Testimonio urbano: Yo como kasher


Mis amigos saben de mi “cambio de bando” al kashrut. No se hacen ningún problema, aunque miran con cierto resquemor. Nunca falta el chiste al mejor estilo “¿cómo, vos no te pedís una hamburguesa con queso?”, pero siempre lo hacen con buenas intenciones, apelando al sentido del humor.

Como solemos hacer, nos juntamos una noche en la casa de uno a tomar unas copas. Ya desde que me había subido al colectivo una idea retumbaba en mi cabeza: tengo que convencerlos de que comer comida kasher no implica convertirse en rabino. Hay millones de personas que llevan una vida normal pero que, a la hora de alimentarse, siguen éste tipo de dieta. Es más: muchas veces, si no fueran ellos mismos los que lo aclaran, el hecho de que comen comida supervisada pasaría totalmente inadvertido.

Mis amigos seguían entre risas, charlando no sé de qué cosa, pero yo tenía este tema retumbándome en la cabeza. Así que me decidí y lancé el desafío: “Saben qué, ¿por qué no se vienen la semana que viene a casa? Tengo ganas de hacer un asado”. Me miraron incrédulos. Supongo que pensaban que mi nueva dieta consistía sólo de knishes, lajmayin y demás platos judíos.

Lamentablemente, el grueso de la gente ignora que “comida kasher” no es igual a “comida tradicional judía”. Una milanesa, siempre que sea Supongo que pensaban que mi nueva dieta con-sistía sólo de knishes, lajmayin y demás platos judíos. Lamentablemente, el grueso de la gente ig-nora que “comida kasher” no es igual a “comida tradicional judía”. adquirida en carnicerías kasher o en la góndola kasher del súper, tranquilamente puede ser kasher. Entre risas aceptaron, como diciendo “a ver si te salen los latkes a las brasas”. Habían dado el sí. Ahora la pelota estaba de mi lado.

Lo primero que sentí al llegar a mi casa fue temor. ¿En qué habré estado pensando? Pero decidí que no sólo sería un desafío para ellos, sino uno para mí también. El viaje a la carnicería me sorprendió, porque no sabía que existían chinchulines o salchichas parrilleras. Más o menos planifiqué la cuestión: Arrancaríamos con chinchulines, unas mollejas, chorizos y salchichas parrilleras. Además, papas y cebollas al plomo. Después, tira de asado y entraña. Había ojo de bife, pero la verdad es que el precio era de un ojo de la cara (Lo dejo para algún asado que organice mi viejo…).

Ensaladas varias, chimichurri y criolla. Una vez que pasé en limpio el menú me di cuenta de que realmente podía salir bien y ni notarían la diferencia. Finalmente llegó el día esperado: a las 12.00 me puse a hacer el fuego y ya 12.15 empezaron a venir los muchachos. Hicieron los chistes típicos que ya me había imaginado, pero la primera sorpresa llegó en cuanto saqué una bandeja con choripanes: pensaban que era yo el que los estaba cargando. Seguimos con las salchichitas, chinchulines y etcéteras. No voy a negar que uno advirtió que la entraña era “un poco más salada” que la taref (no kasher) y que hubo otro que hizo el previsible chiste de la falta de provoleta, pero nada más. Terminamos llenísimos y yo, chocho. Me dieron la razón: si no les hubiese dicho que era un asado kasher, ni se hubieran dado cuenta. Eso sí, a la hora de repartir gastos, ¡casi me matan!Saludos, Martin.

Parashá en síntesis: Shminí

La inauguración del Tabernáculo duró siete días. El octavo día primero de Nisan del año 2449 después de la Creación se reveló la Presencia Divina y Aharón asumió, por primera vez, su función como Sumo Sacerdote (Cohén Gadol).

El número siete está relacionado con la naturaleza del mundo, con la parte exterior y limitada de la Creación; el número ocho, en cambio, expresa lo que está más allá del orden natural, muestra la revelación espiritual, la Divinidad que está por encima de la naturaleza. Por eso, sólo después de los siete días de consagración tuvieron los judíos el privilegio de presenciar la Gloria de Di-s.

Aharón es considerado la personificación de la paz: la amaba y hacía todo lo que estuviera a su alcance para conseguirla. 

La primera palabra de la Parashá es Vayehi (y pasó). Para algunos de nuestros Sabios, cuando se usa este término se alude a algún acontecimiento trágico, cómo lo fue en este caso la muerte de dos de los hijos de Aharón, Nadav y Avihú, quienes eran físicamente bellos y además poseían un alto nivel espiritual.

