El año sabático: Seis razones

¿Disfrutarías de un año Sabático cada siete años? Podrás relajarte, viajar, estudiar, y pasar tiempo con tu familia. ¿Te gustaría si todo el país tomara un año Sabático cada siete años? ¿Piensas que es una buena idea?

Por ley Judía, los granjeros en Israel, deben cumplir con la Mitzvá de Shmita, dejando a sus tierras descansar por un año, una vez cada siete años. ¿Por qué ésta orden?

1) El Suelo: Los antiguos filósofos, veían el año de Shmitá como una oportunidad para que el suelo descase y se renueve. Sin embargo, esta teoría por sí sola no es suficiente porque el suelo requiere de descansos más frecuentes que solamente una vez cada siete años.

2) Un Macro-Shabat: Otros veían Shmitá como un gran Shabat. Descansamos en Shabat para demostrar que Di-s creó el universo en seis días y descansó en el séptimo. Nosotros similarmente dejamos descansar la tierra en el séptimo año para demostrar que Di-s descansó en el séptimo día. Más tarde, comentaristas rechazaron esta teoría, discutiendo de que si Shmitá está para reconocer a Di-s como creador, su propósito no sirve debido a su largo intervalo entre los períodos de descanso. El Shabat que tenemos semanalmente ya cumple este propósito y con intervalos mucho más cortos. ¿Que contribuye Shmitá que no lo hace el Shabat?

3) Seis años de Shabat perdidos: Otros argumentaron que Shmitá permite que el campo descanse en Shabat. Es cierto que nosotros descansamos en Shabat, pero incluso si nosotros lo hacemos, los campos continúan trabajando. Plantamos el viernes y las semillas germinan en Shabat. Durante Shmitá nuestros campos descansan por la pérdida de los Shabat y Festividad en los seis años previos.

Hay cincuenta y dos Shabat en el calendario solar. El total de Shabatot durante seis años es de 312. Siete días de festividades por año, 6×7=42, sube a un total de 354, que es el numero preciso de días de un año de Shmitá, según el calendario lunar. Observar Shmitá por 354 días, le permite al campo “balancear las cuentas” y alcanzar a su propietario con la observancia de todos los Shabatot durante esos seis años.

4) Una Lección de Fe y Humildad: Luego, otra teoría fue propuesta. Las leyes de Shmitá sólo fueron tomadas por nuestros ancestros cuando se establecieron en Israel. Cuando trabajamos con los cultivos que cultivamos, u otras formas de ingresos que generamos, podemos crecer orgullosos de nuestros logros y tomar crédito personal por ellos.

Podemos olvidarnos que la bendición de Di-s es la única razón para nuestro éxito. También solemos olvidarnos que Di-s nos dio nuestra tierra y sus semillas, que envió las lluvias y el sol para que los cultivos crezcan. Shmitá nos fortifica nuestra fe en la Providencia de Di-s sobre nuestros negocios.

Trabajamos la tierra durante seis años consecutivos, a pesar de que la sabiduría convencional dice que no es sano para el suelo. De hecho, el suelo retiene su fuerza y provee un mayor cultivo en el sexto año para que haya suficiente para el año de Shmitá. Luego descansamos en el año de Shmitá, a pesar de nuestras preocupaciones de cómo proveer a nuestras familias.

Este tipo de comportamiento es una fórmula para el desastre. Los granjeros que toman este tipo de trabajo ético, deben prepararse para la quiebra. Sin embargo, para los judíos en Israel produce tremendos resultados. Esto fortalece nuestra fe de que la tierra le pertenece a Di-s, de que nuestro éxito viene directamente de su bendición y de que debemos serle agradecidos por todo lo que tenemos.

5) Unión: Es fácil compartir con otros cuando podemos hacerlo, cuando tenemos una buena ganancia y cuando sabemos cómo vamos a pagar las expensas de mañana. Es mucho más difícil hacerlo cuando no sabemos lo que va a pasar mañana. Los terratenientes no tienen ganancias durante el año de Shmitá, sin embargo, deben abandonar todos sus cultivos al público. De esta forma, Shmitá mejora la unión Judía.

