El plato del Seder

El Séder es la comida tradicional de Pascua que incluye lectura, beber 4 copas de vino, contar historias, comer alimentos especiales, cantar y otras tradiciones de Pascua .

Según el mandato bíblico, se celebra al anochecer la primera noche de Pésaj (y la segunda si vives fuera de Israel ), aniversario del milagroso éxodo de nuestra nación de la esclavitud egipcia hace más de 3000 años. 

En el Seder, cada persona debe verse a sí misma como si ella misma estuviera saliendo de Egipto. Comenzando por nuestros Patriarcas, Abraham, Isaac y Jacob, contamos el descenso del pueblo judío a Egipto y recordamos su sufrimiento y la persecución de que fue víctima. Estamos junto a ellos mientras Di-s envía las Diez Plagas para castigar al Faraón y a su nación, y los seguimos cuando ellos salen de Egipto y cruzan el Mar de Juncos. Presenciamos la milagrosa mano de Di-s cuando las aguas se dividen para dejar que pasen los israelitas y luego vuelven a cerrarse, inundando a las legiones egipcias.

Kadesh – la bendición

El Seder se inicia con la recitación del kidush, en el que se proclama la santidad de este día sagrado. Esto se hace con una copa de vino, que es la primera de las cuatro copas que hemos de beber (reclinándonos) en el Seder.

Las cuatro copas de vino

¿Por qué cuatro copas? La Torá emplea cuatro expresiones de libertad o liberación en conexión con nuestra liberación de Egipto (ver Éxodo 6:6-7). Además, los Hijos de Israel tuvieron cuatro grandes méritos incluso estando en el exilio:  No se cambiaron los nombres hebreos;  continuaron hablando su propio idioma, el hebreo;  conservaron un alto grado de moralidad;  mantuvieron su mutua lealtad.

Se usa el vino porque es símbolo de alegría y regocijo.

Por qué nos reclinamos: Al beber las cuatro copas de vino y comer la matzá, nos reclinamos hacia la izquierda para acentuar el hecho de que somos personas libres. En la antigüedad, solamente las personas libres se daban el lujo de reclinarse mientras comían.

Urjatz – La purificación

Nos lavamos las manos de la manera prescripta, como solemos hacer cada vez antes de comer, pero esta vez sin pronunciar la bendición acostumbrada.

El paso siguiente en el Seder, Karpas, requiere que mojemos alimentos en agua, lo cual, según la ley judía, a su vez requiere que ese alimento sea comido con un utensilio o bien que uno se purifique las manos lavándolas. En la noche del Seder optamos por la observancia menos común para despertar la curiosidad del niño.

Karpas – el “aperitivo”

Se moja un pedacito de cebolla o de papa hervida en agua salada y se lo come (después de recitar la bendición de las verduras).

El acto de mojar el karpas en agua salada es un acto de placer y libertad, que suscita aún más la curiosidad del niño.

La palabra hebrea karpas, si se lee de atrás para adelante, alude a las extenuantes labores que llevaron a cabo los 600.000 judíos en Egipto. [La samej tiene valor numérico equivalente a 60 (que representa 60 veces 10.000), mientras que las tres últimas letras hebreas forman la palabra perej, duras labores]. El agua salada simboliza las lágrimas que derramaron nuestros antepasados en Egipto.

Iajatz – Partir la Matzá

La matzá intermedia del plato del Seder se parte en dos. El pedazo más grande se guarda para usarlo más tarde como el afikomán. Esta acción tan inusual no sólo vuelve a atraer la atención del niño sino que además conmemora la división del Mar de Juncos que obró Di-s para que los Hijos de Israel cruzaran sobre tierra seca. El pedazo más pequeño de la matzá intermedia es devuelto al plato del Seder. Esta matzá intermedia quebrada simboliza la humildad, y más adelante será comida como el “pan de pobreza”.

Maguid – la Hagadá

Ahora se invita a los pobres a que se unan al Seder. La bandeja del Seder se coloca a un costado, se sirve una segunda copa de vino y el niño, que a esta altura ya no puede aguantar más de tanta curiosidad, formula la tradicional pregunta: “¿Ma nishtaná ha-laila haze mikol ha-leilot? ¿Por qué esta noche es diferente de todas las otras noches?”. ¿Por qué solamente matzá? ¿Por qué se moja la comida? ¿Por qué las hierbas amargas? ¿Por qué estamos tan relajados y reclinándonos sobre almohadones como si fuésemos reyes?

Las preguntas del niño desencadenan una de las mitzvot más significativas de Pésaj, que es el punto culminante de la ceremonia del Seder: la hagadá, o sea, el relato del Éxodo de Egipto. La respuesta incluye una breve reseña histórica, la descripción del sufrimiento que soportaron los israelitas, la lista de las plagas que acometieron a los egipcios y la enumeración de los milagros que obró el Todopoderoso para la redención de Su pueblo.

Rajtza – El lavado antes de la comida

Una vez concluida la primera parte de la Hagadá, al beber la segunda copa de vino (reclinándose), nuevamente nos lavamos las manos, pero esta vez pronunciando las bendiciones usuales, como solemos hacer antes de comer pan.

Motzi Matzá – Comemos la Matzá

Sosteniendo las tres matzot (con la matzá rota entre las dos enteras), se recita la bendición usual del pan. Luego, se deja caer al plato la matzá de abajo y se sostiene la matzá entera de arriba y la matzá rota del medio y entonces se pronuncia la bendición especial de “al ajilat matzá”. Luego se quiebran por lo menos 28 gramos de cada matzá y se comen los dos pedazos juntos, reclinándose.

Maror – las hierbas amargas

Se toman por lo menos 28 gramos de las hierbas amargas. Se las introduce en el jaroset y se sacude el jaroset y se pronuncia la bendición “al ajilat maror”. Se come sin reclinarse.

Korej – el sándwich

Cumpliendo con la costumbre instituida por el gran sabio talmúdico Hilel, se come un sándwich de matzá y maror. Se cortan dos pedazos de la matzá de abajo, que juntos deberían pesar por lo menos 28 gramos. Una vez más se toman por lo menos 28 gramos de hierbas amargas y se las introduce en el jaroset, tras lo cual se las colocan entre los dos pedazos de matzá y se dice “ken asá Hilel…” y se come el sándwich reclinándose.

Shuljan Orej – el banquete

Ahora se sirve la comida festiva. Empezamos la comida con un huevo duro mojado en agua salada.

Una vez le preguntaron a un rabino por qué los judíos comen huevos en Pésaj. “Porque los huevos simbolizan al judío”, respondió el rabino. “Cuanto más se los quema o se los hierve, más se endurecen”.

Tzafún – Salir del escondite

Después de la comida, se va a buscar la media matzá que había estado “oculta” y se había guardado para el afikomán (“postre”) y se la come. El afikomán simboliza el cordero pascual, que se comía al final del banquete.

Todos deberían comer por lo menos cuarenta y dos gramos de matzá, reclinándose, antes de la medianoche. Después de comer el afikomán, no se come ni se bebe nada excepto las dos copas restantes de vino.

Beraj – las bendiciones de después de la comida

Se sirve una tercera copa de vino y se recita la Bendición de después de las comidas. Luego se recita el pasaje en el que se invita al Profeta Elías, el heraldo de la llegada del Mashíaj, nuestro recto Mesías.

