En hebreo, “hashemen”, significa “el aceite”; si se cambia el orden de las letras en la palabra, se obtiene la palabra neshamá que significa alma.
Si se sigue re-arreglando las letras, se obtiene la palabra shemoná que significa “ocho”. Por ocho días, el aceite sirve como símbolo del alma, recordando el proverbio del Rey Salomón “el alma del hombre, es la lámpara de Di-s” (Proverbios 20:27).
• La Torá es comparada con el aceite, especialmente la parte esotérica, la parte interna de la Torá. Como se sabe la Torá tiene una parte de “Torá Revelada” (niglé) que incluye el Código de Leyes Judías, el Talmud, sus comentarios y que se considera el “cuerpo” de la Torá y la “Parte Oculta o Interna” (nistar- pnimiut HaTorá) que también recibe el nombre de “alma” de la Torá en donde se ubica el Jasidut. Así como el alma y el cuerpo se corresponden entre sí, del mismo modo existe una co- rrespondencia entre la “Torá Revelada” y la “Torá Interior”.
• El aceite simboliza la esencia destilada de todo y por tanto tiene las siguientes características: por un lado es distinto y separado de todo (por cuanto si estuviera li- mitado a cualquier objeto en particular, no podría ser al mismo tiempo el aspecto esencial de todas las cosas); sin embargo simultáneamente, por el hecho de ser esencia, también debe imbuirlo todo y encontrarse dentro de todo, por cuanto la esencia por definición existe y se encuentra en todas partes. Este concepto, al igual que todas las cuestiones relativas a la “Torá Interior” se expresa también en la “Torá Revelada”, incluso en la propia Halajá o ley práctica; pues por un lado, el aceite no se mezcla con ningún líquido, pero a su vez penetra en toda materia.
. Posee esas dos propiedades- en virtud de su carácter de Esencia -no se mezcla con ninguna otra cosa, pues es el núcleo esencial de toda fuerza vital, pero además se difunde y penetra en todos los objetos.
• El aceite simboliza el nivel de “Jojmá” o Sabiduría, que es el más alto de las Sefirot o atributos del alma que componen el “Árbol de la Vida”.
• En la historia de Janucá, los griegos contaminaron todo el aceite, (menos el jarro escondido) pues el aceite puro es el símbolo de la pureza del estilo de vida de los judíos basado en la Torá como expresión Divina.
Representa la luz interior, la espiritualidad y testimonia la Presencia Divina en el mundo.