Tipos de Matzá

Existen diferentes tipos de Matzá, aprendé qué es cada una para elegir la correcta para Pésaj:

Matzá Shmurá hecha a mano (redonda):

Literalmente significa matzá cuidada y es aquella que ha sido sometida a un estricto control desde la cosecha del trigo hasta su elaboración final, para evitar que se ponga en contacto con el agua, lo que la convertiría en Jametz, no apta para su consumo en Pésaj, por la fermentación. Está hecha a mano, igual a la que hicieron nuestros antepasados al salir de Egipto. Es cocida en un horno de piedra con leña que arde a muy altas temperaturas. Se hornea en 18 segundos y ello supone una extrema rapidez en el trabajo del horneador que debe sacarlas a mano con su paleta y además someterse al extremo calor del horno. Esta especial atención se debe al Precepto de “cuidar las matzot” (ushmartem et ha’matzot). Si no se puede consumir Matzá Shmurá durante los ocho días de Pésaj, por lo menos se debe usar en los dos Sdarim.

 

Matzá Shmurá hecha a máquina (cuadrada):

También es elaborada con granos cuidados; desde la cosecha y con el procedimiento descripto para la Matzá hecha a mano. Sin embargo, existen diferencias en las opiniones rabínicas sobre si se cumple o no la Mitzvá de comer Matzá en el Seder, al usar la Matzá hecha a máquina, ya que no es posible, durante su elaboración, tener en menet que es elaborada para cumplir con la Mitzvá de Matzá.

 

Matzá no Shmurá, Kasher para Pésaj (cuadrada):

Hecha con granos cuidados desde que son molidos. Se come los días siguientes al Seder.

 

Matzá de huevo:

De acuerdo a la mayor parte de la tradición Ashkenazí, no se debe usar Matzá de huevo durante Pésaj. Si una persona por estar enferma sólo puede comer ese tipo de Matzá, debe consultar con una autoridad rabínica competente. Es importante cerciorarse que la Matzá cubierta de chocolate no sea Matzá de huevo.

9 Lecciones de vida de la Reina Esther

La reina Ester, heroína de Purim, es considerada como una de las mujeres judías más importantes de la historia. Su vida contiene lecciones que se aplican a nosotros.

  1. Cree en tus poderes ocultos.
    El nombre de Ester significa “oculto”. Primero, mantuvo oculta su identidad como judía en el palacio del rey persa. Tampoco perdió la esperanza cuando parecía que la protección de Di‐s al pueblo judío estaba oculta.
    Cuando estuvo secuestrada en la oscuridad, hizo uso de sus fortalezas y coraje para tener un impacto, y sus acciones finalmente salvaron al pueblo judío. Podemos aprovechar nuestros propios poderes ocultos y transformar los acontecimientos.
  2. Acepta tu destino.
    Al principio, Ester intentó esconderse de los guardias del rey Asuero para evitar casarse con él, pero no pudo evitar lo
    inevitable. Cuando fue nombrada reina, Mordejai, el líder de los judíos, entendió que “algo así no le habría sucedido
    a una mujer tan justa a menos que estuviera destinada a rescatar a su pueblo [a través de ella]”. Di‐s nos coloca donde necesitamos estar para cumplir nuestra misión en la vida.
  3. Deja que brille tu belleza interior.
    Cuando las concursantes que competían por ser la nueva reina de Asuero fueron llevadas al palacio, se les dio un largo régimen de belleza que incluía mimos físicos y tratamientos cosméticos, pero Ester rechazó esos lujos.
    Fue su belleza natural lo que captó la atención del rey.
    Eres la mejor versión de ti mismo.
  4. Ten principios.
    Incluso en el palacio, Ester sólo comía comida kasher. Y cuando el rey hizo todo lo posible para persuadirla de que le dijera su origen (organizó una fiesta en su honor, dio exenciones fiscales a los ciudadanos y consideró ca‐ sarse con otra), ella se mantuvo firme. Deja que tus principios te guíen.
  5. Juntos somos más fuertes. Una de las quejas de Hamán contra los judíos fue que eran “un pueblo disperso y desunido”. En respuesta, Ester le dijo a Mordejai que reuniera a todos los judíos. La mejor respuesta al odio es la unidad. 
  6. Cuando estés en problemas, acude a Di‐s. Ester entendió que la salvación de su pueblo dependía de su relación especial con Di‐s. Suplicar a los pies de un rey mortal era una fachada para disfrazar el milagro Divino. El verdadero vehículo de su salvación sería el arrepentimiento y la oración. Primero ponte en línea con el Creador, luego con Sus creaciones. 
  7. Toma la iniciativa en acción. Ester presentó un plan de acción y Mordejai obedeció. “Lo principal es la acción”, dice el Talmud. Gracias a su liderazgo, Ester salvó a su pueblo y la Meguilá recibió su nombre.
  8. Prepárate para hacer sacrificios. Como reina, Ester personalmente se habría librado del decreto de aniquilación, pero permaneció junto a su pueblo. Para defender su caso, necesitaba acercarse al rey sin ser citada, un delito capital. Y así lo hizo, diciendo: “Si pe‐ rezco, que perezco”.
  9. Nunca pierdas la esperanza. Una vez terminada la terrible experiencia, Ester pidió que se documentara su historia. ¿Qué intentaba lograr al contar la historia de Purim? ¿Y cuál es su mensaje? Según un comentario, el mensaje básico de la historia de Ester es: No importa cuán desesperada pueda parecer tu situación, nunca pierdas la esperanza.

Guía de Purim

¿Qué es Purim?


Purim es una fiesta de alegría que conmemora la salvación del pueblo judío en la antigua Persia del complot de Hamán “para destruir, matar y aniquilar a todos los judíos, jóvenes y ancianos, mujeres y niños, en un solo día”, como está registrado en la Meguilá (Libro de Ester).

Un poco de historia…

El Imperio Persa del siglo IV a.e.c., incluye 127 países, y todos los judíos de aquel entonces son sus súbditos.