Halel – Canciones de alabanza

A esta altura, habiendo reconocido al Todopoderoso y Su singular modo de guiar al pueblo judío, vamos un paso más allá y entonamos Sus alabanzas por ser Él el Amo de todo el universo.

Tras recitar el Halel, nuevamente pronunciamos la bendición del vino y bebemos la cuarta copa, reclinándonos.

Nirtzá – aceptación

Habiéndolo llevado a cabo en la forma debida, estamos seguros de que el servicio del Seder fue bien recibido por el Todopoderoso. Entonces decimos “Le-shana ha-baá be-Ierushalaim- El año próximo en Jerusalem”.

KEARÁ

El plato del Seder (keará) incluye la mayor parte de los ingredientes que conforman el Seder.
 
Las tres matzot y los otros seis ingredientes se disponen en formación según su significación mística y la relación que hay entre uno y otro.
Así es como se disponen:

Encima de un plato grande, una bandeja o un pedazo de tela, coloca tres matzot enteras, una encima de la otra. Lo mejor es usar matzot redondas hechas a mano y shmurá.

Cubre las matzot con un pedazo de tela o una bandeja.

1) “Zroa”  hueso de pollo asado del que se quitó la mayor parte de la carne. Esto simboliza la ofrenda de Pésaj. No se come.

2) “Beitzá”  huevo duro, que simboliza la ofrenda de la festividad.

3) “Maror”  rábano picante rallado (solamente el rábano picante, no el “jrein” de color bordó que contiene también remolacha y vinagre) y/o lechuga romana, para usar como las “hierbas amargas” 

4) “Jaroset” pasta hecha de manzanas, peras, nueces y vino. Las hierbas amargas se sumergen en esta pasta.

5) “Karpas” un pedazo de verdura, como por ejemplo cebolla o papa.

6) “Jazeret” más hierbas amargas, para usar en el sándwich de matzá-maror.

También vamos a necesitar un vaso o una copa de vino para cada participante y gran cantidad de vino (cuatro vasos por persona).

Y un platito hondo con agua salada (para mojar el Karpas).


  

Estamos listos para empezar el Seder de 15 pasos. Mientras vayamos avanzando iremos explicando la función y la significatividad de estos ingredientes.

¿Qué es Pésaj Sheini?

El 14 de lyar es el día conocido como Pésaj Sheini, literalmente, “el segundo Pésaj”.

En la época del Beit HaMikdash, todos aquellos que no habían podido traer la ofrenda de Pésaj en la fecha estipulada, el 14 de Nisán, tenían una segunda oportunidad para hacerlo en este día. 

La Torá (Números 9:10-11) expresa: “Y Di-s habló a Moshé, diciendo: Habla a los Hijos de Israel, diciendo: Si hombre alguno de vosotros o de vuestras generaciones futuras se hallare impuro a causa de un cadáver o esté en camino distante, de todos modos hará la ofrenda de Pésaj a Di-s. La harán el decimocuarto día del segundo mes, hacia el atardecer, la comerán con matzot y hierbas amargas…”

“Pésaj Sheini” se ha convertido en una especie de festividad que celebra la segunda oportunidad de la vida. En las palabras del sexto Rebe de Lubavitch, y elaborado muchas veces por el Rebe, “Es iz nito kein farfalen”, nunca es demasiado tarde. 

Siempre podes arreglar los errores del pasado. Di-s está constantemente esperando a que expresemos un arrepentimiento sincero. 

Hoy en día, cuando no tenemos el Beit HaMikdash, se acostumbra comer un poco de matzá en Pésaj Sheni, en recuerdo a la ofrenda.

En la época del Beit HaMikdash— este era un día de regocijo para aquellos que cumplían con su obligación de traer la ofrenda de Pésaj. Por lo tanto, se considera en cierto modo especial y en él no se recita Tajanún.

BREVE RESUMEN DE LAS LEYES DE PÉSAJ SHENÍ

Aquel que se encontraba impuro [por haber entrado en contacto con un cadáver humano] en el momento estipulado para traer la ofrenda de Pésaj, o se hallaba en un lugar alejado, o tuvo algún percance, o indeliberadamente —o aun con intención— no la ofreció, debe traer la ofrenda de Pésaj en la tarde del 14 de lyar.

Quien se convirtió al judaísmo entre el 14 de Nisán y el 14 de Iyar, o un niño que pasa a ser adulto —respecto de su obligación para con las mitzvot, al cumplir 13 años, edad de bar-mitzvá— durante este período, también trae la ofrenda de Pesa] el 14 de Iyar. 

Si muchos del pueblo se hallan impuros en el momento de traer la ofrenda de Pésaj: Si constituyen la minoría de la nación, traen su ofrenda en Pésaj Sheni, pero si conforman la mayoría, o si los kohanim (sacerdotes) o utensilios del Gran Templo se hallan impuros en ese momento, de todas formas el sacrificio es traído por todos el 14 de Nisán. Y si el número de personas puras e impuras es el mismo, la ofrenda se trae el 14 de Nisán con la salvedad de que cada grupo la debe traer por separado, sin mezclarse unos con otros.

¿Cuál es la diferencia entre la ofrenda de Pésaj traída el 14 de Nisán y la traída el 14 de lyar? 

En la primera se prohíbe el jametz, el cual no puede ser “visto ni encontrado” en posesión del judío. Por ende no debe ser sacrificada junto con éste, siendo necesario exterminar previamente todo jametz de los hogares. Asimismo, ninguna porción de su carne puede ser comida fuera de la javurá,  (el grupo de personas formado para traer la ofrenda y comer la carne juntos, pues cada cordero era compartido por varias personas). 

Además, la ofrenda del 14 de Nisán va acompañada del Halel, cánticos de alabanza,  y de una ofrenda festiva especial, korbán jaguigá, pudiendo ser ofrecida incluso en estado de impureza, si la mayor parte del pueblo se encuentra en esa condición, como vimos antes.

En cuanto a la ofrenda de Pésaj traída el 14 de lyar: tanto el jametz como la matzá pueden encontrarse en posesión del judío, no hay obligación de recitar el Halel mientras se come, la carne del sacrificio puede comerse estando la persona separada de los otros miembros de la javurá, el sacrificio no es acompañado de una ofrenda festiva, y no puede ser traído en estado de impureza. 

Sin embargo, ambos comparten varias cosas en común: pueden traerse en Shabat, requieren del recitado del Halel durante su preparación, deben comerse asados en una misma casa, se comen junto con matzá y maror, no puede sobrar ningún resto de su carne, y no se puede quebrar ninguno de los huesos del animal.

Preparativos para Pésaj

Los días previos a Pesaj debemos limpiar la casa de todo el Jametz. Especialmente debemos tener cuidado en la limpieza de la cocina, el comedor y las habitaciones de los niños, verificando que no queden vestigios de Jametz.

 

Jametz

El Jametz durante Pesaj, no sólo está prohibido comerlo, sino también poseerlo. Jametz significa: Productos que contengan cualquier clase de cereal (trigo, cebada, centeno, sémola, quaker, etc.), y no hayan sido supervisados por un rabino cuidando que no hayan fermentado.

En síntesis, pan, tortas, galletas, fideos, cerveza, whisky y otras bebidas alcohólicas, alimentos para bebés, conservas, etc., son productos Jametz y no se pueden tener ni utilizar en Pesaj.

