Está escrito en el Zohar (Libro básico de la Cabalá), que durante los días de la festividad de Sucot concurren a la Sucá los USHPIZIM (huéspedes). Son los Tzadikim de nuestro pueblo: Abraham, Itzjak, Iaakov, Moshé, Aarón, Iosef, David. Cada día de la fiesta uno de ellos es el visitante principal y los demás lo acompañan.
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La Cábala es el misticismo judío
Generaciones
Iaacov, hijo de Itzjak y Rivka, hermano mellizo de Esav y tercer patriarca del Pueblo Judío, nació en el año 2108 desde la Creación y vivió 147 años. Sus doce hijos formaron las doce tribus del Pueblo de Israel.
Rivka estuvo casada por veinte años sin tener hijos. Otras mujeres que tuvieron que esperar muchos años antes de tener hijos fueron: Sara, quien debió esperar 75 años por Itzjak; Rajel, quien debió esperar 14 años, y Janá, quien aguardó 19 años hasta el nacimiento de Shmuel.
Rivka tuvo un embarazo muy molesto. Cuando consultó a Shem – hijo de Noé y tzadik de la época – sobre el particular, éste le comunicó que llevaba mellizos en su vientre y que éstos darían origen a dos naciones: Iaacov a Israel y Esav, Roma.
Estas dos naciones tendrán objetivos diferentes. Una estaría orgullosa de su Torá, la otra, de su riqueza. Ambas generarían grandes emperadores: Israel daría al rey Salomón, quien construiría el Gran Templo de Jerusalem, y Roma, a Adriano, quien lo destuiría.
Esav es nombrado por sus padres; en cambio, Iaacov es nombrado directamente por Di-s.
Hasta los 13 años no existieron diferencias entre Esav y Iaacov; estas se hicieron evidentes luego de esta edad, cuando Iaacov se dedicó al estudio de Torá y Esav a la caza.
Esav hacía creer que observaba las mitzvot, cuando en realidad no las cumplía y además se comportaba como un malvado. El único precepto que cumplía era el de honrar a su padre.
Esav le vendió su primogenitura a Iaacov por un plato de lentejas, pues no le daba importancia al privilegio que tenía el primogénito de cada familia de ser honrado como Cohén y de continuar la tradición de Abraham e Itzjak, como lo hará luego Iaacov.
Esav prefirió el placer temporal a los valores eternos de la Torá. Itzjak bendijo a Iaacov creyendo que era Esav, por su ceguera y por las pieles que Rivka había puesto en el cuerpo de Iaacov, siendo esto parte del Plan Divino.
La bendición por la que Iaacov prevalecería sobre las demás naciones estaba sujeta al cumplimiento y al estudio de la Torá. Si violaba la Torá, serían los descendientes de Esav los que dominarían.
El odio de Esav a Iaacov es una halajá (ley) de la Torá en la que se encuentran los orígenes más remotos del antisemitismo. Ello nos enseña que no es la emulación de la conducta de los demás pueblos, ni la asimilación, ni la adulación a los no judíos, lo que determina las buenas relaciones con los demás pueblos. Sólo existe un método para combatir el antisemitismo y es, tal como está expresado en la bendición de Itzjak, el cumplimiento de la Torá, para impedir que prevalezca la descendencia de Esav.
“El dolor constriñe la mente, eclipsa tus inquietudes, hace que te olvides de tu sagrada misión en la vida. Si el dolor se presenta, recuerda que es sólo una puerta transitoria que necesitas atravesar”.
Según la Cábala, Abraham representa la bondad. Tuvo dos hijos, Ishmael e Itzjak, lo cual demuestra que una bondad excesiva puede ser dañina. Itzjak es la personificación de la severidad, de la fortaleza, también él tuvo dos hijos, Iaacov y Esav. Éste último representa el lado impuro del rigor, el orgullo, el egoísmo, el odio al prójimo. Iaacov representa la combinación armoniosa de bondad y severidad, personificando la “majestuosidad” que, a través de sus doce hijos, da lugar a las doce tribus de Israel.
Un relato de dos amores
En las enseñanzas de la Kabalá, Sarai y Hagar nos sirven como metáfora de dos modelos de vida.