  • El rey Ajashverósh (Asuero) invita a toda la población a un festín de siete días, como culminación de la fiesta de 180 días en la que participaron representantes de todas las naciones de su vasto imperio.
  • La reina Vashti es ejecutada por no cumplir sus órdenes y Ajashverósh organiza un concurso de belleza para encontrar una nueva reina.
  • Una mujer judía, Ester, encuentra favor en sus ojos y se convierte en la nueva reina, aunque se niega a revelar sus orígenes.
  • Haman, que odia a los judíos, es nombrado primer ministro del imperio. Mordejai, el líder de los judíos (y primo de Ester), desafía las órdenes del rey y se niega a inclinarse ante Hamán.
  • Hamán está indignado, y convence al rey de emitir un decreto ordenando el exterminio de todos los judíos el 13 de Adar, una fecha elegida por una lotería hecha por el mismo Hamán.
  • Mordejai reúne a todos los judíos, convenciéndolos de que se arrepientan, ayunen y oren a Di-s.
    Mientras tanto, Ester le pide al rey y a Hamán que se unan a ella para un festín. En una fiesta posterior, Ester le revela al rey su identidad judía.
  • Hamán es ahorcado, Mordejai es nombrado primer ministro en su lugar, y se emite un nuevo decreto que otorga a los judíos el derecho de defenderse contra sus enemigos.
  • El 13 de Adar, los judíos se defienden y matan a muchos de sus enemigos. El 14 de Adar, descansan y celebran. En la ciudad capital de Shushan, se toman un día más para terminar con los ataques y descansan el 15 de Adar.

 

Las  restricciones de trabajo de Shabat y Iom Tov no se aplican a Purim.

 

Purim es un día de alegría y unión, unite a los festejos!

En profundidad:

Según la lógica, el decreto de Hamán debería haber causado el abandono masivo del judaísmo y la Torá, y la conversión. Sin embargo, a pesar de ser esta la única opción para salvar sus vidas, ni un solo judío lo consideró. Ellos se mantuvieron fuertes en su fe, ya  que la conexión entre el judío y su Creador no  se basa  en la lógica. Es una conexión que viene de su esencia.

¡Vivencialo!

Purim es un día de alegría y unión, unite a los festejos!

1. Meguilat Ester

Tanto de noche como de día, concurrí a la sinagoga a escuchar la lectura del Rollo de Ester.

Cuando se menciona el nombre de Hamán acompañado de un adjetivo, hacé girar la matraca o hacé ruido con tus pies para erradicar su malvado nombre.

      • La Meguilá se lee de un rollo de pergamino escrito a mano, con una melodía antigua. 

    Entrá a www.purimargentina.com para conocer nuestros puntos de encuentro donde se leerá la Meguilá al aire libre.

    2.  Matanot Laevionim – dar a los necesitados 

    Da dinero a por lo menos dos personas necesitadas. En caso de que no puedas encontrar gente necesitada, tu sinagoga probablemente recolectará dinero para este propósito. Al menos, coloca dos monedas en una alcancía de caridad destinada a los pobres.

    Al igual que con las otras mitzvot de Purim, incluso los niños pequeños deben cumplirla.

        • Uno de los temas principales de Purim es la unión como pueblo. Hamán quiso matarnos a todos, todos estábamos en peligro juntos, así que también celebramos juntos. Por lo tanto, en el día de Purim ponemos especial énfasis en el cuidado de los menos afortunados.

      3. Mishlóaj Manot- enviar regalos comestibles a los amigos.

      Enviá un paquete que contenga al menos dos alimentos y/o bebidas diferentes listos para el consumo (por ejemplo, pastelería, fruta, bebida) a por lo menos un judío amigo.

      Podés preparar el tuyo o retirar un “Mishlóaj Manot” listo de tu Beit Jabad más cercano. 

      Es preferible que los regalos sean entregados a través de un tercero. Los niños, además de enviar sus propios obsequios de comida a sus amigos, son mensajeros entusiastas.

      4. Mishté – Festín

      Reuní a tu familia, y celebrá con una comida festiva de Purim. Tradicionalmente, esta comida comienza antes del anochecer y dura hasta bien entrada la noche.

      La mesa debe estar adornada festivamente con un lindo mantel y vajilla. Lavate ritualmente las manos para comer pan o jalá, y disfrutá de una comida con carne, vino y muchas canciones judías, palabras de Torá y el alegre espíritu de Purim. Canten, beban, rían, diviértanse juntos.

      5. Rezos especiales.

      En el rezo de la Amidá y en el Birkat Hamazón luego de las comidas agregá el párrafo “Veal Hanisim” (“Y por los milagros”) correspondiente al día de Purim. 

      Esta oración describe la historia de Purim y agradece a Di-s por los “milagros, redenciones, obras poderosas, actos salvadores y maravillas” que realizó para nuestros antepasados en “aquellos días, en este tiempo”.

      6. Disfraces!

      En Purim, los niños -y algunos adultos osados también- observan la tradición de disfrazarse, una alusión a la mano de Di-s en el milagro de Purim, que estaba disfrazado por eventos naturales. Asegurate de que tus hijos se disfracen de personajes bondadosos y alegres, como Mordejai y Ester.

      7. Comida típica: Oznei Hamán (orejas de Hamán)

      Los Oznei Haman son galletas cuyo relleno está escondido dentro de la masa, al igual que el milagro de Purim se escondió bajo el disfraz de la naturaleza. 

        Hasta la destrucción del Primer Templo Sagrado, que ocurrió poco antes del tiempo de Purim, los judíos regularmente vieron milagros abiertos y sobrenaturales. Sin embargo, con la destrucción comenzó un período que dura  hasta el día de hoy, donde Di-s opera “detrás de escena”, y su mano no es tan evidente en los eventos diarios. La historia de Purim fue la primera vez que los judíos se dieron cuenta de que la ausencia de milagros manifiestos no significaba que Di-s los hubiera abandonado.

        Otras costumbres:

        Parshat Zajor

        El Shabat antes de Purim, se lee la sección de la Torá denominada Zajor (“Recuerda”), en la que se nos ordena recordar los actos de (la nación de) Amalek (el antepasado de Hamán), que buscaba destruir al pueblo judío y asegurar de que nunca más se repitan.

