¿Qué es Jasidut?

Generalmente se le suele definir de un modo muy escueto como el movimiento fundado por Rabi Israel Baal Shem Tov (1698-1760) destinado a revitalizar la vivencia espiritual religiosa del judaísmo, lo que además produce la sensación de que es un movimiento que pertenece al pasado.

Sin embargo subsiste hasta el presente y tiene gran relevancia como un sistema de filosofía religiosa, una aproximación integral a la totalidad que es el hombre y su conexión con el cosmos.

Actualmente existen ramas florecientes entre las cuales se destaca Jabad Lubavitch fundado por  Rabi   Shneur Zalman, autor del Tania que dio una nueva luz al judaísmo, al revelar la parte interna, oculta de la Torá, para hacerla accesible a la inteligencia humana de las mayorías. El método de estudio se conoce con el nombre deja JaBaD, (acróstico de las tres facultades intelectuales de la persona jojmá -Sabiduría; Bina -Entendimiento y Daat- Conocimiento); que son el punto de partida del nacimiento de las emociones que constituyen el centro del principio de que la mente debe dominar al corazón, en una relación simbiótica en la cual la mente engendra la emoción , y ésta valida la mente. La contribución de jabad está en la consideración de que mente y corazón están integrados, no existen compartimientos -solo hay un persona y sus diferentes aspectos -cuerpo y alma-, mente y corazón, acciones, vida privada y pública, realización de mitzvot o preceptos y actividades ordinarias – todos forman parte del individuo, fortificándose uno al otro y sirviendo de base a la totalidad que es la persona.

En la actualidad se escriben cientos de libros y panfletos de auto – ayuda, pero generalmente estos son superficiales y usan los mismos clichés. Los cambios en la vida de las personas – los profundos y duraderos-solo pueden provenir de un estudio más profundo de la personalidad, conjuntamente con una guía práctica que permita traducir el conocimiento en acción. Las enseñanzas de jasidut, las de misticismo judío, ofrecen una aproximación única en la esfera del mejoramiento personal pues combinan el estudio y el ejemplo personal de los grandes Maestros Jasídicos, con pasos prácticos que toda persona puede aplicar y que es efectivo no solo para aquellos que pertenecen al movimiento jasídico, y no solo para los judíos sino para toda la humanidad.

En resumen se puede decir que jasidut Jabad, es el estudio de la dimensión esotérica y espiritual de la Torá, que cuando se acompaña con la ley y la tradición judía, crea una sinergia de cuerpo y alma, que ayuda a hacer de Di-s un ser tan real y relevante para nosotros como el aire que se respira y la comida que se ingiere.

La dimensión interior siempre fue parte de la tradición, pero en generaciones anteriores solo era estudiada por pequeños grupos de Sabios. Jasidut dio entrada a una nueva era, en la cual ese misticismo se hizo accesible a aquellos que lo querían estudiar y ser inspirados por él, con la intención de que la difusion de esas enseñazas hiciera a Di-os una realidad en la vida de las personas y trajera la redención al mundo entero.

Que es el Tania?

Es la obra maestra de Rabi Shneur Zalman de Liadi

Es un trabajo nacido de las situaciones de la vida real y es allí donde reside su descomunal y eterno poder. Aunque las ideas son expresadas bajo el formato de un análisis erudito, presentando un sistema metafísico y místico, el Tania es el registro de 20 años de experiencia personal en el asesoramiento y consejos brindados por el autor. La obra fue escrita para aquellos cuyas creencias no han sido perturbadas por la duda, pero que buscan la senda correcta hacia Di-os.

El autor llamó a su obra con tres nombres diferentes:

Likutei Amarim – “Colección de Discursos”, título bajo el cual fue publicada por primera vez en Slavita en 1796.

Tania, en virtud de la palabra inicial del libro, citando una fuente del Talmud, que le sirve de punto de partida para desarrollar todo su sistema.

Sefer shel Beinonim – “Libro de los intermedios”, llamado así en virtud del tipo de personalidad sobre el cual el libro centra su atención; “el intermedio” cuyo rango está al alcance de toda persona que se encuentra entre el tzadik (hombre justo y piadoso) y el rashá (hombre malvado).

Hasta el presente han aparecido más de 3000 ediciones en todo el mundo de esta obra que es considerada como la «Torá Escrita» de Jabad, en la que cada palabra y cada letra tienen pleno significado. De hecho el autor la dividió en 53 capítulos para corresponderse con el número de sidrot o parashot (secciones semanales) del Pentateuco. Ha sido traducida a innumerables idiomas entre los cuales se encuentra el español.

El Rebe Iosef Iitzjak Schneerson instituyó la costumbre de que cada día fuera estudiada una parte del Tania, así como del Jumash -con el comentario de Rashi y de Tehilim, Salmos. Estos estudios diarios son los conocidos bajo el nombre genérico de Jitat; siglas de las palabras Jumash, Tania y Tehilim.

El viaje del alma

Esta semana, en Vaieizé, comienza con el viaje de Iaakov a Jarán; Y Iaakov salió de Beersheva y se dirigió hacia Jarán. ¿Es necesario que sepamos de dónde venía?
Rashi nos da una explicación basada en el Midrash.
Esto enseña que la partida de una persona justa de cualquier lugar causa un impacto.

Durante el tiempo que la persona justa está en una ciudad, constituye su gloria, él es su esplendor, él es su corona.
Cuando se va, se va su gloria, se va su esplendor, se va su corona”.

Esta explicación es sorprendente, ya que cuando Iaakov dejó Beersheva, sus padres, Itzjak y Rivka, ambos tzadikim, todavía vivían
allí.
¿Cómo podría Rashi afirmar que con la partida de Iaakov, de Beersheva también se fueron la gloria y el esplendor?
La respuesta se revela al observar más de cerca la explicación de Rashi, que no es una cita exacta del Midrash.
El Midrash afirma que una persona justa constituye el esplendor y la corona de una ciudad.
Rashi, sin embargo, presenta sus comentarios con la palabra gloria.

