En su introducción al décimo capítulo del Tratado de Sanhedrín, Maimónides enumera los trece principios básicos de la fe judía. La palabra hebrea que Maimónides usa es iesodot, “fundamentos”: partes diferentes de un edificio podrían existir independientemente una de la otra, pero sin los fundamentos, todo el edificio se derrumbaría. Así también, cada uno de estos trece principios es un “fundamento” de toda la Torá.
1) Que el Creador alabado su nombre, creó y dirige el mundo, El únicamente hizo, hace y hará todos los hechos.
2) Que el Creador alabado su nombre no es corporal, no lo alcanzan las influencias corporales, y nada puede compararse a El.
3) Que el Creador no posee cuerpo ni forma alguna.
4) Que el Creador alabado su nombre, Él es el principio y la eternidad.
5) Que a El Creador alabado su nombre es digno de hacer Tefilá y no hay a quien pedir fuera de El.
6) Que todas las palabras de nuestros profetas son verdades.
7) Que la profecía de Moshe Rabeinu es verídica y él fue el padre de los profetas de todos los tiempos.
8) Que la Torá que tenemos es la misma que fue entregada a Moshe Rabienu.
9) Que esta Torá no será cambiada y no habrá otra del Todopoderoso.
10) Que el Creador alabado su nombre, sabe todo lo que la persona hace y conoce todos sus pensamientos.
11) Que el Creador alabado su nombre recompensa bien a los que cumplen sus Mitzvot y castiga a los que transgreden sus preceptos.
12) Que el Mashiaj vendrá. Y aunque se demore esperamos cada día su llegada.
13) Que los muertos van a resucitar cuando sea la voluntad del Todopoderoso, alabado su nombre.