Purim: ¿Una celebración feminista?

La nueva tradición que promueven las feministas es la “bandera de Vashti”. Para algunos, sirve para hacer de Purim “una oportunidad de honrar el poder feminista”. Otros dicen que se pueden aprender “lecciones valiosas” tanto de Ester como de Vashti. Vashti “se ha convertido en nuestro modelo de mujer fuerte”, explican.

La verdad

O es lo que parecía hasta que extraje un Rollo de Ester para leerlo rápidamente … “En el séptimo día, estando el corazón del rey Ajashverosh alegre de vino, mandó a sus chambelanes a que trajeran a la reina Vashti delante de él vistiendo (sólo) la corona real, para mostrar su belleza a las naciones y ministros, porque ella era muy bonita”.

“Pero la reina Vashti no quiso aparecer por orden del rey llevado por los chambelanes, y el rey se enfureció y su ira hervía en su interior”.

“Bien por ti, Vashti”, mi feminismo proclama. El sonido de machismo puro sólo se hace más fuerte: Así que el rey consultó con los sabios, preguntándoles: “Por ley, ¿qué se debe hacer con la reina Vashti por no obedecer la orden del rey Ajashverosh?”

Memujan declaró ante el rey y los ministros: “No es sólo contra el rey que la reina Vashti ha pecado”, ya que la acción de la Reina llegará a todas las mujeres y menospreciarán a sus maridos en sus ojos porque dirán: “El rey Ajashverosh ordenó que la reina Vashti sea llevada ante él, y sin embargo, ella no fue”.

“Si le place al rey, que haga una Orden Real, para decapitar a la reina Vashti … y todas las mujeres respetarán a sus maridos, nobles y plebeyos por igual…”

La idea agradó al rey y a los ministros, y el rey hizo lo que Memujan le aconsejó. Envió cartas a todas las provincias del rey diciendo que cada hombre deberá ser el “amo en su casa…”

Vashti

Investigué un poco. Esto es lo que encontré.

Vashti no era libre en absoluto. No era una mujer orgullosa que no pudo tolerar exhibirse a sí misma para la gratificación de los hombres.

Era un fraude

Primero, ya había posado en el pasado sólo con una corona.

Segundo, con gusto lo hubiera hecho nuevamente, si no fuera que tenía una erupción que cubría su cuerpo.

Tercero, tenía a sus sirvientas judías vestidas ridículamente o desnudas, para humillarlas.No, Vashti no era feminista.

Se veía exactamente como un hombre la veía en esa época, como un ícono de belleza, no una persona. Nunca salía en público a no ser que se viera perfecta.

Ester

Cuando llegó el turno de Ester para ir al rey, no pidió nada (cosméticos) distinto a lo que Hegai instruyó. Y (por lo tanto) Ester halló gracia a los ojos de todos los que la veían.

Aquí había una mujer que brillaba con una autoestima saludable. Se valoraba a sí misma a través de su apariencia. Luego de haber ayunado tres días, se veía verde. No se escondió detrás de una máscara de maquillaje, o joyas, sin embargo, brillaba.

Con dignidad, propósito y gracia.

Ajashverosh no estaba acostumbrado a ver mujeres auténticas.

El hecho de que se inclinó ante Ester fue la prueba viviente. Incluso un necio como él no pudo evitar sentirse impresionado de la dignidad de Ester.

Entonces, después de todo lo ocurrido, ¿Quién de las mujeres de la historia de Purim era realmente libre?

Purim: ¿histórico o actual?

Rosh Jodesh Adar: “El mes que se dio vuelta para ellos, de tristeza en alegría, de duelo en Festividad”.

Adar -el mes hebreo en que se festeja Purim, no solo se caracteriza por ello, sino que, en palabras de nuestros Sabios, es “el mes que se dio vuelta para ellos, de tristeza en alegría, de duelo en Festividad”.

No sólo Purim es un día de regocijo y alabanza al Creador por la milagrosa salvación del pueblo judío en épocas de Asuero, Rey de Persia, sino que todo el mes, desde su comienzo hasta su culminación, invoca a incrementar el regocijo. “Desde que se inicia Adar, se incrementa la alegría”.

Purim es un suceso de nuestra historia, acontecido hace mucho tiempo. Pero su recuerdo, y más aún, su enseñanza, deben ser cosa del presente, según nuestros Sabios estipulan en la Mishná: “Quien lee la Meguilá, el Rollo de Ester, en forma retroactiva, de atrás hacia adelante – no cumplió el objetivo de esta lectura”. 

Literalmente, lo que nuestros Sabios disponen es la lectura metódica y cronológica según el mismo Rollo de Ester la presenta. Pero, oculta en sus palabras, se halla una profunda instrucción: quien lee la Meguilá retroactivamente hacia atrás y ve en los sucesos de Purim, la causa del decreto de exterminio de todo nuestro pueblo y su posterior milagrosa salvación, como hechos del pasado, únicamente de carácter histórico, pero desligados de la realidad personal y contemporánea, no cumplió, no ha logrado trasladar a su corazón y a su mente, a su conciencia judía, el significado cabal que el relato encierra.

En todas las épocas, el pueblo judío, o, mejor dicho, algunos de sus componentes, han creído encontrar soluciones propias, en diferentes ideologías, al eterno conflicto de identidad de un pueblo entre pueblos. Y, al estudiar las estadísticas de asimilación, resulta lógico que, al menos, alguien se moleste siquiera en buscar alguna solución. Cierta vez, a modo de excusa, alguien dijo al anterior Rebe de Lubavitch que, en un caso de incendio, no se busca agua pura y cristalina para apagarlo. Se arroja al fuego lo que se pueda, lo que se tenga en mano. A ello replicó el Rebe “Pero hay que tener cuidado de que no se trate de gasolina”.

