¿Por qué tantas velas?

Todo niño judío sabe la historia: los griegos habían impurificado las reservas de aceite de oliva del Santo Templo. Entonces cuando los Macabeos liberaron el Templo, no podían encontrar el aceite ritualmente puro con que encendían la Menorá. Sólo una vasija de aceite puro fue encontrada, suficiente para mantener la Menorá encendida durante un solo día.

Milagrosamente, el aceite duró ocho días, hasta que el nuevo aceite pudiera ser preparado. Nada de esto era necesario. La ley que prohíbe el uso de aceite ritualmente impuro en el Templo no se aplicaba bajo las circunstancias que prevalecían entonces.

Según la ley de Torá, la prohibición de impureza, si afecta a la comunidad entera es inaplicable -si la comunidad entera, o todos los Cohanim (sacerdotes), o todos los recipientes del Templo son ritualmente impuros, es permisible entrar en el Templo y dirigir los servicios del Templo bajo las condiciones de impureza.

No obstante, Di-s quiso mostrar su amor por los iehudim: Él suspendió las leyes de la naturaleza para permitirles reinaugurar el Templo sin ningún compromiso con relación a las normas de pureza- aún cuando es un compromiso.

¿Cuántas luces deben encenderse en la Menorá de Janucá? La mayoría contestaría: una, en la primera noche, dos en lasegunda, y así sucesivamente. La ley, sin embargo, dice otra cosa. Según el Talmud, la Mitzvá de Janucá es cumplida con una sola luz en cada hogar. Hay quienes hacen más de lo obligatorio, algunos encienden una sola luz por cada individuo.

Y hay quienes hacen más de lo obligatorio… encienden una luz el primer día y agregan una luz adicional cada día subsiguiente. Hay quienes compran los Tefilín que salen el mínimo costo del mercado, que dan el mínimo de lo que dicen las leyes de caridad (tzedaká).

¿Pero cuándo fue la última vez que usted vio una sola luz en la ventana de una casa judía en la sexta noche de Janucá?

En Janucá, todos hacemos más de lo obligatorio- después de todo, Di-s hizo lo mismo con nosotros. El nombre Janucá viene de la palabra Jinuj que significa la inauguración. Janucá celebra la renovación del servicio en el Santo Templo, después de que se liberó de los griegos, que se purificó, y se reestableció como el sitio de la Presencia Divina en nuestro mundo. Janucá sirve así, como un modelo para todas las inauguraciones, incluso la

inauguración más significativa de todas -la educación, una inauguración de los niños en la vida (de hecho, jinuj también significa educación).

La insistencia inflexible en pureza y perfección de Janucá representa una lección importante con respecto al ser de los educadores. El no comprometerse es el anatema a la educación. A un árbol maduro, una cuchillada le produce una pequeña o ninguna consecuencia.

Pero el arañazo más pequeño en la semilla, la mella más ligera en el arbolillo, resultará una deformidad irrevocable, una falla que los años por venir ahondarán en lugar de desaparecer.

Virtualmente, cada vida se enfrenta con las demandas de los compromisos algunos tolerables, otros no. El educador que desea impartir un cúmulo de valores y prioridades que lo curarán todo, debe entregar, en la palabra y el ejemplo, un mensaje de pureza impecable, libre del más ligero y más aceptable error.

Basado en las enseñanzas del Rebe de lubavitch cortesía de MeaningfulLife.com

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