Un alma nueva

Baruj era un seguidor del Baal Shem Tov. Su esposa, Rivka, era una estudiosa de la Torá, inusual para las mujeres de aquellos días. Rivka y Baruj fueron a ver el Baal Shem Tov, para pedir su bendición para tener un hijo.

El cumpleaños del Baal Shem Tov era el 18 de Elul. En la seudá de ese día auspicioso, el Baal Shem Tov bendijo a Baruj y Rivka y les prometió que, exactamente un año más tarde, serían padres de un niño.
Ellos pasaron las Altas Fiestas con el Baal Shem Tov en Medzibosz. Antes de partir, el Baal Shem Tov les repitió su bendición, y Rivka prometió que iba a consagrar a su hijo a la difusión de la Torá y el jasidut. Rivka decidió intensificar sus estudios de Torá, y le pidió a su cuñada, Devora Lea, orientación respecto a la oración y el estudio durante su embarazo previsto.

Seis meses más tarde, Baruj fue a Medzibosz, para informar al Baal Shem Tov que su esposa estaba embarazada. El Baal Shem Tov le deseó “Mazal Tov” y le dio ciertas instrucciones para transmitir a su esposa.

El día 18 de Elul (ese año un miércoles), en su cumpleaños, el Baal Shem Tov mostró una alegría extraordinaria. Dirigió personalmente las oraciones con melodías alegres. Estaba claro que el Baal Shem Tov estaba observando aquel día como un día especial de fiesta. Durante la comida que siguió a la oración, el Baal Shem Tov dijo a sus discípulos:
Hoy, una nueva alma descendió a la tierra, un alma que iluminará el mundo con la parte revelada y las enseñanzas esotéricas de la Torá, y con éxito difundirá el camino del jasídut con dedicación desinteresada, preparando el camino para la llegada del Mashíaj.

El día 25 de Elul (cuando la circuncisión del hijo de Baruj y Rivka tuvo lugar en Liozna), el Baal Shem Tov organizó una fiesta. Tres días después, el Shabat volvió a dar un discurso y fue en un marco claramente eufórico. Todo esto representaba un misterio para sus discípulos y seguidores.
Lo que los discípulos del Baal Shem Tov vieron en aquellos días no era más que su maestro celebraba el nacimiento de Shneur Zalman, su circuncisión, y el tercer día después de la circuncisión. Los discursos que el Baal Shem Tov pronunció en esas ocasiones estaban relacionados con el recién nacido.

Para Iom Kipur de ese año, Baruj llegó a Medzibosz para estar con el Baal Shem Tov.Había sido advertido de no contar a nadie sobre el nacimiento de su hijo, ni el nombre que le había dado. Una vez más, antes de salir para su casa, recibió del Baal Shem Tov un conjunto de instrucciones en cuanto a la disciplina que rodeaba al niño, y la cuidadosa vigilancia que debía mantenerse en todo momento.

Al año siguiente, Baruj, como de costumbre, llegó a lo del Baal Shem Tov para las Altas Fiestas. El Baal Shem Tov preguntó por el pequeño con gran detalle, y repitió su advertencia de tener especial cuidado del niño.
Después de Sukot, cuando Baruj estaba listo para irse, el Baal Shem Tov le advirtió nuevamente acerca del niño, y de no repetir ninguno de sus actos o dichos ingeniosos, como a algunos padres les gusta jactarse de sus hijos.
Otro año pasó. Una vez más Baruj hizo su peregrinaje anual a Medzibosz. Al regresar a casa después de Sukot, su esposa le dijo que hubo un cambio notable en el niño en su segundo cumpleaños. Su vocabulario había mejorado considerablemente. Los padres descubrieron que el muchacho tenía una memoria extraordinaria.

El Baal Shem Tov dio instrucciones complementarias en relación con el niño. Baruj pidió permiso para traer al niño al Baal Shem Tov en su tercer cumpleaños para el tradicional “corte de cabello”, y el Baal Shem Tov le dijo que el niño debía ser traído por su madre y su tía Devora Lea, el 18 de Elul, después de la oración de la mañana. Shneur Zalman ya podía recitar muchos Salmos de memoria, y su comprensión era asombrosa.\Según el plan, Rivka y su cuñada, llevaron al niño, en su tercer cumpleaños al Baal Shem Tov. 

Este cortó unos cuantos mechones de pelo, dejando las peot (rizos laterales) según la costumbre, y lo bendijo. Luego mandó a los visitantes de regreso a su casa, con su bendición para un viaje seguro. Durante todo el camino, Shneur Zalman preguntó a su madre quién era el anciano Judío que le había cortado el pelo. “Es el Zeide”, fue su respuesta.

Entonces no sabía que un día llegaría a considerar al Baal Shem Tov como su “abuelo” espiritual en un sentido muy real, es decir, como el Rebe de su Rebe, el Maguid de Mezritch, a quien le debía su plenitud espiritual.

DE “RABI SHNEUR ZALMAN DE LIADI”, KEHOT

Usted y yo bailaremos…

Rabi Iosef I. Biston y su esposa Beila Rajel son emisarios del Rebe en Florida, USA, hace más de dos décadas.…

Hace unos años, su hija mayor se comprometió. La boda sería en Florida y muchas personas que conocieron en su labor comunitaria, así como familia y amigos, asistirían al casamiento.