Sarai, la princesa, representa una vida que vive para sí misma, mientras Hagar, la sirvienta, se inviste en una vida que vive por las recompensas y beneficios que vienen con ella. Sarai vive para vivir, Hagar vive para ganar. Esto no es ni bueno ni malo; son simplemente dos aspectos integrales diferentes de la condición humana.
Examinemos estas dos dimensiones mientras se muestran en el amor y las relaciones humanas.
Hay una persona que dice: “Te quiero porque te preciso”, o “te quiero porque eres hermoso”. En otras palabras, te aprecio por las recompensas (la “Hagar”) que gano por tí.
“Ser amado por lo que uno es realmente, es la gran excepción” Goethe dijo. La mayoría de la gente ama a aquellos de quienes recibe algo. Amo la parte tuya que me da plenitud y beneficios. Amo a mí versión tuya, no a tí.
Una historia:
Uno de los grandes espiritualistas del siglo XX, Rabí Israel Lipkin, conocido como Rabí Israel Salanter, una vez observó a una persona comiendo un pedazo de pollo con gran fervor. “¿Cuál es la gran alegría sobre esto”? le preguntó el Rabí.
“Amo este pollo”, respondió la persona.
“Dudo grandiosamente que ames al pollo” le dijo el Rabí. “Este pollo fue faenado, desplumando, cortado y cocinado para ti. ¿Es así como tratas a quienes amas?.
“No amas al pollo; te amas a vos mismo, a tus gustos, tu estómago. Admiras al pollo por posibilitar servir tu esófago tan eficientemente”.
Amor recíproco
Tu amor hacia otra persona no es tan diferente al amor hacia tu pollo o tu torta de queso. Amas a tu cónyuge por lo que recibes de él. Tu cónyuge te garantiza compañerismo y te da “condimento”, cualidad y sabor a tu existencia diaria. Disfrutas las cualidades físicas y emocionales de tu cónyuge; aprecias las miradas de tus compañeros, sus comidas, inteligencia y bondad.
Tienes que ser un tonto para no apreciar a este ser humano que está dispuesto a dar todo e incluso a amar a un Shleimazel como tú.
Esta forma recíproca de amor no está mal para nada. Hace, de hecho, que el mundo se mueva. Puedes seguir casado y vivir para siempre con este “Hagar” modelo de relaciones. Si todos los matrimonios requerirían una afección egoísta y altruista, sería el fin de la raza humana tal como la conocemos. Somos criaturas auto orientadas y debemos sentir que nuestras relaciones están basadas en la dinámica de dar y recibir.
Debemos reconocer, sin embargo, que aunque este amor es profundamente beneficioso, es también condicional y puede ser temporario.
¿Qué pasa cuando algunas de las cualidades de tu querido cónyuge cambia, o cuando no tienen más relación contigo, o cuando encuentras a alguien que parece que tuviera cualidades superiores?
A veces estas huellas terminan con un romance. “¿Por qué voy a estar para tí cuando tú no estás más para mí?” Ésta es una buena pregunta, una que ha causado y continúa causando la muerte de muchos matrimonios.
Además, incluso que el amor recíproco pueda ser poderoso y fructífero, no captura la majestad completa que el espíritu humano soporta. El amor recíproco satisface al ego humano básico, su necesidad y auto-preservación y auto gratificación. Pero falla en satisfacer al alma de la persona que fue creada en imagen de Di-s.
Amor incondicional
La Torá y la Cábala, por lo tanto, nos muestran otra forma de amor, o el modelo “Sarai” de amor, uno que no es recíproco, pero es incondicional o esencial. En él, no te amo por un “ya que…”, una cualidad individual o muchas cualidades que admiro en ti. Te amo por que eres “tú”, no el “tú” que me beneficia, pero tu misma existencia, tu mismo ser. Y nace del reconocimiento de que compartimos un lazo esencial.
No es el amor porque eres hermoso, si no, eres hermoso porque te amo. No es que te amo porque te preciso, sino te preciso porque te amo.