Fuera de Israel este fenómeno se evidencia en contribuciones caritativas. La sabiduría convencional dice que cuando más damos, menos retemos. Desde la perspectiva de Di-s, sin embargo, cuando más damos, más nos bendice. Esto es especialmente cierto cuando damos más de lo que podemos dar. Por lo tanto, la caridad también fortalece nuestra fe y unión.

6) Liberación: La creencia de que el mundo le pertenece a Di-s y que nuestro éxito depende de Él, es una noción liberadora. Nos permite liberar las cargas que llevamos. Todavía nos fatigamos, pero respiramos más fácil. Todavía trabajamos, pero dormimos más fácil. Sabemos que Di-s guía nuestros pasos y que todo sucede por una buena razón. Aprendemos a ver la mano de Di-s en todo lo que hacemos y su presencia en todo lo que vemos.

Esto nos lleva a la razón final de Shmitá propuesta por los comentaristas bíblicos. El Talmud nos informa que en el Templo Sagrado, los Levitas cantaban alabanzas a Di-s todos los días. En Shabat, el séptimo día, cantaban sobre el día de descanso eterno, la era mesiánica.

El Talmud nos enseña de que el mundo va a durar seis milenios. Los primeros dos fueron dedicados a la creación. Los otros dos, dedicados a la Torá. Los últimos dos están dedicados al Moshiaj. De hecho, el Talmud nos cuenta que en el séptimo milenio, el mundo que nosotros conocemos va a dejar de existir. Se convertirá en un mundo de libertad y Divinidad.

Shmitá, el séptimo año, como Shabat, el séptimo día, representan la era mesiánica. Nuestra fe en Di-s se fortalece durante ese año, como así también será en la era mesiánica. Nuestra unión es fortalecida durante Shmitá, como Moshiaj, que marcará el comienzo de una era de paz. El sexto año es un año de plenitud, como así también Moshiaj que comenzará en una era de prosperidad.

La era mesiánica es sobre todo conocido por la libertad. De hecho, Shmitá es un año de emancipación. Los esclavos son liberados y todas las deudas se borran.

Que podamos pronto merecer la libertad de la era mesiánica.

Por: Lazer Gurkow

Matan Torá shel Pnimiut HaTorá

Existe una profunda relación entre Lag baOmer y la Redención. Entre los jasidim Lag BaOmer es llamado, “Matan Torá shel Pnimiut HaTorá” (día en que nos entregaron la profundidad de la Torá).

Este es el día en el que se nos dio la fuerza para revelar en este mundo inferior, la luz profunda de la Torá y de esta manera comenzó la preparación concreta para la revelación de la verdad íntima y profunda con la Redención verdadera y completa.

Si bien antes de Rabi Shimon bar Iojai ya existía la profundidad de la Torá y grandes sabios se dedicaban a su estudio, en Lag BaOmer sucedió algo similar a lo sucedido en Shavuot…

Antes de la revelación en el monte Sinaí, ya había Torá pero también existía una barrera que separaba el mundo físico del mundo espiritual, con la entrega de la Torá se nos dio el potencial de unir la Torá con lo material, introduciendo santidad dentro de este mundo inferior.

También Lag BaOmer nos da el potencial para que la profundidad de la Torá sea recibida con los recipientes del mundo material y se haga parte del mismo.

La fuerza de los primeros

Se cuenta acerca de Rabí Iosef Caro, (autor del código de leyes judías, el Shuljan Aruj) que se hallaba concentrado tres días con un fuerte interrogante, hasta que finalmente y luego de un gran esfuerzo encontró la respuesta.

Cierto día, entró a la casa de estudios y escuchó a un simple estudiante, analizando aquel mismo tema que tanto lo había ocupado, grande fue su asombro cuando escuchó que este hombre, que no era un erudito, halló la respuesta inmediatamente. Esta situación le produjo una gran amargura, hasta que le fue revelado desde el cielo, que una vez que él halló la respuesta con tanto esfuerzo, la “trajo” al mundo, y les abrió el camino a las personas sencillas para que puedan descubrir la respuesta de manera más sencilla.