La historia de Purím nos enseña cual es el verdadero elemento, el único viable, comprobado en multitud de oportunidades a través de los milenios, para apagar el voraz incendio de la asimilación, más poderoso y destructivo incluso que las cámaras de gas en la época del nazismo. Mordejai, y todo el pueblo judio ora a Di-s, se acerca al estudio de la Torá, única fórmula que ha superado todas las pruebas experimentales y que ha demostrado, sin un solo fracaso en su haber, ser el único medio eficiente.

“Hay un pueblo peculiar” -dijo Hamán. Y así es. Cuando somos peculiares, cuando nuestra vida está dictada por los valores de nuestra sagrada Torá, nuestra unidad como pueblo eterno es indestructible. Somos, entonces, “un pueblo único, eterno, como la Torá es única y eterna.

Uno más uno = Purim

¡Hay tantas mitzvot excitantes y costumbres para cumplir a lo largo de la fiesta! Disfrazarse, comer homentashn (masita típica llamada “orejas de Hamán”) como postre a la comida de Purim (de ciruela, amapola, frambuesa, etc.), girar la matraca al oír el nombre de Hamán en el Meguilá, y dar regalos de comida -mishloaj manot a los amigos.

¿Cuál es la similitud subyacente entre todas estas mitzvot y costumbres? Quitémonos las máscaras, abramos el mishloaj manot, miremos dentro de la Meguilá – quitemos los envoltorios de todo – y veremos el común denominador intrínseco a ellos todos.

Cuando uno se disfraza, su identidad es disimulada. Rico o pobre, inteligente o intermedio, bonito o feo, ya no percibimos las diferencias físicas,económicas o intelectuales que pueden separarnos. Sí, un traje es caro, otro más original, y hay centenares de Reinas Esther. Pero es obvio que éstos son sólo externos. Ellos no son la persona dentro del traje. Cuando nos disfrazamos en Purim nuestras diferencias son superficiales. Somos iguales.

La Meguilá, esa historia excitante que recuerda el triunfo de la justicia por encima del mal, y la fe de los judíos en Di-s por encima de los esquemas viles de Hamán, también es una lección de la igualdad y unidad judía. Pues sólo luego de que los judíos se unieron, se salvaron del plan de aniquilación de Hamán. Los hombres, mujeres, y niños, estudiosos y zapateros, campesinos y la Reina, todos ayunaron y oraron durante tres días y noches para quitar el decreto. Y porque se unieron, pues cada uno se sentía igualmente responsable y capaz para afectar un cambio, sus oraciones y penitencia fueron aceptadas.

En cuanto a los homentashn, algunos dicen que nos recuerdan el sombrero de Hamán o sus orejas. Pero también simbolizan a lo que está oculto. La mano de Di-s, estaba oculta durante el episodio de Purim: las casualidades que llevan a Esther a que sea coronada Reina, Mordejai que oye por casualidad el complot de los guardias para matar a Asuero, etc., parecían naturales. Pero ellos eran – como todo en la vida – la Providencia Divina, la manera en que Di-s forma un enigma intrincado.

Así como el relleno es disimulado en los homentashen y Di-s estaba oculto durante la época de Purim, el elemento Divino dentro de cada uno de nosotros está- a menudo- oculto. Lo Divino dentro es nuestra alma la parte propiamente dicha de Di-s que nos da vida. Y aunque es intangible, aunque su existencia es a menudo disimulada, el alma es el gran igualador de todos nosotros. Pues, aunque un judío haga más mitzvot que otro, o tenga una educación judía más comprensiva, o es más amable, el ser de nuestras almas y su fuente es la misma: Di-s.

Por último, tenemos el Mishloaj Manot, esos paquetes deleitables de golosinas. Van de una simple bolsita con alimentos hasta obsequios elegantes. Hay numerosas formas de empaquetarlos, precios y productos, pero todos tienen una cosa en común:

crean unidad. Habitualmente, damos el mishloaj manot a través de un mensajero, involucrando a un tercero en la mitzvá. Al dar estos regalos, no sólo nos conectamos con la persona a quien se lo estamos dando, sino también a una tercera persona. Y el mensajero puede ser cualquiera-joven o viejo, amigo o extraño, varón o mujer.

Purim es un momento especial para participar en las mitzvot de Purim o de reforzar nuestra observancia de ellas. Pues, como el Rebe declaró inequívocamente, la Redención es inminente y cada acto de bondad, cada hecho bueno, cualquier mitzvá adicional, nos ayuda a prepararnos y preparar al mundo para la era Mesiánica que se está desplegando ante nuestros ojos.

(Adaptado del L’chaim)

Guía de Purim

¿Qué es Purim?


Purim es una fiesta de alegría que conmemora la salvación del pueblo judío en la antigua Persia del complot de Hamán “para destruir, matar y aniquilar a todos los judíos, jóvenes y ancianos, mujeres y niños, en un solo día”, como está registrado en la Meguilá (Libro de Ester).

Un poco de historia…

El Imperio Persa del siglo IV a.e.c., incluye 127 países, y todos los judíos de aquel entonces son sus súbditos.

