Los diferentes tipos de korbanot

Hay cinco tipos de korbanot (sacrificios):

 

  1. Olá / La ofrenda quemada en su totalidad
  2. Minjá / La ofrenda de harina
  3. Shelamim / La ofrenda de paz
  4. Jatat / La ofrenda por el pecado
  5. Asham / La ofrenda por la iniquidad

 

Los tres primeros tipos de korbanot pueden ser traídos voluntariamente por un judío como regalo a Hashem. Los dos últimos deben ser ofrecidos por un judío después de cometer una averá (pecado). Hashem se siente especialmente complacido por los korbanot que son ofrecidos libremente, y no a causa de un pecado. Por esta razón, se los menciona en la Torá en primer término.

Consideramos a continuación — en ese orden — estos cinco tipos de korbanot

Olá/ La ofrenda olá que es totalmente quemada

La ofrenda Olá puede ser tanto un animal como un ave. Los detalles varían según de cuál se trate.

Un Olá animal

Si una persona desea donar un korbán, puede decir: “He de traer un sacrificio Olá para Hashem.”

Elige entonces un ejemplar macho de los animales de granja kasher — un buey o carnero, o un macho cabrío. El animal no puede tener un mum (defecto) en el cuerpo. El dueño lleva el animal a la Azará, el patio del Bet Hamikdash. Allí apoya ambas manos sobre la cabeza del animal al tiempo que pronuncia Vidui — el reconocimiento del pecado o los pecados por los que trae este korbán.

 Aunque el judío debe traer el olá por voluntad propia, ésta le ayuda a obtener perdón por algunas de sus averot (pecados).

 ¿Cuáles averot perdona Hashem a una persona por traer un sacrificio Olá?  Tres tipos de averot:

  1. Si una persona tuvo malos pensamientos e hizo teshuvá (se arrepintió) por ellos, el korbán Olá expía sus malos pensamientos.
  2. Si, por error, una persona no cumplió con alguna mitzvá de la Torá que debería haber cumplido, y hace teshuvá , la ofrenda Olá ayuda a que su pecado sea perdonado.
  3. El Olá también expía las averot (pecados) que pueden corregirse mediante el cumplimiento de una mitzvá.

 

Olá es uno de los korbanot más sagrados: recibe el nombre de Kodesh Kodashim.

Un ave Olá

 Naturalmente, un sacrificio animal es mucho más costoso que un ave. Si un judío desea donar un Olá a Hashem pero no tiene los medios para comprar o regalar un animal, puede en cambio donar una de las aves kasher, una paloma o tórtola.

Trae el ave al kohen, pero no apoya las manos (semijá) sobre el ave como lo haría con el animal.

 El kohen mata el ave haciendo una incisión sobre la parte posterior del pescuezo (meliká).

 Antes de que el ave sea quemada sobre el mizbeaj (el altar), el kohen le saca el estómago, ya que no puede ser quemado como parte del korbán.

 Nuestros Sabios enseñan esta norma: “No es importante para Hashem el que una persona esté en condiciones de ofrecer un korbán costoso o barato. Lo que Él desea es que la persona traiga el korbán leshem shamaim, por amor a Hashem, y no en busca de honores.” 

Minjá / La ofrenda de harina.

 Hashem dice: “Un judío rico debe ofrecer un animal como sacrificio de Olá. Uno que no está en condiciones de ofrecer un animal, puede ofrecer un ave en su lugar. Y un judío que es demasiado pobre como para dar un ave, puede en cambio traer aceite y harina al Beit Hamikdash. Parte de la masa que se hace con estos ingredientes será quemada sobre el mizbeaj.  La ofrenda de harina recibía el nombre de minjá. La palabra “minjá” significa regalo. Aunque el regalo del pobre a Hashem cueste mucho menos que el animal o el ave del más rico, Hashem lo atesora. Porque Hashem sabe que el pobre podría haber utilizado ese aceite o esa harina para hornear su propio pan, y sin embargo, donó su alimento como regalo a Hashem. Podría hasta pasar hambre a causa de su ofrenda de harina como minjá. Así entonces, Hashem dice: “¡El korbán minjá es tan precioso para Mí como si el pobre me hubiera ofrecido su propia vida sobre el mizbeaj”

 Al igual que el Olá, el minjá pertenece al grupo de korbanot que son Kodshei Kodashim, los sacrificios más sagrados. Hashem desea que el pobre piense: “Aunque no tengo dinero para un korbán animal, puedo traer un korbán del tipo más sagrado.” Por eso, Hashem puso la minjá entre los korbanot más sagrados.

 

Shelamim / La ofrenda de paz

 Hasta ahora hemos examinado dos tipos de korbanot: el Olá y el Minjá. A continuación la Torá explica las leyes de korbán shelamim, la ofrenda de paz.

 

¿Cuándo ofrece un judío Shelamím? Cuando se siente dichoso y desea compartir un plato de carne con su familia y amigos — pero también desea santificar su comida compartiéndola con Hashem y con Sus kohaním. Si alguien ofrece Olá o Minjá no le está permitido comer ninguna porción del korbán. De modo que puede ofrecer un buey o una vaca, un carnero o una oveja, o una cabra como korbán Shelamim.

 El dueño trae el animal a la Azará y apoya las dos manos sobre la cabeza del animal (semijá). Puesto que el korbán Shelamim no expía un pecado sino que expresa alegría y gratitud a Hashem, el dueño del animal no pronuncia Vidui (confesión). En cambio, agradece y ensalza a Hashem al tiempo que apoya las manos sobre la cabeza del animal.

 El kohen salpica una gotas de la sangre del korbán sobre el mizbeaj. Luego una parte del animal es quemada sobre el mizbeaj, una parte es entregada a los kohanim, y el resto es consumida por el dueño y su familia dentro de la ciudad de Ierushalaim.

