El nacimiento del Freideker Rebe

El 12 de Tamuz, es el aniversario del nacimiento del Rebe Anterior de Lubavitch, Rabí Iosef Itzjak Schneerson, conocido como el Frierdiker Rebe. A continuación, transcribimos los interesantes detalles que tienen que ver con su nacimiento.

(Esta historia fue contada por la Rabanit Shterna Sara, madre del Rebe Anterior, Rabí Iosef Itzjak Schneerson, a Reb Zalke Parsitz, durante el verano de 1918, y fue escrita por Rabí Rafael Kahan, en su libro Shmuot Besipurim, Vol, 1)
“Ya habían transcurrido varios años desde su boda, y aún la Rabanit Shterna Sara no había sido bendecida con el nacimiento de un niño. Esto pesaba mucho sobre su corazón. Además era muy joven y estaba lejos de su familia.

En Simjat Torá del año 1879, la Rabanit concurrió junto a toda la familia de su esposo a la casa de su suegro, el Rebe Maharash, para participar del Kidush(refrigerio festivo). En el transcurso del mismo se decidió que se daría una bendición a cada uno de los presentes (Misheberaj). Los hombres se acercaron a la habitación donde se encontraban las mujeres reunidas y comenzaron a recitar la bendición para cada una. Inadvertidamente, omitieron el nombre de la Rabanit Shterna Sara, quien se sintió muy mal por esto. Inmediatamente después de ser descubierto el error, retornaron a la habitación y pronunciaron un Misheberaj especialmente para ella, pero de todas formas la Rabanit no se sintió del todo reconfortada.
Al concluir el Kidush, el Rebe Maharash se retiró a su habitación y el resto de los Jasidim, incluido el marido de la Rabanit, Rabí Shalom Dover, se dirigieron a un Farbrenguen(reunión Jasídica).

La Rabanit Shterna Sara se retiró a su hogar, encerrándose en su dormitorio, y no pudiendo controlar su dolor, acentuado ahora por el olvido de su nombre, comenzó a llorar desconsoladamente, quedándose dormida empapada en lágrimas. En ese momento tuvo un increíble sueño. En él un hombre entraba a la habitación y le preguntaba: “Hija mía, ¿por qué lloras?”, Ella volcó su corazón contándole de su sufrimiento. El le contestó: “No llores, yo te prometo que este año serás bendecida con un hijo. Pero hay dos condiciones: La primera, que inmediatamente después de Iom Tov deberás distribuir 18 Rublos en Tzedaká de tu propio dinero. Y segundo, mantén todo este asunto en secreto”. Cuando terminó de hablar, abandonó la habitación, más retornó enseguida, junto a otras dos personas. Frente a ellos repitió la promesa con las dos condiciones, y ambos dieron su consentimiento. Entonces, los tres la bendijeron y salieron. Ese fue el final del sueño.

El Rebe Rashab, su marido, volvió a casa un instante después con un exultante humor. Después de todo, era Simjat Torá. Estaba tan alegre, que saltó el umbral! La Rebetzn Shterna Sara le contó inmediatamente sobre el sueño.

El Rebe Rashab quedó profundamente afectado y se dirigió directamente a lo de su padre, el Rebe Maharash, y le pidió que escuchara de la Rebetzn Shterna Sara el relato del sueño. Ni bien la Rebetzn concluyó, el Rebe Maharash le hizo preguntas puntuales sobre la apariencia de las tres personas que aparecían en el mismo. Cuando la Rebetzn terminó la descripción del sueño con grandes detalles, el Rebe Maharash le dijo, “La primer persona que vino a ti fue mi padre el Tzemaj Tzedek (Rabí Menajem Mendl). Las otras dos fueron mi abuelo, el Miteler Rebe (Rabí Dovber), y mi bisabuelo, el Alter Rebe (Rabí Shneur Zalman de Liadí)”.
Iom tov terminó y la Rebetzn Shterna Sara estaba lista para cumplir con las condiciones del sueño. Mas ¿de dónde conseguiría los 18 Rublos de su “propio” dinero? Finalmente, se le ocurrió una idea. Ella tenía un vestido de antes del casamiento que era extremadamente moderno. La Rebetzn Shterna Sara no lo usaba, sabiendo que su suegro, el Rebe, no lo aprobaría. Se encontraba colgado en su placard, sin haber sido siquiera estrenado. Ahora, decidió venderlo.

La Rebetzn Shterna Sara se comunicó con una señora que era muy activa en la comunidad de Lubavitch. Privadamente, le pidió que tenga la amabilidad de vender este vestido por ella, pero que se cerciorara de que nadie se enterase a quién pertenecía. Como motivo del secreto, ella le dijo que no era apropiado para la nuera del Rebe, que venda su vestido.
Esto se hizo, mas los 18 Rublos aún no estaban allí. La Rebetzn Shterna Sara se apuró en juntar el resto del dinero (no se sabe exactamente como lo hizo). Cuando reunió toda la suma, la distribuyó en Tzedaká. En el verano, el 12 de Tamuz, la Rebetzn Shterna Sara dio a luz al Frierdiker Rebe, Rabí Iosef Itzjak (También conocido como el Rebe Raiatz).
Durante el Brit Milá, el niño lloró, tal como suelen hacer los bebes en esa ocasión. El Rebe Maharash, el Zeide (abuelo) del niño, le dijo, “Por qué lloras, si dirás Jasidut con lenguaje claro”. El bebé se calmó inmediatamente.
Que siempre tengamos alegrías en el Pueblo de Israel!!!