Su muerte se produjo por exceso, porque procuraron una cercanía a Di-s mucho mayor que la permitida y, por lo tanto, fueron castigados con severidad, aún cuando sus intenciones eran puras. 

En Yom Kipur, en la lectura de la Torá (Ajarei Mot, Vaikrá 16:7) se menciona también el fallecimiento de los hijos de Aharón, haciendo un paralelo entre un Tzadik y Iom Kipur. Así como el día de Iom Kipur expía nuestros errores y pecados, trayendo perdón, también el fallecimiento de un tzadik trae perdón a su comunidad. 

Di-s instruye a Aharón sobre algunas de las leyes que deben ser cumplidas por los Cohanim, entre las cuales se destaca la prohibición de estar en contacto con un cadáver, salvo que se trate de sus familiares más cercanos (padre, madre, hermano, hermana, hijo, hija y esposa).

El Cohén tampoco podía hacer el Servicio en el Templo después de haber tomado alguna bebida alcohólica, ya que la intoxicación produce sueño, orgullo y disminución de la claridad mental. En la actualidad, esta regla sigue vigente para aquellos que deben juzgar una decisión según la Halajá. 

El carácter de una persona puede ser evaluado según tres criterios: Bekosó (“en su copa”), observando sus hábitos en la bebida, Bekisó (“en su bolsillo”), al observar su forma de trabajar, negociar y dar Tzedaká; Bekaasó (“al enojarse”) según cómo maneje su enojo y temperamento.

En esta Parashá se establecen las señales que diferencian a los animales que son kasher de aquellos que no lo son. Para que un animal sea considerado Kasher debe presentar dos características: tener la pezuña completamente hendida y ser rumiante. 

Existen sólo cinco animales que tienen una de estas características y, por lo tanto, no pueden ser ingeridos. El camello, el conejo, la liebre y otro animal llamado Sh´sua son rumiantes, pero no tienen la pezuña hendida; y el cerdo, que tiene la pezuña hendida, no es rumiante. 

Los animales kasher (aptos para ser comidos) son: gacela, corzo, antílope, búfalo, cabra, montés gamuza, bisonte, toro, oveja, cabra, carnero, ciervo. 

Para que los peces se consideren kasher deben tener aletas y escamas. 

La Torá lista 24 aves que no son kasher, entre ellas se pueden mencionar: águila, buitre, cisne, alcatraz, cigüeña, cuervo, halcón, búho y gaviota. Las demás – a excepción de las listadas en la Torá – pueden ser consumidas, entre ellas encontramos: pollo, gallina, gallo, pato, ganso y pavo. 

Todas las especies animales están mencionadas en la Torá. No hay ninguna especie que se haya descubierto posteriormente. 

Un triunfo familiar

En Hungría, donde nací, ser judío se consideraba “vergonzoso”. 

La palabra “zsido”, judío, era una palabrota. Descubrí que tenía antepasados judíos a los seis años. Me advirtieron que nunca lo mencionara.

Antes de la Segunda Guerra Mundial, la mayoría de los judíos en Hungría eran asimilados y seguían el movimiento neólogo (conservador local). Solían llamarse húngaros de la fe de Moisés y dudaban en contactarse con judíos de otros países. Imprimieron publicaciones engañosas. 

El “Libro de oraciones judío”, no contenía ni una oración judía tradicional, ni una letra en hebreo, era una compilación de poemas en húngaro.

Mi tatarabuela no guardaba las tradiciones judías. Cuando el dominio nazi se hizo evidente, comenzó a encender Velas de Shabat. Su hija, mi bisabuela, se enamoró de un gentil y se casó. Sus dos hijos judíos fueron criados como cristianos. Su hija se convirtió en monja y dedicó toda su vida a curar y enseñar a los necesitados. Su hijo, mi abuelo, se convirtió en protestante religioso. Era un hombre humilde, maravilloso y con mucho conocimiento, amado por todos.

Cuando crecí, comencé a buscar mi identidad. Me sentí atraída por el judaísmo. 

Cuanto más estudiaba, más flotaba en el espacio anhelando una identidad, hasta que finalmente legalicé mi condición de judía a través de una conversión ortodoxa.

 La experiencia especial de sumergirse en un baño ritual, mikve, para completar el proceso de conversión fue impresionante. Mi hermana, que estaba de pie junto a la mikve, dijo que su respiración se detuvo cuando mi último mechón de cabello desapareció bajo el agua y la conversión fue declarada kasher.

