¿Por qué no actualizamos las costumbres?

Pregunta: ¿Puedes explicar por qué las leyes nunca pueden revertirse a su forma original? Por ejemplo, algunas festividades son dos días fuera de Israel por la dificultad del cuidado de los tiempos cientos de años atrás, pero es algo que ya está resuelto.

Respuesta:

Las costumbres tienen importancia como la Ley, ya que la Torá las reconoce como ley. Eso tiene sentido, porque la base de la Torá no es el libro sino las personas. ¿Cómo sabes que la Torá es verdadera? Porque la gente lo atestiguó, la aceptaron, y luego pasaron la tradición. Entonces, sin tradición, no tendríamos Torá.

Pero hay más que eso. En verdad, tu pregunta trata un tema central de la Torá. ¿Qué es la Torá? ¿Un libro o sabiduría? Si la Torá fuera un libro, entonces habría una “Torá verdadera”, como está escrita en el libro, y “La Torá disfrazada con costumbres”. De vez en cuando, sacaríamos un disfraz y lo remplazaríamos por otro. En otras palabras, estaría la Torá esencial por el libro, y conjuntos de disfraces desechables.

Pero la Torá no es un libro, es Sabiduría Divina que entra al mundo a través de las experiencias Judías colectivas. Lo que estaba escrito en un libro hace 3300 años es la Torá envuelta, como una semilla que contiene el ADN para todo el futuro. El pueblo judío es la Tierra en la que se planta la semilla. Di-s es el jardinero. La diferencia es que un jardinero no sabe cómo van a crecer sus plantas, pero este jardinero tenía todo en mente (debido a que Él está más allá del pasado y futuro).

Él planta la semilla que contiene todo envasado herméticamente en matices, códigos y anomalías, y ve su sabiduría desarrollarse en la historia y tradición.

Por eso, cuando el consenso colectivo judío, incluyendo los rabinos, las abuelas sabias, las madres lactantes y los hombres trabajadores, todos aceptan una tradición que surge de nuestra comprensión de la Torá, Di-s, por así decirlo, chasquea Sus dedos Santos y dice:

“¡Éxito! ¡Lo hicieron!” ahora la respuesta a tu pregunta es obvia:

¿Cómo podríamos desechar el éxito de Di-s?

Por Tzvi Freeman

La Kabalá de la oscuridad

La novena de las 10 plagas que visitó a Egipto fue la plaga de la Oscuridad: “Ninguna persona podía ver a su hermano, ni nadie podía pararse de su lugar, por tres días; pero los hijos de Israel, tenían luz en todas sus moradas” (Éxodo 10:23)

La plaga física de la oscuridad tiene su raíz en la oscuridad espiritual, que puede ser definida como ausencia de la presencia revelada de Di-s. Al discutir el origen espiritual de esta plaga, el Midrash cita dos opiniones: Rabí Nejemia enseñó que la oscuridad se origina en las regiones del Guehinom (purgatorio), Rabi Iehudá enseñó que se origina en las esferas celestiales.

Los Maestros Jasídicos explicaron la diferencia entre estas dos formas de oscuridad:

1) La oscuridad clásica, asociada con el Guehinom, actúa como una cortina. Cuando una cortina tapa una ventana, obstruye el paso de los rayos de sol y deja a la habitación a oscuras. Esta es la oscuridad del Gehinom, en donde la presencia de Di-s está totalmente oculta.

2) La oscuridad celestial es primordial; antecede toda luz. La esencia de Di-s va más allá que cualquier revelación. Cuando él decide revelarse, irradia hacia afuera para que su luz se vuelva visible, pero más allá de la luz, todavía hay oscuridad. La oscuridad es el dominio de su esencia y la esencia no requiere luz. No le falta luminiscencia, sino que la trasciende.

En otras palabras, la oscuridad clásica oculta la luz de Di-s, mientras que la oscuridad celestial revela la esencia de Di-s, trascendiendo toda luz.

Proyectado en el nivel humano:

Estas dos formas de oscuridad espiritual, una vez experimentado en el nivel humano, obtienen dos reacciones muy diferentes. La oscuridad clásica es el encubrimiento de la luz. Dejado en la oscuridad espiritual, el humano busca Divinidad porque su condición anhela luz.

La oscuridad celestial, en el nivel humano, tiene un efecto espiritual negativo.  El  ser humano, al no poder trascender la luz, experimenta tal trascendencia como la satisfacción con la oscuridad. Si se subyuga tal satisfacción por un período prolongado de tiempo puede olvidar por completo la virtud de la Divinidad.