El día de la boda, estando de pie bajo la jupá (palio nupcial) de su hija, el Rabino Biston notó la presencia de un viejo amigo de Brooklyn, entre los invitados.

El Rabino Biston estaba sorprendido al verlo, ya que no había respondido que concurriría. Se conocían hacía más de treinta años, cuando ambos asistieron al Campamento Gan Israel, en Nueva York. La amistad creció cuando ambos estudiaron en la Ieshivá Central de Lubavitch en 770 Eastern Parkway. Aunque separados durante años por la distancia, guardaron contacto y se “ponían al día” cuando se veían.

Después de la jupá, el invitado vino a desearle “mazal tov” al Rabino Biston y dijo: “Después te diré por qué estoy asistiendo a la boda”.

Más tarde, el hombre procedió a contarle la asombrosa historia a su viejo amigo:

“Antes debo decirte algo que pasó hace 23 años. Tu padre y yo hablábamos seguido. Supe que estabas casado durante varios años y todavía no tenían hijos. Decidí ir al Rebe y pedirle una bendición para ustedes. Supe la hora en que el Rebe saldría de ”770” para ir a su casa, y planeé acercármele cuando caminara a su automóvil. Efectivamente, cuando el Rebe salió de 770, me aproximé y le pedí una bendición para hijos para Iosef Itzjak ben Zvetel Guitel y su esposa Beila Rajel bat Devora. Cuando el Rebe me oyó, dijo inmediatamente “Devora Lea” corrigiéndome, y entonces agregó: “ya les di una bendición”.

Pero le dije al Rebe: “Quiero una garantía”. A esto el Rebe dijo: “Usted y yo bailaremos en la boda”.

Le pregunté al Rebe: “¿El Rebe bailará? El Rebe no asiste a las bodas”.

El Rebe me miró y dijo: “No te preocupes, los dos bailaremos en la boda de sus hijos”.

Pregunté otra vez: “¿Quién es -nosotros- el Rebe y yo?” El Rebe repitió esta frase dos veces más. Y fue el final de la conversación. Después de la desaparición física del Rebe, no pude comprender sus palabras.

“Esta última noche del viernes, unos días antes de la boda de tu hija, tuve un sueño. El Rebe y tu padre vinieron a mí. El Rebe me preguntó: “¿Por qué no vas a la boda?”. Al principio no respondí y el Rebe me preguntó de nuevo: “¿Por qué no vas? Hicimos un trato: que bailaríamos en la boda”. No respondí y me desperté. No presté atención al sueño.

“La noche siguiente, el Rebe vino de nuevo a mí en un sueño, esta vez sin tu padre. Una vez más me preguntó por qué no viajaba a la boda. Respondí que no tenía el dinero para viajar. A esto el Rebe dijo: “Un jasid nunca tiene problema con el dinero”.

Le dije al Rebe: ””Pero yo no soy un jasid” El Rebe contestó: “Sí, lo eres”. Y el sueño acabó. Tampoco presté atención esta vez.

“La tercer noche, el Rebe vino y preguntó: “¿Nu, por qué no vas a la boda?”. Respondí: “es un momento financiero difícil” ”El Rebe contestó: ” Tendrás el dinero”. Y desperté.

Ese día, lunes por la mañana, fui a trabajar y me encontré a un amigo. Él me dijo: “Pareces angustiado”. Le dije que no había dormido unas noches. Mi amigo me dijo: “Quiero darte $400 para que vayas a Florida y tomes una vacación”. Respondí que no tenía el tiempo para ir. Pero mi amigo insistió: “Puedes viajar por un día”.

Esa tarde, cuando vine a casa, mi esposa sugirió que te llamara para desearles “mazal tov”. Después de todo, tu hija se casaba en dos días. Dije a mi esposa: “Quizá debo ir a la boda en lugar de llamarlos”. Llamé a mi amigo y le pregunté si su oferta estaba en pie. “Claro”, dijo. Llamé a la aerolínea, reservé un boleto y un hotel en Florida por una noche. El precio total era de $300. Volví a llamar a mi amigo y le dije que necesitaría sólo $300. Su contestación fue: “¿Cómo puedes ir a una boda y no traer un regalo? Dale los cien dólares extra al novio”.

“Y aquí yo estoy,” concluyó.

El Rabino Biston estaba conmovido por esta historia. Sabía que el Rebe guarda su palabra de verdad. Así que durante la danza, Rabi Biston se aseguró de bailar con su viejo amigo varias veces. Él sentía de verdad que estaba bailando con su padre y el Rebe.

De: Miracles in our Times

Receta: pollo con canela

¡Una receta original para empezar el mes de Elul! La combinación de la canela, la manzana y el pollo es fantástica. 

Ingredientes:

1 pollo de 2 kg

sal y pimienta a gusto

1 cucharita de canela

1 cebolla cortada en cuadrados

1 taza de caldo de pollo

1 1/3 de taza de vino blanco

3 manzanas verdes, sin corazón y cortadas en 4 trozos horizontalmente

2 cucharas de azúcar

Precalentar el horno a 180 grados.