Una de las razones por las cuales este korbán recibe el nombre de Shelamim, es que trae  “shalom”, paz, a todos los que participaron en él. El dueño ha compartido su alegría con los kohanim, y él y su familia comen la mayor parte del korbán. Puesto que el korbán es compartido por todos, hace que todos ellos vivan en paz y amistad.

 

Jatat / La ofrenda por el pecado

Hasta ahora la Torá consideró tres korbanot : el Olá, el Minjá, y Shelamim. Estos eran traídos por el judío que deseaba hacer un regalo a Hashem.

 Ahora la Torá trata del korbán que el judío debe traer por la averá  (pecado) que cometió. Este korbán recibe el nombre de “Jatat”. La palabra Jatat se origina en la raíz “Jet” que significa “pecar”. Este korbán debía ofrecerse por cierto tipo de pecado  que un judío cometía por equivocación ¿Qué significa pecar “por equivocación”? Esto puede ocurrir de dos formas:

  1. La persona no conoce la halajá (ley judía). Por ejemplo, cocina en Shabat porque no sabe que está prohibido cocinar en Shabat.
  2. La persona está equivocada respecto de los hechos. Por ejemplo, sabe que está prohibido cocinar en Shabat, pero olvidó que hoy es Shabat y cocinó en Shabat.
  3. En ambos casos el judío simplemente se equivocó. Sin embargo, en la Torá dice que cometió una falta, por lo tanto debe traer un korbán Jatat para que Hashem le perdone su pecado.

 

Asham guezelot / La ofrenda por la iniquidad

Además de jatat, la Torá nos enseña sobre otro korbán que se ofrece por cometer una falta: Asham. Hay seis razones por las cuales una persona debe traer Asham, y tres de ellas son mencionadas en nuestra parshá:

  1. La ofrenda de Asham por robar dinero: Digamos que una persona robó dinero de otro judío y luego juró en falso en el Bet Din. Luego se arrepiente y quiere hacer teshuvá. Debe devolver el dinero que robó, más una multa equivalente a una quinta parte. También debe ofrecer un sacrificio llamado Asham Guezelot, la ofrenda de Asham por robar dinero.
  1.   La ofrenda de Asham por utilizar la propiedad del Bet Hamikdash: Está prohibido a los judíos utilizar para su uso personal cualquier objeto que pertenezca al Bet Hamikdash. No puede tomar ninguna parte del korbán que debe ser quemado sobre el mizbeaj o que debe ser comido por los kohanim. Tampoco puede emplear el dinero o los objetos pertenecientes al Bet Hamikdash. Si utiliza cualquier objeto de propiedad del Bet Hamikdash para sí, su pecado recibe el nombre de Meilá, uso indebido de lo que pertenece a Hashem.

 Para enmendar este pecado, debe devolver el objeto, pagar una multa equivalente a una quinta parte sobre el valor del objeto y luego ofrecer un sacrificio Asham denominado Asham Meilot.

  1. El Asham de la incertidumbre:

 Un judío debe ofrecer un Asham Talui en caso de pensar que cometió cierto tipo de averá (pecado), pero no está seguro de haberlo cometido realmente. Por ejemplo, comió carne que contenía grasa. Luego descubrió que la grasa podría haber sido jelev (grasa prohibida). El castigo por comer esto  es karet (muerte prematura y sin descendencia). La persona no está segura de si la grasa que comió era prohibida o no. En ese caso, debe traer un Asham Talui, un Asham de la duda, al Beit Hamikdash. Este korbán recibe el nombre de “Talui” pues retiene el castigo de Hashem hasta que la persona averigua si pecó. Si más tarde descubre que la grasa no era kasher, debe traer un korbán Jatat.

 El único animal que puede traer una persona como Asham es un carnero. El pecador lo lleva al Beit Hamikdash, coloca las manos sobre la cabeza del animal (semijá), y dice Vídui por su pecado. Este korbán pertenece al grupo de los Kodshei Kodashim, el tipo más sagrado de Korbanot.

 

Extraído de “El pequeño midrash dice”  editorial Bnei Sholem: https://www.bneisholem.com.ar/producto/el-pequeno-midrash-dice-vaikra-t-3/

Hay cinco tipos de korbanot (sacrificios):

 

  1. Olá / La ofrenda quemada en su totalidad
  2. Minjá / La ofrenda de harina
  3. Shelamim / La ofrenda de paz
  4. Jatat / La ofrenda por el pecado
  5. Asham / La ofrenda por la iniquidad

 

Los tres primeros tipos de korbanot pueden ser traídos voluntariamente por un judío como regalo a Hashem. Los dos últimos deben ser ofrecidos por un judío después de cometer una averá (pecado). Hashem se siente especialmente complacido por los korbanot que son ofrecidos libremente, y no a causa de un pecado. Por esta razón, se los menciona en la Torá en primer término.

Consideramos a continuación — en ese orden — estos cinco tipos de korbanot

Olá/ La ofrenda olá que es totalmente quemada

La ofrenda Olá puede ser tanto un animal como un ave. Los detalles varían según de cuál se trate.

Un Olá animal

Si una persona desea donar un korbán, puede decir: “He de traer un sacrificio Olá para Hashem.”

Elige entonces un ejemplar macho de los animales de granja kasher — un buey o carnero, o un macho cabrío. El animal no puede tener un mum (defecto) en el cuerpo. El dueño lleva el animal a la Azará, el patio del Bet Hamikdash. Allí apoya ambas manos sobre la cabeza del animal al tiempo que pronuncia Vidui — el reconocimiento del pecado o los pecados por los que trae este korbán.

 Aunque el judío debe traer el olá por voluntad propia, ésta le ayuda a obtener perdón por algunas de sus averot (pecados).

