Enseñanza semanal, Jukat

Para pensar, compartir con amigos y llevar a la práctica.

SI ES UN REBE, LO SABE,  relatado por Rabi Leibl Groner

Una mujer, seguidora del Rebe Anterior, Rabi Iosef Itzjak Shneersohn estaba casada con un hombre que no era jasid. Un día, el esposo que era un hombre de negocios, le dijo que tenían un problema muy grave.
Alguien lo había acusado de participar en actividades ilegales, y tenía que comparecer ante el tribunal. Su abogado dijo que el asunto era bastante serio y sería difícil ganar el caso.
Cuando la esposa escuchó esto, dijo:
“Ve al Rebe y cuéntale la situación y pregúntale cómo proceder”.
El esposo dijo: “Entiendo que el Rebe sabe Talmud, Kabala y Jasidut, pero ¿qué sabe de asuntos legales?”
Su esposa declaró: “Si es un Rebe, lo sabe todo”
El marido se convenció y fue a Varsovia. Le dijo al Rebe sobre el caso en su contra. El Rebe dijo: “Tienes que ir a Vilna y visitar a este dentista y Di‐s te ayudará”.
El hombre quedó desconcertado por el consejo que no tenía ninguna relación
con su problema. Cuando regresó a casa, protestó a su esposa: “Si voy al dentista,me preguntará qué me duele y qué diré.”

Ella respondió con calma: “Si el Rebe
te dijo que fueras a Vilna, entonces ve”.
El esposo finalmente accedió a ir a Vilna. Allí el dentista le preguntó: “¿Qué te duele?”
“No tengo dolor de muelas. Vine porque fui acusado injustamente y el Rebe de Lubavitch en Varsovia me dijo que viniera aquí”.

“¿El Rebe te envió aquí? Bien, vuelve
a mi oficina mañana a las cuatro”.
Al día siguiente, el hombre regresó y
se sentó en la sala de espera. Mientras,
oyó que el dentista contaba el caso en su contra a un paciente. El hombre se enojó y pensó: Le dije información personal; ¿por qué se lo está repitiendo a otra persona?”
Unos minutos más tarde, el dentista salió y le dijo: “Este paciente es un juez. Le conté su problema y quiere escucharlo”.
El juez lo oyó, preguntó qué tenía que
decir en su defensa. El hombre dijo que tenía pruebas de que las acusaciones eran infundadas, y delineó la ridiculez de las denuncias. “¿Qué día debes comparecer ante el tribunal?” preguntó el juez. El hombre le dijo la fecha.


El juez sacó su agenda, la examinó y sonrió ampliamente: “Ese día estaré en el tribunal.
Escucha lo que haremos. Tú no me conoces ni yo a ti. En el tribunal, cuando te pida que te defiendas, dime exactamente lo que dijiste aquí sin mencionar que nos conocemos”

El hombre regresó a casa y su esposa le
preguntó: “¿qué pasó en el dentista?”
Cuando le contó todo lo sucedido con el
juez, ella dijo: “¿Ahora entiendes que el Rebe sabe todo?”

LA PARSHÁ EN PROFUNDIDAD, de las Palabras del Rebe de Lubavitch
EL POZO DE MIRIAM Y LAS NUBES DE GLORIA DE AARÓN

