Parashá en Síntesis – Tzav

Las ofrendas descritas en esta Parashá son aquellas que tenían que ofrecer especialmente los Cohanim o Sacerdotes, y por eso comienza la Parashá cuando Di.s le dice a Moshe “Ordena a Aharón y a sus hijos …”

Estas ofrendas o sacrificios eran para expiar el pecado del becerro de oro, ocurrido antes de la construcción del Mishkán o Santuario, y en el cual había participado Aharón.

El Cohen Gadol o Sumo Sacerdote tenía la obligación de ofrendar un sacrificio diario, de sus propios recursos, lo cual nos enseña que primero tiene que mejorarse uno mismo para después poder guiar a los demás. 

El cohen pedía perdón a Di-s por los pecados cometidos por el pueblo, pero del mismo modo tenía que pedir primero perdón a sus propios actos. 

El sacrificio del Sacerdote incentivaba al resto del pueblo a presentar sus ofrendas sin avergonzarse por sus pecados. 

La ofrenda del Cohen estaba compuesta por aceite y harina, igual que las ofrendas traídas por aquellos que tienen recursos escasos a fin de que estos no se avergonzaran.

La ofrenda de agradecimiento, Hashlamei Todá, era presentada por aquellas personas que se habían salvado de un peligro. En la actualidad se reemplaza por Birkat Hagomel, bendición que se hace durante la lectura de la Torá. Está escrito que en el futuro serán eliminadas todas las ofrendas, menos la de agradecimiento ya que el hombre dejará de pecar, pero deberá seguir agradeciendo por su buena fortuna.

Se prohíbe comer la grasa animal que no haya pasado por el proceso de Nikur (limpieza de las grasas prohibidas).

En el judaísmo no se permite el consumo de sangre animal, ya que se considera que ésta es la esencia de la vida. La importancia del desarrollo de las cualidades de la sensibilidad, bondad y compasión, innatas en cada judío hacen que exista la prohibición.

Lo físico actúa sobre la esencia espiritual de la persona, influyendo en su desarrollo. La interrelación entre cuerpo y alma se hace perceptible en las llamadas enfermedades psicosomáticas, ya que el estado de ánimo influye sobre el organismo, causándole una enfermedad física y a la inversa, cuando el malestar físico provoca cambios en el estado de ánimo. 

El alimento se convierte en carne y sangre de la persona que lo ingiere. El pueblo judío fue privilegiado, porque Di-s le reveló que en los alimentos prohibidos existe una fuerza negativa que se ejerce sobre el alma espiritual y por eso le ordenó evitar su ingestión.

Pesaj es la primera de las fiestas de peregrinaje; las otras dos, Shavuot y Sucot, son consecuencia y continuación de esta. 

La primera vez que se hizo el sacrificio de Pesaj (Korbán Pésaj) fue cuando Di-s ordenó al Pueblo Judío tomar un carnero – que era una deidad en Egipto – , tenerlo en sus casas desde el 10 al 14 de Nisán y sacrificarlo luego. La idea era que manifestaran públicamente su fe en un Di-s único, negando la idolatría públicamente. 

Más tarde, al existir el Beit Hamikdash, de todas partes del país y del mundo llegaban los judíos para ofrendar el sacrificio pascual que solo puede hacerse en el templo, en el lugar más santo de la tierra, Jerusalem. 

En el seder de pesaj se rememora esa ofrenda con el zroá, cuello o ala de pollo asado directamente al fuego, que se coloca en la Keará (Plato de Pesaj), siendo el único de los elementos que no se come.

Purim 2024

Llega Purim y habrá variedad de opciones para que todos escuchen la Meguilá

Este sábado 23 por la noche y el domingo 24 de marzo se celebra Purim; Jabad Argentina invita a aumentar en alegría y mitzvot, y ofrece una variedad de opciones para escuchar la historia de Ester y recibir Mishlóaj Manot.

Habrá lecturas de la Meguilá en espacios públicos y en Agüero 1164.