Un amor proveniente de una relación de odio

En esta Parshá, leemos sobre Balak, el rey de Moab, quien está mortalmente asustado de los judíos que se encontraban acampando justo en el límite de su nación. La Nación Judía había logrado sin esfuerzo defenderse y conquistar las tierras adjuntas de los dos grandes reyes Amoritas, Sijón y Og, y Balak temía que su tierra fuera la siguiente. Así que mandó a llamar a Balaam, un brujo y profeta no judío, y lo contrató para maldecir a los inminentes invasores. Su plan fue contraproducente ya que Di-s transformó las maldiciones de Balaam en una cascada de elocuentes bendiciones.

Es interesante no obstante, que los temores de Balak no tuvieran fundamentos, y sus esfuerzos fueron en vano. Ya que él no sabía que Di-s había instruido a los judíos que “No provoquen una guerra con los Moabitas” (ya que Moab era un prometido como heredero para los descendientes de Lot). Ahora, mientras que no se le podía echar la culpa a Balak por no saber sobre este edicto Divino emitido a los judíos, Balaam, un profeta que “escuchó los dichos de DI-s y percibió los pensamientos del Altísimo” sabía sobre la neutralidad que debían mantener los judíos con los Moabitas.¿Por qué no le aconsejó a Balak: “Amigo, tu tranquilidad no debe ser perturbada; los Judíos no suponen ninguna amenaza”?

Es precisamente esta pregunta la que lleva al comentarista bíblico Rashi concluir con que “Balaam detestaba a los judíos más que Balak”. Balak odiaba a los judíos, pero por buenas razones; en su estimación, ellos presentaban una amenaza mortal para él y para sus ciudadanos. Balaam, por el otro lado, como muchos antisemitas en el correr de los siglos, odiaba a los judíos sin motivo alguno. Era un odio esencial que iba más allá de la razón, un odio que era cualitativamente mayor que el del Balak. Y como tal, aprovechó la oportunidad de maldecir a los judíos, aunque sabía muy bien que el temor de Balak era infundado.

Di-s no previno a Balaam de dirigirse a los judíos; ni siquiera reemplazó las maldiciones de Balaam con nuevas bendiciones. En vez de eso, Él “transformó la maldición en bendición”. Como explica el Talmud, las bendiciones de Balaam eran en verdad las mismas maldiciones que él intentaba pronunciar…pero ligeramente re fraseadas para transformarlas en bendiciones.

El transformar un odio lógico (del estilo de Balak) en amor, hará que ese amor también sea lógico; un amor basado y medido de acuerdo a las cualidades y valor del que es amado. Pero transformar un odio completamente infundado e ilógico en amor, traerá como resultado las bendiciones de Balaam: una efusión de amor infinito y esencial. Un amor que trasciende toda lógica y razón, el amor que Di-s alberga por cada uno y uno de Sus hijos.

No es sorprendente entonces, que las bendiciones de Balaam sean un vehículo para la profecía sobre la redención Mesiánica: “La veo, pero no ahora; la observo, pero no pronto. Una estrella (el Mashíaj) ha salido de Iaakov, (…)…e Israel triunfará”Ya que será durante la Era Mesiánica, que el amor esencial e infinito de Di-s por Su pueblo, como fue expresado en las bendiciones de Balaam, finalmente se manifestará”.

Por Naftali Silberberg

Remar contra la corriente

Nuestra generación es del ahora y del ya. Vivimos para el mañana, de titular en titular, y de una edición a otra. Por eso algunos se sorprenden al ver que los jasidim de Jabad recuerdan y festejan acontecimientos que tuvieron lugar hace decenas de años. Por ejemplo, festejamos el 12 y 13 de Tamuz, días de la liberación del Rebe Anterior de Lubavitch, Rabi Iosef Itzjak Schneerson de las cárceles soviéticas.

La realidad es que, quien vive sólo el presente ni siquiera el presente tiene; y quien vive y aprende del pasado, no sólo es dueño del pasado sino del presente y futuro.

UN MILAGRO PARA TODA LA GENERACIÓN

La fiesta de la liberación del 12 y 13 de Tamuz encierra en sí la idea de “remar contra la corriente”. En realidad, el Rebe Anterior fue el epítome de esta frase. El jamás se dejó intimidar por las tendencias del momento. Tenía el poder de fijarse metas y avanzar hacia ellas aún cuando todo parecía totalmente imposible. Es fácil ser un iehudí observante de la Torá y las Mitzvot cuando las circunstancias que nos rodean son favorables, cuando la sociedad en la que vivimos nos apoya y alienta, y el conducirse de acuerdo a la Torá nos provee de honor. El interrogante se plantea cuando, esta situación se revierte de un extremo al otro y es necesario poseer fuerzas colosales para luchar con un entorno que se opone a la fe y su práctica.

Rabí Iosef Itzjak es el ejemplo vivo de la fuerza que el judío posee para superar todas las dificultades y obstáculos. Aparentemente, la posición que adoptó era irrealizable y alejada de la realidad.