En el mérito de Miriam, Di‐s proporcionó a los Hijos de Israel agua de un pozo que los acompañó en sus viajes durante los 40 años de su peregrinación por el desierto. También  estaban protegidos por las “nubes de gloria” que los rodeaban dondequiera que iban, en mérito de Aarón, hermano de Moshé. Parshat Jukat, cuenta la muerte de Miriam y cómo el pozo que Di‐s había dado a los judíos en su mérito dejó de fluir cuando falleció. La Torá relata que los iehudim vinieron a Moshé y Aarón y se quejaron. Di‐s hizo fluir el pozo una vez más, esta vez en el mérito de Moshé.
Si nos adelantamos un poco a la muerte de Aarón, vemos que los iehudím no estallaron en llanto y queja cuando fueron quitadas las nubes de gloria. Estas nubes no eran menos necesarias en el desierto que en el pozo, ya que protegían del sol y de los vientos del desierto, abrían el camino ante ellos, mataban a las serpientes y escorpiones, y mostraban en qué dirección viajar. ¿Por qué no protestaron tan enérgicamente como con la remoción del pozo de Miriam?
Nuestros Sabios dicen que, en realidad, había dos tipos de nubes.
Un tipo los protegía de los elementos peligrosos, y el otro, tenía el único propósito de “gloria”: demostrar el honor y estima que Di‐s tenía a Israel. El último tipo de nubes fueron las que cesaron después de la muerte de Aarón. Las nubes que eran necesarias para el bienestar de los judíos en el desierto nunca fueron retiradas y continuaron protegiéndolas como antes. Los judíos no protestaron después del fallecimiento de Aarón porque no necesitaban las nubes de gloria para su supervivencia en el desierto.
La pregunta sigue siendo: si Di‐s hizo que el pozo de Miriam fluyera nuevamente en el mérito de Moshé, ¿por qué no restauró las nubes de gloria que fueron removidas después de que Aarón falleció? ¿No era Moshé suficientemente grande como para merecer esto también? Di‐s proporcionó el pozo y las nubes de gloria debido a los méritos personales de Miriam y Aarón. Cuando fallecieron, dejaron de existir.
Este no fue el caso, sin embargo, con Moshé, el pastor del pueblo judío, que cuidó de las necesidades de su rebaño. Cuando los Hijos de Israel requerían algo, Moshé estaba allí para proporcionarlo, no por su mérito personal, sino porque era necesario para ellos.
Es por eso que el pozo fue restaurado, mientras que las nubes de gloria no lo fueron. La gente necesitaba beber, pero en realidad no necesitaba las nubes, que eran solo en su honor. Moshé, en su papel de líder, se aseguró de que los judíos no sufrieran por la falta de agua.


Vemos en esto la grandeza de un verdadero líder de Israel, cuya preocupación radica únicamente en satisfacer las necesidades físicas y espirituales del pueblo judío. La devoción de Moshé fue tan grande, que los judíos continuaron comiendo el man, que cayó en su mérito, 14 años después de que él falleciera.

UN MOMENTO

 

Rashi, el principal comentarista de la Torá, comenta: “Tal es Mi decreto: no tenéis permiso para cuestionar [la Torá]”. La misma palabra para permiso aparece en Ética de los Padres (3:15):

“Todo está previsto, pero se concede permiso [libertad de elección]”. El permiso implica que algo es posible; “no tenéis permiso” implica que cuestionar a Di‐s está fuera del ámbito de lo posible. En verdad, va contra la naturaleza del judío cuestionar un decreto Divino.

Si existen dudas, son sólo el producto de la Inclinación al Mal.

(El Rebe)

Por el camino del rey nos dirigiremos
(Núm. 20:17)
En nuestro servicio Divino solo hay un camino que debe seguir el judío: la “carretera” de Di‐s, el Rey del Universo. Como dijo el Rebe Anterior: “Cuando se trata de nuestra Torá, sus mandamientos y las costumbres judías, nadie puede gobernarnos ni controlarnos”. (Likutei Sijot)

JUDAÍSMO PRÁCTICO
VISITAR A LOS ENFERMOS (BIKUR JOLIM)
Con respecto a esta mitzvá, la Mishná
afirma que esta es una de esas acciones
de las cuales uno “come de sus frutos” en este mundo, y retiene el “capital” en el mundo por venir.
Según ciertas opiniones, esta es una mitzvá bíblica, basada en el versículo “Y andarás en sus caminos”. Según otros (incluido Maimonides), es un mandamiento rabínico. 
Sin embargo,otros sostienen que esta es una mitzvá que es una ley que se transmitió a Moshé en Sinaí. Maimónides afirma que el mandamiento de visitar a los enfermos también es un aspecto de la mitzvá de “Amarás a tu prójimo como a ti mismo”
 

• No hay límite en la cantidad de veces que uno puede cumplir este mandamiento, o en el nivel de su cumplimiento, siempre que uno no sea demasiado molesto para la persona enferma.
La mayoría de las veces, es preferible una visita corta. Se debe tomar en cuenta el estado y los deseos de la persona enferma.