Toda la información, puntos de encuentro y horarios se encuentran en purimargentina.com

El domingo 24 en Av. Pueyrredón y Tucumán, y en Av. Corrientes y Scalabrini Ortiz, de 11 a 18 horas, habrá espacios de encuentro para recibir Mishlóaj Manot y cumplir las 4 mitzvot de la festividad con Purim en la Ciudad.

En ambos puntos habrá lectura de la Meguilá a las 12 y a las 14 horas.

También se podrá escuchar la historia de Purim el domingo a las 15 en espacios verdes: en la pérgola de Barrancas de Belgrano, en Plaza Castelli -Conde y Echeverría-, en Parque Centenario al lado del lago y en Plaza Alemania -Av. del Libertador y R. Scalabrini Ortiz-.

La propuesta es abierta para todo público y no requiere inscripción previa.

Otra opción será asistir a la lectura de Meguilá a cada hora en la planta baja de Agüero 1164, el sábado desde las 21 hasta la 1, y el domingo de 8 a 19 horas.

Si alguien no puede acercarse a los puntos de encuentro, por razones de enfermedad o por trabajo, puede completar el formulario en purimargentina.com para recibir la visita de un voluntario con Meguilá a domicilio.

También pueden comunicarse por WhatsApp al 11.6197.4444. La fiesta de Purim celebra la salvación del pueblo judío de su total exterminio en manos de los persas bajo el mandato del Rey Ajashverosh (Asuero) en el siglo 4 a.e.c.

Los 4 preceptos de este festejo son la escucha de la Meguilá (historia de Ester), el envío de Mishlóaj Manot (paquetes con alimentos y bebidas listos para el consumo) a los amigos, la ayuda a personas necesitadas (Matanot Levionim) y la realización de un banquete festivo. ¡Purim Saméaj! Unidos por Israel. Tus acciones cuentan.

Parasha Zajor

Este Shabat, luego de la Parshá que corresponde a la semana (Vaikrá) leemos parshat Zajor (Devarim 25:17/19) “Recuerda lo que Amalek hizo contigo en el camino cuando salisteis de Egipto… borrarás la memoria de Amalek…” El motivo por el cual Hashem ordenó a los judíos borrar la existencia de Amalek es por el odio que estaba implantado en ellos contra nosotros a tal punto que fueron los primeros que nos enfrentaron en guerra, no por defensa ni por territorio, sino sólo por odio.

AYUNO DE ESTER Y PURIM
El jueves 21 de marzo es el ayuno de Ester. Comienza a las 5:39 hs y finaliza a las 19:28.
Luego de Arvit, leemos la Meguilá de Ester. Debemos escuchar la Meguilá entera sin faltar una palabra. Si uno omitió alguna
palabra, lo puede recuperar leyendo dentro de la Meguilá y así completar las palabras que no escuchó, siempre y cuando no sea un
Pasuk entero.
En el Beit Hakneset se dicen 3 brajot antes de la lectura de la Meguilá, estas son: Mikrá Meguilá, Sheasá Nisim y Shejeianu.

Al final de la lectura se dirá la brajá Harav Riveinu, y luego Shoshanat Iaakov. El que lee la Meguilá sin Minian, no debe pronunciar la
brajá del final, Harav Riveinu.
La costumbre es hacer ruido cuando se menciona el nombre de Hamán.
Las Mitzvot de Mishloaj Manot (regalos de comida), Matanot laEvionim (Tzedaka) y Seudat Purim (Banquete), no pueden ser
cumplidas de noche. Sólo se cumplen de día.
Uno debe ver que cada miembro de la familia cumpla estas Mitzvot. El padre debe dar dinero a todos los miembros de la familia para
que ellos mismos les entreguen a los pobres.
Lo mismo se aplica a Mishoaj Manot, que cada miembro de familia debe dar a su amigo o amiga.
Es importante que si bien en Purim se toman bebidas alcohólicas, en una medida poco más que lo habitual, debe cuidarse de no embriagarse para tener posibilidad de seguir cumpliendo las Mitzvot de Bircat Hamazon y Tefila Maariv.