¿Cómo era posible creer que un puñado de judíos, pueda vencer al déspota gobierno comunista, que no titubeaba en asesinar y mandar al exilio a Siberia a millones de personas?. Pero el Rebe levantó el estandarte de la revolución, y con él salieron a la batalla sus jasidim y fieles seguidores. Era una lucha sin posibilidades. Los comunistas atrapaban a quienes trabajaban para revivir el judaísmo, los asesinaban, o deportaban a Siberia. Pero en lugar del jasid que era apresado venía inmediatamente otro. También él sabía que llegaría su hora, y a pesar de ello hacía su trabajo sin pensar en el peligro. Así había sido educado en la Ieshivá del Rebe Anterior- entregar la vida por salvar a otro judío.

DOBLE VICTORIA

La consecuencia es conocida. El Rebe venció al gobierno comunista. Trataron de detener su avance, lo encarcelaron, pero no pudieron enfrentarse a su poderoso espíritu. En los más difíciles años los enviados del Rebe lograron avivar la llama judía en la Unión Soviética, hasta que el mismo gobierno se dio por vencido. Y si bien hoy podemos ver el renacimiento de la vida judía allí, sabemos perfectamente quién cuidó la brasa encendida del judaísmo y gracias a quién hoy se levanta de las cenizas. Esta misma filosofía de vida de “remar contra la corriente”, también acompañó al Rebe Anterior en la última etapa de su vida, al llegar a los Estados Unidos. Quisieron explicarle que América era diferente, y no había ninguna posibilidad de construir allí el judaísmo tal cual lo era en Europa. Pero el Rebe proclamó: “América no es diferente!”y esa frase se convirtió en el lema de su actividad.

Y nuevamente, venció. En América comenzaron a verse judíos con barba, se abrieron ieshivot y escuelas para estudiar Torá, los enviados del Rebe comenzaron a difundir la luz del judaísmo. Rabi Iosef Itzjak dejó sentadas las bases para la monumental organización de shlujim (enviados del Rebe)que fundó su yerno y sucesor, el Rebe de Lubavitch.

Nosotros festejamos el 12 y 13 de Tamuz y absorvemos de allí la fortaleza espiritual para poder “remar contra la corriente” y marcar el camino del Pueblo de Israel, para la llegada del Mashiaj ya!.}+

(De un escrito del Rabino Menajem Brod, Sijat Hashavua)

Realidad virtual

Hay una moda en el lenguaje, así como lo hay para todo. Una de las frases más en onda hoy día es: “Sé realista”. Ya sea para usarlo como manera de amonestación, o gentil o de exhortación, generalmente se solicita por la exasperación que la persona a quien le es dirigida dicha frase, se niega a “ver un motivo”. El “motivo” en este caso, es que se niega a renunciar a los valores y tradiciones de hoy en día que han pasado la prueba del tiempo a cambio de las modas transitorias del momento. Es un “anticuado” porque rechaza nadar con un flotador, o irracionalmente se adhiere a ideas e ideales que fueron dados hace mucho tiempo y no conforman con las tendencias “modernas”.

¿Qué es un realista? Un ingenioso una vez definió “realista” como “un optimista con experiencia”. Esta descripción puede no ser tan cínica como parece.

Una lección valiosa de realismo puede ser aprendida de los eventos que llevó al la Festividad Jasídica de 12 Tamuz. Los hechos están bien documentados por el Rebe Anterior mismo. En resumen, está escrito que en el año 1927, las autoridades Soviéticas, con el propósito de eliminar todo judaísmo de la Unión Soviética, arrestaron al Rebe Anterior, Rabí Iosef Itzjak Schneerson, acusado de realizar actividades en contra del Estado, sentenciándolo con la pena de muerte. En un intento de promover una sociedad Divina y destruir la parafernalia de la observancia, vieron en el Rebe Anterior, y en sus seguidores, la amenaza más grande a sus diseños. Al remover al Rebe, pensaron, la observancia del judaísmo se acabaría. La malvada máquina Soviética que había derrocado al gran régimen Zarista, temía a un gran judío y a la influencia que él ejercía.

Encarcelado bajo terribles condiciones, torturado física y mentalmente, el Rebe Anterior tuvo que enfrentarse a una interrogación final por un comité de tres personas que decidirían su sentencia. Confinado en un gran cuarto, en donde al fondo se sentaban sus inquisidores, el Rebe, físicamente abusado y sufriendo de heridas de las cuales nunca se recuperó, caminó lentamente hacia ellos. Sin agacharse, inició su conversación diciendo: “Esta es la primera vez que entro a un cuarto y la gente no se pone de pie”. Uno de los interrogadores se levantó gritando con fiereza: “¡Silencio” ¿Sabes donde estás?”. Todavía caminando hacia ellos, el Rebe respondió: “¡Sí” Estoy en un cuarto que de acuerdo a la Ley Judía no precisa una Mezuzá: un establo o un baño”.

El final del capítulo de esta historia es que el Rebe fue sentenciado con la pena de muerte. Debido a las protestas de los Gobiernos del exterior, la sentencia fue cambiada a la de exilio, y poco después de eso, el Rebe fue liberado.