 ¿Cuáles averot perdona Hashem a una persona por traer un sacrificio Olá?  Tres tipos de averot:

  1. Si una persona tuvo malos pensamientos e hizo teshuvá (se arrepintió) por ellos, el korbán Olá expía sus malos pensamientos.
  2. Si, por error, una persona no cumplió con alguna mitzvá de la Torá que debería haber cumplido, y hace teshuvá , la ofrenda Olá ayuda a que su pecado sea perdonado.
  3. El Olá también expía las averot (pecados) que pueden corregirse mediante el cumplimiento de una mitzvá.

 

Olá es uno de los korbanot más sagrados: recibe el nombre de Kodesh Kodashim.

Un ave Olá

 Naturalmente, un sacrificio animal es mucho más costoso que un ave. Si un judío desea donar un Olá a Hashem pero no tiene los medios para comprar o regalar un animal, puede en cambio donar una de las aves kasher, una paloma o tórtola.

Trae el ave al kohen, pero no apoya las manos (semijá) sobre el ave como lo haría con el animal.

 El kohen mata el ave haciendo una incisión sobre la parte posterior del pescuezo (meliká).

 Antes de que el ave sea quemada sobre el mizbeaj (el altar), el kohen le saca el estómago, ya que no puede ser quemado como parte del korbán.

 Nuestros Sabios enseñan esta norma: “No es importante para Hashem el que una persona esté en condiciones de ofrecer un korbán costoso o barato. Lo que Él desea es que la persona traiga el korbán leshem shamaim, por amor a Hashem, y no en busca de honores.”


Minjá / La ofrenda de harina.

 Hashem dice: “Un judío rico debe ofrecer un animal como sacrificio de Olá. Uno que no está en condiciones de ofrecer un animal, puede ofrecer un ave en su lugar. Y un judío que es demasiado pobre como para dar un ave, puede en cambio traer aceite y harina al Beit Hamikdash. Parte de la masa que se hace con estos ingredientes será quemada sobre el mizbeaj.  La ofrenda de harina recibía el nombre de minjá. La palabra “minjá” significa regalo. Aunque el regalo del pobre a Hashem cueste mucho menos que el animal o el ave del más rico, Hashem lo atesora. Porque Hashem sabe que el pobre podría haber utilizado ese aceite o esa harina para hornear su propio pan, y sin embargo, donó su alimento como regalo a Hashem. Podría hasta pasar hambre a causa de su ofrenda de harina como minjá. Así entonces, Hashem dice: “¡El korbán minjá es tan precioso para Mí como si el pobre me hubiera ofrecido su propia vida sobre el mizbeaj”

 Al igual que el Olá, el minjá pertenece al grupo de korbanot que son Kodshei Kodashim, los sacrificios más sagrados. Hashem desea que el pobre piense: “Aunque no tengo dinero para un korbán animal, puedo traer un korbán del tipo más sagrado.” Por eso, Hashem puso la minjá entre los korbanot más sagrados.


Shelamim / La ofrenda de paz

 Hasta ahora hemos examinado dos tipos de korbanot: el Olá y el Minjá. A continuación la Torá explica las leyes de korbán shelamim, la ofrenda de paz.

 

¿Cuándo ofrece un judío Shelamím? Cuando se siente dichoso y desea compartir un plato de carne con su familia y amigos — pero también desea santificar su comida compartiéndola con Hashem y con Sus kohaním. Si alguien ofrece Olá o Minjá no le está permitido comer ninguna porción del korbán. De modo que puede ofrecer un buey o una vaca, un carnero o una oveja, o una cabra como korbán Shelamim.

 El dueño trae el animal a la Azará y apoya las dos manos sobre la cabeza del animal (semijá). Puesto que el korbán Shelamim no expía un pecado sino que expresa alegría y gratitud a Hashem, el dueño del animal no pronuncia Vidui (confesión). En cambio, agradece y ensalza a Hashem al tiempo que apoya las manos sobre la cabeza del animal.

 El kohen salpica una gotas de la sangre del korbán sobre el mizbeaj. Luego una parte del animal es quemada sobre el mizbeaj, una parte es entregada a los kohanim, y el resto es consumida por el dueño y su familia dentro de la ciudad de Ierushalaim.

Una de las razones por las cuales este korbán recibe el nombre de Shelamim, es que trae  “shalom”, paz, a todos los que participaron en él. El dueño ha compartido su alegría con los kohanim, y él y su familia comen la mayor parte del korbán. Puesto que el korbán es compartido por todos, hace que todos ellos vivan en paz y amistad.


Jatat / La ofrenda por el pecado

Hasta ahora la Torá consideró tres korbanot : el Olá, el Minjá, y Shelamim. Estos eran traídos por el judío que deseaba hacer un regalo a Hashem.

 Ahora la Torá trata del korbán que el judío debe traer por la averá  (pecado) que cometió. Este korbán recibe el nombre de “Jatat”. La palabra Jatat se origina en la raíz “Jet” que significa “pecar”. Este korbán debía ofrecerse por cierto tipo de pecado  que un judío cometía por equivocación ¿Qué significa pecar “por equivocación”? Esto puede ocurrir de dos formas:

  1. La persona no conoce la halajá (ley judía). Por ejemplo, cocina en Shabat porque no sabe que está prohibido cocinar en Shabat.
  2. La persona está equivocada respecto de los hechos. Por ejemplo, sabe que está prohibido cocinar en Shabat, pero olvidó que hoy es Shabat y cocinó en Shabat.
  3. En ambos casos el judío simplemente se equivocó. Sin embargo, en la Torá dice que cometió una falta, por lo tanto debe traer un korbán Jatat para que Hashem le perdone su pecado.


  4. Asham guezelot / La ofrenda por la iniquidad

 

Además de jatat, la Torá nos enseña sobre otro korbán que se ofrece por cometer una falta: Asham. Hay seis razones por las cuales una persona debe traer Asham, y tres de ellas son mencionadas en nuestra parshá:

  1. La ofrenda de Asham por robar dinero:

 

Digamos que una persona robó dinero de otro judío y luego juró en falso en el Bet Din. Luego se arrepiente y quiere hacer teshuvá.

