¿Di-s es femenino o masculino?

¿Por qué Di-s siempre es referido en sexo masculino? Lo llamamos Nuestro Padre, nuestro Rey, y siempre es “Él”. Obviamente Di-s no es un hombre. ¿Por qué el judaísmo perpetúa esta dominancia masculina patriarca?

De hecho, Di-s trasciende todo género. Siendo la fuente de toda vida, Di-s alberga tanto género masculino como femenino. Esto está reflejado en nuestras plegarias. A veces llamamos a Di-s en aspecto femenino, y a veces en su aspecto masculino. Depende del contexto.

De hecho, nos referimos a Di-s en femenino en una de las plegarias más populares: “Lejá Dodi”. Cada viernes a la noche, recibimos a la “Novia Shabat”, y a la “Reina Shabat”. ¿Quién es esta novia real? Es la Shejiná, la Divina Presencia femenina que desciende en este día de descanso. ¿Por qué Di-s es femenino en esta plegaria, mientras que en la mayoría de las plegarias es masculino?

Para responder a esto, analicemos una básica referencia entre masculino y femenino. Conozcamos a Brenda y Mike.

Mike llega a casa luego de un estresante día de trabajo. Brenda percibe su mal humor.

Brenda: ¿Qué sucede Mike? ¿Está todo bien?

Mike: ¿Eh?

Brenda: ¿Qué te está molestando?

Mike: Nada

Brenda (ofendida): ¿A qué te refieres con nada? Yo veo que hay algo malo. ¿No te importo lo suficiente como para compartir tus sentimientos?

Mike: ?????

Brenda se ha olvidado que los hombres sólo comparten sus problemas cuando piensan que puedes ayudarlos a encontrar una solución. De lo contrario, ¿Para qué cargar a otro con sus problemas? Siendo que Mike siente que sus temas en el trabajo no le conciernen a Brenda, se los guarda para él mismo. Ella no le puede aconsejar, así que él intenta solucionarlo por sus propios medios. Mientras tanto, ella se siente abandonada y no involucrada, porque las mujeres comparten sus problemas no para encontrar una solución, sino sólo para compartirlos y sentirse acogidas y amadas. Ella no planeaba aconsejarle nada, sólo quería estar allí para él. Pero los hombres no entienden eso.

Ahora, demos vuelta las cartas. Otro día, Brenda llega a casa del trabajo, y antes de que Mike le diga algo ella le dice:

Brenda: He tenido un día tan estresante. Mi jefe es un animal. No puede parar de presionarme sin importarle lo que hago. Y no puedo soportar su condescendiente actitud.

MIke: Te he dicho un millón de veces que debes dejar el trabajo. ¿Por qué sigues yendo?

Brenda (frustrada): No te he pedido un consejo sobre mi carrera, te estoy contando sobre mi día. Estoy muy contenta con mi trabajo.

Mike: ?????

Lo que Mike no entiende es que las mujeres lidian con sus problemas de forma diferente a los hombres. Brenda no buscaba un consejo, ella buscaba comprensión. Todo lo que Mike tenía que hacer era escucharla con mirada comprensiva y emitir el tan tranquilizante sonido de “mmmmm”. Esta es la manera femenina de lidiar con un problema: compartirlo con alguien que le importe, y ellos al escuchar, harán que ella no se sienta mal. A los hombres les gusta aconsejar, pero las mujeres solo quieren compartir sus frustraciones para luego sentirse mejor, incluso si no cambia nada.

Esto es por supuesto una generalización. Pero es muy cierto. Para un hombre, un problema precisa una solución. Para una mujer, un problema precisa ser compartido. Los hombres intentan cambiar los hechos. Las mujeres intentan cambiar los sentimientos. Los hombres intentan mejorar la situación. Las mujeres intentan sentirse mejor con las cosas de la manera que son.

Ahora veamos a Di-s. Di-s tiene modos de expresión femenina y masculina, porque Di-s es la fuente de ambos. Di-s puede ser el solucionador masculino de los problemas, o el tranquilizador femenino de las almas turbadas. En la plegaria, nos dirigimos a ambos. Depende de la circunstancia. A veces queremos una respuesta masculina de Di-s, y a veces precisamos un acercamiento femenino.