        Ayuno de Ester

        Para conmemorar la plegaria y el ayuno del pueblo judío durante la historia de Purim, ayunamos el día antes de Purim. El ayuno comienza aproximadamente una hora antes del amanecer y dura hasta el anochecer. Consultá el horario exacto de tu ciudad en www.jabad.com.

        La “media moneda” (Majatzit HaShékel) 

        Es una tradición dar tres monedas en denominaciones “medias” -por ejemplo, tres monedas de medio dólar- a obras de caridad, para conmemorar el medio shékel con que cada judío contribuía como su parte en las ofrendas comunales en el tiempo del Templo Sagrado. Esta costumbre, generalmente realizada en la sinagoga, tiene  lugar en la tarde del “Ayuno de Ester” o antes de la lectura de la Meguilá.

        Shushan Purim

        En ciertas ciudades amuralladas antiguas —Jerusalém es el principal ejemplo— Purim no se celebra el 14 de Adar (la fecha de su observancia en el resto del mundo), sino el día 15. Esto es para conmemorar el hecho de que en la antigua ciudad amurallada de Shushan, donde las batallas entre los judíos y sus enemigos se extendieron por un día más, la celebración original de Purim tuvo lugar el 15 de Adar.

        El 15 de Adar se llama “Shushan Purim”, y es un día de alegría y celebración también en aquellos lugares donde  se observa Purim el día 14 de Adar.

        El hombre es como un árbol del campo

        El decimoquinto día del mes hebreo de Shvat , o Tu BShvat , se conoce como el “ Año Nuevo de los Árboles ”. Puesto que la Torá compara al hombre con “un árbol del campo”,  este día es —por extensión— celebrado también por el hombre.

        La germinación y el desarrollo de una pequeña plántula hasta convertirse en un árbol maduro y que produce frutos es una de las transformaciones más inspiradoras de toda la creación de Di-s .

        En primer lugar, se desarrolla el sistema de raíces del árbol. A continuación, surgen el tronco y el cuerpo del árbol, así como las ramas y las hojas. Finalmente, llega el momento en que el árbol da frutos.

        Las raíces están, en su mayor parte, ocultas a los ojos del observador. Sin embargo, es de ellas de donde el árbol obtiene su principal fuerza vital. Si bien es cierto que las hojas también nutren al árbol al absorber la luz solar, etc., aun así, las raíces son el sostén principal del árbol; si las cortas, el árbol pronto se marchitará y morirá.

        Además, las raíces permiten que el árbol esté firmemente arraigado en la tierra y resista fuertes ráfagas de viento u otros elementos que pretendan arrancarlo.

        El tronco y el cuerpo del árbol, incluidas las hojas, constituyen la inmensa mayoría de la masa real del árbol. Esta parte del árbol generalmente se encuentra en un estado de crecimiento constante, como lo demuestra el aumento del grosor del tronco y de las ramas, la aparición de hojas adicionales, etc. Además, la edad del árbol se puede determinar a partir de su tronco y cuerpo, especialmente a partir de sus anillos anuales.

        A pesar del predominio físico del tronco y del cuerpo del árbol, éste alcanza su estado de perfección sólo cuando da fruto. Esto es así en mayor grado cuando la semilla contenida en el fruto sirve de antecesor y semilla para los árboles futuros de las generaciones venideras.

        El hombre también tiene raíces, posee tronco y cuerpo y produce frutos. En muchos aspectos existe un notable grado de similitud entre el desarrollo del hombre —incluso su desarrollo espiritual— y el de un árbol.

        Las raíces del hombre son su fe. Es la fe de la persona la que la une y la vincula con Di-s , la fuente y el manantial de su existencia. Incluso después de que el judío crece en el conocimiento de la Torá y en el cumplimiento de los mandamientos Divinos, sigue obteniendo su fuerza vital a través de su creencia en Di-s, el judaísmo y la Torá.

        Por el contrario, un debilitamiento del sistema de raíces espirituales de la fe puede tener consecuencias nefastas incluso para un individuo que por lo demás esté espiritualmente bien desarrollado.

        Una vez que se ha alcanzado el nivel de tener raíces de fe viables, una persona puede sentirse inclinada a dormirse en los laureles. En este punto, el árbol nos enseña que está compuesto predominantemente de tronco, ramas y hojas. El hombre también debe estar compuesto predominantemente de estudio de la Torá y buenas obras. En términos espirituales, esto significa que un judío nunca puede estar satisfecho sólo con la fe, porque sería como un árbol que echó raíces pero nunca desarrolló tronco, ramas y hojas. Un “árbol” así, en realidad, no es un árbol en absoluto: sus raíces están ahí, pero nada más. Además de raíces sanas, un judío debe tener el complemento completo de tronco, ramas, hojas, etc.

        El tronco, las ramas y las hojas del judío son el estudio de la Torá, el cumplimiento de los mandamientos Divinos y las buenas acciones. Deben constituir la abrumadora mayoría de sus actividades. De hecho, uno puede determinar la “edad” de un judío midiendo sus “anillos”: cuántos de sus años ha pasado en busca del conocimiento espiritual y de acciones sustanciales.

        Además, así como el cuerpo de un árbol crece constantemente, también debe haber un crecimiento constante en el tronco, las ramas y las hojas del judío: en el estudio de la Torá, en el cumplimiento de los mandamientos Divinos y en las buenas acciones.

        Sin embargo, por más loables que sean todas estas cosas, el hombre alcanza su estado de plenitud sólo cuando, como un árbol, da fruto, afectando a sus amigos y vecinos de tal manera que ellos también cumplan el propósito de su creación. Al hacerlo, produce una cosecha inagotable de frutos, generación tras generación.

         

        Basado en Likkutei Sichos , vol. VI, págs. 308-309 .

        ¿Que es Tu B’Shvat?

        Por Yerachmiel Tilles

        El 15 de Shevat , Rosh HaShaná de los árboles, enseña que para evitar la muerte espiritual, el judío debe permanecer siempre apegado a su fuente, la Torá y el judaísmo, y crecer continuamente en su servicio a Dios . Este servicio no debe realizarse con frialdad, por fuerza de la costumbre, sino con calidez y vida.