  • El rey Ajashverósh (Asuero) invita a toda la población a un festín de siete días, como culminación de la fiesta de 180 días en la que participaron representantes de todas las naciones de su vasto imperio.
  • La reina Vashti es ejecutada por no cumplir sus órdenes y Ajashverósh organiza un concurso de belleza para encontrar una nueva reina.
  • Una mujer judía, Ester, encuentra favor en sus ojos y se convierte en la nueva reina, aunque se niega a revelar sus orígenes.
  • Haman, que odia a los judíos, es nombrado primer ministro del imperio. Mordejai, el líder de los judíos (y primo de Ester), desafía las órdenes del rey y se niega a inclinarse ante Hamán.
  • Hamán está indignado, y convence al rey de emitir un decreto ordenando el exterminio de todos los judíos el 13 de Adar, una fecha elegida por una lotería hecha por el mismo Hamán.
  • Mordejai reúne a todos los judíos, convenciéndolos de que se arrepientan, ayunen y oren a Di-s.
    Mientras tanto, Ester le pide al rey y a Hamán que se unan a ella para un festín. En una fiesta posterior, Ester le revela al rey su identidad judía.
  • Hamán es ahorcado, Mordejai es nombrado primer ministro en su lugar, y se emite un nuevo decreto que otorga a los judíos el derecho de defenderse contra sus enemigos.
  • El 13 de Adar, los judíos se defienden y matan a muchos de sus enemigos. El 14 de Adar, descansan y celebran. En la ciudad capital de Shushan, se toman un día más para terminar con los ataques y descansan el 15 de Adar.

 

Las  restricciones de trabajo de Shabat y Iom Tov no se aplican a Purim.

 

Purim es un día de alegría y unión, unite a los festejos!

En profundidad:

Según la lógica, el decreto de Hamán debería haber causado el abandono masivo del judaísmo y la Torá, y la conversión. Sin embargo, a pesar de ser esta la única opción para salvar sus vidas, ni un solo judío lo consideró. Ellos se mantuvieron fuertes en su fe, ya  que la conexión entre el judío y su Creador no  se basa  en la lógica. Es una conexión que viene de su esencia.

¡Vivencialo!

Purim es un día de alegría y unión, unite a los festejos!

1. Meguilat Ester

Tanto de noche como de día, concurrí a la sinagoga a escuchar la lectura del Rollo de Ester.

Cuando se menciona el nombre de Hamán acompañado de un adjetivo, hacé girar la matraca o hacé ruido con tus pies para erradicar su malvado nombre.

    • La Meguilá se lee de un rollo de pergamino escrito a mano, con una melodía antigua. 

Entrá a www.purimargentina.com para conocer nuestros puntos de encuentro donde se leerá la Meguilá al aire libre.

2.  Matanot Laevionim – dar a los necesitados 

Da dinero a por lo menos dos personas necesitadas. En caso de que no puedas encontrar gente necesitada, tu sinagoga probablemente recolectará dinero para este propósito. Al menos, coloca dos monedas en una alcancía de caridad destinada a los pobres.

Al igual que con las otras mitzvot de Purim, incluso los niños pequeños deben cumplirla.

    • Uno de los temas principales de Purim es la unión como pueblo. Hamán quiso matarnos a todos, todos estábamos en peligro juntos, así que también celebramos juntos. Por lo tanto, en el día de Purim ponemos especial énfasis en el cuidado de los menos afortunados.

3. Mishlóaj Manot- enviar regalos comestibles a los amigos.

Enviá un paquete que contenga al menos dos alimentos y/o bebidas diferentes listos para el consumo (por ejemplo, pastelería, fruta, bebida) a por lo menos un judío amigo.

Podés preparar el tuyo o retirar un “Mishlóaj Manot” listo de tu Beit Jabad más cercano. 

Es preferible que los regalos sean entregados a través de un tercero. Los niños, además de enviar sus propios obsequios de comida a sus amigos, son mensajeros entusiastas.

4. Mishté – Festín

Reuní a tu familia, y celebrá con una comida festiva de Purim. Tradicionalmente, esta comida comienza antes del anochecer y dura hasta bien entrada la noche.

La mesa debe estar adornada festivamente con un lindo mantel y vajilla. Lavate ritualmente las manos para comer pan o jalá, y disfrutá de una comida con carne, vino y muchas canciones judías, palabras de Torá y el alegre espíritu de Purim. Canten, beban, rían, diviértanse juntos.

5. Rezos especiales.

En el rezo de la Amidá y en el Birkat Hamazón luego de las comidas agregá el párrafo “Veal Hanisim” (“Y por los milagros”) correspondiente al día de Purim. 

Esta oración describe la historia de Purim y agradece a Di-s por los “milagros, redenciones, obras poderosas, actos salvadores y maravillas” que realizó para nuestros antepasados en “aquellos días, en este tiempo”.

6. Disfraces!

En Purim, los niños -y algunos adultos osados también- observan la tradición de disfrazarse, una alusión a la mano de Di-s en el milagro de Purim, que estaba disfrazado por eventos naturales. Asegurate de que tus hijos se disfracen de personajes bondadosos y alegres, como Mordejai y Ester.

7. Comida típica: Oznei Hamán (orejas de Hamán)

Los Oznei Haman son galletas cuyo relleno está escondido dentro de la masa, al igual que el milagro de Purim se escondió bajo el disfraz de la naturaleza. 

Hasta la destrucción del Primer Templo Sagrado, que ocurrió poco antes del tiempo de Purim, los judíos regularmente vieron milagros abiertos y sobrenaturales. Sin embargo, con la destrucción comenzó un período que dura  hasta el día de hoy, donde Di-s opera “detrás de escena”, y su mano no es tan evidente en los eventos diarios. La historia de Purim fue la primera vez que los judíos se dieron cuenta de que la ausencia de milagros manifiestos no significaba que Di-s los hubiera abandonado.

Otras costumbres:

Parshat Zajor

El Shabat antes de Purim, se lee la sección de la Torá denominada Zajor (“Recuerda”), en la que se nos ordena recordar los actos de (la nación de) Amalek (el antepasado de Hamán), que buscaba destruir al pueblo judío y asegurar de que nunca más se repitan.