Generalmente rezamos porque hay un problema que tiene que solucionarse. Alguien está enfermo y precisa una curación, alguien está deprimido y precisa que se lo “levante”, hay gente hambrienta que precisa que se la alimente, y el mundo está lleno de dolor y oscuridad y precisa cambiarse. Sería desubicado dirigirse al lado femenino de Di-s con estos pedidos. No queremos sentirnos mejor sobre la pobreza, queremos acabarla. No queremos llegar a un trato con la enfermedad; queremos una cura. Así que le rezamos a “Nuestro Padre, nuestro Rey”, el aspecto masculino de la Divinidad. “Di-s, ¡soluciona el problema!”.

Pero hay veces que no buscamos un cambio en el mundo, sino una apreciación del mismo en un nivel más profundo. En Shabat, no queremos arreglar cosas. Desistimos de la agresiva misión de mejorar al mundo a través del trabajo y la creatividad, y disfrutamos de los placeres naturales que el mundo ya tiene: amistad, familia, espiritualidad. Más que cambiar la realidad, buscamos nutrir su belleza innata.

Así que en la noche del viernes, recibimos a la Divina Presencia en la forma de “La Reina Shabat”, o la “Novia Shabat”. Es el aspecto femenino de la Divinidad que desciende en Shabat, no para resolver los problemas del mundo, sino para adentrarnos en la conciencia de que el mundo en el que vivimos ya es bello.



Simbolismo en una sinfonía

Hace algunas semanas asistí a un concierto, que por algún motivo me resultó sumamente aburrido. Para pasar el tiempo, me dediqué a observar a los integrantes de la orquesta. Uno de ellos llamó mi atención. Estaba sentado en medio del grupo y aparentaba no tener ningún instrumento. Finalmente tomó su triángulo, lo hizo sonar y tomó asiento nuevamente. Lo miré por el resto del concierto: su aparición se repitió solo una o dos veces más.

Este percusionista, ¿era menos que los otros miembros de la orquesta?. No. Pensé entonces en el compositor de la sinfonía, que escribió la partitura incluyendo a ése hombre en ella. Me di cuenta de que para él, este detalle no era de poca importancia, quizás era la esencia de toda la partitura, y los otros músicos estaban allí sólo para complementarlo. Y mientras yo, quizás, hubiera elegido dejar fuera esta parte, esa omisión hubiese significado para el compositor la destrucción de la calidad y el sentido de la pieza que compuso.

Me percaté de haber descubierto en esta escena un concepto de suma importancia en la Divina Providencia (Hashgajá Pratit). Muchas veces pensamos que ese hombre o mujer que hace más “ruido”, que es el más visible, es el que tiene “el rol protagónico en la vida”. La persona puede pensar que en su rutina no está haciendo “nada interesante”.

Pero ese es exactamente el rol que Hashem, El Compositor, escribió para ella en este mundo y si abandona este papel y toma otro, Su sinfonía estaría incompleta.

El percusionista del concierto no se sentía ningún tonto levantándose una y otra vez, golpeando su instrumento. Por el contrario, comprendía su importancia. Estaba convencido de que representaba su rol con la mayor habilidad posible, llevando a cabo la intención del compositor de darle armonía y belleza a la partitura.

Cada uno de nosotros es un “percusionista”, debiendo llevar a cabo nuestra misión en este mundo como iehudim con el mayor compromiso hacia la Torá, que es La Partitura de Di-s.

Cuando comenté mis conclusiones a una amiga, luego del concierto, se sintió impactada por el análisis y dijo: “ Ya ves, la sinfonía no fue una pérdida de tiempo, después de todo, puedes utilizar este argumento en alguna charla o artículo que escribas…”. Eso fue lo que hice.

Fray Kranz, del Neshei Newsletter. 

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Nuestra obligación para con nuestros hijos

a Torá obliga a cada padre a enseñar a sus hijos Torá, una profesión y a nadar.

El motivo por el cual debemos enseñarle Torá es para transmitirle nuestra herencia judía y sus obligaciones para con la sociedad y para con el Creador (esto incluye los preceptos que competen al trato entre las personas y el trato hacia Di‐s).