        El día quince del mes de Shevat es Rosh HaShanah para los árboles. Esto tiene un significado especial para los judíos, cada uno de los cuales es comparado con un árbol, como está escrito: “Porque el hombre es como un árbol del campo”. 

        Un árbol comienza con una semilla, crece, alcanza la madurez, da fruto, y de sus semillas crecen otros árboles y dan fruto. Lo mismo ocurre con el ciclo de vida humano.

        El hombre comienza con un embrión, crece, madura y da fruto, que en el caso del judío es la Torá y las mitzvot .  Y, así como otros árboles eventualmente brotan de las semillas de un árbol, también uno debe asegurarse de que otros judíos crezcan espiritualmente y den su propio “fruto”. Un judío no puede conformarse con su propia cosecha espiritual, sino que debe acercar a otros judíos a su herencia.

        Un árbol es parte del reino vegetal. Las plantas, a diferencia de los animales, mueren si se las arranca de la tierra; existen y crecen sólo cuando continúan recibiendo alimento de su fuente.

        Un judío también vive y crece espiritualmente sólo cuando está conectado con su fuente, la Torá y el judaísmo. No basta con que un judío haya estudiado Torá y realizado mitzvot una vez . Debe recibir constantemente alimento de sus raíces o correr el riesgo de morir espiritualmente.

        Necesidad y placer en la Torá

        El Rosh HaShaná de los árboles se celebra comiendo frutas. En concreto, se acostumbra comer frutas con las que se alaba a la tierra de Eretz Israel . Hay siete tipos de productos con los que Eretz Israel es especialmente bendecida, mencionados en el versículo: “Una tierra de trigo y cebada, y vides, higueras y granados, una tierra de olivos y miel (de dátiles)”.  De estos siete, dos, el trigo y la cebada, son cereales, y los otros cinco son frutas.

        Del trigo y la cebada se hace el pan, y el pan es básico en la dieta de una persona, una necesidad para sostener la vida. La fruta se come por placer. La Torá a veces se compara con el pan  y el agua  —necesidades—; y a veces con el vino, el aceite  y la miel 10 —alimentos para el placer—. La primera se refiere a la dimensión revelada de la Torá, el Talmud , la halajá, etc., porque debe ser estudiada por todos los judíos, en todo momento, bajo todas las circunstancias. La segunda corresponde a la parte mística de la Torá, porque su estudio no siempre fue obligatorio para todos los judíos. En generaciones anteriores, el estudio del reino místico estaba limitado a unos pocos elegidos, cuya elevada estatura espiritual los hacía capaces de apreciar su profundidad.

        Complemento de la dieta espiritual

        Sin embargo, eso era en tiempos pasados. En las últimas generaciones, se ha vuelto obligatorio para todos los judíos aprender el reino místico de la Torá, como lo dictamina R. Schneur Zalman de Liadi , el Alter Rebe , en su Shulján Aruj .

        Este cambio se produjo debido a la decadencia espiritual del pueblo judío a lo largo de las generaciones. En años anteriores, el pueblo judío era lo suficientemente fuerte como para necesitar sólo “pan” y “agua” para mantenerse espiritualmente sano. Pero a medida que su salud espiritual declinaba, las necesidades básicas no eran suficientes; se necesitaba un complemento a la dieta del pueblo judío, alimentos que dieran más fuerza y ​​vigor. Ese alimento es el estudio del reino místico, el “fruto” que proporciona placer. 

        Así, encontramos que desde el tiempo del AriZal , se convirtió en una mitzvá , un mandato y una obligación, revelar los secretos de la dimensión oculta de la Torá. Esto recibió un impulso adicional con la fundación del Jasidismo por el Baal Shem Tov , y alcanzó su culminación en Jabad , que hizo que el Jasidismo estuviera disponible para todos los judíos como un enfoque disciplinado e intelectual de servicio a Di-s .

        Razón para comer fruta

        El quince de Shevat no es una festividad ordenada por la Ley Escrita, como, por ejemplo, lo son Pesaj , Shavuot y Sucot . Tampoco se encuentra en la Ley Oral, a diferencia de Janucá y Purim , cada una de las cuales se llama festividad, y en las que se recita la oración especial Al HaNissim . En la Mishná ,1 el quince de Shevat se menciona como el Rosh Hashaná de los Árboles, pero no se lo menciona como festividad. Su celebración es puramente una costumbre judía ; asimismo, el Magen Avraham dictamina que es una costumbre comer fruta en este día.

        Precisamente porque el cumplimiento de algo mencionado específicamente en la Ley Escrita u Oral es obligatorio, no proporciona un placer especial para el alma del judío. Una costumbre, por otro lado, no es (tan) obligatoria para el judío, y su alma, por lo tanto, tiene un placer especial en llevarla a cabo.

        En otras palabras: la guía de conducta de un judío es la halajá , la ley judía, que establece el estándar básico y mínimo para cumplir con la Torá y las mitzvot. Una costumbre es un incremento más allá de lo que exige la halajá . Di-s, el Dador de la Torá, recibe un placer especial cuando un judío se comporta más allá de sus requisitos mínimos. Y el conocimiento de que uno ha merecido proporcionar placer a Di-s automáticamente produce el mayor placer para un judío.

        Hemos dicho que la fruta proporciona placer. Como la celebración del 15 de Shvat es una costumbre , se celebra comiendo fruta específicamente, pues tanto las costumbres como la fruta son la idea del placer.

        Cumplimiento de mitzvot con placer

        En esto hay una lección para el servicio del hombre a Di-s. La observancia del 15 de Shvat —una costumbre— enseña al judío que su servicio no debe limitarse a aquellos asuntos que son absolutamente obligatorios. El judío debe sumar constantemente a su servicio a Di-s, proporcionando así placer tanto a su Creador como a sí mismo. No importa cuán elevado sea su nivel actual, no puede permanecer estático; siempre debe elevarse más.

