Sara

Sara

Para mí un nombre hermoso.

El nombre de mi madre. Siempre escuché cómo la llamaban. Claro, nunca la llamé por su nombre. Sara, mezcla dulzura con personalidad segura. Sara es el nombre de cuatro de mis nietas. Lo llevan en honor a mi madre. ¡Y qué bien que les queda! Cada una de ellas es diferente, incluso físicamente, pero todas son, gracias a Di-s, brillantes, como lo era su bisabuela. El nombre, la esencia, las une. Mi madre, mis nietas y todas las Sara de todas las épocas, que conocimos y conoceremos se llaman así en honor a la primera Sará, nuestra matriarca. Mucho se habla de su esposo, Abraham Avinu, quién forjó el pueblo de Israel y difundió el monoteísmo en el mundo.

Pero que algo quede claro: No hubiese podido lograr su cometido sin la ayuda, apoyo y asistencia absoluta y fiel de Sara. Qué mejor entonces, que conocer un poco más de cerca la vida y personalidad de la mujer más famosa e influyente de nuestra historia. 

Llamada en un principio Sarai, Di-s le cambia el nombre reemplazando la letra Iud por la Hei. A partir de ese momento es llamada Sará. En hebreo significa “Princesa” “Ilustre” y en arameo “Princesa” “Guardián” “Ángel” y “Genio”. Todas estas características son aplicables a nuestra matriarca. Nieta de Teraj, sobrina de Abraham queda huérfana a muy temprana edad y su abuelo la adopta. Años más tarde contrae matrimonio con Abraham. Era una mujer alegre. Todos sus días fueron felices. Sará se encuentra entre las cuatro mujeres que la Biblia menciona como hermosas. También la llamaban Iská- pues todos se sentían acariciados por su hermosura.

Otros atribuyen este nombre a su poder de profecía. Todos los maltratos del camino desde Jarán a Israel no estropearon  su belleza. Su hermosura opacaba a las demás a punto de decirse que cualquier otra mujer frente a Sará era como un mono frente al ser humano. Fue codiciada por reyes y faraones. Su inmensa modestia y fidelidad a su esposo ayudaron a que fuera reconocida además como una mujer santa. Su atractivo físico era insignificante frente a su profundidad espiritual. Fue una de las siete profetizas que nombra la Biblia. De todas formas, sólo con ella Di-s habló en forma directa y no a través de algún ángel.

Cuando tenía cien años estaba tan limpia de pecados como una joven de veinte. Era muy recatada y el cántico compuesto por el rey Salomón “Eshet Jail”- Mujer Virtuosa- define a Sará desde el comienzo hasta el final. Ella apoyó y secundó a Abraham en la difusión del monoteísmo en el mundo, llevando el mensaje entre las mujeres de su generación. Sará era estéril y Di-s la recordó el día de Rosh Hashaná. Cuando logró concebir, también lo lograron muchas otras mujeres en mérito a ella y muchos enfermos se curaron. Al dar a luz a su hijo Itzjak a los 90 años, numerosas mujeres de la nobleza vinieron a visitarla con sus propios bebés. Todos sospechaban que el nacimiento de su hijo era un fraude y en realidad Itzjak era un niño adoptado. Pero Sará amamantó a todos esos infantes demostrando que era la madre legítima de Itzjak.

Explican nuestros Sabios que todos los hombres temerosos del Cielo y todos los prosélitos descienden de aquellos bebés que Sará amamantó. Durante todos los días de su vida una nube de honor posaba sobre su tienda, sus puertas abiertas a los cuatro vientos para recibir a quien lo necesitase, la bendición coronaba su masa y su vela estaba encendida desde la víspera del Shabat hasta la víspera del siguiente. Cuando ella falleció, todo esto desapareció. Pero la misma bendición regresó con la llegada de Rivka, su nuera. 

Sará falleció a los 127 años, plena de belleza espiritual y física, dejando el más importante legado a cada una de las mujeres judías. Que su mérito y enseñanzas iluminen nuestros hogares para lograr completar su misión y la nuestra de hacer de este mundo una morada para Di-s.

Por: Miriam Kapeluschnik

Dedicado a mi madre, Sara Ester Gordon, fallecida en la semana de Jaie Sara 5753

La primera matriarca

Sara de la Biblia: La primera matriarca
Por Shalom Goodman

Sara fue la esposa de Abraham y la primera de las cuatro matriarcas de la nación judía. Se la conoce comúnmente como Sarah Imeinu, “Sara nuestra madre”.

Junto con su esposo, el patriarca Abraham , Sara contribuyó decisivamente a enseñar a miles de personas acerca del monoteísmo , la creencia en un solo Di-s . 
Conocida por su amabilidad y hospitalidad, Sara recibía con los brazos abiertos a todos los que visitaban su tienda. 
Estéril durante muchos años, entre dolores y angustias, Sara finalmente dio a luz a Isaac, el segundo de nuestros patriarcas, a la edad de 90 años. 
Fue enterrada en Hebrón, en la Tumba de los Patriarcas, que compró su marido.

