La Mitzvá principal de estas fiestas es escuchar el Shofar.
El Shofar es un instrumento de viento confeccionado preferiblemente del asta de carnero, aunque el asta de cualquier animal sirve mientras se trate de un cuerno que crece con cartílago.
Este instrumento ritual debe ser tocado de una manera particular y por una persona entrenada. Hay tres tipos de sonidos producidos con el Shofar: Tekiá o sonido largo, Shevarim o sonido medio entrecortado y Teruá o sonido muy entrecortado. Representan diferentes tipos de llantos provocados por nuestro distanciamiento de Di-s. Reflejando diversos versículos bíblicos al respecto, escuchamos una serie de combinaciones de dichos sonidos.
Hoy en día se hace sonar el Shofar en tres ocasiones: todo el mes de Elul (todos los días del último mes del calendario hebreo, menos en Shabat y la víspera de Rosh Hashaná), en Rosh Hashaná, y al finalizar Iom Kipur.
Durante el mes de Elul hacemos sonar el Shofar para sensibilizar y conscientizarnos en cuanto al acercamiento de Rosh Hashaná.
En Rosh Hashaná, el Shofar tiene varios fundamentos:
Como Rosh Hashaná es el aniversario de la creación del hombre y lo primero que hizo el hombre fue reconocer la soberanía de Di-s, se trata entonces del aniversario de la coronación de Di-s como rey.
El Shofar se hace sonar cumpliendo el papel de las trompetas que suenan en una coronación.
Por otra parte, Rosh Hashaná es el primer día del período de Teshuvá, o retorno a Di-s. El sonido del Shofar viene a anunciar el arribo de dicha oportunidad especial de retorno.
Además, el Shofar invoca el momento en el cual recibimos la Torá en el Sinaí, nos inspira a que “renovemos el contrato” que asumimos con Él en ese momento.
Para que todos puedan cumplir con esta importante tradición habrá puntos de encuentro al aire libre en el AMBA y en distintos lugares del interior del país.