Las características propias del pueblo de Israel

“Y para los judíos hubo luz, alegría, regocijo y honor” (ESTHER 8:16)

Luego de haber tenido lugar el milagro de Purim y que Hamán el malvado sufriera su caída, la Meguilá- el rollo con la historia de Ester- describe la alegría del pueblo judío con las palabras: “Y para los judíos hubo luz, alegría, regocijo y honor”. Sobre ello explica la Guemará que en este versículo se hace alusión a cuatro preceptos sobre los que Hamán decretó su incumplimiento, y cuando se anuló su decreto, los judíos pudieron cumplirlos sin miedos: “Luz”-se refiere a la Torá, “alegría”- son las festividades bíblicas, “regocijo”- es el precepto de la circuncisión, y “honor”-se refiere a los Tefilín. Cada uno de estos cuatro preceptos se caracteriza por ser una señal- una insignia3(del vínculo especial) entre el pueblo de Israel y el Altísimo. Ese fue justamente el motivo de por qué Hamán el malvado decretó contra su observancia, puesto que no podía soportar la singularidad del pueblo judío, que se refleja en su vínculo especial con el Altísimo.

LA PECUALIARIDAD DE ESTAS INSIGNIAS

Era de esperar, que los preceptos que cumplen la función de ser una señal entre el pueblo de Israel y Hashem sean aquellos que no tienen paralelo entre los demás pueblos, y de esa manera habrán de resaltar la peculiaridad del pueblo judío. Pero, en realidad, todos estos preceptos mencionados tienen prácticas similares también entre otros pueblos: La Torá, palabras inteligentes y de sabiduría- también hay en las demás naciones. Festividades y efemérides sonparte de la práctica de todos los pueblos.La circuncisión- también muchos nojudíos se circuncidan. Tefilín- muchos pueblos acostumbran a portar una insignia especial que identifique al pueblo o a la tribu a la que pertenecen. Surge entonces la pregunta: ¿con qué expresanestas señales la peculiaridad específicadel pueblo judío?

SANTIDAD EN LO MATERIAL

Pero justamente es aquí donde tiene su expresión la singularidad del pueblo judío. En los campos donde no hay parecido alguno entre lo judaico y lo que nolo es, no hay necesidad de una señal quemarque la diferencia. La señal se requiere específicamente en aquello donde a simple vista parecería haber una similitud- aspecto que se comparte con los demás pueblos- y ahí es donde las señales marcan lo judaico.

LO QUE NOS SEÑALA

Torá: en las naciones, el concepto de‘Torá’sería la sabiduría y la lógica,mientras que para los judíos, la esenciade la Torá radica en que es superior a lalógica. La Torá que fue entregada por Di-s en el Monte Sinaí es por definición la Sabiduría del Altísimo, totalmente superior a la lógica y razón humana.La alegría de las Festividades: la definición convencional de lo que es alegría y festejo va de la mano del desenfreno y del dar rienda suelta a los instintos, mientras que en lo judaico, la verdadera alegría lleva a mayor devoción a Hashem. Circuncisión: Maimónides explica que la circuncisión debilita el deseo por los placeres terrenales, y por ende, el circuncidarse tendería a generar descontento. Pero en los judío, la circuncisiónes motivo de regocijo, como está escrito“me regocijo yo en Tu palabra”, refiriéndose el término regocijo a la circuncisión. Tefilín: es práctica universal que las insignias y símbolos identificatorios sean elegidos por su belleza y atractivo, mientras que los judíos nos vestimos con Tefilín que consta de cajitas de cuero, de color negro, con correas negras, sólo que dentro de ellas se encuentra escrito “Escucha Israel Hashem nuestro Di-s, Hashem es Uno” .Esta es la particularidad del pueblojudío, y por eso estos preceptos son suseñal identificatoria.

(LIKUTEI SIJOT TOMO 3), PáG. 916

Purim: ¿histórico o actual?

Rosh Jodesh Adar: «El mes que se dio vuelta para ellos, de tristeza en alegría, de duelo en Festividad».