Realísticamente, ¿no fue la actitud del Rebe Anterior un poco tonta? Él sabía que estos tres hombres tenían su vida en sus manos. ¿No hubiera sido mejor ser más conciliador? ¿Comprometerse un poco menos? ¿Vivir la lucha otro día?

El Rebe Anterior era realista: un optimista con experiencia.

Su optimismo yacía en su fe. Tenía perfecta fe. En sus propias palabras, en una ocasión anterior, tenía “un Di-s y dos mundos”. “y no podía ser intimidado por aquellos que “tenían muchos dioses y un solo mundo”. Y su experiencia le dijo que no cedería a los compromisos o tratos de aquellos que buscaban eliminarlo. Al hacerlo, uno solo ayuda a cumplir con su agenda: uno se convierte en su agente en destruir lo que buscaban destruir. Su experiencia también le dijo que en el milenio anterior, grandes imperios más grandes que la Unión Soviética buscaron eliminar a la Nación Judía y habían fallado: habían perecido y el Pueblo Judío sobrevivido.

Un capítulo terminó, pero la historia continúa. El Rebe Anterior, dejó la Rusia Soviética poco después de esto, pero sus Jasidim, bajo el dolor de la muerte, continuaron con su trabajo y mantuvieron la llama del Idishkait viva y encendida. El Rebe primero se mudó a Riga, luego a Varsovia en donde experimentó los horrores Nazis. Finalmente se fue a EEUU.-. Él, y su futuro yerno y sucesor, inspirados por miles de hombres y mujeres jóvenes, muchos de ambientes seculares y asimilados, con su visión, propósito y liderazgo ayudaron a revitalizar a la condición Judía en todo el mundo luego de la Segunda Guerra Mundial y el Holocausto.

La Unión Soviética se desintegró, y la práctica y la enseñanza judía una vez más prosperaron. En la época de su sucesor, el Rebe, Rabí Menajem Mendel Schneeron, se crearon imperios que siguen creciendo, llegando a miles de miles de judíos en todo el mundo. Es realmente un “Imperio en donde el sol no se oculta nunca”, un imperio creado no por temor ni fuerza, sino por amor e iluminación, no con compromiso sino con compasión.

Al hacerlo, un nuevo mundo ha sido agregado al lenguaje inglés, y al léxico del mundo: Alcanzar. Traducido en muchos idiomas, connota amor, auto sacrificio, bondad y caridad.

Desafortunadamente, incluso con una perfecta retrospectiva, hay aquellos que no perciben la imagen con claridad. Constantemente buscan por encima de sus hombros para ver lo que el “mundo” dice. No pueden discernir la diferencia entre lo que es real, fantástico o falso. Comparando esto con la perspectiva de la Torá, la perspectiva del Rebe: Mirar siempre hacia adelante, mantén tus ojos firmes en el camino que llevan a la última meta, nunca desviándose a la izquierda ni a la derecha. Entonces, es adquirible e inminente. ¿Cuál es el camino correcto? ¡Examina los hechos! ¡Sé realista!

Por Ben Tzion Rader

¿Por qué la parashá lleva el nombre de alguien malvado?

Querido Rabino, 

Me sorprendí que la lectura de la Tora de esta semana, lleva el nombre del malvado Rey Balak, quién tramó maldecir a los Judíos en el desierto. 

¿No podían encontrar otro nombre más apropiado?

RESPUESTA:

Es una pregunta interesante. De hecho, hay seis porciones de la Tora que llevan el nombre de personajes centrales: Noaj, Sara, Itro, Koraj, Balak y Pinjas, y todos son Justos menos Balak. Leyendo más detalladamente la historia, podemos entender un poco más la razón por la cual esta porción lleva el nombre de alguien malvado, y el mensaje que podemos aprender para nuestro viaje espiritual.

Analizando la trama de Balak

Balak, el rey de Moab, se aterroriza de la llegada de la nación judía, y le dice a Bilam, un profeta, que los maldiga.

Di-s le dice a Bilam que no maldiga a los judíos, y al principio, cumple. Pero, con el tiempo le tomó odio a los judíos e insiste en hacerlo, por lo que Di-s le da la libertad de elegir.

Pero Di-s le hace saber a Bilam que no está de acuerdo con su elección. El envía un ángel para desviar a Bilam, pero sólo su burro puede percibirlo. 

Tres veces el ángel desvía al burro, y tres veces Bilam lo golpea. Finalmente, el burro había tenido demasiado. Sorprendentemente, él abre su boca y se queja a Bilam sobre su comportamiento. Bilam finalmente puede ver el ángel, pero todavía no entiende el mensaje.

Cuando Bilam llega al palacio de Balak, lo llevan a un lugar en donde pudiera ver al pueblo judío para maldecirlos. Pero cuando abre su boca para hacerlo, bendiciones salían de ella. De hecho, sus palabras contienen algunas de las alabanzas más hermosas del pueblo judío en la Torá.

Bilam luego dice la profecía sobre la era Mesiánica.

Luego del intento fallido de Bilam de maldecir a los Judíos, sugiere una estrategia diferente, provocar que los judíos pequen con las mujeres Moabitas, y causar que idolatren el Baal Peor. El plan tiene éxito, y una plaga devastadora aparece entre el pueblo como resultado. Pinjas, el nieto de Aaron, el Sumo Sacerdote, se levanta y pone fin a la plaga.