Utensilios Los utensilios usados durante todo el año contienen Jametz y no deben ser utilizados en Pesaj. Es conveniente tener un juego de utensilios especialmente para su uso en Pesaj. De no ser esto posible, se deben “casherizar” los utensilios de uso diario.

Para “casherizar” sus utensilios consulte con su Beit Jabad más cercano, y gustosamente lo ayudaremos.

La Cocina
También la cocina y los electrodomésticos deben ser “casherizados”, no se pueden utilizar las mesadas, las piletas, la heladera y demás artefactos sin haberlos “casherizado”. Como el proceso de “casherización” de cada uno es distinto y es imposible detallar uno por uno, consulte con su Beit Jabad más cercano donde le informarán el modo de “casherizarlos”.

La Venta del Jametz
Los productos que contengan Jametz y se quieran guardar para después de Pesaj, así como los utensilios diarios, deben ser guardados en un placard especial que permanezca cerrado durante los ocho días de Pesaj. Este Jametz será vendido a un no judío, ya que de esta forma no lo “poseemos” legalmente.

 

 

Gente singular

Purim se trata de ser diferente.

Hamán se quejó al rey Ajashverosh que “no existe una nación singular, dispersos y divididos entre las naciones en todas las provincias de tu reino, cuyas leyes son diferentes de las de todas las naciones ….” Una “nación singular” Ajashverosh dijo, diferente y único a pesar de su dispersión, no pueden ser tolerados,acordó con Hamán que “no vale la pena que el rey lo deje ser … debe ser decretada su destrucción”.

La respuesta Judía al decreto de Hamán fue intensificar su singularidad. En lugar de seguir las tendencias asimilacionistas, que comenzaron con el exilio de la Tierra Santa tres generaciones antes, se reunieron bajo la dirección de Mordejai, con un compromiso renovado con su singularidad como pueblo de Di-s.

Después de relatar la historia de la caída de Hamán y la victoria de Israel, el Libro de Ester resume el milagro de Purim en una frase: “Para los Judíos había luz, felicidad, alegría y prestigio”. 

El Talmud interpreta estas palabras como un referencia a las cuatro características principales que distinguen al pueblo judío: “Luz” es la Torá,” felicidad” son las fiestas,”alegría” es la circuncisión, y el “prestigio” son los tefilín”.

Hay, por supuesto, 613 mitzvot (mandamientos Divinos) y numerosos principios, leyes y costumbres que conforman la fe Judía, pero estos cuatro son señalados como las matrices de la singularidad Judía.

Semejanzas distintivas

A simple vista parecería totalmente lo contrario, que estos cuatro preceptos en realidad reflejan la similitud de Israel con otras naciones.

El estudio no es exclusivo de los Judíos: prácticamente todas las comunidades y culturas tienen su credo y filosofía, un conjunto de escritos en los que se basan, y un ejército de académicos que lo estudian, interpretan y la aplican. Además, la Torá no se limita al pueblo de Israel; varias religiones se basan en ella, incluyendo dos que abarcan más de la mitad de la raza humana. Incluso algunos de los planteamientos específicamente Judíos de la Torá (como el Talmud, los escritos de Maimónides o de las enseñanzas de la Cábala) son universalmente conocidos y estudiados.

Las festividades son también una característica común de todas las sociedades. Es cierto que sólo los Judíos comen matzá en Pesaj y tocan el Shofar en Rosh Hashaná, pero el concepto de una festividad, o una fecha señalada para su celebración y observancia, es universal. Cada nación, cultura y religión tiene su calendario de fechas que marcan los acontecimientos históricos, y conmemoran esas fechas con apropiados rituales y costumbres.

Lo mismo puede decirse de los tefilín: sólo el Judío une estas cajas de cuero y correas a su brazo y cabeza como símbolo de su compromiso con Di-s, pero una vez más el concepto es universal. El anillo de mujer casada, el uniforme del soldado, todos estos son signos que se usan como una demostración de nuestra lealtad a un determinado grupo o causa. En cuanto a la circuncisión, es un procedimiento bastante común, practicado por muchos por razones de salud y otros.

Sin embargo, la Torá, las festividades, la circuncisión y los tefilín, o como el Libro de Ester se refiere a ellos, “la luz”, “felicidad”, “alegría” y “prestigio”, son las piedras angulares de la distinción Judía. Es cierto que las naciones y las sociedades tienen otros elementos similares, o prácticamente idénticos, en su doctrina y estilo de vida, pero la experiencia judía de estos elementos, es diferente, hasta incluso la antítesis a sus homólogos universales.

De hecho, esta es la marca definitiva de la distinción: cómo uno difiere no en aquellas áreas en las que uno es obviamente diferente, sino en las que externamente son similares, pero internamente mundos aparte.

Sabiduría femenina

¿Cómo la Torá Judía difiere de la concepción universal del aprendizaje? La clave está en el Libro de Ester en la palabra hebrea “ora”, que es la forma femenina de “luz”, que aparece en referencia a la Torá.

Toda sabiduría, cuya función es iluminar y aclarar, es la luz, pero hay luz masculina y femenina. La luz masculina es auto-generada, original y agresiva, en cambio la luz femenina es receptiva. La inteligencia masculina es la mente que explora lo desconocido, originando nuevas ideas, eliminando conceptos erróneos. El intelecto femenino es la mente que se abre a recibir de una fuente superior, desarrollando la gran cantidad de detalles y aplicaciones inherentes a ella.

El estudio de la Torá emplea tanto las funciones masculinas como femeninas de la mente, pero el mayor énfasis está en lo femenino. A pesar de sus sutilezas Talmúdicas, la Torá no se trata de intelecto en absoluto, éste no es mas que una “prenda”, un medio para transmitir la esencia supra-racional que lo inviste. El estudio de la Torá es, en primer lugar, para entregarse a una revelación de Divinidad verdadera, para transformar la mente en un receptáculo para la sabiduría y la voluntad de Di-s. La mente del Sabio de la Torá no es un generador de ideas, sino una matriz que recibe la Divinidad verdadera y luego la desarrolla como un principio racionalmente estructurado o ley.

El pasado presente

La función universal de una fiesta o festividad, es para celebrar y conmemorar el pasado. La función de las fiestas Judías es para revivir el pasado, o más bien para descubrir la esencia atemporal de un suceso del pasado que lo hace real para su presente existencia.

El Judío no recuerda exactamente el Éxodo en Pesaj. A través de la observancia de las mitzvot Divinamente ordenadas de Pesaj , se accede al regalo Divino de la libertad de lo que es el Éxodo, logrando con ello un “Éxodo” personal, una liberación de las restricciones que esclavizan su propia vida. Lo mismo puede decirse de la entrega de la Torá en Shavuot, la consecución del perdón en Iom Kipur, y así sucesivamente: la fiesta judía es una ventana atemporal en el tiempo, haciendo los eventos “pasados” accesibles y realizables.

Una festividad es una ocasión “feliz”. Pero, nuevamente, la felicidad experimentada por el Judío, a pasar que superficialmente es similar a la felicidad de un no-judío, es radicalmente diferente. Para el celebrante no-judío, una festividad es una vía de escape, sumergiéndose en un pasado alegre y optimista, y seguramente así es capaz de ignorar sus problema presentes.