Adar -el mes hebreo en que se festeja Purim, no solo se caracteriza por ello, sino que, en palabras de nuestros Sabios, es «el mes que se dio vuelta para ellos, de tristeza en alegría, de duelo en Festividad».

No sólo Purim es un día de regocijo y alabanza al Creador por la milagrosa salvación del pueblo judío en épocas de Asuero, Rey de Persia, sino que todo el mes, desde su comienzo hasta su culminación, invoca a incrementar el regocijo. «Desde que se inicia Adar, se incrementa la alegría».

Purim es un suceso de nuestra historia, acontecido hace mucho tiempo. Pero su recuerdo, y más aún, su enseñanza, deben ser cosa del presente, según nuestros Sabios estipulan en la Mishná: «Quien lee la Meguilá, el Rollo de Ester, en forma retroactiva, de atrás hacia adelante – no cumplió el objetivo de esta lectura». 

Literalmente, lo que nuestros Sabios disponen es la lectura metódica y cronológica según el mismo Rollo de Ester la presenta. Pero, oculta en sus palabras, se halla una profunda instrucción: quien lee la Meguilá retroactivamente hacia atrás y ve en los sucesos de Purim, la causa del decreto de exterminio de todo nuestro pueblo y su posterior milagrosa salvación, como hechos del pasado, únicamente de carácter histórico, pero desligados de la realidad personal y contemporánea, no cumplió, no ha logrado trasladar a su corazón y a su mente, a su conciencia judía, el significado cabal que el relato encierra.

En todas las épocas, el pueblo judío, o, mejor dicho, algunos de sus componentes, han creído encontrar soluciones propias, en diferentes ideologías, al eterno conflicto de identidad de un pueblo entre pueblos. Y, al estudiar las estadísticas de asimilación, resulta lógico que, al menos, alguien se moleste siquiera en buscar alguna solución. Cierta vez, a modo de excusa, alguien dijo al anterior Rebe de Lubavitch que, en un caso de incendio, no se busca agua pura y cristalina para apagarlo. Se arroja al fuego lo que se pueda, lo que se tenga en mano. A ello replicó el Rebe «Pero hay que tener cuidado de que no se trate de gasolina».

La historia de Purím nos enseña cual es el verdadero elemento, el único viable, comprobado en multitud de oportunidades a través de los milenios, para apagar el voraz incendio de la asimilación, más poderoso y destructivo incluso que las cámaras de gas en la época del nazismo. Mordejai, y todo el pueblo judio ora a Di-s, se acerca al estudio de la Torá, única fórmula que ha superado todas las pruebas experimentales y que ha demostrado, sin un solo fracaso en su haber, ser el único medio eficiente.

«Hay un pueblo peculiar» -dijo Hamán. Y así es. Cuando somos peculiares, cuando nuestra vida está dictada por los valores de nuestra sagrada Torá, nuestra unidad como pueblo eterno es indestructible. Somos, entonces, «un pueblo único, eterno, como la Torá es única y eterna.

Uno más uno = Purim

¡Hay tantas mitzvot excitantes y costumbres para cumplir a lo largo de la fiesta! Disfrazarse, comer homentashn (masita típica llamada “orejas de Hamán”) como postre a la comida de Purim (de ciruela, amapola, frambuesa, etc.), girar la matraca al oír el nombre de Hamán en el Meguilá, y dar regalos de comida -mishloaj manot a los amigos.

¿Cuál es la similitud subyacente entre todas estas mitzvot y costumbres? Quitémonos las máscaras, abramos el mishloaj manot, miremos dentro de la Meguilá – quitemos los envoltorios de todo – y veremos el común denominador intrínseco a ellos todos.

Cuando uno se disfraza, su identidad es disimulada. Rico o pobre, inteligente o intermedio, bonito o feo, ya no percibimos las diferencias físicas,económicas o intelectuales que pueden separarnos. Sí, un traje es caro, otro más original, y hay centenares de Reinas Esther. Pero es obvio que éstos son sólo externos. Ellos no son la persona dentro del traje. Cuando nos disfrazamos en Purim nuestras diferencias son superficiales. Somos iguales.

