¿Cuáles son los 7 preceptos Rabínicos?

Di-s le entregó a la nación judía 613 preceptos en la Torá. Hay siete mandamientos adicionales que los profetas y rabinos de las antiguas cortes judiciales iniciaron durante el primer milenio luego de la entrega de la Torá en el Monte Sinaí. Los rabinos también instituyeron varios decretos adicionales con el propósito de preservar los 613 mandamientos originales.

Cuando una corte rabínica instituye un nuevo precepto o decreto, y es aceptado por la nación Judía, se hace parte de la Torá y el Judaísmo. De hecho, la Torá declara: “Según la ley, ellos (las cortes rabínicas) te instruyen, y según el juicio que ellos te dicen, harás, no te desviarás de la palabra que te dicen, tanto a la derecha como a la izquierda”. Así, la Torá nos ordena que prestemos atención a las instrucciones de los grandes tribunales rabínicos.

A continuación los siete preceptos rabínicos:

Recitar el Halel

La Mitzvá de recitar el Halel, consiste en proclamar los salmos 113-118, los cuales alaban a Di-s, en ciertas ocasiones especiales.

Halel es recitado en las festividades de Sucot, Shmini Hatzeret (Simjat Torá), Janucá, Pesaj y Shavuot, para demostrar gratitud a Di-s por los milagros que conmemoramos en dichos tiempos. Cada una de estas festividades, celebran el milagro que Di-s realizó para el pueblo Judío. Una de las maneras de expresar gratitud es recitar el Halel. También hay una costumbre de recitar el Halel en Rosh Jodesh.

Bendiciones

Los rabinos escribieron varias bendiciones de alabanza y gratitud a Di-s para ser recitados en todo tipo de ocasiones. Hay numerosas bendiciones que se dicen antes de tener algún placer, tanto sea comiendo, bebiendo u oliendo fragancias. También hay bendiciones que se recitan antes de hacer una mitzvá. Cada categoría de comida o aroma, y cada mitzvá, tiene su propia bendición prescrita.

También hay bendiciones que se dicen al presenciar un fenómeno natural espectacular, como al ver una estrella fugaz. Otras para cuando se regresa a un lugar donde le ha ocurrido un milagro a uno mismo o a sus antepasados, al ver a un amigo después de un largo período de tiempo, al entrar a un cementerio, al ver una persona hermosa, al ver ciertos animales, etc.

Lavarse las manos antes de comer

Antes de comer pan uno debe lavarse las manos de una manera prescrita. La razón de esto es que los alimentos Sagrados y las ofrendas del Templo no debían comerse con impureza ritual. Los rabinos decretaron que, debido a que la gente está constantemente tocando todo tipo de cosas, las manos deben ser tratadas como si fueran impuras. La manera de librarse de esta impureza es a través de este lavado de manos ritual. Para asegurarse de que las manos sean lavadas antes de comer alimentos sagrados, los rabinos extendieron esta ley y decretaron que uno debe lavarse las manos cada vez que se come pan.

Eruv en Shabat

Los rabinos impusieron ciertas restricciones al Shabat y a las festividades. El “eruv” es un mecanismo que hace que estas restricciones sean más permisivas. Hay tres clases de “eruv”:

En Shabat, la Torá prohíbe cargar cualquier cosa desde un área cerrada a un área abierta, o viceversa. También está prohibido cargar más de cuatro codos (2 metros aprox) en un área pública abierta, conocida como “Reshut Harabim”. Los rabinos extendieron esta prohibición a un área menos pública, conocida como Karmelit. Por lo tanto, no se puede cargar a un bebé o un libro de una casa a la calle (Karmelit), o viceversa. El propósito del eruv es solucionar esta extensión de la prohibición.

El Eruv transforma todo el área en el que uno desea cargar, en un dominio cerrado. Uniendo los dominios públicos y privados, es posible cargar, como así también lo es dentro de una casa. El Eruv puede ser lo suficientemente grande como para abarcar barrios enteros, o también puede ser en un área pequeña, como ser la entrada a una casa.

Hacer el Eruv es un proceso de dos pasos. En primer lugar, se realiza un cercamiento técnico de una serie de paredes, cuerdas montadas en postes, colinas empinadas o cables.

El siguiente paso es que todos los que viven dentro del cercamiento posean comida en común. Esto se puede lograr recolectando una pequeña cantidad de comida de todos los judíos que viven dentro del cerco, o por una persona que da algo de su alimento a los otros. Debido a que la zona está cerrada, y los residentes están compartiendo comida (aunque simbólicamente), se considera como una casa, en donde cargar es permisible.

2. El segundo tipo de Eruv es llamado “Eruv Tjumim”. En Shabat y Festividades, los rabinos prohibieron caminar más de 914 metros desde la residencia más apartada de una ciudad. Si uno desea caminar más allá de esa distancia en Shabat, se debe crear una residencia temporaria en aquella zona. Esto extiende la frontera de la ciudad y permite que uno camine hasta 914 metros de esa residencia temporal. La manera de crear esta residencia es colocando comida más allá del borde de la ciudad antes de que comience el Shabat o la festividad.

