ESPECIAL DE GUIMEL TAMUZ - ROSH JODESH TAMUZ
Para pensar, compartir con amigos y llevar a la práctica.
EL REBE ENCONTRARÁ LA MANERA DE RESPONDER
En 1950, tras el deceso del Rebe anterior, el Rebe dijo que había que seguir escribiéndole y pedir sus bendiciones, “y él ya encontrará el camino para responder”. De esa manera nos conducimos también hoy.
Quien se encuentra cerca, acude personalmente a leer su pedido de bendición ante la sepultura del Rebe. Desde la distancia, envían sus pedidos a la dirección usual.. El fundamento de esta actitud radica en lo explicado en la literatura cabalística y jasídica, que precisamente ahora el Rebe está más cerca de nosotros que antes. Si cuando
vivía entre nosotros su insigne sagrada alma se encontraba investida en un cuerpo material, pues ahora esta limitación ha desaparecido y el vínculo con el Rebe ha sido liberado de las restricciones de tiempo y espacio Reb. Avraham Gluck era un exitoso contratista de iluminación inglés con intereses en muchos países europeos.
También fue un dedicado seguidor del Rebe.
En una audiencia privada, el Rebe le dijo que cada judío es como una lámpara, esperando que otro judío lo ayude a brillar. Su misión, recalcó el Rebe, era difundir la luz espiritual y la luz eléctrica en todo el continente.
Reb. Gluck se dedicó a este propósito con auto sacrificio y, como resultado, hay Batei Jabad en Hungría, Alemania y España.
Una vez, Reb. Gluck se encontró con
una dificultad particular. Su reacción natural fue consultar al Rebe, y el Rebe respondió con una carta que ofrecía bendiciones y consejos.
Además de su visión para los negocios, el señor Gluck era un padre devoto.
Mantenía una correspondencia constante con su hijo Herschel, que en ese momento estaba estudiando en Francia.
Uno de los puntos que trató de compartir con él fue que comprendiera la fuerte relación del Rebe‐jasid y quiso mostrarle a su hijo la carta que el Rebe le había enviado.
Como no se sentía cómodo enviando la carta del Rebe por el correo ordinario, cuando un estudiante francés de la Ieshivá apareció en Inglaterra, le pidió que entregara la carta a su hijo.
El estudiante estuvo de acuerdo y tomó la carta. Pero sucedió que no tuvo la oportunidad de entregarla de inmediato. La dejó de lado, la colocó en un libro y luego se olvidó.
Casi 20 años después, y alrededor de seis años después del fallecimiento de Reb.
Avraham Gluck, su hijo pasó por la misma dificultad que su padre.
Como un jasid dedicado, a pesar de que desaparición física del Rebe, él también escribió una carta al Rebe.
Por esa época, un jasid francés estaba poniendo los libros en su estudio en orden.
Mientras lo hacía, notó una carta insertada entre las páginas.
En su próximo viaje a Inglaterra, llegó tímidamente a la casa del hijo de Reb. Gluck. Sabía de la muerte del jasid, pero sentía que su hijo apreciaría tener la carta que el Rebe había enviado a su padre.
Se disculpó profusamente y le dio la carta.
El hijo de Reb. Avraham aceptó sus disculpas y le dio las gracias. Luego, con gran curiosidad, abrió la carta que el Rebe había enviado a su padre.
Había una bendición y un consejo que sirvieron como la respuesta más apropiada a la carta que había escrito recientemente.
No hay manera de no apreciar el funcionamiento de la mano de Di‐s en esta narración.
Y uno solo puede asombrarse de cómo el Rebe “responde” a aquellos que buscan conectarse con él.
LA PARSHÁ EN PROFUNDIDAD, de las Palabras del Rebe de Lubavitch
LO MEJOR
Dice en Koraj: “Y Di‐s le dijo a Aarón… Todo lo mejor (jelev)… las primicias… que ofrecerán al Señor, estos te he dado”
De todas las ofrendas que traía el pueblo judío, los kohanim (sacerdotes), descendientes de Aarón, debían recibir solo las mejores.
Estas contribuciones consistían en todo tipo de productos básicos y eran solo de la más alta calidad. “Jelev”, generalmente traducido como el “mejor”, es literalmente la parte más gorda del animal.Los primeros frutos son también los productos más selectos.
El pueblo judío ofrecía solo lo mejor de su cosecha y recursos a Di‐s, y como leemos en nuestra porción, Di‐s ordenó que se les dieran a los Kohanim.
Maimónides escribe: “La ley, en lo que se refiere a todo lo que es por el bien de Di‐s, es que debe provenir de lo mejor y lo superior. Por ejemplo, cuando se está alimentando a una persona hambrienta, se le debe servir lo más sabroso y la comida más dulce en la mesa.
Cuando se viste a un hombre pobre, se le debe dar la ropa más bonita. Cuando se construye una casa de plegaria, el edificio debe ser más hermoso que la morada privada de uno, ya que dice: ‘Todo lo mejor para el Todopoderoso”
De todas las comodidades que una persona posee ‐ comida, ropa y refugio ‐ la más fina y mejor debe dedicarse a asuntos de santidad.