Después de salir del agua, sentí todo mi cuerpo energizado. Esta fuerte sensación llenó todo mi ser de pies a cabeza y me tomó muchas horas acostumbrarme a la sensación del alma nueva.

Visité a mi padre ese verano y estaba muy emocionado de recibirme en Shabat. Fuimos de compras juntos y también disfrutó ayudando en la preparación de la comida. Aunque mi padre no estaba obligado a observar el Shabat, respetó mi observancia apagando la televisión. Antes de encender las velas, pusimos la mesa en un ambiente tranquilo. La conversación más cálida que tuvimos durante toda la semana fue en la mesa del viernes por la noche, con una copa de vino kasher.

Entre plato y plato relaté algunos pensamientos sobre la porción semanal de la Torá. El cholent para el día siguiente hirvió a fuego lento durante toda la noche y cuando llegó la hora del almuerzo de Shabat, el aroma y el sabor eran inolvidables. Estos momentos de Shabat fueron los más valiosos que pasé con mi padre durante nuestra visita.

Mi conversión me hizo evaluar las metas de mi vida. 

Decidí tomar una licencia de mi prometedora carrera en informática y me mudé con un par de maletas para estudiar en el Instituto de Mujeres Majon Jana en Crown Heights, Brooklyn. Mis estudios no se parecían a nada que haya conocido antes. La ley judía, la historia judía, la Torá y la filosofía jasídica, una fuente maravillosa para el refinamiento del carácter y la nutrición espiritual, comprendían los coloridos estudios.

Mi bisabuela fue víctima del Holocausto y su hija y sus hijos fueron víctimas del Holocausto intelectual.

Regresé a las raíces judías de mis antepasados. Hitler no ha ganado. Tampoco la asimilación. ¡Sobrevivimos! Si Di‐s quiere, agregaré nuevos nombres a nuestro árbol genealógico judío.

Pequeños grandes detalles

*A Hamán lo colgaron el tercer día de Pesaj

 *El nombre hebreo de Ester era Hadasa(Ester es Persa). 

*Mordejai fue la primera persona de la historia en ser llamado“judío”(Antes se llamaba a los judíos “hebreos” o “Israelitas”)

*Ajashverosh buscó cuatro años una reina, durante los cuales consideró más de 1400 postulantes, antes de elegir a Ester.

*Vashti (la primera reina de Ajashverosh) era bisnieta de Nabuconodosor, el emperador babilónico que destruyó el Primer Templo.

* Hamán fue el que le aconsejó a Ajashverosh que matara a Vashti.

* Mordejai, que se negó a prosternase ante Hamán, era descendiente de Biniamín, el único hijo de Iaakov que no se prosternó al antepasado de Hamán, Esav.

*El decreto de Hamán nunca fue revocado (Ajashverosh emitió sólo un segundo decreto, dándoles a los judíos el derecho a defenderse).

*Todos y cada uno de los judíos en el mundo vivió en el reino de Ajashverosh, por lo tanto todos estaban incluidos en el decreto de Hamán.
 El nombre de Di-s no se menciona ni una sola vez en todo el Libro de Ester.

Purim 2022/5722

Fecha- 16 y 17 de Marzo

¿Qué es Purim?

Purim es una fiesta de alegría que conmemora la salvación del pueblo judío en la antigua Persia del complot de Hamán “para destruir, matar y aniquilar a todos los judíos, jóvenes y ancianos, mujeres y niños, en un solo día”, como está registrado en la Meguilá (Libro de Ester).

Un poco de historia…

El Imperio Persa del siglo IV a.e.c., incluye 127 países, y todos los judíos de aquel entonces son sus súbditos. 

  1. El rey Ajashverósh (Asuero) invita a toda la población a un festín de siete días, como culminación de la fiesta de 180 días en la que participaron representantes de todas las naciones de su vasto imperio.
  2. La reina Vashti es ejecutada por no cumplir sus órdenes y Ajashverósh organiza un concurso de belleza para encontrar una nueva reina. 
  3. Una mujer  judía, Ester, encuentra favor en sus ojos y se convierte en la nueva reina, aunque se niega a revelar sus orígenes.
  4. Haman, que odia a los judíos, es nombrado primer ministro del imperio. Mordejai, el líder de los judíos (y primo de Ester), desafía las órdenes del rey y se niega a inclinarse ante Hamán. 
  5. Hamán está indignado, y convence al rey de emitir un decreto ordenando el exterminio de todos los judíos el 13 de Adar, una fecha elegida por una lotería hecha por el mismo Hamán.
  6. Mordejai reúne a todos los judíos, convenciéndolos de que se arrepientan, ayunen y oren a Di-s. 
  7. Mientras tanto, Ester le pide al rey y a Hamán que se unan a ella para un festín. En una fiesta posterior, Ester le revela al rey su identidad judía. 
  8. Hamán es ahorcado, Mordejai es nombrado primer ministro en su lugar, y se emite un nuevo decreto que otorga a los judíos el derecho de defenderse contra sus enemigos.
  9. El 13 de Adar, los judíos se defienden y matan a muchos de sus enemigos. El 14 de Adar, descansan y celebran. En la ciudad capital de Shushan, se toman un día más para terminar con los ataques y descansan el 15 de Adar.