El motivo por el cual nuestros Sabios nos ordenan a enseñarles una profesión a nuestros hijos es para que tengan un medio de ganarse su sustento honestamente, de este modo no recurran a métodos ilícitos para ganarse la vida.

Nuestros Sabios nos dicen que quien no le enseña a su hijo una pro‐ fesión es como que le estaría ense‐ ñando a robar.

Por último, debemos enseñarle a nadar. Esto responde al hecho que si (eventualmente) se encontrara en una situación tal (que involucre el confrontamiento en un medio líquido) pueda evitar el peligro nadando.

Ya que el que sabe nadar y moverse en el agua es como el que sabe caminar sobre la tierra.

Rabí Nehorai dijo: de todas las profesiones elijo para mi hijo la de estudiar la Torá, ya que en esta profesión puede activar tanto en la juventud como en la vejez y la recompensa la obtiene tanto en este mundo como en el mundo venidero.

Por ello, cuando un padre ve que su hijo tiene inclinación por esta actividad deben darle la oportunidad de estudiar la Torá con más profundidad.

 

Contra todo pronóstico 

Durante mucho tiempo el gobierno soviético estuvo escrutando los movimientos de Rabi Levi Itzjak Schneerson, Rabino Principal de la ciudad de Yekaterinoslav y padre del Lubavitcher Rebe. No obstante, hasta el momento no había tenido éxito.

Llegó el día en que Rabí Levi Itzjak fue invitado a comparecer ante la Corte. Los cargos en su contra consistían en dirigir actividades judías en su casa. Esto estaba contra la ley, y si se le encontraba culpable, el castigo sería severo.

La aprehensión del Rab creció cuando vio a los dos testigos. El primero era el Conserje del edificio en que él vivía, un judío comunista acérrimo. Rabí Levi Itzjak supo que este testigo era de mucho peso.

El otro era su vecina de al lado, una mujer cuyo marido estaba a la cabeza del Partido comunista regional. Y los eventos recientes le habían dado más razones para cuidarse.

No hacía mucho, una joven pareja judía, ambos de alta clasificación jerárquica de empleos gubernamentales, había aparecido repentinamente en su departamento en medio de la noche, pidiendo que los case “según la Ley de Moisés e Israel”.

Era una proposición peligrosa: No sólo por el hecho de que el Rab no los conocía personal‐ mente, sino porque para llevar a cabo una ceremonia judía bajo una jupá, tendrían que ser

encontrados diez hombres judíos (un minián). En un corto tiempo, se congregaron nueve judíos en la casa del Rabino. ¿Dónde localizarían un décimo? Sin otra opción el Rab tomó la decisión de pedirle al Conserje del edificio que participara. “¡¿Yo?!”

El hombre saltó como si hubiera sido mordido por una serpiente. “Sí, usted”, Rabí Levi Itzjak contestó. Sorprendentemente, el Conserje estuvo de acuerdo, y la boda clandestina fue realizada.

El segundo testigo también había estado recientemente envuelto en una actividad que podía implicarlo.

Cierta vez, un mensajero confidencial vino a la casa del Rab y le informó que al día siguiente, el marido de la mujer, el comunista de alto rango jerárquico, realizaría un viaje de negocios desde la mañana hasta la noche.

La razón real de su ausencia, sin embargo, era permitirle al Rab realizar el Brit Milá (circuncisión) de su hijo recién nacido.

Rabí Levi Itzjak no sabía si se trataba de una trampa. Pero al día siguiente, el infante ingresó en el Pacto de Abraham. Esa tarde, el padre del bebé volvió a casa y armó un escándalo por el “terrible” acto que se hizo sin su conocimiento.

La tensión era grande. El Conserje fue el primero en testificar: “Como todos ustedes saben”, empezó, “sé perfectamente quienes entran y salen del apartamento del Rabino Schneerson.

Los únicos visitantes extraños que he notado son dos viejos parientes que de vez en cuando vienen a visitar”

Ahora era el turno del segundo testigo. “Como vecina del Rabino Schneerson” la mujer testificó, “siempre esperé que como líder espiritual, intentara establecer contacto con los miembros de su fe.