Según él, la influencia de la persona justa en su entorno tiene tres elementos: 1) corona, en el sentido de honor y respeto; 2) es‐
plendor, la luz espiritual que emana de la persona justa y sus obras; y 3) gloria, un nivel aún más alto de iluminación que emana del tzadik que provoca asombro.Incluso después de que Iaakov dejó Beersheva, todavía había dos personas justas viviendo allí, sus padres.
Pero para entonces Itzjak era muy viejo y ciego, y estaba confinado en su casa. Rivka también mayor, se ocupaba de cuidar a su
esposo.

No hay duda de que su presencia continua en la ciudad trajo honor y protegió a sus habitantes.
Para entonces, Itzjak y Rivka ya no podían iluminar sus alrededores con el tipo de luz que promueve asombro.
Este nivel de luz, gloria, emanaba de su hijo, Iaakov.
Así, cuando salió de Beersheva, su gloria también se fue.

Además de su significado literal, el viaje de Iaakov desde Beersheva a Jarán alude al descenso del alma del mundo espiritual al
mundo físico, que también causa un impacto. De hecho, el alma demuestra un gran sacrificio perso nal al ser investida en un cuerpo físico.
En el mérito de este sacrificio personal, cada judío merece ser restaurado a su verdadero estado de regocijo en la luz de Di‐s, con la redención completa con Mashíaj.

Adaptado de Likutei Torá, vol. 32

La importancia de no avergonzar a nadie

Comprobamos la grandeza de Rajel al hacer lo máximo posible para evitar avergonzar a su hermana Lea…

Aunque Labán estaba de acuerdo con permitir que su hija Rajel se casará con Iaakov a cambio de siete años de trabajo del joven, no era en realidad ésa su idea. Iaakov, consciente de que Labán podría intentar engañarlo, entregó un código secreto a Rajel para poder reconocerla como su verdadera novia. Sin embargo, cuando Rajel supo que su padre planeaba sustituirla por Lea, reveló este código a su hermana para evitarle la humillación. Vemos entonces cómo Rajel, que había esperado siete largos años para casarse con Iaakov, sacrificó su oportunidad de felicidad simplemente para no observar el espectáculo de una hermana avergonzada.

Este acto de total desprendimiento es una lección para todos nosotros y mereció la recompensa divina: Shaúl (Saúl), el primer rey de Israel era su descendiente.

La abnegación ha sido una característica permanente del pueblo judío.

La importancia de evitar avergonzar a la gente se evidencia en la historia de Mar Ukva y su esposa, relatada en el Talmud. Mar Ukva fue uno de los grandes rabinos de la vieja comunidad judía de Babilonia. Esta persona vivía preocupada no sólo por estudiar Torá sino por dispensar caridad a los miembros necesitados de la comunidad. Pero era tal su preocupación por no avergonzarlos, que acostumbraba a colocar secretamente la suma designada en un hueco de la puerta o en cualquier otro lugar de fácil acceso. El necesitado nunca sabía quién había dejado el dinero y Mar Ukva quería asegurarse de que el pobre agradeciera a Di-s por su beneficencia.

Cierta vez, su esposa se aproximó a la ieshivá y los dos regresaron juntos a la casa al anochecer. En el camino, Mar Ukva dejó secretamente dinero en las casas de varios pobres. En una de ellas en particular, el receptor estaba curioso por conocer a su benefactor y se paró de vigilia en la puerta. Al observar que alguien estaba allí, Mar Ukva salió corriendo y buscó un lugar para esconderse junto con su esposa. El único lugar disponible resultó ser el horno inmenso de un panadero. Aunque el fuego estaba apagado, los ladrillos del piso se encontraban aún muy calientes y Mar Ukva se quemó la planta de los pies. Su esposa, que no había sido afectada por el calor, le hizo poner sus pies sobre los de ella. Y así estuvieron un rato, hasta que consideraron seguro salir y retornar a la casa sin ser vistos por el pobre.

Mar Ukva y su esposa llegaron al extremo de arriesgarse a sufrir quemaduras dentro de un horno para no avergonzar a un pobre que recibía caridad.

Los comentaristas de la Torá expresan que cuando Di-s eligió a Moshé para conducir a los judíos fuera de Egipto, éste demoró siete días en aceptar la oferta, por no hacer sentir a Aarón, su hermano mayor, que se lo privilegiaba con esa distinción. Solamente consintió en ir a Egipto cuando Di-s le dijo: “Cuando Aarón te vea, su corazón estará contento”.

La Torá relata que Javá pecó al comer el fruto prohibido del árbol de la Sabiduría, sin embargo, la Torá no revela el nombre de ese árbol. ¿Por qué? Porque entonces la gente hubiera dicho:

“Este árbol es el que trajo aflicción al mundo”. Y Di-s no quiso avergonzar a ninguna de Sus criaturas, ni siquiera a un objeto inanimado. ¡Cuánto más debemos entonces cuidarnos de avergonzar a otro ser humano!

Durante el Seder de Pesaj del gran Gaón (Sabio talmúdico) Rabí Akiva Eiguer, uno de los invitados volcó accidentalmente vino sobre el mantel. Al notar la turbación del visitante, Rabí Akiva Eiguer sacudió discretamente la mesa para hacer caer su propia copa y derramar él también el vino. “A esta mesa le pasa algo, no está bien derecha”, explicó Rabí Eiguer y el invitado se sintió más aliviado.Extraído de Ayer, hoy y siempre Editorial Bnei Sholem

¿Para qué debemos rezar?