Procedimiento:

Sazonar el pollo con la sal, pimienta y media cucharadita de canela. 

Poner en la fuente para horno el pollo condimentado con la cebolla. 

Agregar el caldo de pollo y el vino blanco. Cocinar durante 45 minutos.

Una vez transcurridos los 45 minutos de cocción del pollo agregar al derredor las manzanas la canela restante y el azúcar. 

Cocinar durante 45 minutos más, o hasta que las manzanas estén blandas y el pollo cocido.

No ortodoxo

Un Rabino dijo sobre sí que era: ¡No ortodoxo!. ¡No ortodoxo! ¡El término más descriptivo que he oído para representar al judaísmo real!

La creencia de que nada es de la manera que se supone que es, que todo tiene que cambiar, que tenemos que ser diferentes de todos los demás. ¿A esto se debe que los judíos son- los rezongones recalcitrantes, insurgentes, revolucionarios de la historia?, ¿y qué podría ser menos ortodoxo que eso?

¿Acaso el judaísmo no empezó con el paradigma de todos los iconoclastas? Imaginen a Abraham quebrando los ídolos en la casa de su padre, desafiando al rey Nimrod y a todas las normas sociales de la época. Imaginen a Moshé desafiando al Faraón, o Rabí Akiva y los Sabios que desafiaron al macizo Imperio Romano. ¿Esto es lo que se describiría como conducta “ortodoxa” ?

Ser judío es rebelarse. Negarse a contestar el teléfono en Shabat es una rebelión contra la tecnocracia. Guardar la dieta kosher es una rebelión contra el consumismo. Levantarse temprano por la mañana y envolverse en un paño de lana grande, blanca, y atarse tiras de cuero al brazo y colocarse cajas en el brazo y en la cabeza, uniéndose a otros en las esferas místicas y leer de un pergamino antiguo, es una rebelión sincera contra cualquier cosa considerada normal en la vida moderna.

¿Conocen la historia del rabino que está parado afuera en la calle buscando al décimo para su minián? Finalmente, encuentra a un judío. Pero el judío dice: “Lo siento, no estoy ‘enganchado’ con una religión organizada”.

“¡¿Si esto es una religión organizada,” el rabino exclama, ” qué estoy haciendo fuera, atormentando a los peatones?!”

¿Los judíos han sido alguna vez ortodoxos?, ¿existió un tiempo en la historia en que su apariencia y conducta fueron consideradas normales?

El Faraón pensó que estaban locos porque exigieron los derechos de los trabajadores. Los romanos pensaron que estaban chiflados porque no se deshacían de los infantes enfermos. La Iglesia pensó que eran perversos porque no se rendían a la fe de la mayoría. Los racionalistas pensaron que estaban “del tomate” debido a su misticismo, y los románticos los consideraron obtusos por su racionalismo. 

Los Naciones Unidas resolvieron que los judíos son raros sólo porque insisten en existir. Entretanto, todos terminaron adoptando nuestro pensamiento, pero todavía seguimos siendo una anomalía entre las personas.

El Judaísmo nunca puede ser llamado anticuado, porque nunca tuvo que ver con la moda.

¿Entonces, quién propuso este término: “Judaísmo Ortodoxo”?

Les diré: hace doscientos años, cuando el Emperador Napoléon Bonaparte decidió que él era el Mesías y los judíos debían ser liberados, nombró a varios líderes de la comunidad judía para formar un Sanhedrin, una Alta Corte de Rabinos y Estudiosos, como había existido en tiempos antiguos. Así que honrados, ellos casi convencieron a sus compañeros para que se les uniesen. Después de todo, Napoleón era la onda del futuro. Esto era progreso.

Pero algunos rabinos no visualizaron tal progreso. ¿Napoleón, un Mesías? ¿Y París, Jerusalén? Así que los rechazaron. ¡Y por esa negativa terca, para que entendieran cuán retrógrados y estrechos de mentes eran, fueron etiquetados como: ” los RABINOS ORTODOXOS!”

“¡Ortodoxo, schmorthodoxo,” contestaron, “pero el pequeño tipo con la mano pegada a su camisa no es el Mesías!”

Mi Rebe dijo una vez: “Las etiquetas son para las camisas”. De acuerdo, hay otras cosas que pueden llevar etiquetas. Como los Templos Reformistas, las Sinagogas Conservadoras, Reconstruccionistas de los bosques de pinos. Pero los judíos que encontrarán en esos lugares tienen todos sólo una etiqueta: judíos. Porque “judío” no es un término conductual. Es un estado esencial de ser. No es donde usted está, es a donde usted pertenece.

Así que si alguien les pide que describan los tres tipos de judíos de hoy, contesten así:

Hay tres tipos de judíos: 

1. judíos que hacen Mitzvot.

2. judíos que hacen más Mitzvot.

3. judíos que hacen más Mitzvot aun.

Y de esto se trata todo en realidad, porque un judío apenas si puede respirar sin hacer un Mitzvá. Es que ellos son demasiado no ortodoxos.

Por Tzvi Freeman, autor de Trayendo el Cielo a la Tierra.