Me sorprendo pues nunca he notado ninguna actividad ilegal durante todo el tiempo que ha vivido en la puerta próxima a mí.”

Rabí Levi Itzjak Schneerson salió indemne en esta ocasión. Pero la evidencia contra él se continuó amontonando hasta que en 1940, fue declarado “enemigo de las personas” y se lo desterró a Asia Central.

Luego de mucho sufrimiento devolvió su alma al Creador, el 20 de Menajem Av de 5704 (1944), sea su memoria para bendición.

 

Comprometerse con el amor

El casamiento está compuesto por dos elementos integrales: el compromiso y el amor.

Debajo de la Jupá, el novio y la novia se prometen mantenerse fieles y leales uno con el otro; comprometiéndose a traer alegría y estabilidad a su relación. Mientras que el compromiso mutuo constituye la fundación de la relación, es la pasión, amor y sentimientos mutuos los que traen el color y la vida a la relación, y lo que hace que el casamiento sea tan atractivo. Es este último elemento el que causa a los solteros entregar su “libertad” y sus solterías.

La necesidad de estos ingredientes para asegurar un matrimonio estable y feliz no se discute. Cuáles de estos dos valores forman la base del matrimonio, sí es punto de contención entre los valores de la Torá y las normas Occidentales. ¿Debería el amor llevar al compromiso, o el compromiso lidiar al amor?

 

La tendencia en la sociedad sobre esta área está clara. Conoce a una persona durante unos años, quizá vive con ella durante un tiempo, y el salto se toma si es aparente y obvio que los sentimientos mutuos garantizan el compromiso del matrimonio. En contraste, la tradición Judía se avoca al acercamiento casi opuesto. Relaciónate con el individuo lo suficiente, como para determinar si sus valores y temperamento van en concordancia con los tuyos. Asegúrate que las dos personalidades (la del otro y la tuya) no chocan, y percibe si hay una atracción. Si todo esto encaja, entonces se realiza el compromiso. El amor se desarrollará y se profundizará luego del compromiso. Basado en el compromiso.

Si la “prueba está en el pudding”, éste ciertamente demuestra que el enfoque judío funciona. Está claro que conocer y amar a alguien antes de casarse, no aumenta las posibilidades de sub secuentemente tener un matrimonio feliz. Esto es totalmente lógico. Si el compromiso está basado en el amor, entonces, puede muy bien desaparecer y el amor comienza a apagarse o desaparece. Si el amor está basado en el compromiso, entonces si sucede que el amor comienza a apagarse, el compromiso asegurará que ambos hagan el esfuerzo de enamorarse otra vez. 

 

De acuerdo a la ley Bíblica, el matrimonio es un proceso de dos pasos. El primer paso se llama “Kidushin”, y el segundo paso es conocido como “Nisuin”.

 

El Kidushin hace que el novio y la novia se conviertan en marido y mujer. Luego de este punto, si Di-s libre y guarde deciden separarse, precisarían un “guet” (divorcio Judío). Sin embargo, el novio y la novia todavía no pueden vivir juntos como marido y mujer hasta que no se complete el segundo paso, que es, Nisuin. En los tiempos modernos, el Kidushin y el Nisuin se realizan seguidos debajo de la Jupá; el Kidushin es efectuado cuando el novio le da a la novia la alianza, y el Nisuin, a través de la unión del marido con la mujer bajo un mismo techo por el bien del matrimonio. Primero viene el Kidushin, el compromiso. Sólo después es que viene el Nisuin, y todas las expresiones de amor. 

 

*La receta para un matrimonio feliz y entregado*

El 15 de Av, “Tu Be Av”, observamos y celebramos la más alegre de las festividades. Este día, marca el aniversario de varios eventos, todos ellos asociados con la revocación de un evento trágico. Esta festividad, viene seis días después del día más triste del año, Tishá be Av, y es simbólica a la resistencia de nuestra nación, a nuestra capacidad de recuperarnos de todas las tragedias que nos han azotado.