3. El tercer Eruv es el llamado “Eruv Tavshilin”. Una de las diferencias entre las Festividades y Shabat, es que en las Festividades uno tiene permitido cocinar desde una llama preexistente, mientras que en el Shabat está prohibido. Sin embargo, incluso en las festividades, uno puede cocinar únicamente lo que será consumido durante ese día. El problema ocurre cuando una festividad acaece un viernes. ¿Cuándo se prepara para Shabat?

Uno no puede prepar comida en una festividad para el día siguiente, y cocinar en Shabat tampoco es permisible. Para resolver esto, los rabinos decretaron que deben prepararse dos alimentos y reservarlos para Shabat antes del día festivo, sirviendo simbólicamente como el comienzo de la preparación de la comida para el Shabat. Por lo tanto, cualquier cocción subsiguiente realizada en la festividad, es considerada una continuación y finalización de la preparación que se inició anteriormente, y por lo tanto está permitido. La comida que se prepara antes de la festividad para este fin se conoce como “eruv tavshilin”.

Velas de Shabat

Los viernes por la noche, justo antes del comienzo del Shabat, cada hogar judío debe encender una vela (generalmente por lo menos dos) en honor al día especial. Las velas también son encendidas antes de que comience Rosh Hashaná, Iom Kipur, Sucot, Shemini Atzeret (Simjat Torá), Pesaj y Shavuot. Los rabinos introdujeron esta práctica para asegurar de que el Shabat y las festividades fueran pacíficas y tranquilas, sin que la gente se tropezara en la oscuridad.

Purim (Meguilá)

En el año 355 AEC, la nación judía fue salvada, milagrosamente, por la Reina Ester y Mordejai de la exterminación. Los Sabios de esos tiempos, a pedido de la Reina Ester, instruyeron que todos los judíos celebraran una alegre festividad llamada Purim, el 14 (15) del mes de Adar, día de aniversario de la salvación.

Hay cuatro preceptos de Purim que son parte de la celebración. La dramática historia fue escrita en la Meguilá de Ester. Leemos la Meguilá la noche de Purim, y también al día siguiente. Las otras Mitzvot de Purim son: realizar un festín, dar dos regalos alimenticios a otro judío, y dar dinero a por lo menos dos necesitados.

Janucá

Esta festividad fue promulgada en el primer aniversario de la victoria de los Macabeos sobre el ejército griego en el año 139 AEC. Cuando los judíos regresaron al Templo Sagrado después de la guerra, encontraron sólo una pequeña vasija de aceite para encender la Menorá. Milagrosamente, el insuficiente aceite alcanzó para ocho días.

En Janucá celebramos la victoria del pequeño ejército judío recapturando el Templo Sagrado, y el milagro de la pequeña vasija de aceite.

Janucá dura ocho días, comenzando el 25 del mes de Kislev, que es cuando los judíos regresaron jubilosamente al Templo para repararlo, y cuando ocurrió el milagro del aceite. Los preceptos de Janucá son encender la Menorá y recitar Halel en agradecimiento a Di-s por los milagros que realizó.

Por: Yejeskel Posner

La Rebetzn

En el año 1950, después de la desaparición física de  Rabí Iosef Itzjak Schneerson, el liderazgo del movimiento de Jabad-Lubavitch mundial pasó a manos de su ilustre yerno, Rabí Menajem Mendel Schneerson, marido de su hija menor, la Rebetzn Jaia Mushka. 

Es bien conocido el hecho que a pesar de la negativa inexorable inicial del Rebe de aceptar la responsabilidad del puesto, fue su esposa, la Rebetzn Jaia Mushka que, a pesar del gran sacrificio personal que esto traería consigo, influyó en él para aceptar el puesto con todas sus adversidades públicas y privadas. 

Ella fue firme: “Es absolutamente inconcebible que los treinta años de total auto- sacrificio y logros de mi padre fueran, Di-s no lo permita, en vano…”

Erudita y mujer sabia, la Rebetzn Jaia Mushka ocupó el venerado y exaltado lugar de un modo absolutamente humilde y modesto. Toda su vida cumplió el ideal del Salmista: “Todo el honor de la hija de un rey está dentro”. Al llamar a la oficina del Rebe a “770” (Central Mundial de Jabad Lubavitch) o llamando por teléfono a una muchacha de la escuela secundaria enferma al internado para saber cómo se sentía, siempre se refería a sí misma simplemente como: “La Señora Schneerson, de President Street”.