        Las mitzvot no deben realizarse rutinariamente y con frialdad, por la fuerza de la costumbre. Un judío debe involucrarse tan totalmente en la Torá y las mitzvot que su observancia de ellas sea puro placer. Un ejemplo: los judíos, después de su éxodo de Egipto, comieron maná , que poseía la propiedad milagrosa de que uno podía elegir que tuviera el sabor de cualquier alimento que quisiera. 15 Lo mismo ocurre con la Torá y las mitzvot: 16 poseen diferentes tipos de placer, representados por los diferentes sabores de las cinco frutas con las que Eretz Israel está bendecida. Uno solo necesita tener el deseo necesario, y su cumplimiento de la Torá y las mitzvot puede ser placentero, no solo rutinario.

        Esto se logra a través del estudio del Jasidismo , que, como hemos señalado anteriormente, es el concepto de “placer”. El aspecto revelado de la Torá es el cuerpo de la Torá; el aspecto místico, el Jasidismo, es su alma. El estudio del Jasidismo aporta calidez y vitalidad al cumplimiento de las mitzvot, infundiendo nueva vida, asegurando que la Torá y las mitzvot ya no sean estériles; tendrán un alma.

        Servicio completo y completo

        Otro aspecto de esta festividad es que se celebra el día quince de Shvat, cuando la luna está en su plenitud.  El pueblo judío es comparado con la luna, y “están destinados a renovarse como ella”.  Así, las diferentes fases de la luna son paralelas y se reflejan en el servicio de los judíos a Di-s. La luna llena del día quince del mes representa el servicio completo y pleno a Di-s.

        No importa cuán elevados hayan sido los logros previos de un judío (en los días anteriores del mes), el día quince enseña que puede y debe hacer más: debe crecer como crece la luna, hasta que sus logros sean plenos y completos.

        Esto se lleva a cabo, como se explicó anteriormente, sintiendo placer en nuestro servicio a Di-s. Cuando ese servicio se haya completado por completo, habrá llegado la verdadera y completa redención.

        Sijot 15 Shevat , 5742; Likkutei Sichos , vol. XVI, págs. 529-532

        Una mezcla de bestias salvajes

        Las primeras tres plagas con las cuales Di-s castigó a los Egipcios fueron Sangre, Ranas y Piojos. Cuando les advirtió sobre la cuarta plaga de los animales salvajes, el Todopoderoso declaró:

        …”Y en ese día, haré distintiva la Tierra de Goshen, en donde mi pueblo vive, y no habrá mezcla de animales salvajes”(Éxodo (8:15)

        Cuando las primeras tres plagas fueron discutidas, ¿por qué la Torá no dijo explícitamente que no afectaron a los Judíos? Si fue tan obvio que no era necesario ser especificado, entonces ¿por qué la Torá sí lo hace con la cuarta plaga?

        Algunos comentaristas explican que las primeras tres plagas sí afectaron a los Israelitas. Otros, sin embargo, dicen que esto no es posible, ya que si hubiera sido así, entonces, ¿cómo forzarían a Paró a que decida sacar a los Judíos de Egipto?

        Según Rashi, el simple texto nos dice que los Judíos sí sufrieron de las primeras tres plagas. El propósito de las primeras dos (sangre y ranas) era para atacar al dios de los Egipcios, por lo tanto, era esencial que la plaga fuera ilimitada, afectando también el Nilo, incluso en el asentamiento de Goshen donde se encontraban los Judíos. Porque si el “dios del Nilo” no hubiera sido afectado allí, entonces Paró podría haber pensado que el Nilo en Goshen es más poderoso que Di-s.

        El mismo razonamiento se aplica para la tercera plaga, que el propósito era mostrarle a Paró que la plaga no era trabajo de magos, sino de Di-s. Si los piojos hubieran afectado solo una parte de la tierra, los hechiceros hubieran pensado que era obra limitada de hechiceros humanos (Moisés y Aharon).

        La cuarta plaga, mezcla de animales salvajes, no era para mostrar la impotencia de los dioses Egipcios y hechiceros, por lo tanto, no era necesario que afectara a todos los habitantes. Aquí Di-s declaró:…”Voy a distinguir la Tierra de Goshen etc…”

        Con la llegada de la plaga de la mezcla de animales salvajes, a algunos podría haberle parecido que el Todopoderoso había eliminado todas las barreras naturales, límites y distinciones. Animales de naturalezas completamente diferentes, inherentemente hostiles entre sí, estaban ahora dando vueltas juntos, ¿no podría decir esto que la diferencia inherente entre el Judío y no-Judío también había sido abolida?

        Para anular completamente esta suposición, Di-s declaró: “Haré una separación entre mi pueblo y tu pueblo”, ¡no solo entre Paró y Moisés, sino también entre cada Egipcio y Judío, incluso aquellos que no quisieron salir de Egipto!

        La lección es clara. Hay una plaga de “mezcla” y confusión en el mundo. Límites naturales y distinciones han sido rotos, la asimilación, la línea entre nuestra nación y otras. Nunca antes hubo tanta necesidad de intensificar la distinción, y de implementar la declaración del Todopoderoso.

        Por: Yitsjak Meir Kagan

        Transformar el agua en sangre

        “Ven, habla al Faraón, el rey de Egipto, y que envíe a los hijos de Israel de su tierra” (ShemoT 6:10)

        Uno de los motivos de la centralidad del Éxodo de Egipto en el judaísmo (hasta el punto de recordarlo a diario en la plegaria), es que en el estado espiritual del alma humana, el salir de Egipto es un proceso constante de todos los días. La palabra Mitzraim (Egipto en hebreo) proviene del término Metzarim, límites, refiriéndose a los condicionamientos y frenos que existen en cada persona. Cada día debe llevar a cabo nuevamente un símil de “salir de Mitzraim”- superar y librarse de esas limitaciones y brindar a su Alma Divina la libertad de expresarse de acuerdo a sus verdaderas aspiraciones. El párrafo bíblico semanal nos relata sobre cómo comenzó el éxodo de Egipto, y de ello podemos aprender los caminos a través de los cuales es posible “salir de los metzarim” también en el plano espiritual del alma.

