No ortodoxo

Un Rabino dijo sobre sí que era: ¡No ortodoxo!. ¡No ortodoxo! ¡El término más descriptivo que he oído para representar al judaísmo real!

La creencia de que nada es de la manera que se supone que es, que todo tiene que cambiar, que tenemos que ser diferentes de todos los demás. ¿A esto se debe que los judíos son- los rezongones recalcitrantes, insurgentes, revolucionarios de la historia?, ¿y qué podría ser menos ortodoxo que eso?

¿Acaso el judaísmo no empezó con el paradigma de todos los iconoclastas? Imaginen a Abraham quebrando los ídolos en la casa de su padre, desafiando al rey Nimrod y a todas las normas sociales de la época. Imaginen a Moshé desafiando al Faraón, o Rabí Akiva y los Sabios que desafiaron al macizo Imperio Romano. ¿Esto es lo que se describiría como conducta “ortodoxa” ?

Ser judío es rebelarse. Negarse a contestar el teléfono en Shabat es una rebelión contra la tecnocracia. Guardar la dieta kosher es una rebelión contra el consumismo. Levantarse temprano por la mañana y envolverse en un paño de lana grande, blanca, y atarse tiras de cuero al brazo y colocarse cajas en el brazo y en la cabeza, uniéndose a otros en las esferas místicas y leer de un pergamino antiguo, es una rebelión sincera contra cualquier cosa considerada normal en la vida moderna.

¿Conocen la historia del rabino que está parado afuera en la calle buscando al décimo para su minián? Finalmente, encuentra a un judío. Pero el judío dice: “Lo siento, no estoy ‘enganchado’ con una religión organizada”.

“¡¿Si esto es una religión organizada,” el rabino exclama, ” qué estoy haciendo fuera, atormentando a los peatones?!”

¿Los judíos han sido alguna vez ortodoxos?, ¿existió un tiempo en la historia en que su apariencia y conducta fueron consideradas normales?

El Faraón pensó que estaban locos porque exigieron los derechos de los trabajadores. Los romanos pensaron que estaban chiflados porque no se deshacían de los infantes enfermos. La Iglesia pensó que eran perversos porque no se rendían a la fe de la mayoría. Los racionalistas pensaron que estaban “del tomate” debido a su misticismo, y los románticos los consideraron obtusos por su racionalismo. 

Los Naciones Unidas resolvieron que los judíos son raros sólo porque insisten en existir. Entretanto, todos terminaron adoptando nuestro pensamiento, pero todavía seguimos siendo una anomalía entre las personas.

El Judaísmo nunca puede ser llamado anticuado, porque nunca tuvo que ver con la moda.

¿Entonces, quién propuso este término: “Judaísmo Ortodoxo”?

Les diré: hace doscientos años, cuando el Emperador Napoléon Bonaparte decidió que él era el Mesías y los judíos debían ser liberados, nombró a varios líderes de la comunidad judía para formar un Sanhedrin, una Alta Corte de Rabinos y Estudiosos, como había existido en tiempos antiguos. Así que honrados, ellos casi convencieron a sus compañeros para que se les uniesen. Después de todo, Napoleón era la onda del futuro. Esto era progreso.

Pero algunos rabinos no visualizaron tal progreso. ¿Napoleón, un Mesías? ¿Y París, Jerusalén? Así que los rechazaron. ¡Y por esa negativa terca, para que entendieran cuán retrógrados y estrechos de mentes eran, fueron etiquetados como: ” los RABINOS ORTODOXOS!”

“¡Ortodoxo, schmorthodoxo,” contestaron, “pero el pequeño tipo con la mano pegada a su camisa no es el Mesías!”

Mi Rebe dijo una vez: “Las etiquetas son para las camisas”. De acuerdo, hay otras cosas que pueden llevar etiquetas. Como los Templos Reformistas, las Sinagogas Conservadoras, Reconstruccionistas de los bosques de pinos. Pero los judíos que encontrarán en esos lugares tienen todos sólo una etiqueta: judíos. Porque “judío” no es un término conductual. Es un estado esencial de ser. No es donde usted está, es a donde usted pertenece.

Así que si alguien les pide que describan los tres tipos de judíos de hoy, contesten así:

Hay tres tipos de judíos: 

1. judíos que hacen Mitzvot.

2. judíos que hacen más Mitzvot.