 

Debe devolver el dinero que robó, más una multa equivalente a una quinta parte. También debe ofrecer un sacrificio llamado Asham Guezelot, la ofrenda de Asham por robar dinero.

  1.   La ofrenda de Asham por utilizar la propiedad del Bet Hamikdash:

 

Está prohibido a los judíos utilizar para su uso personal cualquier objeto que pertenezca al Bet Hamikdash. No puede tomar ninguna parte del korbán que debe ser quemado sobre el mizbeaj o que debe ser comido por los kohanim. Tampoco puede emplear el dinero o los objetos pertenecientes al Bet Hamikdash. Si utiliza cualquier objeto de propiedad del Bet Hamikdash para sí, su pecado recibe el nombre de Meilá, uso indebido de lo que pertenece a Hashem.

 

Para enmendar este pecado, debe devolver el objeto, pagar una multa equivalente a una quinta parte sobre el valor del objeto y luego ofrecer un sacrificio Asham denominado Asham Meilot.

  1. El Asham de la incertidumbre:

 

Un judío debe ofrecer un Asham Talui en caso de pensar que cometió cierto tipo de averá (pecado), pero no está seguro de haberlo cometido realmente. Por ejemplo, comió carne que contenía grasa. Luego descubrió que la grasa podría haber sido jelev (grasa prohibida). El castigo por comer esto  es karet (muerte prematura y sin descendencia). La persona no está segura de si la grasa que comió era prohibida o no. En ese caso, debe traer un Asham Talui, un Asham de la duda, al Beit Hamikdash. Este korbán recibe el nombre de “Talui” pues retiene el castigo de Hashem hasta que la persona averigua si pecó. Si más tarde descubre que la grasa no era kasher, debe traer un korbán Jatat.

 

El único animal que puede traer una persona como Asham es un carnero. El pecador lo lleva al Beit Hamikdash, coloca las manos sobre la cabeza del animal (semijá), y dice Vídui por su pecado. Este korbán pertenece al grupo de los Kodshei Kodashim, el tipo más sagrado de Korbanot.

 

Extraído de “El pequeño midrash dice”  editorial Bnei Sholem: https://www.bneisholem.com.ar/producto/el-pequeno-midrash-dice-vaikra-t-3/

Historia: Salvar a un amigo

Guedalia Moshe Goldman, que después se convirtió en Gran Rebe de Zvhil y Jaim Shaul Bruk, renombrado mentor de Jabad, estuvieron cautivos en la misma época en un campamento de trabajos forzados de la prisión soviética. ¿Su ‘detestable’ crimen? Observar y difundir Judaísmo bajo el régimen comunista.

Un Shabat, el sádico comandante del campamento llamó a Guedalia Moshe a su oficina. “Tengo aquí los papeles para tu descargo” dijo mientras ondeaba algunos papeles en el aire, “y si los firmas ahora, serás un hombre libre.

“¡Pero es Shabat!” contestó Guedalia Moshe. “No puedo y no firmaré en Shabat”.

El comandante -quién por supuesto sabía de antemano que Guedalia Moshe no transgrediría el Shabat- gritó: “¡Si no firmas los papeles ahora, permanecerás aquí otros ocho años!”. “No obstante, no firmaré y no profanaré el Shabat” respondió Guedalia Moshé.

“Muy bien,” sonrió con desprecio al comandante. “No firmes. Estarás en esta prisión durante ocho años más. Y veremos cómo tu Di-s te ayuda…”.

“Si mi Di-s quiere ayudarme, Él lo hará sin usted. Y si Él quiere que yo esté en esta prisión ocho años más, estaré aquí otros ocho años aun cuando usted decida permitirme marchar” contestó serenamente Guedalia Moshe. “No tiene nada que ver con usted.”.

El comandante ya enfurecido, estaba rojo. ¡Sacó su pistola fuera del estuche, apuntó al corazón de Guedalia Moshe, y gritó: “¡Veamos quién te ayudará ahora!”.

Jaló el arma…

Y en ese momento, su hija entró en la oficina. Vio a su padre apuntando con la

pistola a Guedalia Moshe y dijo con voz aburrida: “Padre, es una lástima la pérdida de una bala…”.

Despacio, el comandante bajó el arma. “¡No pienses que ha sido tu Di-s que te salvó!” gritó a Guedalia Moshe que permanecía de pie serenamente. “¡Si no hubiera sido por mi hija, serías ahora carne muerta!”.

El comandante se volvió a un ayudante y gritó: “Traiga al otro judío escandaloso, Jaim Shaul!”.

Pasaron  unos  momentos,  y  Jaim Shaul estaba parado en la oficina al lado de Guedalia Moshe. El comandante le hizo la misma oferta que a Guedalia Moshe: “Firma estos papeles y serás hombre libre”.

“Pero no puedo firmar los papeles” contestó Jaim Shaul “Es Shabat, y yo no violó el Shabat”.

“¡Entonces permanecerás aquí otros ocho años!”.

“¡No escribiré en Shabat!”.

De repente, Guedalia Moshe dijo: “Déme los papeles. Yo firmaré por él”.

El comandante quedó enmudecido. “¡¿Qué?! Acabas de decir que no escribirías en Shabat! ¡Vas a estar aquí ocho años más por esa razón! ¿Y ahora firmarás por él?”.

“Claro que no firmaría en Shabat para ganar mi libertad,” Guedalia Moshe contestó. “Pero esto es diferente. Yo soy fuerte, y puedo resistir las condiciones en esta prisión otros ocho años. Pero Jaim Shaul es más débil, y no puede resistir este lugar. Sería peligroso para su salud permanecer aquí ocho años más. Déme los papeles y permítame firmar…”.

Ambos hombres fueron liberados de la prisión a los pocos días.