Pregunta: Estoy un poco confundido acerca de la idea de rezarle a Di-s para que nos ayude en alguna situación o para que nos provea de algo. Si Di-s creó la situación en la que la persona se encuentra, es porque desea que así sea. Él sabe que eso es bueno para el individuo. Entonces, ¿para qué debemos rezar para que la cambie?

Respuesta: Si, en realidad todo el concepto del rezo es confuso. Confiamos en que Di-s es Bueno y todo Lo hace por el bien. Creemos en que Él posee el conocimiento perfecto de todo y todo está bajo Su control. Y le pedimos que cambie las cosas y las haga para bien. Si, parece ser una contradicción.

Pero, piénselo así: Di-s desea que la gente le rece a Él. Algo parecido a lo que cualquier padre desea. Que su hijo tome el celular  y escriba: “Hola, Papá, Mamá”.  Más aún, Él desea que las cosas progresen en su mundo a través de la mutua consulta. Desea que nos involucremos y tratemos de comprender qué es bueno para nosotros y tratemos de que suceda- no importa cuánto más grande y mejor es Su propio entendimiento y habilidad que la nuestra.

En eso consiste el rezo, en realidad: Vínculo entre vos y Di-s. Pensá que rezar es algo así como que Di-s conversa consigo Mismo a través tuyo. En la Plegaria Di-s y vos son uno.

Por eso, pide por todo lo que necesites, pero tené presente a Quién se lo está pidiendo. Y piensa: ¿qué estás haciendo a cambio? ¿Qué tipo de socio es con Di-s?

Rabino Tzví Freeman

El significado de los sueños

¿Qué son exactamente los sueños? ¿Profecías? ¿Revelaciones o simples fantasías? Nos angustian, nos alegran, nos dejan pensando…

Zejariá, Jagai y Malaji fueron los últimos Profetas y con ellos concluyó la etapa de la profecía en el seno del pueblo judío.

Tras ellos surgieron los Miembros de la Magna Asamblea -“Anshei Kneset Hagdolá”- quienes continuaron con la cadena de transmisión judía, de nuestra tradición, comenzada por Moisés, receptor de la Torá en el Monte Sinaí, y quien la recibiera de sus manos, Iehoshúa -Josué.

De aquí en más, a partir de la construcción del Primer Beit Hamikdash -Gran Templo de Jerusalem- en el año 3408 (352 antes de la E. C.), la tradición continuó a través de nuestros maestros de la Mishná -los “Tanaím”-, quienes ocuparon el lugar de los Profetas en la función de enseñar el verdadero camino de Di-s al pueblo.

Estos “Tanaim” poseían las virtudes de los Profetas y cumplían fielmente su cometido. Eran personalidades de talla superior, temerosos de Di-s y eruditos conocedores de la Torá y su significado, íntegros en sus virtudes personales y dotados de un inagotable caudal de entrega y dedicación. Carecían de intereses egoístas y solo buscaban servir a su Creador con alegría y cariño.

Con todo, aún cuando reuniesen las características de los Profetas, por razones que solo el Amo del Universo conoce, el espíritu de la profecía no se manifestó en ellos. Con los Profetas de la Biblia – el “Tanaj”-  había concluido, indefectiblemente, la etapa de los profetas.

Con todo, si bien la profecía había dejado de existir, había surgido algo relativamente cercano a ella: la Inspiración Divina (“Rúáj Hakodesh”).

Esta Inspiración Divina condujo y guió las enseñanzas de los Sabios de la Mishná y el Talmud -los “Tanaím” y los “Amoraím”- y sus sucesores, los “Rabanán Seburaé”, los “Gueoním” -Saadiá Gaón, Rav Sherira Gaón, Rav Hai Gaón, etc.-, y tras ellos los “Rishoním” -Rabí ltzjak Alfasi y otros-.

Sin embargo, cada generación se veía a sí misma en inferioridad de nivel frente a la generación precedente, respecto de la altura espiritual que le fue concedida. “Si los primeros fueron cual ángeles, nosotros somos cual hombres” -este refrán de nuestros Sabios- era el que de mejor manera ilustra el sentimiento que abrigaban ante la magnitud espiritual de generaciones anteriores.

En cuanto la profecía dejó de existir, nuestros Sabios dejaron de basarse en ella en su empeño de alcanzar la revelación Divina.

Desde ese momento, su función se remitía a cuidar el legado de la Torá, interpretarla y explicar sus detalles, y ver que fuese transmitida a las generaciones subsiguientes. Muchos de sus valores fundamentales habían sido entregados a modo de reglas generales, insinuadas en contadas palabras, condensada gran cantidad de sabiduría espiritual en poco espacio físico.

Y esta función específica de los Grandes de la Torá a partir de ese momento continúa siendo el basamento de actividad de los legítimos Sabios de la Torá incluso hasta nuestra presente generación.

Ahora bien, tras este preámbulo, veamos más de cerca cuál es el enfoque que nuestros Sabios han conferido al tema de los sueños, tal como éste se ve abordado en la literatura talmúdica.

En forma general cabe decir que su perspectiva está magistralmente resumida en las palabras del Profeta Irmiahu – Jeremías “¿Qué hace el alimentocon el grano?” (Irmiahu 23:28). En otras palabras, cabe considerar que se trate de sueños con verdadero contenido, más, en su amplia mayoría, solo encierran palabras vanas.

De ese modo, nuestros Sabios, de acuerdo a las palabras de Irmiahu, han reflexionado de la siguiente manera: como no es posible que el alimentoexista sin el grano, del mismo modo no es posible un sueño sin palabras carentes de sentido” (Talmud, Berajot 55).

Lo dicho es cierto frente a la mayoría de los sueños, más aún si hemos de tener en cuenta que éstos dependen en gran medida con la temática del pensamiento durante el día transcurrido. Los sueños expresan en qué ha estado enfrascado su pensamiento.