Afectuosa y atenta a todos, la Rebetzn vio su papel como totalmente consagrado al trabajo de su marido. Incluso cuando transmitía los consejos de su esposo a aquellos que buscaban su guía a través de ella, repetía sus palabras con precisión, asegurándose que se entendió exactamente cómo el Rebe pensó.

Jaia quiere decir vida; Mushka, es una especia aromática.

Acerca de la importancia de colocar el nombre a una niña en honor de la Rebetzn, el Rebe dijo una vez: “Se puede demostrar que ‘sus hijos están vivos’ tomando una lección de su conducta, y conduciéndose en su espíritu, en su actitud de mesirut nefesh (auto-sacrificio)”.

“Más aún, al nombrar a una niña en su honor, y educandola para seguir su ejemplo. Después de todo, éste es el aspecto más básico de ‘sus hijos están vivos, y también ella está viva’…”

La Rebetzn no tuvo hijos propios, pero cuando un niño que la visitaba en su casa le preguntó: “¿Dónde están sus hijos?” ella contestó: “¡Los Jasidim son mis hijos!”.

Miles de mujeres y niñas alrededor del mundo llevan orgullosamente su nombre.

Diezmo

La Torá nos ordena separar el diezmo de nuestras ganancias y entregarlo a caridad. 

Dar el diezmo, dicen nuestros sabios, trae bendición y abundancia material. 

¿Cómo calculamos el diezmo?

Asalariados: En el caso de una persona que es asalariada el cálculo es muy sencillo. Se calcula el diezmo sobre el sueldo neto (vale decir luego que se descontaron los impuestos, obra social y jubilación, etc.).

Autónomos: En el caso de quien es autónomo, es decir que presta sus servicios y los factura abonando al estado sólo un monotributo. Entonces el diezmo será calculado luego de descontar de los ingresos todos aquellos gastos vinculados directamente a su actividad. Esto incluye impuestos, jubilación, obra social, seguro de vida, A.R.T, la compra y mantenimiento de los instrumentos de trabajo. Estos cálculos pueden ser mensuales, o semanales según le sea más cómodo.

Actividad Comercial ó Productores: Quienes desarrollan una actividad comercial o son productores. Deben calcular el diezmo restando a los ingresos generados por las ventas todos los costos directamente relacionados con la venta o producción. Estos son: materia prima, sueldos, alquileres, impuestos, energía, publicidad, comisiones, transporte, etc.

Quienes por lo complejo de las operaciones comerciales no puede determinar cuánta es exactamente su ganancia neta, obrará de la siguiente manera; todo dinero que extrae de sus negocios para sus asuntos personales; ahorros, etc. Deberá sobre este valor retirar el diezmo para caridad.

A quienes hacen solamente un balance anual, vale decir que sólo a fin de año sabrá realmente a cuánto asciende su ganancia, recomendamos que mensualmente entregue a la caridad un monto aproximado y al fin del año cuando conoce los resultados exactos ajustará el diezmo para que sea exacto.

por el Rab. Iosef  Feigelstock

Los consumidores de Maná

Algunos datos sobre el maná: parecía una pequeña semilla, redonda, blanca. Descendía por la noche, intercalada entre dos capas de rocío. Sabía a su comida favorita. No producía pérdida, encapsulando las necesidades nutritivas de su comedor tan precisamente que después de que el cuerpo absorbía lo que necesitaba, no restaba nada. (Esta última provocó que alguno de los Israelitas se sintiera un poco de náuseas por su “pan del cielo”).

Poco después que el maná empezó a bajar, recibimos la Torá en el Monte Sinai. Durante las siguientes cuatro décadas atravesamos el desierto comiendo el maná y aprendiendo Torá. Eso es básicamente todo lo que hicimos (cuando no estábamos metiéndonos en problemas). El Midrash ve una conexión directa entre nuestra dieta y nuestra ocupación, declarando que “La Torá sólo podría entregarse a los consumidores de maná”.

Después de cuarenta años de maná y Torá, cruzamos el Río Jordán a la Tierra Prometida. El estudio de Torá seguía siendo una ocupación de jornada completa sólo para la tribu de Levi (y para individuos selectos de otras tribus). Todos los demás empezaron a ganarse la vida trabajando. El maná dejó de caer, y nos cambiamos al “pan de la tierra”- el pan oscuro, voluminoso, cuadrado-el tipo de pan cuyos nutrientes y vitaminas se hallan dentro de un relleno descartable. El tipo del que se digiere en lugar de ser absorbido.

La vida es principalmente desperdicio.

Pasamos trabajando todo el día por el dinero, una hora yendo de compras, otra hora cocinando, unos minutos comiendo. ¿Y dónde va la comida? La mayoría de ella pasa derecho a través de nuestros cuerpos al sistema de la cloaca de la ciudad.

¡Nos dan 24 horas por día, la mayoría aplastante de ese tiempo la pasamos durmiendo, conmutando, buscando estacionamiento, aguardando en la línea, revisando el correo electrónico, escuchando discursos, dando excusas, charlando, haciendo un depósito, haciendo un retiro… Y entonces, en esos cinco minutos que realmente estamos haciendo algo, ¡la mitad del tiempo nos sale todo mal!