        DE LA FRIALDAD AL CALOR

        La primera plaga que se asestó a los egipcios fue la de sangre: todas las aguas de Egipto se convirtieron en sangre. De ello se aprende que el primer paso para liberarse de Mitzraim es transformar las “aguas” en “sangre”. El agua simboliza la frialdad, tranquilidad, falta de efervescencia y entusiasmo. La sangre, por el contrario, es el símbolo del calor, el fuego, la emoción. Esto es lo primero que se le dice al judío: ¿deseas salir de “Egipto”? ¿Tu intención es liberarte de los condicionamientos que encierran a tu alma Divina?- ante todo debes transformar el “agua” en “sangre” en lugar de frialdad introduce a tu seno interior calor, entusiasmo, fuego.

        LA NECESIDAD DE LA EMOCIÓN

        Puede uno argumentar ¿para qué tanto entusiasmo?. Sin ello también soy un buen judío. Cumplo los preceptos, estudio Torá, soy cuidadoso de no transgredir sus prohibiciones . ¿Para qué necesito entusiasmo en ello? A eso se le responde que la frialdad es la raíz primera de todo mal. El verdadero significado del estado de frialdad es que los temas realmente no afectan a la persona. Vemos en la práctica que cuando se trata de un tema que verdaderamente nos interesa y es cercano a nuestro corazón, no permanecemos apáticos y fríos. La frialdad es un síntoma de que la relación del judío con la Torá y sus preceptos es sólo “una conducta rutinaria aprendida”, es sólo una acción seca y mecánica. Este estado es el principio de la caída. Por ello, el primer paso en la liberación del alma de sus limitaciones y pre condicionamientos es apartar la frialdad y la apatía, e introducir en su lugar calor y entusiasmo. Se debe estudiar Torá, cumplir los preceptos y servir a Hashem con alegría y entusiasmo, con agilidad y fuego, como nos vinculamos con aquello que nos incumbe y mueve.

        MITZVOT CON LUJO

        Una de las expresiones prácticas de una implicación real es el tema de cumplir los preceptos con lujo- hidur mitzvá. Cuando uno sirve a Di-s con frialdad, le es suficiente con una Mezuzá simple, Tefilín baratos, una plegaria resumida y un cuidado mínimo del Kashrut, la alimentación ritual judía. Al fin y al cabo lo que pretende es cumplir con la obligación, y para ello es suficiente también con el mínimo. Pero cuando un judío está entusiasmado y movilizado en su servicio a Hashem, procura cumplir los preceptos de la manera más bella posible: procura los Tefilín y las Mezuzot de la mejor calidad, el Tzitzit más hermoso, el Kashrut de máxima seguridad, pues cumple con todo esto con cariño y deseo. Es este el previo paso en el proceso de “salir de Egipto”, y por medio de ello, llegamos finalmente a la liberación personal del individuo, y de la redención individual vamos a la redención general, a manos del Mashíaj Tzidkeinu.

        Likutei Sijot tomo 1, Pág. 119

        El significado de las diez plagas

        No es casualidad que Di-s haya enviado a Egipto diez plagas.

        En una ocasión, Moisés se acercó a Paró y le dijo: Así dijo el Amo de Israel, “Deja salir a mi pueblo, y déjalos que Me celebren en el desierto”. (Éxodo 5:1)

        Paró respondió: “¿Quién es el amo, que debo escucharlo para dejar salir a Israel? Yo no lo conozco y tampoco dejaré salir a Israel” (Éxodo 5:2)

        Pero de hecho, Paró sí conocía el concepto de Di-s. Los Egipcios adoraban ídolos de todo tipo, y hasta Paró se consideraba uno de ellos. Pero no creía en un omnipresente, ni en un Todopoderoso Di-s quién creó absolutamente todo.

        Sabemos que Di-s creó el mundo con Su palabra; para ser mas precisos, con diez expresiones. Pero Paró negó estas diez.

        Y así también las diez plagas corresponden a los diez elementos con los cuales Di-s creó el mundo, cada uno demostrando un aspecto independiente de la creación, algo que fácilmente podría ser atribuido a la “naturaleza”, y fue enteramente de las manos de Di-s.

        La plagas probaron que Di-s realmente es el omnipresente, y el Todopoderoso Creador.

        1. Sangre: La primera plaga, la cual eliminó el agua potable, estableció que Di-s manda sobre el agua.

        2. Ranas: Durante la plaga de las ranas, éstas llegaron a meterse dentro de los hornos de piedra, lo cual probaba que Di-s está por arriba de las creaciones de hombre físico.

        3. Piojos: Con la tercera plaga, piojos, que comenzó desde el polvo, fue sabido que Di-s está por arriba de todo el polvo de la tierra.

        4. Animales salvajes: La cuarta plaga, en la cual los animales salvajes destruyeron todo lo que se les aparecía en el camino, demostró que Di-s está por sobre todos los animales de la tierra.

        5. Pestilencia: A través de la enfermedad esparcida por todos los animales, fue sabido que Di-s controla todo el aire que respiramos.

        6. Sarpullido: El sarpullido en todo el cuerpo de los Egipcios establecieron que Di-s puede causar que las personas sufran o sean curadas.

        7. Granizo de fuego y hielo:Esta plaga declaró que Di-s controla el elemento de fuego.

        8. Langostas: Cuando las langostas consumieron todos los cultivos, fue claro que Di-s controla toda la vegetación de la tierra.

        9. Oscuridad: Con la oscuridad que permaneció en los Egipcios por varios días, Di-s demostró que solo Él puede cambiar lo que se encuentra en el cielo.

        10. Muerte de los primogénitos: Con esta plaga se demostró que Di-s está por arriba de los ángeles y mundos espirituales.

        Por: Malkie Janowski

        Guía completa de Janucá

        ¿Qué es Janucá?


        La “fiesta de las luminarias” dura ocho días y se celebra con el encendido nocturno de la Menorá o Janukiá (candelabro de nueve brazos), oraciones especiales y comidas fritas.
        La palabra hebrea Janucá significa “inauguración”, y la festividad se llama así porque celebra la reinauguración del Templo Sagrado de Jerusalem.