Es también una festividad asociada con el matrimonio; el Talmud describe cómo en los tiempos de antes, éste era un día dedicado a la unión de jóvenes. Esto es porque el casamiento representa la recuperación de la tragedia más terrible ocurrida en Tisha be Av, la destrucción de los Templos Sagrados y el subsecuente exilio de nuestro pueblo. 

 

Nuestra relación con Di-s también está compuesta por estos elementos básicos; el compromiso y el amor. Antes de que se manifieste el amor, debemos someternos a la etapa del compromiso, el Kidushin. Por eso se debe la destrucción de los Templos y los exilios. Pero luego de 2.000 años de sufrimiento y opresión, hemos asegurado nuestro compromiso sin duda alguna. Es tiempo ahora del Nisuin, el Nisuin cósmico entre Di-s y Su pueblo, que se celebrará con la inminente llegada del Mashiaj.

 

Por Naftali Silberberg

Imagen de referencia



Flan de coco (neutro)

Ingredientes

6 Huevos

2 tazas de azúcar

1 taza de agua.

esencia de vainilla a gusto

1 taza de coco rallado

Hacer caramelo con 1 taza de azúcar y colocarlo en un molde para horno. 

En un bowl aparte mezclar los 5 huevos con 1 taza de azúcar, esencia de vainilla a gusto y la taza de agua, y la taza de coco rallado.

Cuando el caramelo del molde esté solidificado, añadir toda la preparación del bowl al molde.

Luego llevar a horno a baño maría durante aproximadamente 60, 65 minutos a un fuego medio. 

Sacar del horno cuando clavamos el cuchillo y sale casi limpio.

CONSEJO: dejarlo enfriar en heladera si o si antes de desmoldar, si se deja de un día para el otro para desmoldar MUCHO MEJOR. 

Importante: No desmoldar en caliente, de lo contrario se rompe.



¿Pueden las mujeres participar más de su Judaísmo?

PREGUNTA:

Esta semana asistí a un servicio en una sinagoga con una diferencia. La lectura de la Torá estuvo dirigida y realizada completamente por mujeres. La mayoría vestía talitot y kipot.

Pertenezco a un medio más tradicionalista y lo encontré raro, pero pienso que es algo bueno. ¿No es positivo que las mujeres participen más de su Judaísmo?

RESPUESTA:

Pienso que es fantástico que más mujeres estén explorando su Judaísmo, y se las debe alentar en su sed por hallar su conexión con el judaísmo. Pero para ser honrado, no entiendo cómo semejante servicio- Tefilá, está saciando esta sed.

O creemos que el Judaísmo es una religión dada por Di-s, o creemos que es artificial, hecha por el hombre. De cualquier modo, no tiene sentido para las mujeres estar haciendo lo que hacen los hombres.

Si el Judaísmo ha sido entregado por Di-s, sus leyes son absolutas y no pueden cambiarse.

Y no deben cambiarse, porque Di-s sabe lo que Él está haciendo. Si el Judaísmo dice que los hombres llevan el Talit y leen la Torá, y las mujeres no lo hacen, no se trata de ninguna injusta discriminación. En realidad, nos fueron entregados papeles diferentes porque Di-s- Quién creó a los hombres y mujeres diferentes- sabe lo que cada uno necesita para su realización espiritual. Di-s no hace diferencia entre los sexos.

Otros dicen que el Judaísmo es artificial y por consiguiente sus leyes son cambiables. Según esta visión, sería justo asumir que ese Judaísmo discrimina a las mujeres, porque las reglas fueron hechas por hombres que vivieron mucho tiempo antes de que se escuchara acerca de los derechos de las mujeres. Todas las culturas antiguas eran injustas y opresivas, y entonces ¿por qué un Judaísmo artificial debía ser diferente?

Pero si ése es de hecho el caso, ¿por qué las mujeres querrían adoptar prácticas que trazaron hace tres mil años hombres misóginos?

¿Las mujeres se sienten realmente realizadas imitando las prácticas masculinas? Esto parece denigrar a las mujeres en lugar de liberarlas.

Entonces, si estas prácticas poseen origen Divino deben permanecer como siempre fueron, y se trata de invenciones humanas, deben reemplazarse.