Ceguera e inmovilidad:

La oscuridad física afectó a los egipcios de dos formas. La primera era que “ninguna persona podía ver a su hermano” y la segunda era que “ninguna persona podía elevarse de su lugar”. El Midrash enseña que esta plaga duró seis días. Los primeros tres días los egipcios no podían verse uno al otro pero podían levantarse y moverse. Durante los últimos tres días la oscuridad se intensificó tanto hasta el punto que paralizó hasta el movimiento más simple. No podían levantarse de sus lugares.

Estos dos períodos de tres días en la Plaga de la Oscuridad pueden ser vistos como correspondientes de los dos tipos de oscuridades que discutimos antes. Durante el primer período de tres días, los egipcios experimentaron la oscuridad espiritual clásica en la que uno se siente privado de luz y languidece por ella. Durante este tiempo no podían ver a su hermano. En este sentido, su hermano es una metáfora de la luz de Di-s. Querían ver su luz, pero la oscuridad los prevenía de hacerlo. Durante el segundo período de tres días la oscuridad era en la forma celestial. Crecía su alegría con la oscuridad: ya no languidecían por su “hermano”, sino más bien no podían levantarse de su lugar. “Su lugar” es una metáfora de su contento con la luz; no podían levantarse de esta alegría para apreciar el valor de la luz de Di-s.

Los dos Antídotos:

¿Qué hacían los Hijos de Israel mientras los egipcios languidecían en la oscuridad?

El Midrash cita dos propósitos sobre la utilidad de la plaga de la oscuridad:

1)Muchos judíos no querían abandonar Egipto, así que Di-s decretó que morirían allí. Los egipcios permanecieron inconscientes de tan bochornoso hecho porque los judíos murieron y fueron enterrados durante el período de la oscuridad.

2) La oscuridad proveyó una oportunidad a los judíos de circular por las casas egipcias para determinar la ubicación de los objetos de valor que tomarían luego. Cuando los judíos pidieron prestado estos objetos, los egipcios no podían negar poseerlos porque los judíos detallarían el lugar en donde estaban escondidos.

De acuerdo a uno de los comentarios, ambas razones son ciertas. Durante los tres primeros días de la plaga, los judíos enterraron a sus muertos y durante los últimos tres días exploraron los hogares egipcios.

En un nivel metafórico estas dos actividades constituyen actividades antídotos para las dos formas de oscuridad descritas arriba.

1) El antídoto para la oscuridad que oculta la luz es quitar esa “cortina” que oculta y tirarse a la piscina de luz. Durante los primeros tres días, mientras los egipcios languidecían por la luz los judíos saltaron en ella. Los judíos distinguieron claramente la oscuridad de la luz y a los malvados de los justos. Entendieron por qué sus hermanos murieron y rápidamente los enterraron para remover todo resto de maldad de entre ellos.

2) El antídoto para la oscuridad que está contenta de su oscuridad es mirar dentro de la misma e identificar su raíz divina; reconocer que el hecho de que el hombre esté contento sin luz es un reflejo del hecho que su creador trasciende toda luz. Durante los últimos tres días, mientras los egipcios permanecieron atrapados en su “lugar” de oscuridad contenta, los judíos miraron en los lugares oscuros ocultos y descubrieron tesoros de “oro” y “plata”. En el lenguaje de la Kabalá, el oro y la plata representan amor a Di-s. Los judíos miraron dentro de la oscuridad y descubrieron su amor por las raíces Divinas ocultas.

Por Lazer Gurkow

¿Por qué vestir Tzitzit si no estamos obligados?

PREGUNTA:

Para mi sorpresa, descubrí que el mandamiento de vestir los Tzitzit (los flecos rituales), sólo se aplica si se está vistiendo una prenda de cuatro puntas. Espero que no se moleste si le pregunto una simple pregunta: Siendo que la mayoría de las prendas hoy en día, no tienen cuatro puntas, ¿Por qué a propósito caminamos con prendas de cuatro puntas, y así nos obligamos a vestir Tzitzit?

RESPUESTA:

Es aquél momento del año otra vez. Temporada de impuestos. El momento de revisar y buscar todas las cuentas que hemos acumulado durante el año, buscando algo que nos pueda ser de ayuda para poder bajar los impuestos. Después de todo, si una franquicia está permitida, ¿Por qué no usarla?

El tema es que, cumplir con los preceptos Divinos, no es como pagar impuestos.

Si una Mitzvá no fuera otra cosa más que una orden de Arriba, un tema de cumplir con una obligación, entonces sí estaríamos ansiosos de aprovechar las “franquicias”. 

¿Por qué cumplir con más reglas que las necesarias?