En general nuestros Sabios han sido de la opinión de que no debe prestarse especial atención al contenido de los sueños.

Ven innecesario narrar su contenido, repetirlo a otros, así como buscar su interpretación.

De este modo, resulta que es absurdo hablar de “buenos sueños” o “malos sueños”. Tal es así que el mismo Rav Jisdá declara más benéfico un “sueño malo” que uno “bueno”, y Rashi explica que ello se debe a que el primero de estos sueños, al menos posee la virtud de incentivar al hombre a regresar a Di-s, lo invita a la “Teshubá”.

A la par de que nuestros Sabios restaron importancia a los sueños y consideraron un modo inadecuado querer entrever en ellos una noticia futura, buena o mala, resaltaron más la necesidad de tomar en consideración la personalidad del hombre que los ha soñado. Si se trata de un hombre que durante toda la jornada se dedica a asuntos materiales, acosado por la preocupación de su subsistencia y manutención, es muy probable que incluso en sus sueños esta temática esté presente, de modo que sus sueños no superan en importancia al cauce de sus pensamientos mientras estuvo despierto.

Por el contrario, cuando se trata de un hombre dedicado por entero a la vida espiritual, a la pureza y la santidad, impregnado constantemente del efecto de la Torá y sus preceptos celestiales, en ese caso, cabe prestar atención al mensaje intrínseco en sus sueños.

En el caso de un hombre así, el sueño puede ser portador de un significado más allá del usual.

Y este concepto es expresado en una corta frase de nuestros Sabios: “Un sueño – es una parte de sesenta, de profecía” (Talmud, Berajot 57b). Bajo una perspectiva similar, el Zohar -obra cumbre de la Kabalá- expresa que en el presente, al carecer nosotros de la profecía, solo un Eco Celestial puede ser portador de una información celestial. En el Talmud encontramos diversos casos en los que, a diferente gente, se les mostró o reveló algo, mediante el sueño. Incluso nuestros Sabios hablan de un ángel (“Baal Hajalomot”) encargado de notificar cosas mediante un sueño. En otras partes del Talmud se nos da cuenta de problemas resueltos, conflictos y debates solucionados o pasajes complejos e incomprensibles que resultaron accesibles – todo mediante revelaciones durante el sueño.

Casos similares ocurrieron en épocas post-talmúdicas, por ejemplo el caso de Rashi, quien apareció ante su nieto, el “Rashbám”, en el sueño, así como el caso de “Maharám” de Rotenburg, quien se apareció en el sueño a uno de sus discípulos y le enseñó un pasaje talmúdico.

Uno de los legisladores judíos (“Poskim”) del Siglo XIII, Rabí laacov Haleví de Marvidgh conocido con el apodo de Rabí laacov “Hajasid” (‘el piadoso’), escribió una Responsa halájica cimentada en aquellas leyes que le fueran preguntadas y cuya respuesta le fuera revelada en el sueño, según relata Rabí Jaim losef David Azulai -el “Jidá”-.

Mas, como hemos dicho, no pueden compararse los sueños de los Grandes de la Torá y el espíritu, a los sueños del hombre medio, cuyas “revelaciones” en sueños no están en la misma altura.

A pesar de esto, y teniendo en cuenta la naturaleza humana que sí se deja influenciar por sus sueños, es que nuestros Sabios han compuesto una plegaria que es recitada mientras los Kohanim -sacerdotes, descendientes de Aharón- bendicen al pueblo judío en la Sinagoga, durante las festividades.

Y así dicen nuestros Sabios:

“Quien tiene un sueño e ignora qué significa, que se levante cuando los sacerdotes extienden sus manos en bendición, y diga: ‘¡Señor del universo! He soñado mas ignoro qué significa. Sea si soñé respecto de mí, sea si soñaron mis compañeros acerca de mí, o si soñé yo acerca de otros. Si (estos sueños) son buenos, fortifícalos y fortalécelos, tal como los sueños de losef el Tzadik. Si precisan ser curados, cúralos tal como has hecho con las aguas de Mará mediante nuestro maestro Moisés, (como has hecho) con Miriám, de su lepra, con Jizkiahu de su enfermedad, y como las aguas de Ierijó – Jericó- mediante Elisha. Y tal como has convertido a la maldición del malvado de Bilá”.

9 y 10 de Kislev, El Miteler Rebe

El Iortzait y la liberación del Miteler Rebe, Rabí Dovber, segundo Rebe de la dinastía de Jabad

Su nacimiento

Rabi Dovber, conocido posteriormente como el “Miteler Rebe”,  nació el 9 de kislev de 5534 (1773).

Estando su padre, Rabi Shneur Zalman de Liadi – el Alter Rebe- , en lo de su maestro y Rebe, el Maguid de Mezritch, le pidió una bendición para tener un hijo varón, a lo que éste le respondió: “Por medio del cumplimiento del precepto de recibir visitas, se es meritorio de tener un niño.”

El Maguid llamó al Alter Rebe antes de su fallecimiento y le reveló: “Tendrás un hijo varón, llámalo con mi nombre, y en la noche anterior a la circuncisión, recuerda mis palabras”.

“Después de un año, contó el Alter Rebe, nació mi hijo Rabí Dovber y lo llamé con el nombre de mi maestro, de acuerdo a sus indicaciones”.

El ilustre invitado

Cuando Rabi Dovber era joven, le contaron a su padre que su hijo ya tenía escritos trece maamarim (discursos jasídicos) muy profundos. El Miteler Rebe no estaba en su casa, y al llegar le avisaron que su padre lo buscaba. De acuerdo a lo solicitado llevó a la casa de su padre,  sus escritos.