Ayuno de Ester

Para conmemorar la plegaria y el ayuno del pueblo judío durante la historia de Purim, ayunamos el día antes de Purim. El ayuno comienza aproximadamente una hora antes del amanecer y dura hasta el anochecer. Consultá el horario exacto de tu ciudad en www.jabad.com.

La “media moneda” (Majatzit HaShékel) 

Es una tradición dar tres monedas en denominaciones “medias” -por ejemplo, tres monedas de medio dólar- a obras de caridad, para conmemorar el medio shékel con que cada judío contribuía como su parte en las ofrendas comunales en el tiempo del Templo Sagrado. Esta costumbre, generalmente realizada en la sinagoga, tiene  lugar en la tarde del “Ayuno de Ester” o antes de la lectura de la Meguilá.

Shushan Purim

En ciertas ciudades amuralladas antiguas —Jerusalém es el principal ejemplo— Purim no se celebra el 14 de Adar (la fecha de su observancia en el resto del mundo), sino el día 15. Esto es para conmemorar el hecho de que en la antigua ciudad amurallada de Shushan, donde las batallas entre los judíos y sus enemigos se extendieron por un día más, la celebración original de Purim tuvo lugar el 15 de Adar.

El 15 de Adar se llama “Shushan Purim”, y es un día de alegría y celebración también en aquellos lugares donde  se observa Purim el día 14 de Adar.

El hombre es como un árbol del campo

El decimoquinto día del mes hebreo de Shvat , o Tu BShvat , se conoce como el “ Año Nuevo de los Árboles ”. Puesto que la Torá compara al hombre con “un árbol del campo”,  este día es —por extensión— celebrado también por el hombre.

La germinación y el desarrollo de una pequeña plántula hasta convertirse en un árbol maduro y que produce frutos es una de las transformaciones más inspiradoras de toda la creación de Di-s .

En primer lugar, se desarrolla el sistema de raíces del árbol. A continuación, surgen el tronco y el cuerpo del árbol, así como las ramas y las hojas. Finalmente, llega el momento en que el árbol da frutos.

Las raíces están, en su mayor parte, ocultas a los ojos del observador. Sin embargo, es de ellas de donde el árbol obtiene su principal fuerza vital. Si bien es cierto que las hojas también nutren al árbol al absorber la luz solar, etc., aun así, las raíces son el sostén principal del árbol; si las cortas, el árbol pronto se marchitará y morirá.

Además, las raíces permiten que el árbol esté firmemente arraigado en la tierra y resista fuertes ráfagas de viento u otros elementos que pretendan arrancarlo.

El tronco y el cuerpo del árbol, incluidas las hojas, constituyen la inmensa mayoría de la masa real del árbol. Esta parte del árbol generalmente se encuentra en un estado de crecimiento constante, como lo demuestra el aumento del grosor del tronco y de las ramas, la aparición de hojas adicionales, etc. Además, la edad del árbol se puede determinar a partir de su tronco y cuerpo, especialmente a partir de sus anillos anuales.

A pesar del predominio físico del tronco y del cuerpo del árbol, éste alcanza su estado de perfección sólo cuando da fruto. Esto es así en mayor grado cuando la semilla contenida en el fruto sirve de antecesor y semilla para los árboles futuros de las generaciones venideras.

El hombre también tiene raíces, posee tronco y cuerpo y produce frutos. En muchos aspectos existe un notable grado de similitud entre el desarrollo del hombre —incluso su desarrollo espiritual— y el de un árbol.

Las raíces del hombre son su fe. Es la fe de la persona la que la une y la vincula con Di-s , la fuente y el manantial de su existencia. Incluso después de que el judío crece en el conocimiento de la Torá y en el cumplimiento de los mandamientos Divinos, sigue obteniendo su fuerza vital a través de su creencia en Di-s, el judaísmo y la Torá.

Por el contrario, un debilitamiento del sistema de raíces espirituales de la fe puede tener consecuencias nefastas incluso para un individuo que por lo demás esté espiritualmente bien desarrollado.

Una vez que se ha alcanzado el nivel de tener raíces de fe viables, una persona puede sentirse inclinada a dormirse en los laureles. En este punto, el árbol nos enseña que está compuesto predominantemente de tronco, ramas y hojas. El hombre también debe estar compuesto predominantemente de estudio de la Torá y buenas obras. En términos espirituales, esto significa que un judío nunca puede estar satisfecho sólo con la fe, porque sería como un árbol que echó raíces pero nunca desarrolló tronco, ramas y hojas. Un “árbol” así, en realidad, no es un árbol en absoluto: sus raíces están ahí, pero nada más. Además de raíces sanas, un judío debe tener el complemento completo de tronco, ramas, hojas, etc.

El tronco, las ramas y las hojas del judío son el estudio de la Torá, el cumplimiento de los mandamientos Divinos y las buenas acciones. Deben constituir la abrumadora mayoría de sus actividades. De hecho, uno puede determinar la “edad” de un judío midiendo sus “anillos”: cuántos de sus años ha pasado en busca del conocimiento espiritual y de acciones sustanciales.

Además, así como el cuerpo de un árbol crece constantemente, también debe haber un crecimiento constante en el tronco, las ramas y las hojas del judío: en el estudio de la Torá, en el cumplimiento de los mandamientos Divinos y en las buenas acciones.

Sin embargo, por más loables que sean todas estas cosas, el hombre alcanza su estado de plenitud sólo cuando, como un árbol, da fruto, afectando a sus amigos y vecinos de tal manera que ellos también cumplan el propósito de su creación. Al hacerlo, produce una cosecha inagotable de frutos, generación tras generación.