Parashá en síntesis: Ki Tetzé

Israel salió en guerra contra una nación enemiga. Al estar en su territorio había la posibilidad de contacto con las mujeres de la nación ajena, quienes eran llevadas al frente para distraer a los soldados. 

Para que un soldado pudiera llevar consigo una mujer de otra nación a Israel, tenía que darle la oportunidad de acostumbrarse al nuevo país, su nueva casa y nueva religión. 

Si no se acostumbraba y decidía no convertirse, el judío debía dejarla en libertad y no tenía derecho a esclavizarla ni venderla a otro.

La Torá enseguida trata el problema del “hijo rebelde” y da ciertas pautas a seguir en la educación de los hijos. Los padres no pueden dejar pasar las pequeñas fallas de un niño, porque terminarán agravándose. 

El énfasis es que la educación no empieza a la edad en que el niño ya puede razonar, sino aun antes de su nacimiento. La madre se prepara para recibir al niño, con las leyes de Taharat Hamishpajá (pureza familiar). Al nacer, al niño se le da un nombre judío. La decoración de su cuarto y los objetos que ve deben ser aptos para un niño judío. Desde la cuna, sus primeras palabras deberán ser de contenido judío, como Shemá Israel y el Modé Aní y así sucesivamente; el niño va llevando un tesoro de conocimientos y sentimientos adecuados, un respaldo que durante toda su vida le ayuda a identificarse como miembros del pueblo de Israel. 

En esta Parashá también tenemos la mitzvá de no dejar un cuerpo sin enterrar por más tiempo del absolutamente necesario. En Israel, la mitzvá es que no pase la noche sin ser enterrado. Se considera una falta de respeto al Todopoderoso dejar al cuerpo sin sepultura más tiempo de lo imprescindible. 

El primer Departamento de Objetos Perdidos fue descrito en la Torá, ya que se considera una mitzvá especial la devolución de la propiedad perdida. En el Templo existía un lugar específico donde uno podía ir a reclamar o buscar las cosas perdidas. 

La Torá pide respetar la distinción entre los sexos: al hombre no le es permitido vestirse con ropa que usan las mujeres, ni viceversa, tampoco puede buscar maneras de lucir afeminado. 

El judío que encuentra un nido no puede quitarle los huevos, ni los pichones, sin alejar primero a la madre. Maimónides explica que este precepto nos enseña buenos rasgos: aprendemos a ser más comprensivos y así merecemos la comprensión y la bondad de Di-s. 

En el calendario judío, el mes de Elul está dedicado al análisis y autoevaluación de nuestros sentimientos, modo de vida y conducta en relación con Di-s y con el prójimo. Es el tiempo propicio para conectarnos con nuestra esencia judía y acercarnos a Di-s quien en este mes – más que en ningún otro – está a la disposición de todos aquellos que lo buscan.

Este período tiene sus orígenes en el tiempo de Moshé Rabeinu, después de la salida de los judíos de Egipto.

Un noble propósito

En Ki Tetzé aprendemos que el acreedor puede exigir garantías antes de ofrecer un préstamo, aunque el deudor sea pobre. Pero la Torá nos ordena no exigir un artículo que el deudor requeriría durante el curso normal de su día. Por ejemplo, si usa su única almohada, el acreedor debe devolverla durante la noche.

La Torá concluye con las palabras, “y él te bendecirá, y será para ti como un acto de caridad ante Di-s”. Rashi explica que incluso si el deudor no lo bendecirá por este amable acto, será meritorio ante Di-s.

Reb Levi Itzjak de Bardichev, amplió la idea de Rashi: algunos realizan una acción amable porque buscan la bendición del destinatario. Este versículo nos enseña que la mejor manera de realizar una mitzvá no es por la recompensa, aunque inevitablemente vendrá, sino por el bien de Di-s. Debemos realizar la obra de caridad porque Di-s nos lo ordenó, no por interés. Es decir, se debe dar caridad solo por la mitzvá, ni siquiera por la recompensa prometida por Di-s.

A Rabi Israel Baal Shem Tov una vez le informaron, por decreto Celestial que había perdido su parte en el mundo venidero, por lo que declaró alegremente que tenía la oportunidad de servir a Di-s sin motivo oculto, ni por la recompensa. Pronto se le informó que su porción Celestial le había sido restaurada y se había duplicado.

¿Cómo debería funcionar la Justicia?

La Torá nos advierte sobre una serie de “Prohibiciones para el Juez”que de ser cumplidas harían de este, un mundo mucho más justo…

· DE TERGIVERSAR EL JUICIO (“AVEL BADIN LASHOFET”) 

Es la advertencia con la cual se previno al juez’ de no cometer engaño en el juicio1. Es lo que El dijo2: No hagáis engaño en el juicio. El concepto de este precepto negativo es que no contravenga los lineamientos que trazó la Torá en la condena de una cosa o en la absolución de ella4.

(1) Ver Mitzvá Asé 176. (2) 0 sea, pervertir o retrasar la justicia, o interpretar la Torá de manera diferente a su sentido verdadero. (3) Levítico ~ Kedoshim” 19:15. (4) Es decir, absolver al culpable o sentenciar al inocente (Mishné Taré, Leyes del Sanhedrín, Cap. 20, Ley 6).