• No se deben limitar las visitas solo a los mayores. Los más jóvenes o no tan grandes también necesitan una visita.

• Si hay dos pacientes enfermos, uno que tiene muchos visitantes y el otro pocos o ninguno, es preferible que uno visite a este último.

Las opiniones varían en cuanto a si debe visitar a una persona que detesta. 

Según algunos,debería evitar visitar, ya que puede parecer que se está regocijando por la enfermedad del otro. Lo mejor es informar a la persona enferma a través de un tercero que le gustaría visitarlo. Si el paciente lo acepta, puede visitarlo, ya que puede ser el comienzo de un proceso de paz.

• No se dice ninguna bendición al cumplir el mandamiento de visitar a los enfermos.

• No todos los pacientes están en condiciones de recibir visitas. Bajo tales circunstancias, uno debe  reguntar a los familiares si está bien visitar.  

También es necesario tener un sexto sentido y darse cuenta de cuándo se está quedando demasiado tiempo. 

En una situación en la que un paciente no está listo para recibir visitas, la visita aún se puede realizar quedándose en el vestíbulo o en el pasillo, y ayudando a los miembros de la familia o diciendo Salmos en nombre de la persona.

LO QUE SIEMPRE QUISE PREGUNTAR
¿PARA QUE NECESITO UN NOMBRE JUDIO?

En el nivel más básico, un nombre
judío es una piedra angular de la identidad judía. Nuestros Sabios dicen que, aunque más de dos siglos de exilio y esclavitud habían asimilado a los Hijos de Israel a la sociedad pagana de Egipto, siguieron siendo una entidad distinta porque conservaron sus “nombres, idioma y vestimenta” hebreos, y por lo tanto merecieron su redención milagrosa.

En un nivel más profundo, el libro de Bereshit enseña que Di‐s creó el mundo con “habla” (“Y dijo Dios: ‘¡Sea la luz!’, y la luz fue”, etc.). 

En la Cábala se explica que las 22 letras sagradas del alfabeto hebreo son los “bloques de construcción” espirituales de toda la realidad creada, y que el nombre de una cosa en la Lengua Sagrada representa la combinación de letras sagradas que refleja

sus características distintivas y el propósito para el cual fue creada.
El nombre hebreo es tu señal espiritual, que encarna tus rasgos de carácter únicos y los dones otorgados por Di‐s. Lo ideal es que lo uses las 24 horas del día, no sólo cuando te llaman a la Torá o cuando se ofrecen oraciones en tu nombre. Tu nombre hebreo funciona como un conducto que canaliza la energía espiritual de Di‐s hacia tu alma y cuerpo. Por eso, dicen los maestros jasídicos, una persona inconsciente a menudo se revivirá cuando se llame su nombre. Según la costumbre judía, a una persona gravemente enferma a veces se le da un nombre hebreo adicional, algo así como una operación de bypass espiritual para canalizar una espiritualidad fresca alrededor de su nombre existente y hacia su cuerpo; con el influjo de espiritualidad, el cuerpo recibe un vigor renovado para curarse a sí mismo.