3. judíos que hacen más Mitzvot aun.

Y de esto se trata todo en realidad, porque un judío apenas si puede respirar sin hacer un Mitzvá. Es que ellos son demasiado no ortodoxos.

Por Tzvi Freeman, autor de Trayendo el Cielo a la Tierra.

Cuatro razones para estar contento

Porque es una buena manera de hacer las cosas

Para citar el clásico jasídico Tania, de Rabi Schneur Zalman de Liadi (1745-1812): “Al igual que en el caso de dos personas  luchando, cada una tratando

de derribar al otro, si uno de ellos se mueve con pereza y letargo, será fácilmente derrotado y derribado, aunque sea más fuerte que su compañero. Así también, en la lucha contra la inclinación del mal, uno puede prevalecer sobre ella… sólo con la ligereza que viene de la alegría, y de un corazón que es libre y limpio de cualquier rastro de preocupación y tristeza” Se aplica a la lucha libre, batallas morales y todo lo demás.

Porque es algo bueno

¿Por qué el gozo debe ser sólo una herramienta, un medio para un fin? Es una buena cosa en su propio derecho, una mejor manera de ser. Y no es tan difícil de lograr. Sólo debemos centrarnos en todas las cosas buenas que tenemos y cuánto más reales y duraderas son que las cosas no tan buenas.

Porque es un tiempo feliz.

Ser feliz a veces requiere de esfuerzo, como en la razón anterior. Pero hay momentos en que la felicidad está en el aire, y todo lo que se necesita hacer es abrirse a ella y permitir que entre en nuestro alma. Ahora estamos en ese momento. Nuestros Sabios nos dicen que “cuando el mes de Adar comienza, la alegría aumenta”. Como Haman descubrió desgraciadamente (para él), es un momento en que suceden cosas  buenas  al  pueblo judío. No tenemos que hacer nada para experimentarlo, sólo incorporarla.

Porque es lo que somos

Esta no es realmente una “razón”, así que supongo que significa que hay realmente tres razones, no cuatro.

Los maestros jasídicos nos dicen que nuestra alma es “literalmente una parte de Di-s”. Por lo tanto, la alegría, en última instancia, no es una técnica para dominar, ni un objetivo a alcanzar, ni siquiera un estado al que rendirse. Es lo que somos, en virtud de nuestro vínculo con Aquel que “la fuerza y la alegría están en Su lugar” (I Crónicas 16:27).

¿Por qué escondernos de lo que somos?

¿Por qué no actualizamos las costumbres?

Pregunta: ¿Puedes explicar por qué las leyes nunca pueden revertirse a su forma original? 

Por ejemplo, algunas festividades son dos días fuera de Israel por la dificultad del cuidado de los tiempos cientos de años atrás, pero es algo que ya está resuelto.

Respuesta:

Las costumbres tienen importancia como la Ley, ya que la Torá las reconoce como ley. 

Eso tiene sentido, porque la base de la Torá no es el libro sino las personas. ¿Cómo sabes que la Torá es verdadera? Porque la gente lo atestiguó, la aceptaron, y luego pasaron la tradición. Entonces, sin tradición, no tendríamos Torá.

Pero hay más que eso. 

En verdad, tu pregunta trata un tema central de la Torá. ¿Qué es la Torá? ¿Un libro o sabiduría? Si la Torá fuera un libro, entonces habría una “Torá verdadera”, como está escrita en el libro, y “La Torá disfrazada con costumbres”. De vez en cuando, sacaríamos un disfraz y lo remplazaríamos por otro. En otras palabras, estaría la Torá esencial por el libro, y conjuntos de disfraces desechables.

Pero la Torá no es un libro, es Sabiduría Divina que entra al mundo a través de las experiencias Judías colectivas. 

Lo que estaba escrito en un libro hace 3300 años es la Torá envuelta, como una semilla que contiene el ADN para todo el futuro. El pueblo judío es la Tierra en la que se planta la semilla. Di-s es el jardinero. La diferencia es que un jardinero no sabe cómo van a crecer sus plantas, pero este jardinero tenía todo en mente (debido a que Él está más allá del pasado y futuro).

Él planta la semilla que contiene todo envasado herméticamente en matices, códigos y anomalías, y ve su sabiduría desarrollarse en la historia y tradición.