El Judío también trasciende el presente en sus fiestas, y también para él, esta es una fuente de alegría. Pero la suya no es una alegría para escaparse. Por el contrario, es la alegría de penetrarse a la esencia de su día actual para descubrir el que no hay tiempo pasado en el. Es por esto que es una alegría disciplinada, una alegría que rompe las barreras externas, mientras amplía su enfoque interno. Es una alegría que lo hace más responsable y solidario.

La festividad en la que la distinción de la celebración Judía sale más vívidamente a la luz es Purim. En Purim se le ordena al Judío “beber hasta que no se puede distinguir entre el “maldito Haman” y “bendito Mordejai”. Beber, sobre todo hasta el punto de la irracionalidad, es generalmente un anatema para el Judío, es el Purim donde podemos ver el estado poco común de un Judío ebrio.

La Alegría del Sacrificio

La circuncisión es una práctica bastante común. Muchos lo hacen por razones de salud, otros por razones religiosas. En cualquier caso, la decisión de circuncidar es una cuestión de pasar por el dolor para ganar algo. El procedimiento es doloroso, hay elementos de riesgo (como ocurre con todos los procedimientos quirúrgicos), y se dice que disminuye el placer sexual. El estadounidense que decide circuncidar a su hijo podría decir: “Ciertamente, hay desventajas, pero los beneficios de la salud hacen que valga la pena”. El niño musulmán podría decir: “Claro que duele, pero me gano la entrada al cielo.”

Lo que es único acerca de la Judío es que, para él, la propia circuncisión es percibido como algo positivo y deseable. Cualquiera que haya asistido a un Brit Milá entiende por qué el Libro de Ester hace referencia a ella como una “alegría”, uno no recibe la impresión de que estamos “pagando un precio” para algún tipo de recompensa en el futuro. El Judío alegremente desea entregarse a Di-s no por los resultados o recompensas.

De hecho, se puede decir que la circuncisión representa a todos los”sacrificios”, se trata de entregarse a uno mismo en el sentido más físico y literal. El concepto de sacrificio es, por supuesto, universal. El hombre está siempre haciendo sacrificios por el bien de su futuro, sus seres queridos, su país, sus convicciones. Pero el sacrificio es siempre para luego recibir algo a cambio en el futuro (en la propia vida o en el más allá) o por un deber ineludible. Para el Judío, el sacrificio por orden de Di-s es una alegría.

De ahí el sorprendente fenómeno, racionalmente inexplicable: prácticamente todos los Judios, independientemente del compromiso religioso, practican la circuncisión. Judíos que se definen como “ateos”, o como “progresistas”, circuncidan a sus hijos. Judíos que emergieron de siete décadas de dominio soviético desprovistos de cualquier conocimiento o apreciación por el Judaísmo, inmediatamente organizan circuncisiones para ello mismos, sus hijos y sus nietos. La circuncisión, para el Judío, es acerca de lo que es, y no de lo que hace por él.

Cajas Negras

El cuarto definidor de la singularidad Judía son las cajas de cuero negro, los tefilín, que contienen pergaminos en el cual están inscriptos capítulos seleccionados de la Torá, que se ponen en el brazo y la cabeza como símbolo de nuestra relación con Di-s.

Cada comunidad y cada cultura tienen sus propias prendas y adornos que usan como símbolos de su identidad. A causa de lo que representan, estos reflejan, naturalmente, las concepciones de belleza y prestigio: el oro brillante de anillo de la novia, el impecable uniforme del general, etc, todos encarnan una persona o grupo orgullosos de quienes son.

El tefilín se destaca por su sencillez. Dos simples cajas, las cuales la Torá ordena que sean sin adornos y estén pintadas de negro. Los tefilín no transmiten el orgullo, sino la subyugación de la mente, corazón y acciones del Judío al Todopoderoso.

Sí, los tefilín son el prestigio del Judío, pero éste no es por su representación estética, sino por su Servidumbre a Di-s, a través de la unión de su intelecto, emociones y talentos con la voluntad Suprema.

En Purim celebramos la salvación de un pueblo singular: un pueblo cuyo aprendizaje, festividades, sacrificios e insignia de honor son tan comunes, pero sin embargo, muy únicas.

Basado en un discurso del Rebe en Purim 5719 (1959)

Paso a paso de Purim

La fiesta de Purim se festeja todos los años el 14 del mes hebreo de Adar (generalmente en el mes de Marzo del calendario secular) 

Se conmemora la salvación del pueblo judío del plan de Haman en la antigua Persia de “destruir, asesinar y aniquilar a todos los judíos, jóvenes y ancianos, mujeres y niños, en un solo día”

Purim 2025 comienza la noche del jueves 13 de marzo y continúa hasta Shabat , el 14 de marzo (que se extiende hasta el domingo en Jerusalén ). 

La fiesta de Purim se festeja todos los años el 14 del mes hebreo de Adar (generalmente en el mes de Marzo del calendario secular) 

Se conmemora la salvación del pueblo judío del plan de Haman en la antigua Persia de “destruir, asesinar y aniquilar a todos los judíos, jóvenes y ancianos, mujeres y niños, en un solo día”

Purim 2025 comienza la noche del jueves 13 de marzo y continúa hasta Shabat , el 14 de marzo (que se extiende hasta el domingo en Jerusalén ). 

¿Cuál es la historia de Purim en pocas palabras?

El Imperio persa del siglo IV a. C. se extendía por 127 territorios y todos los judíos eran sus súbditos. 

Cuando el rey Asuero hizo ejecutar a su esposa, la reina Vasti, por no haber seguido sus órdenes, organizó un concurso de belleza para encontrar una nueva reina. Una joven judía, Ester, halló favor a sus ojos y se convirtió en la nueva reina, aunque se negó a revelar su nacionalidad.

Mientras tanto, Hamán, que odiaba a los judíos, fue nombrado primer ministro del imperio. Mardoqueo, el líder de los judíos (y primo de Ester), desafió las órdenes del rey y se negó a inclinarse ante Hamán. Hamán se enfureció y convenció al rey para que emitiera un decreto que ordenaba el exterminio de todos los judíos el 13 de Adar , una fecha elegida por sorteo.

Mardoqueo movilizó a todos los judíos, convenciéndolos de que se arrepintieran, ayunaran y oraran a Di-s . Mientras tanto, Ester le pidió al rey y a Amán que la acompañaran a un banquete. En un banquete posterior, Ester le reveló al rey su identidad judía. Amán fue ahorcado, Mardoqueo fue nombrado primer ministro en su lugar y se emitió un nuevo decreto que otorgaba a los judíos el derecho a defenderse de sus enemigos.

El 13 de Adar, los judíos se movilizaron y mataron a muchos de sus enemigos. El 14 de Adar descansaron y celebraron. En la ciudad capital de Susa, se tomaron un día más para terminar el trabajo.

¿Por qué se llama Purim?

Purim significa “suerte” en persa antiguo. La festividad recibió ese nombre porque Amán había echado suertes para determinar cuándo llevaría a cabo su diabólico plan. 

¿Cómo son las celebraciones de Purim?

Escucha el milagro
Ve a la sinagoga y escucha toda la Meguilá. La Meguilá, también conocido como El Libro de Esther, es el rollo que relata la historia de Purim. Atiende la lectura pública de la Meguilá dos veces: primero, en la noche de Purim y después, otra vez, en el Día de Purim. Presta mucha atención, es fundamental que escuches cada palabra. Cuando se menciona el nombre de Hamán en la lectura, los niños deben agitar las matracas, y los adultos patear con los pies sobre el suelo para erradicar su malvado nombre.