Y después de todo, no fue el comandante quien estaba al mando.

¡Así celebramos Purim en la Ciudad de Buenos Aires!

En el marco de los festejos de Purim el jueves y el viernes pasado, Jabad Argentina organizó lecturas de la Meguilá para ser compartidas en diversos espacios públicos al aire libre de la Ciudad Autónoma Buenos Aires. Más de 400 personas se acercaron a los puntos de encuentro en Barrancas de Belgrano, Plaza Armenia, Plaza Córdoba, Plaza Hussay, Plaza Alberti, Corrientes y Scalabrini Ortiz, y Florida y Diagonal Norte, y escucharon la lectura del rollo de Ester. 

Fueron visitados más de 30 geriátricos por primera vez desde el comienzo de la pandemia, para acercarles la Meguilá al aire libre o a través de ventanas. Se realizaron, además, 54 lecturas de Meguilá a domicilio para quienes por problemas de salud o dificultad física no podían acercarse a los puntos señalados, y la propuesta de Meguilá a cada hora contó con 1200 personas en el templo de Agüero. En todos los casos se respetaron las medidas preventivas por el COVID-19. 

Por otra parte, se entregaron 5 mil Mishlojei Manot, los tradicionales paquetes de comestibles que se regalan en la festividad de Purim, que fueron repartidos en escuelas, clubes, instituciones comunitarias y en la vía pública. 

Que la alegría con la que la comunidad celebró Purim nos acompañe todo el año y que siempre nos encuentre juntos agradeciendo a Di-s por Sus milagros. 

Las actividades fueron organizadas por el Rabino Levi y Etti Silberstein y el equipo del Dpto. de Actividades de Jabad Argentina. 

Suflle de zuchini

Ingredientes:

-3 zuchinis.

-1 cebolla

-½ vaso de aceite

-1 vaso de harina

-1 cucharadita de polvo de hornear.

– Sal y pimienta a gusto.

Procedimiento:

Rallar el zuchini y la cebolla con la medida más grande del rallador.

Mezclar todos los ingredientes restantes.

Vertir sobre una fuente de horno aceitada o con papel manteca.

Cocinar en un horno mediano hasta dorar.

Extraido de @cocinajudiaconriki

Purim: Meguilá en Buenos Aires

Llega Purim y tenemos opciones para compartir la alegría en toda la ciudad. El viernes 26 de febrero habrá lecturas de la Meguilá al aire libre en Barrancas de Belgrano, Plaza Armenia, Plaza Córdoba, Plaza Hussay, Plaza Arberti, Corrientes y Scalabrini Ortiz, y en Florida y Diagonal Norte. En todos los puntos la cita es a las 12 o 14 horas, con inscripción previa. También habrá lectura de la Meguilá a cada hora en Agüero 1164, el jueves 25 entre las 21 horas y la 1 de la mañana, y el viernes 26 entre las 8 y las 19 horas, sin inscripción previa. 

La Meguilá se lee de un rollo de pergamino escrito a mano, con una melodía antigua, y tanto de noche como de día se acostumbra concurrir a un templo a escucharla.  Si por alguna razón no podés acercarte a un punto de encuentro, comunicate al 1161974444 para solicitar la Meguilá a domicilio y recibir la alegría de Purim en tu casa, oficina, hogar de ancianos u hospital, respetando siempre el distanciamiento. En todos los casos se respetará el protocolo por COVID-19 y el uso de tapaboca es obligatorio. Visitá www.purimargentina.com para ver toda la información y para inscribirte.  Además, en https://jabad.org.ar/2021/02/paso-a-paso-de-purim/ podés conocer todas las mitzvot y tradiciones de la celebración.
La unión como pueblo es un tema central de Purim. Hamán quiso exterminarnos y como pueblo estábamos en peligro, por eso es que también festejamos juntos. Los esperamos a todos en los puntos de encuentro de la ciudad. ¡Jag Purim Sameaj!

El ángel y el borracho

Por Yanki Tauber

Iom haKipurim (el día del perdón) es también llamado así porque es un Yom k´Purim, “un día como Purim”.

Parece que difícilmente se podría encontrar dos días más disimiles en el calendario judío. Iom Kipur es el día más solemne del año. Es un día de búsqueda del alma y el arrepentimiento, el día en que nos conectamos con el núcleo intangible de la pureza dentro de nosotros, con el ser que permanece para siempre manchada por nuestras faltas y transgresiones, para sacar de él la expiación por el pasado y resolver para el futuro. Por lo tanto, es natural que Iom Kipur debe ser un día de espiritualidad sin límites, un día en que trascendemos lo físico a fin de estar en comunión con nuestra esencia espiritual. La Torá nos ordena “afligirnos” en Yom Kipur, para privar al cuerpo de los alimentos y bebidas y todos los placeres físicos. Iom Kipur es el día en que el hombre terrestre se parece al ángel celestial.

Purim, por otro lado, es el día más físico del año. 

Es un día en el que festejamos y bebemos, tanto es así que el Talmud afirma que “una persona está obligada a beber en Purim hasta que no sepa la diferencia entre el “maldito Haman” y el “bendito Mordejai “. Como nuestros Sabios explican, en Purim se celebra la salvación del pueblo Judío. Hay festividades (como Januca) que nos recuerda una época en que el alma Judía se vió amenazada, cuando nuestros enemigos se esforzaron por desarraigar nuestra fe y profanar la santidad de nuestras vidas, los cuales están marcados con las consiguientes observancias “espirituales” (por ejemplo, encender la Menorá, la recitación del Halel). 

En Purim, sin embargo, fue el cuerpo Judío que se salvó, Hamán no planeó asimilar o paganizar a los Judíos, sino destruírlos físicamente a todos, mujeres y niños sobre la faz de la tierra. Purim se celebra por lo tanto mediante la lectura de la Meguilá, dando dinero a los pobres, enviando donaciones de alimentos a los amigos, comiendo una comida suntuosa, y bebiendo.