En profundidad:

Según la lógica, el decreto de Hamán debería haber causado el abandono masivo del judaísmo y la Torá, y la conversión. Sin embargo, a pesar de ser esta la única opción para salvar sus vidas, ni un solo judío lo consideró. Ellos se mantuvieron fuertes en su fe, ya  que la conexión entre el judío y su Creador no  se basa  en la lógica. Es una conexión que viene de su esencia.

¡Vivencialo!

Purim es un día de alegría y unión, unite a los festejos!

* Las  restricciones de trabajo de Shabat y Iom Tov no se aplican a Purim.

1. Meguilat Ester: (jueves 25 de noche y viernes 26 durante el día)

Tanto de noche como de día, concurrí a la sinagoga a escuchar la lectura del Rollo de Ester.

Cuando se menciona el nombre de Hamán acompañado de un adjetivo, hacé girar la matraca o hacé ruido con tus pies para erradicar su malvado nombre.

  • La Meguilá se lee de un rollo de pergamino escrito a mano, con una melodía antigua. Ponete en contacto con nosotros al +5491161974444 si por alguna razón no podes participar ó algún ser querido no puede llegar a la sinagoga para la lectura de Meguilá. Haremos todo lo posible para leer la Meguilá y traer la alegría de Purim a tu casa, oficina, hogar de ancianos u hospital, respetando todas las medidas de distanciamiento.

Entrá a www.purimargentina.com para conocer nuestros puntos de encuentro donde se leerá la Meguilá al aire libre.

2.  Matanot Laevionim – dar a los necesitados (jueves 17 durante el día)

Da dinero a por lo menos dos personas necesitadas. En caso de que no puedas encontrar gente necesitada, tu sinagoga probablemente recolectará dinero para este propósito. Al menos, coloca dos monedas en una alcancía de caridad destinada a los pobres.

Al igual que con las otras mitzvot de Purim, incluso los niños pequeños deben cumplirla.

  • Uno de los temas principales de Purim es la unión como pueblo. Hamán quiso matarnos a todos, todos estábamos en peligro juntos, así que también celebramos juntos. Por lo tanto, en el día de Purim ponemos especial énfasis en el cuidado de los menos afortunados.

3. Mishlóaj Manot- enviar regalos comestibles a los amigos  (jueves 17 durante el día)

Enviá un paquete que contenga al menos dos alimentos y/o bebidas diferentes listos para el consumo (por ejemplo, pastelería, fruta, bebida) a por lo menos un judío amigo.

Podés preparar el tuyo o retirar un “Mishlóaj Manot” listo de tu Beit Jabad más cercano. 

Es preferible que los regalos sean entregados a través de un tercero. Los niños, además de enviar sus propios obsequios de comida a sus amigos, son mensajeros entusiastas.

4. Mishté – Festín (jueves 16 a la tarde)

Reuní a tu familia, y celebrá con una comida festiva de Purim. Tradicionalmente, esta comida comienza antes del anochecer y dura hasta bien entrada la noche.

La mesa debe estar adornada festivamente con un lindo mantel y vajilla. Lavate ritualmente las manos para comer pan o jalá, y disfrutá de una comida con carne, vino y muchas canciones judías, palabras de Torá y el alegre espíritu de Purim. Canten, beban, rían, diviértanse juntos.

5. Rezos especiales:  (miércoles 16 de noche y jueves 17 durante el día)

En el rezo de la Amidá y en el Birkat Hamazón luego de las comidas agregá el párrafo “Veal Hanisim” (“Y por los milagros”) correspondiente al día de Purim. 

Esta oración describe la historia de Purim y agradece a Di-s por los “milagros, redenciones, obras poderosas, actos salvadores y maravillas” que realizó para nuestros antepasados ​​en “aquellos días, en este tiempo”.

