Cuándo si:
• Se debe responder Amén cada vez que escuche a otro decir una bendición, incluso si la bendición no contiene el nombre de Di‐s, como “Que el Misericordioso sea bendito…”.
• Para responder Amén, uno puede escuchar la bendición completa, el final de la bendición, o al menos saber a qué bendición se está respondiendo Amén. Si no escucha la bendición y no sabe a qué bendición responderá, no responde Amén
• Se permite responder Amén a cualquier bendición que escuche a través de un micrófono o conexión en vivo.
• Se debe responder Amén inmediatamente después de que se complete la bendición.
Cuando no:
• Si uno completa su propia bendición al mismo tiempo que otra persona termina su bendición, no responde Amén sobre la bendición del otro, pues parece como si estuviera diciendo Amén a su propia bendición.
• Se dice Amén a una bendición que un niño pronuncia por algo sobre lo que necesita decir una bendición, como por ejemplo sobre la comida antes de comer. Sin embargo, si el niño dice una bendición como parte de su rutina de aprendizaje, como cuando practica la lectura, no se debe decir Amén.
• Si alguien dice una bendición, pero cambia el texto instituido por los rabinos, no responde Amén.
• Uno puede responder Amén a una bendición dicha por un no judío, si escucha la bendición completa de principio a fin si el no judío cree en Di‐s.
• Se debe concentrar bien al contestar el “Amen Iehei Shmei Raba…” en Kadish, porque aquellos que respondan “Amen Yehei Shmei…” con mayor concentración tendrán su decreto más años de vida. Además, esto debe decirse en voz alta (no gritando), porque esto también logra la eliminación de todos los decretos malignos.
• Si termina una bendición al mismo tiempo que el jazan‐ cantor, pero las bendiciones son diferentes, responde Amén a la bendición del cantor