Seguramente aún te estás preguntando por qué la porción lleva el nombre de Balak. ¿Cuál es su cualidad redentora?

Repasemos unos puntos de la historia:

Bilam se trasforma, por su odio a los judíos, en alguien que no desea obedecer a Di-s.

Un burro habla

Las maldiciones son transformadas en bendiciones

Una porción del pueblo Judío se transforma en pecadores.

Las profecías sobre la era Mesiánica, describen la última transformación del mundo. 

Ésta porción de la Torá, inviste el poder de la transformación. Las bendiciones son tan profundas, ya que se originaron como maldiciones. Su transformación es tan absoluta que describen la última transformación del todo el mundo: La era del Mashiaj. Más aún, Balak mismo encarna ésta transformación.

El Talmud relata que la figura Bíblica Ruth, quién trasformó su propia vida convirtiéndose al judaísmo y mereció ser la bisabuela del Rey David, era descendiente directa de Balak. El Mashiaj vendrá del linaje del Rey David. De esta forma, la persona encargada de la transformación del pueblo judío y el mundo entero, Mashiaj, es un descendiente directo de Balak.

¿Cuál es el mensaje para nosotros? Transformarnos a nosotros y nuestras vidas no es sencillo. Pero muy seguido, las situaciones más difíciles son las que nos conducen a las mayores ganancias. Cuando nos damos cuenta de esto, en vez de someternos a la presión, usémoslo para nuestro crecimiento y desarrollo personal y así tener la experiencia mas sublime de transformación.

Por: Yossi Lew

Difíciles batallas

La Parashá que leemos esta semana comienza con la recompensa que recibió Pinjas por su acto de valentía, imponiendo castigos a Zimri ben Salu, quién estaba contra Moisés, y cohabitaba con una mujer Midianita. Zimri era jefe de la Tribu de Shimon, quienes eran fieles a su líder. 

El acto de Pinjas fue peligroso. El Talmud habla de los milagros que ocurrieron ese día, los cuales le permitieron a Pinjas salir ileso de la carpa de Zimri.

El acto de Pinjas no fue muy racional. Sus posibilidades de éxito eran mínimas, pero estaba siguiendo el ejemplo del primer Judío. 

Abraham era un hombre joven en Ur, viviendo en una sociedad pagana, cuando comenzó a predicar una filosofía de monoteísmo. Nimrod no estaba contento con lo que Abraham estaba creando. De hecho, fue llamado el “Ivri”, que significa “del otro lado”, porque todo el mundo estaba de un lado, mientras que él, junto con sus creencias monoteístas, estaban del otro. Pero Abraham no se inmutó, porque sabía que lo que estaba haciendo era lo correcto.

Las historia de Abraham y Pinjas, se han repetido como un disco rayado a través de nuestra difícil y gloriosa historia. 

Nuestra nación no existiría ahora si no fuera por todos los actos heroicos realizados por valientes individuos y grupos. Dos ejemplos: La festividad de Januca, celebra la valentía de un pequeño grupo de personas que se rehusaron a ser parte de la contaminación espiritual del Helenismo, y pelearon contra un ejército Griego, que era mucho más grande y fuerte que el de ellos. 

Esta Parashá, siempre se lee cerca del 12 de Tamuz, el día en el que los Jasidim de Jabad celebran la milagrosa liberación de Rabi Iosef Itzjak Schneerson, el sexto Rebe de Jabad, de la prisión comunista en 1927. En un momento en donde enseñar Torá significaba la muerte o trabajo forzoso en Siberia, el Rebe no se desesperó. Él desafió el régimen Soviético, y animó a sus seguidores a que hicieran lo mismo. Estableció Yeshivot subterráneas, Mikves, etc, y él personalmente arregló los temas financieros para toda esta red subterránea.

El resultado final de estas historias es la victoria. Millones de descendientes aún siguen el camino que Abraham abrió. (En realidad, su legado incluye no sólo a los Judios, sino también a la mayor parte de la población del mundo que siguen las religiones que son ostensiblemente monoteístas, y todos ellos tienen sus raíces en Abraham). 

Pinjas fue recompensado por su acto, y hasta el día de hoy sus descendientes Sirven como Cohanim (Sacerdotes), quienes bendicen al pueblo Judío y retomarán sus Servicios en el Templo Sagrado cuando llegue el Mashiaj. Los Griegos fueron desterrados de la Tierra Santa, el judaísmo siguió floreciendo, y se nos ha dado unos días extra cada año para celebrar, comer, casarse… La educación judía siguió detrás de la Cortina de Hierro hasta el día que cayó. Ellos se han ido, y la Torá aún está aquí.

Incluso cuando las probabilidades están en nuestra contra, debemos pelear por lo que es correcto. Debemos hacer lo que nos corresponde a nosotros, y Di-s se encargará del resto.

Por: Naftali Silberberg

El Rebe, un faro que ilumina

El Rebe, un faro que ilumina.

Un  programa especial emitido el lunes 8 de julio de 2024 en la TV Pública.

Una entrevista realizada por la periodista Romina Manguel al Rabino Tzvi Grunblatt, Director General de Jabad Argentina, sobre la obra, el legado y qué distinguía al séptimo Rebe de la dinastía jasídica Jabad.

