Tips para una cena de Shabat

Los preparativos para el Shabat lo hacen aún más significativo y preciado. El trabajo arduo nos reafirma en la comprensión de que pronto recibiremos la visita de una invitada especial: la Reina del Shabat. A continuación, se presentan algunos de los preparativos necesarios para observar el Shabat correctamente.

Tu lista de compras para Shabat

En Shabat no podemos ir de compras, así que es necesario tener ciertos artículos a mano con antelación. Además de las comidas tradicionales de Shabat, tu mesa de Shabat necesitará:

  • Velas y candelabros
  • Vino kosher o jugo de uva
  • Una copa de Kiddush
  • Tres panes de jalá (de esta manera tendrás dos panes sin cortar en la mesa para cada comida)
  • Una tabla de cortar y una tapa para la jalá.
  • Un mantel festivo
  • Sal

Para la havdalá necesitarás:

  • Especias aromáticas
  • Una vela trenzada

Las leyes del descanso de Shabat nos impiden realizar muchas actividades domésticas: no lavamos los pisos, no usamos la aspiradora, no encendemos ni apagamos las luces, no cocinamos ni calentamos la comida. Esto nos obliga a realizar muchas tareas antes de que comience Shabat.

La mayoría de los lavados y la limpieza están prohibidos en Shabat, al igual que el uso de electrodomésticos. Para recibir Shabat adecuadamente, organice un horario de limpieza para que el viernes por la tarde su casa esté limpia, el fregadero sin platos, los pisos lavados, las alfombras aspiradas y la ropa doblada y guardada. Organice la recogida de la ropa de Shabat en la tintorería y lustre sus zapatos.

Prepare la mesa de Shabat y disponga las velas. Coloque una jalá o un libro de oraciones sobre la mesa junto con las velas.

Configura todas las luces, el aire acondicionado y la calefacción como quieras durante el Shabat. También puedes comprar temporizadores y programarlos antes del Shabat para que se enciendan y apaguen a horas preestablecidas. Apaga la bombilla del refrigerador.

 

 

Tips para quela cena de  Shabat sea un éxito

Invita a tus convidados con tu menú en mente:

No invites vegetarianos si estás pensando en cocinar una comida hecha con carne en cada plato. Si estás comprometido a cierto tipo de cocina, entonces asegúrate invitar gente que lo puedan apreciar. *Pregúntales qué obvian y qué prefieren: Cuando tus invitados aceptan la invitación, pregúntales sobre restricciones dietéticas. Asegúrate de preguntarles sobre alimentos que no les gustan, así como alergias. No elimines comida así como así.

Asume que han dejado algo sin contarte:

Si eres el tipo de persona que trae a casa invitados de la sinagoga a último momento, debes esperar lo inesperado. Algunos comensales son reacios a contarte sobre sus preferencias. Otros, simplemente no piensan hasta qué punto no le gustan las aceitunas (o tzimes o guefilte fish), porque nunca lo hacen en casa. Esfuérzate para tener la variedad suficiente para satisfacer a todos.

Balancea tu comida: 

Piensa que tu comida precisa tres componentes esenciales: proteínas, carbohidratos y grasas. Asegúrate de incluir al menos un plato de cada uno de estos grupos en tu menú. No repitas los mismos ingredientes en muchos platos.

Varía tus ingredientes:

Cocinar pollo con champignon y crepes de champignon puede emocionar a tus hijos, pero ¿qué hay si a un invitado no le gustan los champiñones? Limita los ingredientes conflictivos como ser el brócoli y espinaca a una comida por plato. Si estás invitando familias, considera las edades de tus invitados al planear el menú e incluye alguna comida “de niños”.

No te olvides de las personas que están a dieta:

Shabat puede hacer difícil atenerse a la dieta. Garantizaque tu menú incluya opciones más sanas, como ser verduras ligeramente condimentadas y frutas como opción de postre. Éstos invitados te agradecerán calladamente.

Asegurate que tu menú funcione “menos uno”:

Si cada uno de tus invitados no comió un elemento de lo que has servido, ¿se irán a su casa con hambre? Si la respuesta es sí, debes diversificar tu menú. 

Evita la contaminación cruzada:

 Cuando preparas tu comida, se cuidadoso al usar ingredientes que producen alergia como frutos secos y pescado. Lava todos tus utensilios y tablas de cortar y lava bien las mesadas si los has usado.

Haz cosas fáciles de separar:

Si sabes que tus invitados son muy exigentes, sirve las salsas y condimentos por separado. Evita “esconder” ingredientes o cortar elementos de sabor muy fuerte demasiado fino. Aunque “expertos” en comida te digan que escondas la comida que a tus hijos no les gusta en sopas o purés, esto puede llegar a ser una sorpresa un poco antipática para tus invitados. Diseña un menú que tenga algo para todos, y tus invitados seguro volverán a casa muy contentos.

por Aliza Libman

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