Para pensar, compartir con amigos y llevar a la práctica.
DOS HISTORIAS ACERCA DE ERETZ ISRAEL
1
Rab Jaim Vital llegó a Safed para estudiar con el Santo Arí. El Arí lo llevó a las orillas del Kineret, donde llenó una copa y le dio agua para beber.
“Esta agua proviene del pozo de Miriam, el agua que sostuvo a los judíos durante sus viajes por el desierto. Tiene poderes especiales y beberla te permitirá estudiar la Cábala y absorberla”.
Y era cierto que a Jaim Vital se le dio la capacidad de aprender los secretos sagrados y místicos de la Cábala y dominar ese conocimiento.
En su obra autobiográfica, Shem Ha‐ Guedolim, el Jida (Rabi Iosef David Azulai) escribe que durante la vida del Arí, Jerusalém tenía un gobernador gentil.
Este hombre quería resolver el problema del agua de la ciudad. Estudió la historia antigua de la ciudad y descubrió que durante su guerra con Sanjerib, el rey Jizkiahu había tapado el manantial de Guijón, que fluía del Sagrado Templo y proveía de agua a toda la ciudad.
Lo había hecho para evitar que las
fuerzas enemigas obtuvieran el control de los recursos hídricos.
El gobernador gentil llamó a todos sus asesores y les encargó que encontraran una manera de limpiar el manantial. Finalmente, sugirieron que se llamara a Rab Jaim Vital. Se sabía que era un rabino santo y que podría liberar las aguas.
Rab Jaim no quería obedecer al gobernador, que le había ordenado hacerlo bajo pena de muerte.
Y mediante el uso de los santos Nombres y la oración, se transportó fuera de la Tierra de Israel a Damasco.
2
Una vez, un gran sabio estaba de visita en la corte de un famoso Rebe. En su honor, trajeron a la mesa una botella especial de vino de la Tierra de Israel.
Este vino se usaba con moderación y solo en grandes ocasiones, ya que era una rareza obtener vino de Israel.
Todos esperaban con ansias una pequeña muestra de este vino único, pero cuando se lo sirvieron, el sabio se negó a beberlo y optó por beber en su lugar el simple vino local.
Todos se sorprendieron por su reacción y le preguntaron por qué se negaba a beber el vino especial.
El invitado se mostró reticente, pero cuando se le presionó para que respondiera, dijo: “No soy un experto de los diferentes tipos y variedades de vino.
Tengo miedo de que si pruebo el vino de la Tierra de Israel no pueda percibir su verdadero valor y, por lo tanto, pecaré contra la Tierra Santa, insultaré sus frutos.
Es por eso que prefiero beber solo el simple vino de esta tierra”.
LA PARSHÁ EN PROFUNDIDAD, de las Palabras del Rebe de Lubavitch
En el comienzo de la Parshá, Di‐s recompensa a Pinjás por haber “tomado celosamente Mi causa entre los israelitas y haber apartado Mi ira de ellos”.
La recompensa fue el sacerdocio: Pinjás y sus descendientes serían kohanim. “Le He dado Mi pacto de paz… un pacto de sacerdocio eterno para él y su posteridad después de él”.
Nuestros Sabios dicen que “Pinjás es Eliahu”. Al igual que Pinjás, Eliahu el Profeta era un zelote, que amonestaba al pueblo judío cuando era necesario.
De manera similar, como recompensa por “tomar celosamente Mí causa por Di‐s, el Señor de los Ejércitos”, Di‐s le otorgó un “pacto de paz”: que asistiría a cada ceremonia de Brit Milá.
En un nivel más profundo, el término “pacto de paz” alude a la relación entre el cuerpo y el alma.
Esta conexión fue evidente en Elíahu, ya que su alma nunca se apartó de su cuerpo físico.
En lugar de morir, Elíahu ascendió al cielo “en medio de una tempestad”, tanto en su alma como en su cuerpo físico. ¿Cómo pudo hacer eso? La respuesta está en el concepto de refinamiento.
El cuerpo físico de Elíahu había sido purificado por completo hasta que ya no oscurecía la espiritualidad subyacente del alma, constituyendo así un recipiente para la santidad.
No había necesidad de que Elíahu muriera y fuera enterrado. El cuerpo podía ascender y absorber todas las revelaciones espirituales superiores.
En este sentido, Elías era incluso superior a Moshé. El cuerpo físico de Moshé era sagrado; “la casa se llenó de luz” cuando nació, lo que ilustra cómo su ser físico no era un impedimento para la luz del alma.
Pero, Moshé falleció y fue enterrado, ya que esta luz nunca impregnó por completo su cuerpo hasta el punto de transformarlo fundamentalmente.
Mientras estuvo vivo, el cuerpo de Moisés permitió que la luz del alma brillara a través de él, pero permaneció esencialmente físico.