Se realiza una vez en vísperas de Purim y otra al día siguiente.

Comparte la comida
Purim es una celebración relacionada con la amistad, con la comunidad y con tu interés por los demás. Envía durante las horas del día de Purim un paquete que contenga por lo menos dos productos alimenticios o bebidas diferentes listos para usar a por lo menos un conocido judío.

Dale a los necesitados
Purim tiene que ver con interesarte por los demás. Dales durante las horas del día de Purim comida o dinero a por lo menos dos personas necesitadas. En caso de que no encuentres personas necesitadas, es muy probable que en tu sinagoga se recolecte dinero con este fin. Coloca, por lo menos, dos monedas en una caja de caridad. La caridad es una mitzvá durante todo el año, pero en Purim le damos a todo el que pide.

¡Festeja y alégrate!
En Purim, la idea es compartir la alegría. Durante las horas diurnas, reúnete con amigos y familiares, y realicen un banquete con vino. Canten, ríanse, pásenla bien juntos. Tradicionalmente, el banquete de Purim dura hasta bien entrada la noche.

Dale las gracias a Di-s
Agrega Al HaNisim, que es una breve sección de dar las gracias por el milagro de Purim, a las plegarias diarias y a la Bendición de después de las comidas.

 

El día anterior a Purim (o el jueves anterior, si Purim cae en domingo), se acostumbra a ayunar para conmemorar el ayuno de Ester y rezarle a Di-s para que salve a Su pueblo.

¿Cuál es el significado de Purim?

Purim significa “lotes”. Como una lotería, que no es racional ni predecible, Purim expresa aquello que está más allá de la naturaleza y del entendimiento humano.

Además del milagro de la supervivencia judía a pesar de los esfuerzos de nuestros enemigos, Purim celebra la íntima participación de Di-s en cada aspecto de este mundo. Aunque no hubo milagros evidentes registrados en la Meguilá (de hecho, Su nombre ni siquiera se menciona una vez), Di-s estaba “moviendo los hilos” activamente para cuidar de Su nación.

Además, el edicto de Hamán catalizó un renacimiento espiritual entre los judíos. En cierto sentido, esto fue incluso más significativo que el Pacto en el Sinaí —una experiencia espiritual abrumadora que obligó a los judíos a aceptar la Torá— , ya que ocurrió por propia voluntad, incluso cuando estaban dispersos entre el pueblo persa e inmersos en su cultura. Fue en mérito de este despertar espiritual que Di-s orquestó su salvación.

Preparación para Purim

Antes de Purim, viene el Shabat Zajor, el Shabat de Recordatorio, es el momento cuando leemos en un rollo de la Torá en la sinagoga de qué manera los amalekitas nos atacaron movidos solo por el odio. La Torá nos exhorta a que jamás olvidemos esta maldad y que “erradiquemos el recuerdo de Amalek”. Dado que Hamán era descendiente de Amalek, hacemos esto antes de Purim. Se trata de una obligación anual, se cumple una sola vez al año y, por eso, es conveniente que te asegures de estar presente.

A fin de salvar a su pueblo de la exterminación, Esther arriesgó su vida presentándose ante el rey sin permiso. Antes de hacerlo, les pidió a los judíos que ayunaran junto con ella durante tres días. Después, cuando los judíos enfrentaron a sus enemigos el día anterior a Purim, nuevamente, decretaron un día de ayuno y de plegaria.

Es por eso que hacemos el “Ayuno de Esther” antes de Purim. Si Purim ocurre en un domingo, el ayuno se observa el jueves anterior.

Ayunar es muy simple. Si eres una persona sana y eres mayor de la edad de Bar Mitzva o Bat Mitzva, no comas ni bebas desde el amanecer hasta el anochecer.

La historia de la reina Ester

 

La reina Ester es la heroína reticente de la historia de Purim . Llevada al palacio del rey Asuero de Persia, expuso el complot del malvado Amán , que había convencido al rey de permitir la aniquilación de todos los judíos en su extenso imperio.

A Ester se la identifica claramente como “Ester, que es Hadassah”.

Hadassah es la palabra hebrea para mirto, y los rabinos enseñan que la piel de Ester tenía un tono amarillento. También consideran que este nombre es una indicación de que sus acciones eran tan agradables como la fragancia del mirto.

Ester, por otra parte, es un nombre persa, relacionado con la “estrella de la mañana”. En hebreo, está relacionado con la raíz de la palabra “oculto”, ya que la intervención de Di-s estuvo oculta durante todo el transcurso de los acontecimientos. En la superficie, todo lo que uno ve es una dramática historia de intrigas palaciegas, pero “detrás de escena” cada desarrollo está íntimamente guiado por Su mano.

Primeros años de vida
Ester, que quedó doblemente huérfana cuando era niña, fue criada por su primo Mardoqueo , un sabio y santo estudioso de la Torá y líder del pueblo judío.

Después de que el rey Asuero despidiera a su esposa Vasti por insubordinación, se enviaron agentes para encontrar un reemplazo. Sin embargo, de los muchos candidatos, ninguno encontró favor a sus ojos. A pesar de los esfuerzos de Ester por permanecer oculta, fue descubierta y llevada al palacio contra su voluntad.

Vida en palacio
A las muchachas se les ofreció una gran variedad de aceites y perfumes para que se prepararan para su cita con Asuero. No queriendo llamar la atención, Ester tomó sólo lo que le dieron, sin pedir ningún extra, con la esperanza de que el rey no la eligiera.

Antes de partir, Mordejai le dijo a Esther que no revelara su identidad judía. Con el deseo de mantener un estilo de vida judío, Esther se las arregló para tener siete sirvientas, cada una de las cuales la atendía en un día diferente. Esto le permitió llevar un registro fácil de los días de la semana y celebrar el Shabat como corresponde. También siguió una dieta vegetariana basada en semillas, lo que le permitió mantener la kashrut .

Su belleza natural y su encanto hicieron que se ganara el favor de todos los que la veían, incluso del personal del harén. Y cuando llegó su turno para ser presentada ante el rey, este quedó cautivado por su encanto natural y la eligió para ser su reina consorte.

Ester y Mardoqueo salvan la vida del rey
Mientras Ester estaba confinada dentro del palacio, Mardoqueo estaba afuera de las puertas del palacio, buscando ansiosamente información sobre su paradero. Entonces escuchó a dos guardias del palacio, Bigtán y Teresh , conspirando para matar al rey. Mardoqueo se lo dijo a Ester, quien se lo dijo al rey, y el golpe fue frustrado.

Amán se levanta contra los judíos
En un giro de los acontecimientos que no está directamente relacionado con Ester, Asuero nombra a Amán, un conocido enemigo de los judíos, como su primer ministro. Enfurecido porque Mardoqueo se negó a inclinarse ante él (Amán llevaba un ídolo sobre su cuerpo y Mardoqueo no quería que pareciera que adoraba a un ídolo), Amán le pidió al rey que le permitiera matar a todos los judíos en un solo día.

Al enterarse de la conspiración, Mardoqueo le pidió a Ester que intercediera en favor de su pueblo. “¿Quién sabe?”, le instó. “Quizás para este preciso momento te hayan llevado a la realeza”.