De hecho, estamos tan acostumbrados a tratar con desperdicios que cuando se nos da algo que es 100% puro oro, empezamos a buscar alguna escoria para librarnos de él. Buscamos faltas en el alma de un ser amado, agendas ocultas en las amistades más bonitas, el “otro lado” en la más virtuosa de las causas. Incluso la bondad es juzgada por ser demasiado buena para ser verdad.

Esto es por qué, dice el Lubavitcher Rebe: “La Torá sólo podía darse a los consumidores de maná”. Una nación de consumidores de pan se habría embarcado inmediatamente en un proceso de “digestión”. “Ama a tu compañero como a ti mismo”- hubieran dicho- es un material limpio, nutritivo; pero ¿”Cuidar el Shabat”? No es práctico hoy en día. Habrían separado las partes modernas de las partes “primitivas”, las partes de sentirse bien de las -no-me siento cómodo-con esta parte, los “hechos históricos” del “el folklore,” lo “científicamente corroborado” de las partes esotéricas, los “rituales” de las “restricciones”, etc. etc.

Nuestras necesidades mundanas son de consumidores de pan. Necesitamos saber para discernir, para abrazar lo bueno y rechazar lo malo, para hacer opciones morales. Pero también necesitamos saber cuándo salir de nuestro modo de digestión. Para reconocer cuándo, en un momento raro de gracia, Di-s nos dio un regalo de pura bondad y perfección. El abrirnos a Su Torá, y permitir que su totalidad nos nutra, cual el maná lo hacía.

Por Yanki Tauber

Torta Malka

¡Amantes del chocolate! Esto es para ustedes. La deliciosa torta húmeda de chocolate, conocida como Torta Malka. 

Ingredientes:

-1 taza de agua

-1 taza de cacao dulce

-1 taza de aceite

-1 taza de azúcar

-5 yemas

-2 claras

-1/4 de taza de azúcar

-1 vaso de harina leudante

Procedimiento:

Poner en una olla chica el agua, el aceite, el cacao y el azúcar; una vez que hirvió dejar enfriar.

Agregar a la mezcla anterior las 5 yemas y separar 1/4 de la preparación para su cobertura posteriormente.

A los otros 3/4 restantes agregarle 2 claras y 1/4 de taza de azúcar y un vaso de harina leudante, mezclar y llevar a un horno moderado por 20 minutos aproximadamente. Cuando la torta esta fría esparcir la cobertura. Para sumar a la decoración podés espolvorear  coco rallado, esparcir chips de chocolate o lo que vos desees.

Si te gustó la receta, compartila. 

Shabat Shirá

El Shabat que se lee la sección de Beshalaj se denomina Shabat del Cántico, la shirá que Israel entonó en el Iam Suf.

Además de la shirá, la sección contiene otros temas: el Éxodo de Egipto, el milagro de la partición del mar, los estatutos y leyes dados al acampar en Mará, el milagro de la caída del maná, la aparición del manantial que proveyó de agua al pueblo, y la guerra contra Amalek. No obstante, el tema de la shirá fue el que el pueblo judío eligió especialmente para designar a este Shabat, pues ella posee la particularidad de que cada vez que el pueblo de Israel la recita en el curso de las generaciones, es como si lo hiciera por primera vez.

¿A qué se debe esto? Todos los otros pasajes de la Torá fueron dichos por Di-s mientras Israel escuchaba, pero esta shirá la entonaba Israel, y Di-s, junto a todas sus huestes celestiales, escuchaban lo que aquellos decían. En ese momento el alma de Israel se elevó al máximo nivel de exaltación, y su corazón se transformó en un manantial del cual fluía Torá. El sonido de su voz era como el sonido de Di-s. Y más aún, este cántico de Torá que manaba desde su interior precedió a la Torá que escucharon del Todopoderoso en el Monte Sinaí.

La fuerza de la shirá que entonaron en aquel entonces hizo que el júbilo y la canción se implantaran en los corazones judíos hasta el fin de las generaciones, y toda vez que el pueblo es librado de sus enemigos y rescatado de sus tribulaciones, su corazón se inspira para entonar cánticos y alabanzas a Di-s, Su salvador, en vez de vanagloriarse en razón de su propia perseverancia. La shirá comienza con las palabras: …y hablaron diciendo (Éxodo 15:1); es decir, la canción que “hablaron” entonces les posibilitó continuar “diciendo” en todas las generaciones.

