Hoy, cuando está de moda hablar de las piedras preciosas, de su influencia y efectos, muchos desconocen que ello tiene su origen en las fuentes judías.
Ciertamente, la tradición cabalística habla de la maravilla y la sabiduría de doce gemas que se corresponden con cada una de las tribus y tiene un color específico, que va de acuerdo con los diferentes matices de sus atributos en las esferas espirituales.
En las distintas fuentes y traducciones, se le asignan diferentes identidades y colores a aquellas piedras del pectoral que figuran en las escrituras y que en esta ocasión se hará mención a las utilizadas con mayor frecuencia.
El pectoral es una de las vestimentas del Gran Sacerdote, estaba formado por doce cuadros ordenados en cuatro hileras de tres piedras preciosas cada una correspondiendo a cada tribu. Además del nombre de la tribu, las piedras llevaban el nombre de los Patriarcas, Abraham, Itzjak y Iaakov, así como las palabras Shivtei Ieshurun – las tribus de Di-s, distribuidos de tal modo que en cada piedra había seis letras, lo que totalizaba todo el alfabeto, necesario para la combinación de los mensajes de los “Urim Vetumim”. Las matriarcas estaban representadas en las cuatro filas. Las seis letras en cada tribu, simbolizaban la creación del mundo en seis días. El total de letras, 72, corresponde a las 72 letras que componen el nombre de Di-s y que sostuvieron la creación durante la formación del mundo.
Los “Urim Vetumim” eran pergaminos en los cuales Moshe había escrito las 72 letras del nombre oculto de Di-s y que hacían que el pectoral se alumbrara para dar respuestas a través de las distintas combinaciones de letras, a las consultas o decisiones que afectaban a todo el pueblo de Israel o a un tribunal para la obtención de una sentencia definitiva.
Las piedras estaban colocadas según el orden de nacimiento de los hijos de Iaacov.
Odem – Rubí
Es la gema de la tribu de Reuvén. Según el Midrash Talpiot tiene la cualidad de dar “claridad de visión”, que está relacionado con el versículo “porque él (Reuvén) vio al Creador con sus ojos”.
El odem o rubí puede parar desangramiento, reforzar el corazón y calmar la rabia. Tiene el poder especial (segulá) de prevenir abortos y su uso es recomendado para mujeres con dificultades para quedar embarazadas. El color del rubí (en hebreo rojo se dice adom), de acuerdo a la Cabala está relacionado con el atributo de justicia estricta, que también alude a Reuven.
Fue la primera gema mencionada en el jardín del Edén y aquella con la cual se puso a prueba a Moisés, cuando el Faraón lo iba a mandar a matar cuando los adivinos habían pronosticado que era un enviado de Di-s .
Pitda – Esmeralda
Existen dos tipos: la verde y la amarilla. Es la gema de la tribu de Shimón y alude a la palidez de este por la vergüenza de la rebelión de Zimri contra Moisés. Sus rostros también palidecieron cuando los miembros de esta tribu fueron seducidos por las mujeres moabitas. La piedra tiene propiedades “enfriadoras” para el cuerpo y para el espíritu de naturaleza pasional. El Midrash Talpiot recomienda su uso para personas que sufren de trastornos digestivos y de malaria.
Bareket – Jaspe
Es la piedra de la tribu de Leví, y se llama así porque brilla como el rayo (barak en hebreo), por lo tanto, fue elegida para esa tribu, porque ella ilumina el mundo con su estudio de la Torá.
Tiene rayas de color blanco, negro y rojo. Fue la piedra con la cual Noé iluminó el arca. Esta gema proporciona protección y seguridad, es beneficiosa para ganarle al enemigo en la guerra, protege a la persona de rayos y truenos, como así también de los malos sueños.
Nofej – Berilo
Es una piedra verdosa brillante que representa a Iehuda. Algunas traducciones la identifican como carbunka. Tiene el poder de proteger del mal y de los malos pensamientos que dañan el espíritu. Es beneficiosa para el alma. Le fue dada a Iehuda como recompensa cuando palideció al ser desafiado por Tamar y cuando su padre sospechó que diera muerte a su hermano Iosef. Pero finalmente emergió radiante cuando se le absolvió de toda sospecha, al ser bendecido por Iaacov.