Una Mitzvá no es solamente una obligación. La palabra “Mitzvá” está relacionada con la palabra Hebrea “tzavta”, conexión. Esto es por que cada Mitzvá es otra oportunidad para conectarnos con Di-s. Es otra oportunidad de traer Divinidad a nuestras vidas y al mundo alrededor nuestro.

¿Y quién no quiere un mundo más sagrado y mejor?

Más específicamente, los Rabinos dicen que el mandamiento de tzitzit debe ser cumplido diariamente (o al menos durante las plegarias), siendo que nos sirve como memorándum para recordarnos de elegir lo correcto frente a cualquier situación. De hecho, nuestros Sabios escriben que este mandamiento es “equivalente a todos los mandamientos combinados”, Entonces, ¿Cómo vamos a perdernos de él?

¿Cuál es el significado del número de pliegues en los Tzitzit?

Hay cinco nudos (dobles) en cada una de las borlas del Tzitzit. En los espacios entre estos nudos, una de las franjas (que es más larga que las otras) está enroscada alrededor de las demás. Siete pliegues en el primer espacio, ocho en el segundo, once en el tercero, y trece en el cuarto. Estos 39 pliegues tienen el mismo valor número que “Hashem Ejad”, “Di-s es Uno”.

Comenzamos con los trece pliegues y concluimos con trece porque cuando el fleco celeste (Tjelet) era agregado al Tzitzit, era plegado alrededor de los flecos blancos en cualquier lado, entre siete y trece veces. Tjelet es un color azul cielo (un recordatorio constante del Di-s en los Cielos que mira cada una de nuestras acciones), y hay además, siete cielos (espirituales). Si incluimos en la cuenta, seis espacios entre los siete cielos, nos da un total de trece.

Quizá la razón de por qué los dos espacios del medio tienen ocho y once pliegues es porque el nombre de Di-s (el Tetragramatón) se divide en dos partes; siendo la primera Iud-Hey, equivalente a quince (que es el total de pliegues en los primeros dos espacios), y la segunda parte, Vav-Hey, equivalente a once (el total en el tercer espacio). El último espacio entonces, tiene el valor numérico de “Ejad”, “Uno”.

El significado de las diez plagas

No es casualidad que Di-s haya enviado a Egipto diez plagas.

En una ocasión, Moisés se acercó a Paró y le dijo: Así dijo el Amo de Israel, “Deja salir a mi pueblo, y déjalos que Me celebren en el desierto”. (Éxodo 5:1)

Paró respondió: “¿Quién es el amo, que debo escucharlo para dejar salir a Israel? Yo no lo conozco y tampoco dejaré salir a Israel” (Éxodo 5:2)

Pero de hecho, Paró sí conocía el concepto de Di-s. Los Egipcios adoraban ídolos de todo tipo, y hasta Paró se consideraba uno de ellos. Pero no creía en un omnipresente, ni en un Todopoderoso Di-s quién creó absolutamente todo.

Sabemos que Di-s creó el mundo con Su palabra; para ser mas precisos, con diez expresiones. Pero Paró negó estas diez.

Y así también las diez plagas corresponden a los diez elementos con los cuales Di-s creó el mundo, cada uno demostrando un aspecto independiente de la creación, algo que fácilmente podría ser atribuido a la “naturaleza”, y fue enteramente de las manos de Di-s.

La plagas probaron que Di-s realmente es el omnipresente, y el Todopoderoso Creador.

1. Sangre: La primera plaga, la cual eliminó el agua potable, estableció que Di-s manda sobre el agua.

2. Ranas: Durante la plaga de las ranas, éstas llegaron a meterse dentro de los hornos de piedra, lo cual probaba que Di-s está por arriba de las creaciones de hombre físico.

3. Piojos: Con la tercera plaga, piojos, que comenzó desde el polvo, fue sabido que Di-s está por arriba de todo el polvo de la tierra.

4. Animales salvajes: La cuarta plaga, en la cual los animales salvajes destruyeron todo lo que se les aparecía en el camino, demostró que Di-s está por sobre todos los animales de la tierra.

5. Pestilencia: A través de la enfermedad esparcida por todos los animales, fue sabido que Di-s controla todo el aire que respiramos.

6. Sarpullido: El sarpullido en todo el cuerpo de los Egipcios establecieron que Di-s puede causar que las personas sufran o sean curadas.

7. Granizo de fuego y hielo:Esta plaga declaró que Di-s controla el elemento de fuego.

8. Langostas: Cuando las langostas consumieron todos los cultivos, fue claro que Di-s controla toda la vegetación de la tierra.

9. Oscuridad: Con la oscuridad que permaneció en los Egipcios por varios días, Di-s demostró que solo Él puede cambiar lo que se encuentra en el cielo.