MENSAJE PARA LA VIDA
Al llegar al Ohel, mi chofer me recomendó que escribiera un pidion nefesh, una “redención del alma”, para colocarlo en la tumba del Rebe.
MOSHÉ GOLPEÓ LA ROCA,  Por Naftali Silberberg

El momento en que Moshé golpeó la roca es uno de los episodios más desconcertantes que se cuentan en la Torá.
El pozo que abastecía de agua a los israelitas se secó.
Di‐s le ordenó a Moshé que fuera al Monte Joreb y extrajera
agua de una roca. Moshé lo hizo con éxito y en el curso
de la ejecución de la orden, cometió un grave error. Como resultado, se decreta que Moshé morirá en el desierto, y Ioshua guiará a los israelitas hacia la Tierra Prometida.
La Torá es ambigua en cuanto al error de Moshé. La explicación citada por
Rashi, es que se le ordenó hablar con la roca para que brotara agua, y en lugar de eso la golpeó.
Treinta y nueve años antes, cuando los israelitas necesitaron agua, Di‐s ordenó a Moshé que golpeara la roca. Esta vez las instrucciones eran diferentes y no las cumplió.


1) ¿por qué estaba bien golpear la piedra tantos años antes?
2) ¿Por qué Moshé no siguió las instrucciones?
3) ¿Por qué esta ofensa aparentemente menor tuvo consecuencias tan severas?


Un análisis del liderazgo de Moshé tal vez arroje luz sobre este desconcertante episodio.
Moshé es sinónimo de milagros. El nombre Moshé significa “de las aguas fue sacado”; y este es de hecho un nombre apropiado para un individuo cuya alma emanó de las aguas ocultas de los mundos celestiales y nunca se aclimató a su nuevo hábitat. Moshé no sabía lidiar con este mundo en sus términos. Cuando necesitaba cumplir una tarea, recurría a poderes sobrenaturales. No convenció al faraón para que liberara a los israelitas, ni siquiera se involucró

en una guerra convencional; en lugar de eso, utilizó los poderes milagrosos a su disposición para aplastar por completo a su oposición.
No habló con las rocas para que brotaran aguas, las golpeó hasta someterlas.
Si bien este es un modus operandi emocionante, no era así como se iba a conquistar la tierra de Israel. Esto funcionó para la generación que salió de Egipto que subsistió gracias a milagros durante cuarenta años. Pero Di‐s tenía un plan diferente para esta generación que estaba lista para entrar en Tierra Santa. No eliminarían milagrosamente a su oposición, se les dio el mandato de cambiar el mundo al tratar con él en sus términos. Debían entrar en el mundo, arar y cosechar sus campos, y convencer al mundo para que alcanzara niveles más elevados de espiritualidad y Divinidad.


Esta era una tarea que Moshé no podía cumplir. Era un gigante espiritual demasiado grande. Era tarea para Ioshua. El golpe de Moshé a la roca no fue la razón por la cual no pudo guiar a los judíos a entrar a Israel; fue un síntoma de esa razón.
La lección en nuestras relaciones con los demás, en nuestro esfuerzo por extraer agua (santidad y valor) de nuestros semejantes, es bastante clara. Pero también debe guiarnos en nuestro propio viaje espiritual.
Comenzamos a servir a Di‐s “golpeando la roca”. Puede que no entendamos, que no estemos convencidos, pero seguimos las órdenes de Di‐s porque debemos hacerlo. Dominamos nuestros impulsos naturales para cumplir las Mitzvot.
Pero luego debemos madurar espiritualmente. “Hablar
con la roca”. 

Debemos estudiar lo suficiente y obtener el entendimiento, convencer a nuestras emociones y a nuestras mentes, de convertirnos en personas espirituales. Estaremos listos para entrar en la Tierra Prometida.

“RABI ISRAEL BAAL SHEM TOV ENSEÑÓ QUE DE CADA COSA QUE UNO VE O ESCUCHA
DEBE TOMAR UNA ENSEÑANZA PARA SU SERVICIO A DI-S”

LA ENSEÑANZA SEMANAL
Director General: Rabino Tzví Grunblatt Editora Responsable: Prof. Miriam Kapeluschnik
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