Kol Nidrei

Mientras que el Kol Nidrei, una oración en la que anulamos promesas, es sin duda considerada tradicionalmente como una de las oraciones más importantes del año, hay poco en la literatura judía que apoya esta idea.

La pregunta, sin embargo, sigue siendo, ¿por qué la tradición judía da tanto peso y solemnidad a esta oración aparentemente técnica?

Hay quienes han afirmado que la razón se remonta a la época de la Inquisición española, cuando los Marranos (Judíos que optaron por convertirse al cristianismo en lugar de ser expulsados ??ó asesinados, pero se mantuvieron fieles al judaísmo en el corazón, y hasta cierto punto, en el cumplimiento también) se reunían en la víspera de Iom Kipur en las sinagogas escondidas. Antes de comenzar con los servicios de Iom Kipur, lágrimas caían de sus ojos y vehementemente suplicaban a Di-s que los perdone por todas las declaraciones públicas que hicieron en el año anterior, que eran contrarias a la doctrina judía. Se supone que es también la razón por la que Kol Nidrei va precedida a la declaración: “… por la autoridad del Tribunal Celestial y por la autoridad del tribunal terrenal, por la presente damos permiso para orar con aquellos que han transgredido”.

Si bien esto es ciertamente una respuesta romántica, lo cierto es que la oración de Kol Nidrei es anterior a la Inquisición, por lo menos 500 años. Al parecer, la respuesta simple a esta pregunta es que Kol Nidrei es la oración de apertura al día más sagrado del año, y como tal, se pronuncia con gran devoción, no por su contenido.

Según la Cabalá, Kol Nidrei es más que técnicamente una anulación de promesas. Más bien, a través de la liberación de nuestras promesas, estamos pidiéndole a Di-s que haga lo mismo. En el caso de que Él haya prometido no traer la Redención todavía, o que haya hecho un juramento para traer juicios severos sobre su pueblo el próximo año, le pedimos que libere esas promesas, y en su lugar nos conceda un año de felicidad y Redención.

Tal vez ésta es la razón por la solemnidad de la oración.

 

Rabi Naftali Silberberg

Reflexiones de Iom Kipur

Todo en la vida puede ser sagrado. No necesita haber ninguna distinción entre lo secular y lo santo.

Lo que es importante es que cuando participamos de las buenas cosas de la vida, hacemos así con la santidad y la espiritualidad que es propia de un ser humano. Todo lo bueno de la vida puede ser disfrutado con gratitud hacia Di-s. Utilizando este bien en el servicio Divino, lo hemos elevado al status de santidad.

Rabí Najman de Breslav interpretó el versículo en Salmos 38:19,

“Yo admito mi pecado; me preocupo acerca de mi transgresión”, como significando que girar alrededor de viejas equivocaciones y acerca del pasado puede en sí mismo ser pecaminoso.

Me doy cuenta que como humano, puedo apenasescapar de hacer alguna vez algo mal. El propósito de la dolorosa sensación de culpa es detenerme de hacer la clase de cosas que me harían sentir culpable, y estimularme a expiar apropiadamente por los males que he hecho.

Sin embargo, una vez que verdaderamente he expiado, debería ser capaz de poner el pasado tras de mí. El persistente girar alrededor de mis pasadas equivocaciones es destructivo, dado que me deprimirá tanto y secará tanto mis energías que no podré continuar con las cosas necesarias de la vida, y hacer todo lo que es la voluntad de Di-s para mí. Permitir que eso suceda es el más grande pecado de todos.

Tener verdadera fe en el perdón de Di-s es darse cuenta que Di-s remueve completamente nuestros pecados cuando nuestro arrepentimiento es sincero. Nosotros deberíamos entonces ser capaces de movernos hacia adelante con júbilo y vigor para cumplir nuestra misión en la vida.

Desde el comienzo Tú has distinguido al hombre le has permitido pararse ante Ti… y en Tu amor por nosotros Tú nos has dado este Día de Expiación, con una finalidad de perdón (liturgia de Iom Kipur).

Pararse ante Di-s, para entrar en una estrecha relación con Él es la última meta del hombre. Cuando nuestro comportamiento es contrario a la voluntad Divina, erigimos barreras y ponemos distancias entre nosotros mismos y Di-s.Con plegaria y apropiada expiación podemos lograr un completo perdón el cual borra todos los antecedentes y nos permite pararnos en la inmediata presencia de Di-s.

Hay tres tipos de exilio y ellos son de creciente severidad. El primero es cuando los judíos están en exilio entre otras naciones, el segundo es cuando los judíos están en exilio entre hermanos judíos, y el tercero y más severo es cuando un judío es extraño para sí mismo, pues entonces él es tanto captor como cautivo, en exilio dentro de sí mismo (Rabí Sholom Rokeaj de Belz).

Iom Kipur es el obsequio de Di-s para la humanidad, un día de gracia el cual permite al hombre limpiarse a sí mismo y comenzar la vida de nuevo. Mas, aún cuando el perdón Divino es logrado, el hombre algunas veces rehúsa perdonarse él mismo, y así se vuelve un prisionero para sí mismo dentro de su propio calabozo.