10. Muerte de los primogénitos: Con esta plaga se demostró que Di-s está por arriba de los ángeles y mundos espirituales.

Por: Malkie Janowski

El derecho de no saber

“El saber otorga poder”, dice el conocido cliché. Como la mayoría de los clichés, este es cierto. Si hubiéramos sabido que nuestro nuevo socio estaba a punto de quebrar antes de firmar un trato con él; si supiéramos si nuestro amado realmente nos quiere o no, nos sentiríamos más al mando de nuestro destino.

Pero todo tiene un límite. Imaginemos saberlo todo. Supongamos que la persona puede saber exactamente cuándo y cómo morirá. Que conozca con anterioridad cada detalle de su matrimonio; la razón de cada discusión y el momento de la reconciliación. Imaginemos que todas las acciones que tomarán lugar a lo largo de nuestra vida estarían registradas en un “diario de abordo” gigante, con las consecuencias de cada una de ellas anotada a su lado. ¿Sentiríamos que dominamos nuestra vida? ¿O nos consideraríamos marionetas que son llevadas paso a paso? Es posible que “el saber es poder”, pero el saber absoluto puede provocar impotencia y dificultad de reacción.

***

En el capítulo 49 de Bereshit leemos que Iaakov, antes de fallecer, convocó a sus hijos alrededor de su lecho, prometiendo revelarles “lo que sucederá al final de los días”.

Pero al estar todos allí, los bendijo y les asignó el rol de padres de las tribus del Pueblo de Israel. Sin embargo, nada dijo sobre lo que sucederá “en el final de los días”. Nuestros Sabios nos explican que Iaakov tenía la intención de revelarles la fecha de la llegada del Mashíaj, pero en ese momento la Presencia Divina se apartó de él, y nuestro Patriarca comprendió que no debía contar nada de ello. Y por eso una de las cuestiones más vitales permanece en el misterio.

¿Pero por qué es importante no saber?

Es preciso el desconocimiento porque Di-s desea un socio creativo e independiente en Su empresa, por lo cual hizo de la vida un misterio. Si fuésemos conscientes del significado final y absoluto de cada una de nuestras acciones, éstas carecerían de vida, y nos parecerían aburridas letras de una obra, que toda la audiencia ya ha leído.

Es únicamente porque cada uno de nuestros actos, elecciones y decisiones están allí frente a nosotros, y sus consecuencias permanecen en la oscuridad del futuro desconocido, que las elecciones son realmente nuestras, las decisiones son un verdadero ejercicio de voluntad, y que cada una de nuestras acciones son una contribución a nuestra sociedad con Di-s en la Creación.

* Yanky Tauber

Guía completa de Janucá

¿Qué es Janucá?


La “fiesta de las luminarias” dura ocho días y se celebra con el encendido nocturno de la Menorá o Janukiá (candelabro de nueve brazos), oraciones especiales y comidas fritas.
La palabra hebrea Janucá significa “inauguración”, y la festividad se llama así porque celebra la reinauguración del Templo Sagrado de Jerusalem.

Un poco de historia: Hace unos 2100 años…


La Tierra de Israel queda bajo el dominio del emperador greco-sirio Antíoco Epífanes.
El nuevo emperador emite una serie de decretos destinados a imponer su ideología y rituales helenísticos al pueblo judío: prohibe el estudio de la Torá y la observancia de sus mandamientos y profana el Templo Sagrado de Jerusalem con ídolos griegos.
Un pequeño grupo de judíos, liderados por Iehudá el Macabeo, libra una batalla contra los poderosos ejércitos griegos.

¡Milagro n° 1! 

Los pocos y débiles macabeos superan al ejército griego y lo expulsan de la Tierra de Israel. El 25 de Kislev, los macabeos recuperan el Templo Sagrado. Al querer encender la Menorá (candelabro de siete brazos) del Templo, descubren que los griegos habían contaminado prácticamente todo el aceite.

¡Milagro n° 2! 

Uno de ellos encuentra una vasija de aceite puro, suficiente para una noche. Elaborar nuevo aceite puro les iba a llevar ocho días.

¡Milagro n° 3! 

el suministro de aceite les alcanza para ocho días y noches, hasta que logran obtener el nuevo aceite. Para conmemorar y hacer públicos estos milagros, cada año encendemos el Candelabro de Janucá en cada una de las ocho noches de la festividad.

Encendido de la Menorá:

es el corazón de la festividad. Tiene nueve llamas, una de las cuales es el Shamash (“vela piloto”), que se usa para encender las otras luces.