 

Basado en Likkutei Sichos , vol. VI, págs. 308-309 .

Tu B’Shvat: Conceptos básicos

Por Yerachmiel Tilles

El 15 de Shevat , Rosh HaShaná de los árboles, enseña que para evitar la muerte espiritual, el judío debe permanecer siempre apegado a su fuente, la Torá y el judaísmo, y crecer continuamente en su servicio a Dios . Este servicio no debe realizarse con frialdad, por fuerza de la costumbre, sino con calidez y vida.

El día quince del mes de Shevat es Rosh HaShanah para los árboles. Esto tiene un significado especial para los judíos, cada uno de los cuales es comparado con un árbol, como está escrito: “Porque el hombre es como un árbol del campo”. 

Un árbol comienza con una semilla, crece, alcanza la madurez, da fruto, y de sus semillas crecen otros árboles y dan fruto. Lo mismo ocurre con el ciclo de vida humano.

El hombre comienza con un embrión, crece, madura y da fruto, que en el caso del judío es la Torá y las mitzvot .  Y, así como otros árboles eventualmente brotan de las semillas de un árbol, también uno debe asegurarse de que otros judíos crezcan espiritualmente y den su propio “fruto”. Un judío no puede conformarse con su propia cosecha espiritual, sino que debe acercar a otros judíos a su herencia.

Un árbol es parte del reino vegetal. Las plantas, a diferencia de los animales, mueren si se las arranca de la tierra; existen y crecen sólo cuando continúan recibiendo alimento de su fuente.

Un judío también vive y crece espiritualmente sólo cuando está conectado con su fuente, la Torá y el judaísmo. No basta con que un judío haya estudiado Torá y realizado mitzvot una vez . Debe recibir constantemente alimento de sus raíces o correr el riesgo de morir espiritualmente.

Necesidad y placer en la Torá

El Rosh HaShaná de los árboles se celebra comiendo frutas. En concreto, se acostumbra comer frutas con las que se alaba a la tierra de Eretz Israel . Hay siete tipos de productos con los que Eretz Israel es especialmente bendecida, mencionados en el versículo: “Una tierra de trigo y cebada, y vides, higueras y granados, una tierra de olivos y miel (de dátiles)”.  De estos siete, dos, el trigo y la cebada, son cereales, y los otros cinco son frutas.

Del trigo y la cebada se hace el pan, y el pan es básico en la dieta de una persona, una necesidad para sostener la vida. La fruta se come por placer. La Torá a veces se compara con el pan  y el agua  —necesidades—; y a veces con el vino, el aceite  y la miel 10 —alimentos para el placer—. La primera se refiere a la dimensión revelada de la Torá, el Talmud , la halajá, etc., porque debe ser estudiada por todos los judíos, en todo momento, bajo todas las circunstancias. La segunda corresponde a la parte mística de la Torá, porque su estudio no siempre fue obligatorio para todos los judíos. En generaciones anteriores, el estudio del reino místico estaba limitado a unos pocos elegidos, cuya elevada estatura espiritual los hacía capaces de apreciar su profundidad.

Complemento de la dieta espiritual

Sin embargo, eso era en tiempos pasados. En las últimas generaciones, se ha vuelto obligatorio para todos los judíos aprender el reino místico de la Torá, como lo dictamina R. Schneur Zalman de Liadi , el Alter Rebe , en su Shulján Aruj .

Este cambio se produjo debido a la decadencia espiritual del pueblo judío a lo largo de las generaciones. En años anteriores, el pueblo judío era lo suficientemente fuerte como para necesitar sólo “pan” y “agua” para mantenerse espiritualmente sano. Pero a medida que su salud espiritual declinaba, las necesidades básicas no eran suficientes; se necesitaba un complemento a la dieta del pueblo judío, alimentos que dieran más fuerza y ​​vigor. Ese alimento es el estudio del reino místico, el “fruto” que proporciona placer. 

Así, encontramos que desde el tiempo del AriZal , se convirtió en una mitzvá , un mandato y una obligación, revelar los secretos de la dimensión oculta de la Torá. Esto recibió un impulso adicional con la fundación del Jasidismo por el Baal Shem Tov , y alcanzó su culminación en Jabad , que hizo que el Jasidismo estuviera disponible para todos los judíos como un enfoque disciplinado e intelectual de servicio a Di-s .

Razón para comer fruta

El quince de Shevat no es una festividad ordenada por la Ley Escrita, como, por ejemplo, lo son Pesaj , Shavuot y Sucot . Tampoco se encuentra en la Ley Oral, a diferencia de Janucá y Purim , cada una de las cuales se llama festividad, y en las que se recita la oración especial Al HaNissim . En la Mishná ,1 el quince de Shevat se menciona como el Rosh Hashaná de los Árboles, pero no se lo menciona como festividad. Su celebración es puramente una costumbre judía ; asimismo, el Magen Avraham dictamina que es una costumbre comer fruta en este día.

Precisamente porque el cumplimiento de algo mencionado específicamente en la Ley Escrita u Oral es obligatorio, no proporciona un placer especial para el alma del judío. Una costumbre, por otro lado, no es (tan) obligatoria para el judío, y su alma, por lo tanto, tiene un placer especial en llevarla a cabo.

En otras palabras: la guía de conducta de un judío es la halajá , la ley judía, que establece el estándar básico y mínimo para cumplir con la Torá y las mitzvot. Una costumbre es un incremento más allá de lo que exige la halajá . Di-s, el Dador de la Torá, recibe un placer especial cuando un judío se comporta más allá de sus requisitos mínimos. Y el conocimiento de que uno ha merecido proporcionar placer a Di-s automáticamente produce el mayor placer para un judío.