Parashá en síntesis: Jukat- Balak

Las 613 Mitzvot de la Torá se subdividen en tres categorías, a saber: Edut (Testimonios), preceptos relacionado con eventos históricos de nuestro pueblo o con aspectos de nuestras creencias; en éstas figuran el Shabat como testimonio de la Creación del mundo y de la salida de Egipto, la celebración de fiestas como Sucot, Pesaj, Shavuot, las Mitzvot de Tzitzit y Tefilín, que demuestran la fe en Di-s. Mishpatim (Leyes), preceptos que tienden a preservar el orden civilizado de la sociedad, como “no matar”, “no robar”, “honrar a los padres”. Y jukim (Decretos), aquellas leyes divinas cuya explicación no está al alcance de la inteligencia y comprensión humana.

El origen Divino de estas categorías de Mitzvot es lo que determina la necesidad de su cumplimiento; el judío cumple los preceptos porque son expresiones de la voluntad divina, no porque le parezcan lógicos o razonables. Al hacerlo, se refina y eleva la espiritualidad del mundo, reafirmando su vínculo de trascendencia.

Aún cuando coincidan con las leyes civiles del país, los Mishpatim son de naturaleza distinta: la ley es establecida por el hombre, a diferencia de aquello que emana de las palabras “Yo soy Di-s, el único Di-s… No matarás “.

Los Testimonios (Edut) no hubiesen sido conocidos por el hombre si Di-s no los hubiera revelado, aún cuando sean racionalmente comprensibles. Los Jukim son evidencia de la existencia de Di-s como un Ser Supremo con una lógica que va más allá de lo que la mente humana puede comprender.

Existen diferentes ejemplos de Jukím: Kashrut, Mikve. Pero la Torá establece explícitamente cuatro de ellos como tal: Yibum, la mitzvá que hace el cuñado al casarse con la viuda de su hermano que no haya tenido hijos; Shatnez, la prohibición de usar una prenda de vestir que tenga en su tejido mezcla de lana con lino; Zair LaAzazel, el carnero que se mataba como parte del servicio de Yom Kipur y que se servía para expiar la culpa del pueblo judío; Pará Adumá, la vaca roja mencionada en el presente Parashá.

Se sacrificaba una vaca roja y sus cenizas se mezclaban con agua, para purificar a la persona que hubiera tenido contacto con un muerto. A la vez, quien hacía este proceso se contaminaba. Está Mitzvá (carente de lógica para nosotros) demuestra la total aceptación de la Voluntad Divina como antítesis de la idolatría. La única persona a quien se hizo comprender esta Mitzvá fue Moshé, porque no participó ni activa ni pasivamente en el pecado de idolatría del becerro de oro.

El rey Salomón, considerado el más sabio de los hombres, declaró que a pesar de sus esfuerzos y estudios, la Mitzvá de Pará Adumá estaba fuera del alcance de su comprensión.

Hasta el día de hoy se han quemado nueve Vacas Rojas: la primera por Elazar, hijo de Aharón, bajo la supervisión directa de Moshé; otra, en tiempos de Ezra; la tercera y cuarta bajo la guía de Shimón Hatzadik; dos más en tiempo de Yojanán, El Gran Sacerdote. Desde la destrucción del Segundo Templo fueron sacrificadas tres vacas más. La décima y última será preparada por Mashiaj.

Después de Matán Torá, Di-s elevó los judíos por encima del poder del “Ángel de la Muerte”. Al no estar sujetos a la muerte – como antes del pecado de Adam-, la impureza desapareció. Di-s designó a la vaca – madre del becerro – para purificar la impureza causada por su cría.

El “Ángel de la Muerte” no pudo ejercer su poder sobre seis justos (Tzadikim), quienes murieron al partir su alma por el llamado “Beso Divino” (mitat neshika). Ellos fueron: Abraham, Itzjak, Iaacov, Moshé, Aharón y Miriam, quien murió el 10 de Nisán del cuadragésimo año en el desierto, a la edad de 123 años. Aharón, su hermano, murió a la misma edad, el 1º de Av del año 2487.

La “fuente de Miriam”, de la cual los judíos tomaban agua durante su estadía en el desierto, desapareció temporalmente con su muerte, para que se dieran cuenta de que existía por su mérito. Lo mismo sucedió con las Nubes de Gloria que acompañaban a Israel por el mérito de Aharón y, tras una desaparición temporal, fueron restituidas por el mérito de Moshé.


Después de la victoria contra Sijón, el amorita, y Og, rey de Bashan, sobrevivientes de los gigantes que existieron antes de la época del diluvio, los demás pueblos por donde tenían que pasar los judíos sentían un gran temor. 

En Moab se designó un nuevo rey, llamado Balak, quien usó los servicios de Bilam para que, con los poderes que tenía, maldijera al Pueblo Judío. De acuerdo con la Guemará, Bilam era hijo de Laván y creyó la calumnia de que Iaacov le había robado a su padre sus posesiones. De allí, el odio que le profesaba a todos sus descendientes. 