El juez no sólo es responsable de la convivencia pacífica entre los hombres que conforman la sociedad, sino que su actuación afecta y repercute en las más altas esferas de la espiritualidad. Tal es así, que nuestros Sabios no han tenido reparos en decir que ‘un juez que administra justicia con total honestidad hace que la Presencia Divina more en el seno del pueblo de Israel, en tanto que el que no lo hace ocasiona que Di-s lo abandone’. Deberá verse siempre como si una espada pendiera sobre su cabeza y las puertas del infierno estuvieran abiertas bajo sus pies. Y si toma injustamente los bienes de uno y los entrega a otro, obliga a Di-s Mismo a restituirlos a su legítimo dueño, de modo que su proceder ha constituido una acto de injusticia ante Di-s (Talmud, Sanhedrín 7a).

· DE ACEPTAR SOBORNO (“SHOJAD LASHOFET”) 

Es la advertencia con la cual se previno al juez de no tomar soborno de los litigantes, incluso para juzgar con equidad.

Es lo que Él dijo’: Y soborno no tomarás. El precepto negativo en este sentido ya fue repetido2 (en la Torá). Y en el Sifrí (se dijo): “No tomarás soborno — incluso para eximir al inocente y condenar al culpable”.

Las leyes de este precepto han sido explicadas ya en varios lugares (del Tratado Talmúdico) de Sanhedrín.

(1) Éxodo “Mishpatim” 23:8. (2) Deuteronomio ~ Shoftim” 16:19.

El juez que acepta soborno no tiene posibilidad de hacer enmienda perfecta cuando se arrepienta de su pecado, pues no conoce el alcance de la injusticia ni el de sus consecuencias; además, estimula al litigante que lo soborna y lo hace pecar Mishné Torá, Leyes del Arrepentimiento, Cap. 4, Ley 5). El que hace entrega de soborno, a su vez, transgrede Mitzvá Lo Taasé 299 (Ibíd, Leyes del Sanhedrín, Cap. 23, Ley 2).

Mitzvot Lo Taasé — Preceptos Negativos (274-276) 375

· DE FAVORECER EN ESPECIAL A UNO DE LOS LITIGANTES (“NESIAT PANIN LASHOFET”)

Es la advertencia con la cual se previno al juez de no favorecer en el juicio a uno de los litigantes, incluso si se trataba de una persona muy honrosa y de alto rango. Que el juez no lo honre si vino al juicio junto a su litigante, y que no muestre que lo enaltece y honra.

Es lo que Él, exaltado sea, dijo’: Y no favorezcas al grande. En el Sifrá (dijeron): “Que no digas: este es rico, este es hijo de grandes, ¿cómo he de avergonzarlo y ver su bochorno?’ y cuánto más (entonces) que (se cuida y) no lo (lleva él mismo a) vergüenza. Por eso fue dicho: No favorezcas al grande”.

Las leyes de este precepto han sido explicadas ya en varios lugares de (los Tratados Talmúdicos de) Sanhedrín y Shevuot2.

(1> Levítico “Kedoshim” 19:15), (2> Pág. 30a).

¿Cuál es el plano de igualdad que debe tener presente el juez según lo exige la ley judía? Al respecto es muy clara la Mishná (Avot l:8 )

“Cuando los litigantes están parados frente a ti, considera a ambos como culpables; mas cuando partan de ti, habiendo aceptado la sentencia, considera a ambos como inocentes”.

· DE DEJARSE AMEDRENTAR EN UN JUICIO (“LO TAGURU”)

Es la advertencia con la cual se previno al juez’ de no temer a un hombre dañino, insolente y de mal carácter, hasta que (por ello) no dictamine sobre él un veredicto justo. En cambio, debe dictaminar y no ha de tomar en cuenta qué daños puedan ocurrirle de aquella persona.

Dijo Él, exaltado sea2: No temáis ante (ningún) hombre.

Dice el Sifrá: “No temáis ante (ningún) hombre —quizás has de decir: ‘Temo a fulano, no sea que mate a mi hijo, incendie mi parva, corte mis plantíos’ —para enseñarnos (que está prohibido) fue dicho: No temáis ante (ningún) hombre”.

(1) Un juez nominado sobre la comunidad. Si no es un juez público, y ve que una de las parte es dura y dañina, puede negarse a juzgar antes de escuchar sus argumentos, o incluso luego si no tiene en claro a quién beneficia el dictamen. Silo tiene claro, está obligado a emitir su opinión, incluso si no es un juez nominado sobre la comunidad (Mishné Taré, Leyes del Sanhedrín, Cap. 22, Ley 1). (2) Deuteronomio “Devarim” 1:17.

· DE APIADARSE DEL POBRE EN SU JUICIO (“JEMLAT HADAL LASHOFET”) 

Es la advertencia con la cual se previno al juez de no apiadarse del desdichado durante el juicio, de modo que, por piedad, le dispense lo que no le corresponde. En cambio, debe imponer igualdad entre el rico y el pobre y menesteroso, y lo obligará a pagar lo ~ que sobre él ha de imponerse.