Este concepto se conoce como “apertura del canal”. De esta manera se explica, por ejemplo, la gran admiración que nos produce la entrega total de Abraham a Su Creador, a pesar de que posteriormente hubo personas mucho más simples, a las que Di-s no les hablo ni se les reveló como lo hizo con nuestro primer patriarca y sin embargo estuvieron dispuestos a entregar sus almas santificando el nombre de Di-s. La explicación es que la grandeza de Abraham Avinu, fue la de ser el primero y la de abrir ese canal para que otras personas simples pudieran llegar a ese nivel.

La revelación del Mashiaj

Rabi Shimon Bar Iojai, autor del “Zohar”, fue quien abrió el canal de parte más íntima de la Torá (Incluso en el Zohar, muchas veces aparece la expresión “abrió”, “abrió Rabí Shimon”, frases que sugieren la apertura del canal para la recepción de tanta abundancia.)

Tenía el don especial de estudiar la Torá en un nivel de “visión”, es decir que cuando se dedicaba al estudio, podía “ver” los asuntos de la Torá como son en la realidad y en su aspecto más profundo, hasta su raíz superior.

En Lag BaOmer, día de su fallecimiento, su trabajo llegó a la plenitud, por eso estaba tan contento y ordenó que todos se alegraran en el aniversario de su desaparición pues ese día completó su misión en el mundo.

En el día del aniversario de su fallecimiento, (como en el de todos los tzadikim) se elevan y se revelan todas las buenas acciones de su vida.

Un milagro de Lag Baomer

Un mayo de 1948, el ejército jordano rodeó Jerusalém con sus fuerzas armadas y la selló de todo contacto externo. El incipiente ejército israelí in‐ tentó romper el sitio, pero fracasó trágicamente y, después de un tiempo, los judíos de la ciudad sufrían hambre y sed.

Unos pocos cientos de soldados judíos con armas ligeras defendían el barrio judío de la “ciudad vieja” y sabían que en cualquier momento los jordanos atacarían y todos sus habitantes serían masacrados (como había ocurrido en Kfar Etzion unas semanas antes).

Milagrosamente los intentos que hcieron los árabes fracasaron.

Pero todos sabían que esto no duraría mucho. Cada día, otro judío moría a causa del incesante fuego de mortero árabe y los jordanos tenían el ejército y armamento más modernos y mejor organizados, incluida la artillería de las 6 o 7 naciones árabes que atacaban a Israel.

Ese jueves era Lag BaOmer cuando, hace casi 2.000 años, Rabi Shimón Bar Iojai reveló sus secretos místicos más profundos y lo declaró un día de regocijo antes de morir.

Querían encender una fogata y regocijarse… pero ¿cómo? Fuego en la noche atraería a la artillería enemiga y todos serían blancos fáciles. Entonces alguien tuvo una idea. En Jerusalém es costumbre encender velas de Shabat 40 minutos antes del anochecer; ¡Podrían hacer lo mismo con el fuego de Lag Baomer! Lo harían temprano cuando todavía era de día y bailarían un poco, en silencio, para no llamar la atención.

Alrededor de 30 jasidim compraron botellas de aceite, varias bolsas de trapos viejos e incluso algunas piezas de madera para el fuego y bailaron, cantando en voz baja, temiendo cada paso, desde la Sinagoga hasta el patio.

De repente ya no tenían miedo… estaban felices! Cantaron más fuerte, comenzaron a aplaudir, a bailar y saltar con la alegría de Rabi Shimon. ¡Había pasado media hora! ¡Estaba oscureciendo!

De repente, los cañones abrieron fuego y las explosiones los despertaron de su éxtasis. La destrucción estaba en todas partes. Cada hombre corría a su casa con su familia.