El Alter Rebe los revisó por el lapso de una hora, y luego los devolvió a su hijo diciéndole que deseaba cenar junto a él esa noche. Después fue donde estaba su esposa la Rabanit y le indicó que preparara una comida especial ya que vendría un ilustre huésped. Al anochecer , cuando el Miteler Rebe arribó a la casa de su padre y se sentaron a la mesa, el Alter Rebe pidió a su hijo que dijera un discurso jasídico y, luego de insistirle repetidas veces logró que así lo hiciera.

Al cabo de un rato, la Rabanit se dirigió a su marido el Rebe y le preguntó: “ ¿Dónde está el importante invitado que debía llegar hoy a cenar?”.

Le contestó el Alter Rebe: “Berl (se refería su hijo, Rabi Dovber) es nuestro invitado especial, ¡el sabe recitar discursos muy bien!”

(extraído de las historias de Rabi Zalman Simón Dvorkin)

Su fallecimiento

Rabi Dovber  falleció el 9 de kislev de 5588 (1827), el día de su 54to cumpleaños.

El Miteler Rebe, solía decir que le temía al año 5588, pues habían indicios de decretos desfavorables para ese año, y comenzó a insinuarles a sus seguidores, acerca de su fallecimiento.-“Mi padre tenía 54 años cuando fue llevado a la cárcel por segunda vez, y desde el Cielo le dieron a elegir, morir o sufrir, él eligió sufrir, por lo visto me dejó a mí la otra alternativa”… y así fue que falleció a los 54 años.

Ese año, en las Altas Solemnidades, el Rebe viajó a Oditz, a visitar la tumba de su padre, el Alter Rebe, y allí les dijo a sus jasidim: “le pedí a mi padre que me exima del liderazgo rabínico”. Los jasidím pensaron que seguramente tenía la intención de viajar a nuestra Tierra Santa. Entonces le dijeron: “¿cómo vas a abandonarnos cual un rebaño sin pastor?”, él les contestó: “Mi yerno, el Tzemaj Tzedek, se encuentra con ustedes y será un pastor fiel”.

De regresó a la ciudad de Lubavitch, su salud empeoró y debieron interrumpir el viaje en la ciudad de Niezin, allí fue atendido por importantes médicos, que coincidieron al informar que su enfermedad no tenía curación.

Su salud empeoraba día a día, estaba tan débil que con solo tocarlo se desmayaba. La noche de su fallecimiento sufrió varios desmayos de los que pudieron despertarlo, pero en el último, perdió la vida. 

En la casa se escucharon llantos y gritos de dolor ante la terrible pérdida, pero aún después de comprobar que el cuerpo yacía sin vida, los jasidim se acercaron a su Rebe y le dijeron: “¿por qué nos asustas Rebe, acaso no escuchas nuestros gritos?”

 El Rebe los miró y les respondió: “escuché una voz que me decía, ¿qué necesita un alma así en este mundo!?” Después pidió que lo vistieran con una camisa blanca, parecía un ángel de las huestes de Di-s.


Su rostro se encendió y comenzó a alabar al pueblo de Israel. Luego les dijo a los jasidim que estén felices y comenzó un discurso jasídico. En el transcurso de su alocución, preguntó varias veces si ya estaba amaneciendo, para terminar sus palabras antes del alba, momento en que su alma volvió al Creador.


Su yerno dijo: “No hubo otro fallecimiento así, desde la desaparición de Rabi Shimón Bar Iojai, que aconteció también, en medio de palabras de Torá”.


Este, que debió ser un día feliz por el festejo de la conmemoración de su liberación acontecida el 10 de Kislev del año anterior, se transformó en uno de duelo para los jasidim y para todo el pueblo.

Decir la verdad

¿…y cuando está permitido ser menos que honesto?

En el libro de Génesis leemos cómo Iaakov, siguiendo el pedido de su madre, se disfrazó como su hermano mayor Eisav para que pudiera recibir la bendición que su padre Itzjak quería darle a Eisav…a pesar del hecho que Iaakov era un gigante espiritual y el paradigma de la verdad. De hecho, el atributo de la verdad es el que está más asociado con nuestro patriarca Iaakov, como está dicho “Da la verdad a Iaakov”.

Parecería que la presión que se necesitaba para recibir las bendiciones, hizo caso omiso a la prohibición general de engañar. Veremos pues, la importancia de decir la verdad y bajo qué situaciones está permitido engañar.

La virtud de la Verdad

La Torá dice: “Distánciate de las palabras de falsedad” Este es el único pecado sobre el que la Torá nos advierte que nos “distanciemos”.

Al decir la verdad, emulamos a nuestro Creador, sobre Quien está dicho: “El sello de Di-s es la verdad”. El Sefer Jasidim escribe que quien habla la verdad puede cambiar el destino decretando que algo suceda…y sucederá.

En el Talmud, se ve evidente que ser cuidadoso de hablar la verdad es una Segulá (actividad espiritualmente propicia) que le permite a uno completar los años destinados a él por  Di-s.

El Talmud dice que hay cuatro grupos de personas que no son meritorios de recibir la presencia Divina. Uno de ellos son los mentirosos. Este castigo es medida por medida: por medio de la mentira ellos demuestran que quieren caer en gracia en los ojos de las personas, ignorando la presencia del Altísimo. Por ello, no son meritorios de estar frente a Su presencia.

El Talmud también dice que hay tres tipos de personas que Di-s desprecia. Uno de ellos es aquél que dice una cosa, pero piensa algo completamente distinto.

En un nivel muy práctico, está claro que cuando la persona se acostumbra a decir la verdad, la gente confía en él, como dice el versículo: “Una lengua verdadera se establece para siempre”. Por el otro lado, uno que habitualmente es mentiroso, la gente le desconfía, como continúa el versículo, “Pero una lengua mentirosa, sólo por un momento”, o sea, su confiabilidad es muy corta.