Esto no significa que uno no deba admirar o apreciar las finas cualidades de su cónyuge. Significa que tu amor no es limitado o definido por cualidades de amor particulares. Digamos, por ejemplo, que eres bendecido con un hermoso chico talentoso. Obvio que aprecias estas cualidades en tu hijo y se lo mencionas. Pero, el amor hacia tu hijo no depende en algo o está limitado a estas características. Puedes tener otros hijos que no tienen estos dones, pero los amas de igual manera. ¿Por qué? Porque sientes que eres esencialmente y eternamente uno con ellos.
De hecho, uno observa que el amor de los padres hacia los hijos, quienes, por su estado mental o físico no pueden recibir afecto recíprocamente, es más fuerte que el amor hacia otros chicos que pueden devolver recíprocamente a sus padres, ¿Por qué?
La Cábala lo explica en una forma muy profunda. No es que los padres aman a un hijo más que a otro. Amas a cada chico con la misma pasión infinita. Sin embargo, con chicos que manifiestan cualidades que generan aprecio, la relación esencial de los padres, es de alguna forma eclipsada con el amor que nace por el aprecio de esas cualidades.
Con un chico que no tiene una habilidad para devolver de ninguna forma, que le falta manifestación y cualidades que hace que “valga la pena” amarlos, lo que emerge es el amor eterno e incondicional que proviene de una conexión esencial que hay con el padre y el hijo. No voy a recibir nada a cambio, pero te amo de todas formas, así como me amo a mí mismo, porque tú y yo somos intrínsecamente uno.
¿Puede un matrimonio llegar a este espacio puro? Sí. ¿Puede comenzar con este tipo de amor? Generalmente no. (Si sí, te podrías haber casado con todos y cualquiera). Al principio de una relación, uno debe enfocarse en los beneficios mutuos envueltos, mientras el romance, por supuesto, asiste en el drama de la fusión de dos extraños.
Sin embargo, si trabajamos en nosotros mismos y permitimos que nuestras almas emerjan en la relación, podemos emprender un largo viaje, alcanzando un espacio de amor altruista puro en donde llegamos a reconocer nuestro lazo compartido esencial e inmutable que nunca será cortado. Con el tiempo, llega un punto en donde cada parte siente a la del otro, en donde cada parte no puede ver su vida sin su compañero al lado.
Una vez una enfermera compartió la siguiente historia:
Era una mañana muy atareada, a las 8.30 de la mañana aproximadamente, cuando un hombre mayor, de unos 80 años, llegó a remover unas suturas de su pulgar. Dijo que estaba muy apurado porque tenía una cita a las 9 de la mañana. Tomé sus datos y le dije que esperara en el asiento, sabiendo que tendría que esperar como una hora hasta que alguien lo pudiera ver. Mientras me hacía cargo de su herida, comenzamos a hablar. Le pregunté si tenía una cita con el doctor esta mañana, ya que dijo estar muy apurado. El hombre me respondió que no, que precisaba ir al hogar de ancianos a desayunar con su esposa. Luego le pregunté sobre su salud. Me dijo que ella estaba ahí desde hacía un tiempo, ya que era víctima de la enfermedad de Alzheimer.
Mientras hablábamos, y terminé de cubrir su herida, le pregunté si ella se preocuparía si él llegaba tarde. Me respondió que ella ya no lo reconoce, y que hace cinco años ya que no lo reconoce. Estaba sorprendida por lo que le pregunté, “¿Y aún así sigue yendo todas las mañanas, aunque no sepa quién es?”
Él sonrió mientras me golpeaba suavemente la mano y dijo: “Ella no sabe quién soy, pero yo sí sé quién es”
Tuve que contener mis lágrimas mientras él se iba, y pensé: “Éste es el tipo de amor que yo quiero en mi vida”
El verdadero amor no es ni físico, ni romántico. El verdadero amor es la aceptación de todo lo que es, ha sido, y será…Y mis amigos, dijeron todo.