Se nos enseña que debemos intentar emular a Di-s. Al igual que Él nos perdona cuando hemos merecido perdón, así debemos aprender a perdonamos nosotros mismos.

Simplemente supón que Iom Kipur ocurre sólo una vez en una centuria, que sólo una vez en cien años hay un día especial de gracia en el cual Di-s remueve todos nuestros pecados y nos permite comenzar la vida de nuevo.

Aquellos quienes son afortunados de que este día único en su género ocurra durante el curso de sus vidas se considerarán bendecidos con buena fortuna. Aquellos que no, se considerarán privados de este especial obsequio.

Pero en Su infinita bondad, Di-s nos dio este día de Iom Kipur cada año, y nosotros tenemos así muchas oportunidades para comenzar la vida de nuevo, desembarazados de las equivocaciones del pasado.

¡Cuán privilegiados deberíamos sentirnos! ¡Cuán gozosos deberíamos estar en este día especial!

 

Extraído de Viviendo Cada Día Editorial Bnei Sholem

5 Aflicciones en Yom Kipur

Iom Kipur es un día de ayuno: desde la puesta del sol en la víspera de Iom Kipur hasta la noche siguiente, no comemos ni bebemos. También nos abstenemos de ciertos placeres físicos: usar calzado de cuero, bañarnos o lavarnos, aplicarnos lociones o cremas y mantener relaciones maritales. También es un “día de descanso”, en el que se prohíbe todo trabajo (como en Shabat ).

No solamente comer y beber, sino también todos los placeres corporales están prohibidos en Iom Kipur.

Los Sabios han enumerado cinco aflicciones: Debemos abstenernos de comer, beber, lavar o ungir el cuerpo, usar zapatos de cuero y tener relaciones maritales.

Cuarenta días después de haber recibido la Torá en el Monte Sinaí y de haberse comprometido a ser el pueblo elegido de Di-s, los Hijos de Israel adoraron a un becerro de oro.

Moisés le suplicó a Di-s que no destruyera a su pueblo descarriado, y el diez de Tishrei Di-s dijo: “He perdonado”. Desde entonces, observamos esta fecha como el “Día de la Expiación”, una celebración de nuestra relación indestructible con Di-s.

Es el día más sagrado del año, cuando nos reconectamos con nuestra esencia misma, que permanece fiel a Di-s independientemente de nuestro comportamiento.

Vestimos ropas blancas en imitación de los ángeles espirituales y pasamos la mayor parte del día en la sinagoga dedicados al arrepentimiento y la oración.

Hay cinco servicios de oración:

1) Las oraciones de la tarde, que comienzan con el solemne Kol Nidrei .

2) La oración de la mañana.

3) Musaf , que incluye una descripción del servicio del Templo Sagrado de Iom Kipur.

4) La oración de la tarde, durante la cual se lee el Libro de Jonás .

5) Neilá, recitada cuando el día declina y se sella el veredicto para el nuevo año. Las primeras cuatro oraciones incluyen una confesión (privada) de los pecados a Di-s.

La Torá instruye: “El décimo día del séptimo mes os afligiréis.” 
 
Es una mitzvá en la Torá ayunar en Iom Kipur, el décimo día del mes judío de Tishrei . El ayuno comienza antes de la puesta del sol el 9 de Tishrei ( víspera de Iom Kipur ) y termina después del anochecer de la noche siguiente. Esto significa no comer ni beber en absoluto, ni siquiera agua.
Leyes y costumbres


En las primeras horas de la mañana del día anterior a Iom Kipur, se realiza la ceremonia de las Kaparot (“Expiación”). Tomamos un pollo vivo (un gallo para el macho y una gallina para la hembra) y, dándole tres vueltas sobre nuestras cabezas, decimos: “Este es mi reemplazo, este es mi intercambio, esta es mi expiación; esta ave irá a su muerte, y yo iré a una vida larga, buena y pacífica”. Luego se sacrifica al ave de acuerdo con el procedimiento halájico, momento en el que contemplamos que este es un destino que nosotros mismos merecemos, Di-s no lo permita, por nuestras faltas e iniquidades. El valor del ave se da a los pobres, y su carne se come en la comida de Iom Kipur; algunos dan el ave misma a los pobres. (Una costumbre alternativa es realizar el rito sólo con dinero, recitando los versos prescritos y dando el dinero a la caridad. Las Kaparot también se pueden realizar en los días anteriores, durante los “Diez Días de Arrepentimiento”).

Comidas festivas


El día anterior a Iom Kipur es Iom Tov, un día festivo, porque aunque estamos preparados para ser juzgados en el tribunal supremo por nuestras acciones del año transcurrido, confiamos en que Di-s es un juez misericordioso y decretará un año de vida, salud y prosperidad para nosotros. Se comen dos comidas festivas: una al mediodía y la otra antes del ayuno, que comienza al atardecer. El Talmud afirma que “Quien coma y beba el día 9 [de Tishrei], se considera como si hubiera ayunado tanto el 9 como el 10”.