En Iom Kipur ayunamos y oramos, en Purim festejamos. 

Sin embargo, el Zohar ve a los dos días similares, yendo tan lejos como para interpretar el nombre de Iom HaKippurim (como llama la Torá el día de Iom Kipur) con el significado de que es “un día como Purim” (Iom k’purim).


Razones y loterías

Purim significa “lotería. Lleva este nombre debido al sorteo que hizo Hamán para determinar qué día del año los Judíos iban a ser asesinados, Di-s no lo permita. 

Las Loterías también son un tema central en el día de Iom Kipur, ya que uno de los momentos mas dramáticos del Servicio de Iom Kipur en el Templo Sagrado era cuando el Kohen Gadol (Sumo Sacerdote) se paraba entre dos machos cabríos y sorteaba cuál debería ser ofrecido a Di-s y cuál debería llevar los pecados de Israel en el desierto.

Una lotería representa la idea de sobrepasar el ámbito de la motivación y razón. Éstos se hacen cuando en el análisis final no queda ninguna razón para elegir una opción sobre la otra y así el asunto queda a cargo de algo que está mas allá del control y comprensión de la persona. Ahí radica la importancia de los sorteos que realizaba el Kohen Gadol en Iom Kipur. Luego de que se haya dicho y hecho todo, estamos ante Di-s con nuestras faltas, y según el criterio racional, nos encontraríamos haciendo falta Su juicio. 

Es por esto que vamos mas allá de nuestro ámbito racional, del mérito y la culpa. Dejamos de hacer todo lo que nos identifica como seres físicos, no comemos ni bebemos etc. Sorteamos nuestro destino con Di-s, confiados en que El responderá en términos que identifican nuestro vínculo por excelencia con Di-s, más que por las escalas existenciales del pro y contra.

La lotería de Hamán fué su intento de explotar la supra existencia de lo Divino a un final opuesto. “El pueblo Judío”, dijo Hamán, “podrían ser los perseguidores de la sabiduría de Di-s en la tierra y los ejecutores de sus mandamientos, y así ameritando Su favor y protección. Pero seguro que Di-s, en esencia, está por encima de todo, mas allá de nuestra razón terrenal y sus nociones de “virtud”, “merecimiento” y conceptos tales como “bueno” o “malo”. La voluntad divina es tan arbitrario como tirar unos dados. ¿Por qué no intentarlo?, podría atrapar un capricho celestial corriendo en mi dirección”.

Como el Talmud nos relata: “cuando el sorteo de Hamán cayó en el mes de Adar, él se regocijó diciendo: La lotería ha caído para mí en el mismo mes en el que Moisés falleció”. 

Esto es lo he estado diciendo todo este tiempo. Moisés pudo haberles dado la Torá a Israel, pero también es mortal. Moisés es parte de la realidad física, una realidad que fue trascendida por el “sorteo” que yo he accedido. Mi lotería indica que he sustituido a Moisés y el mérito de Israel ante los ojos de Di-s.

En lo que falló Hamán en darse cuenta, agrega el Talmud, es que mientras que Adar fue el mes en el que falleció Moisés, también fue el mes en el que nació. En el análisis final, la intención del sorteo de Haman fue completamente opuesta a la que él entendió. 

Moises pudo haber “fallecido”, pero la relación de Di-s con Su pueblo trasciende la realidad terrenal. También en el nivel en el que “la oscuridad es como la luz” y donde el “bien” y el “mal” son igual de insignificantes ante Él, Di-s elije, por ninguna razón, sino por Su propia elección, al pueblo de Israel. Como dicen las palabras del Profeta: “¿No es Esav un hermano para Iaakov?, dice Di-s. Pero yo amo a Iaakov”. 

También cuando la realidad parece arbitraria, como tirar los dados, para el Justo Iaakov no vale más que el malvado Esav, el sorteo Divino inevitablemente cae con su Pueblo elegido.

Es por esto que la festividad de Purim deriva su nombre del sorteo que hizo Hamán. Ya que no es simplemente un detalle en la historia, sino el único evento que nos expresa lo que representa.

Iom Kippur es de hecho “un día como Purim”: ambos son puntos en el tiempo físico que trascienden las leyes mismas de la existencia física. Puntos en los que nos elevan por encima de la estructura racional de la realidad y afirman nuestro vínculo supra-racional con Di-s.

Pero también hay una diferencia significativa entre estos dos días. En Iom Kipur, nuestra trascendencia se expresa por nuestra negación de todas las trampas de la vida física. Pero el hecho de que éstos “interfieren” con el carácter supra-existencial de éste día, indica que no somos totalmente libres de ellos. Es por esto que Iom Kipur es sólo “un día como Purim” (k’purim), ya que alcanza sólo una apariencia de la esencia de Purim.

La marca final de la trascendencia no es cuando lo que va a ser trascendido se suprime, sino cuando éste mismo Sirve el final trascendente. 

El milagro de Purim fue la afirmación de Di-s de Su elección al pueblo de Israel, sin embargo fue un milagro investido en la naturaleza. No hubo mares que se dividieron, o aceite que duró ocho días. Todo pasó de una forma natural: La belleza de Ester ante Ajashverosh, y éste la hizo su reina, Mordejai escuchó el plan para matar a Ajashverosh, etc. De hecho, el nombre de Di-s no se menciona ni una vez en el Libro de Ester. 

Es por esta misma razón que Purim es el mayor de los milagros, un milagro en el que no es simplemente el orden natural eludido o sustituido, pero en el que la naturaleza se convierte en el instrumento de lo milagroso.