Ester aceptó hablar con el rey, pero sólo si Mardoqueo y los judíos ayunaban y oraban durante tres días consecutivos. Ester se acercó valientemente a Asuero sin cita previa (un acto castigado con la muerte) y lo invitó a él y a Amán a una fiesta privada, a la que los invitó a ambos a una segunda fiesta.

El punto de inflexión
Esa noche, siguiendo el consejo de su esposa, Amán mandó construir una horca gigante, de la que colgarían a Mardoqueo. Mientras tanto, el rey, incapaz de dormir, recordó que nunca había recompensado a Mardoqueo por salvarle la vida, y ordenó a Amán que hiciera desfilar a Mardoqueo por la ciudad, vestido con ropas reales y montado en el caballo del rey.

En la segunda fiesta, llegó el momento adecuado para que Ester revelara su verdadera identidad al rey y la amenaza de aniquilación que afrontaba su pueblo. Amán se echó sobre el lecho de Ester para pedirle clemencia, lo que enfureció al rey, quien ordenó que lo colgaran en la misma horca que había preparado para Mardoqueo.

El rey le regaló a Ester la mansión de Amán, pero su misión no había terminado. El edicto real sobre la aniquilación de los judíos seguía vigente porque el rey había dicho que no podía ser revocado. Ella lloró ante el rey, y él le permitió a ella y a Mardoqueo elaborar la legislación necesaria para salvar a los judíos.

Por eso enviaron decretos reales a todas las provincias declarando que los judíos tenían derecho a defenderse y a matar a cualquier enemigo que se levantara contra ellos. En Susa, la capital, había tantos malhechores que Ester pidió un día extra para que los judíos se aseguraran de que se eliminaran todas las amenazas, y así fue.

Ester y Mardoqueo declaran Purim
Desde entonces, los judíos han celebrado el día en que descansaron de la batalla (el 14 de Adar en la mayoría de los lugares y el 15 de Adar en Susa ) como Purim, un día de fiesta, intercambio de regalos y celebración.

Ester dejó registrado todo el giro de los acontecimientos en un rollo (conocido como Meguilat Esther o el Libro de Ester ), que se lee cada víspera de Purim y nuevamente el día de Purim.

 

Hay muchas lecciones que aprender de Ester, quien demostró tanta humildad, valentía, fe y devoción.

Un aspecto profundamente revelador de su brillantez es la manera en que se preparó para encontrarse con el rey y rogar por la vida de su pueblo. Sabía que estaba completamente a su merced, pero en lugar de acicalarse o esforzarse de algún modo por aumentar su encanto, ayunó y rezó. Ester sabía que, por importante que sea para nosotros actuar, lo que realmente importa es la ayuda de Di-s . Con Di-s de su lado, incluso una mujer débil y sin adornos podía influir en la mente de un monarca todopoderoso.

Por Menachem Posner

Tu Bishvat

El 15 de Shvat es el Rosh Hashaná de los árboles.

El Talmud nos explica que fue designado como el límite entre un año y otro respecto de los frutos de los árboles, porque hasta esta fecha han caído la mayoría de las lluvias del año y al llenarse los árboles de savia, comienzan a crecer los nuevos frutos. El Talmud Ierushalmi nos dice que los frutos que crecerán después del 15 de Shvat son considerados producto del nuevo año, pues hasta este día los frutos crecieron gracias a las lluvias del año anterior, pero a partir de esta fecha crecerán por efecto de las lluvias de este año.

-Leyes y Costumbres de Tu Bishvat
En Tu Bishvat está permitido trabajar, y no hay una comida festiva, ni rezos especiales. Pero está prohibido ayunar y decir tajanun (pedidos de perdón) en la tefilá.
En Tu Bishvat se acostumbra comer frutos de los árboles (si es posible, que crecieron en la Tierra de Israel), y especialmente los frutos que fueron recordados en el versículo de la Torá que alaba a la Tierra de Israel: “Trigo, cebada, viñas, higueras, granada, olivo y dátiles”


-El seder de Tu BiShvat:
La celebración cabalística de Tu Bishvat que se originó en la ciudad de Tzfat, Israel, está registrada en el Etz Hadar, un escrito de un alumno anónimo de Rabi Itzjak Luria, el Ari z”l (1534- 1572), el gran cabalista de Tzfat, y que toma la forma de un Seder (orden).


-LAS PRIMERAS 12 FRUTAS
1) HARINA: es la base de nuestro sustento, pero sólo luego de que hayamos trabajado para sembrarla y cosecharla, y luego prepararla.


-OLIVOS: Rinde el mejor de sus aceites cuando la fruta es aplastada. El aceite de oliva flota por encima de todos los líquidos.

DÁTILES: Son usados como metáfora con respecto a los tzadikim (justos), ya que el árbol de dátiles es noble y da buenos frutos. Además, el árbol de dátiles es impermeable a los cambios de vientos, y así es el
Pueblo Judío.


2) VID: Pueden ser transformadas en diferentes tipos de comida (pasas de uva) y bebidas (vino); de la misma forma, cada judío tiene el potencial para ser exitoso en diferentes aspectos de la observancia de la Torá y las mitzvot.


3) HIGOS: Deben ser cosechados tan pronto como hayan madurado, pues se echan a perder muy rápidamente. Así mismo nosotros, debemos ser resueltos y rápidos para cumplir las mitzvot que se nos presentan, antes de que la oportunidad se “eche a perder”.


4) GRANADAS: Se dice que posee exactamente 613 semillas, igual al número de mitzvot que hay en la Torá. De todas formas, cada judío está repleto de méritos como la granada posee semillas.


5) ETROG: Se considera una fruta hermosa, y de gran importancia en la Festividad de Sucot. El Etrog permanece en el árbol todo el año, obteniendo beneficio de las cuatro estaciones, y uniéndolas. Representa al judío que trata de ser espiritualmente íntegro.


6) MANZANAS: Les toma 50 días madurar. De la misma forma, los iehudim “maduraron” y aún maduran, durante los 50 días que hay entre Pesaj y Shavuot. Y así como el manzano primero da el fruto y luego la hoja, los judíos primero hacen los preceptos sin ningún pre-requisito de comprenderlo todo.


7) NUECES: Se divide en cuatro secciones, que corresponden a las cuatro letras del nombre de Di-s. De la misma forma en que la nuez posee dos cáscaras, una dura y una blanda; nosotros también debemos pasar por dos circuncisiones, una física y otra espiritual.


8) ALMENDRAS: representan el entusiasmo en el servicio a Di-s, pues el almendro es el fruto que más rápido florece.


9) ALGARROBO: es el fruto que más tarda en crecer. Esto nos recuerda que debemos invertir muchos años en el estudio de la Torá para alcanzar y merecer un claro entendimiento.


10) PERAS: aunque es posible hallarlas de diferentes tipos y formas, siguen manteniendo una afinidad muy cercana. Esto señala la unidad del pueblo judío a pesar de las diferencias.

BENDICIONES

Las frutas crecen por la Voluntad de Di-s. No pronunciarlas puede colocar a toda la Creación en peligro. Además, el bendecir antes de comer nos ayuda a concentrar nuestras mentes en la energía y potencial vital para la elevación de la comida. Y, por cierto, le otorgamos al
mundo la beneficencia Divina que puede ser canalizado a través de la bendición.