Tú y Di-s
Estos dos modelos de vinculación -El modelo Hagar y el modelo Sarai- existen también en nuestro “casamiento” entre nuestras almas y Di-s
Una relación con Di-s de modelo Hagar significa que lo sirves a Él como una “ama de casa“, por las recompensas (el “Hagar”) que recibes. Tu foco primordial en vivir una vida moral y espiritual es lo que puedes conseguir de Di-s a cambio. “Si yo soy una buena persona, Di-s me va a recompensar; si soy una persona vil, Di-s va a estar enojado conmigo, y eso no es bueno”.
Muchas comunidades religiosas basan los fundamentos de toda su educación en la ética de la recompensa y el castigo. “Si sirves al Señor y sigues sus instrucciones, creas una entrada al paraíso”, se les enseña a los niños, “Si no terminarás en la barbacoa eterna”
En un nivel más sofisticado, puedes anhelar una lealtad y devoción a Di-s por tus beneficios mentales, emocionales y espirituales. La fé trae optimismo, esperanza, serenidad, un sentido del propósito, etc. Puede liberarte del temor, inseguridad y ansiedad. Así que te adentras a un matrimonio con Di-s como una “ama de casa” buena y leal: El pago es grande y los beneficios valen la pena.
¿Es esto malo? ¡Para nada! Para muchos de nosotros, la única forma de estar motivados e inspirarnos a vivir una vida moral y plena es enfocándonos en nuestra ganancia, en cómo estimular la cualidad de nuestros días y lo profundo de nuestras vidas.
Llévate tu ego
Una historia personal:
Una vez fui invitado a presentar una charla en una cena de alto nivel sobre cómo vivir una vida espiritual.
Totalmente desinteresado en asistir a la cena o de discutir este tema, consideré rechazar la invitación. La única razón por la cual quería aceptar la invitación era porque una persona de mucha influencia iría a la cena y yo quería impresionarlo.
Así que llamé a mi consejero, y le pregunté si debería rechazar la invitación, siendo que “mi charla espiritual” estaría contaminada en un motivo absolutamente egoísta. Aceptando la invitación, razoné, favorecería a mi ego, pero engañaría a mi alma y a mi autenticidad. Sería un estafador Neoyorquino más. Gran cosa.
Mi consejero me recomendó ir y hablar. “Si tu ego te obliga a robar bancos, debes decir que no. Pero si tu ego, por el momento, te está obligando a dar charlas sobre temas espirituales y a inspirar personas para que incrementen en actos de bondad y solidaridad, que así sea; llévate tu ego en tu paseo de la vida”.
Seguí su consejo, no de mala gana, me apresuro a añadir. Por supuesto, has adivinado. Este tipo famoso nunca llegó, así que supongo que se transformó en una situación de ganar.
La verdad de un pobre hombre
Lo mismo es con la mayoría de las relaciones en nuestra vida. Pocos de nosotros somos capaces de una relación consistente altruista con los hombres o con Di-s. La búsqueda de la auto gratificación es esencial para la condición humana, e ignorarla puede significar el fin de una vida plena y fructífera.
Un hombre rico una vez fue a lo de Rabí Shneur Zalman de Liadi y se lamentó que la caridad que él estaba distribuyendo a los pobres estaba coloreada por motivos ocultos; no lo hacía con total veracidad.
A lo que el Rebe le respondió: “Sí, puede ser cierto; pero el hombre pobre usa de tu plata para alimentar a su familia con veracidad”.
Sin embargo, a pesar de la productividad de esta forma de relación con las verdades morales de la existencia, basadas en el beneficio de uno, hay que ser conscientes que son por un tiempo limitado. Debemos ser sensibles a la verdad que es condicional, externa y por lo tanto temporaria. Es un amor definido por el ego, y por lo tanto, limitado por el ego; no captura el amor majestuoso que el alma humana es capaz de alcanzar.
No preguntes…
La Cábala por lo tanto nos trae otro tipo de relación más profunda con Di-s, conocida como el modelo “Sarai”. “No preguntes lo que Di-s puede hacer por tí; sino lo que tú puedes hacer por Él”. En este nivel, eliges adentrarte a una relación con Di-s no por lo que Él puede hacer por tí, sino por lo que tú puedes hacer por él. El “Sarai” en nosotros representa esta dimensión del alma que reconoce su conexión inherente y esencial con Di-s. Con ésta parte del alma yo no sirvo a Di-s porque lo preciso, sino porque Él me precisa a mí, o mejor dicho, porque somos uno.