Lo mismo ocurre en el nivel individual: la trascendencia última de la materialidad no se logra al privar al cuerpo y suprimiendo lo físico, sino a través de la transformación de lo físico en un instrumento de la voluntad Divina. Es por esto que “Purim” es el día en que nosotros somos “muy” físicos, y al mismo tiempo exhibimos una abnegación a Di-s que trasciende todos los parámetros de lo físico-racional, trascendiendo incluso los axiomas: “maldito Haman” y “bendito Mordejai”.

Iom Kipur es el día en el que el Judío se eleva por encima de las limitaciones del mundo físico y la racionalidad. Purim es el día en el que el Judío vive una vida física, como intermediario para una supra-física y supra-racional compromiso con Di-s.

Basado en lo que dijo el Rebe en Purim del año 5718 (1958-9) y otras ocasiones.

Miztvot pre y post Purim

Ayuno de Ester: (jueves 25)

Para conmemorar la plegaria y el ayuno del pueblo judío durante la historia de Purim, ayunamos el día antes de Purim. Este año ayunamos el lunes 9 de marzo. El ayuno comienza aproximadamente una hora antes del amanecer y dura hasta el anochecer. Consultá el horario exacto de tu ciudad en www.jabad.com



La "media moneda" (Majatzit HaShékel) (jueves 25)

Es una tradición dar tres monedas en denominaciones “medias” -por ejemplo, tres monedas de medio dólar- a obras de caridad, para conmemorar el medio shékel con que cada judío contribuía como su parte en las ofrendas comunales en el tiempo del Templo Sagrado. Esta costumbre, generalmente realizada en la sinagoga, tiene  lugar en la tarde del “Ayuno de Ester” o antes de la lectura de la Meguilá.



Shushan Purim (viernes 26, sábado 27 y domingo 28)

En ciertas ciudades amuralladas antiguas —Jerusalém es el principal ejemplo— Purim no se celebra el 14 de Adar (la fecha de su observancia en el resto del mundo), sino el día 15. Esto es para conmemorar el hecho de que en la antigua ciudad amurallada de Shushan, donde las batallas entre los judíos y sus enemigos se extendieron por un día más, la celebración original de Purim tuvo lugar el 15 de Adar.

 

El 15 de Adar se llama “Shushan Purim”, y es un día de alegría y celebración también en aquellos lugares donde  se observa Purim el día 14 de Adar.

 

Cuando Shushan Purim cae en Shabat, como este año, en Jerusalem las MItzvot de Purim se dividen en tres días, observando algunas el viernes, otras el Shabat y las restantes el domingo. Es por eso que se lo llama “Triple Purim”



Rápidos y fáciles Hamantashen

Hamantashen son las tradicionales “orejas de Hamán” que se preparan para esta ocasión. Es una masa dulce que se corta en círculos se rellena en el centro con alguna mermelada de su gusto y luego se cierran formando un triángulo.

Ingredientes: 4 tazas de harina, 4 huevos, ¾ taza de azúcar, 1 taza de margarina, 1 cuchara de jugo de naranjas, 1 cuchara de extracto de vainilla, 2 cucharas de polvo de hornear, 1 cuchara de ralladura de cáscara de naranjas, Una pizca de sal.

Relleno: 1 frasco de 450 gs. de la mermelada que guste (tradicionalmente se prepara un dulce de ciruelas mezclado con semillas de amapola).

Procedimiento: Precalentar el horno a 180 grados. Mezclar todos los ingredientes en un tazón (bowl) grande hasta lograr una masa consistente (agregar jugo de naranjas o harina si es necesario). Amasar bien y luego estirar la masa, cortar círculos de 6/7 centímetros de diámetro, colocar una cucharita de dulce en el centro del círculo, luego cerrarlos  formando triángulos. Colocar en una bandeja aceitada y hornear durante 20 minutos.

Parasha Zajor

Este Shabat luego de la Parshá que corresponde a la semana (Truma) leemos parshat Zajor (DEVARIM 25:17/19) “Recuerda lo que Amalek hizo contigo en el camino cuando salisteis de Egipto… borrarás la memoria de Amalek…” El motivo por el cual Ha- shem ordenó a los judíos borrar la existencia de Amalek es por el odio que estaba implantado en ellos contra nosotros a tal punto que fueron los primeros que nos enfrentaron en guerra, no por de- fensa ni por territorio, sino sólo por odio.

Traducido y adaptado libremente Rosh Jodesh Adar II, 5738 (1978)

…Como ustedes seguramente saben, la parte especial adicional de la Torá, Parshat Zajor, que se lee en el Shabat antes de Purim, contiene los mandamientos de recordar lo que Amalek, el archienemigo del pueblo judío, le hizo a nuestro pueblo cuando se dirigía a recibir la Torá en el Sinaí.

El sigiloso ataque, no provocado de Amalek fue calculado para sacudir la creencia en Di-s y moderar su entusiasmo por Su Torá y mitzvot [mandamientos].

Hamán, descendiente directo de Amalek, fue impulsado por el odio a los Judíos, porque “sus leyes son diferentes de las de cualquier otro pueblo”, como la Meguilá relata. Del mismo modo, todos los amalekitas subsiguientes, Hamanes de todas las épocas, odiaban a los judíos.

Sin embargo, “Amalek” – en un sentido más amplio – representa todos los obstáculos que un judío encuentra en su camino, de recibir y cuidar la Torá y mitzvot con entusiasmo y alegría en la vida cotidiana.

Y así Parshat Zajor nos viene a recordar y nunca olvidar, que “amalekitas” existen en cada generación y en cada día y época, y que no debemos permitir que nos disuada o desaliente cualquier Amalekita en cualquier forma. 

Podemos preguntar: “¿Por qué Di-s ha hecho esto así?”

¿Por qué debería un judío enfrentarse a tales pruebas y dificultades? 

La respuesta es, que cada judío ha recibido las fuerzas necesarias para superar todos esos “amalekitas”, y se espera que las utilice, a fin de demostrarse a sí mismo y a los otros que nada lo disuadirá, ni enfriará su fervor, en la observancia de la Torá y mitzvot de conformidad con la voluntad de Di-s.