En muchas comunidades es costumbre comer kreplaj el día anterior a Iom Kipur. Los kreplaj son pequeños cuadrados de masa de pasta enrollada rellenos de carne picada y doblados en triángulos. Se pueden hervir y servir en sopa o freír y servir como guarnición. La carne simboliza la severidad, la masa es una alusión a la bondad. En preparación para el Día del Juicio, “cubrimos” la severidad con bondad.).

Mikve


Tanto hombres como mujeres se sumergen en una mikve (piscina ritual) para alcanzar una medida extra de santidad antes del día sagrado.

Leikaj (pastel de miel)


En este día , es costumbre pedir y recibir leikaj (un dulce pastel que simboliza un año dulce) de alguien (generalmente nuestro mentor o nuestro padre). Una de las razones que se dan para esta costumbre es que si se hubiera decretado, Di-s no lo permita, que durante el año tendríamos que recurrir a una dádiva de otros, el decreto debería satisfacerse con este pedido de comida. El Rebe de Lubavitch agrega una idea más profunda: “pedir leikaj” en vísperas de Iom Kipur nos inculca el reconocimiento de que todo el sustento que recibimos durante el año, incluso el que supuestamente “ganamos” con nuestros propios poderes y esfuerzos, es en verdad un regalo de lo Alto, otorgado en respuesta a nuestros pedidos diarios de “Aquel que nutre al mundo entero con Su bondad, con Su gracia, con Su benevolencia y con Su compasión”.

Diez días de arrepentimiento


El período de 10 días que comienza en Rosh Hashaná y termina en Iom Kipur se conoce como los “Diez Días de Arrepentimiento”; este es el período, dicen los sabios, del que habla el profeta cuando proclama (Isaías 55:6) “Buscad a Di-s cuando se le pueda encontrar; llamadlo cuando esté cerca”. El Salmo 130, Avinu Malkeinu y otros insertos y agregados especiales se incluyen en nuestras oraciones diarias durante estos días.

Kol Nidrei

El primero de los cinco servicios de oración de Iom Kipur , que comienza con la solemne oración de Kol Nidrei , se recita en la sinagoga esta noche al atardecer, al comienzo del día sagrado.

Fin del ayuno

Después de Iom Kipur tenemos una comida festiva. Nos regocijamos, confiados en que Di-s ha perdonado nuestros pecados.

Aunque Iom Kipur es el día más solemne del año, está impregnado de una corriente subyacente de alegría: es la alegría de estar inmersos en la espiritualidad del día y expresa la confianza en que Di-s aceptará nuestro arrepentimiento, perdonará nuestros pecados y sellará nuestro veredicto por un año de vida, salud y felicidad.

Guía de Iom Kipur

IOM KIPUR

11 y 12 de octubre

En síntesis

Iom Kipur es el día más sagrado del año, el día del año en que estamos más cerca de Di-s y de la esencia de nuestras propias almas. 

Es el Día de la Expiación, cuando nos reunimos en comunidad y pedimos perdón tanto a nuestros semejantes como a Di-s. 

Tratamos de modificar las cosas que debilitaron nuestra relación con Él, y lo hacemos con alegría y con confianza absoluta en Su respuesta positiva.

Destello jasídico

Este día se pone de manifiesto la verdadera esencia de cada uno, lo que va más allá de la imagen que uno quiere mostrar al mundo e incluso a sí mismo. Las influencias exteriores, las dicotomías y todo lo que impide que nuestra voz interior sea escuchada se desvanece para que podamos encontrarnos cara a cara con el infinito poder de nuestras almas. Puede emerger por tan solo un momento, pero en ese instante recuperamos nuestra perspectiva y recordamos quiénes somos.

Erev Iom Kipur 
11 de octubre | 9 de Tishrei
Encender las velas de Shabat a las 18.47 h

Ayuno: Comienza el viernes 11 de octubre 18.47 h
Termina el sábado 12 de octubre 19.44 h

Víspera de Iom Kipur

  • Kaparot: Se realiza el ritual de Kaparot con un ave o con dinero, rogando a Di-s que sea anulado todo mal decreto (también puede hacerse unos días antes de Iom Kipur).

  • Nos preparamos para el ayuno por medio de una comida festiva y expresamos nuestro júbilo por haber llegado al momento de nuestra expiación.

  • Dar caridad es una gran fuente de mérito y de protección.

  • Pedir disculpas: Iom Kipur perdona los pecados entre el hombre y el Creador. Sin embargo, los pecados cometidos contra el prójimo Di-s no nos los perdona hasta que pidamos el perdón del prójimo agredido.

  • Antes de la puesta del sol, mujeres y ni­ñas encienden las velas de Shabat y Iom Kipur.

  • La bendición de los hijos: Antes de ir al templo, se acostumbra bendecir a los hijos con la bendición Sacerdotal, agregando luego bendiciones personales.

  • Encontrá acá la Brajá

El viernes 11 de octubre, luego de la puesta del sol y el sábado 12 de octubre todo el día hasta que salen las estrellas.

En Iom Kipur somos comparados con los ángeles, que no tienen necesidades físicas.
Por casi veintiséis horas “afligimos nuestras almas”:

  • Nos abstenemos de comer y beber.
  • No lavamos ni ungimos nuestros cuerpos.
  • No usamos calzado de cuero.
  • Nos abstenemos de tener relaciones íntimas.
REZO

Pasamos gran parte del día en la sinagoga, comprometidos con el arrepentimiento, el retorno y la oración (importante: el precepto principal de Iom Kipur es el ayuno. 