Entendiendo el permiso de mentir

A pesar de lo arriba mencionado, encontramos que en ciertas circunstancias está permitido o incluso es recomendable mentir. La razón para esto es que el mandamiento Bíblico contra la mentira sólo incluye una mentira que dañaría otra persona, como dice el versículo: “Distánciate de las palabras de falsedad; no mates a un hombre inocente o justo”. O sea, está prohibido mentir de manera que cause muerte o daño a cualquier persona.

e nos dice que una mentira dicha para promover la paz, no está incluida para nada en la prohibición de decir mentiras. Parece ser que si el propósito final de esta mentira es positivo, entonces no está prohibido.

Ejemplos de mentiras permitidas

Uno puede “cambiar la verdad” por razones de paz. Esto se aprende de una conversación entre Di-s, Sará y Abraham en Génesis. Sará dijo sobre sí misma: “Luego que me he arrugado, recibiré una piel suave, y mi marido es anciano”. Cuando Di-s repitió sus comentarios a Abraham, dijo que Sará había dicho: “Cómo puedo dar a luz cuando he envejecido”. Como explica Rashi, Di-s cambió las palabras de Sará para que Abraham no sepa que Sará había hecho un comentario denigrante sobre él.

Aaron, el Sumo Sacerdote solía emplear este método al intentar hacer las paces entre parejas que discutían y amigos. Solía acercarse a uno y decirle que el otro estaba muy arrepentido y quería reconciliarse. Cuando la persona escuchaba esto, expresaba interés en querer resolver el problema. Aaron iba luego a la otra persona y le decía lo mismo. Así, las cosas se solucionaban. El Rif dijo que mentir para mantener la paz, es una Mitzvá.

Otros ejemplos de mentiras blancas permitidas:

Cambiar la verdad para practicar la humildad. Por ejemplo, uno puede clamar no saber algo de cierto tratado Talmúdico aunque uno sí lo sepa, de esa forma cambia la verdad para preservar la modestia.

Cambiar la verdad para proteger a otro de alguna inconveniencia o peligro. Por ejemplo, si un anfitrión ha sido muy generoso y amable, y luego se le pregunta al huésped sobre dicho anfitrión, él no debe contar todo sobre su amabilidad porque esto causaría que le vengan muchos invitados.

De manera similar, si una persona tiene una enfermedad incurable, y decírselo provocaría que su salud se deteriore aún más, es correcto esconderle dicha información.

Una mentira blanca que se dice para proteger a otro de ser avergonzado. Un ejemplo de esto es que uno puede decir que una novia se ve bella, incluso cuando no es muy linda.

Usar expresiones exageradas cuando está claro que se trata de una exageración. Por ejemplo: “Te ves blanco como un papel”.

Hay algunas circunstancias bajo las cuales uno puede engañar para poder recuperar pérdidas que se le deben. Nuestro patriarca Iaakov empleó este método para proteger sus ganancias obtenidas de forma legal, de ser defraudadas por su suegro y tío Labán.

Si alguien hace algo para sí mismo, pero otro entiende que lo está haciendo para honrarlo, uno no tiene que corregir este malentendido. El Talmud relata que algunos rabinos estaban viajando de una ciudad a otra. Un rabino se acercó a ellos pensando que habían venido a saludarlo. En tal caso, el Talmud concluye, no es necesario corregir este error.

Excepciones a las excepciones

A pesar de todas estas autorizaciones, uno debe siempre intentar no decir una mentira completa, sino más bien, decir mitad de verdad.

Incluso en estos casos, uno debe intentar evitar mentir a los niños, para no entrenarlos a mentir.

También, en dichas circunstancias, uno no debe mentir constantemente.

El Maguen Abraham dice que incluso en las circunstancias arriba mencionadas, uno debe mentir sólo sobre el pasado pero no sobre el futuro. Por ejemplo, uno no debe decir: “No haré esto o aquello”, en aras de la paz. Otros cuestionan dicha sentencia.

Por Aryeh Citron

Las bendiciones de Itzjak

Al llegar a la vejez y quedar ciego, ltzjak sintió que había llegado la hora de bendecir a su hijo mayor…

Le pidió que fuera al campo, cazase un venado, le preparase una sabrosa comida para luego bendecirlo. Rivka, que había escuchado por casualidad la conversación, vistió a laakov con las ropas de Esav. Cubrió sus manos y cuello con pieles de cabrito para simular las manos velludas de Esav y lo envió a lo de Itzjak con un sabroso plato de carne de los mismos cabritos, además de matzá hecha por ella.

La voz de laakov despertó sospechas en su padre, pero éstas se disiparon al sentir “las manos velludas de Esav”. laakov se aproximó y besó a su padre. ltzjak, preparado para otorgar sus bendiciones al hijo, le dijo: “Di-s te dé del rocío del cielo y de las fertilidades (gorduras) de la tierra, y abundante trigo y vino. Que los pueblos te sirvan y se arrodillen a Ti las naciones. Los que te maldijeren serán malditos, y benditos los que te bendijeran’.

laakov partió y pronto retornó Esav y descubrió la verdad.

No obstante, ltzjak no revocó su bendición a laakov. En lugar de ello, bendijo también a Esav y le vaticinó que sus descendientes serían guerreros y servirían a los de laakov, en tanto éste se comportara adecuadamente. Pero, si llegaran a apartarse del camino de la Torá, entonces los descendientes de Esav estarían libres de tal servicio.

Cuando Esav descubrió la maniobra de su hermano, lo odió profundamente y decidió que, una vez muerto el padre, le daría muerte. Para prevenir esta tragedia, Rivka ordenó a laakov que abandonara la casa y permaneciera en Jarán con su hermano Labán.