        Un poco de historia: Hace unos 2100 años…


        La Tierra de Israel queda bajo el dominio del emperador greco-sirio Antíoco Epífanes.
        El nuevo emperador emite una serie de decretos destinados a imponer su ideología y rituales helenísticos al pueblo judío: prohibe el estudio de la Torá y la observancia de sus mandamientos y profana el Templo Sagrado de Jerusalem con ídolos griegos.
        Un pequeño grupo de judíos, liderados por Iehudá el Macabeo, libra una batalla contra los poderosos ejércitos griegos.

        ¡Milagro n° 1! 

        Los pocos y débiles macabeos superan al ejército griego y lo expulsan de la Tierra de Israel. El 25 de Kislev, los macabeos recuperan el Templo Sagrado. Al querer encender la Menorá (candelabro de siete brazos) del Templo, descubren que los griegos habían contaminado prácticamente todo el aceite.

        ¡Milagro n° 2! 

        Uno de ellos encuentra una vasija de aceite puro, suficiente para una noche. Elaborar nuevo aceite puro les iba a llevar ocho días.

        ¡Milagro n° 3! 

        el suministro de aceite les alcanza para ocho días y noches, hasta que logran obtener el nuevo aceite. Para conmemorar y hacer públicos estos milagros, cada año encendemos el Candelabro de Janucá en cada una de las ocho noches de la festividad.

        Encendido de la Menorá:

        es el corazón de la festividad. Tiene nueve llamas, una de las cuales es el Shamash (“vela piloto”), que se usa para encender las otras luces.

        La primera noche se enciende una -además del Shamash– y las noches subsiguientes se va sumando una vela, hasta completar las ocho velas la última noche de Janucá. 

            • Una pequeña luz disipa mucha oscuridad: Los macabeos combatieron las fuerzas de la oscuridad con espadas, nosotros lo hacemos sumando luz espiritual.
            • La oscuridad es la ausencia de luz; por lo tanto cualquier esfuerzo, cualquier cambio, cualquier iluminación que creamos recorre un largo camino. 

          Nunca debemos permitir que la aparente pequeñez de nuestra contribución nos impida actuar y apreciar la importancia de la acción.

           

          ¿Qué se necesita? 

              • Una menorá con ocho soportes para aceite o velas y un soporte adicional, separado del resto, para la vela Shamash. Si no tenés una Menorá, pueden utilizarse soportes independientes.

                • 36 velas o aceite y mechas + 8 velas para el Shamash: dado que el milagro de Janucá sucedió con aceite de oliva, una Menorá de aceite es preferible a una con velas, y el aceite de oliva es el ideal. Las mechas de algodón son preferidas debido a la luz suave que producen.

              ¡Nota! La Menorá debe arder al menos 30 minutos luego de la salida de las estrellas (si se enciende más tarde, 30 minutos en total), por lo tanto hay que asegurarse de colocar suficiente aceite o utilizar velas lo suficientemente grandes.

               

              ¿Cómo?

                  • Las ocho velas de la Menorá deben estar dispuestas en línea recta, pareja, no en zigzag o con algunos soportes más altos que otros. 

                 

                ¿Quién?

                Hombres y mujeres por igual tienen la obligación de encender la Menorá. El jefe del hogar enciende el candelabro familiar mientras todos los demás escuchan las bendiciones y responden “Amén”. En muchas familias, todos los miembros de la familia, incluso los niños, encienden sus Janukiot personales. 

                 

                ¿Cuándo? 

                    • Lo ideal es realizar el encendido con la puesta del sol, cuando comienza a oscurecer. Algunos acostumbran a encenderla luego de la salida de las estrellas (aprox. 30 minutos después de la puesta del sol).

                    • ¿Llegaste tarde a casa? Mientras haya alguien despierto para ver la Menorá, podés encenderla con las bendiciones correspondientes.. Si no, encendela sin recitar las bendiciones.

                    • Se enciende la Menorá antes de la puesta del sol. Tené en cuenta utilizar suficiente aceite o una vela lo suficientemente grande para que la Menorá arda por lo menos 30 minutos luego de la salida de las estrellas.

                    • La Menorá se enciende luego de la salida de las estrellas, una vez recitada la Havdalá, la ceremonia que da la despedida al Shabat. (En la sinagoga, primero se enciende la Menorá y luego se recita la havdalá)
                    •  

                  ¿Dónde?

                  La Menorá se coloca en la puerta, frente a la mezuzá, o en una ventana que da hacia la calle.

                      • Cuando encontrás la luz que ilumina tu hogar, compartila con los que te rodean.

                    Procedimiento:

                        1.  Reuní a todos los miembros de la casa alrededor de la Menorá.

                      2. Encendé la vela Shamash. Luego, sostenela con tu mano derecha (a menos que seas zurdo).

                      3. Mientras estás de pie, recitá las bendiciones correspondientes:

                      5. Encendé las velas, comenzando por la más “nueva” (ver cuadro).

                      6. Colocá el Shamash en su lugar. Se acostumbra entonar el “Hanerot Halalu” y “Maoz Tzur”.

                      7. Quedate alrededor de la Menorá  durante aproximadamente media hora (excepto la tarde del viernes, vísperas de Shabat). Compartí algunas historias de Janucá con tu familia, disfrutá de un juego de dréidel o sevivón (perinola) y saboreá unos tradicionales Latkes calientes (buñuelos de papa fritos) o unas Sufganiot (donas fritas). 

                       

                      Comidas típicas de Janucá:

                      Frito: es una tradición comer alimentos que reflejen el significado de la festividad, como la manzana con miel en Rosh Hashaná y los Oznei Hamán en Purim. Janucá no es una excepción: el aceite jugó un papel importante en la historia de Janucá, por lo tanto, acostumbramos a comer alimentos fritos en Janucá.

                      Lácteo: también es costumbre comer alimentos lácteos, para conmemorar a Iehudit, la valiente mujer cuyo osado coraje llevó a la gran victoria de los Macabeos

                      El Dréidel (la perinola):

                      También conocido como “Sevivon”, este juego nos ayuda a recordar el coraje de los valientes niños, quienes se escondieron en cuevas para poder estudiar Torá tras la prohibición de Epífanes. Al acercarse los soldados griegos, los niños sacaban el Dréidel y simulaban estar jugando.

