“Y será si no escucharás” (Devarim 28:15)
En dos oportunidades en el año leemos en la Torá, párrafos de amonestaciones-tojajá: una vez antes de Shavuot, en la parshá Bejukotai1, y una segunda vez antes de Rosh Hashaná- en la Parshá Ki Tavó (sólo que entre la propia lectura y la festividad, separamos con la lectura de otra Parshá, antes de Shavuot- con la Parshá Bamidbar, y a veces también con Nasó, y antes de Rosh Hashaná – con Parshat Nitzavim, y a veces Nitzavim- Vaielej)
La explicación de ello es – que los párrafos de amonestación no son, como parece a simple vista, sólo advertencias de castigos y sufrimientos, sino que tienen como objetivo purificar y refinar al hombre.
Tal como se requiere enjuagar y limpiar bien al recipiente antes de colocar en su interior elementos de valor, así también antes de la festividad de Shavuot y antes de Rosh Hashaná hay necesidad de una purificación espiritual, que se logra a través de los párrafos de amonestaciones.
DOBLE PREPARACIÓN
La diferencia que se destaca entre las amonestaciones de Parshat Bejukotai (de antes de Shavuot) con la de Ki Tavó (que se lee antes de Rosh Hashaná) es que en Bejukotai aparecen 49 maldiciones, mientras que en Ki Tavó se mencionan 98 maldiciones – el doble.
Siendo que como se dijo, el objetivo de las amonestaciones es purificar los instrumentos del alma, la duplicación de maldiciones en Ki Tavó enseña, que en ocasión de Rosh Hashaná y el mes de Tishrei, hay necesidad de una preparación doble a las que debe hacerse previo a Shavuot.
En la festividad de Shavuot fueron entregadas las primeras Tablas de la Ley, mientras que en Iom Kipur (en el mes de Tishrei) fueron entregadas las segundas Tablas de La Ley. Sobre éstas está escrito5 que son una: “doble medida”. En esto se expresa la superioridad del mes de Tishrei sobre Shavuot.
NO ES UN REGALO
La diferencia fundamental entre la fiesta de Shavuot y el mes de Tishrei es que el flujo espiritual que se da en Shavuot es en carácter de regalo desde Arriba. Mientras que el flujo de Tishrei viene a continuación de nuestro trabajo.
Las primeras Tablas fueron dadas “desde Arriba”, como un acto de bondad del Altísimo, mientras que las segundas Tablas vinieron como consecuencia del trabajo de Teshuvá, del arrepentimiento de los judíos. Es por eso que su calidad es superior, de “doble medida”.
Esto caracteriza al mes de Tishrei todo.
Toda la esencia de este mes gira alrededor de nuestro trabajo espiritual.
Esto comienza en el mes de Elul, un mes dedicado íntegramente a la Teshuvá, el retorno a Di-s y a despertar espiritualmente, y continúa en Rosh Hashaná, en los Diez Días de Teshuvá, en Iom Kipur, etc. El caudal espiritual que se nos da en este mes no es en carácter de regalo “de Arriba”, sino producto de nuestra labor espiritual, el trabajo de la creación. Este flujo Divino es de mayor nivel.
EL EXILIO COMO PURIFICACIÓN
Por ello también se requiere de una purificación de mayor nivel espiritual en ocasión de Rosh Hashaná. Cuanto más preciado y elevado el flujo Divino, mayor ha de ser el “enjuague” de los recipientes.
Este es el objetivo de la lectura de la “amonestación”- prepararnos para el flujo espiritual superior del mes de Tishrei.
De aquí aprendemos que también el sufrimiento del Exilio es, interiormente, una purificación y un refinamiento para poder recibir el caudal extraordinario de la redención mesiánica, y la dureza de las dificultades del exilio, nos da una perspectiva de lo extraordinario que será cuando llegue la verdadera y completa redención, realmente pronto.
(Likutei Sijot Tomo 2, Pág. 392)
NOTAS:
1.Vaikrá 26:14 en adelante 2.Devarim 28:15 en adelante 3.Meguilá 31,b 4.Ver Likutei Torá Vaikrá 48,a 5.Shemot Rabá, al comienzo de la Parshá 46