Sin embargo, hay otra mercancía para dedicarle a Di‐s: el tiempo.
El tiempo es extremadamente valioso; Por lo tanto, es apropiado que además de las bendiciones materiales de uno, la persona dedique la mejor parte del día a Di‐s. La mañana, el comienzo del día, es el momento óptimo del período de 24 horas. Por la mañana, la mente de la persona está más tranquila.
Todavía no le preocupan los problemas que puedan afectarlo más tarde. Por tanto, la mañana es el momento más apropiado para dedicarse a los asuntos sagrados. El Rebe Anterior explicó el versículo “Del primero de tu masa… darás una ofrenda a Di‐s” de la siguiente manera:
La palabra hebrea para masa, “arisa”, también significa cuna o cama.
De esto aprendemos que tan pronto como una persona se despierta,
debe dar una “ofrenda” a Di‐s, una ofrenda que consiste en la primera y mejor porción del día.
Esto se logra de varias formas, una de las cuales es agradecer a Di-s inmediatamente después de levantarse declarando “Mode Ani ‐ Te ofrezco gracias…”.
Otra forma es reservando la primera parte del día para la oración y el estudio de la Torá. Lo mejor de lo que poseemos (comida, ropa, vivienda y tiempo) debe reservarse para nuestro servicio Divino. Y de esta manera mereceremos el cumplimiento de la Bendición Sacerdotal, “Que el Señor te bendiga y te guarde”.
Likutei Sijot, Volumen 2
UN MOMENTO
Un grupo de estudiantes judíos entró cierta vez a la oficina del Rebe para escuchar su opinión acerca de diferentes áreas de su ocupación.
Hacia el final de la entrevista uno de ellos preguntó: “¿Es cierto lo que dicen, que el Rebe tiene poderes sobrenaturales?”
El Rebe respondió con simplicidad:
“En cada judío está el potencial de dominar la naturaleza. Tiene un alma divina que está ligada al Creador infinito.
Por intermedio de la Torá y las Mitzvot, el hombre puede unirse a Di‐s, elevarse por encima de la naturaleza y realizar cosas consideradas maravillosas.
La pregunta es sólo en qué medida
concreta este potencial que tiene dentro
de sí”.
JUDAÍSMO PRÁCTICO
3 DE TAMUZ (GUIMEL TAMUZ)
Este año el martes 3 de Tamuz, 9/7, se conmemorará el trigésimo año de la desaparición física del Rebe de Lubavitch.
Por más de 40 años dirigió el movimiento Jabad y toda su vida la dedicó a enseñar Torá a todos y acercarlos al Todopoderoso y se ocupó del bienestar de cada uno.
Difundiendo y llevando la llama del judaísmo a los rincones más alejados
del planeta. Centenas de consultas diarias de los más diversos temas llegaban a su oficina.
Aunque el Rebe físicamente no está, es posible conectarse con él a través del estudio de sus enseñanzas o
enviando una carta al lugar de su descanso (Ohel).
Ya que seguramente el pastor no abandonó su rebaño, seguro aun hoy sigue preocupándose por cada uno de nosotros y bendiciéndonos desde el
Gan Eden.
En este día, dado que es el día de su Iortzait, se manifiesta en el mundo un ascenso espiritual, por ello es apropiado estudiar de algunas de sus muchas enseñanzas, encender una vela de Iortzait y rezar con minian en el Templo.
Muchos acostumbran enviar una carta o mandar un fax a ser depositada en el Ohel. En ella pedimos por nuestras necesidades espirituales y físicas y la de nuestros seres queridos.
Cabe destacar que cada año viajan de todas partes del Mundo miles de personas para estar junto a él en este día. Quien desee puede hacerlo dirigiéndose a:
http://www.ohelchabad.org
Fax number:
(718) 723‐4444
e‐mail: info@ohelchabad.org
LO QUE SIEMPRE QUISE PREGUNTAR
¿ES KASHER LA MEDICINA ALTERNATIVA?
Los símbolos chinos en rei kai son instrumentos de avodá zará, idolatría, y no deben ser usados. Asimismo, está prohibido utilizar el péndulo para diagnosis.
Es aceptado utilizar el alef beit (con la intención de rezar) para pedir salud; pero, bajo ninguna circunstancia debe darse un nombre foráneo a estas formas de curación, como rei kai (judío), Di‐s lo prohíba. El Tai Chi, es prohibido. Estas prácticas, obtienen o manejan fuerzas de fuentes impuras. Toda sabiduría debe provenir de la Torá. El yoga tiene una energía negativa que está conectada con la idolatría, y es inaceptable, incluso si la persona que lo practica no tiene estos pensamientos negativos.
El “reclamo” de que estos métodos de curación,
son parte de las antiguas enseñanzas que Abraham envió al este con sus hijos, no es serio.
Son los “regalos” que Abraham mandó al este a sus hijos no judíos (de su sierva Ketura), practicantes de la idolatría, eran de hecho “nombre impuros [mantras]”, es decir, nombres y prácticas para la espiritualidad impura.
No son para los judíos, descendientes de Itzjak y Iaakov.