6. Disfraces! (miércoles 16 de noche y jueves 17 durante el día)

En Purim, los niños -y algunos adultos osados también- observan la tradición de disfrazarse, una alusión a la mano de Di-s en el milagro de Purim, que estaba disfrazado por eventos naturales. Asegurate de que tus hijos se disfracen de personajes bondadosos y alegres, como Mordejai y Ester.

7. Comida típica: Oznei Hamán (orejas de Hamán)

Los Oznei Haman son galletas cuyo relleno está escondido dentro de la masa, al igual que el milagro de Purim se escondió bajo el disfraz de la naturaleza. Encontrá las mejores recetas aquí.

  • Hasta la destrucción del Primer Templo Sagrado, que ocurrió poco antes del tiempo de Purim, los judíos regularmente vieron milagros abiertos y sobrenaturales. Sin embargo, con la destrucción comenzó un período que dura  hasta el día de hoy,donde Di-s opera “detrás de escena”, y su mano no es tan evidente en los eventos diarios. La historia de Purim fue la primera vez que los judíos se dieron cuenta de que la ausencia de milagros manifiestos no significaba que Si-s los hubiera abandonado.

Otras costumbres:

Parshat Zajor: (sábado 12 de marzo)

El Shabat antes de Purim, se lee la sección de la Torá denominada  Zajor (“Recuerda”), en la que se nos ordena recordar los actos de (la nación de) Amalek (el antepasado de Hamán), que buscaba destruir al pueblo judío y asegurar de que nunca más se repitan.

Ayuno de Ester: (miércoles 16 de marzo)

Para conmemorar la plegaria y el ayuno del pueblo judío durante la historia de Purim, ayunamos el día antes de Purim. Este año ayunamos el lunes 9 de marzo. El ayuno comienza aproximadamente una hora antes del amanecer y dura hasta el anochecer. Consultá el horario exacto de tu ciudad en www.jabad.com.

La “media moneda” (Majatzit HaShékel)  (miércoles 16 de marzo)

Es una tradición dar tres monedas en denominaciones “medias” -por ejemplo, tres monedas de medio dólar- a obras de caridad, para conmemorar el medio shékel con que cada judío contribuía como su parte en las ofrendas comunales en el tiempo del Templo Sagrado. Esta costumbre, generalmente realizada en la sinagoga, tiene  lugar en la tarde del “Ayuno de Ester” o antes de la lectura de la Meguilá.

Shushan Purim (viernes 18 de marzo)

En ciertas ciudades amuralladas antiguas —Jerusalém es el principal ejemplo— Purim no se celebra el 14 de Adar (la fecha de su observancia en el resto del mundo), sino el día 15. Esto es para conmemorar el hecho de que en la antigua ciudad amurallada de Shushan, donde las batallas entre los judíos y sus enemigos se extendieron por un día más, la celebración original de Purim tuvo lugar el 15 de Adar.

El 15 de Adar se llama “Shushan Purim”, y es un día de alegría y celebración también en aquellos lugares donde  se observa Purim el día 14 de Adar.

Cuando Shushan Purim cae en Shabat, como este año, en Jerusalem las MItzvot de Purim se dividen en tres días, observando algunas el viernes, otras el Shabat y las restantes el domingo. Es por eso que se lo llama “Triple Purim”

¿Por qué Hamentash?

Este puede ser un caso de identidad equivocada. Los pasteles de Purim originalmente se llamaban mohntashen, que significa “bolsillos de semillas de amapola”. Hoy en día, la mayoría de los hamantashen se rellenan con mermelada, pero la semilla de amapola solía ser el relleno más popular. Fue un breve salto lingüístico de mohntashen a hamantashen, ya que la gente suponía que había una conexión entre la comida que se comía en Purim y el villano de la historia de Purim.

Los judíos siempre pueden encontrar un alimento para contar una historia. La verdadera razón para comer hamantashen es que simbolizan la naturaleza misma del milagro de Purim.

Si lees la historia de Purim, notarás que fue una serie de aparentes coincidencias las que salvaron al pueblo judío de la aniquilación. No hubo milagros abiertos, ni mares divididos, ni plagas, solo algunos giros y vueltas de la historia que, vistos como eventos separados, parecían bastante naturales. Solo al final de la historia se reveló que había ocurrido un milagro.

El exterior del hamantash es masa. El verdadero sabor se esconde en el interior. Más allá del barniz muy común está el corazón del hamantash, rebosante de dulzura.

Nuestras vidas son muy parecidas. A veces parece que estamos siendo empujados y tirados por fuerzas accidentales. Nos suceden cosas que parecen fortuitas y aleatorias; parece que no hay un sistema establecido, ninguna dirección hacia este universo frío y duro.