Por eso, cuando el consenso colectivo judío, incluyendo los rabinos, las abuelas sabias, las madres lactantes y los hombres trabajadores, todos aceptan una tradición que surge de nuestra comprensión de la Torá, Di-s, por así decirlo, chasquea Sus dedos Santos y dice:

“¡Éxito! ¡Lo hicieron!” ahora la respuesta a tu pregunta es obvia:

¿Cómo podríamos desechar el éxito de Di-s?

Por Tzvi Freeman

Vaerá: ¿por qué justo diez plagas?

Hola, ¿Hay algún significado en el número de las plagas? ¿Por qué fueron necesarias las diez?

Respuesta: El número es significativo. En una ocasión, Moisés se acercó a Paró y le dijo: Así dijo el Amo de Israel, “Deja salir a mi pueblo, y déjalos que me celebren en el desierto”. (Shemot 5:1)

Paró respondió: “¿Quién es el amo, que debo escucharlo para dejar salir a Israel? Yo no lo conozco y tampoco dejaré salir a Israel” (Shemot 5:2)

Pero de hecho, Paró sí conocía el concepto de Di-s. Los Egipcios adoraban ídolos de todo tipo, y hasta Paró se consideraba uno de ellos. Pero no creía en un omnipresente, ni en un todopoderoso Di-s quién creó absolutamente todo.

Sabemos que Di-s creó el mundo con Su palabra; para ser más precisos, con diez expresiones. Pero Paró negó estas diez.

Y así también las diez plagas corresponden a los diez elementos con los cuales Di-s creó el mundo, cada uno demostrando un aspecto independiente de la creación, algo que fácilmente podría ser atribuido a la “naturaleza”, y fue enteramente de las manos de Di-s.

Las plagas probaron que Di-s realmente es el omnipresente, y el todopoderoso Creador.

  1. Sangre: La primera plaga, la cual eliminó el agua potable, estableció que Di-s manda sobre el agua.
  2. Ranas: Durante la plaga de las ranas, éstas llegaron a meterse dentro de los hornos de piedra, lo cual probaba que Di-s está por arriba de las creaciones de hombre físico.
  3. Piojos: Con la tercera plaga, piojos, que comenzó desde el polvo, fue sabido que Di-s está por arriba de todo el polvo de la tierra.
  4. Animales salvajes: La cuarta plaga, en la cual los animales salvajes destruyeron todo lo que se les aparecía en el camino, demostró que Di-s está por sobre todos los animales de la tierra.
  5. Pestilencia: A través de la enfermedad esparcida por todos los animales, fue sabido que Di-s controla todo el aire que respiramos.
  6. Sarpullido: El sarpullido en todo el cuerpo de los egipcios establecieron que Di-s puede causar que las personas sufran o sean curadas.
  7. Granizo de fuego y hielo:Esta plaga declaró que Di-s controla el elemento de fuego.
  8. Langostas: Cuando las langostas consumieron todos los cultivos, fue claro que Di-s controla toda la vegetación de la tierra.
  9. Oscuridad: Con la oscuridad que permaneció en los Egipcios por varios días, Di-s demostró que solo Él puede cambiar lo que se encuentra en el cielo.
  10. Muerte de los primogénitos: Con esta plaga se demostró que Di-s está por arriba de los ángeles y mundos espirituales.

Los judios, maestros de la humanidad

La misión que Di-s le dio al pueblo judío es constituirse en maestros de la humanidad. Como en toda relación alumno-profesor hay cosas que aprender de lado y lado, cada uno de los lugares del galut tiene algo que enseñarle a los judíos…

Cuando hablamos de Janucá, y su significado, Friedman aborda el tema de la relación entre los judíos y el mundo circundante. Para él está claro que la convivencia debe darse en el marco del respeto y la tolerancia.

¿Cuáles son las normas que rigen estas relaciones?

Desde el principio de la historia, los judíos hemos sido llamados a ser los maestros del mundo, pues tenemos que enseñarle qué quiere Di-s del hombre. A lo largo de la historia, los pueblos que nos rodean no quisieron oír este mensaje, y algunos hasta llegaron a odiarnos por tratar de enseñarles. Hoy en día la situación es diferente: los pueblos tienen hambre de conocimientos, pero no pueden hallar buenos profesores. 