En Egipto, como consejero del Faraón, fue quien propuso que los varones judíos recién nacidos fueron echados al río Nilo. Sentía además especial animadversión por Moshé,

porque se consideraba su igual en sabiduría. Bilam, a diferencia de Balak, ocultaba su odio hacia los judíos bajo su poder de profeta. 

Bilam imploró a Di-s que le permitiera maldecir a los judíos, pero mientras formulaba la maldición en su mente y su corazón, Di-s cambiaba su intención y le hacía pronunciar lo contrario de lo que estaba pensando; por ello, de cada bendición podemos deducir la maldición respectiva. 

Severidad amorosa: disciplinar con amor

Criar un hijo es como cuidar de un jardín. Tienes que arrancar las malezas para impedir que lo malo obstruya lo bueno. Pero debes cuidarte de no aplastar en el proceso el espíritu emergente del niño. La meta de la disciplina es que tu hijo logre el autodominio. No puedes ayudarle a hacer esto a no ser que tú misma ejerzas el control. Y no puedes ejercer el control si tienes una mentalidad de venganza caracterizada por la muy conocida creencia infantil: «Si alguien me hace daño tengo derecho a hacerle lo mismo». Nuestra Tora prohibe la venganza (Vaikrá 17:18), excepto, claro está, al lidiar con un enemigo del pueblo judío, ¡una categoría que desde luego no incluye a nuestros hijos! No obstante, puesto que nos pasamos muchos años de la infancia pensando así, lleva un esfuerzo muy consciente librarnos de este concepto, y recordar que aun si nos sentimos heridos por lo que hacen o dicen nuestros hijos, aquello no significa que debamos hacerles lo mismo.

EN PRIMER LUGAR, TEN LA ACTITUD APROPIADA

Librarte de la mentalidad vengativa no significa que no disciplines a tus hijos. ¡Debes hacerlo! No obstante, puedes disciplinar sin ser hostil. Un modo de hacerlo es tener presente el pensamiento: «¿Qué quiero enseñarle a este niño en este preciso momento?». «¿Qué midot quiero que aprenda?». O «¿Cuál es el mejor modo de ayudarle a cambiar sus patrones de hábito presentes?». Debes aun así contener a un niño que esté fuera de control y reprender a un niño lo suficientemente grande para entender. Pero ya no lo harás con furia y odio si tu única intención es enseñarle las habilidades y conciencia que le han estado faltando.

Otra actitud esencial que adoptar a fin de liberarte de todo deseo de hacerle daño a tu hijo es pensar: «Está haciendo lo mejor que puede con las herramientas que tiene en este momento». Repite esta frase por lo bajo una y otra vez, aun si no la crees. Dila para tus adentros mil veces al día hasta que se vuelva un hábito automático dar a tu hijo el beneficio de la duda. Si te sientes violenta, continúa diciendo las palabras una y otra vez para no ceder ante una conducta destructiva. Entonces, aun si tu reprimenda o castigo le causa dolor, el hecho de que actúes con un corazón amoroso maximizará la posibilidad de cambios positivos en el niño en lugar de infundirle un deseo de venganza contra ti.

Lo cierto es que los niños a menudo no tienen las herramientas para lidiar con los impulsos que los abruman cuando están cansados, hambrientos, celosos, ansiosos, tristes, airados, con miedo o aun aburridos. No son malos, pero tienen algunos hábitos malos. Lo creas o no en el momento, dite para tus adentros que si tu hijo hizo algo para causarte dolor, no fue su intención original. Incluso si así fuera esto no justifica hundirse a su nivel y hacerle lo mismo. Cuando dejes de tratar de hacerles daño a tus hijos por hacerte ellos lo mismo, te encontrarás con que te volverás la estricta, pero amorosa, disciplinaria que todo padre debe ser.

No subestimes el poder de las palabras en la educación de tus hijos. No creas que debes explotar con violencia para transmitir tu mensaje, pues el único mensaje que es probable que transmitas sea que explotar está bien.

Quieres que tu hijo sea ético y se controle, pero sensible a los sentimientos de los que lo rodean. Si quieres hijos receptivos y amorosos tienes que disciplinar de una manera responsable y amorosa. El momento para disciplinar no es cuando te sientes furiosa y agresivamente hostil. Es entonces cuando eres propensa a actuar impulsiva e irracionalmente.

No tengas para tus hijos estándares más estrictos de los que tienes para ti misma u otros adultos. Piensa cómo te sentirías si perdieras las llaves, derramaras algo en tu ropa o te olvidaras de ir al banco. ¿Te gustaría que te gritaran, que te dijeran lo tonta que eres, te abofetearan y te dijeran que mereces sufrir? ¿Cómo te sentirías si te invitaran a una comida y no te gustara lo que sirvieran, pero el anfitrión te dijera que tendrías que obligarte a terminar todo tu plato aun si te diera náuseas? ¿Cómo te sentirías si derramaras algo y la anfitriona te avergonzara delante de todos? ¿Cómo se sentiría tener que pedir la autorización de alguien por cada cosa pequeña, y luego tener que esperar en un suspenso agonizante mientras la persona se tomara su dulce tiempo, ignorando por completo la urgencia de tus necesidades?

Cuando cometes una falta, pierdes algo, te sientes mal, o cometes un error de juicio, quieres perdón y empatia. Si mereces una reprimenda, quieres que se haga con tacto y en privado. No quieres a alguien que te llame la atención de tus defectos noche y día. Odias que te reprendan y critiquen. Odias que te recuerden tus errores.