La importancia al Nuevo Año de los Árboles

La Torá nos dice que el “Hombre es comparado al árbol del campo”. 
Hay muchas enseñanzas que podemos aprender de nuestras contrapartes vegetativas. 

 Siguen creciendo…

Un árbol nunca para de crecer. No importa cuán alto sea el árbol, cada año crece un poco más. Adicionalmente, el árbol nunca está satisfecho con las frutas producidas la estación pasada, cada año continúa ofreciéndole al mundo nueva producción fresca.

Nosotros también, siempre debemos continuar creciendo en nuestro conocimiento de la Torá, servicio a Di-s y relación con nuestro compañero. Y las Mitzvot que producimos ayer, la caridad que hemos dado y los Tefilín que hemos donado, no nos exime de hacer lo mismo hoy.

 …pero siempre recuerda tu fundación.

Un árbol no puede sobrevivir, y obviamente tampoco producir adecuadamente, si no tiene raíces fuertes.

Similarmente nuestra fruta, es decir, nuestra Torá y buenas acciones, deben estar conectados a una fuerte fundación de fé en Di-s y compromiso en cumplir con Su voluntad. Uno que sólo hace Mitzvot cuando tiene ganas es comparado a un árbol sin raíces que puede caerse con cualquier viento.

El cuidado de la planta

¿Alguna vez haz intentado hacer crecer un árbol? Si lo haz hecho, entonces sabes muy bien todo el cuidado que es necesario. Incluso cualquier daño que es provocado en las hojas, pueden causar una malformación en el árbol. Sin embargo, una vez que el árbol ya está crecido, éste ya se puede defenderse por sí mismo y soportar incluso grandes rasguños .

Lo mismo sucede con la educación. 

La mente y corazón de un niño pequeño son muy delicados. Es muy importante asegurarse de que reciban el apropiado cuidado judío, y no exponerlos a “rasguños”. Nunca digas que la educación judía de tus hijos puede esperar hasta que maduren, porque sino será demasiado tarde.

2. Tu Bishvat es el día en el que celebramos nuestra relación especial con nuestra Tierra Santa. En este día le agradecemos a Di-s por la tierra y su abundante producción.

 

Por: Rabino Naftali Silberberg

Frutos del pensamiento

Adaptado de las enseñanzas del Rebe de Lubavitch, por Yanki Tauber

Los Maestros Cabalísticos nos dicen que cada uno de nosotros no tiene una sola alma, sino dos: el “alma animal”, que encarna nuestros instintos naturales, y el “alma Divina”, que representa nuestra unidad trascendente.

Nuestros Sabios nos cuentan, que originalmente, todos los árboles eran frutales, y que esto también será así en la Era del Mashiaj. Un árbol sin frutas es sinónimo de un mundo imperfecto, ya que la función de un árbol es producir frutos.

Si “El hombre es un árbol del campo” y el fruto es el más alto logro de los árboles, hay siete frutos que coronan la cosecha humana y botánica. Estas son las siete frutas y granos señalados por la Torá como ejemplos de la fertilidad de la Tierra Santa: Trigo, cebada, uvas, higos, granadas, aceitunas y dátiles.

El quince del mes hebreo de Shvat es el día designado en el calendario Judío como “Año nuevo para los árboles”. 

En este día, celebramos los árboles del mundo de Di‐s, y el árbol dentro de nosotros haciendo partícipe a estos siete frutos, que caracterizan los varios componentes y modelos de la vida humana.

Los Maestros Cabalísticos nos dicen que cada uno de nosotros no tiene una sola alma, sino dos: el “alma animal”, que encarna nuestros instintos naturales, y el “alma Divina”, que representa nuestra unidad trascendente, nuestro deseo de escaparnos del “yo” y de relacionarnos con lo que es más grande que nosotros.

Como su nombre lo indica, el alma animal constituye esa parte nuestra que es común en todas las criaturas vivien‐ tes: el instinto de auto conservación y auto perpetuación. Pero el hombre es más que un animal sofisticado. Hay cualidades que son únicas en nosotros como humanos, las derivadas de nuestra “alma Divina”. El punto en el que nos graduamos más allá del “yo” y sus necesidades (“¿Cómo puedo sobrevivir? ¿Cómo obtengo comida, dinero, poder, sabiduría, satisfacción?”), y pasamos a preguntarnos “¿Por qué estoy acá? ¿Para qué sirvo? Es este el punto en el que cesamos de ser simplemente otro animal en el mundo de Di‐s y nos empezamos a dar cuenta de la unicidad como seres humanos.

Esto no es para que sea rechazada el alma animal y suplantarla por el Alma Divina. Estas son nuestras dos almas, ambas son indispensables para una vida de plenitud y propósito. A pesar que estimulamos lo Divino de nosotros para elevarnos por encima de lo meramente animal, también debemos desarrollar y refinar nuestro animal, estudiar a cultivar los elementos constructivos de la individualidad (Ej.: autoconfianza, coraje, perseverancia) mientras eliminamos el egoísmo y lo profano.

Trigo y cebada, los dos granos dentro de los “siete frutos”, representan lo esencial de nuestro maquillaje interno. Seguidos a estos vienen cinco frutos (vid, higos, granada, olivo y dátiles) “aperitivos” y “postres” en nuestro menú espiritual, que agregan sabor a nuestro esfuerzo básico de desarrollar nuestra alma animal y Divina.

¿Cuántos pueden identificarse con los árboles?

Es un hecho sociológico que hoy la mayoría de los judíos del mundo vive en una atmósfera urbana, e ignora totalmente los matices de la vida agrícola -y por ello es insensible a ella- tal como éste afecta nuestra observancia religiosa

¿Árboles?

Para dar sombra a nuestras calles, quizás.

¿Árboles frutales? ¿Dónde?

En algún lugar hay un Eretz Israel, y en algún lugar de esa tierra santa hay árboles frutales, y hoy es su Rosh Hashaná.

Como mínimo, fomenta un despertar de conciencia sobre Eretz Israel. Las mu- chas plegarias vinculadas a la tierra santa están diseminadas a lo largo del Bircat Ha- mazón (la Plegaria de Agradecimiento luego de las comidas), el Shemoná Esré, y en otros lugares, pero en ninguna parte nuestra atención está centrada en Israel como lo está en Tu BiShvat.

¿Y cómo articulamos esa atención? Mediante un esfuerzo por comer “frutas de la tierra”:

dátiles, higos, granadas, etc. No importa que nuestros proveedores traigan estas frutas desde Grecia, California, u otros climas soleados, siguen siendo todavía vía frutas de la tierra.

A causa de su condición de Rosh Hashaná, la fiesta impone sobre nosotros sus restricciones: no se dice tajanún (plegarias de Confesión), no se ayuna, no se recita plegarias por los difuntos, y si coincide con Shabat no se recita en las oraciones Tzidkatjá Tzédek en Minjá.

Hay un significado simbólico en esta festividad: pues el hombre es como el árbol del campo, nos dice la Torá, y el tema de renovación y crecimiento es especialmente inspirador.

Con todo la esencia sigue siendo el rezo y agradecimiento por sustento especial. Dos veces al año, cuando rezamos en Sheminí Atzeret por las lluvias (Guéshem) y en el primer día de Pesaj por el rocío (Tal), estamos rezando literalmente por el sustento económico de la tierra santa. Tu BiSh’vat es momento para esfuerzos similares. Una costumbre entre los sefaradím dicta casi toda una noche de estudio en la Ieshivá, y comer de todas las clases de frutas disponibles, precediendo y siguiendo cada saboreo con párrafos seleccionados del Tanaj y el Zohar. De hecho, se publicó para ese fin un libro especial, llamado Pri Etz Hadar.