El pueblo judío entonó esta shirá motivado por una fe plena, y no simplemente a causa del asombro ante tantos milagros y maravillas, pues la impresión momentánea es transitoria, en tanto que la fe y la creencia quedan grabadas en el corazón y perduran por siempre. El pueblo de Israel no comenzó a cantar sino después de haber reconocido que el cautiverio y la aflicción sufridos, y la prueba y purificación a la que sería sometido en el futuro, son, todas, señales del eterno amor y benevolencia de Di-s hacia ellos. Israel comprendió en ese momento que no existe alegría ni vida genuina si ésta no se basa en la fe en Di-s, como expresan los versículos: …y júbilo para los recios de corazón (Salmos 97:11); y el justo por su fe vivirá (Habakuk 2:4). Asimismo encontramos en las palabras de la shirá: Y creyeron en Di-s y en Moshé, Su servidor… entonces Moshé y los Hijos de Israel entonaron este cántico… (Éxodo 14:31-15:1).

La shirá cantada junto al mar fue vocalizada en el momento adecuado; en el preciso instante en que todas las Huestes Celestiales y toda criatura terrenal estaba colmada de alabanzas hacia Di-s, expresando Su grandeza y dominio. Fue entonces, cuando la gloria de Su soberanía saturó el mundo, que Israel irrumpió en cántico, como está escrito: Entonces Moshé y los Hijos de Israel entonaron… (ibid.). “Entonces” – en ese preciso instante, ni antes ni después.

Si hubieran demorado su shirá, el resto del universo no habría respondido con su propio canto, pues la impresión de lo acontecido ya se habría disipado. Si hubieran entonado su shirá antes, cuando abandonaron Egipto, se les habría dicho: “Agradeced al Faraón por haberos liberado, pero tened en cuenta que él, sus ejércitos, y todo su poderío, aún existen y vosotros estáis perdidos en el desierto”. Pero ahora que todos los caballos, carros, jinetes y ejércitos del Faraón fueron ahogados en el mar y había sido despojado de su fuerza y orgullo, éste era el momento apropiado para la shirá; como expresa el versículo: Cantaré Di-s pues Él es grandemente ensalzado, arrojó al mar al caballo y a su jinete (ibid. 15:2). …Di-s reinará por siempre jamás(ibid. 15:18).

LA CANCIÓN DE TODA LA CREACIÓN, DE BOCA DE ISRAEL

Cantaré a Di-s – sólo a Él, ¡porque no hay otro fuera de Él!

Pues Él es grandemente ensalzado – sólo Él es exaltado con desmesurado orgullo. No así el hombre, cuyo orgullo lo degrada. Aunque pretenda elevarse a los cielos, termina descendiendo al abismo.

Al caballo – símbolo de fuerza y poder entre las criaturas de la tierra… y a su jinete – el hombre que se enorgullece por su dominio sobre las fuerzas de la Creación. Pero, ¿quién es el hombre y qué es su orgullo, vano orgullo, frente a la fuerza de una de las creaciones de Di-s, el poder del mar embravecido?

Arrojó al mar- El ha arrojado al hombre junto con su orgullo al mar, como quien alza un objeto liviano y lo lanza hacia abajo nuevamente (esto explica las diferentes expresiones utilizadas en hebreo: Ramá baiám, literalmente “los levantó en el mar”, y íará baíám – “los lanzó (hundió) en el mar”).

¿Qué representa la fuerza del mar embravecido, con sus poderosas olas, en la presencia de los amados hijos de Di-s? Aunque las profundidades del océano emergen y hierven amenazando con inundar toda la creación, un mero soplo surge de Sus narices e inmediatamente las aguas se apilaron – como si fueran arena y no agua, y las corrientes que fluían quedaron erectas como una pared – como si fueran bloques de hielo y no hirvientes corrientes de agua.

Las aguas profundas se congelaron en el corazón del mar- las profundidades del mar no se secaron, sino que continuaron fluyendo como lo habían hecho desde la Creación, pero cuando alcanzaban el nivel de los pies de aquellos amados por Di-s, ahí se congelaban, en el corazón del mar.

¿Quién ha hecho esto? ¿Qué ha motivado estos actos? ¡Nadie más que Él, por Su eterno y gran amor a Sus amados!

Pero, ¿quiénes somos nosotros, con toda nuestra grandeza y honor, en presencia de la majestuosa gloria del Rey del universo, Quién lo creó todo y actúa con benevolencia hacia todos? Entramos al mar redimidos, libres del cautiverio, exaltados, y emergimos de él nuevamente como siervos. Toda la grandeza y gloria la devolvemos a Ti, Di-s nuestro, pues somos Tus siervos, y Tú eres nuestro Rey.

¡Di-s reinará por siempre jamás!

Ninguna criatura entonó al Santo, bendito sea, un cántico más hermoso que éste.

Es por ello que esta shirá es tan preciada por el pueblo de Israel y éste se deleita con ella recitándola diariamente y leyéndola públicamente en Shabat una vez al año, acompañada de una melodía especial y con gran regocijo. Incluso hay quienes acostumbran ponerse de pie al leerla. Así, este Shabat recibe un particular honor y es coronado con un nombre especial: Shabat Shirá- el Shabat del Cántico.

