¿Por qué es el 15 de Av una festividad tan grande como Iom Kipur?

¿Por qué es el 15 de Av una festividad tan grande como Iom Kipur?

La Mishná declara que “no hubo festividades más grandes para Israel que el Quince de Av y Iom Kipur”. ¿Qué sucedió el Quince de Av que causó a ésta volverse una festividad de tan grande magnitud como lom Kipur?

Una explicación en la Guemará es que éste fue el día cuando – a causa de condiciones decisivas – el pueblo judío cesó de talar madera para su uso en el altar.

¿Por qué fue considerado tan especial ese cesar de realizar una acción que era hecha en aras del Beit HaMikdash?

Por el contrario, esto parecería ser una razón para tristeza, no de celebración.

No obstante, esta festividad es considerada tan grande que “No hubo festividades más grandes para Israel que el Quince de Av (y lom Kipur)”.

El Rashbam explica que la razón para el júbilo del Quince de Av era que en aquel día ellos completaban la “gran mitzvá’ de preparar madera para el altar para el año entero. Al igual que nosotros celebramos la conclusión de otras mitzvot, escribir un Sefer Torá por ejemplo, así también la conclusión de preparar madera para el altar era celebrada con gran júbilo.

Al declarar que la preparación de madera para el altar era una “gran mitzvá”, el Rashbam está explicando por qué el Quince de Av era una festividad extraordinaria, y no una fiesta como otras.

Pero ¿por qué, en verdad, era este talar de madera considerado “gran mitzvá”? Quizás, meramente servía como una preparación para una mitzvá – preparar suficiente madera para la mitzvá de traer las ofrendas.

La declaración “No hubo más grandes festividades para Israel que el Quince de Av y lom Kipur” está relacionada con una declaración anterior en la Mishná, relativa a Tishá BeAv, el “día de duelo” más esencial del año: a lo largo del año no hay día que sea tan contrario al tema de júbilo y lom Tov como el día de Tishá BeAv.

En conjunción con esto, la Mishná prosigue para concluir que en el polo opuesto, “No hubo más grandes festividades para Israel que el Quince de Av y lom Kipur”.

Nosotros de este modo, entendemos que no sólo la festividad misma, sino también las razones para la gran celebración del Quince de Av, están en oposición directa a los eventos que condujeron a la tragedia de Tishá BeAv. ¿Cómo sirve la preparación de madera como antítesis de Tishá BeAv?

Preparar la madera permitía a las ofrendas ser traídas sobre el altar durante todo el año. Esto incluía, ambas: ofrendas individuales así como también ofrendas comunales -ofrendas en las que todo judío tenía una parte.

Así, la sustancia y el tema de preparar la madera para permitir traer las ofrendas era la mitzvá de tzedaká, “una mitzvá igual a todas las otras mitzvot juntas, y en todo el Talmud Ierushalmi, tzedaká es llamada simplemente ‘La mitzvá’”.

La grandeza de esta tzedaká era tanto cuantitativa como cualitativa: Cuantitativamente era realizada por cada individuo y por todo Israel, ya que permitía ofrendas individuales y comunales; cualitativamente, no hubiera sido la madera preparada para el Quince de Av, y no hubiera habido madera apropiada para completar el servicio de las ofrendas.

Dado que el Beit HaMikdash fue erigido a fin de que fuera “una morada para Di-s listo para el traer de ofrendas”, haciendo disponible la madera para las ofrendas, el propósito entero del Beit HaMikdash era traído a cumplimiento. La culminación de esta “gran mitzvá” tenía lugar el Quince de Av.

Los eventos posteriores de Tisha BeAv, la destrucción del Segundo Beit HaMikdash,  un evento que fue “aún más severo que la destrucción del Primer Beit HaMikdash” , fue un resultado directo del odio infundado, sinat jinam, que existía del hombre para con su semejante.

Talar madera para el altar a fin de permitir a la gente que era enteramente desconocida para aquellos que preparaban la madera, no sólo fue un acto de tzedaká del orden más elevado, sino también un acto que estaba basado en amor infundado, ahavat jinam, ya que la persona que preparaba la madera no tenía absolutamente idea para quien estaba haciendo un favor. 