                      El Dréidel (del Idish “drei”, dar vuelta) tiene cuatro caras, con una de las letras hebreas Nun, Guímel, Hei, Shin, iniciales de “Nes Gadol Haia Sham” (un gran milagro ocurrió allí) tallada en cada una de ellas.  

                      ¡A jugar!

                      Necesitás: 1 Dréidel. Monedas, caramelos o fichas.

                      ¿Cómo jugar?

                        1. Se entrega la misma cantidad de monedas a cada uno de los participantes, y se dejan algunas para el pozo.

                        1. En orden, se hace girar el Dréidel:

                      Si cae en Nun: no ponés ni sacás del pozo. Si cae en Guímel: tomás todo el pozo, luego todos los participantes colocan una moneda en el pozo. Si cae en Hei: tomás la mitad del pozo. Si cae en Shin: agregás una moneda al pozo.

                      Janucá Guelt:

                      En Janucá se acostumbra dar monedas (guelt) a los niños.

                      Una de las razones es que la palabra hebrea Janucá viene de la misma raíz que la palabra Jinuj (educación).

                      En esta festividad focalizamos nuestra atención en la educación judía de nuestros niños: les regalamos dinero y les enseñamos a dar una parte a caridad.

                      Encendido público de la Menorá: 

                      El 1974, se encendió la primera Menorá pública, en Philadelphia, Pennsylvania, EEUU. 

                      Hoy, más de 15.000 Janukiot gigantes son encendidas en plazas, centros comerciales, aeropuertos y otros espacios públicos alrededor del mundo, decenas de ellas en la Argentina. 

                      El mensaje de las luminarias de Janucá resplandece para que todos lo vean: el mensaje de que el bien y la luz, al final, siempre triunfan sobre la oscuridad.

                      Borrar nuestros pecados

                      El propio día expía 

                      (Talmud Shvuot 13,a)

                      Con respecto a la expiación de los pecados en Iom Kipur, encontramos en el Talmud una discusión: Los Sabios dicen “Iom Kipur expía sólo a los retornantes”. Rabí (Yehuda, el Príncipe) disiente, y sostiene “tanto haya hecho Teshuvá (se haya arrepentido, retornado a Di-s y Su camino de vida) o no, el día de Iom Kipur expía, puesto que el propio día expía”. La conclusión se define como los Sabios.

                      En realidad, todos están de acuerdo con que “el propio día de Iom Kipur expía”, es decir, el día de por sí expía, sólo que Rabí sostiene que la santidad de Iom Kipur es tan poderosa que expía incluso a aquellos que no retornaron con Teshuvá; mientras que los Sabios opinan que es necesario el arrepentimiento previo para acceder a la extraordinaria expiación generada por Iom Kipur.

                      LIMPIEZA DE LAS MANCHAS

                      Pero esto requiere aclaración: Expiación no significa tan sólo ser perdonado por el Altísimo. Cuando un judío transgrede, genera un defecto espiritual, una mancha en su alma, y debe arreglar el defecto y limpiar la mancha. ¿Cómo se entiende que el defecto y la mancha se borren por el sólo hecho de que llega un día específico, Iom Kipur?

                      La explicación es que en Iom Kipur encuentra expresión lo más profundo del vínculo entre Di-s y el judío.

                      Hay una relación generada por el cumplimiento de los preceptos -las mitzvot– y por la aceptación del “Yugo Celestial”. La predisposición a cumplir con la Voluntad Divina genera el vínculo entre el judío y su Creador, y cuando cumple con los mandatos de Di-s se liga a Él.

                      Superior a ello es el grado de relación que se expresa a través de la Teshuvá, el retorno a Hashem. ¿En qué consiste la Teshuvá? Se trata de un hombre que se liberó  “yugo de los preceptos” y con ello parecería que, desconectó su vínculo con el Altísimo. Si es así, ¿por qué de repente decide retornar a Di-s?. Lo que ocurre es que su Teshuvá revela que en esencia seguía conectado con Di-s incluso cuando actuó contra Su voluntad, (transgrediendo los preceptos de la Torá). Este punto de unión interior que perduró en él es lo que lo mueve y motiva a volver a conectarse (también conscientemente) con Hashem, a través de la Teshuvá.

                      UN LAZO PROFUNDO

                      Pero incluso este vínculo, que se expresa en el proceso de Teshuvá, no es el final de la historia. De alguna manera, también el vínculo que mueve a laTeshuvá tiene algún tipo de condicionamiento. Está limitado a la intensidad de su arrepentimiento.

                      Hay un nivel de unión más profundo aún: es el lazo de esencia (o sea no generado por factores externos) entre el alma del judío y el Altísimo. El alma que poseemos en nuestro fuero íntimo es “una parte de Di-s de lo Alto, tal cual”, y ella está unida permanentemente con su fuente y raíz- Hashem.

                      Este vínculo no se ve afectado por nuestra conducta y por nuestras transgresiones. Se encuentra en todo judío por la propia naturaleza del alma. No hay pecado que pueda dañarlo. Sólo que durante el año este lazo está oculto y tapado en lo profundo del corazón. Lo que encuentra expresión son los niveles más externos de unión con Di-s, los que dependen de nuestra conducta y decisiones. Pero en el día de Iom Kipur se revela este lazo esencial entre el Altísimo y el pueblo de Israel.

                      ENCERRADOS EN PRIVADO

                      Este es el significado del concepto “el propio día expía”. En el día de Iom Kipur, cuando este vínculo de unión interior se revela, se borran automáticamente todos los defectos y manchas generados por el pecado. Este día revela que cada judío está conectado a Di-s con un vínculo imposible de destruir. Por lo tanto cuando este vínculo sale a flote, no existen  pecados, desaparecen automáticamente (salvo quien transgrede los preceptos del propio Iom Kipur, p.e. rompiendo el ayuno).

                      Esto encuentra su expresión principalmente en la plegaria de Neilá, la oración de “cierre” de todas las plegarias de Iom Kipur. Ahí se “encierran”, por así decirlo, Di-s con Israel, a solas, y nadie puede perturbar esa su unión absoluta.

                      (Likutei Sijot, Tomo 4, Pág. 1149)