Cuando se trata de minhagim (costumbres religiosas), los jasidím no se quedan atrás. En el arsenal de vida juclía, junto al talit, los tefilín, las matzot, y las velas de Janucá, hay una fruta: el etrog. Y si queremos uno selecto para la semana anterior a Sucot, ¿qué mejor momento para rezar por una buena cosecha que la fiesta de las frutas? Hemos recibido de nuestros Rebes que se debe rezar en Tu BiShvat por un etrog kasher, hermoso, y de calidad, que el Di-s Bendito haga disponible en el tiempo en que lo precisemos para la mitzvá (B’nei Isasjar).

Vayamos un paso más lejos (y éste también es práctica usual): la elaboración de mermelada después de Sucot con el etrog que acabamos de usar, y comerla en… ¿adivinan cuándo? ¡Tu BiShvat!

Iehudit, la mujer que trajo la salvación

No se sabe con claridad cuándo sucedió la historia que estamos por contar. La historia apareció por primera vez en un libro muy antiguo que lleva el nombre de su heroína, Iehudith (Judith) y estaba escrito en hebreo. Sin embargo, el texto original se perdió y sólo quedó una traducción al griego, y no una muy precisa.

La historia se volvió a contar con versiones diferentes. Según una versión, sucedió durante una revuelta de los Macabeos contra sus opresores sirios y Iehudith era la hija de Iojanán, el Sumo Sacerdote, padre de la familia de los jashmonaim. De todas formas, el acto heroico de Iehudith ha inspirado fe y coraje en el corazón de los judíos a lo largo de la historia.

La ciudad de Betulia, en la tierra de Judea, cayó bajo las manos de un enorme ejército, con Holofernes, un general greco-sirio, a la cabeza. Los hombres de Betulia lucharon heroicamente y con desesperación. Holofernes cortó los abastecimientos de alimentos y agua, y muy pronto la ciudad estaba a punto de rendirse.

Uziá –-el comandante de las fuerzas de defensa– y los Ancianos de la ciudad imploraron a los habitantes que no se rindieran. “Denos cinco días más para hallar alguna solución”.

Reluctante, el pueblo aceptó. Todos menos uno.

“¿Por qué ponéis a Di-s a prueba? Si realmente tenéis fe, jamás debéis deponer vuestra confianza en Di-s. Además, bien sabéis que la rendición a Holofernes es peor que la muerte”. Así hablaba Iehudit, la hija de Iojanán, el Sumo Sacerdote. Era una joven viuda bendecida con maravillosa gracia y belleza. Sus palabras causaron honda impresión en Uziá y los Ancianos.

“¿Qué podemos hacer?”, le preguntaron. “Reza por nosotros, Iehudit, y quizás Di-s acepte tus plegarias”.

“He pensado en un plan. Quiero ir a ver a Holofernes”, dijo Iehudit. Uziá y los Ancianos estaban asombrados. “¿Sacrificarías tu vida por la posibilidad de que quizás logres ablandar el corazón de Holofernes?”

Iehudit, no obstante, insistió, y luego de mucha discusión Uziá y los Ancianos decidieron permitirle hacer el intento. Iehudit cruzó los portones de Betulia, vestida en sus prendas más finas. Estaba acompañada por su fiel doncella, quien portaba una cesta llena de panecillos, queso y un par de botellas de vino.

Antes de ingresar al campamento enemigo fueron interceptadas por los centinelas, exigiendo saber quiénes eran y quién las enviaba.

“Tenemos un importante mensaje para el valiente Holofernes”, dijo Iehudit. “Llévennos a él de inmediato”.

“¿Quién eres, y por qué estás aquí?”, preguntó Holofernes, deleitando sus ojos con la inesperada y encantadora visitante.

“Soy Iehudit, una simple viuda de Betulia. He venido a decirte cómo capturar la ciudad, en la esperanza de que tratarás con piedad a sus habitantes”. Iehudit contó a Holofernes lo que éste ya sabía, que la situación en la sitiada ciudad era desesperante, que sus habitantes contaban con escasas raciones de alimento y bebida. Con todo, dijo, su fe en Di-s se mantiene firme y, mientras conserven su fe, no se rendirían. Muy pronto, sin embargo, por desesperación, comenzarán a comer animales no-kasher, prohibidos por la Ley Divina. Ello despertará la ira de Di-s en su contra y la ciudad caerá.

“¿Cómo sabré cuando esto sucede?”, preguntó Holofernes.

“Ya lo he organizado con uno de los centinelas a la entrada de la ciudad. El me informará lo que sucede en su interior”, respondió Iehudit.

Holefernes se sentía totalmente cautivado por Iehudit. Dio órdenes de que ella y su doncella tuvieran total libertad para moverse por el campamento, y quienquiera intentara molestarlas de cualquier manera sería ejecutado de inmediato. Cada noche Iehudit caminaba hasta los portones de la ciudad y comunicaba al centinela que todo estaba en orden, funcionando como lo había planeado. “El pueblo debe mantener firme su confianza en Di-s”, le dijo.

Al tercer día Holofernes y sus hombres comenzaron a inquietarse. Cuando Iehudit entró a la carpa de Holofernes con su inseparable doncella, le preguntó: “¿Qué información me traes hoy?”

“Tengo muy buenas noticias, general. Ya no queda más alimento kasher. En un día o dos el hambre los llevará a comerse sus mulas y perros. ¡Entonces Di-s los entregará en tus manos!”

“Maravilloso”, dijo Holofernes. “Esto exige una celebración. Esta noche tendremos una fiesta. Solamente nosotros dos”. Esa noche Holofernes recibió a Iehudit en su carpa y le ofreció de las delicias que cubrían su mesa. “He traído mi propio vino y comida, preparados especialmente para esta ocasión”, dijo Iehudit. “Mi queso de cabra es célebre en todo Betulia”.

A Holofernes le agradó el queso salado y el fuerte vino. Muy pronto, estaba estirado en el suelo, totalmente ebrio.

Iehudit recitó una plegaria silenciosa y desenvainó la pesada espada de Holofernes. Tomado puntería, la hizo caer sobre el cuello del general con todas sus fuerzas. Luego ocultó la cabeza del general en su cesta y caminó tranquilamente hasta su carpa.

“Ven pronto”, dijo a su doncella. Las dos mujeres caminaron serenamente, como lo solían hacer cada día, hasta llegar a los portones de la ciudad. “Llévenme con Uziá de inmediato”, ordenó al centinela. Uziá no podía creerlo, y observaba el macabro premio que Iehudit le había traído.

“No hay tiempo para perder”, dijo Iehudit al comandante. “Prepara a tus hombres para un ataque sorpresa al amanecer. Cuando los soldados de Holofernes corran a su carpa y encuentren su cuerpo decapitado, huirán para salvar sus propias vidas”.Eso es exactamente lo que sucedió. El enemigo huyó despavorido, en confusión y terror. Y fue la valiente Iehudit, temerosa de Di-s, quien salvó a la ciudad.

En su memoria, y en el de su heroica actitud, tenemos una tradición de comer alimentos lácteos en Januca.