Es lo que Él dijo: Y al pobre no favorezcas en su litigio. Ya repitió (en la Torá) el precepto negativo en este sentido con otra expresión, y dijo2: No muestres consideración especial hacia el pobre. En expresión del Sifrí:

“Que no digas: ‘Este es pobre; puesto que yo y este rico estamos obligados a mantenerlo, lo privilegiaré, resultando que se mantiene con decoro’. Para enseñarnos (que ello está prohibido) fue dicho: Y al pobre no favorezcas en su litigio”.

(1) Éxodo ~ Mishpatim” 23:3. (2) Levítico ~ Kedoshim” 19:15.

Aquel que muestra piedad cuando se requiere firmeza, terminará siendo cruel cuando se requiere misericordia (Kohelet Rabá 7:33).

· DE TORCER EL JUICIO EN CONTRA DE UN PECADOR (“IVUT DIN HARASHA LASHOFET”) 

Es la advertencia con la cual se previno al juez de no torcer (premeditadamente) el juicio en contra de uno de los litigantes porque sabe que es un hombre perverso y pecador.

Él, exaltado sea, advirtió respecto de castigarlo con la tergiversación del juicio, y es lo que Él, exaltado sea, dijo: No tuerzas el juicio de tu pobre, en su litigio.

Dice el Mejilta: “(Si) un malvado y un (hombre) honesto están parados delante de ti para el juicio, que no digas: ‘Dado que aquél es malvado, torceré el juicio en su contra’ — para enseñarnos (que ello está prohibido) fue dicho: No tuerzas el juicio de tu pobre en su litigio; (con) ‘pobre’ (se pretende que) es él en (el cumplimiento de) los preceptos. Es decir: a pesar de que él es pobre en Mitzvot — no tuerzas su juicio.

(1) Éxodo “Mishpatim” 23:6. (2) Razón por la cual, tácitamente, miente; mientras que su interlocutor, tácitamente, no adultera sus palabras (Mishné Torá, Leyes del Sanhedrín, Cap. 20, Ley 5).

· DE SER COMPASIVO CON CIERTOS DELINCUENTES (“RAJMANUT AL MAZIK LASHOFET”) 

Es la advertencia con la cual se previno al juez de no conmiserarse de quien mató a su compañero o lo disminuyó en uno de sus miembros —es decir, con el pago de las multas (1)—. Que no diga: ‘Este es pobre, y segó la mano de aquél o le hizo perder su ojo sin intención’, y se apiade y se compadezca de él en el pago íntegro de los montos de su daño.

Es lo que Él, exaltado sea, dijo (2) respecto de esto: No conmiseres tus ojos. Vida por vida, ojo por ojo’, diente por diente, mano por mano, pie por pie.

El Precepto Negativo en este sentido ha sido repetido ya (en la Torá), y dijo (4) El: No conmiseres tu ojo (por él) y erradicarás de Israel (a quien vertió) la sangre inocente.

(1) Ver Mitzvá Asé 236. (2> Deuteronomio ~ Shoftim 19:21). (3) En el Talmud se explica que ‘ojo por ojo, etc.’ no significa quitar el ojo al que ocasionó el daño —como entendieron los Caraítas— sino la compensación monetaria —multa— equivalente al daño. Ver Mitzvá Asé 236, Nota 4. (4> Deuteronomio “Shoftim” 19:13).

Llenando espacios

¿Cuántos estudiantes universitarios pueden caber en un smart car? ¿Cuántas cosas absolutamente esenciales puede colocar una mujer en su cartera? ¿Cuántos objetos puede meter un hombre en el bolsillo de su traje y todavía tener la chaqueta puesta correctamente?

Apretarse  en  el ascensor cuando ya está lleno; apretar la arena en un balde, una y otra vez para dejar espacio para más; una maleta tan llena que tienes que sentarte sobre ella para lograr cerrarla.

La gente parece estar obsesionada con abarrotar tantas cosas como sea posible en una cantidad mínima de espacio. Desde los organizadores del armario hasta las bolsas que comprimen el aire, queremos aprovechar al máximo el lugar, tanto tangible como intangible.

El mes de Elul, en el que nos encontramos actualmente, es precisamente eso. Elul es el tiempo de balance del año anterior. Es la época de “inventario”, “tiempo de contabilidad de fin de año”.

Además Elul es un enfoque hacia el futuro, una oportunidad para planificar con la sabiduría adquirida con la experiencia. Elul nos da la oportunidad de concentrarnos en cómo haremos las cosas de manera diferente en el próximo año.

Pero también hay un tercer aspecto para Elul. Mientras estamos recordando el pasado y considerando el futuro, seguimos viviendo en el presente. Y en este presente, las enseñanzas judías nos invitan a usar todo el mes de Elul para llenar nuestro espacio espiritual con tantas mitzvot (mandamientos) como    podamos. Nos 

anima a agregar más mitzvot a nuestro repertorio y realzar la manera en la que las realizamos.

En Elul, se nos exhorta específicamente a dar caridad adicional; Pasar más tiempo conectados con Di-s a través de la Tefilá- oración; que nuestras mezuzot y Tefilín sean revisados por un Sofer- escriba  experto (y poner mezuzot en aquellas puertas que pudieran  necesitarlas);  observar  las leyes de kashrut con más cuidado; bendecir a nuestros amigos, vecinos y parientes con un año bueno y dulce.

