REFLEXIONE: El tiempo parece estar dividido en tres partes: ayer, hoy y mañana.
¿Son realmente tres momentos separa‐dos o todo el tiempo es uno solo? El capitán que está parado sobre el puente del barco, tiene una vista panorámica.
Cuando mira al horizonte, ve una isla rodeada de agua. Todo es una sola escena.
El pasajero, que está debajo, mira el horizonte a través del ojo de buey. Primero ve el agua. Luego, a medida que el barco viaja y avanza, ve la tierra y finalmente cuando el barco sigue su marcha, ve agua otra vez. Estas parecen ser tres escenas separadas a su entender. Lo que desde abajo parece ser “tres”, desde arriba se ve como “una”.
REFLEXIONE:
¿Por qué los justos son “barridos” junto con los malvados? Cuando una persona pisa un clavo y no presta atención a ello, la infección corre a toda la pierna. ¿Por qué la pierna debe sufrir por lo que hizo el pie? Obviamente, el cuerpo humano es una sola cosa, y como tal debe cosechar la recompensa como así también el castigo.
La persona ha pisado el clavo y la infección e hinchazón se propagan a todo el cuerpo. Si hubiera atendido primero su pie, la pierna no tendría que sufrir. Lo mismo sucede con la humanidad. Somos responsables por cada uno y sufriremos aunque nuestro único pecado sea el no haber cuidado de nuestro hermano.
REFLEXIONE:
El rey sabe lo que su hijo puede lograr, pero lo somete a una prueba, para que el propio hijo conozca lo que puede alcanzar. Es por eso que Di‐s le pregunta a Adam, en el Edén: “¿Dónde estás?”. ¿Acaso Di‐s no sabía dónde estaba Adam?.
Por supuesto, pero Adam no sabía dónde se encontraba Adam (espiritualmente) Para que el hombre pueda realizar esa prueba, le fue entregado el libre albedrío. “Elegirás la vida para que vivas”. Elegirás la muerte y morirás.
Si no existiera el libre albedrío, seríamos todos ángeles, parados sólo sobre una pierna (sin lo correcto y lo incorrecto) Y entonces no sería necesario crear este mundo, con su aparente dualidad, donde el hombre camina sobre dos piernas..