Los edificios caían; Las bombas estallaban con una fuerza destructiva. Cerca de cien judíos, se apresuraron al lugar más seguro que conocían: ¡la Sinagoga! ¡Allí Di‐s los salvaría!

Después de más de una hora, el bombardeo cesó. ¡Nadie resultó herido! El temido ataque jordano nunca llegó.

De repente, uno de los soldados judíos, entró corriendo agitando los brazos. “¡¿Qué hicieron? ¿Encendieron la fogata y cantaron? “¡No saben lo que sucedió! ¡Los jordanos se retiraron! Debieron estar mucho más cerca de lo que suponíamos, pero cuando escucharon el canto y vieron el fuego, se asustaron. Pensaron que festejaban la llegada de refuerzos con nuevas armas y estaban a punto de atacar! ¡Así que huyeron! ¡Uno de los árabes nos contó!”¡Dispararon todos sus cañones porque su comandante les ordenó que cubrieran el retiro…”

Kneidalaj

Ingredientes:

-4 huevos 

-1 vaso de harina de matza

– ½ vaso de agua con gas

-¼ vaso de aceite

-sal y pimienta a gusto

Procedimiento:

Mezclar todos los ingredientes hasta formar una masa homogénea y dejar reposar en la heladera por una hora.

Hervir agua con sal en una olla, formar las bolitas con las palmas mojadas, hervir por 20 minutos y agregar a tu sopa preferida.

Receta de @cocinajudiaconriki

Parasha en sintesis: Emor

Moshé estableció que el estudio de las leyes relacionadas con cada una de las festividades debe comenzar treinta días antes de su celebración y continuar en el mismo Yom Tov. 

En esta parashá, además de establecer las leyes (mitzvot) relativas a las festividades de Pesaj, Shavuot y Sucot (fiestas de Peregrinaje a Jerusalén en tiempos del Templo) que son las tres festividades mencionadas en la Torá, se hace referencia a Sfirat HaOmer (la cuenta del Omer) y al Shabat.

El shabat, el único ritual que aparece en los Diez Mandamientos, es el más mencionado en la Torá. Se le dedican dos tomos del Talmud, dos del Shulján Aruj (código de Leyes Judías, 200 capítulos) y muchas otras referencias en el Midrash, profetas y otros. 

Shabat es testimonio de dos eventos fundamentales: la creación del mundo por Di-s y el éxodo de Egipto. Si una persona dice que cree en Di-s, pero no cree que Él es el Creador del mundo y todo lo que hay en él, su creencia en Di-s no es completa.

Di-s no es una abstracción, tiene injerencia directa en la vida de las personas y del pueblo, lo cual quedó demostrado en el Éxodo, cuando Di-s se reveló – en un evento histórico único a todo un pueblo.

En Shabat, Di-s no mandaba el maná, sino que el pueblo recibía una doble ración el viernes (razón por la cual, hasta el día de hoy, ponemos dos jalot en la mesa de Shabat). Desde entonces – y por más de tres mil años – observamos el Shabat. 

El concepto de Shabat está ligado con el descanso de Di-s después de haber terminado la creación. Podría pensarse que muchas de las cosas prohibidas – como encender una luz, usar la tecnología o manejar – no requieren mayor esfuerzo, lo diferente es el sentido del descanso. Di-s descansó cuando dejó de crear y de interferir en el mundo y lo mismo hacemos nosotros cuando dejamos de ejercer nuestro poder sobre la naturaleza en Shabat. En vez de seguir cambiando el mundo, Di-s armonizó con lo creado en Shabat, una armonía que se siente en Shabat, al no ejercer ningún acto de dominio sobre la naturaleza.

Shabat le da a la persona la oportunidad de tener todo un dia para hacer una mitzva sin ningún esfuerzo, se libera de la esclavitud de la actividad semanal y puede estar en armonía y paz con el mundo (Shabat Shalom).

Dos de las tres mitzvot específicas de la mujer judía están relacionadas con Shabat: la bendición de la jalá y el encendido de las velas, que otorga el privilegio de continuar propagando la luz del Judaísmo.