Aún así, ¿Cuántas personas pueden vivir constantemente en éste nivel? Muy pocas. Si aplazáramos nuestro matrimonio con Di-s hasta que podamos desarrollar este idealismo, no podríamos tener siquiera un “hijo” en nuestras vidas, nunca podríamos producir aunque sea un buen acto.
Así que Sarai le dice a Abraham, el hombre en la Biblia que es el paradigma del amor: “Mira, Di-s me ha refrenado de poder tener un hijo; por favor, asóciate con el ama, quizá pueda de ella construir”.
En un nivel metafórico, lo que Sarai está diciendo es que si Abraham insiste en construir una relación sólo con el más perfecto, ser humano ideal, nunca traerían niños al mundo. Si esperas hasta que estés espiritualmente perfecto y puro para comenzar con la labor de cambiar al mundo, nunca podrás tener frutos, ni producir nada ni llenar al mundo de Di-s con bondad. A veces hay que llamar al ego, a tu egocéntrica personalidad, para poder cosechar grandes logros. Deja que tu ego genere acciones, siempre y cuando sean positivas y productivas.
“Así que Sarai, la esposa de Abram, tomó a Hagar la egipcia, su sirvienta -luego de diez años que Abram haya vivido en la Tierra de Cnaan -y se la dio a su esposo Abram como esposa“.
Sarai misma reconoce que el camino al idealismo debe cada tanto ser liderado por el ego.
No siempre pueden tus relaciones operar por el paradigma de “Sarai-esposa”, a veces, por el bien de los niños, debe ser operado por el paradigma “Hagar-sirvienta”
El desafío
Pero, está el potencial de la caída.
“Él se asoció con Hagar, y ella concibió. Cuando se dio cuenta que estaba embarazada, ella (Sarai) miró a su sirvienta con desprecio“
Todo lo anterior es lindo y estupendo siempre y cuando te acuerdes de que hay otro modelo más elevado de amor; que te presente un paradigma de vida defectuoso aunque no incorrecto. Siempre debes mantener el conocimiento que aunque a veces participemos de una relación estilo “Hagar”, hay algo mucho mayor y más profundo para esforzarse.
El problema empieza cuando tu ego comienza a presagiar la verdad, cuando comienzas a creer que has alcanzado la cumbre del amor. Luego, cuando tu ego se debilite, o cuando sientas que tu propio interés no sirve, puedes llegar a tirar toda la relación por la borda. Se convierte todo acerca de tí: es a mi manera o no hay manera.
Vemos esta tendencia que sucede generalmente en el área de educación. Algunos padres desarrollan la siguiente actitud: Siempre que mi hijo me de “najes“, el placer y deleite que espero de él, lo amo con todo mi corazón. Pero en el momento que el comportamiento de mi hijo no cumple con mis expectativas, cuando falla en darme la tranquilidad y alegría que quiero de él, me enojo y me frustro. Esto es porque inicialmente no lo amo por quién es, sino por lo que hace por mí. Así que cuando me da dolores de cabeza en vez de alegría y serenidad, mi corazón se llena de sentimientos negativos hacia él.
Esto es cuando sabes que tus relaciones estilo “Hagar” han traspasado los límites. Las relaciones basadas en intereses propios son críticas, indispensables y por lo tanto profundamente valuables. Pero esto es cierto siempre y cuando reconozcamos su inferioridad en comparación con la relación estilo “Sarai”, en donde aspiramos a un crecimiento más profundo y a nuestra elevación. Luego, vivir una buena vida por motivos ulteriores, probablemente te eleve a un espacio de profundo idealismo, en donde aprendes a amar puramente. Una relación auto motivada, si funciona consistentemente, te llevará a una relación egoísta.
Pero cuando tus relaciones auto motivadas se convierten en el destino final, cuando pierdes el foco de los horizontes extendidos lejos de tu visión actual, cuando sientes que tu cónyuge ya no te sirve de la manera que antes te servía, tu amor puede declinar y finalmente desaparecer.