Siguiendo los pasos de nuestros antepasados

Itzjak le aseguró a Iaakov que sus descendientes reinarían sobre todos los demás pueblos de la tierra. Sin embargo, su bendición se cumpliría en la medida en que el pueblo judío adhiriera a los preceptos de Di-s. Si los judíos abandonaban el camino de la Torá, sus enemigos ganarían en poder y los someterían.

La historia ha confirmado esta predicción.

Cuando los judíos cumplieron la Torá, disfrutaron de la beneficencia de Di-s y contaron con Su Templo Sagrado. Pero cuando extraviaron el camino y rehusaron cumplir Sus advertencias de arrepentirse, sufrieron la pérdida del Templo y fueron reducidos a vivir bajo presión de los gentiles en exilio. Más tarde, trataron de asimilarse y parecerse a los ciudadanos de naciones extranjeras, ya sea en Grecia, Roma, Rusia o Alemania. Y cada intento de asimilación sólo generó opresión, pogroms y guerras. Solamente cuando los judíos tienen presente que son judíos y deben vivir de acuerdo con los preceptos de Hashem, logran vidas exitosas y felices.

Iaakov escapa de Esav

Iaakov fue forzado a huir de su hermano Esav que quería matarlo y se refugió en la casa del hermano de su madre, Labán, en Jarán. Durante el viaje, llegó al monte Moriá y pasó allí la noche. Hashem se le apareció en sueños y le prometió que la tierra en la cual estaba descansando le sería dada a él y a sus descendientes, y volvería al hogar bajo la protección de Hashem. Al despertarse, Iaakov prometió solemnemente que al retornar sano y salvo a la casa paterna, ofrecería a Hashem un décimo de todo lo que recibiría de Él. Este compromiso constituyó con el tiempo la base del diezmo que se separaba para el Templo, el Kohen (sacerdote) y el pobre.

Se supone que todo judío debe donar al menos un décimo de lo que percibe como caridad.

Extraído de Ayer, hoy y siempre Editorial Bnei Sholem

Generaciones

Iaacov, hijo de Itzjak y Rivka, hermano mellizo de Esav y tercer patriarca del Pueblo Judío, nació en el año 2108 desde la Creación y vivió 147 años. Sus doce hijos formaron las doce tribus del Pueblo de Israel.

Rivka estuvo casada por veinte años sin tener hijos. Otras mujeres que tuvieron que esperar muchos años antes de tener hijos fueron: Sara, quien debió esperar 75 años por Itzjak; Rajel, quien debió esperar 14 años, y Janá, quien aguardó 19 años hasta el nacimiento de Shmuel.

Rivka tuvo un embarazo muy molesto. Cuando consultó a Shem – hijo de Noé y tzadik de la época – sobre el particular, éste le comunicó que llevaba mellizos en su vientre y que éstos darían origen a dos naciones: Iaacov a Israel y Esav, Roma.

Estas dos naciones tendrán objetivos diferentes. Una estaría orgullosa de su Torá, la otra, de su riqueza. Ambas generarían grandes emperadores: Israel daría al rey Salomón, quien construiría el Gran Templo de Jerusalem, y Roma, a Adriano, quien lo destuiría.

Esav es nombrado por sus padres; en cambio, Iaacov es nombrado directamente por Di-s.

Hasta los 13 años no existieron diferencias entre Esav y Iaacov; estas se hicieron evidentes luego de esta edad, cuando Iaacov se dedicó al estudio de Torá y Esav a la caza.

Esav hacía creer que observaba las mitzvot, cuando en realidad no las cumplía y además se comportaba como un malvado. El único precepto que cumplía era el de honrar a su padre.

Esav le vendió su primogenitura a Iaacov por un plato de lentejas, pues no le daba importancia al privilegio que tenía el primogénito de cada familia de ser honrado como Cohén y de continuar la tradición de Abraham e Itzjak, como lo hará luego Iaacov.

Esav prefirió el placer temporal a los valores eternos de la Torá. Itzjak bendijo a Iaacov creyendo que era Esav, por su ceguera y por las pieles que Rivka había puesto en el cuerpo de Iaacov, siendo esto parte del Plan Divino.

La bendición por la que Iaacov prevalecería sobre las demás naciones estaba sujeta al cumplimiento y al estudio de la Torá. Si violaba la Torá, serían los descendientes de Esav los que dominarían.

El odio de Esav a Iaacov es una halajá (ley) de la Torá en la que se encuentran los orígenes más remotos del antisemitismo. Ello nos enseña que no es la emulación de la conducta de los demás pueblos, ni la asimilación, ni la adulación a los no judíos, lo que determina las buenas relaciones con los demás pueblos. Sólo existe un método para combatir el antisemitismo y es, tal como está expresado en la bendición de Itzjak, el cumplimiento de la Torá, para impedir que prevalezca la descendencia de Esav.

“El dolor constriñe la mente, eclipsa tus inquietudes, hace que te olvides de tu sagrada misión en la vida. Si el dolor se presenta, recuerda que es sólo una puerta transitoria que necesitas atravesar”.

Según la Cábala, Abraham representa la bondad. Tuvo dos hijos, Ishmael e Itzjak, lo cual demuestra que una bondad excesiva puede ser dañina. Itzjak es la personificación de la severidad, de la fortaleza, también él tuvo dos hijos, Iaacov y Esav. Éste último representa el lado impuro del rigor, el orgullo, el egoísmo, el odio al prójimo. Iaacov representa la combinación armoniosa de bondad y severidad, personificando la “majestuosidad” que, a través de sus doce hijos, da lugar a las doce tribus de Israel.