Nosotros no tenemos que enseñarle a nuestros vecinos qué es ética, pues todo el mundo sabe lo que esto significa. Tampoco tenemos que enseñarles a creer en Di-os, pues todas las demás religiones lo hacen. 

Lo único que nosotros le podemos ofrecer al mundo es el mensaje de que Di-os nos dio la Torá y que en ella se describen las muchas cosas que Él necesita de nosotros, y que hemos llamado mandamientos o mitzvot. Nosotros tenemos que realizar estas acciones principalmente porque Di-s las necesita mucho más que nosotros. Esto es lo que nosotros llamamos el servicio divino, y que está expresado en 613 preceptos solo para los judíos, aunque también haya otros que corresponden al resto de la humanidad. 

Esto es importante que se diga: cualquier ser humano que haga lo que Di-s necesita es justo, y por lo tanto tiene una porción en el mundo venidero.

¿Cuándo un judío está sirviendo realmente a Di-s?

En el momento mismo en que cumple con los mandamientos para satisfacer las necesidades de Di-s. La gente cree que hay preceptos caprichosos como ponerse los tefilín, calzarse primero el zapato derecho, comer en la sucá o encender las velas de shabat. Nosotros no hacemos esto para satisfacer el intelecto humano sino porque Dios tiene necesidad de que se haga. 

Dios es justicia y si él lo necesita es por alguna razón. Yo siempre hago el paralelo entre los deseos de Di-os y los de una madre que le pide al hijo que le traiga té al salón. Una madre nunca le haría esto al hijo sólo por capricho, sino porque lo quiere o precisa de ello, y no para sólo fastidiarlo.

Se ha observado entre los judíos últimamente una tendencia, en el marco de la así llamada Nueva Era, a aventurarse a buscar “la luz” en fuentes exógenas a la religión judía ¿Se puede decir que todo lo no judío es malo? ¿Cómo poder identificar lo que es casher y lo que no lo es?

Si algo viene realmente de Dios, entonces está escrito en la Torá. Si algo la contradice, puede ser que sea espiritual, puede que sea moral, pero no viene de Él. En esto tiene mucho que ver el autorrespeto y la consideración que debe tener el judío por los demás. Cuando un judío está frente a las creencias y prácticas de los demás, debe pensar que él es transmisor de un mensaje único.

¿Qué cosas se pueden aprender de los demás pueblos?

Cada vez que un judío, o un grupo de los nuestros se ha asentado en algún lugar del mundo, ha sido para aprender algo. Esa es la voluntad divina. Cuando nosotros teníamos que saber cómo ser aristocráticos, estuvimos en España. Cuando necesitamos ser industriosos, estuvimos en Europa. De Estados Unidos hemos aprendido la sofisticación y de otros la disciplina.

¿Qué cosas nos puede enseñar los propios países, a donde Dios nos ha traído?

No conozco profundamente cómo son estos países, en los que he estado de paso, pero en general a mí me parece que podemos aprender de toda la América Latina la habilidad de confiar más en Di-s como regente del mundo. Me da la impresión que la gente de aquí es más dependiente de la voluntad divina, y eso se nota en que siempre están más relajados. Nosotros los judíos deberíamos aprender también a estar más tranquilos, sin tanto estrés.

Sobre la asimilación:

Mucha gente piensa que un medio sin antisemitismo ayuda a la asimilación y tal vez esa gente tenga razón, porque efectivamente el rechazo del medio hacia el judío lo obliga a mantenerse dentro de los límites de su pueblo. No obstante, esta no es una situación deseable. Yo creo que el mejor antídoto contra la asimilación es el respeto por uno mismo, que implica necesariamente el respeto por la esencia judía, pues si uno está consciente de que cada uno de nosotros tiene que enseñarle al mundo cuáles son las necesidades de Di-s, el asumir esta misión nos mantiene dentro del judaísmo. Los demás países no necesitan que nosotros nos casemos con sus otros ciudadanos, pues ya tienen suficientes personas para hacerlo. El mundo necesita que nosotros seamos sus maestros.

Rab. Manis Friedman

Adhesión

En los ocho días de Januca encendemos una Menorá de ocho brazos. Pero no encendemos todas las velas cada noche. La primer noche, encendemos una vela, en la segunda dos, y así sucesivamente hasta que en la octava noche, las ocho velas brillan.

Esto demuestra claramente un tema básico en el Judaísmo: siempre debe haber un progreso constante. 