Por lo tanto, en caso de que asistir al templo debilite a la persona a tal punto que le impida completar el ayuno, es preferible que se quede en casa).

Brajá de las velas de Iom Kipur

Barúj atá A-do-nái E-lo-héinu Meléj haolám ashér kidshánu
bemitzvotáv vetzivánu lehadlík ner shel Shabat veshél lom Hakipurím.

Barúj atá A-do-nái E-lo-héinu Mélej haolám shehejeianu vekiemánu vehiguianu lizman hazé.

IZKOR

El día 12 de octubre a la mañana se recita la plegaria conmemorativa para los seres queridos fallecidos. Averiguá el horario en tu templo.

NEILÁ

Con la puesta del sol, se recita la Tefilá de Neilá, la más sagrada del día.

AL TERMINAR IOM KIPUR

Luego de la salida de las estrellas se re­ cita la Havdalá, se desea: “¡A Gut Iom Tov!” y se realiza una cena festiva, con absoluta seguridad en que Di-s recibió nuestro arrepentimiento y nos selló para un buen año.

Teshuvá no es simplemente arrepentimiento, algo que solamente se da cuando hay un pecado. Significa el retorno del alma a su fuente. “Y el espíritu volverá a Di-s, quien lo dio.” Hasta el hombre justo que sirve a Di-s con amor y temor y la totalidad de su ser no ha alcanzado todavía esa etapa de completa cercanía con Él, la cual experimentó el alma antes del nacimiento.
La existencia terrenal crea una distancia entre el alma y Di-s que ni siquiera el justo puede cerrar totalmente, y éste es el dolor del justo y la fuente de sus lágrimas. Él siente, aún en la vida humana más alta, que es un descenso del alma desde su origen celestial. Sus lágrimas, como las del judío simple, surgen de una conciencia de la distancia que le separa de Di-s.


(Likutei Sijot, Vol. IX, pp. 204-214.)

Cinco plegarias

Iom Kipur es el único día del año en el cual pronunciamos cinco plegarias, a diferencia de los días de semana en que tenemos tres (Shajarit, Minjá, Arvit) y los días sábado y días festivos en los cuales tenemos una adicional (Musaf).

Según las enseñanzas jasídicas, todos los días del año damos expresión y conectamos a los tres niveles conscientes del alma, Néfesh (carácter), Rúaj (emociones) y Neshamá (intelecto). Los días sábado y días festivos nos conectamos y damos expresión también al cuarto nivel, Jaiá, la dimensión subconsciente del alma. En Iom Kipur nos conectamos con y damos expresión al quinto nivel del alma, la esencia misma, denominada Iejidá.

La quinta plegaria de Iom Kipur, que se dice al bajar el sol, se llama Neilá. Neilá quiere decir “cerrar”. Implica que el día – y sus oportunidades – están cerrando. 

La perspectiva jasídica al respecto es que es el momento más elevado del día, el momento de encierre” entre el alma y D-os en el cual se expresa su vínculo quinta-esencial. 

Al final de la Neilá se hace sonar un sonido largo y simple del Shofar, expresando el llanto simple y puro del alma que busca reunirse con su fuente Divina.

1.Jaiá

se refiere a la Vital del alma. Puede manifestarse en el cuerpo siempre y cuando el cuerpo es alimentado. Al privarse de alimentación, la manifestación de fuerza vital del alma se disminuye.

2.Iejidá

se refiere a la condición de unicidad y la tarea de unión y unificación que el alma ejerce. El cuerpo,. a su vez, logra su completitud por medio de las relaciones íntimas que lo une con su cónyuge y los transforman en “una sola carne”. Al privarse de esto, ese aspecto unificador del alma no encuentra su expresión en el cuerpo y se desprende.

3.Neshamá

se refiere a la tarea iluminadora del alma. Al bañarse, el cuerpo brilla y se transforma en un continente apto para dicha función del alma. Al abstenerse de bañarse, el aspecto iluminador del alma no encuentra su contrapartida corporal y se aleja del cuerpo.

4.Néfesh

se refiere al alma en sí, en su estado más puro y esencial. El objetivo de ungir es limpiar al cuerpo de toda clase de contaminación foránea adherida a él. Al abstenerse de ello, la condición “esencial” del alma no encuentra su contrapartida en el cuerpo y busca liberarse de él.

5.Rúaj

quiere decir aire o espíritu y se refiere al aspecto espiritual del alma que lo aleja de lo material. Los zapatos cumplen la función de separar entre el pie y la tierra. Mientras uno calza zapatos de cuero, y está por ello separado de la tierra, está en condiciones de y dar expresión a la faceta “espiritual” del alma. Al removerse esa separación, y afianzar la conexión entre el cuerpo y la tierra, el alma se siente “incómodo” y se desprende.

Es por medio de trascender la realidad cotidiana que logramos posicionarnos en un nivel espiritual desde el cual todo pecado cometido pierde sentido y podemos pedir y obtener perdón por los pecados cometidos mientras estábamos en realidad’.