El escándalo
“Así que Sarai le dijo a Abraham, “¡El escándalo contra mí, es por tu culpa! Fui yo la que te di a mi sirvienta, y cuando vio que concibió, perdí mi estima en sus ojos. ¡Que Di-s nos juzgue entre tú y yo!“
Estas son palabras fuertes. Su significado, sin embargo, es claro. Algo fue profundamente distorsionado. Si nuestras relaciones con el otro y con nuestros futuros hijos se ven consumadas completamente en una relación al estilo “Hagar”, van a devorar nuestros fundamentos. Y sólo Di-s puede juzgar la sutil diferencia entre una relación basada en la verdad y una relación basada en intereses propios.
“Abraham le respondió a Sarai, `Tu sirvienta está en tus manos; haz lo que creas que sea correcto hacer´. Sarai la hizo sufrir, y ella se escapó“.
En este punto en nuestras vidas, nuestra mayor conciencia, o el Sarai dentro de nosotros, debe recordarnos las limitaciones de nuestros egos. “Sarai” debe recordarle a “Hagar” que ella funciona mejor cuando está subyugada a la autoridad de Sarai. Libre, reinando desinhibidamente con su ego; es demasiado vulnerable y sería como dar permiso a un niño para salir de la casa cuando quisiera. Para que el ego sea productivo, debe ser controlado.
Pero nuestros egos, no siempre están dispuestos a escuchar. Más que enfrentar su desinhibida vulnerabilidad, se escapan de la escena. Se esconden de la verdad.
Di-s se encuentra con el ego
“Un ángel de Di-s se encontró con ella en un manantial en el desierto…y él dijo, “Hagar, ¡sirvienta de Sarai! ¿De dónde vienes, y a dónde vas?”.
“Ella dijo, `Estoy escapando de mi ama, Sarai´. “El ángel de Di-s le dijo a ella, `vuelve a lo de tu ama y subyúgate a ella´”. “Y el ángel de Di-s le dijo: `voy a incrementar tu descendencia y no se contará para abundancia´”.
Hagar puede precisar ayuda, pero Di-s igual la ama. Di-s no desprecia al ego humano. Di-s no cree que debemos aplastar nuestras ambiciones individuales y evitar cualquier vestigio del “Yo”. Siempre y cuando nuestro sentido de individualidad reconozca sus limitaciones, el ego es capaz de conseguir grandes cosas en la vida. “Vuelve a tu ama y subyúgate a ella“. Continúa con tu vida, tu amor, tus relaciones, tu matrimonio. Pero siempre debes tener el coraje de mirar hacia arriba y ver que el amor es infinito.
Luego, el ángel dice, vas a tener muchos hijos. Vas a producir acciones y descendencia que van a convertir a este mundo en un lugar más brillante.
Extraído y adaptado de algemeiner.com
La verdadera Cabalá
En estos últimos años, muchos famosos han adoptado la Cábala como forma de vida.
Lamentablemente, a través de ellos, muchas personas han oído por primera vez el nombre de algo tan sagrado y especial como es la Cábala. Es por eso vimos de extrema necesidad aclarar y difundir el verdadero significado y sentido de esta excelsa y sublime parte de nuestra sagrada y eterna Torá.
¿QUÉ ES LA CÁBALA?
La Cábala es una antigua fuente de sabiduría judía que explica las leyes eternas del modo en que mueve la energía espiritual a través del Cosmos. Durante muchos siglos, gran cantidad de hombres santos han pasado sus vidas inmersos en el estudio de estas enseñanzas místicas.
Para comprender la Cábal , habría que dedicar toda una vida al estudio y la Plegaria.
Hasta hace poco, las profundas y complejas enseñanzas de la Cábal eran inaccesibles para la mayoría. La mayor contribución del jasidismo- que nace a partir del siglo XVIII en Europa- es la de haber adoptado un enfoque comportamental de la Cábala , puesto que enseña cómo aplicar sus profundas enseñanzas espirituales en la vida cotidiana.
La Cábala no es sólo conocimiento. Debe ir acompañada por el estilo de vida altamente disciplinado de un judío religioso, viviendo la vida de la Torá. Es una vida que imbuye a lo cotidiano de una intensa espiritualidad.