Como tal, ésta era la misma antítesis del odio infundado que dio lugar a Tisha BeAv.

En otras palabras, el Quince de Av proveyó tanto la “construcción” del Beit HaMikdash,  una construcción destinada para ofrendas, en lugar de la destrucción del Beit HaMikdash en Tisha BeAv, como también actos de amor infundado, a distinción del odio infundado que fue la causa de Tisha BeAv.

Actuar de una manera similar hoy, tratando a todo y cada individuo con ahavat jinam, sirve como el mejor antídoto posible para nuestro exilio de hoy, día que resultó de sinat jinam, y acelera la rápida llegada de nuestro justo Mashíaj y la reconstrucción del Tercer Beit HaMikdash.

Basado en Likutéi Sijot, Vol. XXIV, págs, 47-56.

Extraído de “Días solemnes, días de regocijo” de editorial Bnei Sholem.

15 de Av


El Talmud nos cuenta que hace muchos años las “hijas de Jerusalén iban a bailar a las viñas” el 15 de Av, y “quien no tenía esposa iba allí” a buscar una esposa.

Se celebra tan sólo seis días después del 9 de Av —que marca la destrucción del Primer y Segundo Templos Sagrados— y es un día de felicidad y regocijo.

“No había días tan alegres para el pueblo judío como el 15 de Av y Iom Kipur”

Declara la Mishná. En este día “las doncellas de Jerusalén salían a bailar en los viñedos. ¿Y qué decían? Joven, por favor, levanta tus ojos y mira lo que eliges para ti”.

De hecho, en esta fecha se produjeron un total de siete acontecimientos alegres.

 

Una búsqueda en el Shulján Aruj (Código de la ley judía) no revela observancias o costumbres para esta fecha, excepto la instrucción de que el tajanún (confesión de pecados) y porciones similares deben omitirse de las oraciones diarias (como es el caso de todas las fechas festivas), y que uno debe aumentar su estudio de la Torá, ya que las noches comienzan a alargarse y “la noche fue creada para el estudio”.

 

7 acontecimientos alegres que sucedieron el 15 de Av


Las doncellas danzantes de Jerusalem

Dijo Rabí Shimon Ben Gamliel: No había fiestas más grandes para Israel que el 15 de Av y Iom Kipur. En esos días las hijas de Jerusalem salían… y danzaban en las viñas. ¿Y qué decían? “Joven, levanta tus ojos y mira cuál escoges para ti…” (Talmud, Taanit 26b)

 

Cesó la muerte de la generación del Éxodo

Varios meses después de que el pueblo de Israel fuera liberado de la esclavitud egipcia, el incidente de los espías demostró su falta de preparación para la tarea de conquistar la tierra de Canaán y desarrollarla como la Tierra Santa. Di-s decretó que toda esa generación moriría en el desierto, y que sus hijos entrarían a la tierra en su lugar (como se relata en Números 13 y 14). Después de 40 años de vagar por el desierto, la muerte finalmente terminó, y una nueva generación de judíos estaba lista para entrar en la Tierra Santa. Era el 15 de Av del año 2487 desde la creación (1274 a. C.).

Mientras los miembros de esta generación condenada aún estaban vivos, Di-s no se comunicó con Moisés de manera afectuosa. Tan pronto como murió el último de estos hombres, Di-s volvió a comunicarse amorosamente con Moisés.

 

A las tribus de Israel se les permitió casarse entre sí.

Para asegurar la división ordenada de la Tierra Santa entre las doce tribus de Israel, se habían impuesto restricciones a los matrimonios entre miembros de dos tribus diferentes. A una mujer que hubiera heredado tierras tribales de su padre se le prohibía casarse con alguien de otra tribu, para que sus hijos —miembros de la tribu de su padre— no causaran la transferencia de tierras de una tribu a otra al heredar sus bienes (como se relata en Números 36). Esta ordenanza era vinculante para la generación que conquistara y se estableciera en la Tierra Santa; cuando se levantó la restricción, el 15 de Av, el evento se consideró motivo de celebración y festividad.

 

A la tribu de Benjamín se le permitió reingresar a la comunidad.