Pedir perdón al prójimo

Se acostumbra, en víspera de Iom Kipur, pedir perdón a cualquier persona que pudimos haber ofendido o agredido en el transcurso del año, ya que Iom Kipur nos perdona únicamente por las transgresiones cometidas para con Di-s. Di-s no nos perdona por lo que hemos pecado contra el prójimo hasta que no le pidamos perdón y nos perdone.

iGuemar Jatimá Tová! (Que sea inscripto para bien!)

 

Extraído del libro “Ser Judio hoy” adquirirlo en www.libreriajudaica.com

Borrar nuestros pecados

El propio día expía 

(Talmud Shvuot 13,a)

Con respecto a la expiación de los pecados en Iom Kipur, encontramos en el Talmud una discusión: Los Sabios dicen “Iom Kipur expía sólo a los retornantes”. Rabí (Yehuda, el Príncipe) disiente, y sostiene “tanto haya hecho Teshuvá (se haya arrepentido, retornado a Di-s y Su camino de vida) o no, el día de Iom Kipur expía, puesto que el propio día expía”. La conclusión se define como los Sabios.

En realidad, todos están de acuerdo con que “el propio día de Iom Kipur expía”, es decir, el día de por sí expía, sólo que Rabí sostiene que la santidad de Iom Kipur es tan poderosa que expía incluso a aquellos que no retornaron con Teshuvá; mientras que los Sabios opinan que es necesario el arrepentimiento previo para acceder a la extraordinaria expiación generada por Iom Kipur.

LIMPIEZA DE LAS MANCHAS

Pero esto requiere aclaración: Expiación no significa tan sólo ser perdonado por el Altísimo. Cuando un judío transgrede, genera un defecto espiritual, una mancha en su alma, y debe arreglar el defecto y limpiar la mancha. ¿Cómo se entiende que el defecto y la mancha se borren por el sólo hecho de que llega un día específico, Iom Kipur?

La explicación es que en Iom Kipur encuentra expresión lo más profundo del vínculo entre Di-s y el judío.

Hay una relación generada por el cumplimiento de los preceptos -las mitzvot– y por la aceptación del “Yugo Celestial”. La predisposición a cumplir con la Voluntad Divina genera el vínculo entre el judío y su Creador, y cuando cumple con los mandatos de Di-s se liga a Él.

Superior a ello es el grado de relación que se expresa a través de la Teshuvá, el retorno a Hashem. ¿En qué consiste la Teshuvá? Se trata de un hombre que se liberó  “yugo de los preceptos” y con ello parecería que, desconectó su vínculo con el Altísimo. Si es así, ¿por qué de repente decide retornar a Di-s?. Lo que ocurre es que su Teshuvá revela que en esencia seguía conectado con Di-s incluso cuando actuó contra Su voluntad, (transgrediendo los preceptos de la Torá). Este punto de unión interior que perduró en él es lo que lo mueve y motiva a volver a conectarse (también conscientemente) con Hashem, a través de la Teshuvá.

UN LAZO PROFUNDO

Pero incluso este vínculo, que se expresa en el proceso de Teshuvá, no es el final de la historia. De alguna manera, también el vínculo que mueve a laTeshuvá tiene algún tipo de condicionamiento. Está limitado a la intensidad de su arrepentimiento.

Hay un nivel de unión más profundo aún: es el lazo de esencia (o sea no generado por factores externos) entre el alma del judío y el Altísimo. El alma que poseemos en nuestro fuero íntimo es “una parte de Di-s de lo Alto, tal cual”, y ella está unida permanentemente con su fuente y raíz- Hashem.

Este vínculo no se ve afectado por nuestra conducta y por nuestras transgresiones. Se encuentra en todo judío por la propia naturaleza del alma. No hay pecado que pueda dañarlo. Sólo que durante el año este lazo está oculto y tapado en lo profundo del corazón. Lo que encuentra expresión son los niveles más externos de unión con Di-s, los que dependen de nuestra conducta y decisiones. Pero en el día de Iom Kipur se revela este lazo esencial entre el Altísimo y el pueblo de Israel.

ENCERRADOS EN PRIVADO

Este es el significado del concepto “el propio día expía”. En el día de Iom Kipur, cuando este vínculo de unión interior se revela, se borran automáticamente todos los defectos y manchas generados por el pecado. Este día revela que cada judío está conectado a Di-s con un vínculo imposible de destruir. Por lo tanto cuando este vínculo sale a flote, no existen  pecados, desaparecen automáticamente (salvo quien transgrede los preceptos del propio Iom Kipur, p.e. rompiendo el ayuno).

Esto encuentra su expresión principalmente en la plegaria de Neilá, la oración de “cierre” de todas las plegarias de Iom Kipur. Ahí se “encierran”, por así decirlo, Di-s con Israel, a solas, y nadie puede perturbar esa su unión absoluta.

(Likutei Sijot, Tomo 4, Pág. 1149)

¿Por qué pasarse el día de Iom Kipur enfocándonos en nuestras imperfecciones?