La primera noche se enciende una -además del Shamash– y las noches subsiguientes se va sumando una vela, hasta completar las ocho velas la última noche de Janucá. 

      • Una pequeña luz disipa mucha oscuridad: Los macabeos combatieron las fuerzas de la oscuridad con espadas, nosotros lo hacemos sumando luz espiritual.
      • La oscuridad es la ausencia de luz; por lo tanto cualquier esfuerzo, cualquier cambio, cualquier iluminación que creamos recorre un largo camino. 

    Nunca debemos permitir que la aparente pequeñez de nuestra contribución nos impida actuar y apreciar la importancia de la acción.

     

    ¿Qué se necesita? 

        • Una menorá con ocho soportes para aceite o velas y un soporte adicional, separado del resto, para la vela Shamash. Si no tenés una Menorá, pueden utilizarse soportes independientes.

          • 36 velas o aceite y mechas + 8 velas para el Shamash: dado que el milagro de Janucá sucedió con aceite de oliva, una Menorá de aceite es preferible a una con velas, y el aceite de oliva es el ideal. Las mechas de algodón son preferidas debido a la luz suave que producen.

        ¡Nota! La Menorá debe arder al menos 30 minutos luego de la salida de las estrellas (si se enciende más tarde, 30 minutos en total), por lo tanto hay que asegurarse de colocar suficiente aceite o utilizar velas lo suficientemente grandes.

         

        ¿Cómo?

            • Las ocho velas de la Menorá deben estar dispuestas en línea recta, pareja, no en zigzag o con algunos soportes más altos que otros. 

           

          ¿Quién?

          Hombres y mujeres por igual tienen la obligación de encender la Menorá. El jefe del hogar enciende el candelabro familiar mientras todos los demás escuchan las bendiciones y responden “Amén”. En muchas familias, todos los miembros de la familia, incluso los niños, encienden sus Janukiot personales. 

           

          ¿Cuándo? 

              • Lo ideal es realizar el encendido con la puesta del sol, cuando comienza a oscurecer. Algunos acostumbran a encenderla luego de la salida de las estrellas (aprox. 30 minutos después de la puesta del sol).

              • ¿Llegaste tarde a casa? Mientras haya alguien despierto para ver la Menorá, podés encenderla con las bendiciones correspondientes.. Si no, encendela sin recitar las bendiciones.

              • Se enciende la Menorá antes de la puesta del sol. Tené en cuenta utilizar suficiente aceite o una vela lo suficientemente grande para que la Menorá arda por lo menos 30 minutos luego de la salida de las estrellas.

              • La Menorá se enciende luego de la salida de las estrellas, una vez recitada la Havdalá, la ceremonia que da la despedida al Shabat. (En la sinagoga, primero se enciende la Menorá y luego se recita la havdalá)
              •  

            ¿Dónde?

            La Menorá se coloca en la puerta, frente a la mezuzá, o en una ventana que da hacia la calle.

                • Cuando encontrás la luz que ilumina tu hogar, compartila con los que te rodean.

              Procedimiento:

                  1.  Reuní a todos los miembros de la casa alrededor de la Menorá.

                2. Encendé la vela Shamash. Luego, sostenela con tu mano derecha (a menos que seas zurdo).

                3. Mientras estás de pie, recitá las bendiciones correspondientes:

                5. Encendé las velas, comenzando por la más “nueva” (ver cuadro).

                6. Colocá el Shamash en su lugar. Se acostumbra entonar el “Hanerot Halalu” y “Maoz Tzur”.

                7. Quedate alrededor de la Menorá  durante aproximadamente media hora (excepto la tarde del viernes, vísperas de Shabat). Compartí algunas historias de Janucá con tu familia, disfrutá de un juego de dréidel o sevivón (perinola) y saboreá unos tradicionales Latkes calientes (buñuelos de papa fritos) o unas Sufganiot (donas fritas). 

                 

                Comidas típicas de Janucá:

                Frito: es una tradición comer alimentos que reflejen el significado de la festividad, como la manzana con miel en Rosh Hashaná y los Oznei Hamán en Purim. Janucá no es una excepción: el aceite jugó un papel importante en la historia de Janucá, por lo tanto, acostumbramos a comer alimentos fritos en Janucá.

                Lácteo: también es costumbre comer alimentos lácteos, para conmemorar a Iehudit, la valiente mujer cuyo osado coraje llevó a la gran victoria de los Macabeos

                El Dréidel (la perinola):

                También conocido como “Sevivon”, este juego nos ayuda a recordar el coraje de los valientes niños, quienes se escondieron en cuevas para poder estudiar Torá tras la prohibición de Epífanes. Al acercarse los soldados griegos, los niños sacaban el Dréidel y simulaban estar jugando.

