¿Cuál es el propósito?

En honor al Aniversario de la esposa del Rebe…

Contado por Jesed Halberstam

Jesed Halberstam trabajó como empleado de la Rebetzin Jaia Mushka Schneerson, esposa del Rebe de Lubavitch, durante dieciocho años (de 1970 hasta el fallecimiento de la Rebetzin en 1988) realizando los quehaceres de la casa y como su chofer.

El Rebe me pidió que procure que la Rebetzin salga de la casa todos los días a tomar aire fresco. Normalmente íbamos hasta un parque en Long Island, New York. Durante los años en que mi hijo, Ari (Di-s vengue su sangre1), era un niño, manejábamos a menudo a su escuela por la avenida Ocean Parkway; y la Rebetzin disfrutaba jugar con él, meciéndolo en las hamacas del parque, etc.

Un día, mientras nos acercábamos al parque, encontramos nuestra ruta cerrada debido al trabajo del camino, y fuimos desviados a una calle paralela. Mientras manejábamos a lo largo de esa calle, oímos el sonido de una mujer que gritaba en ruso. Cuando me detuve en el semáforo, la Rebetzin se volvió y me dijo: “Oí una mujer gritar; ¿puedes regresar y ver de qué se trata?”.

Retrocedimos a la esquina de la calle. Allí vimos a una mujer parada en el cordón de la vereda llorando, mientras cerca de ella, peones cargaban muebles y artículos de casa y los metían a un camión perteneciente a la municipalidad. A pedido de la Rebetzin, estacioné detrás del camión y fui a ver qué estaba pasando. El alguacil me explicó que la mujer no había pagado su alquiler por muchos meses y ahora la estaban desalojando.

Cuando le informé a la Rebetzin, ella me pidió que volviera y le preguntara al alguacil cuánto debía la mujer, y si él aceptaría un cheque personal; también me pidió que no dijera nada a la familia que estaban desalojando. A estas alturas, yo todavía no entendía a dónde estaba llevando todo esto, pero cumplí la demanda de la Rebetzin. La suma que la familia debida era aproximadamente 6,700 dólares. El alguacil dijo que no tenía ningún problema en aceptar un cheque personal, con tal de que él confirme con el banco que el cheque tenía fondos; también dijo que si él recibía el pago, sus hombres llevarían todo otra vez a la casa. Cuando le dije a la Rebetzin los detalles, ella sacó su chequera y, para mi asombro, hizo un cheque por toda la cantidad, y me pidió que se lo diera al alguacil.

El alguacil hizo una llamada telefónica al banco, y entonces les dijo a sus empleados que devolvieran todo a la casa. La Rebetzin me pidió que nos fuéramos rápidamente, antes de que la mujer comprendiera lo que había pasado.

Yo estaba completamente asombrado de lo que había visto y luego, mientras estábamos en el parque, no pude contenerme y le pregunté a la Rebetzin qué la había incitado a dar semejante suma a un total extraño.

“¿Realmente quieres saber”? me preguntó la Rebetzin.

“Sí”, contesté.

“Entonces te diré”, ella dijo. “Una vez, cuando era una muchacha, mi padre me llevó a dar un paseo por el parque. Me sentó en un banco y empezó a hablarme sobre el concepto de hashgajá pratit (providencia Divina)3. Cada vez–dijo mi padre–que algo nos hace desviarnos de nuestra rutina normal, hay una razón divinamente ordenada para esto; cada vez que vemos algo raro o inusual, hay un propósito en el por qué se nos está mostrando eso.

“Hoy”, continuó la Rebetzin, “cuando vi la señal de ”Desvío”, recordé las palabras de mi padre e inmediatamente pensé para mí: Todos los días vamos por esta calle; de repente, la calle está cerrada y nos desvían a una calle diferente. ¿Cuál es el propósito de esto?, ¿cómo se conecta esto conmigo?. Entonces escuché el sonido de una mujer llorando y gritando. Comprendí que nos habían enviado por esa ruta con un propósito”.

1. Ari Halberstam fue asesinado por un terrorista árabe en el infame tiroteo en 1994, en el Puente de Brooklyn.

2. sexto Rebe de Lubavitch, Rabino Iosef Iitzjak Schneerson. (1880-1950)

3. Rabí Israel Baal Shem Tov (1698-1760), fundador del Jasidismo, enseñó que, “Todo lo que ocurre, y cada detalle de eso, es por Providencia Divina; si una hoja es levantada por una brisa, es sólo porque esto ha sido ordenado específicamente por Di-s para servir una función específica dentro del propósito de la creación”. Así, “Cada cosa que una persona ve u oye, es una enseñanza para él en su conducta en el servicio a Di-s”.

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