Tres situaciones en la educación

En el comienzo de nuestra Parshá, la Torá ordena a los Cohanim (los sacerdotes), que no deben impurificarse y se les prohíbe permanecer bajo el mismo techo que un muerto. Lo llamativo es que el texto parece redundante: «Dile a los Cohanim hijos de Aarón y les dirás a ellos». Rashi, el gran comentarista de la Torá, explica que el «les dirás» es para «responsabilizar a los adultos por los pequeños». Esta no es la única oportunidad en que la Torá encomienda a los mayores por la conducta de los niños. Nuestros Sabios indican que esta regla aparece en tres oportunidades: en la prohibición de comer bichos e insectos, en la prohibición de comer o beber sangre y en la prohibición a los Cohanim de impurificarse.

NO DARSE POR VENCIDO

¿Por qué la Torá ve necesario acentuar la importancia de la educación justo en estos tres temas? Esto se debe a que en estas tres situaciones el educador puede pensar que en este caso no es posible educar a un niño en el alto standard de exigencia de la Torá. Por eso la Torá lo alienta ya que aquí también es responsable de educar al menor para que no transgreda.

Lo característico en la prohibición de comer bichos y reptiles es que, es algo que de por sí produce repugnancia.

En cuanto al consumo de sangre, era una conducta a la que los judíos estaban acostumbrados a ver en los egipcios, y que imitaban. Y con respecto a las leyes de los Cohanim, su particularidad es que el concepto de la impureza es algo no racional. Del hecho que la Torá acentúa velar por la conducta de los niños en estos tres casos especialmente, aprendemos tres reglas fundamentales en la educación.

EDUCAR A QUIEN COME ABOMINACIONES

Cuando nos enfrentamos a una situación escabrosa, o frente a una reacción grosera o poco amable del educando, podemos pensar que en este caso es imposible lograr una mejora. Por eso viene la Torá y nos enseña que aunque se trate de una persona que come tarascas – un nivel de degradación moral grave – de todos modos debemos educarlo y encaminarlo en la senda correcta.

Algunos opinan que la educación es aplicable mientras la persona no esté acostumbrada a transitar el mal camino, pero si sus malas costumbres se convirtieron en hábitos, es en vano todo esfuerzo por instruirlo. La Torá nos guía entonces, mostrándonos que incluso cuando los iehudim se encontraban totalmente habituados a la ingesta de sangre como lo hacían los egipcios, pudieron abandonar esta conducta por mandato de la Torá. También con los niños, por medio de una educación adecuada, podemos revertir los malos hábitos.

ENSEÑAR A TENER FE

Otros sostienen que la Torá y el judaísmo pueden instruirse a los jóvenes y principiantes sólo con conceptos racionales posibles de ser explicados con la lógica, pero los temas de fe, supra-racionales, son imposibles de transmitir a los niños en edad o en preparación espiritual. Nos puntualiza la Torá que incluso un tema como el de la impureza, que es irracional, más allá del intelecto humano, debe ser enseñado y cumplido por los niños. Los temas de la fe judía se pueden y deben enseñar y transmitir. En su fuero íntimo, todo judío es creyente, y la enseñanza que le proporcionamos sirve para revelar esta fe que ya se encuentra en él (aunque sea en forma potencial).

El solo hecho que la Torá nos ordena algo, nos demuestra que esto es posible. Pero además, la orden de Di-s nos otorga las fuerzas necesarias para llevar a cabo la Mitzvá. Di-s no pide de la persona cosas que no están a su alcance, y si Él nos manda en la Torá y en el Shulján Aruj, actuar de cierta manera, ya nos ha dado las energías necesarias para lograrlo.

Igrot Kodesh, tomo 1 Pág. 119

¿Es aun relevante la religión?