                El Dréidel (del Idish “drei”, dar vuelta) tiene cuatro caras, con una de las letras hebreas Nun, Guímel, Hei, Shin, iniciales de “Nes Gadol Haia Sham” (un gran milagro ocurrió allí) tallada en cada una de ellas.  

                ¡A jugar!

                Necesitás: 1 Dréidel. Monedas, caramelos o fichas.

                ¿Cómo jugar?

                  1. Se entrega la misma cantidad de monedas a cada uno de los participantes, y se dejan algunas para el pozo.

                  1. En orden, se hace girar el Dréidel:

                Si cae en Nun: no ponés ni sacás del pozo. Si cae en Guímel: tomás todo el pozo, luego todos los participantes colocan una moneda en el pozo. Si cae en Hei: tomás la mitad del pozo. Si cae en Shin: agregás una moneda al pozo.

                Janucá Guelt:

                En Janucá se acostumbra dar monedas (guelt) a los niños.

                Una de las razones es que la palabra hebrea Janucá viene de la misma raíz que la palabra Jinuj (educación).

                En esta festividad focalizamos nuestra atención en la educación judía de nuestros niños: les regalamos dinero y les enseñamos a dar una parte a caridad.

                Encendido público de la Menorá: 

                El 1974, se encendió la primera Menorá pública, en Philadelphia, Pennsylvania, EEUU. 

                Hoy, más de 15.000 Janukiot gigantes son encendidas en plazas, centros comerciales, aeropuertos y otros espacios públicos alrededor del mundo, decenas de ellas en la Argentina. 

                El mensaje de las luminarias de Janucá resplandece para que todos lo vean: el mensaje de que el bien y la luz, al final, siempre triunfan sobre la oscuridad.

                Prisioneros famosos

                Éstos son algunos prisioneros famosos:

                Abraham: encarcelado por Nimrod por diez años. (Talmud, Bava Batra 91a) Iosef: encarcelado en la prisión del Faraón en Egipto por doce años (Bereshit 39:20)

                Rabí Akiva: encarcelado por los romanos por enseñar Torá (Talmud, Berajot  61b)

                Rabí Shimon bar Iojai: confinado a una cueva por trece años luego de que los Romanos pidieran recompensa por encontrarlo.

                Rabí Shneur Zalman de Liadi: de- tenido por 52 días en la fortaleza Peter- Paul en San Petersburgo con cargos de traición contra el Zar Ruso. Liberado el 19 de Kislev de 5559 (1798)

                El común denominador de estos “prisioneros” es que la vida de cada uno y sus enseñanzas constituyeron un hito en la difusión de la Torá.

                Abraham comenzó con la “edad de la Torá”*. Iosef era la conexión entre la Torá de los patriarcas y las generaciones del exilio en Egipto.

                Rabí Akiva era la figura central de la transmisión de la Torá oral, el cuerpo de la ley de la Torá y su interpretación que constituye la llave para el entendimiento y aplicación de la Torá Escrita, desde Sinaí hasta la Judeidad en la Diáspora.

                Rabí Shimon Bar Iojai, autor del Zohar, es nuestra fuente para la Kabalá, la dimensión mística de la Torá.

                Rabí Shneur Zalman de Liadi era el fundador del movimiento Jasídico Jabad, que fundió la corriente racional y mística de la Torá en un programa unido y comprensible.

                En cada uno de estos casos, el encarcelamiento sirvió como un período de incubación para la revelación de una nueva dimensión de la sabiduría de Di-s en nuestro mundo.

                De hecho, el confinamiento siempre precede a un nuevo comienzo, considerando las circunstancias de cada nacimiento (según las leyes de la Torá, un bebé recién nacido tiene el status legal de un prisionero recién liberado, siendo que “no hay un prisión más grande que el útero”) Por lo tanto, el Profeta Iejezkel compara la experiencia del galut (nuestro estado actual de exilio y desalojo espiritual) al embarazo, y la redención al nacimiento que le prosigue.

                Confinamiento, ya sea en el útero, en el galut, o en una prisión, es un tiempo de limitación externa. Pero también es un momento de fomento interno, que puede ser utilizado como el punto de lanzamiento para las infinitas posibilidades de un recién nacido.

                *“El mundo existe desde hace seis mil años: dos mil años de caos (por ejemplo, el diluvio, la torre de Babel), dos mil años de la Torá (a partir de que Abraham comenzó a difundir el conocimiento de Di-s a los 52 años), y dos mil años de la era mesiá- nica (es decir, el mundo tiene el potencial para al- canzar la máxima perfección y Mashiaj está destinado a entrar en este período) “– Talmud, AVoDá ZARAH 9a.

