El último mes del año judío es tradicionalmente, un tiempo de introspección y balance, un tiempo para revisar el comportamiento y el progreso espiritual durante el año saliente y prepararse para las Altas Festividades.
Los maestros jasídicos comparan el mes de Elul con el periodo del año en el que “el rey está en el campo”. A diferencia de cuando el Rey está en el palacio real – donde no cualquiera puede verlo -, en el campo recibe con alegría y rostro sonriente a todo aquel que desee acercarse.
Como mes de revelación Divina y perdón, es el momento más oportuno para acercarnos a Di-s y fortalecer nuestra relación con Él.
¡VIVENCIALO!
SHOFAR: Todos los días del mes, excepto Shabat y víspera de Rosh Hashaná, se escucha el sonido del Shofar (asta de carnero) que sirve como un llamado al retorno [a Di-s].
TEFILIN Y MEZUZOT; los revisa un Sofer (escriba) para asegurar que estén en buenas condiciones y aptos para su uso.
SELIJOT: la última semana del mes se recitan las plegarias de Selijot, para pedir el perdón a Di-s. Se empiezan a recitar el sábado 9/9 de noche después de medianoche y en los días subsiguientes se recitan antes de la plegaria matutinal (Shajarit).
SHANA TOVA UMETUKA: cuando – en el transcurso del mes – se envían cartas a amigos y seres queridos, se les desea “que sean inscriptos y sellados para un año bueno y dulce”.
¿SABÍAS QUÉ?
“Mejor una acción que mil suspiros”. La sinceridad de nuestro retorno a Di-s debe ser demostrada y acompañada de acciones concretas, tales como un compromiso para incrementar el estudio de Torá o para cumplir una Mitzvá más.