Esto no es verdad. Hay un sistema. Pero está escondido. Debajo de la superficie hay una mano dulce y un corazón cálido que dirige el universo.

Rara vez llegamos a ver esta mano. Purim es un día en que se reveló, cuando se abrió una grieta en la capa exterior de la naturaleza y vislumbramos lo que hay más allá.

Purim nos recuerda que todas esas coincidencias no son coincidencias, y nada es al azar. Todavía estamos en el medio de nuestra historia, por lo que es difícil ver la imagen completa. Pero al final veremos que todo es un gran hamantash.

Un pergamino redimido

Mi esposa Esther y yo somos emisarios del Rebe en Bakersfield, California. El clima es desértico y viven unos 2000 judíos en el condado. Pero, con Bakersfield en mente, fuimos al Ohel del Rebe para preguntar si Bakersfield sería un lugar adecuado. Cuando entramos a la sala de estar donde se reproducen videos del Rebe, el Rebe estaba diciendo que todo el mundo es un desierto y que nuestro trabajo es convertir un lugar de esterilidad en un lugar de vida y crecimiento. ¡Hemos estado en Bakersfield desde entonces!

Hace unos años, poco después de Purim, estaba en mi oficina en el Beit Jabad, cuando entró un joven y su familia. Me preguntó si tenía un minuto. Tenía algo que mostrarme y quería saber si yo sabía qué era y si podía traducírselo.
Sacó un pequeño pergamino envuelto en tela. Lo desenrollé suavemente y para mi sorpresa vi que era el Rollo de Ester.

“¿De dónde sacaste esto?” Pregunté, desconcertado.

El rollo estaba envejecido, pero era hermoso.

Él dijo: “Era de nuestro abuelo. Limpiando sus pertenencias lo encontramos. Reconocemos que la escritura es hebrea y pensamos que usted puede ayudar”.

“Nuestro abuelo era teniente de la Fuerza Aérea de los EE. UU. Y lo trajo a casa después de su gira por Europa durante la Segunda Guerra Mundial. Fue testigo del infierno del Holocausto. Nos dijo que vio ‘cosas que ningún ser humano debería ver jamás’. Guardó este pergamino encontrado entre las ruinas de lo que una vez fue”.

Miré el pergamino. Las lágrimas se apoderaron de mí. Les dije: “Este rollo, la Meguilá de Ester, es algo que se lee durante la festividad judía de Purim”.

Cerré los ojos y visualicé cientos, si no miles de hombres, mujeres y niños. Niños disfrazados con trajes de la reina Ester y Mordejai. Deliciosas canastas de comida compartida.

¿Dónde se leyó esta Meguilá? ¿En un shtetl? ¿En una diminuta habitación del ghetto? ¿En una casa grande llena de gente? ¿En un vagón de ganado repleto de hombres, mujeres y niños? ¿Cuántos han escuchado estas hermosas palabras? Celebraciones del pasado. No más. Personas que alguna vez bailaron y abuchearon a Hamán.

Les pregunté si pensaban en devolver este hermoso rollo a la comunidad judía. Darle vida una vez más. Vamos a traerlo de vuelta a la vida, aquí en Bakersfield, California.

Él dijo: “Tengo que preguntarle a mi padre. Pertenecía a su padre”.

Al día siguiente, el hijo del teniente de la Fuerza Aérea de los EE. UU. William David Raines entró y dijo: “Me gustaría devolver esto a la comunidad judía. Este es el lugar al que pertenece. Tenemos que recordar y nunca olvidar”.

Cuán afortunados somos de ser los destinatarios de este regalo. Un regalo de nuestros hermanos y hermanas de Europa 70 años después.

Tendremos esta Meguilá empapada de lágrimas con nosotros durante la celebración de Purim. Los adultos y niños que vengan se reconectarán con la historia de 2500 años de antigüedad, así como con sus antepasados a lo largo de los siglos que se han reunido para escuchar la Meguilá y su mensaje de continuidad judía y abnegación.

Nos comprometemos a recordar a nuestros familiares perdidos, tíos y tías, primos y abuelos y regocijarnos con sus almas. Seguiremos adelante. Nuestra mayor esperanza y oración es que celebremos Purim no solo con los judíos de Bakersfield, sino con todos los judíos de todo el mundo en el Templo Sagrado reconstruido, escuchando la Meguilá leída por Mashiaj, ¡que suceda este año!