Tarjetas inteligentes, bombas inteligentes, células madre y teléfonos celulares. No se puede negar: vivimos una nueva era. La ciencia ficción se transformó en hechos científicos. Y se formula una pregunta: En este nuevo orden mundial, con la ciencia y la tecnología cambiando nuestra forma de vivir, ¿es relevante la religión? ¿Aún necesitamos adherirnos a un antiguo y aparentemente muy obsoleto código de leyes, cuando estamos mucho más avanzados que nuestros antepasados?

Esta cuestión me recuerda al pequeño y viejo Hymie Levy de Londres, que se encontraba asistiendo a un coktail en compañía de la aristocracia. El pobre Hymie estaba completamente fuera de lugar alternando con los caballeros y damas de la realeza y alta sociedad británicas. Una duquesa estaba tan irritada por la presencia de ese ordinario judío que lo enfrentó directamente. Rezumando sarcasmo, con su mejor lenguaje, le dijo a Hymie “¡Sabe usted que el linaje de mi familia se remonta a aquellos que estuvieron presentes en la firma de la Carta Magna!” Hymie Levy se mantuvo inmutable. Se encogió ligeramente de hombros y susurró en el oído de la duquesa “¡Y mi abuelo Moishe estuvo presente en la entrega de los Diez Mandamientos!”

¿Los Diez Mandamientos han pasado la “fecha de vencimiento”? ¿La fe, la duda, el asesinato, el adulterio, el robo, la mentira y la envidia están fuera de moda? A pesar de todos los maravillosos descubrimientos médicos y científicos, ¿el ser humano mismo ha cambiado? ¿Los mismos temas morales que enfrentaron nuestros antepasados no desafían a nuestra generación?

Tanto si es una carreta de bueyes o un Mercedes, cólera o cortes coexistencia son aún una elección que debemos hacer. Cuidar de padres ancianos no es un problema nuevo. Tanto si son Adán y Eva o Miguel y Susana, el pasto siempre parece algo más verde en el otro lado. Por algún motivo inexplicable, la esposa, la casa, el caballo o el auto de la otra persona, aún son más atractivos y deseables que los nuestros.

Los mismos temas que trata la Biblia —rivalidad rampante, socios celosos y aun asesinato —son los titulares de los diarios de hoy. ¿Así que, qué hay de nuevo? ¿Ha cambiado algo? Si, hoy tenemos astronautas y estaciones espaciales y proyectores láser y laptops, pero los temas básicos y las elecciones que el ser humano debe enfrentar siguen siendo iguales. Antes la pregunta era ¿debo golpearlo con mi garrote o degollarlo con mi espada? Hoy la pregunta es ¿debo enviar los submarinos nucleares o enviarle misiles guiados?

La tecnología ha avanzado a pasos agigantados. Pero los temas principales, los dilemas morales básicos no han cambiado un ápice. Aún luchamos para conocer la diferencia entre correcto e incorrecto, moral o inmoral, ético o tortuoso, y ni siquiera la más potente computadora de la tierra puede respondernos estas preguntas.

La ciencia y la tecnología pueden hacer maravillas para la humanidad. Pero también pueden hacer que explotemos para llegar más rápido que Atila el huno, al otro mundo. La ciencia y la tecnología responden Cómo y Qué. No responden al Por Qué. 

¿En primer lugar por qué estamos aquí? ¿Por qué debo ser bueno con mi prójimo? ¿Por qué mi vida debe ser más noble que la de mi perro doberman? La ciencia y la tecnología han revelado muchos misterios que nos intrigaron por siglos. Pero no han respondido a una sola pregunta moral. Solo la Torá se dirige al campo minado de la moral. Y esos temas son quizás más urgentes hoy que nunca antes en la historia.

La Torá es verdad y la verdad es eterna. Los escenarios cambian. El estilo de vida varía con la geografía. El desarrollo histórico es diferente, pero los temas a nivel interior son muy familiares. Aunque nunca necesitamos la religión —o en nuestro lenguaje, Torá —hoy la necesitamos igualmente o quizás mucho más. Que continuemos encontrando guía y claridad en las verdades eternas de nuestra santa y eterna Torá. Amén

Por Yossy Goldman

Un vistazo de santidad

Los historiadores están intrigados por la subsistencia del pueblo judío. ¿Cómo sobrevivieron, a pesar de la exclusión, la expulsión, la persecución, llegando a su apogeo en el Holocausto, y aun en libertad, el problema de la asimilación?

