Hay sistemas estáticos y sistemas dinámicos. El estático tiene una estructura fuerte y estable.
Pero debido a que no cambia, después de un tiempo, puede desmoronarse. Un sistema dinámico es de movimiento, cambio y descubrimiento.
Podemos preguntar sobre la vida judía. Podemos estar en un modo estático, inmóvil. Estamos en un casillero especial: tenemos esto, pero no aquello. Ciertas cosas judías que hacemos, con bastante regularidad; otras cosas judías que no hacemos.
Podríamos decir que nunca hicimos esto, así que ¿por qué empezar ahora? Esas cosas no importan, son cuestiones menores.
“¿Cuestiones menores?”
Eso es justo lo que esta Parshá Ekev nos está diciendo al principio. El Rebe explica que la Torá nos presenta el desafío de ser más dinámicos en nuestro enfoque de la vida judía.
El comienzo de la porción de la Torá dice: “Como resultado de la obediencia a las leyes, vigilancia y mante‐ nimiento de ellos, Di‐s mantendrá contigo el pacto y el amor que ha prometido a tus antepasados.”
Esto suena sencillo. Como resultado de mantener las leyes, Di‐s cuidará de nosotros. Es una idea repetida muchas veces en la Torá. Sin embargo, la palabra Ekev, aquí traducida “como resultado,” en realidad tiene más de un significado.
Ekev también significa “talón”.
Rashi toma este significado y explica en su contexto: “Si sigues las leyes de menor importancia que las personas pisotean bajo sus talones”, entonces Di‐s te dará su amor especial”. Un judío tiene que mantener no sólo las
principales normas, sino también las más simples.
El Rebe pregunta. ¿Por qué llamamos algunas reglas importantes y otras menores? Porque vemos una bonita estructura firme del judaísmo y tendemos a ponernos en un cierto nivel de esa estructura, inamovible. Nos decimos: Sigo las principales normas; el resto no importa. Sin embargo, dice el Rebe, el judaísmo es dinámico. Siempre tenemos que estar avanzando. Lo que pensábamos que era “menor”, es muy importante: Salir de tu casillero y empezar algo nuevo.
Puede ser los Tefilín para un hombre, ir a la mikve para una mujer casada; estudiar más Torá para cualquier persona.
Rashi explica que esta dinámica de un paso adelante en nuestra concepción de nosotros mismos y del judaísmo en su conjunto, nos traerá la promesa de Di‐s y Su amor.
(Basado en Likutei Sijot, vol. 19 pp 89‐93.)