En esta fecha, la tribu de Benjamín, que había sido excomulgada por su conducta en el incidente de la “concubina de Giva”, fue readmitida en la comunidad de Israel (como se relata en Jueces 19-21). Esto ocurrió durante el mandato de Otoniel ben Kenaz, quien dirigió al pueblo de Israel en los años 2533-2573 desde la creación (1228-1188 a. C.).

 

Oseas Ben Ela abrió los caminos a Jerusalén.

Tras la división de la Tierra Santa en dos reinos tras la muerte del rey Salomón en el año 2964 desde la creación (797 a. C.), Jeroboam ben Nabat, gobernante del reino separatista del norte de Israel, erigió barricadas para impedir que sus ciudadanos hicieran la peregrinación trienal al Templo Sagrado en Jerusalén, capital del reino del sur de Judá. Estas barricadas fueron finalmente eliminadas más de 200 años después por Hoshea ben Elah, el último rey del reino del norte, el 15 de Av de 3187 (574 a. C.).

A los muertos de Betar se les permitió ser enterrados.

La fortaleza de Betar fue el último bastión de la rebelión de Bar Kojba. Cuando Betar cayó, el 9 de Av de 3893 (133 d. C.), Bar Kojba y muchos miles de judíos fueron asesinados; los romanos masacraron a los sobrevivientes de la batalla con gran crueldad y ni siquiera permitieron que los judíos enterraran a sus muertos. Cuando los muertos de Betar finalmente fueron llevados al entierro el 15 de Av de 3908 (148 d. C.), se agregó una bendición adicional (“Hatov Vehameitiv”) a la oración después de las comidas en conmemoración.

 

“El día en que se quebrará el hacha.”


Cuando el Templo Sagrado estaba en Jerusalem, el corte anual de leña para el altar finalizaba el 15 de Av. El evento se celebraba con banquete y regocijo (como es costumbre al concluir una tarea sagrada), e incluía una ceremonia de rotura de las hachas, que dio nombre al día.

Por Yanki Tauber

Enseñanzas del Rebe para el 15 de Av

Seis enseñanzas del Rebe para el 15 de Av

El 15 de Av es quizás el día más enigmático del calendario judío. Se celebra tan sólo seis días después del 9 de Av —que marca la destrucción del Primer y Segundo Templos Sagrados— y es un día de felicidad y regocijo.
“No había días tan alegres para el pueblo judío como el 15 de Av y Iom Kipur”, declara la Mishná. En este día “las doncellas de Jerusalem salían a bailar en los viñedos. ¿Y qué decían? Joven, por favor, levanta tus ojos y mira lo que eliges para ti”.

De hecho, en esta fecha se produjeron un total de siete acontecimientos alegres. Aquí presentamos seis enseñanzas del Rebe de Lubavitch relacionadas con los temas de este día.

¿Qué es la belleza?
La última Mishná en Masejet Taanit (citada arriba) describe cómo las doncellas danzantes de Jerusalén llamaban a sus posibles parejas:

“Joven, alza tus ojos y mira lo que eliges para ti. No fijes tus ojos en la belleza, sino en una [buena] familia”.

El Rebe entiende que este evento, que según algunas lecturas ocurrió tanto el 15 de Av como en Iom Kipur, hace referencia a algo de naturaleza elevada, no a un simple evento de emparejamiento. En la lectura del Rebe, este evento no tenía como objetivo mostrar las cualidades físicas o incluso espirituales que los individuos pueden poseer, sino el carácter espiritual innato que todos poseemos como miembros de una familia, la Nación de Israel.


Uno no debería mirar las virtudes (tanto espirituales como físicas) como aparecen a simple vista, que es la manera usual [de juzgar a otro]. Más bien, uno debería “alzar sus ojos y ver” (haciendo referencia a Isaías 40:26, “Alzad a lo alto vuestros ojos, y mirad quién ha creado estas cosas”) con una mirada más alta e interior, para ver la raíz y la fuente de donde provienen estas virtudes.
Dado que ella es hija de Sara, Rivka, Raquel y Lea, posee inherentemente las virtudes judías transmitidas por sus madres.