Es superior a todas las gemas, así como el oro lo es por encima de todos lo metales.
Posee mayor número de características que cualquier otra y es especialmente efectiva contra la lepra y las preocupaciones, y el que las lleva consigo está destinado a salir victorioso en las guerras.
Sapir – Zafiro
El poder de esta piedra está relacionado con la protección de la salud física en especial de los ojos. Es efectiva para mantener un espíritu sano dedicado a cumplir la voluntad de Di-s y el estudio de la Torá y el cumplimiento de los preceptos. Es útil para lograr el descanso y la paz interior. El Midrash Talpiot, sostiene que cura abscesos, previene el eczema y el exceso de sudación, evita el miedo y la melancolía.
Las tablas sobre las que fueron grabados los Diez mandamientos eran de zafiro. Se relaciona con la tribu de Isajar porque era notoria por su conocimiento de la Torá. De modo similar se conoce que las almas de los grandes Sabios de la Torá, están unidos a la vida eterna por el trono de gloria, como está escrito: “como la piedra del zafiro es la forma del trono” (Ezequiel 3). El color azul oscuro de la piedra significa humildad y modestia según Rabeinu Behaia, y se considera la piedra de mayor dureza después del brillante.
Iahalom – Diamante
Es la más valiosa y conocida de todas las gemas, aparece en el Jardín del Edén. Es la de mayor dureza, puede partir todas las demás gemas y cortar el cristal. Además es resistente al fuego, a pesar de que su origen es un combustible como lo es el carbón.
Representa a la tribu de Zevulum, distinguida por su riqueza derivada del comercio marítimo, para poder mantener a los miembros de la tribu de Isajar, estudiosos de la Torá.
El diamante blanco y transparente tiene la propiedad de eliminar el miedo de la noche y curar casos de melancolía.
Hay quienes opinan que si se lleva en el brazo izquierdo, su portador tendrá coraje y derribará a los enemigos, podrá enfrentarse a los animales salvajes y a hombres malos. Esta gema protege de drogas letales, de quejas y peleas. Sus propiedades se incrementan si se las cuelgan sobre oro o plata.
Leshem – Opalo
Tiene la interesante particularidad de advertir de peligros por medio del cambio de su coloración y brillo.
Proporciona fuerza y coraje al débil, e incrementa la felicidad de la persona que la usa.
Pertenece a la Tribu de Dan, porque su color se asemeja al león, cuya fuerza decae cuando sus ojos son cubiertos, tal como sucedió con Sansón, perteneciente a esa tribu.
Shvó – Agata
Su color varía ligeramente según el clima. Cuando el tiempo está despejado se hace brillante y se oscurece con el mal tiempo. Es una piedra dura y por lo tanto es tallada con gran esfuerzo. Su poder reside en la capacidad de enfriar el cuerpo, es apropiada para lograr el sueño, el descanso y la felicidad de quien la usa. Previene las enfermedades producidas por el cambio de clima y también el corazón, si se lleva cerca de él.
Esta gema es la adjudicada al shevet de Naftalí, conocido por su sabiduría y su capacidad retórica. Naftalí fue rico, tranquilo y feliz, satisfecho con la bendición que le dio el Creador.
Ajlamá – amatista
Es la piedra de la tribu de Gad que frecuentemente estaba en la guerra. Se encuentra ubicada al final de la tercera hilera del pectoral del Gran Sacerdote. Esta piedra protege al corazón del miedo. También se relaciona con jalom, que significa sueño.
La amatista simboliza la perfección y produce equilibrio y armonía. Protege de las enfermedades, los accidentes y las malas influencias.
Tarshish – Crysolito
Existen diferentes variedades de esta gema, dependiendo del lugar de donde provienen, pueden ser más claras o verde oliva. Tiene una influencia beneficiosa sobre los órganos de las vías respiratorias, y para los desmayos. Ahuyenta los malos espíritus y previene de los malos sueños. Hace de quien la lleva una persona agradable y por lo tanto exitosa en el comercio local e internacional.