Sara nació en 1803 a. C. (1958 desde la creación) de Harán , hermano de Abraham. Se casó con su tío, Abraham, que era 10 años mayor que ella. Abraham había descubierto la existencia del verdadero Di-s y despreciaba la idolatría de la gente que lo rodeaba. Abraham arriesgó su vida, mostrando y enseñando a la gente acerca del único Di-s. 

Abraham y Sara difundieron el credo abrahámico de la teología monoteísta a todos. Abraham guiaba a los hombres, mientras que Sara influía en las mujeres, formando así lo que podría considerarse como una proto-Casa Jabad.

Entonces Di-s se le apareció a Abraham y le dijo que abandonara su tierra, su lugar de nacimiento, y viajara hacia un destino nuevo y desconocido. 

Abraham y Sara, de 75 y 65 años respectivamente, abandonaron Harán , donde su familia se había establecido después de salir de Ur Casdim, y se establecieron en Canaán .

Sin embargo, pronto llegó el hambre a la tierra, y se vieron obligados a viajar a Egipto. Antes de su llegada, Abraham escondió a su esposa en una gran caja y le ordenó que dijera, en caso de que la atraparan, que era su hermana y no su esposa. Los egipcios descubrieron a la hermosa Sara y se la dieron al Faraón como esposa, perdonando la vida a Abraham. Sara oró a Di-s, y el Faraón fue azotado por plagas esa misma tarde.  El Faraón se dio cuenta de su mal proceder y envió a Sara de regreso a Abraham. Junto con los regalos que le dio a Abraham, el Faraón le dio a Sara su hija,  la princesa Agar , para que fuera su sirvienta personal.

Esta secuencia de eventos se repitió cuando Abraham y Sara estaban residiendo en Gerar, después de la destrucción de Sodoma .

Abraham se presentó como su hermano a Abimélec , el rey de los filisteos,  quien rápidamente la tomó como esposa. Di-s se le apareció a Abimélec en un sueño, amenazándolo con la muerte si no liberaba a Sara. Inmediatamente devolvió a Sara a su esposo. Después de que Abraham y Sara habían vivido en la Tierra Prometida durante 10 años y ella no había sido bendecida con un hijo, Sara decidió hacer un sacrificio supremo y ofrecer a Agar a Abraham como su segunda esposa, quien le daría un hijo y le dejaría un legado duradero. 

Agar dio a luz un hijo, Ismael . Pero Di-s quería que Sara también fuera madre.

Cambios de nombre y bendiciones
Sara nació con el nombre de Sarai, que significa “mi princesa”, mientras que Abraham era conocido como Abram , que significa “padre de Aram”. (Sara también tenía otro nombre 1—Yiskah [“Jessica”], que significa “vidente”— porque era profetisa y tenía la capacidad de ver el futuro. También se la llamaba “vidente” porque la gente solía contemplar su belleza).

Ambos nombres eran algo limitantes. Sarai implicaba que ella era solamente “ mi princesa”, y Abram limitaba la esfera de influencia de Abraham a Aram, su ciudad natal original.

En una ceremonia dramática, conocida como el Pacto entre las Partes , Di-s le habló a Abraham y le prometió una gran riqueza y una gran recompensa, pero Abram no estaba satisfecho. Quería un hijo para continuar su legado. Di-s le prometió un hijo con Sara y cambió el nombre de Abram a Abraham, que significa “el padre de todas las naciones”,  y Sarai a Sara, que significa “ la princesa”. Este cambio de nombre trajo consigo un cambio de fortuna, que le dio a Sara la capacidad espiritual de dar a luz a un hijo.

Siguiendo la orden de Di-s, a la edad de 99 años, Abraham se sometió a la circuncisión. Mientras se recuperaba, le rezó a Di-s para que le enviara huéspedes, ya que inicialmente Di-s hizo que el día fuera extremadamente caluroso para que ningún viajero lo molestara mientras se recuperaba. Sus oraciones fueron respondidas, y tres ángeles, disfrazados de viajeros extranjeros, se encontraron con un Abraham débil pero acogedor. Abraham corrió a la tienda y le dijo a Sara que preparara un banquete. Mientras los ángeles estaban allí, le prometieron al anciano Abraham que Sara tendría un hijo. Sara, ante la mera sugerencia de que podía concebir y llevar el embarazo a los 89 años, estalló en risas.

Un año después, después del episodio de Lot y Sodoma y del segundo secuestro, Sara dio a luz a Isaac, su único hijo, el tan esperado portador del legado de Abraham. Con profunda alegría, Abraham y Sara celebraron banquetes en honor de su precioso hijo.

Para demostrar que el niño no era un expósito, Sara también cuidó a los hijos de otras mujeres. 