La Meguilá, esa historia excitante que recuerda el triunfo de la justicia por encima del mal, y la fe de los judíos en Di-s por encima de los esquemas viles de Hamán, también es una lección de la igualdad y unidad judía. Pues sólo luego de que los judíos se unieron, se salvaron del plan de aniquilación de Hamán. Los hombres, mujeres, y niños, estudiosos y zapateros, campesinos y la Reina, todos ayunaron y oraron durante tres días y noches para quitar el decreto. Y porque se unieron, pues cada uno se sentía igualmente responsable y capaz para afectar un cambio, sus oraciones y penitencia fueron aceptadas.

En cuanto a los homentashn, algunos dicen que nos recuerdan el sombrero de Hamán o sus orejas. Pero también simbolizan a lo que está oculto. La mano de Di-s, estaba oculta durante el episodio de Purim: las casualidades que llevan a Esther a que sea coronada Reina, Mordejai que oye por casualidad el complot de los guardias para matar a Asuero, etc., parecían naturales. Pero ellos eran – como todo en la vida – la Providencia Divina, la manera en que Di-s forma un enigma intrincado.

Así como el relleno es disimulado en los homentashen y Di-s estaba oculto durante la época de Purim, el elemento Divino dentro de cada uno de nosotros está- a menudo- oculto. Lo Divino dentro es nuestra alma la parte propiamente dicha de Di-s que nos da vida. Y aunque es intangible, aunque su existencia es a menudo disimulada, el alma es el gran igualador de todos nosotros. Pues, aunque un judío haga más mitzvot que otro, o tenga una educación judía más comprensiva, o es más amable, el ser de nuestras almas y su fuente es la misma: Di-s.

Por último, tenemos el Mishloaj Manot, esos paquetes deleitables de golosinas. Van de una simple bolsita con alimentos hasta obsequios elegantes. Hay numerosas formas de empaquetarlos, precios y productos, pero todos tienen una cosa en común:

crean unidad. Habitualmente, damos el mishloaj manot a través de un mensajero, involucrando a un tercero en la mitzvá. Al dar estos regalos, no sólo nos conectamos con la persona a quien se lo estamos dando, sino también a una tercera persona. Y el mensajero puede ser cualquiera-joven o viejo, amigo o extraño, varón o mujer.

Purim es un momento especial para participar en las mitzvot de Purim o de reforzar nuestra observancia de ellas. Pues, como el Rebe declaró inequívocamente, la Redención es inminente y cada acto de bondad, cada hecho bueno, cualquier mitzvá adicional, nos ayuda a prepararnos y preparar al mundo para la era Mesiánica que se está desplegando ante nuestros ojos.

(Adaptado del L’chaim)

Donde los caminos se cruzan

L a polaridad inherente a la etnología siempre me pareció extraña. Por un lado, está el investigador, un occidental solitario, que debe
abandonar su medio natural para conocer cara a cara la forma de vida nativa. Por otro lado, está el nativo, cuya vida lo tiene todo, pero no es consciente de ello. El investigador carece de la vida étnica, mientras que el nativo carece de auto‐ conciencia cognitiva. Siempre me sorprendió que ambas cualidades no puedan coexistir en la misma persona o en la misma tribu.
En un seminario etnológico en París, deliberé sobre esta paradoja.

Todos sonrieron, pero nadie pudo deducir como podría ser de otra manera. Pero más tarde, en Roma, pude encontrar la llave de semejante coexistencia. La primera página de la Mishná que leí en Roma me dio la clara impresión, y que nunca más fue cambiada, de que existe un ejemplo perfecto de conciencia auto‐etnológica escrita por gente que vivía su existencia como un pueblo, creía en ello, y al mismo tiempo era capaz de entenderlo y analizarlo. Estos mismos “investigadores” que conscientemente analizaban las leyes
metafísicas, económicas y todas las menudencias de la vida judía en el Talmud, eran al mismo tiempo los héroes populares como Rabi Akiva, y Rabi Shimón Bar Iojai. ¡Imagínense por otro lado al famoso antropólogo Levy Strauss como un indio piel roja!