PREGUNTA: ¿POR QUÉ PASARSE EL DÍA DE IOM KIPUR ENFOCANDO NUESTROS PECADOS,

FRACASOS E IMPERFECCIONES? ¿NO ES DEPRESIVO?

RESPUESTA:

Iom Kipur es la celebración de ser humanos. Y ser humano significa ser imperfecto. El fracaso humano es tan predecible, que Di-s ha puesto en el calendario un día anual de perdón. No es sólo una fiesta optativa para aquéllos que hayan pecado. Iom Kipur viene cada año para cada persona.

Es como si Hashem supiera que tropezamos. Que siempre existirán líos que tendremos que reparar. Di-s no se sorprende por nuestros fracasos y Él nos otorga un día de limpieza todos los años. Nunca se esperó de nosotros que seamos perfectos. Cada Iom Kipur recibimos una nota de Di-s que dice algo así:

“Yo sé que eres humano. Los humanos no son perfectos. Yo los hice de esa manera. Y sin embargo, los amo. De hecho, eso es por qué Yo los amo – porque ustedes no son perfectos. Yo ya tenía perfección antes de crearlos. Lo que Yo quiero de la creación es un mundo imperfecto que se esfuerza por mejorar, lleno de seres humanos que fallan, se levantan y salen adelante.

Siendo imperfectos pero, no obstante, perseverantes, ustedes han cumplido el propósito de su creación. Han logrado la única cosa que Yo no puedo hacer sin ustedes – traer al Di-s perfecto dentro de un mundo imperfecto. Gracias. Con Amor, Di-s”

Para todos nosotros, que no somos perfectos, Iom Kipur es nuestro día. En lugar de estar deprimidos por los fracasos, los celebramos.

Cada resbalón, cada esfuerzo fallido a mantener nuestra vocación, es otra oportunidad para crecer y mejorar.

Fallar en nuestra misión es parte de la misión. Iom Kipur es el día en que Di-s nos agradece que seamos humanos, y nosotros agradecemos a Di-s que no somos perfectos. Si lo fuéramos, no tendríamos nada que hacer.

Adentro de Ioná, adentro del pez

En Iom Kipur por la tarde, leemos el Libro de Jonás, conocido popularmente como “Maftir Ioná”, el cual se ha convertido en un codiciado honor en la Sinagoga.

Esta dramática aventura en alta mar contiene en su interior una muy conmovedora e inspiradora historia de arrepentimiento y reflexión.

La historia en breve:

Di-s convoca a Ioná para que llamara a los residentes malvados de Ninvé para que se arrepientan, pero Ioná intenta escapar, subiéndose a un barco con destino a otro lugar.

Una fuerte tormenta esta a punto de romper el barco, y los marineros comenzaron a gritar: “Cada uno que le ore a su Di-s”. Pero Ioná estaba profundamente dormido.

El capitán del barco se acerca a Ioná: “¿Cómo puedes estar durmiendo? ¡Levántate! Ora a tu Di-s para que nos salve”, mientras los pasajeros le preguntaban cuál era su ocupación y de dónde provenía.

Ioná pidió que lo tiraran del barco, y la tormenta cesó. Un gran pez se lo tragó, y Ioná desde las profundidades acuáticas.

“Lloré a Di-s, y Él me escuchó. Desde lo profundo del abismo lloré…Me echaste a lo profundo, al corazón de los mares, Tus olas pasaron sobre mí. Descendí al fondo de las montañas, las barras de la tierra se acercaban a mí, y sin embargo me levantaste del fondo del pozo, Oh Eterno…”

Di-s le ordenó al pez que escupiera a Ioná a la tierra firme, fue a Ninvé hizo que su gente se arrepintiera.

Pero Ioná se sintió frustrado al ver que su amenaza inicial de muerte y destrucción no se había materializado y Ninvé se salvó. Ioná pidió morir, “porque la muerte es mejor que la vida”.

Di-s corrige la negatividad de Ioná. Como Ioná descansaba cerca de Ninvé, una vida frondosa se levantó para darle sombra y comodidad, pero la vida se marchitó por la mañana. Ioná estaba entristecido por la pérdida, y Di-s respondió: “Tienes lástima de una planta por la cual no trabajaste, que vivió una noche y pereció. ¿Acaso no tendré misericordia y compasión de todos los habitantes de Ninvé?”.

En un nivel más profundo

Divinamente profunda, la Torá multifacética de Di-s se puede apreciar en diferentes dimensiones y niveles. Además de su interpretación literal, las historias de la Torá contienen interpretaciones alegóricas con amplias aplicaciones espirituales y psicológicas. Además de resaltar una persona en particular en un momento y lugar determinado, la Torá se dirige directamente a todos nosotros, donde quiera que nos encontremos. De hecho, la historia de Ioná hace referencia a “todo el ciclo vital de los seres humanos en este mundo” (Zohar Vayakhel p. 199).

El viaje del alma

El nombre “Ioná”, significa literalmente, paloma. A lo largo del libro del Cantar de los Cantares, la fiel amante “esposa” se compara con una paloma, porque la paloma es siempre fiel y leal a su compañero. Del mismo modo, la esencia de nuestra alma permanece fiel a Di-s, negándose a dejarse llevar por el placer material y la tentación.