Pude haber encendido una vela ayer, iluminando mi vida y mi ambiente, pero esto no es suficiente para hoy; debo avanzar “de fuerza en fuerza”, dándole más sentido a mi vida. Si Di-s me dio vida hoy, entonces debe ser productiva, debemos progresar más allá de nuestro propio status-quo, de nuestras propias normas. Januca nos enseña que no debemos estar satisfechos con lo que ayer fue bueno.

En el Código de la ley Judía, las leyes de Trefot tratan sobre las anormalidades específicas físicas que hacen que un animal faenado apropiadamente (kasher) adquiera el status de uno no kasher. Un animal Kasher debe ser un animal sano, y una herida mortal o una herida que amenaza su vida lo hace inadecuado para su consumo. 

En el capítulo 58, párrafo 7 de aquellas leyes, el código trae el siguiente escenario: Te encuentras en la orilla de un río y una especie de pájaros kasher vuela sobre ti. De repente, el pájaro se dirige en picada al agua cayendo con un estruendo. Ahora, nada con lentitud hacia la orilla. Estás hambriento, y te gustaría comerlo, faenarlo y almorzarlo. ¿Deberías asumir que ha sufrido un trauma interno y se ha herido con el impacto? ¿O hay una esperanza razonable que está vivo y bien, que si lo faenas y lo inspeccionas encontrarás sus órganos intactos?

La Halajá nos da la siguiente prueba: Si está nadando hacia arriba, contra la corriente, puedes estar tranquilo que se encuentra bien. Si está flotando con la corriente, entonces intenta determinar si el pájaro flota más rápido que la corriente o junto a la corriente. Si nada más rápido, puedes estas seguro que todavía está sano; si simplemente flota con la misma velocidad que la corriente, no te molestes…se está muriendo. 

En el judaísmo, vivir significa un auto mejoramiento constante. Significa estar constantemente proactivo.

Pude haber tenido una crianza inadecuada; puedo tener defectos de carácter, esa es una parte natural de nuestra condición humana. Pero no podemos resignarnos a nuestro carácter o comportamiento negativo. Debemos nadar contra la corriente cuando sea necesario, enfrentar a nuestras respectivas naturalezas. 

Puedo no ver la razón para nada contra la corriente. Quizá me siento satisfecho con mi carácter y con el de mi comunidad. El Judaísmo me dice que no descanse sobre mis laureles, siguiendo la corriente positiva de mi vida o las normas virtuosas de mi sociedad. Debo ir más que aquella norma, más rápido que la corriente. Incluso cuando las cosas están bien, siempre hay lugar para mejorar.

Si sacio mi deseo de productividad con lo que ya he logrado, básicamente he dejado de vivir. 

La actitud judía de la vida es: Si Di-s te dio otro día, obviamente es porque hay algo más para hacer. Nunca hay que satisfacerse con lo que logramos ayer. No podemos sentirnos satisfechos hasta que nos hayamos perfeccionado a nosotros y a nuestro alrededor hasta el punto de llegar a vivir en un mundo tranquilo, pacífico y perfecto: un mundo del Mashiaj.

Por Rabí Mendy Herson

 

Nuestra matriarca Rajel

El 11 de marjeshvan es el Iortzait de Rajel, nuestra matriarca. miles de judíos visitan su tumba en busca de bendición.

Hay un famoso midrash (historia del Talmud) que dice:

Cuando el Beit hamikdash (Gran Templo) fue destruido, Moshé, las matriarcas y patriarcas le rogaron a Di-s para que los judíos volvieran a la Tierra de Israel. Sin embargo, debido a que los judíos habían pecado, Di-s selló el juicio en su contra. Y a pesar de que Abraham, Itzjak, Iaacov y moshé intentaron, hablando de las grandes cosas que habían hecho en su vida, las puertas de la misericordia se habían sellado.

Pero luego habló Rajel. En el mérito de su amor a su hermana Lea, y en mérito de no avergonzarla con gran sacrificio personal, el Todopoderoso anuló su decreto. Di-s le dijo: “Deja de llorar, porque tus oraciones han sido escuchadas”. Y continúan siendo oídas.