Más tarde, cuando ya estuve profundamente inmerso en el estudio del Talmud, descubrí que la forma en que fue escrito y es estudiado respondía a una necesidad básica que albergaba dentro de mí desde mi infancia. Mis padres acostumbraban a decirme que no debía mover mis manos mientras hablaba, y tampoco debía hablar como cantando.

Cuando pregunté por qué, me respondieron que eso me hacía parecer judío. Fue en Israel que presencié por primera vez el estudio del Talmud con los movimientos “prohibidos” de las manos y ese canto. Entonces comprendí cuán ancestral era ese movimiento que se encontraba dentro de mí.
El judaísmo es una pregunta que no puede ser ni respondida ni evitada. La existencia de cada individuo judío es la respuesta, más comúnmente sin que siquiera él sea consciente de su significado.

Usualmente, antes de que esta pregunta sea formulada, la respuesta ya está allí, tan fuertemente predeterminada por la educación, el ambiente, y otras circunstancias que, según creo, ni siquiera la mente más independiente entre nosotros pueda postularla incondicionalmente. Y cuando la expresamos con palabras, las cosas se ponen peor. La mayoría de nosotros trata de presentar los resultados de impulsos e influencias desconocidas como si se trataran de una elección consciente…

¿Es algo malo imaginarse cometiendo un crimen?

El pensamiento es lo más difícil de controlar. Los pensamientos parecen entrar en nuestras mentes al azar. Pero cada acción está precedida por un pensamiento. Nadie comete adulterio sin pensarlo.
Tratar de controlar los pensamientos es un buen comienzo para convertirse en una mejor persona.
Según el Talmud: Los pensamientos de pecado son más duros que el pecado mismo.
Hay dos componentes en la mala conducta:
La acción negativa y su efecto que vemos en nuestro mundo físico.
El efecto espiritual dañino que la mala acción tiene sobre quien la comete.
Al vivir en un mundo físico, nos guiamos por “los hechos materiales”. Los pensamientos son invisibles y
no pueden ser juzgados. Nadie es condenado por “pensar en robar”. Lo mismo es el caso en un tribunal de la ley judía.
Desde la perspectiva del alma, es diferente.

Maimónides dice: La capacidad de pensar es inherente a la humanidad. Usar el pensamiento para pecar
es pecar por medio de la parte más noble.
La “acción” es algo que compartimos con otras criaturas. Podemos usarla negativamente. Pero corromper nuestras mentes, que son exclusivas de los humanos, es peor. Tomamos algo tan alto y lo llevamos tan bajo.

La filosofía Jabad explica que el alma tiene “tres prendas”, tres formas de expresarse:
Pensamiento, palabra y acción.
El pensamiento, la más espiritual de las vestimentas, está íntimamente conectado con el alma y comparte algunas de las mismas características.
Es constante, y el alma está constantemente conectada con el cuerpo.
Permanece dentro de la persona. El alma sigue siendo parte de una persona mientras está viva.

El pensamiento pecaminoso manchará el alma en un lugar más espiritual que un acto pecaminoso. Este es una
expresión externa del alma, pero los efectos de los pensamientos negativos son profundos y de mayor alcance.

La conquista del pensamiento es una parte integral del judaísmo. No es fácil controlar todos nuestros pensamientos todo el tiempo, y puede llevar años, e incluso toda la vida, dominarlo.
Rabí Shnuer Zalman de Liadi, fundador del movimiento Jabad, brinda herramientas para ayudar a superar los pensamientos negativos y analiza el increíble placer que le damos a Di‐s cuando intentamos dominar nuestra psique.

Consulte Tania, capítulos 26 a 28.