¿Cuál es la cualidad distintiva del judío y del judaísmo? En Kedoshim hay una respuesta, como lo explica el Lubavitcher Rebe. La lectura comienza con la instrucción Divina para el judío: “¡Sé santo! ¡Porque yo, el Señor tu Di‐s, Soy santo!” La Torá continúa con una serie de leyes judías básicas.

Los dos primeros son los mandamientos de reverenciar a la madre y al padre (en ese orden) y guardar el Shabat. Tenemos así tres conceptos: la santidad, el respeto a los padres y el Shabat.

Según el Rebe, estas tres ideas nos dicen algo sobre el propósito fundamental y la naturaleza del pueblo judío. A lo largo de las generaciones, nuestros Sabios han discutido sobre el concepto de santidad.

Una de sus conclusiones es que la santidad no se expresa solo en los aspectos “religiosos” de la vida como la oración, sino concierne a las actividades cotidianas: el trabajo, cómo uno se relaciona con otras personas, el modo de comer y beber.

En cada detalle de la vida hay potencialmente un atisbo de lo sagrado. ¿Cómo puede el judío lograrlo? Porque dentro de él o ella hay un Alma Divina, una chispa de pura santidad. Durante la mayor parte de la vida esto puede estar oculto. Pero, puede expresarse de repente, en momen‐tos de inspiración espiritual.

Además, existe la posibilidad de que esta cualidad de santidad se revele en los detalles ordinarios de la vida.

Quizás pocas personas logran esto de una manera genuina. No obstante, proporcionan un ejemplo a otros de lo que significa ser judío.

Aquí llegamos a la segunda ley: el concepto de reverencia por los padres. Esto presenta la idea de que la santidad y la espiritualidad no deben reservarse para los pocos individuos que la alcanzan.

Tienen el deber de transmitirlo a los demás, comenzando por sus propios hijos. En esta tarea el papel de la madre es primordial. Ella es la primera en ayudar a su hijo pequeño a darse cuenta de que cada detalle de la vida es significativo, bendecido por Di‐s. Cada semana hay un día completo en el que lo mundano se vuelve sagrado.

Esto nos lleva a la tercera ley: el Shabat. Comer junto con el cónyuge y la familia, dar la bienvenida a los invitados, relajarse. Todo tiene la iluminación de la santidad de lo Divino, más allá del patrón diario ordinario de la vida. Así vemos tres componentes integrales en la con‐ciencia distintiva del judío, a través de las generaciones: la búsqueda de la santidad en la vida cotidiana; el imperativo de comunicarlo a los propios hijos y a los demás, y el maravilloso regalo del Shabat que expresa este objetivo tan completamente.

Quizás esta cualidad especial, resumida al comienzo de la lectura de esta semana, es el secreto interno de nuestro ser, que nos ha ayudado a sobrevivir a lo largo de los milenios. Más allá de nuestras habilidades en los negocios, la ciencia, la medicina, la tecnología, la literatura, la música y la filosofía, esta es nuestra contribución verdaderamente única a la humanidad y al mundo.

Guet: El divorcio judío

Guet: El documento de divorcio judío De acuerdo con la ley bíblica, una pareja casada se libera de los lazos del matrimonio solo mediante la transmisión de una carta de divorcio del esposo a la esposa.

Este documento, conocido por su nombre arameo, “guet”, sirve no solo como prueba de la disolución del matrimonio en caso de que uno o ambos deseen volver a casarse, sino que en realidad efectúa el divorcio.

Si bien la ley judía exige que uno siga la ley del país y también requiere un divorcio civil, este no sirve como sustituto de un guet halájico (conforme a las restricciones de la ley judía).