Abraham mando lejos a estos hijos extraños, para prevenir que se mezclen con ellos.
Todo lo que hay en “el otro lado”, tiene su paralelo en el “lado de santidad”.
Sumado a las prácticas espirituales (y físicas), que recibimos de nuestros patriarcas y del Sinaí, uno de los poderes esenciales inherentes a la Torá, es su habilidad de “depurar” y “redimir” las chispas Divinas caídas, esparcidas en el mundo, especialmente en las vestimentas foráneas de la sabiduría y las prácticas espirituales no judías.
El comienzo de todo proceso de “depuración” basado en la Torá, es abandonar el “nombre” no judío, (inherente a su origen espiritual) unido e identificado con la sabiduría o práctica a depurar.
Un “nombre” denota un “camino” y filosofía completos. “Depuración” se asocia siempre a (buenos) “puntos” o propósitos, nunca a un “camino” completo en el que los “propósitos” están en exilio.
Por eso, el mismo uso del nombre “yoga, tai chi, etc.”, tanto precedido por la palabra “judío” o no, no permite la verdadera depuración. De hecho, la yuxtaposición de los dos términos “yoga judío” es shaatnez, una combinación inapropiada.
MENSAJE PARA LA VIDA
Al llegar al Ohel, mi chofer me recomendó que escribiera un pidion nefesh, una “redención del alma”, para colocarlo en la tumba del Rebe.
NUNCA SE SABE
No me disculpo por mi devoción al jasidismo y a Jabad con su incansable labor de difusión y su bienvenida sin prejuicios a los judíos de todas las profesiones y orígenes.
Dos años antes de su desaparición física, el Rebe se convirtió en mi “salvador”. En apenas 30 segundos, me acarició el brazo y me ofreció orientación en el momento más deprimente de mi vida.
Esas pocas palabras, marcaron el comienzo de mi restauración emocional y espiritual e intervinieron en mi inminente suicidio.
Eso fue entonces. Déjenme contarles sobre mi reciente experiencia trascendental ‐o espeluznante, según cómo la miren‐ con el Rebe:
Hace unos meses, pasé una semana en Nueva York trabajando en un proyecto. Por casualidad, mi chofer al aeropuerto era un joven de Jabad. Al ver mi kipá, me preguntó si había visitado el Ohel (la tumba del Rebe).
Le dije que no, pero que, si tuviéramos tiempo, me gustaría presentarle mis respetos. Sabiendo que la gente acude en masa al Ohel para pedir la intercesión del Rebe, y recordando su consejo salvador para mí 13 años antes,
era lo mínimo que podía hacer.
Al llegar al Ohel, mi chofer me recomendó que escribiera un pidion nefesh, una “redención del alma”, para colocarlo en la tumba del Rebe. ¿Qué daño podría hacer?, pensé.
Entonces, oré por la paz universal y por la seguridad de mi familia.
Luego, pedí algo fuera de lo común: tres años antes, había dejado mi congregación en Greenville en circunstancias ásperas.
Muchos congregantes se habían quedado enojados.
Poco a poco, algunos me habían perdonado y nuestras relaciones se habían reanudado lentamente. Para otros, la ira todavía ardía.
Pero, los Goldberg (nombre cambiado), con quienes éramos muy cercanos y cuya amistad apreciamos, dejaron de hablarnos y se negaron a todas las súplicas de perdón; ni siquiera respondían llamadas, notas, correos electrónicos, o respondían a los mediadores.
Entonces, oré para que hubiera reconciliación con los congregantes que todavía estaban distanciados y, en particular, por el perdón de los Goldberg.
Dejé caer la nota desmenuzada, como es costumbre,sobre la tumba del Rebe y noté que eran las 6:00, hora de partir hacia el aeropuerto.
Poco después, llamé a Linda para decirle que el avión salía a tiempo. “Nunca adivinarás quién llamó”, anunció Linda. “Los Goldberg”.
Sorprendido, le pregunté si había alguna razón en particular. “No. Una sorpresa increíble. Sólo querían saludar”.
“¿Y recuerdas a qué hora llamaron?”
“Debían ser las 6:05”. Nunca lo sabremos Por favor, comprendan mi propósito. Dejando de lado mis sentimientos personales, contar esta maravillosa historia no es para convencer a nadie de creer en milagros, ni que yo era digno de la intercesión Divina.
Sólo tengo un propósito: decirle a la gente presumida o que duda que nunca lo sabemos. Esperamos, y nunca lo
sabemos.
Con tanta frecuencia nos vemos frustrados. La vida nos cansa y nunca lo sabemos. El sol aún puede brillar desde el abismo. ¿Un viaje fortuito al Ohel? No lo creo.
Marc Howard Wilson es rabino, columnista y consultor de relaciones comunitarias y diseño organizacional.
Esta columna apareció en el Charlotte, NC Observer.
Una de las cualidades de Aharón el Cohen era la de amar la paz y perseguirla. La bendición de los Cohanim nos sugiere que los Cohanim bendicen al pueblo de Israel para que posean las virtudes de Aharón, y que sean también amantes de la paz y la persigan.
(Jozé de Lublín)