en ruin final.

Pero hay una bendición que hemos retenido. “¡Qué dignas son tus tiendas, Iaakov” proclamó Bilám desde las alturas de Peor. Éstas, dice el Talmud, son las casas de rezos y las casas de estudio plantadas en el corazón de cada comunidad judía.

Estas tiendas y moradas nunca se desarman. Después de dos docenas de siglos como “los hijos desterrados de la mesa de su padre,” todavía cumplimos con Di-s tres veces por día en nuestras casas de rezos. Treinta y tres siglos después de Sinaí, la Torá todavía se estudia, se expone y se debate en nuestras casas de estudio.

A esta bendición nos hemos aferrado vehementemente. Y esta bendición restaurará para nosotros todas las demás.

Yanki Tauber