Utilizar el espacio espiritual que se nos da durante Elul en su máxima capacidad sólo será para nuestro beneficio para el próximo año. Que tengamos un año dulce, feliz, saludable y de redención para todos nosotros!

Adaptado del L’Chaimweekly

¿Eres un monarca?

La percepción pública de la realeza se ha denigrado en los últimos tiempos. Con las familias Reales de Europa descollando sólo en público por sus vidas personales, deshonrando sus posiciones heredadas, desde mi perspectiva como “hombre común”, considero que el mundo podría arreglárselas sin ese “paquete de ingratos”.

Uno puede preguntarse qué bien público fue otorgado por parte de la Familia Real. ¿Acaso no han habido Reyes y Reinas en la historia que sólo han representado la profusión, decadencia y gobierno déspota? Si (como es comúnmente aceptado), el poder absoluto es absolutamente corrupto, ¿No estamos mejor como una meritocracia democrática?

Leemos esta semana uno de los últimos mandamientos escritos en la Torá: “Al llegar a la Tierra…debes designar un Rey…de entre tus hermanos, un Rey debe gobernar” (Deuteronomio 17:15). ¿No parece extraño que Di-s promueva la noción humana de la realeza, ordenándonos subyugarnos a una majestad mortal?

Es incluso más extraño: Una vez asentados en la Tierra de Israel y listos para rodearse con todas las características de un Estado, los judíos le piden al profeta Samuel que los ayude a designar a “un Rey, para que seamos como las naciones de alrededor nuestro”. A lo cual Samuel reaccionó con enojo y disgusto, asumiendo que su pedido por un rey era equivalente a rechazar a Di-s (Samuel I, capítulo 8).

Liderazgo

Hay un método académico conocido como “El Gran ‘Hombre escuela’ de la Historia”, en donde las guerras, convulsiones políticas y otros movimientos en masa son descritos en términos del liderazgo prevaleciente en esa época. Batallas militares son estudiadas puramente desde la perspectiva de los generales, sin tomar en cuenta los pensamientos y acciones individuales del soldado común que equivalen al sentimiento de un peón en un tablero de ajedrez.

Este método de examinar la historia tiene su mérito. La fe de las naciones está co relacionada casi exclusivamente con la cualidad del liderazgo que ellos disfrutan, y nada puede estancar a todo un país más rápido que las decisiones tomadas por un partido egoísta o incompetente.

Lo mismo es cierto con la noción acerca que una estructura fuerte la provee un gobierno organizado y que éste crea una sensación de libertad y oportunidad para todos, permitiendo que prospere el individualismo.

Sígueme

Sin embargo, desde una perspectiva de la Torá, es imposible aceptar que la mera función de un líder es proveer ley y orden. Cuando se reconoce que la Presencia eterna de Di-s prevalece, las normas aceptadas sobre cierto comportamiento son proveídas directamente por la Torá y no es necesario reforzar la regla de la ley.

Desde esta perspectiva, el desafío del liderazgo no es asustar a la nación, sino inspirarla. Un verdadero líder está parado por sobre toda la gente, presentando y mostrando un sentido de misión y propósito. Cuando designamos a un líder o a un Rey, debe ser con la expectativa que las buenas cualidades personales que el líder posee, y la grandeza que muestra el monarca, despierte en nosotros un correspondiente sentido de entusiasmo que nos comprometa con el programa de la Divinidad al que el Rey mismo se ha comprometido.

Cuando el profeta Samuel criticó a la nación por pedir un rey, su enojo estaba dirigido a los motivos más que a la razón del deseo. Su pedido “desígnanos un rey para que seamos igual que las naciones de alrededor nuestro”, demostró que no era la inspiración de una majestad como una representación Divina lo que ellos deseaban. Sino que lo suyo era más bien un pedido prosaico; siendo que no tienen confianza en la regla de Di-s o en las expectativas de la Torá para dirigir la sociedad; optan por confiar en el nombramiento de una majestad mortal que imponga arbitrariamente sobre ellos la regla de la ley.

Muéstrame qué hacer

A pesar que vivimos en una era de egoísmo e individualidad, en donde cada uno de nosotros desea imponerse, hay mucho más para recomendar sobre acudir al consejo de un mentor. Podemos no tener más reyes y reinas que nos inspiren a seguir los caminos de Di-s y a comprometernos con su Torá, pero cada uno de nosotros debe buscar una guía o un mentor espiritual que nos ayude a dirigirnos en el camino de la vida.

Por Elisha Greenbaum

El mito de la caridad

Los judíos no creen en la caridad. No te dejes engañar por su filantropía legendaria, por su saturación de movimientos sociales y humanitarios. Los judíos no practican la caridad, y el concepto es virtualmente inexistente en la tradición judía.

En vez de caridad, el judío da tzedaká – la palabra significa “rectitud” y “justicia”. Cuando el judío contribuye con su dinero, tiempo y recursos al necesitado, no está siendo benévolo, generoso o “caritativo”. Él está haciendo lo que es correcto y justo.