Extraído de Nosotros en el Tiempo Editorial Kehot

El faraón y el alcoholismo 

¿Cómo es posible, que después de cada plaga el Faraón prometía acceder al pedido de Moisés, pero tan pronto como la presión de la plaga finalizaba, el Faraón se obstinaba y renegaba de su promesa? Cuando Moisés, inmediatamente le advertía respecto de las próximas plagas, el Faraón permanecía sin impresionarse hasta que ocurría el desastre predicho, y luego otra vez prometía, sólo para retractarse nuevamente cuando la presión desaparecía. ¡Esto se repitió diez veces! ¿El Faraón era tan necio, e incapaz de aprender de la experiencia?

El Rabino Twersky escribe:

-Yo no entendía completamente al Faraón hasta que me dediqué al tratamiento de alcohólicos, y presencié un fenómeno similar, ocurriendo con gran regularidad. El alcohólico sufre consecuencias graves como resultado de su beber; y permanece con una gran pena y algunas veces incluso se acerca a la muerte. Su reacción es invariable: “¡Eso es! Yo ya he tenido suficiente con el alcohol. ¡Nunca más beberé, no, nunca!”. Es una experiencia habitual, que en el lapso de algunas semanas, o sólo en pocos días, comienza a beber nuevamente. Las personas le advertirán de cuán peligroso es el alcohol, y le recordarán las amargas consecuencias por él sufridas… pero todo es inútil. Él bebe otra vez. Lo que parece tan ilógico tanto en el caso del Faraón como en el alcohólico no es realmente extraño. Muchas personas fallan en aprender de la experiencia.

Cuando el profeta Isaías usó la metáfora, “Tú estás ebrio, si bien no de vino” (29:9), no estaba usando la expresión vagamente. Nuestra historia bíblica demuestra cuánto una y otra vez nosotros nos hemos desviado de la observancia de Torá y cada vez sufrimos graves consecuencias, no obstante tan rápido olvidamos y regresamos a nuestros caminos descarriados. Lo que es verdad de nuestro pueblo históricamente es a menudo cierto en muchos individuos aún hoy. Simplemente, no aprendemos de la experiencia.

¿Qué es lo que al alcohólico lo vuelve díscolo al aprendizaje de la experiencia?

Es, probablemente, que él no desea cambiar su estilo de vida y no quiere abandonar cualquier sensación que el alcohol provee. ¿Qué es lo que volvió al Faraón incapaz de aceptar el testimonio de sus sentidos? Probablemente el rechazo a admitir que él estaba equivocado. Sentimientos egoístas tales como estos impiden a las personas aprender de experiencias dolorosas y con eso evitar la repetición de equivocaciones.

¿Qué es lo que nos impide aprender de la experiencia? 

Probablemente algún sentimiento o idea egoísta que nos rehusamos a abandonar. Dado que nuestro egoísmo es el que nos vuelve irreflexivos frente a lo obvio, ¿qué podemos hacer para cambiar esta situación? Uno de los modos más efectivos es valernos de un confiable maestro y guía, alguien que al no estar afectado por nuestras distorsiones emocionales, puede ayudarnos a ver la realidad más claramente y aprender de nuestras experiencias.”Hazte tú mismo de un maestro” (ÉTICA DE LOS PADRES 1:16) es un invalorable consejo.

“DE VIVIENDO CADA DÍA”, EDITORIAL BNEI SHOLEM

https://www.bneisholem.com.ar/producto/viviendo-cada-dia/

¿Por qué no actualizamos las costumbres?

Pregunta: ¿Puedes explicar por qué las leyes nunca pueden revertirse a su forma original? Por ejemplo, algunas festividades son dos días fuera de Israel por la dificultad del cuidado de los tiempos cientos de años atrás, pero es algo que ya está resuelto.

Respuesta:

Las costumbres tienen importancia como la Ley, ya que la Torá las reconoce como ley. Eso tiene sentido, porque la base de la Torá no es el libro sino las personas. ¿Cómo sabes que la Torá es verdadera? Porque la gente lo atestiguó, la aceptaron, y luego pasaron la tradición. Entonces, sin tradición, no tendríamos Torá.

Pero hay más que eso. En verdad, tu pregunta trata un tema central de la Torá. ¿Qué es la Torá? ¿Un libro o sabiduría? Si la Torá fuera un libro, entonces habría una “Torá verdadera”, como está escrita en el libro, y “La Torá disfrazada con costumbres”. De vez en cuando, sacaríamos un disfraz y lo remplazaríamos por otro. En otras palabras, estaría la Torá esencial por el libro, y conjuntos de disfraces desechables.