Por: Rabi Yosef Y. Jacobson

La costumbre de Kaparot

Algunos tienen la costumbre de realizar el rito de kaparot[expiación simbólica] en el día anterior a Iom Kipur; si no es posible hacerlo, entonces el rito se realiza antes. El rito consiste en tomar un pollo en una mano y recitar cierto texto. ¿Cómo se hace? Un hombre toma un gallo; una mujer toma una gallina; una mujer embarazada toma dos aves de corral – una gallina y un gallo. 

De manera óptima, el ave debe ser blanca para simbolizar la purificación del pecado, como indica el verso (Ieshaiahu 1:8): Y si tus pecados fuesen escarlata, pasarán a ser blancos como la nieve. Uno, sin embargo, no debe hacer un esfuerzo excesivo para encontrar un ave blanca. Si no hay un gallo o una gallina, se pueden usar otras aves o animales; hasta un pescado se puede usar para el rito. 

Sin embargo, uno no debe usar palomas, ya que las palomas fueron traídas como ofrendas de sacrificio en el Templo, y esto puede dar lugar a la impresión errónea de que los kaparot son una forma de sacrificio.

  •  El ave [u otro animal] que se use para kaparot es tomado en la mano derecha y se recita el texto correspondiente del libro de plegarias. Luego se agita el pájaro sobre la cabeza tres veces y se recita el texto correspondiente. La palabra kaparot [como kipur] significa “expiación” y usa para hacer referencia a los pollos mismos, pero no debe pensar que los kaparot mismos sirven como fuente de expiación. En vez de eso, sirven como medios para recordar a una persona que podría bien merecer la muerte debido a sus pecados y motivarlo a arrepentirse y pedirle piedad a Di-s.
  •  El ave es luego sacrificada de acuerdo con el procedimiento halájico, y las vísceras son desechadas en un lugar donde los pájaros las puedan encontrar. El simbolismo de esta acción es servir de advertencia al hombre. Se dice que los gallos logran su sostén “robando”, por lo que sus vísceras son los órganos que reciben su botín. Por lo tanto, mostramos nuestro desdén por el robo descartando estos órganos.
  •  Otra explicación de esta práctica es que damos las vísceras como alimentación a los pájaros que pasen, no estando obligados a alimentarlos, como un medio para demostrar nuestra piedad por todas las cosas vivas. Al igual que la piedad de D-os “es para todas Sus obras” (Tehilim 145:9), así una persona debe ser misericordiosa con todas las criaturas vivientes, especialmente durante estos días cuando buscamos la piedad Divina para nosotros mismos. Nuestras acciones son así el cumplimiento del dictado de los Sabios: Aquel que es misericordioso es tratado con misericordia.
  •  Otra explicación más es que si hubiese dictado un decreto duro contra los judíos, indicando, Di-s no lo quiera, que la carne de nuestro pueblo sirva de alimento a pájaros y animales, simbólicamente expresa nuestra esperanza de que tal decreto sea cumplido por medio de las aves de corral que usamos para kaparot, rogando que en cambio a nosotros se nos dé vidas largas y pacíficas.
  • Se acostumbra redimir los kaparot por dinero, que es luego dado a los pobres; algunos dan las aves de corral mismas a los pobres. Otros realizan todo el rito únicamente con dinero, recitando los versos establecidos y dando dinero para caridad.

¿Qué es Iom Kipur?

¿Qué es Yom Kippur?


El día de la expiación

Yom Kippur en breve


Qué:

El día de ayuno deiom Kipur es el día más sagrado del año, cuando estamos más cerca de Di-s y de la esencia de nuestras almas. iom Kipur significa “Día de la Expiación”, como dice el versículo: “Porque en este día Él os perdonará, os purificará, para que quedéis limpios de todos vuestros pecados ante Di-s ”.

Cuándo:

El décimo día de Tishrei, inmediatamente después de Rosh Hashaná (el Año Nuevo judío, que se celebra el primer y segundo día de Tishrei ).

Cómo:

Durante casi 26 horas “afligimos nuestras almas”: nos abstenemos de comer y beber , no nos lavamos ni aplicamos lociones o cremas, no usamos calzado de cuero y nos abstenemos de tener relaciones maritales. En cambio, pasamos el día en la sinagoga, rezando por el perdón.

Historia

Apenas unos meses después de que el pueblo de Israel saliera de Egipto en el año 2448 desde la creación (1313 a. C.), pecaron al adorar a un becerro de oro. Moisés ascendió al monte Sinaí y le rezó a Di-s para que los perdonara. Después de dos estadías de 40 días en la montaña, obtuvo el pleno favor divino. El día en que Moisés bajó de la montaña (el 10 de Tishrei) sería conocido para siempre como el Día de la Expiación: Iom Kipur.

 

Ese año, el pueblo construyó el Tabernáculo , una casa portátil para Di-s. El Tabernáculo era un centro de oraciones y ofrendas sacrificiales. El servicio en el Tabernáculo culminaba en Iom Kipur, cuando el Sumo Sacerdote realizaba un servicio especialmente prescrito. Los puntos destacados de este servicio incluían la ofrenda de incienso en el Lugar Santísimo (donde se guardaba el arca) y la lotería con dos machos cabríos, uno de los cuales se traía como sacrificio y el otro se enviaba al desierto ( Azazel ).

