Sin intención

Una de las leyes que menciona esta Parshá, es la que dicta que: “No coloques el bozal al toro durante su trilla”.

¿Cómo sería la ley en caso de que el toro, para acortar el camino, pisara los granos sin intención de trillar? ¿Está permitido entonces ponerle el bozal?

El Alter Rebe en el final de su Shuljan Aruj, el Código de Leyes, legisla al respecto:

“ (Cuando las) Vacas que caminan sobre los cereales para acortar camino, no transgredió la prohibición de “No colocar el bozal”, si lo hizo, a pesar de que los granos son trillados automáticamente, puesto que su intención no es hacer transitar por ahí a las vacas con este objetivo”. El Alter Rebe agrega, además: “y así es en todo lo similar a esto”.

NOVEDAD LEGAL

En el atenuante de una trasgresión porque “no hubo intención de ello” hay una regla, que la misma no se aplica en caso de imposibilidad de llevar a cabo la acción sin que se cometa la trasgresión. La conocida explicación ilustrativa de esto es: “¿Hemos de cortarle la cabeza y no morirá?”. Quienquiera haya cortado la cabeza de un animal no puede argumentar que no fue su intención matarlo. Y así también es en todo acto similar. Esto se conoce como la regla de “Psik Reishá”.

Diferente es en el caso de la trilla. A pesar de que las vacas no pueden no trillar los cereales cuando caminan encima de ellos, sin embargo, siendo que no hay intención de trillar, aún cuando se genere un acto de trillar, no transgredió si colocó el bozal. Esta es una novedad existente en esta ley. Pero el Alter Rebe agrega, que la ley será igual “en todo lo similar a esto”. Esto se debe a que aquí la acción prohibida- colocar el bozal, y la acción automática- el caminar sobre los cereales-son dos actos totalmente independientes, por ello no se aplica la regla “Psik Reishá”.

LA MITZVA Y LA INTENCIÓN

En lo que respecta a los pecados, la ley marca que el hombre no transgredió si “no hubo intención” de realizar el acto. Pero con relación al cumplimiento de Mitzvot, existen algunos tipos de preceptos que la persona cumple aunque no tuvo intención alguna de realizar el acto. Mas aún: hay casos, donde incluso si lo hubieran obligado a cumplir la Mitzvá en forma compulsiva- cumplió con su deber y realizó una Mitzvá.

A simple vista debería haber sido justo al revés: Para que se genere un vínculo de unión entre el hombre y el Creador- lo que es el sentido esencial de la Mitzvá, del término hebreo TZAVTA, unión con el Altísimo, debería haber existido intención de su parte, mientras que para desligarse de Di-s, no hay necesidad de intención especial, puesto que el hombre de por sí es materialista y burdo, lejano a la Luz Divina.

RELACIÓN INTERNA

La respuesta a ello es que el judío abre su día diciendo el “Modé Aní”- “Agradezco yo”– y con ello sienta la base y se ata a Di-s por el transcurso de todo el día. Resulta entonces, que todos sus actos son parte de su vínculo con Hashem. Y aunque realice una acción que lo separa del Altísimo, mientras que no haya certeza de que su intención es desligarse del Creador, lo remitimos a su intención inicial contenida en su declaración de fe, al levantarse. Y aunque hay judíos que no recitan el “Modé Aní” e incluso su día transcurre en un espíritu de libertinaje y desinterés por el Yugo Celestial, la verdad es que ésta es sólo una percepción externa. El judío, por su misma esencia, está ligado a Hashem. Su alma está apegada a la Santidad y lo que ocurre es que “su instinto lo coerce”. Por lo tanto, cuando realiza una Mitzvá se reflota automáticamente esta unión interior hacia el plano externo.

La unión completa y perfecta entre el judío y Hashem será visible para todos cuando llegue el Mashíaj, realmente pronto.

(Likutei Sijot Tomo 4, Pág. 1123)

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