Pero la Torá no es un libro, es Sabiduría Divina que entra al mundo a través de las experiencias Judías colectivas. Lo que estaba escrito en un libro hace 3300 años es la Torá envuelta, como una semilla que contiene el ADN para todo el futuro. El pueblo judío es la Tierra en la que se planta la semilla. Di-s es el jardinero. La diferencia es que un jardinero no sabe cómo van a crecer sus plantas, pero este jardinero tenía todo en mente (debido a que Él está más allá del pasado y futuro).

Él planta la semilla que contiene todo envasado herméticamente en matices, códigos y anomalías, y ve su sabiduría desarrollarse en la historia y tradición.

Por eso, cuando el consenso colectivo judío, incluyendo los rabinos, las abuelas sabias, las madres lactantes y los hombres trabajadores, todos aceptan una tradición que surge de nuestra comprensión de la Torá, Di-s, por así decirlo, chasquea Sus dedos Santos y dice:

“¡Éxito! ¡Lo hicieron!” ahora la respuesta a tu pregunta es obvia:

¿Cómo podríamos desechar el éxito de Di-s?

Por Tzvi Freeman

Guenizá

¿Qué es la Guenizá y qué hacemos con ella?

En el capítulo XII de Devarim, la Torá le ordena a la generación que está por entrar a conquistar la Tierra de Israel la destrucción de las imágenes y monumentos de idolatría que allí encuentren. Culmina diciendo en el versículo IV: “No harás así para con Hashem tu Di-s”. De aquí aprenden nuestros Sabios que está prohibido borrar el nombre sagrado de Hashem. Más aún, ni siquiera podemos dejarlo en un lugar donde pueda arruinarse.

Por ello, todos aquellos escritos que contienen el nombre de Hashem y no tienen más utilidad, no pueden ser descartados ni abandonados. Debemos procurar dejarlos en un lugar protegido para que el nombre de Hashem no sea borrado. Este lugar recibe el nombre de Guenizá.

¿Cómo es la ley respecto a los escritos de Torá (que no contengan el nombre de Hashem) y la de aquellos artículos de Mitzvá, como las correas de los Tefilín y los hilos de los tziztit que fueron utilizados y ahora perdieron su validez?

Para explicar esto debemos previamente analizar los tres tipos de objetos de santidad: 

a) Aquellos que poseen el nombre escrito de Hashem en cualquier idioma que sea (Tanaj, Tefilín, Mezuzá, Sidurím, etc.) 

b) Textos de Torá que no contengan escrito el Nombre de Hashem (Talmud, Shuljan Aruj, las carpetas de estudios de Torá de los chicos, etc.) y 

c) Artículos que fueron utilizados al servicio de la Mitzvá. Este ítem se divide a su vez en dos subcategorías: 1) aquellos objetos que son la Mitzvá misma (las correas y los batim de los Tefilín y los hilos de los Tzitzit) y 2) aquellos objetos con los que se realizó la Mitzvá misma (la tela del Talit, las ramas del techo de la Sucá, las cuatro especies de Sucot, etc.).

Respecto a aquellos objetos que entran en la categoría a) deben ser llevados a una Guenizá para protegerlos de ser destruidos. Por ello, el responsable de la Guenizá deberá guardarlos en una vajilla de cerámica y enterrarlo en un cementerio judío.

Respecto a aquellos objetos que entran en la categoría b) deben ser llevados a una Guenizá para que éstos no resulten despreciados. Por ello, el responsable de la Guenizá deberá enterrarlo en un cementerio judío.

Respecto a aquellos objetos que entran en la categoría c-1) se procede igual que con los de la categoría b).

Respecto a aquellos objetos que entran en la categoría c-2) como fueron utilizados para una Mitzvá no pueden ser despreciados, pero tampoco estamos obligados a protegerlos. La costumbre en la práctica es la de reutilizarlos para el cumplimiento de otra Mitzvá, como por Ej: Las cuatro especies son quemadas en el momento de la quema del jametz en la víspera de Pesaj y los hadasim para olerlos en la havdalá.

por el Rab. Iosef Feigelstock Shlita

La Kabalá de la oscuridad

La novena de las 10 plagas que visitó a Egipto fue la plaga de la Oscuridad: “Ninguna persona podía ver a su hermano, ni nadie podía pararse de su lugar, por tres días; pero los hijos de Israel, tenían luz en todas sus moradas” (Éxodo 10:23)

La plaga física de la oscuridad tiene su raíz en la oscuridad espiritual, que puede ser definida como ausencia de la presencia revelada de Di-s. Al discutir el origen espiritual de esta plaga, el Midrash cita dos opiniones: Rabí Nejemia enseñó que la oscuridad se origina en las regiones del Guehinom (purgatorio), Rabi Iehudá enseñó que se origina en las esferas celestiales.