                Basado en un extracto del diario del Rebe fechado el 19 de Kislev

                La importancia de no avergonzar a nadie

                Comprobamos la grandeza de Rajel al hacer lo máximo posible para evitar avergonzar a su hermana Lea…

                Aunque Labán estaba de acuerdo con permitir que su hija Rajel se casará con Iaakov a cambio de siete años de trabajo del joven, no era en realidad ésa su idea. Iaakov, consciente de que Labán podría intentar engañarlo, entregó un código secreto a Rajel para poder reconocerla como su verdadera novia. Sin embargo, cuando Rajel supo que su padre planeaba sustituirla por Lea, reveló este código a su hermana para evitarle la humillación. Vemos entonces cómo Rajel, que había esperado siete largos años para casarse con Iaakov, sacrificó su oportunidad de felicidad simplemente para no observar el espectáculo de una hermana avergonzada.

                Este acto de total desprendimiento es una lección para todos nosotros y mereció la recompensa divina: Shaúl (Saúl), el primer rey de Israel era su descendiente.

                La abnegación ha sido una característica permanente del pueblo judío.

                La importancia de evitar avergonzar a la gente se evidencia en la historia de Mar Ukva y su esposa, relatada en el Talmud. Mar Ukva fue uno de los grandes rabinos de la vieja comunidad judía de Babilonia. Esta persona vivía preocupada no sólo por estudiar Torá sino por dispensar caridad a los miembros necesitados de la comunidad. Pero era tal su preocupación por no avergonzarlos, que acostumbraba a colocar secretamente la suma designada en un hueco de la puerta o en cualquier otro lugar de fácil acceso. El necesitado nunca sabía quién había dejado el dinero y Mar Ukva quería asegurarse de que el pobre agradeciera a Di-s por su beneficencia.

                Cierta vez, su esposa se aproximó a la ieshivá y los dos regresaron juntos a la casa al anochecer. En el camino, Mar Ukva dejó secretamente dinero en las casas de varios pobres. En una de ellas en particular, el receptor estaba curioso por conocer a su benefactor y se paró de vigilia en la puerta. Al observar que alguien estaba allí, Mar Ukva salió corriendo y buscó un lugar para esconderse junto con su esposa. El único lugar disponible resultó ser el horno inmenso de un panadero. Aunque el fuego estaba apagado, los ladrillos del piso se encontraban aún muy calientes y Mar Ukva se quemó la planta de los pies. Su esposa, que no había sido afectada por el calor, le hizo poner sus pies sobre los de ella. Y así estuvieron un rato, hasta que consideraron seguro salir y retornar a la casa sin ser vistos por el pobre.

                Mar Ukva y su esposa llegaron al extremo de arriesgarse a sufrir quemaduras dentro de un horno para no avergonzar a un pobre que recibía caridad.

                Los comentaristas de la Torá expresan que cuando Di-s eligió a Moshé para conducir a los judíos fuera de Egipto, éste demoró siete días en aceptar la oferta, por no hacer sentir a Aarón, su hermano mayor, que se lo privilegiaba con esa distinción. Solamente consintió en ir a Egipto cuando Di-s le dijo: “Cuando Aarón te vea, su corazón estará contento”.

                La Torá relata que Javá pecó al comer el fruto prohibido del árbol de la Sabiduría, sin embargo, la Torá no revela el nombre de ese árbol. ¿Por qué? Porque entonces la gente hubiera dicho:

                “Este árbol es el que trajo aflicción al mundo”. Y Di-s no quiso avergonzar a ninguna de Sus criaturas, ni siquiera a un objeto inanimado. ¡Cuánto más debemos entonces cuidarnos de avergonzar a otro ser humano!

                Durante el Seder de Pesaj del gran Gaón (Sabio talmúdico) Rabí Akiva Eiguer, uno de los invitados volcó accidentalmente vino sobre el mantel. Al notar la turbación del visitante, Rabí Akiva Eiguer sacudió discretamente la mesa para hacer caer su propia copa y derramar él también el vino. “A esta mesa le pasa algo, no está bien derecha”, explicó Rabí Eiguer y el invitado se sintió más aliviado.Extraído de Ayer, hoy y siempre Editorial Bnei Sholem

                ¿Para qué debemos rezar?

                Pregunta: Estoy un poco confundido acerca de la idea de rezarle a Di-s para que nos ayude en alguna situación o para que nos provea de algo. Si Di-s creó la situación en la que la persona se encuentra, es porque desea que así sea. Él sabe que eso es bueno para el individuo. Entonces, ¿para qué debemos rezar para que la cambie?