Hemos dicho que la fruta proporciona placer. Como la celebración del 15 de Shvat es una costumbre , se celebra comiendo fruta específicamente, pues tanto las costumbres como la fruta son la idea del placer.

Cumplimiento de mitzvot con placer

En esto hay una lección para el servicio del hombre a Di-s. La observancia del 15 de Shvat —una costumbre— enseña al judío que su servicio no debe limitarse a aquellos asuntos que son absolutamente obligatorios. El judío debe sumar constantemente a su servicio a Di-s, proporcionando así placer tanto a su Creador como a sí mismo. No importa cuán elevado sea su nivel actual, no puede permanecer estático; siempre debe elevarse más.

Las mitzvot no deben realizarse rutinariamente y con frialdad, por la fuerza de la costumbre. Un judío debe involucrarse tan totalmente en la Torá y las mitzvot que su observancia de ellas sea puro placer. Un ejemplo: los judíos, después de su éxodo de Egipto, comieron maná , que poseía la propiedad milagrosa de que uno podía elegir que tuviera el sabor de cualquier alimento que quisiera. 15 Lo mismo ocurre con la Torá y las mitzvot: 16 poseen diferentes tipos de placer, representados por los diferentes sabores de las cinco frutas con las que Eretz Israel está bendecida. Uno solo necesita tener el deseo necesario, y su cumplimiento de la Torá y las mitzvot puede ser placentero, no solo rutinario.

Esto se logra a través del estudio del Jasidismo , que, como hemos señalado anteriormente, es el concepto de “placer”. El aspecto revelado de la Torá es el cuerpo de la Torá; el aspecto místico, el Jasidismo, es su alma. El estudio del Jasidismo aporta calidez y vitalidad al cumplimiento de las mitzvot, infundiendo nueva vida, asegurando que la Torá y las mitzvot ya no sean estériles; tendrán un alma.

Servicio completo y completo

Otro aspecto de esta festividad es que se celebra el día quince de Shvat, cuando la luna está en su plenitud.  El pueblo judío es comparado con la luna, y “están destinados a renovarse como ella”.  Así, las diferentes fases de la luna son paralelas y se reflejan en el servicio de los judíos a Di-s. La luna llena del día quince del mes representa el servicio completo y pleno a Di-s.

No importa cuán elevados hayan sido los logros previos de un judío (en los días anteriores del mes), el día quince enseña que puede y debe hacer más: debe crecer como crece la luna, hasta que sus logros sean plenos y completos.

Esto se lleva a cabo, como se explicó anteriormente, sintiendo placer en nuestro servicio a Di-s. Cuando ese servicio se haya completado por completo, habrá llegado la verdadera y completa redención.

Sijot 15 Shevat , 5742; Likkutei Sichos , vol. XVI, págs. 529-532

El hombre y el árbol

En Tu B´Shvat celebramos el año nuevo de los árboles (15 de Shvat). Conozcamos algunas costumbres de este día y la estrecha relación entre los árboles y el hombre…

Los componentes principales del árbol son: las raíces, que lo anclan al suelo y le suministran agua y otros nutrientes; el tronco, las ramas y las hojas que componen su cuerpo, y la fruta, que contiene las semillas a través de las que el árbol se reproduce.

La vida espiritual del hombre incluye también las raíces, cuerpo, y fruto. Las raíces representan la fe, nuestra fuente de disciplina y perseverancia. El tronco, las ramas y las hojas son el cuerpo de nuestra vida espiritual – nuestros logros intelectuales, emocionales y prácticos.

El fruto es nuestro poder de procreación espiritual – el poder de influir en los demás, para sembrar una semilla en un ser humano y ver germinar, crecer y dar fruto.

Raíces y cuerpo

La raíz es la menos glamorosa de las partes de los árboles y la más crucial. Enterrada, prácticamente invisible, no posee ni la majestuosidad del cuerpo del árbol, el colorido de sus hojas, ni el sabor de su fruto.

Pero sin raíces, un árbol no puede sobrevivir.

Por otra parte, las raíces deben seguir el ritmo del cuerpo: si el tronco y las hojas de un árbol crecen y se propagan sin un aumento proporcional de sus raíces, el árbol se derrumbará por su propio peso. Una profusión de raíces hace un árbol sano, más fuerte, incluso si tiene un magro tronco y algunas ramas, hojas y frutos. Y si las raíces son sólidas, el árbol rejuvenecerá si se daña el cuerpo o su rama.

La fe es la menos glamorosa de nuestras facultades espirituales. Caracterizada por una simple convicción y compromiso con la de una fuente, que carece de la sofisticación de la inteligencia, el color vivo de las emociones. Y la fe está enterrada, su verdadero punto está oculto.

Sin embargo, nuestra fe, el compromiso supra-racional con Di-s, es la base de todo nuestro árbol. De ella se deriva el tronco de nuestra comprensión, de la cual se ramifican nuestros sentimientos, motivaciones y acciones.

Y mientras que el cuerpo del árbol también proporciona algo de su alimento espiritual, la mayor parte de nuestro sustento espiritual deriva de sus raíces, de nuestra fe y compromiso con nuestro Creador.

Un alma puede crecer con un tronco majestuoso, numerosas ramas, hojas hermosas y exuberantes frutas. Pero estos deben ser igualados, de hecho, superados por sus raíces. Por encima de la superficie, puede haber mucha sabiduría, profundidad de sentimiento, abundante experiencia, copiosos logros y muchos discípulos, pero si estos no están conectados a tierra y vivificados por una fe y un compromiso aún mayor, es un árbol sin fundamento, un árbol condenado a colapsar bajo su propio peso.