Pero el niño es aún más sensible que el adulto. No tiene la sabiduría ni el entendimiento del adulto. Cuando está angustiado tiene muchas menos elecciones de acción. Suele olvidarse de las reglas. Cuando se siente aburrido e infeliz no sabe qué hacer consigo mismo. Cuando pierde algo quiere que le ayudes a encontrarlo, no que lo regañes por haberlo perdido. Si tiene tendencia al despiste y la desorganización, necesita instrucciones útiles y práctica en cómo ser más organizado. Que lo envíen a la cama sin cenar o que le den una fuerte palmada no le ayuda a aprender ninguna habilidad ni a desarrollar una mayor conciencia de las necesidades de los demás.

La mayor prueba de lo bien que hayas integrado los ideales de la Tora no es cómo actúas cuando todo está bien sino cómo reaccionas bajo el estrés. Es entonces cuando es más importante actuar con otros como te gustaría que lo hicieran contigo. Piensa en cómo te gustaría que te trataran los demás, cuánto quieres que tengan una actitud de perdón y comprensión, hablen con respeto y desde luego no sean punitivos ni indiferentes cuando estés angustiada.

Hace falta una fuerza interior enorme para no verse arrastrada a la negatividad cuando el niño no se comporta, se halla de mal humor o no está a la altura de tus expectativas. Pero es precisamente ahí cuando haces los mayores progresos espirituales porque es entonces cuando tienes la oportunidad de practicar y manifestar el amor incondicional.

Extraído de Criar Hijos – Editorial Bnei Sholem

Jalá redonda de pasas

Jalá redonda de pasas con cobertura de migas dulces

Es tradicional utilizar jalás redondas para Rosh Hashaná , para representar el ciclo de la vida. También es costumbre comer alimentos dulces en esta época, para simbolizar nuestro deseo de un año dulce por delante, de ahí las pasas y la cobertura de migas dulces.

Prepare la masa siguiendo las instrucciones que se indican a continuación. Utilice un bol grande, ya que con esta preparación se obtienen seis panes y la masa necesita espacio suficiente para duplicar su tamaño.

Cuando la masa haya leudado, golpéela y déjela reposar durante 10 minutos antes de realizar la mitzvá de separar la jalá . Diga la bendición, separe un pequeño trozo de masa y déjelo a un lado para que se queme después de que la jalá haya terminado de hornearse. Para obtener más información sobre esta mitzvá y una guía paso a paso, mire este breve video para hacerlo usted mismo .

Ahora divide la masa en seis partes relativamente iguales. Cada una de las seis partes formará una jalá. Enrolla cada pieza en una “serpiente” larga (en la imagen). 

Presiona las pasas a lo largo de la masa, luego enróllala desde un extremo, hasta que tengas un círculo. 

Mete el extremo por debajo. Alternativamente, puedes hacer primero una jalá trenzada con cada una de las seis piezas y luego enrollar la trenza en un círculo.

Coloque las jalás en bandejas para hornear engrasadas, pincele con huevo y espolvoree con la cobertura de migas. Déjelas reposar otros 40 minutos y luego hornéelas a 375 °F hasta que estén doradas, aproximadamente 45 minutos.

 

Tradicionalmente, en Shabat y en las comidas festivas, mojamos la jalá en sal. Pero desde Rosh Hashaná hasta el final de Sucot , la mojamos en miel. ¡Disfruten!

Ingredientes de la masa:

4 cucharadas de levadura seca
5 tazas de agua muy tibia
5 huevos grandes
1¼ taza de miel
1 taza de aceite (canola o aceite de oliva ligero)
2 cucharadas de sal
Aproximadamente 18 tazas de harina
1 taza de pasas

 

Para el huevo batido:

1 huevo | Para la cobertura de migas

½ taza de harina
½ taza de azúcar
1 cucharadita de vainilla
5 cucharadas de aceite

Indicaciones

En un recipiente muy grande, disuelva la levadura en 2 tazas de agua tibia y deje reposar unos 15 a 20 minutos hasta que esté ligeramente espumosa.
Añade el resto de los ingredientes y la mitad de la harina. Mezcla hasta formar una masa suelta. Añade el resto de la harina un par de tazas a la vez, hasta que la masa esté suave pero no pegajosa. Amasa.
Cubre la masa con un paño húmedo o film transparente y déjala reposar en un lugar cálido durante aproximadamente 1 hora y media. La masa debería duplicar su tamaño.
Golpear la masa y dejarla reposar durante 10 minutos. Dividirla en 6 partes iguales.
Enrolle la masa según las imágenes y las instrucciones anteriores. Coloque los panes en bandejas para horno ligeramente engrasadas y deje que leuden durante otros 40 minutos.
Prepare la cobertura de migas dulces colocando la harina y el azúcar en un bol. Agregue lentamente la vainilla y el aceite, mezclando con una cuchara o con las yemas de los dedos hasta que alcance la consistencia de migas.
Pintar los panes con huevo y espolvorear con la cobertura de migas. Hornear a 375° F durante aproximadamente 45 minutos. Los panes deben quedar dorados y firmes en la base.