Esto explica por qué Elíahu será el que anuncie la Redención Final, ya que el significado de la Redención es el refinamiento definitivo del mundo físico y su transformación en un recipiente para la santidad.
En la era mesiánica, “La gloria de Di‐s será revelada y toda carne la verá [la Divinidad]”. La “carne” ‐el plano material‐ podrá percibir “que la boca de Di‐s ha hablado”.
El poder para efectuar esta transformación le fue otorgado a Pinjás; si hubiéramos sido dignos, la Redención Final habría ocurrido inmediatamente después de la entrada de los judíos a la Tierra de Israel. Debido a varios factores negativos, esto no fue así, y todavía estamos esperando. Pero gracias a Di‐s, el anuncio de Elíahu sobre la llegada del Mashiaj es inminente, junto con la era de Redención completa.
Adaptado de Likutei Sijot Vol. II
UN MOMENTO
Que sea la voluntad de Di‐s que
nuestra charla e insistencia sobre
la llegada de nuestro justo Mashiaj
perturbe y empuje tanto a
Di‐s que no tenga otra opción (por así decirlo)
que traer la redención.
Esto es particularmente así porque
Di‐s mismo desea poderosamente la redención,
pues como la Divina Presencia
fue exiliada junto con los judíos, la redención
de los judíos significa también la redención
de Di‐s.
Lo principal es que el “sueño” que
tengo sobre la llegada del Mashiaj ‐que en
realidad es también tu sueño‐ se convierta
en realidad inmediatamente, hoy,
antes de la oración de Minjá.
Y que el “sueño de todos los sueños”
también se haga realidad, que hoy vayamos
“con las nubes de gloria” a nuestra
tierra santa, y recemos la oración de
Minjá de este Shabat en Jerusalém, en el
tercer Templo Sagrado.
(El Rebe, 14 de Tamuz, 1984)
JUDAÍSMO PRÁCTICO
“EL LADO DERECHO
Encontramos en Levítico que la Torá da preferencia al lado derecho del cuerpo. Existe una preferencia similar en las leyes que tratan con las leyes de Jalitzá (el proceso mediante el cual una viuda sin hijos y un hermano del esposo fallecido pueden evitar el deber de casarse). Por lo tanto, es correcto que el
lado derecho del cuerpo reciba un trato preferencial.
VESTIRSE
• Cuando uno se viste, primero se pone la manga derecha. Del mismo modo, uno se pone primero la media derecha y en los pantalones se pone primero el pie derecho.
Del mismo modo, el zapato derecho debe ponerse primero. Sin embargo, cuando nos quitamos nuestras camisas, zapatos, medias, etc., primero se debe quitar la izquierda (ya que al hacerlo, se honra a la derecha).
• Al atar, se le da preferencia a la izquierda. La razón es que como el Tefilín es atado en la mano izquierda, primero se deben hacer nudos en el lado izquierdo del cuerpo. Por lo tanto, los cordones del zapato izquierdo deben ser atados primero. Uno se pone el zapato derecho primero (sin atarlos), luego el zapato izquierdo, ata el zapato izquierdo y luego el zapato derecho.
• Lo mismo se aplicaría a las mangas que se atan con cordones. Dado que los individuos zurdos llevan su Tefilín en la mano derecha, primero se atan el zapato derecho.
Lavado de las manos
• La forma correcta de lavarse las manos al despertarse es: tomar el recipiente que contiene el agua con la mano derecha. Pasarlo a la mano izquierda y luego verter sobre la mano derecha. Luego pasa el recipiente a la mano derecha y lavar la mano izquierda. Este proceso se repite 2 veces más.
Persona zurda
• La persona zurda, debe hacer lo contrario, ya que su mano izquierda (la mano más fuerte) se considera como la mano derecha y, por lo tanto, toma el recipiente con la mano izquierda primero, la pasa a la derecha y lava la mano izquierda primero.
• Al retroceder los tres pasos al final de la Amidá, primero debe caminar con el pie izquierdo. Ya que uno se está despidiendo de Di‐s, el pie izquierdo (que es el pie más débil y no tan natural para moverse) se levanta primero para indicar que es difícil dejar a Di‐s. Por lo tanto, aquel que es zurdo da el primer paso hacia atrás con su pie derecho, que es su pie más débil.
LO QUE SIEMPRE QUISE PREGUNTAR
¿POR QUÉ LA DIETA KASHER PROVOCA QUE LA GENTE SE ENOJE?
Hay centenares de dietas dando vueltas estos días.
Siempre que un grupo de amigos se reúne para comer, alguien dice algo como: “No puedo comer nada aquí, estoy haciendo la dieta de Shmutkin”, o, “No puedo comer hidratos de carbono después de las 10 a.m”, o, “Puedo comer sólo porotos verdes y sandías hasta la próxima luna llena”.