Sara despide a Agar
Después del nacimiento de su hijo, Sara vio que el otro hijo de Abraham, Ismael, actuaba de manera inapropiada. Sara le suplicó a Abraham que echara a Agar y a su hijo desobediente, por temor a que Isaac se dejara influenciar por su medio hermano mayor. 

Di-s le dijo a Abraham que escuchara a Sara, porque ella era una profetisa más grande que él. Abraham accedió, despidió a su hijo y dio una señal clara de que Isaac sería su heredero.

Cuando Sara tenía 127 años y su hijo Isaac 37, Di-s le ordenó a Abraham que sacrificara a su amado Isaac en el altar.  Abraham tomó a su hijo y fue al monte Moriah para ofrecerlo como sacrificio. Cuando estaba a punto de sacrificar al hijo que Dios le había prometido, un ángel lo detuvo y le rogó que se detuviera. El ángel le explicó a Abraham que Di-s nunca había tenido la intención de sacrificar a Isaac, sino que lo estaba poniendo a prueba, queriendo que Abraham demostrara su lealtad inquebrantable a Di-s. Abraham ahora había demostrado que en verdad temía a Di-s. 

Cuando Sara se enteró de que su hijo estaba a punto de morir, se sintió abrumado por ello. Murió a la edad de 127 años.

Abraham compró la cueva de Macpela a los hijos de Jet (hititas), cerca de Hebrón, donde habían sido enterrados Adán y Eva, y allí enterró a su esposa, Sara. Abraham, junto con el resto del pueblo, lloró la muerte de Sara. Años después, Abraham también fue enterrado cerca de su esposa en la cueva de Macpela.

Al decir la edad de Sara al momento de su muerte, la Torá nos dice que su vida fue de “100 años, y 20 años, y 7 años”. Los Sabios  comentan que esto significa que cuando tenía 100 años, era tan pura de pecado como una doncella de 20 años; y cuando tenía 20 años, era tan hermosa como una inocente niña de 7 años.

Una lección jasídica de Sarah
La porción de la Torá que habla del entierro de Sara se conoce como “jayei Sarah”, “La vida de Sara”. ¿No sería más apropiado llamarla “La muerte de Sara”?

El Rebe de Lubavitch , Rabino Menajem Mendel Schneersohn, de bendita memoria, explica que la vida de un tzadik , una persona justa, es más vital después de la muerte, cuando los méritos de sus acciones se cumplen y se actualizan. Sara invirtió su esencia misma en su hijo, trabajando duro para mantener su hogar puro y sagrado. Cuando leemos que Isaac se casó con Rebeca y continuó con sus caminos, estamos experimentando la verdadera vida de Sara.

Lej Lejá en pocas palabras

El nombre de la Parashá , “Lej Lejá”, significa “Sal” y se encuentra en Génesis 12:1 .

Di-s le habla a Abram y le ordena: “ Vete de tu tierra, de tu lugar de nacimiento y de la casa de tu padre, a la tierra que yo te mostraré ”. Allí, Di-s le dice, se convertirá en una gran nación. Abram y su esposa, Sarai , acompañados por su sobrino Lot, viajan a la tierra de Canaán , donde Abram construye un altar y continúa difundiendo el mensaje de un solo Di-s .

Una hambruna obliga al primer judío a partir hacia Egipto, donde la bella Sarai es llevada al palacio del faraón; Abram escapa a la muerte porque se presentan como hermano y hermana. Una plaga impide al rey egipcio tocarla, y lo convence de devolverla a Abram y de compensar al hermano-revelado-como-marido con oro, plata y ganado.

De regreso a la tierra de Canaán, Lot se separa de Abram y se establece en la malvada ciudad de Sodoma, donde cae cautivo cuando los poderosos ejércitos de Quedorlaomer y sus tres aliados conquistan las cinco ciudades del valle de Sodoma. Abram parte con un pequeño grupo para rescatar a su sobrino , derrota a los cuatro reyes y es bendecido por Malki-Zedec, el rey de Salem ( Jerusalém ).

Di-s sella el Pacto entre las Partes con Abram, en el que se predice el exilio y la persecución ( galut ) del pueblo de Israel , y se les lega la Tierra Santa como su herencia eterna .

Diez años después de su llegada a la tierra, Sarai todavía no tenía hijos y le dice a Abram que se case con su sierva Agar. Agar concibe, se vuelve insolente con su señora y luego huye cuando Sarai la trata con dureza; un ángel la convence de regresar y le dice que su hijo engendrará una nación muy poblada. Ismael nace cuando Abram tiene ochenta y seis años.

Trece años después, Di-s cambia el nombre de Abram a Abraham (“padre de multitudes”), y el de Sarai a Sara (“princesa”), y promete que les nacerá un hijo; de este niño, a quien deberían llamar Isaac (“reirá”), surgirá la gran nación con la que Di-s establecerá Su vínculo especial. Se le ordena a Abraham que se circuncide a sí mismo y a sus descendientes como “señal del pacto entre Mí y vosotros”. Abraham cumple de inmediato, circuncidándose a sí mismo y a todos los varones de su casa.