Los Maestros Jasídicos explicaron la diferencia entre estas dos formas de oscuridad:

1) La oscuridad clásica, asociada con el Guehinom, actúa como una cortina. Cuando una cortina tapa una ventana, obstruye el paso de los rayos de sol y deja a la habitación a oscuras. Esta es la oscuridad del Gehinom, en donde la presencia de Di-s está totalmente oculta.

2) La oscuridad celestial es primordial; antecede toda luz. La esencia de Di-s va más allá que cualquier revelación. Cuando él decide revelarse, irradia hacia afuera para que su luz se vuelva visible, pero más allá de la luz, todavía hay oscuridad. La oscuridad es el dominio de su esencia y la esencia no requiere luz. No le falta luminiscencia, sino que la trasciende.

En otras palabras, la oscuridad clásica oculta la luz de Di-s, mientras que la oscuridad celestial revela la esencia de Di-s, trascendiendo toda luz.

Proyectado en el nivel humano:

Estas dos formas de oscuridad espiritual, una vez experimentado en el nivel humano, obtienen dos reacciones muy diferentes. La oscuridad clásica es el encubrimiento de la luz. Dejado en la oscuridad espiritual, el humano busca Divinidad porque su condición anhela luz.

La oscuridad celestial, en el nivel humano, tiene un efecto espiritual negativo.  El  ser humano, al no poder trascender la luz, experimenta tal trascendencia como la satisfacción con la oscuridad. Si se subyuga tal satisfacción por un período prolongado de tiempo puede olvidar por completo la virtud de la Divinidad.

Ceguera e inmovilidad:

La oscuridad física afectó a los egipcios de dos formas. La primera era que “ninguna persona podía ver a su hermano” y la segunda era que “ninguna persona podía elevarse de su lugar”. El Midrash enseña que esta plaga duró seis días. Los primeros tres días los egipcios no podían verse uno al otro pero podían levantarse y moverse. Durante los últimos tres días la oscuridad se intensificó tanto hasta el punto que paralizó hasta el movimiento más simple. No podían levantarse de sus lugares.

Estos dos períodos de tres días en la Plaga de la Oscuridad pueden ser vistos como correspondientes de los dos tipos de oscuridades que discutimos antes. Durante el primer período de tres días, los egipcios experimentaron la oscuridad espiritual clásica en la que uno se siente privado de luz y languidece por ella. Durante este tiempo no podían ver a su hermano. En este sentido, su hermano es una metáfora de la luz de Di-s. Querían ver su luz, pero la oscuridad los prevenía de hacerlo. Durante el segundo período de tres días la oscuridad era en la forma celestial. Crecía su alegría con la oscuridad: ya no languidecían por su “hermano”, sino más bien no podían levantarse de su lugar. “Su lugar” es una metáfora de su contento con la luz; no podían levantarse de esta alegría para apreciar el valor de la luz de Di-s.

Los dos Antídotos:

¿Qué hacían los Hijos de Israel mientras los egipcios languidecían en la oscuridad?

El Midrash cita dos propósitos sobre la utilidad de la plaga de la oscuridad:

1)Muchos judíos no querían abandonar Egipto, así que Di-s decretó que morirían allí. Los egipcios permanecieron inconscientes de tan bochornoso hecho porque los judíos murieron y fueron enterrados durante el período de la oscuridad.

2) La oscuridad proveyó una oportunidad a los judíos de circular por las casas egipcias para determinar la ubicación de los objetos de valor que tomarían luego. Cuando los judíos pidieron prestado estos objetos, los egipcios no podían negar poseerlos porque los judíos detallarían el lugar en donde estaban escondidos.

De acuerdo a uno de los comentarios, ambas razones son ciertas. Durante los tres primeros días de la plaga, los judíos enterraron a sus muertos y durante los últimos tres días exploraron los hogares egipcios.

En un nivel metafórico estas dos actividades constituyen actividades antídotos para las dos formas de oscuridad descritas arriba.

1) El antídoto para la oscuridad que oculta la luz es quitar esa “cortina” que oculta y tirarse a la piscina de luz. Durante los primeros tres días, mientras los egipcios languidecían por la luz los judíos saltaron en ella. Los judíos distinguieron claramente la oscuridad de la luz y a los malvados de los justos. Entendieron por qué sus hermanos murieron y rápidamente los enterraron para remover todo resto de maldad de entre ellos.

2) El antídoto para la oscuridad que está contenta de su oscuridad es mirar dentro de la misma e identificar su raíz divina; reconocer que el hecho de que el hombre esté contento sin luz es un reflejo del hecho que su creador trasciende toda luz. Durante los últimos tres días, mientras los egipcios permanecieron atrapados en su “lugar” de oscuridad contenta, los judíos miraron en los lugares oscuros ocultos y descubrieron tesoros de “oro” y “plata”. En el lenguaje de la Kabalá, el oro y la plata representan amor a Di-s. Los judíos miraron dentro de la oscuridad y descubrieron su amor por las raíces Divinas ocultas.

Por Lazer Gurkow