Al tiempo que la Cábala explora las alturas vertiginosas de los mundos superiores, los reinos angélicos y las fuerzas que modelan el Cosmos, también nos orienta sobre la dinámica de la vida aquí abajo. El mundo físico es una imagen finita de los reinos infinitos.
¿QUIÉN ES UN CABALISTA?
Este término es una invención surgida en círculos académicos que contemplan la tradición mística desde el exterior y es utilizado para describir a alguien que afirma haber estudiado algo de Cábala a partir de un trabajo secundario y pretende ser profesor.
El término correcto para designar a aquel que consagra su vida a la Cabala es mekubal, que significa: “el que ha recibido”.
Existen pocos mekubalim (el plural de mekubal) públicos en el mundo. Hay que dejar claro que la Cábala no es un movimiento, sino un magisterio espiritual.
Desgraciadamente, en el actual “mercado” espiritual, se pueden encontrar cabalistas autoproclamados que ni siquiera están familiarizados con las leyes básicas y la tradición judías, y que es posible que ni siquiera hayan practicado las Mitzvot (Preceptos) religiosas tradicionales y no pueden leer siquiera hebreo o arameo, las lenguas en las cuales ha sido escrita la Cábala.
Los Rebes, o maestros Jasídicos, son también mekubalim. Por ello, es una experiencia impresionante acercarse a un Rebe o a un mekubal. El Rebe puede ver a través de tu alma. Para él no hay secretos.
(Contenidos adaptados de “ La Cabalá Práctica ” de Rabí Laibl Wolf)
Música cabalística- El Nigún
El talit según la cabalá
La idea principal de la plegaria judía es conectarse con Di-s. ¿Cómo puede un ser humano limitado, conecgmdstarse a un Di-s infinito? Pero Di-s quiere relacionarse con nosotros, por lo tanto Él se “limitó”.
Hizo esto al expresarse Él en la creación. El mundo en que vivimos es una expresión de Di‐s, como una pieza musical es una expresión del músico que la compuso, y una pintura es la del pintor.
Nosotros no podemos ver a Di-s pero podemos ver Su creación. Al mirar una pintura o escuchar una canción podemos percibir algo acerca de quién es el artista, al observar la belleza de este mundo, su complejidad y sus ritmos podemos empezar a apreciar Di-s.
Pero aunque la creación exprese a Di-s, nunca podría expresar Su verdadera esencia. Tan hermoso como es el mundo, es sólo un fragmento de la verdadera sabiduría de Él. Y ahí es donde Di-s es muy diferente de un artista.
Para expresarse, el artista tiene que poner toda su concentración, esfuerzo y creatividad en su trabajo.
Pero para Di- s, expresarse es exactamente lo contrario—Él se limitó, se rebajó a hacer un mundo físico.
Sería como el talentoso músico que tiene que escribir: un pegajoso jingle sobre el yogur para un anuncio de radio. ¿Expresa eso su genio? ¡No! ¡Más bien, expresa su paciencia! De manera similar, Di-s no necesitó invertir “esfuerzos” para crear semejante mundo asombroso. El único esfuerzo estuvo en “limitarse” para poder crear esta existencia finita.
El Talit tiene dos partes el manto mismo y los Tzit zit o cordeles. El manto rodea nuestro cuerpo, y los cordeles cuelgan de él. Ellos representan los dos aspectos de Di-s, y su forma de relacionarse con nosotros.
El manto representa la esencia de Di-s, que nos supera en extremo y no podemos alcanzar, por ello el manto nos cubre. Los pequeños cordeles que cuelgan de las puntas son sólo una diminuta fracción de Su ser, aquella porción que podemos experimentar.
No importa cuán sagrados nos sintamos, Di-s es infinitamente más santo. Esto es el Talit que nos envuelve. Pero no importa cuán impíos nos creamos, Di-s baja hacia nosotros y nos pide que hablemos con Él. Estos son los Tzitzit que cuelgan para que nosotros los tomemos y besemos.
Necesitamos tener esto en mente cuando rezamos, por eso usamos Talit.