Aunque el Sumo Sacerdote generalmente vestía ropas doradas adornadas, en Iom Kipur se sumergía en una mikve y se ponía prendas blancas sencillas para realizar este servicio.

Esta práctica continuó durante cientos de años, durante la época del primer Templo de Jerusalem , construido por Salomón , y el segundo Templo, construido por Esdras. Judíos de todas partes se reunían en el Templo para experimentar la visión sagrada del Sumo Sacerdote realizando su servicio, obteniendo el perdón para todo Israel.

Cuando el segundo Templo fue destruido en el año 3830 desde la creación (70 d.C.), el servicio de Iom Kipur continuó. En lugar de que un Sumo Sacerdote ofreciera los sacrificios en Jerusalem , cada judío realiza el servicio de Iom Kipur en el templo de su corazón.

Qué hacer antes de Iom Kipur

Cuarenta días antes de Iom Kipur, el primer día de Elul, comenzamos a tocar el shofar todas las mañanas y a recitar el Salmo 27 después de las oraciones de la mañana y de la tarde. En las comunidades sefaradíes, es costumbre comenzar a recitar Selijot temprano todas las mañanas ( los ashkenazíes comienzan unos días antes de Rosh Hashaná), creando una atmósfera de reverencia, arrepentimiento y asombro que conduce a Iom Kipur.

Durante la semana anterior a Iom Kipur (conocida como los 10 Días de Arrepentimiento ), se hacen adiciones especiales a las oraciones, y la gente es particularmente cuidadosa con la observancia de sus mitzvot .

Así como Iom Kipur es un día de ayuno, el día anterior se dedica a comer y prepararse para este día sagrado. Estas son algunas de las actividades que realizamos el día anterior:

Kaparot se realiza a menudo en las primeras horas de la mañana.
Hay una hermosa costumbre de pedir y recibir un trozo de torta de miel, de modo que si, Di-s no lo quiera, se decreta que debemos ser receptores, se cumpla pidiendo torta de miel y siendo bendecidos con un año dulce.
Comemos dos comidas festivas, una a primera hora de la tarde y otra justo antes del comienzo del ayuno.
Muchos tienen la costumbre de sumergirse en una mikve en este día.
Se hacen donaciones extra. De hecho, se colocan bandejas especiales para la caridad en la sinagoga antes del servicio de la tarde, que incluye la oración de Iom Kipur Al Jeit .
Justo antes de comenzar el ayuno (después de concluida la segunda comida), es costumbre bendecir a los niños con la Bendición Sacerdotal.
Las velas festivas se encienden antes del comienzo del día sagrado.

Cómo se celebra Iom Kipur


El Shabat y las festividades se inician con el encendido de velas. El Shabat y los días festivos se inician con el encendido de velas.

Al igual que en Shabat, no se debe realizar ningún trabajo en Iom Kipur desde el momento en que se pone el sol el nueve de Tishrei hasta que las estrellas salen al atardecer del día siguiente.

En Iom Kipur nos afligimos evitando las siguientes cinco acciones:

Comer o beber (en caso de necesidad, ver aquí y consultar a un profesional médico y a un rabino)
Usando calzado de cuero.
Aplicar lociones o cremas.
Lavar o bañarse.
Mantener relaciones conyugales.

El día se pasa en la sinagoga, donde celebramos cinco servicios de oración:

Maariv, con su solemne servicio Kol Nidrei, en vísperas de Iom Kipur; Shajarit, la oración de la mañana, que incluye una lectura del Levítico seguida del servicio conmemorativo de Izkor; Musaf, que incluye un relato detallado del servicio del Templo de Iom Kipur; Minjá, que incluye la lectura del Libro de Jonás; Neilá , el servicio de “cierre de las puertas” al atardecer, seguido por el sonido del shofar que marca el final del ayuno.

Más allá de las acciones específicas, Iom Kipur está dedicado a la introspección, la oración y la petición de perdón a Di-s.  Incluso durante los descansos entre los servicios, es apropiado recitar los Salmos en cualquier momento disponible.
Qué hacemos después de Iom Kipur


Después de la caída de la noche, el servicio de Neilá de cierre termina con los resonantes gritos de la oración del Shemá : “Escucha, Israel: Di-s es nuestro Señor, Di-s es uno”. Luego, los congregantes estallan en canciones y bailes alegres, después de lo cual se toca un solo toque en el shofar , seguido de la proclamación: “El año que viene en Jerusalem”.

Participamos de una comida festiva después del ayuno, convirtiendo la noche después de Iom Kipur en un Iom Tov en sí mismo.

De hecho, aunque Iom Kipur es el día más solemne del año, está impregnado de una corriente subyacente de alegría: es la alegría de estar inmersos en la espiritualidad del día y expresa la confianza en que Di-s aceptará nuestro arrepentimiento, perdonará nuestros pecados y sellará nuestro veredicto por un año de vida, salud y felicidad.