Y una vez que reconoce que cualquiera que sea la dificultad que encuentra, es realmente una prueba de su fe en Di-s, y resuelve con firmeza hacer frente al desafío, pronto verá que ningún “Amalek” está a la altura de competir con la fuerza Divina del alma judía.

De hecho, lejos de ser obstáculos insuperables, resultan ser catalizadores y ayuda para lograr mayores logros, habiendo sido fundamentales en la movilización de las capacidades internas que de otra manera habrían permanecido inactivas.

Esta es también la fuerza llevada a cabo en el Meguilá [de Esther], en el ejemplo de Mordejai el judío, que “no dobló la rodilla ni se prosternó” ante Hamán.

Como resultado de esta postura indomable, no sólo el poder de Hamán fue totalmente quebrado, sino que muchos enemigos se convirtieron en amigos, como la Meguilá nos dice que “muchos de los pueblos de la tierra se convirtieron en ”judíos”, pues el temor a Mordejai cayó sobre ellos”.

Quiera Di-s conceder a cada uno de ustedes de ir de fuerza en fuerza, en emulación de Mordejai el Judío, avanzando en todas las cuestiones de judaísmo, la Torá y mitzvot, con gozo y alegría de corazón, y que todos sean benditos con la plenitud de “la luz, alegría, regocijo y honor”, tanto en el sentido llano, así como en el interior del significado de estos términos, de conformidad con la interpretación de nuestros Sabios – “Luz – esta es la Torá … honor – son los Tefilín “- ya que la Torá y las Mitzvot,” “por su propio mérito, son los canales y los recipientes para recibir y disfrutar de las bendiciones de Di-s en todas las necesidades, materiales y espirituales.

Deseando a todos y cada uno de ustedes un feliz Purim, y que su inspiración pueda estar con ustedes todos los días del año.

FRASE

Nuestros Sabios han declarado: Incluso si todas las festividades se vuelven obsoletas, Purim seguirá siendo vigente. En la Era Mesiánica, la alegría y la tranquilidad de las fiestas será una experiencia cotidiana. Su función será la de una vela a la luz del día. Sin embargo, incluso en ese avanzado clima espiritual, la elevación de Purim seguirá siendo algo que celebrar. 

(Rabi Shneur Zalman de Liadi)

La importancia de la vida de hogar


Después de muchas horas de buscar comida, un pájaro vuelve a su nido, y obtiene   un   bienestar   supremo   de   un lugar que es a la vez cálido y seguro, alejado de los peligros y distracciones del mundo exterior.

Un   ser   humano   debería   sentir   la misma   calidez   y   seguridad   cuando vuelve a su hogar. El hogar y la familia son su nido, el centro de su vida, el eje a partir del cual irradian todas las experiencias cotidianas. Nuestra casa y familia deberían ser el lugar donde más cómodos nos sentimos en el mundo, tanto cuando niños como cuando adultos. Ellos determinan cómo se toman las decisiones de la   vida,   ellos   conforman nuestras   actitudes,   conciencia y autoestima. Un hogar sano es obviamente un ingrediente vital en la procura de una vida plena de sentido.

Más   importante,   el hogar   es   el   sitio   donde   aprendemos sobre la felicidad y la plenitud. Piensen en la calidez que sienten cuando vuelven a casa tras una ausencia de unos meses, o inclusive de unos pocos días.

¡Qué diferencia entre este calor y lo que experimentamos en el mundo exterior!

Nuestro hogar es una base segura que nos da la confianza de explorar el terreno de un mundo impredecible y a menudo peligroso.

Así como una persona sana puede dar su salud por sentada, muchos de nosotros no apreciamos la belleza del hogar. Las actitudes y el amor de nuestros padres nos dan una base a partir de la   cual   construimos   nuestras   propias vidas. Para apreciar el vigor de un hogar realmente provisto de amor, sólo debemos mirar lo que pasa cuando un hogar no sirve a esta función. Lamentablemente, no debemos mirar muy lejos.

Mucha gente hoy no ha tenido nunca un verdadero hogar, un ambiente cómodo donde supieran que eran queridos, necesitados y amados; donde no había nada que temer y donde los problemas se enfrentaban, en lugar de ignorárselos o negárselos; donde podían aprender a amar y ser amados.

Es   responsabilidad   de   los   padres construir un hogar feliz y sano; no sólo por el bien de sus hijos, sino por sí mismos y por los invitados que entran en su casa. Tener un hogar saludable depende en gran medida de nuestra postura ante el tema. ¿Sentimos que nuestro hogar es nuestro auténtico hogar, el lugar más apacible   del   mundo,   o   apenas   otra estación   en   el   camino, donde   hacemos   algunas cosas antes de seguir adelante? Un verdadero hogar debe ser el centro de nuestras   vidas, o inevitablemente   se   volverá   una carga. Debemos aprender a respetar   nuestro   hogar.

Parte del respeto al hogar está en respetar el compromiso de construir una familia: la bendición que nos ha dado Di-s de tener hijos, de llenar la casa con amor y calidez.

Es importante recordar esto: nuestro trabajo puede ser importante y necesario para la supervivencia, pero el lugar de trabajo no es nuestro hogar. Ni lo es el restaurante donde comemos, el museo que visitamos, o la ciudad extranjera por la que viajamos.

La persona debe sentirse cómoda con uno misma. Esto significa sentirse cómodo   con   su   alma,   con   la   Divinidad que hay dentro de uno. Que el yo   externo,   la   parte   que   trata   con   el mundo material, está en paz con el yo interno, el verdadero yo. Y eso hace de nuestra persona un lugar cómodo para que en él viva Di-s. Cuando uno irradia desde adentro, da calor a todo el hogar,   llenándolo   con   paz   y   ternura que serán sentidas por todos los que entren.