Toda la Meguilá


Todo comenzó un Purim a principios de 1980. Rabi Shlomó Schwartz, conocido como Schwartzie, era rabino del campus universitario de Jabad en UCLA (Universidad de California). Trataba de convencer a los estudiantes judíos para que escucharan una lectura de la Meguilá de Ester, pero todos se negaban.

Finalmente, un profesor judío aceptó. Este imaginó que la lectura de la Meguilá tomaría uno o dos minutos. Pero cuando Schwartzie desenrolló un enorme pergamino, el profesor se sobresaltó. “¿Cuánto tiempo llevará esto?” preguntó vacilante. Schwartzie respondió: “Alrededor de 15 a 20 minutos”.

El profesor tenía prisa, ya que tenía un largo camino por recorrer hasta su casa en Irvine. “Lo siento, no podré escuchar la lectura de la Meguilá”. Sin pensarlo dos veces, Schwartzie dijo: “¿Irvine? ¡Yo también tengo que ir allí! ¿Puedes llevarme?”. El profesor aceptó y Schwartzie subió al auto. Irvine está en las afueras de Los Ángeles, aproximadamente una hora en auto.

Mientras conducían, Schwartzie dijo: “Tenemos un viaje largo por delante. Sugiero leer la Meguilá y tú escuchas mientras conduces”. El profesor estuvo de acuerdo.

Después de un viaje de una hora y la lectura de Meguilá, llegaron a Irvine. Para dejarlo en un lugar conveniente, el profesor preguntó a su pasajero: “¿A dónde tienes que ir?” Schwartzie respondió: “A la estación de autobuses”.

Entonces, quedó claro que Schwartzie había hecho el viaje solo para leer la Meguilá para él.

La historia podría terminar aquí, y sería una bonita anécdota sobre un joven y entusiasta rabino de Jabad haciendo lo suyo. Después de 30 años, Schwartzie falleció a principios de 2017.

El rabino Moshe Schwartz, uno de los hijos de Schwartzie, es emisario de Jabad en Massachusetts. En una visita a Crown Heights, conoció a un estudiante en la Ieshivá Jabad.

El joven le preguntó: “¿Eres hijo del rabino Shlomó Schwartz?” Moshe respondió “sí” y el joven insistió en que escuchara su historia. “Crecí en una familia asimilada. Cuando tenía 20 años, decidí aprender más sobre mis raíces judías y estudiar en una Ieshivá. Mis padres se asustaron.

Su sueño era que fuera a la universidad y se desarrolló un feroz conflicto entre nosotros. “Mis padres sugirieron que tuviéramos una ‘intervención familiar’, a la que invitaríamos a mis abuelos para hablar sobre la crisis.

El abuelo era un profesor respetable y mis padres estaban seguros de que apoyaría su perspectiva. “El abuelo escuchó a ambos lados. Luego se volvió hacia mí y me preguntó: ‘¿A qué Ieshivá quieres ir?’ “‘La Ieshivá de Jabad’, respondí. “Sorprendentemente, el abuelo dijo: ‘Bueno, entonces, eso es bueno. Ve allí’.

“Mis padres estaban conmocionados. “El abuelo contó una historia sobre una experiencia que tuvo con un joven rabino de Jabad a principios de los años 80 en UCLA. Fue en Purim. Él era el profesor que conducía el automóvil y escuchó la lectura de Meguilá de Schwartzie. El abuelo concluyó: ‘Si esta Ieshivá educa a los jóvenes a tener tales valores, a tener tal devoción por otras personas al punto de dedicar horas para que alguien más tenga una sola mitzvá, estoy feliz de que mi nieto vaya a estudiar a un lugar así”

Moisés, confianza y humildad

El 7 de Adar (10 de marzo) es el aniversario de nacimiento y fallecimiento de Moshe Rabeinu.

La confianza se encuentra principalmente entre los humildes.

Moshé (Moisés) fue el hombre más humilde. Aún así, tuvo la confianza necesaria para presentarse ante el dictador más poderoso de la tierra y demandar sus exigencias. Tuvo la confianza para estar de pie frente a D-os y escuchar sin perder la compostura. Tuvo suficiente confianza para discutir con D-os, cuando fue necesario.

En su opinión, sin embargo, se consideraba nada.

La confianza de Moisés no era confianza en sí mismo, en el “yo”. Él no tenía “yo”. No era más que un agente de Arriba. Arriba hay poder infinito.

La auto-confianza es, en el mejor de los casos, limitada. Pero si confías en Aquél que te envió aquí para hacer lo que debes hacer, tal confianza no conoce fronteras.