Se cuenta una historia acerca de un jasid adinerado que recibió una carta de su Rebe, Rabi Abraham Yehoshua Heshel de Apta, solicitándole que le diera 200 rublos a un amigo jasid para salvarlo de la ruina financiera. Este jasid rico contribuía regularmente con su Rebe en acciones caritativas, pero esta carta en particular le llegó en un duro momento financiero y contenía un pedido de una suma excepcionalmente grande. Después de cierta consideración, el jasid decidió no responder al pedido del Rebe.

Al poco tiempo la fortuna del jasid comenzó a disminuir: Una de sus empresas fracasó gravemente, luego otra y al poco tiempo había perdido todo.

– “Rebe”- gritó, cuando pudo lograr una audiencia privada con su Rebe, Rabi Abraham Iehoshua, “Yo sé por qué me ha sucedido esto. ¿Pero fue mi pecado tan terrible como para merecer tan severo castigo? ¿Acaso es correcto castigar sin advertencia? ¡Si usted me hubiese dicho la importancia de dar esos 200 rublos, hubiera seguido sus instrucciones al pie de la letra!”

“Pero tú no has sido castigado de ninguna manera”- contestó el Rebe

– “¿Qué me está diciendo? ¡He perdido toda mi riqueza!”

– “Nada tuyo fue tomado de ti” – dijo el Rebe. “Cuando mi alma bajó a la tierra, cierta cantidad de recursos materiales me fue asignada para usarla en mi trabajo. Sin embargo dedique mis días y noches a rezar, estudiar, enseñar Torá y asesorar a aquellos que vienen a mí en busca de orientación y no dejé ningún tiempo para la tarea de administrar todo ese dinero. Estos recursos fueron puestos en la confianza de un número de ‘banqueros’ – gente que podía reconocer reconocería la importancia de apoyar mi trabajo. Cuando no pudiste llevar a cabo tu papel, mi cuenta contigo fue transferida a otro banquero.”

En nuestro mundo, tan evidentemente – y a veces violentamente – dividido entre la prosperidad y la pobreza, existen dos perspectivas generales en abundancia y característica:

a) Que éstas son las posesiones legítimas de los que las ganaron o heredaron. Si eligen compartir incluso una pequeña parte de las mismas con otros, esto es un acto noble, digno de alabanza y ovación.

b) Que la distribución desigual de los recursos terrestres entre sus habitantes es una parodia. Poseer más que otros es una injusticia, incluso un crimen. Dar al necesitado no es una “buena acción” sino la rectificación de error.

La tradición judía rechaza ambas opiniones. De acuerdo a ley de la Torá, dar al necesitado es un mitzvá – un mandamiento y una buena acción. Esto significa que, por un lado, esto no es un acto arbitrario, es solamente un deber y una obligación. Por otra parte, es una buena acción – un crédito para aquel que reconoce su deber y lleva a cabo su obligación.

El judío cree que la abundancia material no es un crimen, solamente una bendición de Di-s.

Una persona que fue bendecida por la riqueza, debe verse a sí mismo como a un “banquero” de Di-s – una persona privilegiada, en la que Di-s deposita su confianza para entregar los recursos de Su creación a otros.

Di-s podría asignar porciones iguales de Su mundo a todos sus habitantes. Pero entonces este mundo no sería solamente nada más que una exhibición de las energías creativas de Di-s, predecible como un juego de computadora y estático como una exhibición de museo. Di-s deseó un mundo dinámico en el cual el hombre, es también un creador y abastecedor. Un mundo en el que cual los controles, se han entregado hasta cierto punto a los seres que tienen la energía de elegir entre satisfacer o renunciar su papel. Así la ley judía requiere que cada individuo de tzedaká – incluso si uno mismo es sostenido por la tzedaká de otros. Si el propósito de la tzedakáa fuera simplemente rectificar la distribución desigual de abundancia entre ricos y pobres, esta ley no tendría ningún sentido. Tzedaká, sin embargo, es mucho más que eso: es la oportunidad concedida a cada persona para sentirse un “socio con Di-s en la Creación.”

Dar tzedaká es, sobre todo, una lección de humildad. Frente a nosotros se encuentra un ser humano menos afortunado que nosotros. Sabemos que Di-s podría proveerlo fácilmente de todo lo que él requiere, en vez de enviárselo a través de mí.

¡Aquí hay una persona que está sufriendo pobreza para darnos la oportunidad de hacer un hecho de Sagrado! De la misma manera, si la Providencia Divina nos coloca en el papel de recepción de un acto caritativo, no debemos sentirnos desmoralizados por la experiencia. Para nosotros que sabemos que Di-s podría fácilmente proporcionarnos todas nuestras necesidades y que nuestra situación actual es simplemente para conceder a otra persona la capacidad de hacer un hecho Sagrado. Nuestro “benefactor” nos está dando el dinero o cierto recurso; nosotros le estamos dando algo mayor – la oportunidad de ser un socio de Di-s en la Creación. En las palabras de nuestros sabios: “más de lo que el hombre rico hace por el pobre, el pobre hace por el hombre rico.”

Por Yanki Tauber, basado en las enseñanzas del Lubavitcher Rebe.