Tales anuncios provocan un pequeño encogimiento de hombros.
Pero cuando alguien dice: “No puedo comer nada aquí, pues como kasher”, la reacción raramente es tan serena.
Por alguna razón, los judíos se sienten desafiados por otro judío que es más observante de lo que ellos son, y a menudo lo toman como un ataque personal.
A su hermana, cuando usted le dice que no puede comer su comida, es como si usted le estuviera diciendo que ella no es lo suficientemente buena para usted, que ella no es tan judía como lo es usted. Usted está hablando sobre sus propios hábitos de comida, pero ella está oyendo un juicio a su identidad judía.
No se trata de una reacción racional. Quizás en usted ella oye la voz subconsciente de su propia alma judía, que anhela vivir una vida más judía. Sea como sea, su tarea consiste en hacer neutral la situación. Usted tiene que aclararle que el hecho de que usted está comiendo kasher no significa de ninguna manera, que esté juzgando o condenando a nadie. Usted ha tomado una decisión sobre su propia observancia. No está pidiendo a nadie cambiar sus costumbres, sino sólo respetar el cambio que ha hecho.
Es su responsabilidad el mantener buenas relaciones con su familia, y para lograrlo debe desvivirse por hacer algo por ello. Continúe visitando a su hermana, y organice la comida kasher para usted. Sea lo más adecuado y menos demandante posible. Si lo maneja correctamente, acercará a la familia, porque usted logrará respetarlos y entenderlos mejor que antes.
La dieta kasher es espiritual. No promete hacerle perder peso o a sentirse saludable, sino se supone que refina el espíritu. Sea un ejemplo viviente de un alma judía refinada de la manera que usted trata a su familia.
Aaron Moss
MENSAJE PARA LA VIDA
CUANDO UN JUDÍO PROFANA EL SHABAT Y SUFRE POR ELLO…
Ese viernes de tarde el cochero trajo su donación a la sinagoga, pero después
de unos instantes, entró un perro y se llevó las velas.
Cierta vez, un simple cochero judío, regresó a su hogar el viernes por la tarde, cuando ya había comenzado el Shabat.
El hombre se sentía muy mal por haber profanado el Shabat, y volcó su corazón ante el Rabino de la ciudad, pidiéndole le indicara la manera de expiar su pecado.
Éste, viendo el enorme sufrimiento del cochero, le dijo que donara una cantidad de velas a la sinagoga.
En ese momento, se encontraba presente el aún desconocido Rabi Iejiel Mijl, el Maguid de Zlotchov, que al escuchar al Rabino pensó: “¿Con sólo esa cantidad de velas se expía semejante pecado?”
Pero nada dijo. Ese viernes de tarde el cochero trajo su donación a la sinagoga, pero después de unos instantes, entró un perro y se llevó las velas.
El pobre judío contó lo sucedido al Rav, quien le aseguró que se trataba de una casualidad
y le indicó que trajera nuevamente las velas la próxima semana.
Sin embargo, el viernes siguiente, todas las velas se derritieron inmediatamente y se apagaron antes de comenzar el Shabat.
El dolor del cochero no tenía fin.
El Rabino dijo al carretero: “Creo que esto sucede a causa del joven que estudia aquí en la
Sinagoga (Rabi Iejiel Mijl), te recomiendo que viajes a visitar a Rabi Israel Baal Shem Tov y le relates lo sucedido”.
El Baal Shem Tov lo escuchó atentamente y le explicó: “La indicación del Rabino es correcta.
Vuelve a tu casa y el viernes trae la cantidad de velas sugerida, te aseguro que nada pasará, y además entrega esta carta al joven Iejiel Mijl”.
El cochero regresó feliz, entregó la misiva a Rabi Mijl, y al viernes siguiente sus velas ardieron con plenitud.
En la carta, Rabi Israel Baal Shem Tov, pedía a Rabi Mijl que viniera de inmediato a
verlo.
Esto sucedió un día martes.
Rabi Mijl alquiló una carreta con urgencia
y viajó a lo de su maestro, sin embargo el recorrido
que demoraba sólo unas horas, le
tomó dos días.
Llegaron a Mezibuz el viernes, muy cerca
del atardecer, sólo unos instantes antes del
comienzo del Shabat.
Cuando Rabi Mijl se presentó ante el Baal
Shem Tov, éste le dijo: “Te he salvado de la
profanación del Shabat. Mijl… ahora puedes
sentir y entender que el judío, cuando profana
el Shabat, siente un inmenso dolor en su corazón
y es suficiente entonces que traiga una
cantidad de velas como expiación…” Sipurei
Jasidim.
“RABI ISRAEL BAAL SHEM TOV ENSEÑÓ QUE DE CADA COSA QUE UNO VE O ESCUCHA
DEBE TOMAR UNA ENSEÑANZA PARA SU SERVICIO A DI-S”