Por otro lado, una vida puede ser bendecida con conocimiento escaso, escaso sentimiento y experiencia, escaso logro y poco fruto. Pero si sus raíces son extensas y profundas, es un árbol sano: un árbol con la capacidad para recuperarse de los reveses de la vida, con el potencial de crecer con el tiempo y convertirse en uno, más hermoso y fructífero.

Frutos y semillas

El árbol desea reproducirse, difundir sus semillas para que echen raíces en lugares diversos. Pero su alcance se limita a la medida de sus propias ramas. Por eso, busca otros mensajeros más móviles para transportar sus semillas. Produce frutos, en los que sus semillas están envueltas por sabrosas y coloridas fibras y jugos de dulce aroma. Las semillas no despiertan interés en los animales y hombres, pero con su atractivo embalaje, logran después de consumirse el fruto externo, que se depositen sus semillas en diversos lugares. Cuando nos comunicamos con los demás, contamos con muchos dispositivos para hacer nuestro mensaje atractivo. Pero debemos tener en cuenta que esto es sólo el envase.

La semilla en sí es esencialmente insípida – la única manera de impactar a otros es mediante la transmisión de nuestra propia fe en lo que estamos diciendo, y nuestro propio compromiso de lo que estamos exponiendo.

Si la semilla está ahí, nuestro mensaje va a echar raíces en sus mentes y corazones. Pero si no hay semilla, no habrá descendencia a nuestro esfuerzo, por más sabrosa que sea nuestra fruta.

(Basado en las enseñanzas del Rebe de Lubavitch)

Una mezcla de bestias salvajes

Las primeras tres plagas con las cuales Di-s castigó a los Egipcios fueron Sangre, Ranas y Piojos. Cuando les advirtió sobre la cuarta plaga de los animales salvajes, el Todopoderoso declaró:

…”Y en ese día, haré distintiva la Tierra de Goshen, en donde mi pueblo vive, y no habrá mezcla de animales salvajes”(Éxodo (8:15)

Cuando las primeras tres plagas fueron discutidas, ¿por qué la Torá no dijo explícitamente que no afectaron a los Judíos? Si fue tan obvio que no era necesario ser especificado, entonces ¿por qué la Torá sí lo hace con la cuarta plaga?

Algunos comentaristas explican que las primeras tres plagas sí afectaron a los Israelitas. Otros, sin embargo, dicen que esto no es posible, ya que si hubiera sido así, entonces, ¿cómo forzarían a Paró a que decida sacar a los Judíos de Egipto?

Según Rashi, el simple texto nos dice que los Judíos sí sufrieron de las primeras tres plagas. El propósito de las primeras dos (sangre y ranas) era para atacar al dios de los Egipcios, por lo tanto, era esencial que la plaga fuera ilimitada, afectando también el Nilo, incluso en el asentamiento de Goshen donde se encontraban los Judíos. Porque si el “dios del Nilo” no hubiera sido afectado allí, entonces Paró podría haber pensado que el Nilo en Goshen es más poderoso que Di-s.

El mismo razonamiento se aplica para la tercera plaga, que el propósito era mostrarle a Paró que la plaga no era trabajo de magos, sino de Di-s. Si los piojos hubieran afectado solo una parte de la tierra, los hechiceros hubieran pensado que era obra limitada de hechiceros humanos (Moisés y Aharon).

La cuarta plaga, mezcla de animales salvajes, no era para mostrar la impotencia de los dioses Egipcios y hechiceros, por lo tanto, no era necesario que afectara a todos los habitantes. Aquí Di-s declaró:…”Voy a distinguir la Tierra de Goshen etc…”

Con la llegada de la plaga de la mezcla de animales salvajes, a algunos podría haberle parecido que el Todopoderoso había eliminado todas las barreras naturales, límites y distinciones. Animales de naturalezas completamente diferentes, inherentemente hostiles entre sí, estaban ahora dando vueltas juntos, ¿no podría decir esto que la diferencia inherente entre el Judío y no-Judío también había sido abolida?

Para anular completamente esta suposición, Di-s declaró: “Haré una separación entre mi pueblo y tu pueblo”, ¡no solo entre Paró y Moisés, sino también entre cada Egipcio y Judío, incluso aquellos que no quisieron salir de Egipto!

La lección es clara. Hay una plaga de “mezcla” y confusión en el mundo. Límites naturales y distinciones han sido rotos, la asimilación, la línea entre nuestra nación y otras. Nunca antes hubo tanta necesidad de intensificar la distinción, y de implementar la declaración del Todopoderoso.

Por: Yitsjak Meir Kagan

Transformar el agua en sangre

“Ven, habla al Faraón, el rey de Egipto, y que envíe a los hijos de Israel de su tierra” (ShemoT 6:10)

Uno de los motivos de la centralidad del Éxodo de Egipto en el judaísmo (hasta el punto de recordarlo a diario en la plegaria), es que en el estado espiritual del alma humana, el salir de Egipto es un proceso constante de todos los días. La palabra Mitzraim (Egipto en hebreo) proviene del término Metzarim, límites, refiriéndose a los condicionamientos y frenos que existen en cada persona. Cada día debe llevar a cabo nuevamente un símil de “salir de Mitzraim”- superar y librarse de esas limitaciones y brindar a su Alma Divina la libertad de expresarse de acuerdo a sus verdaderas aspiraciones. El párrafo bíblico semanal nos relata sobre cómo comenzó el éxodo de Egipto, y de ello podemos aprender los caminos a través de los cuales es posible “salir de los metzarim” también en el plano espiritual del alma.