Descenso con el propósito de ascender
En una carta fechada el 15 de Av de 5725 (13 de agosto de 1965), el Rebe comentó sobre el significado de este día alegre que llega tan cerca del 9 de Av:

El hecho de que se produzca tan poco después de Tishá B’Av, la transición radical de un estado de ánimo de tristeza a uno de alegría es doblemente significativa. En primer lugar, significa que cualquier interludio triste en la vida judía es sólo transitorio y se basa en el principio de “descenso con el propósito de ascender”.

En otras palabras, todos y cada uno de los acontecimientos tristes de nuestra historia -que se conmemoran en los pocos días tristes de nuestro calendario- son pasos hacia atrás necesarios para un salto mayor hacia adelante.

En segundo lugar, la misma transición de la tristeza a la alegría intensifica la alegría y le añade una calidad real que no podría apreciarse de otra manera.

Unirse como uno solo
En el contexto de explicar la redacción de una sección de la Mishná Torá de Maimónides, el Rebe articuló los principios esenciales del matrimonio:

La esencia y definición del matrimonio son, en palabras del versículo, “y se unió a su mujer, y fueron una sola carne”, un estado constante de adquisición y apego, sin ningún elemento que provoque o interrumpa.
Sin embargo, cuando la adquisición y la sustancia del matrimonio son tales que hay un elemento contrario al “apego”, ya sea al comienzo del matrimonio o después de algún tiempo, esto constituye una deficiencia en la esencia del matrimonio mismo.
La vida en el jardín del Edén
El Rebe planteó una pregunta sobre la redacción de la sexta de las siete bendiciones recitadas en la ceremonia nupcial:

¿Por qué la frase de la bendición matrimonial dice:
“…Quien crea alegría para Tu creación en el Jardín del Edén desde el principio” (es decir, Di-s debe hacer feliz a la joven pareja, como hizo felices a Sus primeros humanos en el Jardín del Edén)?
¿Qué significan las palabras “desde el principio”? ¡Todos sabemos que Adán y Eva en el Jardín del Edén fue hace muchos años!
[La respuesta es que la frase] “desde el principio” se refiere específicamente a su tiempo en el Jardín del Edén, en el comienzo mismo, antes del pecado. Y esto es lo que deseamos para la joven pareja: que su vida sea como la de Adán y Eva antes del pecado. No debe haber ninguna oposición, sino por el contrario, una “ayuda”, y la casa debe comportarse de una manera que diga “Yo habitaré entre ellos”: “Quien crea alegría para tu creación en el Jardín del Edén desde el principio”.

La misión de la vida
Mientras discutía los parámetros de la obligación bíblica de erigir una cerca alrededor del techo de una nueva casa, el Rebe extrajo una lección para nuestra morada espiritual:

Es fundamental apreciar el profundo impacto de la vida matrimonial. Para cada judío, el acto del matrimonio tiene un profundo significado, tanto en la vida individual de la pareja como en un sentido espiritual trascendente. Este es el momento en que una persona se embarca en su misión fundamental de crear un santuario para Di-s dentro del ámbito terrenal. Este proceso produce una nueva iluminación divina.

Sin embargo, también debemos ser conscientes de que esta nueva etapa de la vida trae consigo desafíos únicos. Por ello, es esencial establecer un cerco metafórico alrededor de esta nueva estructura: es necesario adoptar medidas de seguridad y disciplina adicionales para proteger y mantener esta nueva vivienda.

El dosel nupcial
El Rebe explicó el significado más profundo de la costumbre de que la novia rodee al novio bajo la jupá:

El acto de la novia de rodear al novio encarna su capacidad global de contribuir al matrimonio y significa su devoción, arraigada en sus cualidades integrales, para establecer un hogar judío basado en los principios de la Torá y las mitzvot.

Cuando el novio le entrega el anillo a la novia, simboliza su propia capacidad de contribuir a la vida en común. Él también se compromete a construir un hogar judío, basado en los cimientos de la Torá y las mitzvot.

En conjunto, las capacidades complementarias de la pareja están envueltas por el dosel nupcial, que representa la capacidad divina y trascendente que Di-s les concedió. Este regalo divino eleva sus capacidades combinadas, permitiéndoles crear una unión duradera y fructífera.

 

Fuente