Kislev, mes de milagros y liberación

Arco Iris

El símbolo astrológico del mes de Kislev es el arco, como el arco iris que se ve en el cielo cuando llueve en un día soleado. En efecto, el primer arco iris que se vio después del Diluvio, apareció en el mes de Kislev.

El versículo expresa (bereshit 9:12-13): “Y dijo Di-s, esta es la señal del pacto que he puesto entre Mí y vosotros, y entre todo ser viviente que esta con vosotros para la eternidad. Mi arco he puesto en las nubes, y será la señal de pacto entre Mí y la tierra”.

Estas palabras fueron dichas a Nóaj al principio o hacia la mitad del mes de Kislev, pues Nóaj salió del Arca el día 28 de Jeshván. Luego construyó un altar, como expresa el versículo (ibid. 8:20): “Y Noaj construyó un altar para Di-s y tomó de todo animal puro y de toda ave pura, y sacrificó holocaustos sobre el altar”. Esto tuvo lugar durante los últimos días del mes de Jeshván. Al comienzo del mes de Kislev, Di-s bendijo a Nóaj; le permitió comer carne, le prohibió el derramamiento de sangre humana, estableció con él un pacto de vida, y le mostró el arco iris.

¿Cuántos días es Rosh Jodesh?

Rosh Jodesh Kislev se celebra a veces durante dos días y otras durante uno solo. El mes de Jeshván puede ser completo (de 30 días) o incompleto (de 29 días). Cuando Jeshván es completo, como este año, Rosh Jodesh Kislev consta de dos días -el 30 de Jeshván y el 1 de Kislev-. Cuando Jeshván es incompleto, Rosh Jodesh Kislev consta de un solo día, el 1 de Kislev.

Cuando los meses eran consagrados por el beit din (Tribunal) en base al testimonio de testigos que habían visto la Luna Nueva, la corte enviaba mensajeros hacia todas las comunidades alejadas de Jerusalén para informarles sobre la consagración del nuevo mes. Estos emisarios eran enviados solamente en aquellos meses que contenían alguna festividad, para que dichas comunidades supieran cuándo debían celebrarla. Desde la época de los Jashmonaim en adelante, cuando el beit din consagraba el mes de Kislev, los mensajeros salían de Jerusalén para anunciar acerca de la santificación y cuándo acaecería Jánuca, pues también esta, es considerada una Festividad pese a que su observancia es de origen rabínico.

Un nuevo mes

Todo inicio puede ser una oportunidad de arrojar las cargas del pasado. El nuevo mes, el nuevo año, e incluso cada nuevo día pueden ser utilizados como un fresco comienzo.

Pero las oportunidades son simplemente eso. Nosotros podemos sacar ventaja de ellas para hacer un inventario moral de nuestro pasado y deshacernos de todo rasgo de carácter inapropiado. Podemos hacer los cambios necesarios que nos permitirán estar libres de culpa grave. O podemos dejar escapar las oportunidades, y caminar laboriosamente adelante como antes, bajo la opresión y depresión que nos impide maximizar nuestro potencial y disfrutar la vida hasta la plenitud.

Di-s nos concede oportunidades. Si nosotros las utilizamos o no es nuestra elección.

Costumbres de Rosh Jodesh

1. Se agrega una plegaria adicional durante los servicios de la mañana llamada “HALEL”.

2. Se lleva a cabo una lectura especial de la Torá durante los Servicios de la mañana.

3. Se agrega una plegaria adicional llamada “IAALÉ VEIABÓ” durante la Amidá y el Agradecimiento después de las Comidas (Birkat Hamazón).

En algunas congregaciones Sefardíes se enciende una vela en la víspera de Rosh Jodesh.

Adicionalmente, los judíos no se cortan el cabello ni ayunan en Rosh Jodesh debido a su “santidad”.

Las mujeres judías tienen una conexión especial a Rosh Jodesh y por consiguiente se abstienen del trabajo extra en ese día.

Algunos sucesos históricos que ocurrieron en el mes de Kislev

El 13 de Kislev de 499 falleció Ravina, co-editor del Talmud babilonio.  Su muerte marca el final del período talmúdico.

El 14 de Kislev (16 de diciembre de 1948) comenzó el primer plan de la operación “Alfombra mágica”, que consistío en transportar judíos yemenitas a Israel.

El 7 de diciembre de 1237, falleció Rabí Abraham Maimon Ha Naguid, hijo de Maimonides, autor de Miljamot Hashem.

El 14 del año 1928  Rabí Menajem Mendel Schneersohn, contrajo matrimonio con la Rebetzin Jaia Mushka, hija del Rebe Anterior.

El 19, el notable discípulo del Baal Shem Tov, Rabí Dovber, el Maguid (predicador) de Mezritch, falleció en el año 5533 (1773).

26 años después, en la misma fecha, Rabí Shneur Zalman, su discípulo, recitaba los Salmos en la prisión de Petesburgo. Cuando sus labios llegaron al versículo (55:19) “Di-s redimió mi alma en paz”, fue puesto en libertad. Esta fecha corresponde al 27 de noviembre del año 1798. 

Reuben, el primer hijo del Patriarca Iaakov, fue circuncidado el 21 de Kislev. Al año siguiente, en la misma fecha, nació su hermano Simón.

Todos los judíos de Nuremberg fueron asesinados y quemados durante la Peste Negra el 24 del año 5110 (1350). Como en muchas otras ciudades Europeas, los habitantes enloquecidos y coléricos, culparon a los judíos de la peste bubónica.

* Se terminó la fundación del Segundo Templo en el 520 antes de la era común.

* El Profeta Jagai, predijo en ese mismo año, la caída del Imperio Persa y la salvación de Israel.

Un 25, ocurrió el milagro de Janucá, en el año 3597, (163 antes de la era común).

Extraído de “Nosotros en el tiempo” Editorial Kehot Lubavitch Sudamericana