                Respuesta: Si, en realidad todo el concepto del rezo es confuso. Confiamos en que Di-s es Bueno y todo Lo hace por el bien. Creemos en que Él posee el conocimiento perfecto de todo y todo está bajo Su control. Y le pedimos que cambie las cosas y las haga para bien. Si, parece ser una contradicción.

                Pero, piénselo así: Di-s desea que la gente le rece a Él. Algo parecido a lo que cualquier padre desea. Que su hijo tome el celular  y escriba: “Hola, Papá, Mamá”.  Más aún, Él desea que las cosas progresen en su mundo a través de la mutua consulta. Desea que nos involucremos y tratemos de comprender qué es bueno para nosotros y tratemos de que suceda- no importa cuánto más grande y mejor es Su propio entendimiento y habilidad que la nuestra.

                En eso consiste el rezo, en realidad: Vínculo entre vos y Di-s. Pensá que rezar es algo así como que Di-s conversa consigo Mismo a través tuyo. En la Plegaria Di-s y vos son uno.

                Por eso, pide por todo lo que necesites, pero tené presente a Quién se lo está pidiendo. Y piensa: ¿qué estás haciendo a cambio? ¿Qué tipo de socio es con Di-s?

                Rabino Tzví Freeman

                El requisito previo al matrimonio

                “Itzjak tenía cuarenta años cuando se casó con Rivka, la hija de Betuel” (Génesis 25:20)

                A los noventa años, luego de varias décadas sin tener hijos, Sara dio a luz a un sólo hijo, Itzjak. Su felicidad era enorme. Sara, la primera “Ydishe mame”, seguramente hubiera tenido el placer de mostrar a su bebé a todas sus amigas, y además de todos los Najes que un abuelo tiene de su nieto, Sara también hubiera tenido gran satisfacción espiritual de ver a sus nietos crecer, mientras que Izjak representaba a la futura nación judía. Sara y Abraham trabajaron toda su vida para proclamar la importancia de creer en un sólo Di-s. Los hijos de Itzjak serían los que asegurarían que este legado continuara y floreciera.

                Pero Sara nunca vivó para ver a sus nietos. Falleció cuando Itzjak tenía 37 años, tres años antes de casarse con Rivka. ¿Por qué demoró tanto en casarse? ¿Por qué Abraham no consideró enviar a su sirviente para que encontrara a una esposa antes?

                El mayor acontecimiento que ocurrió poco antes del casamiento de Itzjak y Rivka, fue la prueba del sacrificio de Itzjak en el Monte Moria. El crédito de poder sobrepasar esta prueba generalmente es atribuido a Abraham. Pero Itzjak tenía 37 años en ese momento, y sabía muy bien las intenciones de su padre, y estaba completamente entregado a ser sacrificado por orden de Di-s. Debido a que los planes de casamiento de Itzjak comenzaron inmediatamente después de volver de este evento “traumático”, seguro significa que hay una correlación entre estos dos. El hecho de que el primer casamiento en la Tora es precedido por un tremendo sacrificio, es un mensaje para cada pareja judía en todos los tiempos.

                Por naturaleza, las personas nos centramos en nosotros mismos. Nuestro desarrollo físico y espiritual están en nuestras mentes. Esto no es necesariamente malo, de hecho, la ley judía reconoce que lo primordial para la persona debe ser preocuparse por uno mismo, más que cualquier otra preocupación, incluyendo los intereses de los demás. 

                Esta preocupación por uno mismo, se “estrella” cuando la persona se casa. En cierto momento, el novio y la novia se comprometen uno con el otro. Cuando una persona se encuentra en un bote que se está hundiendo, nadie lo culpará si corre hacia lo botes salvavidas para salvarse, incluso si su amigo se encuentra durmiendo en la cabina. Pero tal acto es impensable para una pareja casada, cuyo cónyuge necesita de su ayuda. Además de comprometerse uno con el otro, marido y mujer también comparten un mismo ideal, como ser el establecimiento de un hogar judío, una casa llena de Santidad en donde la Presencia Divina esté siempre invitada. En este momento, incluso el desarrollo espiritual personal del novio y la novia pasa a ser secundario ante el “sacrificio” de llegar a su meta en común. El acto mundano de cambiar lo pañales de pronto tiene prioridad ante las plegarias de la madre y el estudio del padre.

                 

                 

                Itzjak no estaba preparado para casarse hasta haber experimentado el concepto de auto-sacrificio total. Sólo entonces fue capaz de apreciar el matrimonio como lo que realmente es, y crear un matrimonio que sea el paradigma el cual todos sus descendientes intenten copiar.

                 

                Por:Naftali Silberberg