Creo que el Judaísmo es Divino. No necesita de una actualización. Necesita que profundicemos para encontrar su mensaje para nuestros días. Poseemos la bendición de vivir en una generación en que se da la oportunidad a las mujeres de descubrir lo que el Judaísmo tiene para ofrecerles.

Algunas mujeres han adoptado las costumbres de los hombres; pero otras han redescubierto una inigualable espiritualidad femenina dentro de la tradición judía que es satisfactoria y poderosa. Siento que esta es una auténtica aproximación al alma de la mujer.

Un chico se conoce con una chica…

PREGUNTA: Mi mejor amigo se comprometió después de un mes y medio de haber conocido a la chica. Se encontraron a través del sistema de citas judío, Shiduj, y es una pareja increíblemente bien preparada. Lo que no entiendo es, ¿cómo después de tan poco tiempo, pueden saber lo suficiente como para decidir vivir juntos por el resto de sus vidas? Puede tomar años saber que uno ha encontrado a la persona correcta. ¿Puede explicarlo?

RESPUESTA: Un tipo está sentado en la barra y una muchacha se sienta cerca. Se miran y sonríen.

Él dice “Hola, me llamo Juan. ¿Puedo invitarte una bebida?”

La muchacha dice: “Antes que nada, me gustaría saber si estás pensando en el matrimonio o estás buscando algo casual. Estoy lista para afianzar mi vida y no deseo perder mi tiempo. También, ¿eres del tipo familiar? Porque quiero tener muchos niños. ¿Cuáles son tus valores? ¿Tienes creencias fuertes y convicciones? Yo sí y quiero compartirlos con mi marido. Me gustaría también saber qué visión tienes para tu futuro. Una vez que pasamos esto, podemos empezar la charla informal”.

Juan regresa a su lugar y vuelve a mirar el fútbol.

¿Esta mujer no tiene razón? ¿No tendría más sentido averiguar estas cosas antes de empezar una relación? ¿No es tonto arriesgarse a atarse emocionalmente a alguien que está en una página diferente a uno? Si no está listo para el matrimonio y usted sí, si no quiere una familia y usted lo desea, si no tiene el mismo sistema de valores, ¿por qué empezar un camino que sólo llevará al dolor? Cada relación es un riesgo, pero el riesgo ¿no debe ser un poco más calculado y menos echado al azar?

El problema es que en el mundo de hoy, es completamente ‘desubicado’ discutir estos temas pesados en los primeros seis meses de una relación. ¿Pero no es tonto eso? Sólo se enfrenta la relación real una vez que uno se enreda y no puede ver claramente.

El sistema de citas judío tradicional es diferente. Antes de la primera reunión, cada uno averigua sobre el otro. Hablando con un amigo mutuo o rabino o alguna otra persona fidedigna, se puede conseguir un cuadro básico de una persona sin siquiera poner los ojos en ella. Antes de ver su cara, se puede saber cuáles son sus valores, dónde está en la vida y si está en la misma página general que uno.

Usted cita a alguien que tiene sus mismos valores. Alguien que comparte sus creencias, y tiene una lista similar de prioridades en la vida.

Una vez que tiene toda esa información, la cita real es ver si “hacen click”, si pueden comunicarse, entenderse, si se atraen. La mayoría de las preguntas fuertes ya se han contestado, ya sabe que los principios están. En los papeles es todo bueno, ahora usted necesita ver si hay conexión. Con los problemas más profundos resueltos, esto no toma mucho tiempo.

Y en este sistema, sólo se cita para el matrimonio. Usted o se comprometerá, o regresarán a ser extraños. Ningún área gris desarreglada, ninguna atadura prolongada, ninguna relación sin compromiso, ningún romance al azar condenado a fracasar.

El sistema de Shiduj no es perfecto. Pero es bastante mejor que cualquier otro método de citas que he visto.



Sopa de calabaza y manzana

Cuando hace frío afuera no hay nada mejor que el calentamiento en el interior con una sopa espesa y sabrosa. Espero que les guste!!!