Sin un guet, no importa cuánto tiempo esté separada la pareja, y no importa cuántos documentos civiles puedan tener, a los ojos de la ley judía, la pareja todavía está 100% casada. El matrimonio no es solo un acuerdo entre dos individuos que puede disolverse a voluntad, es una unión de almas.

El mismo Di‐s que prescribió una fórmula para la fusión de las almas, la fórmula que se sigue bajo el dosel nupcial, también dio instrucciones detalladas sobre cómo estas dos almas pueden volver a un estado de independencia.

El guet es un documento fechado y atestiguado en el que el esposo expresa su intención de divorciarse de su esposa y romper todos los lazos con ella. El guet es escrito por un escriba experto. Cada guet se adapta individualmente a la pareja que se divorcia en particular.

Una de las reglas más importantes que rigen la escritura del guet es el requisito de que se escriba específicamente para el esposo y la esposa que lo usarán. Aunque técnicamente el guet se puede escribir en cualquier idioma, siempre que contenga las palabras y frases clave exigidas por la ley judía, la costumbre judía universalmente aceptada es escribirlo en arameo.

También es una antigua tradición que el guet se escriba en doce líneas (el valor numérico de la palabra hebrea “guet”). Los testigos firman debajo de la duodécima línea.

Nuestro Kushan



Eran los tiempos de los pogroms contra judíos en Israel en 1936. El gobierno británico comprendió que la situación no podía continuar así; la relación entre judíos y árabes era intolerable. Una comisión, encabezada por Lord Peel, se despachó a Palestina e informaría después al Rey George.

Uno de los últimos en dar testimonio ante la comisión era el presidente de la Agencia Judía, David Ben Gurión. En el estrado había un Tanaj (la Biblia), un Corán y una Biblia cristiana. A cada uno de los que daba testimonio, se le tomaba juramento.

El testimonio de Ben Gurion duró más de tres horas. Habló sobre la conexión eterna entre los judíos y la Tierra de Israel, declarando que: ésta es nuestra casa y exigimos del gobierno británico y del resto del mundo reconocer nuestro derecho a la Tierra de Israel Fue un discurso conmovedor y los periodistas que estaban presentes, corrieron inmediatamente a los teléfonos para transmitir la impresionante alocución de Ben Gurión.

Lord Peel estaba sentado, frío y sin manifestar emoción. Luego, en voz baja, habló a Ben Gurión: Lord Peel: “¿Dónde nació usted?” Ben Gurion: “En Plonsk” Lord Peel: “¿Dónde queda Plonsk?” Ben Gurion: “En Polonia” Lord Peel dijo: “Eso es muy extraño. Todos los árabes que dieron testimonio ante este comité, Nusseibah, Nasabiba, El Tal y El Husseini, nacieron aquí en Palestina. Y casi todos los judíos que dieron testimonio no nacieron aquí”

Usted dice que ésta es su casa, pero alguien más vive aquí ahoralos Árabes. Hay una ley internacional que indica que si alguien disputa el derecho de otro que está aferrándose a su propiedad, debe someter un documento‐o prueba de propiedad‐ como era llamado en el Imperio otomano, un kushan, que esta propiedad le pertenece.

Ben Gurion alzó la Biblia que estaba sobre el estrado y dijo: ‐Lord Peel, nosotros tenemos un kushan. Éste es nuestro kushan‐la Biblia. Los británicos son una nación que respeta la Biblia.

¿Nuestro derecho histórico es, como está declarado en la Biblia, menos auténtico que un documento escrito por algún empleado en alguna oficina de registro? Éste es un documento eterno en que está escrito: “A tus hijos Yo he dado esta tierra”.Di‐s prometió esta tierra a nuestro Patriarca Abraham y a sus descendientes. No hay ninguna duda de que somos los descendientes de Abraham, Itzjak y Iaakov‐*

” De nuevo, los reporteros corrieron a sus cabinas telefónicas para informar sobre la contestación de Ben Gurión.