La humildad debe ser legítima. Humildad legítima significa trascendencia del “yo”.

Tal como está escrito, Moshé (Moisés) fue el más humilde de los hombres. Obviamente sabía quién era. Que, de entre todos los hombres, había sido escogido para desempeñar el mayor papel de la historia:

Guiar a un pueblo entero en su liberación de la esclavitud y conducirlo a la mayor revelación de todos los tiempos. Fue el más excelso de los profetas, capaz de hablar directamente con D-os cada vez que lo deseaba. Sabía todo esto, y aún así era humilde.

Porque se decía a sí mismo: “Este no es mi logro personal. Es lo que he hecho con los poderes que D-os me otorgó. Quizás, si algún otro hubiera recibido tales poderes, hubiese hecho un mejor uso de ellos.”

Extraído de “Trayendo el Cielo a la Tierra”, Editorial Keter Tora.

¿Cuál es todo el tema de traer una ofrenda?

Al individuo que no podía permitirse el lujo del gasto monetario de ofrendar un animal en el altar del Templo, se le daba la prerrogativa de traer una comida a cambio, como declara la Biblia en el comienzo del Libro de Vaikrá. Es por ello que la Torá dice: “Venefesh Ki Takriv” – “Cuando una alma (individual) traiga una comida como ofrenda hacia el Señor, su ofrenda será de harina fina; y él verterá el aceite en ella, y pondrá incienso.” (Vaikra 2: 1)

Rashi en su comentario en el versículo nombrado anteriormente, cita el Talmud (Menajot 104.) que dice que la Torá no usa el término “nefesh”, que literalmente significa “alma”, en relación con cualquier ofrenda voluntaria excepto con la ofrenda de comida.

¿Quién trae habitualmente una ofrenda de comida? Un hombre pobre. El Santo, Bendito Sea, dijo: “Yo acredito que esta persona está ofreciendo esta comida como si hubiese ofrecido su misma alma por Mi causa.”

La razón principal y propósito de ofrecer los sacrificios en el Altar del Templo, era imbuir en las personas la importancia de acercarse a Di-s. De hecho, la palabra “Korban” está asociada con la palabra “LeKarev” que quiere decir acercarse.

En la actualidad no tenemos el Beit HaMikdash y no podemos traer los korbanot- ofrendas. Sin embargo, nos acercamos más a Hashem, sacrificando nuestro confort y conveniencias para cumplir con la Voluntad de Di-s.

Rabi Shneur Zalman de Liadi, explica que cualquier ofrenda hecha a Di-s debe venir por necesidad del corazón. Es por ello que la Torá usa la expresión “Adam Ki Iakriv MiKem Korban” – “una persona de ustedes que trae una ofrenda a Di-s”. Sólo cuando la ofrenda viene del alma del hombre y es “de ustedes”, puede lograr el efecto deseado en Di-s y traer al contribuyente de la ofrenda más cerca del Omnipotente.

Para ilustrar el concepto, quiero compartir una historia que escuché de mi abuela, la Rebetzin Miriam Grunhut. Sus padres, Reb Najman y Beila Freidman de Budapest ayudaron a centenares de refugiados judíos durante el Primera Guerra Mundial. Debido a las consecuencias de la conflagración, se dedicaron a criar personalmente a muchos niños huérfanos como sus propios hijos y estaban profundamente involucrados en los proyectos de Tzedaká (caridad) dentro de la ciudad de Budapest. Reb Najman era profundamente querido por todos los Tzadikim (justos) de su generación y era conocido por ser un ‘Poel Ieshuot’ (hacedor de salvaciones) entre las personas en desgracia.

Uno de los grandes estudiosos de Torá y Rebe Jasídico de Polonia, estaba en ese momento fuera de su ciudad debido a la guerra y se alojaba en la casa de Reb Najman.

Mi bisabuela le sirvió una compota de manzana a este Rebe para el almuerzo. El Rebe se volvió a ella y dijo “doz iz fleishig” que significa: “esto es considerado como carne”.

Mi abuela Beila respondió con cuidado y preocupación -sabiendo que este Tzadik se abstenía de comer carne toda la semana salvo el Shabat- y dijo: “Nein, dos iz parve” “No, esto es Parve- neutro, ni de carne ni lácteo”. El Rebe sonrió y dijo: “¡Esto es fleishig (de carne) porque ha sido preparado con el corazón!”.

De hecho, cuando ponemos nuestro corazón en hacer un Mitzvá, esta se transforma en más significativa y nos conectamos a nuestra esencia espiritual.

Por Yehoshua S. Hecht