Ingredientes :

1 calabaza  pelada y cortada en cubos

3 manzanas verdes peladas y cortadas en cubos

1 puerro, sólo la parte blanca, cortado en dados

2 dientes de ajo, picados

1 cucharada de aceite de oliva

1  1 / 2 l  de caldo de pollo o (se puede usar el que viene en polvo o en cubito)

canela

chile en polvo

cilantro

sal

Procedimiento:

Caliente 1 cucharada de aceite de oliva en una olla grande y saltee los puerros hasta que estén ligeramente dorados. Añadir el ajo picado. Continuar rehogando otros 2 minutos. A continuación, agregue los cubitos de calabaza y los cubitos de manzana. Dejar cocinar unos 5 minutos a fuego fuerte. Añadir la sal, el cilantro y canela, y cocine por unos minutos. A continuación, añadir el caldo y deje hervir a fuego lento hasta que los cubos de calabaza y los cubos de manzana estén tiernos (aproximadamente unos 40 minutos) Una vez que se ha cocinado, puede utilizar una licuadora o procesador de alimentos y procesar hasta que esté suave. Volver a la olla, calentar de nuevo, y condimente con sal.

El hijo del Rebe y el jasid

Muchas veces nos hemos preguntado: ¿Qué es un jasid? ¿Cómo se forma un jasid? 

Una historia apropiada para la ocasión…

Cierta vez, cuando Rabi Dovber, el hijo de Rabi Schneur Zalman de Liadi- fundador del movimiento Jasídico Jabad- era un joven muchacho, visitó la ciudad de Ianovitch con su suegro. Allí encontró a uno de los jasidim (discípulos) de su padre. El jasid notó que el joven “hijo del Rebe” era demasiado consciente de sus logros en su erudición y la plegaria meditativa, y pensó que era necesario “hacer un pequeño ajuste”.

El jasid le dijo a Rabi Dovber: “Considerando quién eres y cómo has vivido, ¿cuál es el gran logro? Tu padre,- bueno, todos sabemos quién es tu padre. Seguramente tú has sido concebido bajo las más sagradas circunstancias, y estoy seguro de que tu padre se aseguró de traer a este mundo un alma muy elevada. Además fuiste criado en la casa del Rebe, y se ha tenido mucho cuidado en moldear tu carácter y salvaguardarte de toda influencia negativa. Toda tu vida ha sido expuesta únicamente a santidad y erudición. Y hasta este momento sólo debes preocuparte por tu estudio de la Torá y las enseñanzas Jasídicas. Gran cosa”

“Ahora, tómame a mí por ejemplo. Mi padre era un hombre simple, y podemos imaginarnos qué tenía en mente cuando sacó un alma deficiente del fondo del barril. ¿Mi crianza? Fui criado como una cabra, y me las tuve que arreglar solo. ¿ Y sabes lo que hice con mi vida? Te contaré cómo me gano el sustento. Presto dinero a los campesinos durante la temporada de siembra, y durante los meses de invierno, debo comenzar mi recorrido por sus pueblitos y granjas, para cobrar las deudas antes de que se gasten todo el dinero ganado en vodka. Esto significa que debo levantarme varias horas antes del amanecer, bastante anticipadamente del momento en que está permitido rezar las plegarias de la mañana, equipado con una botella- pues sin ella no es posible comenzar a hablar de negocios con el campesino. Después de haber tomado a su salud, debo tomar un lejaim con su mujer también- pues sino ella puede arruinar todo el asunto. Sólo en ese momento, podemos sentarnos y así llegar cobrar parte de la deuda.

“Después de tres o cuatro horas de recorrido, me dirijo a mi casa, me sumerjo en la mikve (baño ritual) y me apresto a rezar. Pero después de semejantes preliminares… ¿qué clase de plegaria esperas que recite?”

Las palabras del jasid, que en realidad era famoso por su naturaleza refinada y sus conmovedoras plegarias, produjeron una profunda impresión en Rabi Dovber. El joven viajó inmediatamente a su casa, se encontró con su padre y volcó ante él su corazón. Se lamentó por su nivel espiritual, diciendo que su servicio a Di-s no tiene valor, dando de sí mismo muy poco de lo que en realidad se espera de él.

Cuando después de un tiempo el jasid de Ianovitch visitó a Rabi Shneur Zalman, el Rebe le dijo: “Te estoy muy agradecido. Has convertido a mi hijo Berl en un jasid”.