DE LA FRIALDAD AL CALOR

La primera plaga que se asestó a los egipcios fue la de sangre: todas las aguas de Egipto se convirtieron en sangre. De ello se aprende que el primer paso para liberarse de Mitzraim es transformar las “aguas” en “sangre”. El agua simboliza la frialdad, tranquilidad, falta de efervescencia y entusiasmo. La sangre, por el contrario, es el símbolo del calor, el fuego, la emoción. Esto es lo primero que se le dice al judío: ¿deseas salir de “Egipto”? ¿Tu intención es liberarte de los condicionamientos que encierran a tu alma Divina?- ante todo debes transformar el “agua” en “sangre” en lugar de frialdad introduce a tu seno interior calor, entusiasmo, fuego.

LA NECESIDAD DE LA EMOCIÓN

Puede uno argumentar ¿para qué tanto entusiasmo?. Sin ello también soy un buen judío. Cumplo los preceptos, estudio Torá, soy cuidadoso de no transgredir sus prohibiciones . ¿Para qué necesito entusiasmo en ello? A eso se le responde que la frialdad es la raíz primera de todo mal. El verdadero significado del estado de frialdad es que los temas realmente no afectan a la persona. Vemos en la práctica que cuando se trata de un tema que verdaderamente nos interesa y es cercano a nuestro corazón, no permanecemos apáticos y fríos. La frialdad es un síntoma de que la relación del judío con la Torá y sus preceptos es sólo “una conducta rutinaria aprendida”, es sólo una acción seca y mecánica. Este estado es el principio de la caída. Por ello, el primer paso en la liberación del alma de sus limitaciones y pre condicionamientos es apartar la frialdad y la apatía, e introducir en su lugar calor y entusiasmo. Se debe estudiar Torá, cumplir los preceptos y servir a Hashem con alegría y entusiasmo, con agilidad y fuego, como nos vinculamos con aquello que nos incumbe y mueve.

MITZVOT CON LUJO

Una de las expresiones prácticas de una implicación real es el tema de cumplir los preceptos con lujo- hidur mitzvá. Cuando uno sirve a Di-s con frialdad, le es suficiente con una Mezuzá simple, Tefilín baratos, una plegaria resumida y un cuidado mínimo del Kashrut, la alimentación ritual judía. Al fin y al cabo lo que pretende es cumplir con la obligación, y para ello es suficiente también con el mínimo. Pero cuando un judío está entusiasmado y movilizado en su servicio a Hashem, procura cumplir los preceptos de la manera más bella posible: procura los Tefilín y las Mezuzot de la mejor calidad, el Tzitzit más hermoso, el Kashrut de máxima seguridad, pues cumple con todo esto con cariño y deseo. Es este el previo paso en el proceso de “salir de Egipto”, y por medio de ello, llegamos finalmente a la liberación personal del individuo, y de la redención individual vamos a la redención general, a manos del Mashíaj Tzidkeinu.

Likutei Sijot tomo 1, Pág. 119

El significado de las diez plagas

No es casualidad que Di-s haya enviado a Egipto diez plagas.

En una ocasión, Moisés se acercó a Paró y le dijo: Así dijo el Amo de Israel, “Deja salir a mi pueblo, y déjalos que Me celebren en el desierto”. (Éxodo 5:1)

Paró respondió: “¿Quién es el amo, que debo escucharlo para dejar salir a Israel? Yo no lo conozco y tampoco dejaré salir a Israel” (Éxodo 5:2)

Pero de hecho, Paró sí conocía el concepto de Di-s. Los Egipcios adoraban ídolos de todo tipo, y hasta Paró se consideraba uno de ellos. Pero no creía en un omnipresente, ni en un Todopoderoso Di-s quién creó absolutamente todo.

Sabemos que Di-s creó el mundo con Su palabra; para ser mas precisos, con diez expresiones. Pero Paró negó estas diez.

Y así también las diez plagas corresponden a los diez elementos con los cuales Di-s creó el mundo, cada uno demostrando un aspecto independiente de la creación, algo que fácilmente podría ser atribuido a la “naturaleza”, y fue enteramente de las manos de Di-s.

La plagas probaron que Di-s realmente es el omnipresente, y el Todopoderoso Creador.

1. Sangre: La primera plaga, la cual eliminó el agua potable, estableció que Di-s manda sobre el agua.

2. Ranas: Durante la plaga de las ranas, éstas llegaron a meterse dentro de los hornos de piedra, lo cual probaba que Di-s está por arriba de las creaciones de hombre físico.

3. Piojos: Con la tercera plaga, piojos, que comenzó desde el polvo, fue sabido que Di-s está por arriba de todo el polvo de la tierra.

4. Animales salvajes: La cuarta plaga, en la cual los animales salvajes destruyeron todo lo que se les aparecía en el camino, demostró que Di-s está por sobre todos los animales de la tierra.

5. Pestilencia: A través de la enfermedad esparcida por todos los animales, fue sabido que Di-s controla todo el aire que respiramos.

6. Sarpullido: El sarpullido en todo el cuerpo de los Egipcios establecieron que Di-s puede causar que las personas sufran o sean curadas.

7. Granizo de fuego y hielo:Esta plaga declaró que Di-s controla el elemento de fuego.

8. Langostas: Cuando las langostas consumieron todos los cultivos, fue claro que Di-s controla toda la vegetación de la tierra.

9. Oscuridad: Con la oscuridad que permaneció en los Egipcios por varios días, Di-s demostró que solo Él puede cambiar lo que se encuentra en el cielo.

10. Muerte de los primogénitos: Con esta plaga se demostró que Di-s está por arriba de los ángeles y mundos espirituales.

Por: Malkie Janowski