Todos conocemos la historia de cómo, el día de su boda, su padre la cambió con su hermana mayor lea, engañando a Yaako) a casarse con “la chica equivocada”. los Sabios preguntan ¿cómo es posible que Yaakov fuera engañado? la respuesta dada es que Rajel y Yaakov habían programado señales para poder comunicarse entre sí. Sabían que eran almas gemelas, pero el padre de Rajel era conocido por ser menos que honesto, y quería estar seguro de su compromiso matrimonial siguiera adelante. Pero cuando llegó el momento y lea había sido “cambiada” de modo que se casaría con Yaakov, Rajel no quería que su hermana se avergonzara. Ella le enseñó las señales, y renunció a su honor y felicidad por su hermana. Fue este acto de amor puro que dio al pueblo judío el mérito para continuar hasta nuestros días.

Esta poderosa oración que Rajel utilizó para defender a su pueblo es una de las muchas razones por la que los judíos se refieren a ella como Rajel Imeinu (Nuestra matriarca Rajel), y otros la llaman mame Rojl. Rajel Imeinu nos ama incondicionalmente, nos cuida, llora por nosotros, y trae nuestras súplicas directamente al oído de Di-s.

Cada año, cientos de miles de ju- díos y no judíos visitan su tumba. la gente reza para encontrar un esposo, para tener hijos, y para cualquier otra necesidad.

Es por Rajel Imeinu, el poder de sus oraciones, y su condición de madre de todos los judíos, que oramos por la gente en el mérito de su madre. Es el llanto de una madre por su hijo que despierta rajamim (misericordia) del Todopoderoso.

Extraído de tefilot.org

¿Qué es un Tzadik?

Ser humano en todo sentido

A menudo la gente llama a alguien tzadik simplemente porque es una persona excepcionalmente buena. Luego hay veces en que se encuentran con un superhéroe espiritual, alguien que se parece más a un ángel que a un ser humano, y dicen: “¡Eso sí que es un tzadik !”.

Pero lo más especial de un tzadik es que realmente es el más humano de los seres humanos.

Tzadik צדיק es una forma del verbo hebreo צדק [TzDK], que conlleva el significado de hacer lo que es correcto y justo. Las pesas que están calibradas correctamente se llaman moznei tzedek .

Se le insta al juez: “ ¡Tzedek , tzedek perseguirás!”. Es decir: lo que fue agraviado debe ser enmendado, lo que fue robado debe ser devuelto a su dueño, el inocente no debe sufrir y aquellos que han causado daño deben ser corregidos para que vuelvan a hacer el bien. Tzedek es hacer que todo sea como debe ser.

De la misma manera, la personalidad del tzadik está calibrada según las especificaciones originales del Fabricante, de modo que todo en él es tal como su Creador quiso que fuera, y todo lo que desea es lo que su Creador desea.

Un tzadik es aquel que encarna la concepción primordial del Creador sobre el ser humano.

Esto significa que el tzadik es un ser humano como todos nosotros. 

El tzadik siente dolor y placer. Sonríe, sonríe, llora y ríe. Sufre amargura de espíritu y danza de alegría. A veces su corazón palpita de amor y otras sus venas arden de indignación. Se siente frustrado por el fracaso y exultante por el éxito; se deleita en las celebraciones de la vida y se lamenta cuando sus seres queridos se alejan de ella. Porque todas estas cosas están incluidas en el carácter del ser humano tal como Di-s lo creó y, por lo tanto, también son divinas.

Como todos nosotros, el tzadik debe comer y dormir. Debe tomarse tiempo para el ocio y disfrutar de la compañía de los demás. Pero hace todas estas cosas de una manera superior, de una manera divina. Porque, para el tzadik, no hay nada que “simplemente sea”. 

Todo tiene un propósito; en todas las cosas él ve un significado. Para el tzadik, todo lo que existe es un medio para conectarse con un Di-s infinito .

Éste es, entonces, un tzadik: aquel en quien vemos nuestro verdadero ser, aquel que nos permite darnos cuenta de que cada uno de nosotros es esencialmente divino. Y así, sólo por estar allí, pero especialmente por nuestro vínculo con él, nos conecta con el Di-s que respira dentro de cada uno de nosotros.

 

Fuente

Se como Yusta

El Midrash relata el siguiente episodio: En los días del imperio romano, en la ciudad de Tzipori, cerca de Tiberia, vivía un hombre simple llamado Yusta. Era el sastre local, y pasaba sus días cosiendo y remendando, en su local de la calle principal.

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