Educación

A la hora de escoger una escuela para nuestros hijos, por lo general tendemos a elegir una que sea a fin con nuestra
educación. Pensar que ahora debemos brindarles una educación secular y luego, cuando ellos crezcan, elegirán por si solos que orientación
religiosa seguir. No siempre resulta, ya que los jóvenes llegan a ese momento con total desconocimiento de la tradición y costumbres judías.

Entonces ¿qué será lo que están en condiciones de elegir?
Si usted realmente quiere que su hijo en el futuro tenga poder de elección, bríndele toda la información que su hijo merece. Vale decir,
formarlo en ambos estudios, lo que le brindará en el futuro los medios para escoger, ya que estudió ambas líneas.

En conclusión, si somos honestos con nosotros mismos, no debemos ocultarle información (como tal vez nuestros padres hicieron con
nosotros) y darle una educación que brinde al menos las dos líneas, vale decir la secular y la judía. Cuando hablamos de dar a nues‐
tros hijos una educación judía, debemos analizar a qué institución enviarlo ya que existen escuelas que se nombran como colegios judíos pero están casi vacías de enseñanzas judías.

Hoy en día existen muchos establecimientos escolares que brindan ambos sistemas de educación, vale decir, la educación oficial como en
cualquier escuela y también la parte judía tradicional que consiste en el estudio de Tanaj, halajá y hebreo. Y se da trascendencia a
las Mitzvot, tradiciones y costumbres judías.

4 Mitos acerca de Shabat

Mito: Puedes encender las velas de Shabat en cualquier momento los viernes por la noche.
A muchos nos resulta tentador encender las velas el viernes por la noche después del trabajo, sin importar cuánto
tiempo hace que se ha puesto el sol.
Verdad: Las velas deben encenderse antes de que se ponga el sol Cuando se oculta el sol por debajo del
horizonte, Shabat ha comenzado y no se puede encender fuego. Las velas se encienden 18 minutos antes de la puesta del
sol, un poco antes de lo necesario, lo que proporciona una zona de amortiguación para garantizar que no se enciendan en el día sagrado. Una vez que el sol se ha puesto, encender velas es una profanación del Shabat, no un acto de honor.

Mito: Shabat termina al atardecer Dado que el inicio de Shabat está ligado a la puesta del sol, muchos piensan
que el día termina cuando el sol se pone el sábado por la tarde.
Verdad: Shabat termina cuando aparecen tres estrellas en el cielo
La hora exacta en que comienza la noche y un día pasa al siguiente es algo ambigua. Para ir a lo seguro, tratamos el tiempo entre la puesta del sol y la aparición de tres estrellas en el cielo nocturno como un tiempo intermedio. Como tal, Shabat concluye cuando hayan aparecido
tres estrellas en el cielo nocturno.

Mito: En Shabat el vino debe ser dulce y el pan debe trenzarse.
Comenzamos las comidas de Shabat recitando el Kidush con una copa de vino y luego disfrutamos de las rebanadas cortadas de dos hogazas de pan conocidas como jalá.
Entre los judíos de ascendencia de Europa del Este, el vino es tradicionalmente dulce y el pan es rico en huevos y trenzado.
Verdad: el vino fino es mejor y el pan puede tener cualquier forma
Durante generaciones, los judíos empobrecidos lucharon por comprar vino para Shabat, y el vino cargado de azúcar,
era el más económico. Debemos honrar el Shabat con el mejor vino, siempre que sea kasher. Vino seco, vino dulce, todo
depende del gusto del bebedor.
Lo mismo ocurre con el pan jalá. Algunas comunidades yemenitas tradicionalmente comen no menos de cuatro tipos
de pan cada Shabat, cada uno preparado en un horno diferente.

Mito: Es preferible morir antes que profanar el Shabat.
Dado que el Shabat se encuentra entre los Diez Mandamientos y es visto como la piedra angular de la vida judía, algunos pueden pensar que anula la vida humana.
Verdad: Salva una vida y podrá observar muchos más Shabat
Si alguien está enfermo, debe subir al automóvil y viajar al hospital; y si teme por la vida, debe tomar el teléfono y llamar al 911. No
hay dudas. Se debe actuar rápido y con decisión.